Interciencia
versión impresa ISSN 0378-1844
INCI v.31 n.1 Caracas ene. 2006
PRODUCTIVIDAD Y AUTONOMÍA EN SISTEMAS DE PRODUCCIÓN OVINA: DOS PROPIEDADES EMERGENTES DE LOS AGROECOSISTEMAS
Julio Vilaboa Arroniz, Pablo Díaz Rivera, Diego E. Platas Rosado, Eusebio Ortega Jiménez y Miguel A. Rodríguez Chessani
Julio Vilaboa Arroniz. Maestro en Ciencias en Agroecosistemas Tropicales. Colegio de Postgraduados. Av. Morelos No. 906 entre Libertad y Mina. Colonia Centro. 95400. Cosamaloapan, Veracruz, México. Tel.: 01(288)8824132. juliovilaboa@hotmail.com.
Pablo Díaz Rivera. Doctorado en Agrobiotecnología para la Producción Tropical. Universidad de Firenze, Florencia, Italia. Profesor Investigador Asociado. Programa de Agroecosistemas Tropicales. Colegio de Postgraduados, Campus Veracruz. México.
Diego E. Platas Rosado. Doctorado en Economía Aplicada. Universidad de Minnesota. EEUU. Profesor Investigador Asociado. Programa de Agroecosistemas Tropicales. Colegio de Postgraduados, Campus Veracruz. México.
Eusebio Ortega Jiménez. Doctorado en Agronomía y Zootecnia. Escuela Nacional Superior Agronómica de Rennes, Francia. Profesor Investigador Asociado. Programa de Agroecosistemas Tropicales. Colegio de Postgraduados, Campus Veracruz. México.
Miguel A. Rodríguez Chessani. Maestría en Producción Animal. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Universidad Veracruzana. México. Estudiante de Doctorado en Ciencias del Programa de Agroecosistemas Tropicales. Colegio de Postgraduados Campus Veracruz. México.
Resumen
El bajo rendimiento de carne por animal y la excesiva dependencia de insumos como: mano de obra y alimentos; así como altos costos de producción en los sistemas de producción ovina y el desconocimiento del grado de independencia de éstos son limitantes para la competividad de las empresas pecuarias. El objetivo de este estudio fue analizar la productividad y la autonomía de dos sistemas de producción ovina en el estado de Veracruz, México bajo el enfoque en agroecosistemas. Durante el año 2004, se analizaron éstas propiedades emergentes de dos granjas ovinas ubicadas en la zona centro del estado de Veracruz. La productividad se evaluó en base a la eficiencia biológica, considerando: la producción de carne por ha por año (Pc /ha/año) y conversión alimenticia global (CA). La autonomía se investigó en: autonomía laboral (Al), autonomía alimentaria (Aa) y autonomía económica (Ae) considerando tipo de mano de obra utilizada, alimentos producidos en el sistema y alimentos totales utilizados convertidos a valor monetario, proporción total de insumos producidos en la granja y el total de insumos utilizados transformados a valor monetario. Se aplicaron técnicas de entrevistas semi-estructuradas. Para la granja "A" la Pc /ha/año fue de 917,8 kg y 32,8 kg/oveja/año y la CA de 0,01. La Al, Aa y Ae fue del 0; 40,5 y 18,5%, respectivamente. Para la granja "B" la Pc /ha/año fue de 380,9 y 57,2 kg/oveja/año, y la CA de 0,01. La Al, Aa y Ae 42,4; 71,1 y 52,3%.
Summary
The low meat production per animal and the excessive dependence on inputs such as: manpower and feed, as well as high production cost in sheep production systems and the lack of knowledge on the degree of dependence on them, limit competitiveness in the sheep industry. The object of this study was to carry out a productivity and autonomy analysis of two sheep production systems in the State of Veracruz, Mexico, under agroecosystems approach. During 2004 these two emergent proprieties of agroecosystems were analyzed in two ovine farms located in the central zone of the State of Veracruz. Productivity was evaluated according to biological efficiency, taking into consideration annual meat production per ha (Pc /ha/year) and global feed conversion (CA). Autonomy was evaluated by labour autonomy (Al), feeding autonomy (Aa) and economic autonomy (Ae), taking into consideration employed manpower, foods produced in the system and total utilized foods converted to monetary value; total proportion of inputs produced in the farm and total amount of utilized inputs transformed to monetary value. Techniques of semi-structured interviews were applied. For farm "A", Pc /ha/year was 917.8kg and 32.8kg/ewe/year and CA was 0.01. Al, Aa and Ae were 0; 40 and 18.5% respectively. For farm "B", Pc /ha/year was 380.9kg and 57.2 kg/ewe/year and CA was 0.01. Al, Aa and Ae were 42.4; 71.1 and 52.3% respectively.
Resumo
O baixo rendimento de carne por animal e a excessiva dependência de insumos como: mão de obra e alimentos, assim como altos custos de produção nos sistemas de produção ovina e o desconhecimento do grau de independência destes, são limitantes para a competitividade das empresas pecuárias. O objetivo deste estudo foi analisar a produtividade e autonomia de dois sistemas de produção ovina no estado de Veracruz, México, sob o enfoque em agro ecossistemas. Durante 2004 se analisaram essas propriedades emergentes de duas granjas ovinas situadas na zona centro do estado de Veracruz. A produtividade se avaliou em base à eficiência biológica, considerando a produção de carne por ha por ano (Pc /ha/ano) e a conversão alimentícia global (CA). A autonomia se investigou em autonomia laboral (Al), autonomia alimentaria (Aa) e autonomia econômica (Ae), considerando tipo de mão de obra utilizada, alimentos produzidos no sistema e alimentos totais utilizados convertidos a valor monetário, proporção total de insumos produzidos na granja, e o total de insumos utilizados transformados a valor monetário. Aplicaram-se técnicas de entrevistas semi estruturadas. Para a granja "A" a Pc /ha/ano foi de 917,8kg e 32,8kg/ovelha/ano e a CA foi 0,01. A Al, Aa e Ae foram 0; 40,5 e 18,5%, respectivamente. Para a granja "B" a Pc /ha/ano foi de 380,9kg e 57,2kg/ovelha/ano, e a CA de 0,01. A Al, Aa e Ae foram 42,4; 71,1 e 52,3%.
PALABRAS CLAVE / Agroecosistemas / Autonomía / Conversión Alimenticia / Productividad / Sistemas de Producción Ovina /
Recibido: 19/07/2005. Modificado: 10/11/2005. Aceptado: 14/11/2005.
Introducción
Durante muchos años el concepto de productividad ha estado asociado básicamente a la actividad industrial y su utilización se ha limitado en otras áreas que no se clasifican como tal; entendiendo a ésta como los resultados logrados en base a los insumos y recursos empleados (Carballal, 2001); reflejando la mejor forma en que son utilizados los recursos para crear salidas a otros procesos o generar productos terminados (Aguado, s/f). En los sistemas de producción pecuaria, y particularmente de ovinos, la productividad tiene gran relevancia; ya que, de ser sistemas de producción en descuido, de traspatio y de alcancía, la ovinocultura en México está pasando a ser una actividad agropecuaria rentable y competitiva (Salas, 1997 y Cruz, 2003). A su vez, en el trópico mexicano, existe gran diversidad de agroecosistemas que permiten la participación de los ovinos para proporcionarle al sistema una mayor diversificación económica, ya que, al integrar los elementos agrícolas y pecuario, éstos interactúan de tal manera, que se complementan recíprocamente (Díaz, 1999). Considerando el nivel tecnológico alcanzado, los sistemas de producción ovina se pueden clasificar en: extensivos, semi-intensivos e intensivos, sistemas asociados a la ganadería, huertos frutales perennes y sistemas silvopastoriles (Díaz, 1999). La ovinocultura es una actividad económica de suma importancia en el estado de Veracruz; ya que éste ocupa el tercer lugar como productor a nivel nacional, aunque a nivel mundial, la producción de carne de ovino en México sólo representa el 0.4% del total (SAGARPA, 2004).
En el caso de los agroecosistemas, la autonomía hace referencia a la independencia de factores externos (mano de obra, alimentos, comercio, precios de insumos, factores sociales, etc.) que puede tener el agroecosistema; es decir, mide el grado de autosuficiencia con respecto a su entorno, ya que al reducir el impacto de tales factores la autosuficiencia del sistema de producción será mayor. La importancia de ello radica en que la alimentación puede significar el 50% de los costos de producción (Shimada, 1987) y conjuntamente con la mano de obra y la sanidad del rebaño representan más del 60% de los costos de producción (Hernández, 2002 y Berumen, 2004). Según Astier (1997) la autonomía es definida como el porcentaje de gastos de insumos cubiertos con producción propia. El ISEC (2000), considera a la autonomía inseparable de la sostenibilidad, de modo que puede ser caracterizada observando el grado mayor o menor de dependencia de entradas (inputs) externos (energía, materiales o información). Considerando que cuanto más baja sea la dependencia y más alto el nivel de autosuficiencia mayor será el grado de autonomía y autodependencia del agroecosistema. Mayor autonomía no significa mayor competitividad económica, pero sí mayor capacidad de amortiguar impactos externos, como el aumento en precios de los insumos. En este estudio se analiza el agroecosistema, como unidad de estudio, a nivel granja. Dicho agroecosistema debe contar o tener la capacidad de generar la mayor parte de los insumos (alimenticios, energéticos, financieros, humanos, etc.) necesarios para producir bienes y servicios que satisfagan las necesidades del "controlador del sistema" (productor, familia, administración, directiva, etc.) con la finalidad de vender el excedente de la producción generando un ingreso económico aceptable para él y su familia. El desconocimiento de la productividad y la autonomía en los diferentes sistemas de producción impide al productor la toma de decisiones adecuadas que ayuden a incrementar los volúmenes de producción.
Para este trabajo se conceptuó a la productividad como la eficiencia biológica de un sistema de producción. Ésta se midió en base a la producción de carne por ha por año y a la conversión alimenticia (kilogramos totales de carne producidos dividido por la cantidad total de alimento suministrado). La producción total de carne considera tanto los kg de carne producidos para la venta como el cambio de inventario, el cual se define como el número y clase de ganado contabilizados al principio y al final del año y del valor monetario promedio de cada clase durante el año; pudiendo ser este valor positivo o negativo (Wadsworth, 1997). La autonomía fue considerada como el grado de dependencia del exterior de las entradas (energía, dinero, información, materiales, recursos humanos) para el funcionamiento del sistema de producción. Para ello se separó en autonomía laboral, autonomía alimentaria y autonomía económica. Como autonomía laboral se consideró la proporción de jornales generados por la unidad familiar entre el número de jornales totales utilizados; como autonomía alimentaria la proporción de alimentos producidos en el sistema entre alimentos totales utilizados, y como autonomía económica la proporción total de insumos producidos en el sistema entre el total de insumos utilizados. Todos estos conceptos convertidos a valor monetario. El objetivo del estudio fue determinar productividad y la autonomía de dos sistemas de producción ovina en el estado de Veracruz, México bajo el enfoque en agroecosistemas.
Marco Teórico Conceptual
Una propiedad emergente es una característica o cualidad particular que nace del mismo agroecosistema que lo identifica y lo diferencia de otros sistemas o agroecosistemas. El agroecosistema es concebido como un sistema ecológico modificado en menor o mayor grado por el hombre para la utilización de los recursos naturales en los procesos de producción agropecuarios. Del mismo modo, el agroecosistema es la unidad de análisis y su contexto donde se observan la totalidad de los factores que lo integran (Conway, 1985; Conway, McCracken, 1990; ISEC, 2000). Según Conway (1987) las propiedades emergentes de los agroecosistemas son la productividad, definida como la cantidad de productos que salen o se obtienen del agroecosistema con un valor determinado en especie que posteriormente puede ser convertido a capital; la estabilidad, entendida como la constancia de la producción durante un periodo corto de tiempo (de ciclo a ciclo de cultivo o de ciclo reproductivo de animales) a pesar de diferentes factores externos al agroecosistema (política, economía, influencia de otros agroecosistemas, etc.); y la equidad, referida a la distribución de la productividad del agroecosistema entre los beneficiarios humanos, dependiendo de la estructura social donde se encuentre ubicado (Marten, 1988). Conway (1985) y Marten (1988) integran a la autonomía como una propiedad emergente de los agroecosistemas, refiriéndose al grado de integración del mismo, y se relaciona al movimiento de materiales, energía e información entre los componentes hacia dentro o fuera del agroecosistema y al control de esos flujos.
Materiales y Métodos
Se recurrió a las herramientas metodológicas de diagnóstico rural rápido y análisis de agroecosistemas (Conway, 1985), utilizando técnicas de entrevista semi-estructurada, entrevista de preguntas abiertas (con guía de preguntas) para caracterizar al productor, el sistema de producción y determinar la productividad y el grado de autonomía de cada uno de los agroecosistemas ovinos. Se utilizaron varios formatos para el registro de la información referente a mano de obra (cantidad erogada), inventario de ganado al inicio y al final del año (cambio de inventario en kg), registro de la cantidad de alimento suministrado en la suplementación y su costo; y formatos económicos como inventario (activos), producción de carne en kg, y costos fijos y variables de cada una de las granjas para determinar la autonomía económica. Se realizaron visitas periódicas mensuales a cada una de las granjas en estudio durante el año 2004. Para calcular la productividad y la conversión alimenticia en los dos agroecosistemas ovinos (granjas) se utilizaron las siguientes funciones:
Pc /ha/año= kctp/Sr
donde Pc /ha/año: producción de carne por ha por año (en kg); kctp: kg totales de carne producidos al año; Sr: superficie dedicada al rebaño, y
CA= kctp/kta
donde CA: conversión alimenticia; kctp : producción total de carne por año (en kg); kta : alimento total suministrado por año (en kg).
La materia seca (MS) y materia verde (MV) que consumió el rebaño se estimaron, en kg, en base a los requerimientos de materia seca (MS) de cada grupo de animales acorde a su etapa fisiológica, a la cantidad de suplemento proporcionado en cada etapa fisiológica y al número de días de suplementación a cada grupo de animales. Los requerimientos de kg MS/día/animal se basaron en lo estimado por Shimada (1987). Los contenidos de MS contenidos en el suplemento durante el año son producto de los kg alimento requerido por cada grupo de animales durante el año por el contenido de MS en el suplemento (90%). Los kg totales de MS requeridos al año se estimaron multiplicando el número total de animales por los requerimientos de MS/animal/ día por los días de suplementación. Los kg de MS aportados por los pastos se obtuvieron de la diferencia entre los kg totales de MS requeridos al año menos los kg de MS aportados por el suplemento entre el porcentaje de MS contenido en los pastos (Tabla I y II).
Los valores de los grados de autonomía fueron calculados por las ecuaciones
Al = (Jf / JTu) ´ 100
donde Al: Autonomía laboral en %; Jf: Jornales familiares utilizados en $, y JTu: Jornales totales utilizados en $
Aa = (Ap / ATu) ´ 100
donde: Aa: Autonomía alimentaria en %; Ap: Alimentos producidos en el sistema en $, y ATu: Alimentos totales utilizados en $
Ae = (Ip / ITu) ´ 100
donde Ae: Autonomía económica en %; Ip: Insumos producidos en el sistema en $, y ITu: Insumos totales utilizados en $
Descripción de los casos de estudio
Granja "A"
La granja "A" utiliza un sistema de producción semi-intensivo. Manejan en promedio 390 ovinos (280 vientres) de las razas Saint Croix, Dorper y Kathadin. Cuenta con una superficie de 14ha de riego, donde el 71,4% (10ha) está ocupada para la actividad ovina de las cuales 3ha son de pasto Taiwán (Pennisetum purpureum var. Taiwán), 3ha de pasto Pangola (Digitaria decumbens), 1ha de Tanzania (Panicum maximum var Tanzania), 1ha de pasto Insurgente (Brachiaria brizantha) y 2ha de maíz para ensilado. Las instalaciones y corrales de engorda ocupan 1ha. Cada ha de pradera se encuentra dividida en 7 secciones de 14´100 m de largo mediante cerco eléctrico y se permite 1 día de pastoreo en cada sección (280 vientres). Se suplementa 350g/animal/día en corrales a base de maíz (83%), soya (15%) y sales minerales (2%) a las hembras próximas al parto, corderos destinados al abasto y sementales.
Granja "B"
La granja "B" utiliza un sistema de producción extensivo. Manejan en promedio 893 ovinos (356 vientres) de las razas Pelibuey, Black Belly y Kathadin. Cuenta con una superficie de 100ha de temporal, de las que 53,5ha son dedicadas a la actividad ovina; de éstas últimas 21ha son de gramas nativas (Paspalum sp y Axonopus spp.), 25ha de pasto Insurgente (Brachiaria brizantha), 2 ha de pasto humidícola (Brachiaria humidícola), 2ha de pasto Estrella de África (Cynodon plectostachyus), y 3,5ha de Kudzú (Pueraria phaseloides) como banco de proteína. Se suplementa en 150g/animal/día en corrales con ración alimenticia compuesta por un 70 a 90% de sorgo o maíz y un 10 a 30% de soya. Suministrado a ovejas lactantes, corderos en desarrollo y destinados al abasto, sementales y animales enfermos.
Resultados
Granja "A"
Producción de carne (Pc /ha/año). En el año 2004 se vendieron en esta granja 9743kg de carne, de los cuales 9178 fueron producidos por los 280 vientres, y 565kg fueron sustraídos del inventario del hato (cambio de inventario). Aplicando la ecuación Pc /ha/año= kctp/Sr se obtuvieron 917,8 kg de carne por ha por año; mientras la producción de carne por oveja por año fue de 32,8kg. Estos resultados indican una alta producción de carne por ha que se considera bastante aceptable para un sistema de producción intensivo; mientras que la producción por vientre puede ser considerada baja. Esta sub-utilización de los vientres está asociada con la venta de una menor cantidad de borrego finalizado y una alta extracción de primalas, lo cual fue debido a que la relación de nacimientos de hembras y machos se mantuvo a la par, pero no se mantuvieron hembras para reemplazo de la granja.
Conversión alimenticia (CA). En este mismo periodo se utilizaron 46074kg (41469,8 kg de MS) en la suplementación de una ración conformada por maíz (83%), soya (15%) y sales minerales (5%), con una CA parcial de 0,20 al considerar los kg totales de carne producidos entre los kg totales de suplemento utilizados, lo cual indica que por cada kg de alimento se produjeron 200g de carne. Los kilogramos de materia seca (MS) y materia verde (MV) que consumió el rebaño se estimaron en base a los consumos voluntarios de materia seca (MS) de cada grupo de animales, a la cantidad de suplemento proporcionado, y al número de días de suplementación. Los kg totales de MV utilizados fueron de 665978,4 (133195,7 kg de MS). Aplicando la ecuación CA= kctp/kta los kg totales de carne producidos fueron 9178 y los kg totales de alimento utilizados fueron de 712052,4 (174665,5 de MS) dando como resultado una conversión alimenticia de 0,01 en MV considerando tanto la suplementación como el pastoreo.
Autonomía Laboral (Al). El dueño de la granja tiene estudios a nivel de licenciatura y se dedica en un 100% a actividades extra-finca, las cuales no tienen ninguna relación con la actividad ovina en cuanto a movimientos de capital. El dueño no participa en ninguna de las actividades de la granja. De la actividad ovina, el dueño depende económicamente en un 40%. Sin embargo, en la actualidad, dependen de la granja 5 familias; debido a que cuenta con 2 trabajadores permanentes (MOP), 3 eventuales (MOE) y el administrador; la mano de obra familiar (MOF) no tiene participación en las actividades productivas de la finca. El precio del jornal por día es de $100, pero los fines de semana son pagados a $150 por día. Un trabajador permanente gana $800 por semana y el otro tiene un ingreso de $600 por semana. El número de trabajadores eventuales es muy variable dependiendo de las actividades que se realicen durante cada semana dentro de la granja, y se puede estimar que ocupan entre 40-120 jornales por mes, aspecto que puede ser considerado el punto crítico de la empresa. Los salarios de los trabajadores eventuales es entre $50 y $150 dependiendo de la actividad que realicen el día en que son contratados. Los costos totales de mano de obra utilizados en el sistema (Tabla III) fueron de $ 120640 de los cuales el 53,7% son costos de mano de obra permanente y el 46,3% corresponden a costos de mano de obra eventual; ya que la mano de obra familiar no tiene participación en la granja y esto convertido a valor monetario es igual a cero. Aplicando la ecuación de autonomía laboral (Al = Jf / JTu ´ 100), ésta es igual a cero para la granja "A"; es decir, depende en un 100% de mano de obra externa al sistema para su funcionamiento. Además cabe resaltar que se tiene un costo anual por vientre de $231,4 de MOP y de $199,4 de MOE resultando un total de $430,9 de costo de mano de obra total utilizado en el sistema por vientre.
Autonomía Alimentaria (Aa). Se utilizó pastoreo y suplementación (energética-proteica y mineral); en proporciones de maíz (83%), soya (15%) y sales minerales (2%); suministrando 350 g/animal/día. Durante el 2004, el porcentaje de suplementación fue de 21,8% con 78,2% de pastoreo. Se utilizaron aproximadamente 46ton de alimento en la suplementación donde los ingredientes (maíz-soya) ocupan 90,6% de esta cantidad; el resto se compone de alimentos comerciales y sales minerales con un valor de $ 97748,2. Se utilizaron 666ton de pasto (MV), estimados en base a los consumos voluntarios de materia seca (MS) de cada grupo de animales acorde a su etapa fisiológica, a la cantidad de suplemento proporcionado, así como al número de días de suplementación (Tabla I), con un valor de $66597,8 en la alimentación resultando un costo total de alimentación de $ 164346. Es decir, se tiene un costo anual por vientre de $ 349,1 por concepto de suplementación y de $ 237,9 por concepto de pastos, con un consumo aparente de 110,2kg de suplementos por animal. Aplicando la ecuación de autonomía alimentaria (Aa = Ap / ATu ´ 100) el costo de los alimentos producidos en el sistema fue de $66597,8 y el valor total de los alimentos utilizados fue de $ 164346 (Tabla IV). Se tiene como resultado una Aa del 40,5%; es decir, la unidad de producción genera internamente ese porcentaje del valor de los insumos alimenticios totales para el funcionamiento del sistema; dependiendo en un 59,5% de insumos alimenticios externos.
Autonomía Económica (Ae). Los conceptos de mano de obra, insumos, ingredientes alimenticios y medicamentos representan 88,9% de los costos de producción (CV), el resto se compone de conceptos como servicios profesionales, reparación de instalaciones, maquinaria y equipo entre otros. La mano de obra es asalariada en su totalidad, así como los servicios profesionales, lo que le representa el 41,2% de sus costos variables. El 33,4% de los costos de producción corresponde a insumos e ingredientes alimenticios, de los cuales el 25,7% corresponde a la compra de ingredientes para la suplementación como maíz y soya principalmente; el 7,2% a alimentos procesados como alimentos concentrados; y el 0,5% a la adquisición de sales minerales. Los costos por medicamentos, herbicidas y plaguicidas representan el 13,3%, en ellos el mayor porcentaje fue en la compra de fertilizantes (4,1%) y medicamentos varios (3,8%) que incluyen analgésicos, antidiarreicos y antibióticos. Aplicando la ecuación de autonomía económica (Ae = Ip / ITu ´ 100) los insumos producidos en el sistema convertidos a valor monetario fue de $66597,8 por concepto de pastos y el valor total de los insumos utilizados en el sistema fue de $ 359037,2 (Tabla V) por concepto de costos de producción (CV). De ello resulta una Ae del 18,5%; es decir, el sistema de producción depende en un 81,5% de insumos externos para su funcionamiento (Tabla VI).
Granja "B"
Producción de carne (Pc /ha/año). Durante el año 2004, los 356 vientres de la granja produjeron 20379kg de carne en una superficie de 53,3ha. De ese total, 14119 fueron producidos para la venta y 6260 kg fueron utilizados para reemplazo del mismo sistema, para un cambio de inventario positivo. Aplicando la ecuación Pc /ha/año= kctp/Sr se obtuvieron 380,9 kg de carne por ha por año, producción que puede ser considerada baja, pero acorde a las producciones de sistemas extensivos. Por otra parte, la producción de carne por oveja por año fue de 57,2kg; cantidad que puede ser considerada alta para este tipo de sistemas de producción extensivos.
Conversión alimenticia (CA). En este mismo periodo se utilizaron 19893 kg (17902,3 kg de MS) en la suplementación de una ración conformada por maíz-sorgo (80%), soya (15%) y sales minerales (5%), con una CA parcial de 1,0; es decir, se produjo 1kg de carne por cada kg de suplemento utilizado, considerando los kg totales de carne producidos entre los kg totales de suplemento utilizados. Los kg de materia seca (MS) y materia verde (MV) que consumió el rebaño se estimaron en base a los consumos voluntarios de materia seca (MS) de cada grupo de animales, a la cantidad de suplemento proporcionado y al número de días de suplementación (Tabla II). Los kg totales de MV utilizados fueron de 1355301,4 (271060,3kg de MS). Aplicando la ecuación CA= kctp/kta los kg totales de carne producidos fueron 20379 y los kg totales de alimento utilizados fueron 1375194.4 (288962,6kg de MS) dando como resultado una conversión alimenticia de 0,01 considerando tanto la suplementación como el pastoreo.
Autonomía Laboral (Al). La granja es de tipo familiar (hermanos) conformados como socios. Estos socios cuentan con estudios a nivel de licenciatura; la sociedad es 50% en todos los ingresos y egresos de la granja. Los socios realizan actividades extra-finca que no tienen ninguna relación con la actividad ovina en cuanto a movimientos de capital; ya que son consideradas actividades independientes. Dependen económicamente en un 50% de la actividad ovina. La administración es familiar; la mano de obra es de tipo mixto (familiar y contratada). Cuenta con un trabajador fijo (ovejero) con un salario de $600/semana y un trabajador que se ocupa solamente los fines de semana con un salario de $100/día. Sin embargo, se ocupa un promedio de 1 a 3 trabajadores eventuales (enero-abril) en el establecimiento de praderas y reparación de cercos. A este tipo de mano de obra se les paga $100/día de trabajo. Además, los dos socios aportan mano de obra, ya sea con trabajo de campo o administración de la granja. De las actividades que se realizan en la finca dependen de 3 a 5 familias considerando tanto la de los dueños como las de los trabajadores fijos y eventuales. La ocupación de mano de obra eventual puede ser muy variable ya que en la época de establecimientos de praderas se pueden ocupar desde 2 hasta 15 trabajadores eventuales por mes durante los 4 meses que dura la época de establecimiento de praderas (ene-abr). Los costos totales de mano de obra utilizados (Tabla III) en el sistema fueron de $79200 de los cuales el 42,4% son costos de mano de obra permanente y el 15,1% corresponden a costos de mano de obra eventual. La mano de obra familiar tiene participación considerable en la granja y convertida a valor monetario es de $33600. Aplicando la ecuación de autonomía laboral Al = Jf / JTu ´ 100, ésta es de 42,4%; es decir, depende en un 57,6% de mano de obra externa al sistema para su funcionamiento. Además, cabe resaltar que se tiene un costo total de $222,5 por vientre utilizado en el sistema.
Autonomía Alimentaria (Aa). En la granja se utiliza pastoreo y suplementación (energética-proteica y mineral), utilizando maíz-sorgo (80%), soya (15%) y sales minerales a libre acceso (5%); suministrando 150g/animal/día. Durante el año 2004, el porcentaje de suplementación fue de 6,2% con 93,8% de pastoreo. Se utilizaron aproximadamente 19,89ton de alimento en la suplementación, donde el 61,6% se compone de granos (sorgo, maíz y soya); así como de alfalfa. El 33,6% son alimentos comerciales y el resto son sustitutos de leche y sales minerales, con un valor de $ 55124,9. Se utilizaron 1355,3ton de pasto (MV) estimados en base a los consumos voluntarios de materia seca (MS) de cada grupo de animales, la cantidad de suplemento proporcionado y el número de días de suplementación (Tabla II) con un valor de $135530,1. Es decir, se tiene un costo anual por vientre de $154,8 por concepto de suplementación y de $ 380,7 por concepto de pastos. El consumo aparente de suplementos por animal es de 19,4kg. Aplicando la ecuación de autonomía alimentaria (Aa = Ap / ATu ´ 100) el costo de los alimentos producidos en el sistema fue de $135530,1 y el valor total de los alimentos utilizados fue de $190655,1 (Tabla IV). Resulta una Aa del 71,1%; es decir, la unidad de producción genera internamente el 71,1% del valor de las necesidades alimenticias totales del sistema, dependiendo en un 28,9% de insumos alimenticios externos.
Autonomía económica (Ae). Los conceptos de mano de obra, insumos e ingredientes alimenticios y medicamentos representan 73,9% de los costos de producción (CV). Los servicios profesionales, reparación de instalaciones, maquinaria y equipo entre otros, en conjunto representan el 26,1%. Los servicios profesionales son proporcionados por el productor, por lo que dicho concepto no es erogado pero sí considerado al igual que la mano de obra familiar que tiene una participación de 15,9% en dichos costos. La mano de obra contratada, incluyendo la familiar representa el 37,6%. La alimentación es el segundo rubro en orden de importancia (26,2%). Los costos por medicamentos, herbicidas y plaguicidas representan el 10,1%, de los que el 50% fue gastado en desparasitantes (5,2%). El 26,2% de los costos de producción corresponde a insumos e ingredientes alimenticios, de los cuales el 17,4% corresponde a la compra de ingredientes para la suplementación como: sorgo, soya, maíz y melaza principalmente, y alfalfa y forrajes; el 7,7% a alimentos procesados como alimentos concentrados, sustitutos de leche; y el 1,1% a la adquisición de sales minerales. Los medicamentos y agroquímicos representan el 10,1% de los costos variables; de éstos el 5,2% fue por compra de desparasitantes, 1,1% de vitaminas, el 1,7% por concepto de vacunas, antibióticos, fertilizantes y herbicidas; y el 2,1% a diversos tipos de medicamentos como analgésicos, antidiarréicos, desinfectantes, cicatrizantes, antibióticos, rubefacientes, estimuladores de crecimiento, entre otros. Aplicando la ecuación de autonomía económica (Ae = Ip / ITu ´ 100) el costo de los insumos producidos en el sistema fue de $ 181130,1 por concepto de pastos (74,8%), mano de obra familiar (18,5%) y servicios profesionales (6,6%), siendo el valor total de los insumos utilizados en el sistema de $346172,8 (Tabla V) por concepto de costos de producción (CV). De ello resulta una Ae del 52,3%; es decir, el sistema de producción depende en un 47,7% de insumos externos para su producción (Tabla VI).
Discusión
El sistema de producción influye en la producción de carne por ha por año dependiendo del grado de intensificación y de la superficie dedicada a la actividad. La granja "A" maximiza la utilización de la superficie disponible (917,8kg/ha/año) y sub-utiliza sus vientres (32,8 kg/oveja/año), mientras que la granja "B" sub-utiliza la superficie disponible (380,9kg/ha/año), pero maximiza la productividad de sus vientres (57,2kg/oveja/año) produciendo 2,2 veces más cantidad de carne que la granja "A" por contar con mayor número de animales. Los resultados son cercanos a los valores reportados por Espinoza et al. (1999) de 42,3kg/oveja/año utilizando un banco de proteína de Leucaena (Leucaena leucocephala), de 42,8kg/oveja/año reportado por Rodríguez et al., (1999) y de 44,5kg/oveja/año reportado por Zambrano et al. (2001).
La granja "A" adquiere 2,3 veces más suplemento para la ración alimenticia que la granja "B", no obstante ésta última tiene una mayor conversión alimenticia que la primera (1,0 vs 0,2). Por cada kg de suplemento proporcionado "B" produce 1kg de carne, mientras que "A" produce 200g; existiendo mayor conversión alimenticia de suplemento (conversión alimenticia parcial) en el sistema extensivo que en el semi-intensivo a pesar que en el primero ("B") se suplementa en un 6,2% y en el segundo ("A") en un 21,8% (3,5 veces). Por consiguiente, en la granja "B" se utilizó un mayor volumen de forraje que en la granja "A" (1355 ton vs 666 ton); es decir 1,7 veces más forraje en el sistema extensivo que en el intensivo. La conversión alimenticia global (pastoreo + suplementación) es igual en ambos sistemas (0,01) por lo que puede inferirse que la diferencia en la cantidad kg está determinada por el grado de suplementación así como la eficiencia en la conversión del mismo; sin embargo, los costos por alimentación son mayores en "A" que en "B", muy por debajo de lo reportado por Shimada (1987) quien indica una conversión alimenticia ideal de 8 a 1 y una eficiencia alimenticia (inversa a la conversión) de 0,12g. Al igual que en Castro y Puigvert (2000) puede establecerse que los indicadores antes mencionados (producción de carne por ha, la producción de carne por vientre y la conversión alimenticia) que se pueden obtener en un sistema de producción obedecen a una compleja composición de factores genéticos, nutricionales, ambientales, de manejo y de sus posibles interacciones. Asimismo, al igual que en García (1986), la producción en cada ciclo productivo raramente es la máxima posible, ya que no son aprovechados todos los recursos productivos al máximo ni se produce al mínimo costo por diversas razones económicas y la disponibilidad de recursos. En los sistemas de producción estudiados se demuestra que la autonomía laboral, alimenticia y económica son inversas debido al tipo de administración, participación de la familia, a la superficie destinada a la actividad y al sistema de producción. La granja "A" es más intensiva que la granja "B". Por motivos culturales (formación profesional, actividades extra-finca, raciocinio, etc.) en "A" ni el productor ni la familia aportan mano de obra en las actividades de la granja; en contraste, mientras que en "B" se tiene una participación de la familia del 42,4% en las actividades de la granja. Otros investigadores como Baldizán (1995) y Martínez-Fernández et al. (1999) señalan la importancia de los sistemas de producción donde interviene la familia; cuya mano de obra y autoconsumo es determinante en la sostenibilidad del sistema. Asimismo, Rondón et al. (2001) considera que al ser las explotaciones ovinas atendidas por sus dueños y/o familia se brinda al sistema de producción cierta ventaja y estabilidad en el transcurso de los años. Por su parte, la autonomía alimentaria es de 40,5% para la granja "A" y de 71,1% para la granja "B". Sin embargo es necesario considerar que la disponibilidad de superficie es 5 veces mayor en "B". La granja "A" cuenta con un sistema de producción más intensivo y por ello su sistema de producción está supeditado a la compra de granos en mayor proporción para satisfacer las necesidades alimenticias de los ovinos en producción. Debido a la limitación en la disponibilidad forrajera en la época de estiaje ambas granjas se encuentran en la necesidad de adquirir insumos alimenticios externos.
Como consecuencia, la autonomía laboral y la alimentaria determinan la autonomía económica de un sistema de producción. Debido a que en la granja "A" el único insumo producido en el mismo sistema es el pasto, se depende en un 81,5% de insumos externos para su funcionamiento; en contraste, la granja "B" produce insumos como: pasto, mano de obra y servicios profesionales, debido al perfil profesional de uno de los socios; dependiendo en un 47,7% de insumos externos. Astier y Masera (1997) y Gallardo (2002), sostienen que cuantificar las erogaciones de insumos cubiertos con producción propia ó la autonomía energética (AeA) y el capital (AfA) invertidos en el proceso de la producción agropecuaria en porcentaje facilita la interpretación de la independencia del agroecosistema en relación a su entorno. Por su parte, el ISEC (2000) considera que cuanto más baja sea la dependencia y más alto el nivel de autosuficiencia mayor será el grado de autonomía y, por consiguiente, la sostenibilidad del agroecosistema. No obstante, es difícil establecer cuál es el nivel de autonomía óptima de los sistemas de producción pecuaria, ya que cada cuenta con características agroecológicas y socioeconómicas particulares. Puede considerarse que por encima de un 50% de autonomía laboral, 60% de autonomía alimentaria (dependiendo del sistema de producción), y un 50% de autonomía económica un sistema de producción es sostenible, ya que los principales costos de producción de un sistema de producción ovina son mano de obra, alimentación y sanidad, los que representan más del 60% de los costos de producción (Hernández, 2002; Berumen, 2004). Al reducir estos costos, la autosuficiencia del sistema de producción será mayor.
Conclusiones e implicaciones
Bajo las condiciones de este estudio se pudo corroborar que el sistema de producción semi-intensivo produce mayor cantidad de carne por hectárea por año que el sistema extensivo. Contrariamente el sistema extensivo produjo más kg de carne por oveja que el sistema semi-intensivo. Por otro lado, el sistema de producción extensivo tiene una mejor conversión alimenticia parcial (suplemento); no existiendo en ambos sistemas una diferencia en la conversión alimenticia global (0,01). La aportación de la mano de obra familiar es determinante en la autonomía laboral de un sistema de producción. El tipo de alimentación y el grado de intensificación en la suplementación determinan en buena medida la autonomía económica de los sistemas de producción ovina; ya que la alimentación y la mano de obra representan un alto porcentaje de los costos de producción. El sistema de producción extensivo, en base a la mayor autonomía económica, tiene mayor sostenibilidad que el semi-intensivo; ya que un alza en los precios de los granos o mano de obra afectaría considerablemente el desarrollo de éste sistema de producción. Por consiguiente, mientras la mayor parte de insumos utilizados en el sistema sean producidos en el mismo, mayor será el grado de autonomía económica y, por consiguiente, el sistema de producción será más sostenible y soportará con mayor facilidad factores externos al sistema como precios de los insumos, disponibilidad de mano de obra, salarios, etc. En este sentido la granja "A" es más vulnerable a las posibles alza de los precios. Por otro lado, pensar en un sistema de producción pecuaria 100% autónomo sería una utopía. El desarrollo regional muestra que los productores modifican y adaptan sus condiciones de producción de acuerdo a sus capacidades y potencialidades, por lo que en el mediano plazo tienden a la eficiencia económica o desaparecen de la producción. El objetivo de toda empresa es maximizar ganancias bajo las restricciones de su tecnología y esa es la tendencia.
En base a los datos obtenidos, el sistema de producción semi-intensivo es menos autónomo que el extensivo, debido a la diferencia en la eficiencia de utilización de la suplementación entre ambos. La autonomía laboral está sujeta a la administración del sistema de producción y al calendario de actividades de la granja; destacando que la participación de la familia en ésta es determinante. A su vez la autonomía económica es determinada por la autonomía laboral y alimentaria.
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a Pablo Peña y Antonio Reyes, de las granjas La Abeja y La Cima de Medellín de Bravo y Playa Vicente, Veracruz, México, respectivamente; Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por la concesión de una beca (2004-2005) y al Colegio de Postgraduados por los fondos para la investigación.
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