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Revista de Ciencias Sociales
versión impresa ISSN 1315-9518
Revista de Ciencias Sociales v.15 n.4 Marcaibo dic. 2009
Movilidad social en Chile: El caso del gran Santiago urbano
Espinoza, Oscar* González, Luis Eduardo** Uribe, Daniel***
* Doctor en Política. Planificación y Evaluación en Educación. University of Pittsburgh. Institución a que pertenece: Programa Anillo (SOC-01) en Políticas de Educación Superior de la Universidad Diego Portales y Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación (PIIE). Teléfono: (56 2) 430 31 20. Correo electrónico: oespinoza@academia.cl/ pirata14@hotmail.com
** Doctor en Planificación y Administración en Educación. Harvard University. Institución a que pertenece: Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación (PIIE) y CINDA. Teléfono: (56 2) 233 98 69. Correo electrónico: legonza@netline.cl
*** Licenciado en Sociología. Universidad de Chile. Institución a que pertenece: Ministerio de Educación. División de Educación Superior. Teléfono: (56 2) 390 4413. Correo electrónico: daniel.uribe.j@gmail.com
Resumen
El artículo analiza la relación entre origen socioeconómico, logro educacional y situación ocupacional (movilidad social) de los jóvenes en Chile. En el plano metodológico se utilizó estadística descriptiva, modelos logarítmicos y la técnica de los Odds Ratio. Se utilizó como fuente primaria una encuesta aplicada a una muestra de 800 personas entre 30 y 35 años del Gran Santiago Urbano. Como fuente secundaria se empleó la Encuesta de Hogares CASEN (2003). En lo que respecta a la movilidad absoluta se constata que hay una alta correspondencia entre progenitores y los hijos que tienen educación superior. Por otra parte, el estudio identifica un componente importante de movilidad social absoluta intergeneracional asociado directamente a la movilidad ocupacional. En relación a la movilidad relativa se constata que las probabilidades de que alguien proveniente de una clase ocupacional de carácter manual ascienda a una clase de mayor jerarquía son bastante altas.
Palabras clave: Movilidad social, movilidad intergeneracional, movilidad educacional, movilidad absoluta, movilidad relativa.
Social mobility in Chile: The case of greater Santiago
Abstract
This article analyses the relationship between socio-economic origin, educational achievement and occupational situation (social mobility) for youth in Chile. Descriptive statistics, logarithmic models and the Odds Ratio technique were used as methodological approaches. As the primary information source, a survey was applied to 800 people between thirty and thirty-five years old in greater urban Santiago, where one third of the total population lives. Secondary data came from a national household survey (CASEN, 2003). Results showed that in terms of absolute mobility, there is a higher correspondence between parents and children with higher education. On the other hand, the study identified an important component for absolute intergenerational social mobility associated directly with occupational mobility. In relation to relative mobility, there is a high probability that someone coming from a blue collar family can move up to a higher social status.
Key words: Social mobility, intergenerational mobility, educational mobility, absolute mobility, relative mobility.
Recibido: 08-05-29 · Aceptado: 09-04-13
Introducción
El artículo analiza la relación entre origen socioeconómico, logro educacional y situación ocupacional (movilidad social) de los jóvenes en Chile. Para ello se construyeron perfiles de hogares tipo que aseguraran la comparabilidad en diferentes períodos. En función de esto, se desarrolló un instrumento que permitió determinar y cuantificar la movilidad intergeneracional en el período estudiado. El estudio se organiza en cuatro partes. La primera, luego de una breve introducción, presenta los referentes conceptuales sobre el tema. Luego, se formula la metodología utilizada en particular la determinación del universo y de la muestra. En la siguiente parte, se da cuenta de los resultados considerando un análisis de la muestra y de la movilidad tanto absoluta como relativa. Finalmente, en la última sección se consignan las conclusiones.
1. Marco de referencia
1.1. Enfoques teóricos para entender la movilidad social
Desde comienzos del siglo XX se ha debatido sobre la articulación entre los sistemas de movilidad social y los sistemas económicos. La naturaleza de esta relación se examina en los estudios pioneros sobre movilidad social en Estados Unidos (Sorokin, 1927) y se amplía posteriormente al resto del mundo industrial de occidente (Lipset & Zetterberg, 1959). En los años 60 el análisis de la movilidad social se asociaba con comportamientos políticos y procesos de constitución de actores sociales (Lipset & Bendix, 1959; Germani, 1962, 1963). A partir de los años setenta los trabajos sobre el tema recogen la hipótesis FJH (Featherman, Jones y Hauser), que afirma que los sistemas de movilidad social de las sociedades industriales occidentales son sustancialmente fluidos y homogéneos. Dicha discusión da lugar a un enfrentamiento crucial entre dos corrientes. La representada por los sociólogos liberales que plantean que la estructura económica industrial y postindustrial basada en el mercado acarrea una ampliación relativamente constante de las oportunidades de movilidad social (Featherman, Jones y Hauser, 1975) y que se relaciona directamente con los postulados de la teoría del capital humano. La segunda corriente representada por los materialistas que sostienen una diversidad de posiciones y se oponen a los postulados liberales (Erikson & Goldthorpe, 1987, 1992; Haller, Kolosi & Meter, 1990). Una vertiente teórica vinculada con esta tendencia es la crítica-reproducccionista.
La literatura que se refiere a temas de movilidad social enfatiza los vínculos entre origen social, movilidad y mérito. En tal sentido, existen dos corrientes: la primera asociada a la teoría del capital humano que plantea que la acumulación de conocimientos está asociada con una mayor tasa de retorno (Becker, 1964; Schultz, 1961, 1981) y la segunda corriente denominada credencialista, que circunscribe la discusión a las relaciones entre origen social y situación ocupacional, intermediada básicamente por el logro educativo (Halsey, 1973; Boudon, 1974; Collins, 1979; Bell, 1980; Bourdieu, 1994).
La corriente credencialista sostiene, además, que el logro educacional y, específicamente, la adquisición de credenciales o certificados son un medio que perpetúa las desigualdades sociales. La discusión más actual, haciéndose cargo del modelo credencialista, incluye como elemento explicativo central las conductas de los empleadores en lo que se conoce como teoría del signalling, donde el logro educacional expresado en credenciales constituye un dato básico para los empleadores a la hora de decidir una contratación y determinar un salario (Weiss, 1995; Jackson, 2001, 2002; Van de Werfhorst, 2002). Esta perspectiva tiene la ventaja de otorgar un rol relevante a las decisiones de los empleadores, cuya conducta no tiene mayor sentido en el enfoque clásico.
1.2. Concepciones y tipos de movilidad social
El concepto de movilidad social se refiere a un cambio de posición en la estructura social el que se asocia a diferentes recompensas y grados de prestigio social (1). De igual manera, puede concebirse como el desplazamiento de un individuo de un estrato social a otro. Diversos factores contribuyen a determinar las posibilidades de que exista movilidad en una sociedad, como son la educación de la persona, su sexo, raza y su ocupación o la de sus progenitores. Desde otro punto de vista, se podría decir que el concepto de movilidad social describe el cambio temporal de las posiciones de las personas en la estructura social jerárquica y explora los determinantes de este cambio (Torche & Wormald, 2004).
Hay varias caracterizaciones de la movilidad social: vertical y horizontal. Se denomina movilidad vertical a los movimientos ascendentes o descendentes (2) en la jerarquía de un sistema de estratificación dado. Dichos movimientos pueden ser cortos o largos (3). La movilidad horizontal, por su parte, alude a los desplazamientos territoriales o geográficos, es decir, a los fenómenos migratorios de ciudad, región o vecindario. También se asocia a los cambios de ocupación de una persona. siempre y cuando su estatus social no resulta afectado por ese cambio ocupacional. El presente estudio se ocupa fundamentalmente de la movilidad vertical y se basa en los cambios de situación laboral y educacional.
Por otra parte, en la literatura se diferencia entre movilidad absoluta que se refiere al movimiento de una persona en relación a patrones externos comúnmente definidos por los promedios de la población total y la movilidad relativa que se refiere al cambio de posición de una persona en relación a un grupo muestral (McMurrer & Sawhill, 1997).
Existen otros patrones para dimensionar la movilidad: la movilidad intrageneracional (4) y la integeneracional que examina la relación entre las circunstancias actuales de las personas y aquellas de las que provienen. En este caso, el foco podría estar en la relación entre los ingresos de los padres y los niños o en la clase que un individuo ocupa y la clase en la cual ella o él crecieron (Breen, 2004) (5). Dentro de la movilidad intergeneracional es posible distinguir entre la movilidad estructural o mínima (6) y la movilidad pura o circulatoria (7).
Los estudios empíricos, en general, relacionan claramente las trayectorias laborales con la procedencia socioeconómica y el logro educacional de los padres, tanto para efectos de la movilidad intra e intergeneracional (Anisef et. al., 1999). Un estudio señala que, en general, aquellos individuos que poseen un menor background socioeconómico son los que tienen mayores problemas (Bynner, 1999). Otros estudios muesstran que los beneficios sociales de la educación se pueden trasladar a varios ámbitos: mayor logro ocupacional (fundamentalmente, por contar con herramientas para enfrentar el desempleo), mejor preparación para la adquisición de nuevas competencias, mejores condiciones de salud y baja vulnerabilidad. Incluso se constata que los hijos de quienes han accedido al nivel terciario tienen, comparativamente, mejores condiciones educacionales y menos problemas de aprendizaje (Bynner & Egerton, 2000).
Por otra parte, Torche (2004) ha vinculado para el caso de Chile la movilidad social y la desigualdad concluyendo que la movilidad se asocia más a la perspectiva de recursos.
En cuanto a la relación entre educación y movilidad social quienes sustentan el enfoque de la sociología liberal se focalizan en las diferencias de ingresos entre los individuos y lo explican mediante la teoría del capital humano. Dichas diferencias serían la expresión de la capacidad productiva que estaría en función de los años de escolaridad (Tedesco, 2003). Algunos de los exponentes de este paradigma son, por ejemplo: Blaug (1976) y Becker (1964). En contraste, quienes adoptan los postulados de la teoría crítica-reproductivista tienen una visión más pesimista en donde la educación sería una herramienta de reproducción de las desigualdades (Bourdieu & Passeron, 1964). Tomando en cuenta los aportes de ambas visiones, se puede señalar que si bien la educación podría llegar a ser un determinante importante en las posibilidades de ascenso en la escala social, el acceso a una educación de calidad puede encontrarse desigualmente distribuido.
El origen social de los sujetos también incide en el tipo de educación recibida, más específicamente, se puede señalar que la educación se encuentra desigualmente distribuida en términos de calidad. En efecto, ambos fenomenos, la heterogeneidad de los estudiantes y la desigual distribución de la calidad de la educación producen una estructura sesgada que favorece a los sectores más altos de la sociedad, ya que son los jóvenes de dicha clase los que se encontrarían aprovechando de manera más substancial las oportunidades que ofrece el sistema educativo.
2. Metodología
En el plano metodológico se utilizó estadística descriptiva, modelos logarítmicos y la técnica de los Odds Ratio (8). Se emplearon fuentes primarias y secundarias. La fuente primaria corresponde a la aplicación de una encuesta en terreno. Como fuente secundaria se usó las Encuestas de Hogar de Caracterización Económica Nacional (CASEN) (9) para el período 1990-2003. Asimismo, se testearon modelos de independencia y cuasi dependencia para el análisis de movilidad social.
Las Encuestas CASEN no permiten establecer movilidad intergeneracional, por cuanto se trata de cortes transversales en el tiempo. Para suplir esta limitación se diseñó una encuesta dirigida a vincular las variables origen socioeconómico, logro educacional y situación ocupacional. El foco de esta encuesta fue determinar en qué medida el logro educacional explica la movilidad intergeneracional, con especial referencia a la educación superior, y definir y cuantificar los efectos de interacción (distintos patrones de movilidad intergeneracional para diversos niveles de logro educacional). Para ello se construyeron coeficientes y tablas de movilidad y se constató la existencia de interacciones entre logro educacional y situación ocupacional para personas de distintos orígenes socioeconómicos (10).
2.1. Consideraciones respecto al universo y la muestra
El universo estuvo conformado por residentes en las zonas urbanas de la provincia de Santiago, entre 30 y 35 años de edad al momento de la aplicación del instrumento que hubiesen cursado íntegramente sus estudios primarios, secundarios y/o superiores (criterio no aplicable para los postgrados) en el país y que estuvieren viviendo fuera de sus familias de origen (es decir, sin sus padres). Se diseñó una muestra por cuotas con tamaños de estratos no proporcionales empleando los siguientes criterios para seleccionar la población objetivo:
a) La selección de personas de 30 a 35 años obedece fundamentalmente a que éstas mayoritariamente viven en hogares donde el jefe no es ni el padre ni la madre (74.6% según la encuesta CASEN 2003). Al mismo tiempo, estas personas son la primera generación en enfrentar la gran expansión de la educación superior desde 1990 en adelante, particularmente la masificación de la educación terciaria privada (especialmente universitaria) y el consiguiente efecto del rápido crecimiento de la oferta no tradicional de educación superior, entendida como programas de estudio cuyo grupo objetivo son trabajadores que buscan una segunda formación, modalidad muy extendida en las instituciones no universitarias y que crecientemente ha encontrado abrigo en las universidades.
b)Se optó por elegir personas residentes en el Gran Santiago Urbano, por cuanto las mayores oportunidades de acceso a la educación superior se concentran en la Región Metropolitana.
c) El tamaño de la muestra estuvo limitado por los recursos disponibles. A pesar de ello, se pudo contar con información relativamente detallada respecto de cómo se relaciona la educación superior y qué tipo de educación superior con la movilidad social de las personas.
d) Por consideraciones de costos, se optó por tomar una muestra por cuotas con tamaños de estratos no proporcionales para poder profundizar en las características de movilidad social de las personas que tienen educación superior. Esta muestra por cuotas no tiene en estricto rigor representatividad estadística, por lo que los resultados deben ser tomados con cautela. Sin embargo, algunos hallazgos pueden ser contrastados con otros estudios realizados en Chile en fecha reciente, específicamente, los de Torche y Wormald (2004). Dado que algunos procesos de movilidad social son menos masivos que otros, se optó por hacer cuotas no proporcionales al universo poblacional, éste último caracterizado a partir de la encuesta CASEN 2003.
2.2. Definición de las cuotas de muestreo
Las cuotas de muestreo se estructuraron sobre la base de los siguientes criterios: i) Sexo (hombres y mujeres); ii) nivel educativo (educación primaria completa; secundaria completa (incluyendo educación media técnico-profesional); iii) educación terciaria incompleta y técnica superior no profesional; y universitaria completa; y iv) comunas de residencia de diferentes niveles socioeconómicos las que se agruparon en cuatro grandes grupos: Muy pobres, pobres, medias y altas.
Para hacer la agrupación de comunas de distintos niveles socioeconómicos se procedió a realizar un análisis de conglomerados (Cluster Analysis) de los promedios comunales de algunas variables, tales como: nivel de escolaridad, ocupación y niveles de ingreso.
Estas variables están construidas sólo en función del universo seleccionado (la unidad primaria de análisis del estudio), y no de la población total de cada comuna. Se probaron varios métodos de clusterización (agrupación/distinción según mínimas distancias, máximas distancias, distancias medias y mínima varianza) y se optó, finalmente, por el método de máximas distancias (método complete linkage). De ese modo, se evitó dejar grupos, por ejemplo, de una sola comuna.
Se estimó que las variables significativas para la agrupación son todas las que presentaron un valor de bimodalidad superior a 0.55 y los criterios de selección de grupos se basaron en las medidas ERSQ (Expected Root Square) mayores cambios entre número de grupos y CCC (Cubic Clustering Criterian) valor más alto. Este método indica (al igual que los demás) que el óptimo serían dos grupos. Como este criterio era demasiado grueso, se optó por una segunda agrupación de comunas más significativa (Comunas de nivel socioeconómico muy pobre, pobre, medio y alto).
La selección de la comuna más representativa de cada grupo se realizó a partir del criterio de la sumatoria de los mínimos cuadrados de las variables estandarizadas. A partir de este criterio, las comunas que representan cada grupo son: a) El Bosque, b) Conchalí (11), c) La Reina y d) Providencia.
2.3. Distribución de cuotas por comuna
Considerando que los muestreos no aleatorios no cuentan con fórmulas que indiquen un tamaño óptimo, el proceso de determinación de la muestra que guió el estudio se asoció a criterios de tamaños típicos de encuestas sobre intención política y patrones de consumo. En términos concretos, el tamaño de muestra o cuota final fue de 800 casos. Por otra parte, dado que cada comuna seleccionada representaba una cantidad variable de comunas y personas entre 30 y 35 años de edad, se optó por ponderar las cuotas por comuna de acuerdo al tamaño de cada grupo como se muestra en el Cuadro 1.
Cuadro 1. Tamaño de las cuotas de muestra por comuna
Grupo | Tamaño del grupo de comunas | Tamaño de la cuota |
Muy Pobre (El Bosque) | 118,412 | 281 |
Pobre (Conchalí) | 137,825 | 327 |
Medio (Providencia) | 46,317 | 110 |
Alto (La Reina) | 34,187 | 81 |
Total | 336,741 | 800 |
Para la distribución de estas cuotas dentro de cada comuna, se optó por utilizar dos criterios combinados: a) Cuotas iguales por sexo y por nivel educacional y b) Cuotas diferenciadas según el nivel de dispersión de los ingresos laborales de los ocupados entre 30 y 35 años (a mayor dispersión, mayor la cuota).
El procedimiento consistió en calcular tamaños de cuota diferenciados a partir de la proporción que representaba el coeficiente de variación de cada cuota poblacional (a partir de la Encuesta CASEN 2003) en la sumatoria total de desviaciones de cada estrato comunal. El Cuadro 2 ilustra los coeficientes de variabilidad de los ingresos laborales por grupos de comunas, sexo y nivel educativo:
Cuadro 2. Coeficiente de variabilidad de los ingresos laborales de los ocupados entre 30 y 35 años de edad por grupos de comunas, sexo y nivel educativo (a partir del ingreso laboral en miles de pesos de noviembre de 2003)
Ambos | ||||
|
| Hombre | Mujer | |
Comunas de nivel socioeconómico bajo (A) | Hasta primaria completa | 1617.17 | 1228.95 | 1790.46 |
Hasta secundaria completa | 1914.73 | 1465.81 | 2190.28 | |
Hasta terciaria (No universitaria completa) | 1510.48 | 1286.24 | 1489.79 | |
Desde universitaria completa | 974.04 | 828.56 | 1233.42 | |
| Total | 1837.95 | 1432.37 | 2227.78 |
Comunas de nivel socioeconómico medio-bajo (B) | Hasta primaria completa | 1077.97 | 607.51 | 1511.36 |
Hasta secundaria completa | 2964.75 | 2574.2 | 1692.91 | |
Hasta terciaria (No universitaria completa) | 2041.89 | 1631.39 | 1655.66 | |
Desde universitaria completa | 1536.3 | 1073.64 | 2022.68 | |
| Total | 2309.63 | 1910.76 | 2027.84 |
Comunas de nivel socioeconómico medio (C) | Hasta primaria completa | 531.6 | 491.85 | 580.4 |
Hasta secundaria completa | 1012.93 | 870.98 | 1058.35 | |
Hasta terciaria (No universitaria completa) | 2316.66 | 2084.73 | 1651.07 | |
Desde universitaria completa | 1706.86 | 1835.19 | 1059.93 | |
| Total | 1929.22 | 1990.15 | 1361.71 |
Comunas de nivel socioeconómico medio-alto y alto (D) | Hasta primaria completa | 208.82 | 0 | 221.25 |
Hasta secundaria completa | 2062.73 | 571.14 | 2119.23 | |
Hasta terciaria (No universitaria completa) | 1266.01 | 1303.32 | 1146.84 | |
Desde universitaria completa | 1709.53 | 1445.95 | 1607.31 | |
| Total | 1818.66 | 1604.07 | 1670.19 |
A partir de este criterio se distribuyeron las cuotas al interior de cada comuna. Finalmente, para equilibrar las distribuciones de casos (por ejemplo, la muy baja proporción de casos que tienen hasta básica completa en las comunas más ricas) se hizo un promedio simple del valor de la cuota con este criterio y el criterio de cuotas iguales, como se muestra en el Cuadro 3.
Cuadro 3. Muestra Final
Comuna | Nivel de Escolaridad | Sexo | Ambos | |
Hombre | Mujer | |||
El Bosque | Hasta primaria completa | 33 | 39 | 72 |
| Hasta secundaria completa | 35 | 44 | 79 |
| Hasta terciaria (No universitaria completa) | 33 | 36 | 69 |
| Universitaria completa y más | 28 | 33 | 61 |
| Subtotal comuna | 129 | 152 | 281 |
Cerrillos | Hasta primaria completa | 28 | 40 | 68 |
| Hasta secundaria completa | 53 | 43 | 96 |
| Hasta terciaria (No universitaria completa) | 41 | 42 | 83 |
| Universitaria completa y más | 34 | 46 | 80 |
| Subtotal comuna | 157 | 171 | 328 |
La Reina | Hasta primaria completa | 10 | 10 | 20 |
| Hasta secundaria completa | 12 | 13 | 25 |
| Hasta terciaria (No universitaria completa) | 19 | 16 | 35 |
| Universitaria completa y más | 17 | 13 | 30 |
| Subtotal comuna | 58 | 52 | 110 |
Providencia | Hasta primaria completa | 5 | 6 | 11 |
| Hasta secundaria completa | 8 | 15 | 23 |
| Hasta terciaria (No universitaria completa) | 11 | 11 | 22 |
| Universitaria completa y más | 12 | 13 | 25 |
| Subtotal comuna | 36 | 45 | 81 |
| Subtotal hasta primaria completa | 76 | 95 | 171 |
| Subtotal hasta secundaria completa | 109 | 115 | 224 |
| Subtotal hasta terciaria (No universitaria completa) | 105 | 104 | 209 |
| Subtotal universitaria completa y más | 91 | 105 | 196 |
| Total | 380 | 420 | 800 |
3. Resultados
3.1. Estadísticas descriptivas y consideraciones sobre los datos
El Cuadro 4 muestra la composición de la muestra mediante diversos descriptores, en comparación con la descripción que se obtiene a partir de la Encuesta CASEN 2003.
Cuadro 4. Descripción de la muestra y comparación con CASEN 2003 (*)
Tipo de variable | Estadística | Muestra | CASEN 2003 |
Identificación | % Hombres | 53.1 | 53.1 |
| % Casado y conviviente | 61.5 | 83.4 |
| % Jefes de Hogar | 53.5 | 44.5 |
Educación | Educación primaria | 12.4 | 12.4 |
| Educación secundaria | 47.5 | 47.5 |
| Educación superior técnica | 13.9 | 16.3 |
| Educación universitaria | 26.1 | 23.7 |
Ocupación | % en la fuerza de trabajo | 78.6 | 77.9 |
| % desocupados | 10.4 | 5.5 |
| Tasa de participación femenina | 61.4 | 60.1 |
(*) Corresponde a personas de 30-35 años de edad residentes en el Gran Santiago Urbano.
Se observan algunas coincidencias como la proporción de la población que se encuentra en la fuerza de trabajo y la tasa de participación femenina. Por el contrario, se pueden apreciar divergencias en cuanto al estado civil donde los casados y convivientes están subestimados en la muestra. El porcentaje de jefes de hogar es mayor en la muestra que en la encuesta CASEN, en tanto que la proporción de desocupados prácticamente se duplica; mientras que la población con educación universitaria es mayor que lo que muestra la encuesta CASEN.
Mención aparte merece el alto perfil educacional que presenta el grupo encuestado que alcanza al 40.0% con algún tipo de educación superior. Si se desagregan los niveles, se tiene que un 9.7% de la población encuestada tiene educación superior no universitaria (ya sea en un centro de formación técnica o instituto profesional), mientras que un 18.9% tiene educación universitaria completa. En el grupo de análisis, hay dos profesionales o técnicos que estudiaron en la universidad por cada profesional o técnico que lo hizo en otras instituciones. Un 18.4% tiene educación secundaria técnico-profesional, mientras que un 29.1% educación secundaria científico-humanista. No se aprecian diferencias educacionales relevantes al comparar por sexo.
El Cuadro 5 muestra las estadísticas educacionales para padres e hijos que permiten analizar las situaciones de origen para algunas variables de interés.
Cuadro 5. Nivel educacional de los hijos y de los padres (*)
Nivel educativo | Hijo | Padre | Madre |
Educación primaria | 12.4 | 45.7 | 50.1 |
Educación secundaria | 47.5 | 35.3 | 35.6 |
Educación superior técnica | 13.9 | 4.9 | 4.0 |
Educación universitaria | 26.1 | 14.1 | 10.3 |
Total | 100.0 | 100.0 | 100.0 |
(*) Porcentajes calculados en base a quienes conocen el nivel educacional de sus padres
Fuente: Encuesta de Movilidad Social aplicada por los autores.
Las cifras permiten concluir que los perfiles educacionales son claramente distintos. Un 40.0% de los encuestados posee algún tipo de educación superior, mientras que en el caso de los padres, un 19.0% tiene educación superior y en el caso de las madres un 14.3%. Los datos también revelan que los padres son más educados que las madres (45.7% versus 50.1% con educación primaria, respectivamente).
El Cuadro 6 da cuenta de las diversas ocupaciones que tienen los encuestados, utilizando la clasificación CIUO 88 (12). Llama la atención la alta concentración que se aprecia en el segmento de empleadores y gerentes en el caso de los hijos (y, por ende, de los padres, si es que se asume una alta herencia en dicho grupo ocupacional). Los datos de la Encuesta CASEN revelan que la categoría de gerentes y empleadores es de 5.3% (13) mientras que en la encuesta aplicada se obtuvo un 14.3%.
Cuadro 6. Ocupación del padre y ocupación de los hijos
Grupo ocupacional | Hijo | Padre |
Fuerzas Armadas | 0.2% | 1.2% |
Gerentes y empleadores | 14.3% | 12.4% |
Profesionales, científicos y afines | 16.4% | 9.5% |
Técnicos | 10.7% | 5.6% |
Empleados de oficina y afines | 10.7% | 4.4% |
Vendedores y afines | 16.1% | 9.9% |
Agricultores y trabajadores calificados | 1.1% | 7.2% |
Oficiales, operarios y artesanos | 10.8% | 21.7% |
Operadores y montadores | 7.0% | 10.3% |
Trabajadores no calificados | 12.6% | 13.4% |
Total | 100.0% | 100.0% |
Al realizar ejercicios sobre las comunas desde las que se extrajo la información, se tiene que al sumar las categorías gerentes y empleadores con profesionales, científicos y afines en la Encuesta CASEN, se obtiene el 27.0% de los ocupados versus el 30.7% que arroja la encuesta aplicada durante el año 2006. Lo anterior indica que, a pesar de haberse hecho los ajustes por nivel educacional y segmento de comunas, la muestra sigue reproduciendo la situación de las comunas en cuanto a la distribución de ocupaciones. Al intentar ajustar la muestra agregando como criterio las ocupaciones, de manera de obtener una distribución más acorde con las encuestas de hogar, se produce un desbalance, quedando subrepresentadas las personas con más educación. al no incluirse el grupo ocupacional como criterio de estratificación, por lo que se optó por mantener los ponderadores presentes en el diseño muestral original. Ello podría repercutir sobre los resultados de movilidad, por cuanto se está subestimando a los grupos ocupacionales que mayoritariamente califican en las clases de servicio, que justamente tienen los niveles de herencia o autoreclutamiento más altos (ver Kessler y Espinoza, 2003; Torche & Wormald, 2004).
3.2. Análisis de movilidad absoluta
3.2. Análisis de movilidad absoluta
Una técnica de uso común en los trabajos sobre movilidad es el estudio de las tablas de movilidad que buscan establecer las asociaciones entre origen y destino. Los orígenes pueden ser de clase social, de nivel educacional de los padres, procedencia geográfica, etcétera. Lo que se busca aquí es establecer cuán móviles o inmóviles son diversas situaciones en distintos momentos. En ese escenario, uno de los objetivos de este artículo es establecer relaciones entre la calificación educacional de padres e hijos, utilizando para ello las tablas de movilidad que se presentan a continuación.
3.2.1. Movilidad educacional absoluta
El Cuadro 7 muestra la distribución de destino educacional de los hijos, atendiendo a la educación de los padres (Outflow). Llama la atención, en primer lugar, la alta correspondencia entre padre con educación superior e hijo con educación superior. En efecto, casi el 90.0% de quienes son hijos de padres con educación superior tiene educación superior, siendo muy bajas las posibilidades de que un hijo de padre con educación superior no tenga educación superior. Algo similar sucede con los hijos de madres con educación postsecundaria (84.0%). Por otra parte, el 57.0% de quienes son hijos de padres con educación primaria tienen educación secundaria completa como mínimo; muy similar es el resultado en el caso de las madres. Otro aspecto destacable es que los hijos de padres con educación secundaria logran llegar a la educación superior. Es así como un 42.0% de los hijos de padres con educación secundaria incompleta tiene educación superior y el 54.0% de los hijos de padres con secundaria completa cuenta con educación superior. En el caso de los hijos de madres con enseñanza secundaria incompleta la situación es similar a la de los padres con enseñanza secundaria incompleta. En este caso, el 65.0% de los hijos de madres con educación secundaria completa accede a la educación superior.
Cuadro 7. Distribución de destino educacional de los hijos, atendiendo a la educación de los padres (Outflow)
Nivel educacional de los progenitores | Nivel educacional del encuestado | |||||
Hasta primaria completa | Secundaria incompleta | Secundaria completa | Superior | Total | ||
Nivel educacional del padre | Hasta primaria completa | 20.3% | 22.3% | 41.3% | 16.1% | 100.0% |
Secundaria incompleta | 6.9% | 36.1% | 15.3% | 41.7% | 100.0% | |
Secundaria completa | 1.8% | 8.3% | 36.1% | 53.8% | 100.0% | |
Superior | 0.0% | 0.0% | 10.1% | 89.9% | 100.0% | |
Total | 10.4% | 16.0% | 31.3% | 42.2% | 100.0% | |
Nivel educacional de la madre | Hasta primaria completa | 18.7% | 23.6% | 40.4% | 17.3% | 100.0% |
Secundaria incompleta | 7.9% | 25.8% | 28.1% | 38.2% | 100.0% | |
Secundaria completa | 2.9% | 4.7% | 27.9% | 64.5% | 100.0% | |
Superior | 0.0% | 3.8% | 12.3% | 84.0% | 100.0% | |
Total | 11.0% | 16.6% | 31.9% | 40.5% | 100.0% |
Por otra parte, si se examina la distribución porcentual del nivel educacional de los encuestados en relación con el nivel educacional de sus progenitores (Inflow), se verifican distintos resultados en magnitud, pero no en tendencia, respecto a los observados en otros estudios (especialmente, Torche y Wormald, 2004). Primero, de los encuestados que tienen educación superior en un 60% de los casos sus progenitores no alcanzaron dicho nivel educativo (14). Segundo, de los encuestados que tienen hasta educación primaria completa, un 89.0% son hijos de padres con educación primaria. Tercero, la mayor diversidad de procedencia se da entre los encuestados con educación superior, lo cual se condice con la ampliación de las oportunidades de acceso a la educación superior (ver Cuadro 8).
Cuadro 8. Distribución porcentual del nivel educacional de los encuestados en relación con el nivel educacional de sus progenitores (Inflow)
Nivel educacional del encuestado | ||||||
Nivel educacional de los progenitores | Hasta primaria completa | Secundaria incompleta | Secundaria completa | Superior | Total | |
Nivel educacional del padre | Hasta primaria completa | 88.7% | 63.3% | 60.1% | 17.4% | 45.6% |
| Secundaria incompleta | 7.0% | 23.9% | 5.2% | 10.5% | 10.6% |
| Secundaria completa | 4.2% | 12.8% | 28.6% | 31.7% | 24.9% |
| Superior | 0.0% | 0.0% | 6.1% | 40.4% | 19.0% |
| Total | 100.0% | 100.0% | 100.0% | 100.0% | 100.0% |
Nivel educacional de la madre | Hasta primaria completa | 85.2% | 71.3% | 63.4% | 21.5% | 50.1% |
| Secundaria incompleta | 8.6% | 18.9% | 10.6% | 11.4% | 12.1% |
| Secundaria completa | 6.2% | 6.6% | 20.4% | 37.2% | 23.4% |
| Superior | 0.0% | 3.3% | 5.5% | 29.9% | 14.4% |
| Total | 100.0% | 100.0% | 100.0% | 100.0% | 100.0% |
Fuente: Encuesta de Movilidad Social aplicada por los autores.
Un análisis clásico en los estudios de movilidad lo dan las tasas de inmovilidad que se calculan como el cuociente entre las frecuencias observadas versus las esperadas de cada casilla (15). Si bien nunca se ha logrado empíricamente ajustar un modelo de movilidad perfecta o de independencia, este ejercicio al menos muestra cuán distante se encuentran de dicho modelo las distribuciones empíricas.
Como es de esperar, los mayores coeficientes tienden a concentrarse en la diagonal del Cuadro 9. Es así como, por ejemplo, la razón entre la cantidad de personas con educación superior que son hijos de padres con educación superior es 2.13 veces mayor de lo esperado.
Cuadro 9. Coeficientes de inmovilidad
Nivel educacional del encuestado | |||||
Nivel educacional de los progenitores | Hasta primaria completa | Secundaria incompleta | Secundaria completa | Superior | |
Nivel educacional padre | Hasta primaria completa | 1.95 | 1.39 | 1.32 | 0.38 |
| Secundaria incompleta | 0.67 | 2.25 | 0.49 | 0.99 |
| Secundaria completa | 0.17 | 0.52 | 1.15 | 1.28 |
| Superior | - | - | 0.32 | 2.13 |
Nivel educacional madre | Hasta primaria completa | 1.70 | 1.42 | 1.26 | 0.43 |
| Secundaria incompleta | 0.71 | 1.56 | 0.88 | 0.94 |
| Secundaria completa | 0.26 | 0.28 | 0.87 | 1.59 |
| Superior | - | 0.23 | 0.38 | 2.07 |
En el Cuadro 10 se muestran los índices de movilidad educacional respecto a la educación de los padres y las madres. Se aprecia una alta movilidad estructural (35.1% y 39.1%, respectivamente, si se toma el nivel de educación del padre o de la madre), lo que está relacionado con la fuerte ampliación de las oportunidades educacionales en el país que refleja contextos estructurales muy distintos en el tiempo. Tal vez lo más relevante a la hora de explicar las diferencias de estructura sea la masificación de la educación secundaria a partir de fines de los 80.
Cuadro 10. Estadísticas de movilidad educacional absoluta
Tipo de Movilidad | Respecto a la educación del padre | Respecto a la educación de la madre |
Inmóviles | 39.1% | 31.1% |
Móviles | 60.9% | 68.9% |
Movilidad ascendente | 55.7% | 63.9% |
Corta (*) | 25.1% | 30.3% |
Larga (**) | 30.6% | 33.6% |
Movilidad descendente | 5.1% | 5.0% |
Corta (*) | 4.7% | 3.8% |
Larga (**) | 0.4% | 1.2% |
Movilidad estructural o mínima | 35.1% | 39.1% |
Movilidad circulatoria | 25.7% | 29.8% |
(*) Sube 1 categoría en la escala educacional /(**) Sube más de una categoría en la escala educacional.
Fuente: Encuesta de Movilidad Social aplicada por los autores.
3.2.2. Movilidad social
Se ha optado por medir la movilidad social utilizando la categorización propuesta por Erikson y Goldthorpe (1992), también llamada EGP. Dicha categorización ha sido implementada a partir de los procedimientos establecidos por Ganzeboom y Treiman (1996), que se basa en cuatro consideraciones: (i) la ocupación declarada y clasificada de acuerdo a la CIUO 1988 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT); (ii) la presencia de actividades de supervisión en el trabajo; (iii) la cantidad de personas que los encuestados (y sus padres) supervisan en el trabajo y; (iv) algunos criterios de degradación que pueden sufrir ciertas ocupaciones. Para ordenar los grupos o clases ocupacionales se tomaron los resultados obtenidos por Torche y Wormald (2004). Dicho ordenamiento es clave a la hora de medir movilidad ascendente larga o corta. Del mismo modo, se realizaron tests de las medias de las clases ocupacionales considerando las variables ingresos y escolaridad (medida en años de estudio formales), de manera de ordenar las categorías.
El Cuadro 11 muestra la distribución porcentual del nivel de ocupación de los progenitores en relación con el nivel de ocupación de sus hijos (Outflow). Aquí destaca el hecho de que el 74.0% de quienes provienen de la clase de servicios termina en la clase de servicios. Sólo un 9.5% de quienes provienen de la clase de servicio deviene en trabajador manual (calificado o no calificado) o como trabajador de rutina no manual. Por su parte, de quienes provienen de la clase manual no calificada, un 31.1% va a la clase de servicio y un 16.4% va a la clase de rutina no manual. A su vez, aproximadamente dos tercios de los trabajadores manuales no calificados tiene a sus hijos trabajando en una categoría ocupacional superior.
Cuadro 11. Tabla de distribución porcentual del nivel de ocupación de los progenitores en relación con el nivel de ocupación de sus hijos (Outflow)
Ocupación del padre | Ocupación del padre |
|
| Ocupación del hijo | |||
Clase de servicio | Trabajadores independientes | Clase de rutina no manual | Trabajadores manuales calificados | Trabajadores manuales no calificados | Total | ||
Clase de servicio | 74.0% | 7.1% | 9.5% | 3.0% | 6.5% | 100.0% | |
Trabajadores independientes | 31.1% | 27.0% | 17.6% | 8.1% | 16.2% | 100.0% | |
Clase de rutina no manual | 34.0% | 17.0% | 25.5% | 2.1% | 21.3% | 100.0% | |
Trabajadores manuales calificados | 29.8% | 16.3% | 14.4% | 9.6% | 29.8% | 100.0% | |
Trabajadores manuales no calificados | 31.1% | 11.9% | 16.4% | 9.6% | 31.1% | 100.0% | |
Total | 43.8% | 13.7% | 14.9% | 6.8% | 20.8% | 100.0% |
Fuente: Encuesta de Movilidad Social aplicada por los autores.
En el caso de las distribuciones de origen se tiene que la mitad de los encuestados que está en la clase de servicio proviene de esta misma clase. Algo similar sucede con los trabajadores manuales no calificados. Otro dato interesante es que de los trabajadores manuales calificados (43.6%) proviene de la clase manual no calificada (Cuadro 12).
Cuadro 12. Tabla de distribución porcentual del nivel de ocupación de los encuestados en relación con el nivel de ocupación de sus progenitores (Inflow)
| Ocupación del padre |
| Ocupación del encuestado | ||||
Clase de servicio | Trabajadores independientes | Clase de rutina no manual | Trabajadores manuales calificados | Trabajadores manuales no calificados | Total | ||
Ocupación del padre | Clase de servicio | 50.0% | 15.4% | 18.8% | 12.8% | 9.2% | 29.6% |
Trabajadores independientes | 9.2% | 25.6% | 15.3% | 15.4% | 10.1% | 13.0% | |
Clase de rutina no manual | 6.4% | 10.3% | 14.1% | 2.6% | 8.4% | 8.2% | |
Trabajadores manuales calificados | 12.4% | 21.8% | 17.6% | 25.6% | 26.1% | 18.2% | |
Trabajadores manuales no calificados | 22.0% | 26.9% | 34.1% | 43.6% | 46.2% | 31.0% | |
Total | 100.0% | 100.0% | 100.0% | 100.0% | 100.0% | 100.0% |
Fuente: Encuesta de Movilidad Social aplicada por los autores.
Al examinar los coeficientes de inmovilidad. se tiene que las diagonales principales poseen los valores más altos. Por ejemplo, hay 1.7 veces más personas de la clase de servicio que provienen de la clase de servicio de lo esperable bajo un supuesto de movilidad perfecta. En el caso de la clase de trabajadores independientes la razón es 1.98 (casi el doble de lo esperado en el modelo de independencia) (Cuadro 13).
Cuadro 13. Coeficientes de inmovilidad
|
|
| Ocupación del hijo | |||
| Ocupación del padre | Clase de servicio | Trabajadores independientes | Clase de rutina no manual | Trabajadores manuales calificados | Trabajadores manuales no calificados |
Ocupación del padre | Clase de servicio | 1.69 | 0.52 | 0.64 | 0.43 | 0.31 |
Trabajadores independientes | 0.71 | 1.98 | 1.18 | 1.19 | 0.78 | |
Clase de rutina no manual | 0.78 | 1.25 | 1.72 | 0.31 | 1.02 | |
Trabajadores manuales calificados | 0.68 | 1.20 | 0.97 | 1.41 | 1.43 | |
Trabajadores manuales no calificados | 0.71 | 0.87 | 1.10 | 1.41 | 1.49 |
Fuente: Encuesta de Movilidad Social aplicada por los autores.
A continuación se presentan estadísticas de movilidad absoluta (Cuadro 14). La movilidad estructural o mínima es de un 21.5%, muy parecido a lo que reportan otros estudios, mientras que la movilidad circulatoria bordea el 40%. Cerca de un 30% de las personas experimenta movilidad larga, versus un 11% que experimenta movilidad corta. La movilidad descendente, a su vez, es mucho menor que la ascendente y las movilidades descendentes corta y larga son muy similares.
Cuadro 14. Estadísticas de movilidad social absoluta
Inmóviles | 38.9% |
Móviles | 61.1% |
Movilidad ascendente | 40.6% |
Corta* | 11.0% |
Larga** | 29.6% |
Movilidad descendente | 20.5% |
Corta* | 10.0% |
Larga** | 10.5% |
Movilidad estructural o mínima | 21.5% |
Movilidad circulatoria | 39.6% |
(*) Sube 1 categoría en la escala educacional.
(**) Sube más de una categoría en la escala educacional.
Fuente: Encuesta de Movilidad Social aplicada por los autores.
3.3. Análisis de movilidad relativa
Como se mencionó anteriormente, este tipo de análisis es sensible a la estructura de los marginales. A pesar de las aproximaciones que se puedan hacer en cuanto a la magnitud en que la tabla se aleja del modelo de movilidad perfecta, varios modelos alternativos se han empleado. Una de las técnicas más utilizadas es la medición de la movilidad relativa a partir de los odds ratio. En este caso se asume que el odds ratio es el cuociente entre la probabilidad de pertenecer a una clase determinada (C) proviniendo de una clase X (Px) y la probabilidad de pertenecer a la misma clase proviniendo de una clase Y(Py).
Odds ratio de Clase C = Px / Py
Los odds ratio tienen la virtud de ser independientes de los marginales y pueden mostrar cuán cerrada o abierta está una posición para ser ocupada por personas que provienen de una clase determinada.
Como se muestra en el Cuadro 15 el odds ratio es 11.4 veces más alto para que alguien proveniente de la clase de servicio pertenezca a la clase de servicio en vez de la clase manual no calificada, versus la probabilidad de que alguien que provenga de la clase manual no calificada pertenezca a la clase de servicios en vez de la clase manual no calificada.
Cuadro 15. Odds ratio de movilidad
Situación de procedencia (ex ante) |
| Situación de pertenencia (ex post) | |||
Ocupación | Clase de servicio | Trabajadores independientes | Clase de rutina no manual | Trabajadores manuales calificados | Trabajadores manuales no calificados |
Clase de servicio | 1 | 9.1 | 5.9 | 8.1 | 11.4 |
Trabajadores independientes | 1 | 2.3 | 2.0 | 4.4 | |
Clase de rutina no manual | 1 | 8 | 2.3 | ||
Trabajadores manuales calificados | 1 | 1.0 | |||
Trabajadores manuales no calificados |
|
| 1 |
Fuente: Encuesta de Movilidad Social aplicada por los autores.
De igual modo, se observa una alta barrera entre las clases manuales y la de servicio, así como barreras comparativamente mucho menores entre trabajadores independientes, la clase de rutina no manual y los trabajadores manuales calificados. Una diferencia importante con la evidencia disponible para Chile está dada por la significativa barrera que habría para transitar entre la clase de rutina no manual y la clase de servicio, donde las oportunidades de los hijos de oficinistas están mucho más abiertas que lo que indica esta encuesta (5.9 en esta encuesta versus 1.32 en el estudio de Torche y Wormald, 2004). Asimismo, un dato contradictorio está dado por la alta barrera entre trabajadores manuales calificados y trabajadores de rutina no manual y la baja barrera entre trabajadores manuales no calificados y clase de rutina no manual que puede deberse a algún efecto del muestreo más que a características propias de la población encuestada.
Finalmente, se han testeado modelos de independencia y cuasi dependencia para el análisis de la movilidad social. Un modelo muy recurrido es el de la cuasi-independencia, que consiste en evaluar el ajuste de la tabla mediante modelos log-lineales eliminando la diagonal principal.
A diferencia de lo que se observa en la literatura nacional y en otros estudios de movilidad social en América Latina (16), en esta muestra se detectó que es posible asumir independencia, si se eliminan las diagonales de la tabla de movilidad. En el Cuadro 16 se presentan las estadísticas.
Cuadro 16. Estadísticos de bondad del ajuste
Modelo | L2 | Gl | P |
Independencia | 112.894 | 16 | .000 |
Cuasi independencia | 12.061 | 11 | .359 |
L2 = Razón de verosimilitud / Gl = Grados de libertad.
P = Significancia estadística.
Fuente: Elaboración de los autores.
4. Conclusiones
Los resultados arriba bosquejados dan cuenta de la movilidad social absoluta y relativa observada en el Gran Santiago Urbano considerando el perfil educacional y ocupacional de la población encuestada y de sus progenitores.
En lo que respecta a la movilidad absoluta se constata que hay una alta correspondencia entre progenitores y los hijos que tienen educación superior. A mayor nivel educacional de los padres o progenitores se tiene mayor nivel educacional de los hijos. Por ejemplo, si los progenitores tienen educación superior la gran mayoría también alcanza dicho nivel de instrucción. En cambio, si los progenitores solo tienen educación secundaria alrededor de la mitad de los hijos logra alcanzar el nivel terciario. Por su parte, si los padres tienen apenas educación primaria del orden de uno de cada seis de los hijos alcanza el nivel postsecundario. Ahora bien, desde la perspectiva de los actuales estudiantes casi dos tercios proviene de familias cuyos padres nunca accedieron a la educación superior. Dicho de otro modo, la razón entre la cantidad de personas con educación superior que son hijos de padres con educación superior es 2.13 veces mayor del valor estadísticamente previsible, lo que habla de un alto grado de herencia en dicha categoría. En otras palabras, se observa una alta movilidad educacional intergeneracional lo cual está asociado a la ampliación de oportunidades que se han dado en el país.
Por otra parte, el estudio identifica un componente importante de movilidad social absoluta intergeneracional asociado directamente a la movilidad ocupacional establecidas en las tipologías de Erikson y Goldthorpe. No obstante, las posibilidades de movilidad entre ocupaciones que se encuentran en los extremos de la escala ocupacional son muy bajas. Al mismo tiempo, se observan altos índices de movilidad entre las ocupaciones manuales y la clase de rutina no manual (oficinistas). Los resultados, sin embargo, deben ser tomados con cautela en atención a las características muestrales y el hecho de que se trata de un grupo de edad de tamaño reducido.
A su vez, al examinar los coeficientes de inmovilidad, es decir, bajo el supuesto de que no exista movilidad intergeneracional, se tiene que en general los hijos tienden a reproducir el nivel ocupacional del padre más allá de lo esperable.
Utilizando los Odds ratio para el análisis de la movilidad relativa se puede concluir que las probabilidades de que alguien proveniente de una clase ocupacional de carácter manual (trabajadores manuales calificados y no calificados) ascienda a una clase de mayor jerarquía son bastante altas. De igual modo, para el caso de Chile, se observa una alta barrera entre las clases manuales y la de servicio, así como barreras comparativamente mucho menores entre trabajadores independientes, la clase de rutina no manual y los trabajadores manuales calificados.
Notas
1. También puede asociarse al concepto de movilidad de clase, el cual encierra la referencia a un cambio en la estructura ocupacional y al concepto de movilidad ocupacional que se refiere a un cambio de ocupación a lo largo de la trayectoria vital.
2. La movilidad es ascendente si el desplazamiento se dirige hacia posiciones sociales superiores a las del origen del movimiento y es descendente si la dirección del cambio conduce a posiciones inferiores a las de partida.
3. El concepto de movilidad corta dice relación con el ascenso o descenso en una categoría social, en tanto que la movilidad larga da cuenta de una movilidad mayor.
4. La movilidad intrageneracional que estudia el cambio de circunstancias durante la propia vida (laboral) de un individuo. Una estrategia muy común aquí es el análisis de la relación entre la clase social del primer trabajo y la del trabajo actual, pero muchos estudios de movilidad de clase intrageneracional son más sofisticados que esto, buscando modelar las trayectorias detalladas de la carrera de la persona (Breen, 2004).
5. En una tabla de doble entrada utilizando las mismas categorías para hijos y progenitores los valores que se registran en la diagonal indican que no hay cambio de estatus social y, por ende, denota inmovilidad.
6. La movilidad intergeneracional estructural o mínima corresponde a la diferencia entre el total de la muestra y la suma de las menores frecuencias marginales vinculadas a cada celda de la diagonal principal asociadas a cada categoría (Jorrat, 2005). Otra forma de verlo es según el índice de disimilitud sumando las diferencias en un mismo sentido de los totales marginales de las filas y las columnas.
7. Es la diferencia entre la movilidad total intergeneracional y la movilidad estructural o mínima.
8. En estadística Odds (término en inglés de traducción discutida, se ha traducido como disparidad, razón de posibilidades, razón de ventajas, razón de oportunidades, razón de momios, razón de probabilidades) es el cociente entre la probabilidad de que un evento suceda y la probabilidad de que no suceda. La Odds ratio (OR) es una medida epidemiológica utilizada en los estudios de casos-controles y en los meta análisis. Es el cociente entre la Odds de exposición observada en el grupo tratado (o expuesto) y la Odds en el grupo control (no tratado/tratado con otro tratamiento/no expuesto).
9. La Encuesta CASEN es conducida desde el año 1987 por el Ministerio de Planificación y Cooperación que se realiza bianualmente con una muestra representativa a nivel de comunas. Por sus características, la Encuesta corresponde al modelo de encuestas de hogares que se aplican en diversos países de América Latina. Su propósito es proveer información relevante para la definición e implementación de políticas públicas.
10. La encuesta se aplicó entre los meses de julio y noviembre del año 2006.
11. En principio, Cerrillos es la comuna con los mínimos cuadrados en este grupo, pero en razón de su tamaño (poco más de 4,000 personas del universo, la tercera comuna más pequeña respecto de este grupo) y dispersión (grandes zonas no residenciales: aeropuerto, escuela de carabineros, línea del ferrocarril y zonas de industrias), se optó por la comuna mencionada (con el cuadrado de sus desviaciones levemente superior a Cerrillos: 3.63 versus 3.47).
12. Clasificación Internacional Uniforme de las Ocupaciones (Versión 1988).
13. Elaboración de los autores en base a la Encuesta CASEN 2003.
14. La diferencia entre el 60% que muestran los resultados de este estudio con el 70% consignado en el estudio de Torche y Wormald (2004) puede ser efecto de las cohortes. Los padres de quienes tienen 30-35 años son significativamente más jóvenes que los reportados en la muestra del estudio en comento, y ciertamente es esperable que los padres de los encuestados en nuestra muestra tengan un perfil educacional más alto.
15. Los valores mayores que 1 indican que hay más observaciones en una casilla de lo que cabría esperar en un escenario de movilidad perfecta (que los coeficientes sean 1, donde la situación educacional de padres e hijos no estaría relacionada.
16. Los estudios de Jorrat (2005) en Argentina y de Torche y Wormald (2004) en Chile no logran ajustar el modelo de cuasi dependencia, aunque sí reportan una ganancia importante en la variación de la razón de verosimilitud.
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