Servicios Personalizados
Revista
Articulo
Indicadores
- Citado por SciELO
- Accesos
Links relacionados
- Similares en SciELO
Compartir
Salud de los Trabajadores
versión impresa ISSN 1315-0138
Salud de los Trabajadores vol.23 no.1 Maracay jun. 2015
Síndrome de Burnout: un estudio con profesores.
Magda Almeida Freire1, Eliany Nazaré Oliveira2, Francisco Rosemiro Guimarães Ximenes Neto3, Roberlândia Evangelista Lopes4, Adriana Gomes Nogueira Ferreira5 & Bruna Vieira Gomes6
1Enfermera de la Estrategia Salud de la Familia en Sobral, Ceará. magda.afreire@gmail.com
2Enfermera, Doctora en Enfermería por la Universidad Federal de Ceará - UFC. Docente de la Universidad Estadual Vale del Acaraú UVA, Sobral, Ceará. elianyy@hotmail.com
3Enfermero Sanitarista; Máster en Salud Pública; Docente del Curso de Enfermería de la UVA; Docente del Máster Profesional en Salud de la Familia UVA/ FIOCRUZ. rosemironeto@gmail.com
4Enfermera, Máster en Salud de la Familia por la Universidad Federal de Ceará UFC. roberlandialopes@hotmail.com
5Enfermera, Doctora en Enfermería por la Universidad Federal de Ceará UFC. Docente de la Universidad Federal de Maranhão. UFMA. adrianagnf@gmail.com
6Enfermera, Máster en Salud de la Familia por la UFC. Sobral, Ceará. bvgomes93@gmail.com
Resumen
El Síndrome de Burnout es un proceso ocasionado por el estrés en el trabajo, que prevalece principalmente entre profesionales de las áreas de salud y educación. Con el objetivo de analizar cómo los niveles del Síndrome de Burnout se presentan en profesores de escuelas municipales se ha realizado un estudio cuantitativo, con 116 profesores del municipio de Sobral-Ceará. La recolecta de datos se basó en el inventario Maslach Burnout Inventory. Los resultados revelaron que 46% presenta nivel medio de Agotamiento Emocional, 47% bajo nivel para Despersonalización y 66% presentó moderada Realización Profesional, pudiendo ser considerados vulnerables al síndrome. En este contexto es importante promover discusiones sobre el tema entre profesionales para facilitar la detección precoz y el desarrollo de acciones preventivas de esa patología.
Palabras clave: trabajo, agotamiento profesional, docentes.
Burnout Syndrome: a study with teachers.
Abstract
Burnout syndrome is felt to derive from stress at work, and is mainly reported by professionals in health and education. We conducted a quantitative study of burnout syndrome level among 116 municipal schoolteachers in the city of Sobral-CE, using the Maslach Burnout Inventory. Results revealed that 46% of respondents presented a medium level of emotional exhaustion, 47% had a low level for depersonalization and 66% reported moderate professional fulfillment; collectively, this represented a population vulnerable to burnout. It is important to promote discussions on this topc among professionals in this area, to facilitate early detection and the development of preventive interventions for this syndrome.
Keywords: work, Burnout, professional, faculty.
Fecha de recepción: 14 de julio de 2014 Fecha de aceptación: 8 de febrero de 2015
Introducción
El trabajo siempre ha ocupado un lugar importante en la vida y evolución de la humanidad, principalmente en lo que concierne a las divisiones de clase, así como en la organización social y estructura de las sociedades en las diferentes eras históricas. Es importante destacar el trabajo como categoría sociológica; como carácter fundador del ser social, así como actividad permanente productiva e inmanente de la propia existencia humana y elemento impulsor para la dinámica de la vida en sociedad (Semeghini, 2009). De esta forma es imposible desvencijarlo y analizar sus implicaciones en el proceso salud-enfermedad-cuidado de las poblaciones en sus diferentes espacios de vida y producción surgiendo una categoría de análisis, que es la salud ocupacional y sus vertientes (Madeira & Alves, 2006).
La salud ocupacional tiene como foco la promoción de la salud y la preservación de la integridad del trabajador durante el ejercicio de sus actividades laborales, por medio de la detección de riesgos y de los determinantes que interfieren en su calidad de vida y en su salud (Porto, Santos, Vasconcelos & Fonseca, 2011).
Cuando las condiciones de trabajo son insalubres y no garantizan la calidad de vida, el trabajador pasa a tener sus necesidades humanas básicas afectadas, ya sea en los aspectos biopsicológico, social y/o espiritual. Vale resaltar que, una larga jornada asociada a una carga de trabajo desgastante, puede llevar al trabajador a manifestar innúmeras enfermedades y/o agravamientos relacionados al trabajo, que casi siempre afectan a su salud mental, lo que puede llevarlo a vivir situaciones de estrés prolongado. Cuando este tipo de estrés permanece por mucho tiempo puede desencadenar el Síndrome de Burnout, un tipo de respuesta prolongada a los estresores emocionales e interpersonales crónicos en el trabajo.
El Síndrome de Burnout se manifiesta cuando un trabajador que antes estaba muy implicado afectivamente y efectivamente con el proceso de producción referente a su ocupación, ya sea con sus clientes o con el trabajo en sí, pasa a sufrir estrés continuo y excesivo desgaste y no consigue distinguirlo de la fatiga. Dicha situación es una señal importante de alerta para que el cuerpo humano del trabajador reconozca sus límites y establezca un período de reposo para revertir las señales y los síntomas instalados (Associação Brasileira de Enfermagem - ABEN, 2006).
De acuerdo a Carlotto, Nakamura & Câmara (2006), el Síndrome de Burnout se caracteriza por tres dimensiones: el Agotamiento Emocional, la Despersonalización y la Realización Profesional. La primera se refiere a la falta de recursos emocionales y al sentimiento de que no se tiene nada para ofrecer al otro sujeto; la segunda es el desarrollo de sentimientos y actitudes negativas, indiferentes y cínicas en relación a los sujetos que entran en contacto directo con el profesional. La última se refiere a una disminución de los sentimientos de competencia en relación a los logros personales obtenidos en el trabajo y en las relaciones interpersonales. Siendo, por tanto, la asociación de un conjunto de conductas/prácticas negativas relacionadas tanto a factores internos, en forma de valores individuales y trazos de personalidad, como a factores externos, en forma de estructuras organizacionales, ocupacionales y grupales (Balone, 2002). El referido síndrome afecta a trabajadores implicados con cualquier tipo de actividad, ocupación y profesión, siendo los profesionales del área de salud uno de los grupos más vulnerables, por estar involucrados con el proceso salud-enfermedad-cuidado, en una relación de atención directa, continua y altamente emocional, así como los profesionales de la educación.
En el caso específico de la educación, los trabajadores más afectados son los profesores. Éstos pasan a presentar perjuicios en su planificación de clase, en las relaciones docente-discente, en los aspectos cognitivos, volviéndose frecuente su ausencia en sala de aula, entre otras situaciones que poco a poco se van manifestando.
Los educadores forman una categoría especialmente expuesta a los riesgos psicosociales, por soportar una carga de trabajo que implica los aspectos cognitivos, relacionales y emocionales; además de enfrentarse con estresores propios de la organización educacional y con situaciones en las que se desequilibran las expectativas individuales del profesional y la realidad del trabajo diario (Jimenez, Hernandez, Gálvez, González & Pereira, 2002).
El profesor, debido a su exhaustiva jornada y carga de trabajo, puede presentar pérdida de entusiasmo y creatividad, sintiendo menos simpatía por los estudiantes y menos optimismo en cuanto a la evaluación de su futuro. Puede también sentirse fácilmente frustrado por los problemas ocurridos en sala de aula o por la falta de progreso de sus pupilos, desarrollando un gran distanciamiento con relación a éstos. Sentimientos de hostilidad en relación a administradores, familiares y estudiantes también son frecuentes; así como el desarrollo de una visión despreciativa con relación a la profesión. El profesor se muestra auto-despreciativo y arrepentido de haber ingresado en la profesión, fantaseando o planeando seriamente abandonarla.
Como consecuencia de esto surgió el siguiente cuestionamiento: ¿En qué nivel del Síndrome de Burnout se encuentran los profesores de las escuelas públicas municipales de la ciudad de Sobral - Ceará? Para responderlo se realizó una investigación cuyo objetivo fue analizar cómo los niveles del Síndrome de Burnout se presentan en profesores de las escuelas municipales de la ciudad de Sobral - Ceará.
Métodos
La investigación tiene carácter exploratorio-descriptivo, con abordaje cuantitativo, y fue desarrollada durante los años de 2008 y 2009.
La población del estudio fue compuesta por profesores de enseñanza básica de las escuelas municipales de la zona urbana de Sobral-CE. Entre los mismos substrajimos un muestreo del tipo no probabilístico intencional, que es un muestreo por juicio en el que hay interés en estudiar solamente los tipos de sujetos seleccionados (Cooper & Schindler, 2003).
En el municipio de Sobral - Ceará, las escuelas municipales mantienen un cuerpo de docentes de 1.081 profesores, la muestra estuvo compuesta por 116 profesores, de diez escuelas municipales, que aceptaron participar de la investigación. Las escuelas fueron sorteadas de acuerdo con la distribución de las áreas administrativas de la zona urbana, o sea, dos escuelas por cada área. De esta forma la población concentraría diversos barrios, con sus diferencias sociales y económicas.
Para la recolección de datos se utilizaron dos instrumentos: uno construido por los investigadores con vistas a abarcar informaciones sociodemográficas y funcionales de los profesores; y el cuestionario-modelo desarrollado por Maslach y Leiter, los obstáculos están relacionados a los vínculos familiares y a los sentimientos vividos por los profesionales en la comunicación de la muerte a los padres, dificultando la adhesión del equipo al proceso, reconocidos y validados internacionalmente por el Maslach Burnout Inventory (MBI) 8, que está compuesto considerando las tres dimensiones del Síndrome de Burnout: Agotamiento Emocional (AE), del cual contiene nueve preguntas (1, 2, 3, 6, 8, 13, 14, 16 y 20); la Despersonalización (DP), de la cual hay cinco ítems relacionados (5, 10, 11, 15 y 22); y, por último, la Realización Profesional (RP), que está constituida por ocho preguntas (4, 7, 9, 12, 17, 18, 19 y 21) (Sá, 2011).
Estos instrumentos fueron entregados en sobres numerados junto con las declaraciones de consentimiento libre y aclarado y el consentimiento post-aclarado para ser firmado por los profesores.
Para análisis de los datos se utilizó la Escala de GEPEB (Grupo de Estudios e Investigaciones sobre Estrés y Burnout) que considera los valores patrón y muestra la puntuación baja, media y alta para cada una de las dimensiones (Volpato, Gomes, Silva, Justo & Benevides-Pereira, 2003). (Tabla N° 1).
El análisis de las características relacionadas al Síndrome de Burnout fue realizado utilizando los valores de la escala del MBI desarrollados por el GEPEB que determina la existencia de este síndrome cuando están presentes valores superiores a 26 para la dimensión AE; superior a nueve para DP; y abajo de 33 para RP. Considérese, además, que según la Tabla N° 1 pueden ser clasificados los grados de afectación del profesional como bajo, moderado o alto nivel de sentimientos experimentados, sin embargo, es necesario que todas las dimensiones indiquen el mismo grado.
Después del recuento de las preguntas, y el establecimiento de las puntuaciones (alta, media y baja) en todos los cuestionarios, fueron establecidos códigos numéricos para cada variable del instrumento de recolección de datos. A continuación se construyó un banco de datos en el programa Microsoft Excel, para lo cual fueron transferidas las informaciones recolectadas, según la codificación establecida. A partir de ahí fueron analizados los datos cuantitativos y convertidos en datos porcentuales, continuando con la construcción de las figuras y tablas.
El estudio fue desarrollado tomando como base las directrices de la Resolución Nº 196/1996 del Consejo Nacional de Salud (CNS) que se refiere a la investigación implicando seres humanos, teniendo en cuenta los riesgos y beneficios de la investigación, a través del consentimiento previo. Fueron observados en este trabajo los preceptos éticos-legales por medio del encaminamiento del mismo para apreciación y aprobación de la Secretaria de Educación de Sobral-CE y posteriormente al Comité de Ética e Investigación de la Universidad Estadual Valle de Acaraú (UVA) donde fue aprobado con el CAAE - 3724.0.000.039-09. Todos los participantes firmaron la declaración de consentimiento libre y aclarado.
Resultados
Los resultados están presentados en dos grupos: el primero con los datos sobre el perfil sociodemográfico que caracterizan a los profesores investigados (Tabla N° 2); el segundo con el análisis del Síndrome de Burnout con relación a los niveles de los tres principales síntomas de este síndrome (Agotamiento Emocional, Despersonalización y Realización Personal) (Figura N° 1) y su relación con los datos sociodemográficos.
Delante de las informaciones recolectadas, se puede deducir que el colectivo de profesores es predominantemente femenino (78%) y de adultos jóvenes (77%) en el intervalo de 20 a 40 años. En relación al estado civil, hay un predominio de solteros (55%) en relación a los casados (41%). En cuanto a la formación de los sujetos, 44% tienen enseñanza superior completa; 27,8% con especialización; y solamente 1,16% con máster. Hay, además, una prevalencia de 33% con enseñanza superior incompleta. En cuanto a la jornada de trabajo, la mayoría trabaja en dos turnos (63%); 33% trabajan solamente un turno; y, 4% trabajan tres turnos, obteniéndose una media de 34,13 horas/semana. La situación funcional presenta un predominio de vínculos de contratos temporales, estableciendo condiciones de precarización del trabajo docente.
Con base en los valores de la escala del MBI desarrollada por el GEPEB que determina la existencia de este síndrome, se puede afirmar que los resultados indican que 46% de los profesores presentan nivel medio de AE, 47% presentan bajo nivel para DP y 66% presentan moderada RP, conforme se observa en la Figura N° 1. Como no hubo un predominio de la Despersonalización, quedaron imposibilitados de afirmar un grado de afectación preciso de estos investigados, aunque nos permite indicar un posible desarrollo del Síndrome en cuestión.
Además, una cantidad significativa de docentes (26%) presenta altos niveles de Agotamiento Emocional, 22% altos niveles para Despersonalización y 21% de la población presenta bajo nivel para Realización Profesional, revelando que una parcela importante de los profesores se encuentra en proceso de Burnout.
En la evaluación de los ítems referentes al AE se pudo percibir que, la mayoría de los profesores se siente cansado, pero no obligatoriamente agotado emocionalmente; los investigados hacen una distinción clara entre la relación con el trabajo y la intensidad de éste, o sea, no consideran el trabajo agotador, pero creen que trabajan demasiado. Otro aspecto relevante se refiere a la expresión "me siento como si estuviese con la cuerda a punto de romperse". La mayoría (59%), respondió que nunca siente esto y 11% lo siente algunas veces durante el mes, demostrando que a pesar de cualquier situación estresante dentro de las escuelas, los docentes todavía no llegaron al límite de sus fuerzas.
Con relación a las interacciones de esta dimensión con los factores sociodemográficos se observa un mayor de edad de 20 a 30 años (36%); en el sexo masculino (46,1%); entre solteros (26,5%), aunque con índices muy próximos de los alcanzados por quien tiene un compañero (25%); especialmente con enseñanza superior incompleta (34,2%); con menos tiempo de servicio y más horas trabajadas al día. Esta última evidenció un acentuado aumento del Agotamiento Emocional con el aumento de las horas de trabajo, habiendo un agotamiento de 100% si solamente se considera a los profesionales que trabajan más de 40 horas semanales.
En la dimensión DP se observó que, en suma, los profesionales no presentan acentuada afectación, aún con agotamiento medio. La mayoría revela una baja Despersonalización (47%), seguida por nivel medio (31%), mientras que 22% de los profesionales presentan alta Despersonalización. Por ello, se cree que tal condición no se refleja negativamente en la relación con los alumnos. Es lo que se pudo percibir observando que la mayoría de las respuestas obtenidas en las indagaciones relativas a la Despersonalización fue "esto no ocurre nunca", observe: "me he vuelto más insensible con las personas desde que cogí este trabajo" (61,2% nunca sienten esto.); "tratar algunos alumnos como si fuesen objetos impersonales" (68% afirman nunca); "me preocupa el hecho de que este trabajo me esté endureciendo emocionalmente" (57,8% responden que esto nunca ocurrió); "realmente no me importa lo que ocurre con los alumnos" (77,6% esto nunca ocurrió); y "los alumnos me culpan por algunos de sus problemas" (70,7% nunca sintieron esto).
Relacionando esta dimensión con el factor edad se percibe que hay una mayor evidencia de niveles altos de Despersonalización entre los más jóvenes (32%). También, hay predominio del sexo masculino con relación a altos niveles de afectación.
En cuanto a RP se destacó la media (66%) seguida de baja (21%) Realización Profesional. Vale resaltar que se observó en las respuestas de los cuestionarios una prevalencia de la motivación entre los profesores, en que 34,5% de ellos afirmó sentirse con mucha disposición todos los días y 24% relató que nunca se sienten agotados después de trabajar cerca de los alumnos. Los datos también evidenciaron una mayoría significativa en el número de profesores que consigue lidiar de forma eficaz con los problemas de sus alumnos diariamente (46,5%) y en la capacidad de crear un ambiente agradable todos los días (47,4%).
Relacionando esta dimensión con otros factores se percibe que hay una mayor Realización Profesional entre los hombres, aunque ambos sexos hayan presentado valores más significativos en el nivel intermediario. Otros aspectos no demostraron gran relevancia.
Discusión
Uno de los aspectos que más llama la atención en este estudio fue el desconocimiento de la población docente sobre el Síndrome de Burnout, este hecho era una constante bastante fuerte. Muchos de los investigados indagaban el significado de la palabra "Burnout" y algunos incluso ironizaron diciendo que era una enfermedad más que inventaron para los profesores. Otros reconocían el nombre Burnout, pero no sabían lo que significaba, lo que llevó a deducir que con el ajetreo cotidiano escolar, los profesionales no tienen mucho tiempo para pensar en su salud mental. Así, antes de cualquier actitud, fue necesario explicarles exactamente lo que es esta patología para solamente después iniciar la recolección de datos de la investigación.
Conforme Carvalho (2002), esta realidad está de acuerdo con el hecho de que el conocimiento de esta enfermedad es relativamente reciente, ya que las primeras publicaciones al respecto, datan de la década de 1970 con trabajos de Freudenberger (1974) y Maslach (1976) hasta hoy en día no es expresivo el número de publicaciones. En este intervalo de tiempo fueron desarrollados algunos instrumentos de evaluación de este síndrome, entre ellos la Escala del MBI desarrollada por el GEPEB. Este inventario está compuesto por 22 afirmaciones, acompañadas por una escala del tipo Likert (nunca, una vez por año, una vez al mes, algunas veces al mes, una vez por semana, algunas veces por semana, todos los días), estructurado a partir de tres dimensiones, como son: Agotamiento Emocional (AE), Despersonalización (DE) y Realización Profesional (RP) (Moreira, Colett, Farias & Nascimento, 2005).
En una muestra nacional realizada por el Grupo de Estudios e Investigación sobre Estrés y Burnout (GEPEB), aplicando el MBI al alfa de Crombach de cada una de las dimensiones, fue de 0,84 para AE, 0,57 para DE y de 0,76 para RP; y los patrones medios esperados de AE = 16 a 25 puntos; DE = 3 a 8 puntos; RP = 32 a 42 puntos (Benevides-Pereira, 2002).
Con base en este instrumento se pudo observar que buena parte de los investigados por encontrarse con niveles medios de AE y RP y bajos de DP pueden estar en el inicio del desarrollo del síndrome, pues es posible que estos profesionales ya tengan algún tipo de sufrimiento considerable. Los autores Gil-Monte & Peiró (1997) y Mendes (2002) defienden que los dos primeros síntomas a instalarse en un sujeto con Síndrome de Burnout son el Agotamiento Emocional y la baja Realización Profesional, que en el caso de la población en cuestión se encuentran en nivel medio. Según estos autores, el síndrome se inicia por el Agotamiento Emocional, seguido de baja Realización Personal e implicación en el trabajo y la Despersonalización. Por otro lado, una pequeña parcela que presenta altos niveles de AE y DP y bajos niveles de RP, ya puede ser diagnosticada con el referido Síndrome, según el manual del MBI. Sin embargo, no se puede negar la influencia de factores sociodemográficos en la aparición o en la predisposición a este síndrome. Bertaci, Santos, Coelho & Suda (2011) indican la existencia de relaciones entre factores como sexo, edad, estado civil, carga horaria trabajada y otros, con la aparición de este síndrome.
Uno de los factores más comentados es la relación que se establece con el sexo. Otros estudios (Burke & Greenglass, 1989 y Burke, Greenglass & Schwarzer, 1996) coinciden con éste, indicando una mayor incidencia de las dimensiones de AE y DP entre los hombres en comparación con las mujeres. Éstos demostraron que esta variable puede no surgir como factor determinante de Burnout, pero, cuando ocurre, la consistencia que surge de la diferencia viene de datos analizados principalmente en la dimensión de Despersonalización, pues los hombres, generalmente, presentan puntuaciones más altas que las mujeres dentro de la misma ocupación y del mismo contexto organizacional. En la perspectiva del agotamiento emocional, sin embargo, hay dos corrientes. Las mujeres son las que estarían más susceptibles a desarrollar el síndrome debido a la doble jornada de trabajo que ejercen en casa y en el espacio laboral (Moreira et al, 2005). Esta investigación está de acuerdo con la primera vertiente.
Con relación a la dimensión de la RP este estudio no presentó diferenciación significativa y si se tienen en cuenta los niveles altos de Realización Profesional los hombres se presentan más realizados que las mujeres, lo que se contrapone a algunos autores que afirman que profesores del género femenino presentan mayor índice de Agotamiento Emocional y menor de Despersonalización y Realización Profesional que profesores del género masculino (Silva & Carlotto, 2003).
En cuanto al grado de escolaridad este estudio no evidenció gran relación con el síndrome en cuestión. En realidad investigaciones anteriores mostraron una proporcionalidad, o sea, cuanto mayor la escolaridad mayor la propensión para Burnout. Se puede observar que los niveles más altos de AE se encuentran en los que tienen enseñanza superior incompleta y las demás dimensiones no obtuvieron valores significativos.
Tampoco se evidenció que la existencia, o no, de un/a compañero/a influenciara significativamente en el surgimiento de este síndrome, ya que la diferencia entre ambas variables fue bastante pequeña. Vale resaltar que no fue posible profundizar esta variable en este estudio.
Carlotto (2011) en sus estudios indica un perfil de riesgo para profesores jóvenes, sin relacionamiento conyugal estable e hijos, actuantes en escuelas públicas, que tienen elevada carga horaria de trabajo y se relacionan con un mayor número de alumnos. Tal hecho debe ser entendido como un indicador en investigaciones cuyo objeto incida sobre esta temática.
Es interesante comentar sobre los resultados de la Despersonalización. Como ya fue afirmado anteriormente, el nivel de Despersonalización de la mayoría de los profesionales fue bajo lo que indicaría que incluso con los estresores vividos por ellos en su cotidiano, éstos todavía no llegan a interferir en su relación con los estudiantes, familiares y colegas de trabajo.
Sin embargo, esta situación llamó la atención, ya que las preguntas dirigidas a esta dimensión son muy específicas. Puntuar de forma elevada cualquiera de estos ítems puede significar para el sujeto asumir cierto grado de comprometimiento.
Ya en otra investigación fue constatado el desarrollo del Síndrome de Burnout entre los profesores y su asociación a la violencia instalada en el espacio escolar, la jornada de trabajo excesiva, los bajos salarios, la edad del profesor asociada a la falta de experiencia profesional y la formación continuada deficitaria (Levy, Sobrinho & Souza, 2009).
Esto puede generar una interferencia de la deseabilidad social en las respuestas dadas por los sujetos a los ítems que desafían directamente la imagen profesional de quien trabaja con personas, o sea, el individuo se siente impelido a dar la respuesta que la sociedad espera que dé, lo que no siempre está de acuerdo con la situación real (Gil-Monte & Peiró, 1997). Para Andrade & Cardoso (2012) el surgimiento de esta patología entre los profesores interfiere directamente en el espacio escolar e irá afectar a la obtención de los objetivos pedagógicos. Puede ser percibida a través de una serie de síntomas como hipertensión arterial, insomnio, palpitaciones, cefalea, apatía, deshumanización, alienación, alteraciones menstruales, alergias, gastritis, uso abusivo de alcohol y medicamentos.
Frente a esta situación existe un sesgo significativo de la investigación ya que no se puede desconsiderar esta supuesta influencia, ni se pueden ignorar las respuestas dadas por los propios sujetos protegidos por el anonimato y sigilo absoluto de las informaciones, ya que los mismos no necesitaban identificarse.
La variable motivación también llamó la atención, debido a la mayoría que alcanzó. Hay quien afirma que el Síndrome de Burnout está presente en profesionales altamente motivados que reaccionan al estrés laboral trabajando todavía más, desarrollando señales de agotamiento.
Conclusión
Esta investigación posibilita una reflexión mayor acerca de la prevalencia del Síndrome de Burnout en profesores de enseñanza fundamental y su relación con los factores sociodemográficos.
Por medio del análisis cuantitativo se puede observar que la mayoría de estos profesionales se encuentra con niveles bajos para Despersonalización y medios de Agotamiento Emocional y de Realización Profesional, lo que lleva a concluir que se encuentran en el inicio del desarrollo del referido síndrome, con alto riesgo para su manifestación. Habiendo además una pequeña parcela que ya se puede indicar como portadores del mismo.
Quedó evidente que las tres dimensiones del síndrome están muy influenciadas por factores como edad, sexo, carga horaria de trabajo y grado de escolaridad, siendo el Agotamiento Emocional el que mayor influencia mostró y que los niveles más elevados de afectación se encuentran entre los sujetos del sexo masculino, jóvenes y que trabajan más de 40 horas por semana.
Se espera con este estudio facilitar a las organizaciones pertinentes, un panorama de la situación de salud mental de estos profesionales, que les permita entender e intervenir en pro de la promoción de la salud de los mismos, además de promover mayores debates sobre este tema, no solamente en el ámbito académico, sino principalmente, entre profesionales de educación de esta ciudad para que se torne más fácil la detección precoz de factores de riesgo, que pueden llevar a desarrollo del Síndrome de Burnout y proporcionar la realización de acciones con el propósito de prevenir tal enfermedad.
Se considera imprescindible el desarrollo de otras investigaciones relativas al Síndrome de Burnout en profesores, posibilitando profundizar en los abordajes que conducen a soluciones de la problemática en el contexto laboral brasileiro.
Referencias Bibliográficas
1. Andrade, P. & Cardoso, T. (2012). Prazer e dor na docência: revisão bibliográfica sobre a síndrome de burnout. Saúde Soc., 21(1), 129-140. [ Links ]
2. Associação Brasileira de Enfermagem. (2006). Cartilha do trabalhador de Enfermagem Saúde, segurança e boas condições de trabalho. Rio de Janeiro: ABEn. [ Links ]
3. Balone, G. (2002). Estresse e síndrome de Burnout. Recuperado de URL http://www.psiqweb.med.br/cursos/stress4.html [ Links ]
4. Benevides-Pereira, A. (2002). O processo de adoecer pelo trabalho. In Benevides-Pereira, A. (Organizador). Burnout: quando o trabalho ameaça o bem estar do trabalhador (pp. 21-91). São Paulo: Casa do Psicólogo. [ Links ]
5. Bertaci, A., Santos, B., Coelho, A. & Suda, E. (2011). Síndrome de burnout e nível geral de saúde em professores universitários. Neurobiology, 74(1), 189-196. [ Links ]
6. Burke, R. & Greenglass, E. (1989). Psychological burnout among men and women in teaching: an examination of the Cherniss model. Human Relations, 42, 261-273. [ Links ]
7. Burke, R., Greenglass, E. & Schwarzer, R. (1996). Predicting teacher burnout over time: effects of work stress, social support and self-doubts on burnout and its consequences. Anxiety. Stress and Coping: An International Journal, 9(3), 261-275. [ Links ]
8. Carlotto, M. (2011). Síndrome de burnout em professores: prevalência e fatores associados. Psc teor e pesq., 27(4), 403-410. [ Links ]
9. Carlotto, M., Nakamura, A. & Câmara, S. (2006). Síndrome de Burnout em estudantes universitários da área da saúde. PSICO, 37(1), 57-62. [ Links ]
10. Carvalho, F. (2002). A exaustão docente: subsídios para novas pesquisas sobre a síndrome de burnout em professores. Revista Estudos e Pesquisas em Psicologia, 2(2), 1-13. [ Links ]
11. Cooper, D. & Schindler, P. (2003). Métodos de pesquisa em administração. Porto Alegre: Bookman. [ Links ]
12. Gil-Monte, P. & Peiró, J. (1997). Desgaste psíquico em el trabajo: el síndrome de quemarse. Madrid: Síntesis. [ Links ]
13. Jimenez, B., Hernandez, E., Gálvez, M., González, L. & Pereira, A. (2002). A avaliação do Burnout em professores. Comparação de Instrumentos: CBP-R E MBI-ED. Psicol estud., 7(1), 11-19. [ Links ]
14. Levy, G., Sobrinho, F. & Souza, C. (2009). Síndrome de burnout em professores da rede pública. Prod., 19(3), 458-465. [ Links ]
15. Madeira, L. & Alves M. (2006). Processo saúde- doença e trabalho. Semina, 17(2), 164-169. [ Links ]
16. Mendes, F. (2002). Incidência de Burnout em Professores das Ciências Biológicas e da Saúde da Universidade Tuiuti do Paraná. (Tesis de maestría no publicado). Universidade Federal de Santa Catarina. Florianópolis (SC), Brasil. [ Links ]
17. Moreira, H., Colett, C., Farias, G. & Nascimento, J. (2008). Síndrome de burnout em professores de educação física: um estudo de casos. Revista digital, Buenos Aires, 13(123). Recuperado de http://www.efdeportes.com/efd123/sindrome-de-burnout-em-professores-de-educacao-fisica.htm [ Links ]
18. Porto, J., Santos, L., Vasconcelos, M. & Fonseca, E. (2011). Saúde Ocupacional: uma análise aos riscos relacionados à equipe de enfermagem da unidade de terapia intensiva. FG Ciência, 1(1), 1-19. [ Links ]
19. Sá, M. (2011). Síndrome de Burnout: Influencias da satisfação no trabalho em profissionais da Enfermagem de um Hospital Público. (Tesis de maestría no publicada). Instituto Capixaba em Contabilidade, Economia e Finanças. Vitória (ES), Brasil. [ Links ]
20. Semeghini, M. (2009). Trabalho e ser social: uma reflexão da Ontologia de György Lukács. Contradictio, 2(1), 75-99. [ Links ]
21. Silva, G. & Carlotto, M. (2003). Síndrome de burnout: Um estudo com professores da rede pública. Psicol. Esc. Educ., 7(2), 145-153. [ Links ]
22. Volpato, D., Gomes, F., Silva, S., Justo, T. & Benevides- Pereira, A. (2003). Burnout: o desgaste dos professores de Maringá. Revista Eletrônica Interação Psy., 1(1), 90-101. Recuperado de http://tupi.fisica.ufmg.br/michel/docs/Artigos_e_textos/Stress_qualidade_de_vida/007%20B%20-%20Burnout%20-%20Diversos% 20artigos%20-%20REVISTA%20ELETR%D4NICA.PDF [ Links ]