INTRODUCCIÓN
La enfermedad periodontal (EP) es un padecimiento inflamatorio en los tejidos de soporte (encía, ligamento periodontal y hueso) de los órganos dentarios (O.D.); típicamente inicia con gingivitis y, al no ser tratada, puede evolucionar a periodontitis crónica con la posibilidad de la pérdida de los O.D 1. La gingivitis es definida como una condición inflamatoria en un sitio específico de la encía que inicia con un acúmulo de biopelícula alrededor del O.D; clínicamente se caracteriza por la presencia de sangrado, eritema e inflamación gingival 2. La periodontitis es una patología inflamatoria crónica multifactorial, asociada con una biopelícula disbiótica que produce la destrucción progresiva de los tejidos de soporte del O.D; clinicamente se caracteriza por sangrado al sondeo y presencia de bolsas periodontales 3.
La EP representa un problema de salud pública a nivel mundial debido a su alta prevalencia en muchos países. Así, se estima que en América Latina la prevalencia en países como Brasil, México, Chile, República Dominicana, Argentina, Guatemala y Colombia está entre un 19-96% 4. El Centro para la Prevención y Control de las Enfermedades en Estados Unidos (CDC) y la Academia Americana de Periodontología han estimado una prevalencia de más del 50% en la población adulta a partir de estudios de casos los cuales consideraron la pérdida de inserción clínica y la profundidad al sondeo1. Por otro lado, estudios epidemiológicos en los cuales se realizaron mediciones continuas de pérdida de inserción clínica mostraron la presencia de enfermedad periodontal avanzada y pérdida dental entre un 10-15% de manera global 1. En otros estudios se estableció una prevalencia de 64%-96.7% dependiendo del grupo etario, siendo más prevalente en el grupo de más de 65 años 5,6. Las superficies de la cavidad oral están en contacto constante con una alta variedad de microorganismos que son capaces de formar biopelículas sobre los O. D., la mucosa oral y sobre las prótesis dentales7. Una función básica del epitelio gingival es actuar como una barrera mecánica y química en sus diferentes regiones (epitelio oral, del surco y de unión) 8,9, ya que protege a los tejidos de la invasión de los microorganismos 7,10. El mantenimiento de un estado saludable solo es posible cuando el hospedador mantiene una interacción equilibrada entre la colonización microbiana y los mecanismos de defensa11. En este sentido, las células del tejido epitelial oral sintetizan péptidos antimicrobianos (AMPs por sus siglas en inglés) dirigidos contra bacterias Gram-positivas, Gram-negativas, así como levaduras y algunos virus 11,12. Dentro de los AMPs se encuentran las α y β defensinas presentes en el epitelio gingival 13, glándulas salivales, saliva y fluido crevicular14. El objetivo de esta revisión es describir el efecto de las hBDs en la respuesta inmunitaria y su utilización como marcadores de la actividad inflamatoria en la enfermedad periodontal.
Defensinas
Las defensinas son péptidos catiónicos de pequeño tamaño, presentes en un gran número de especies tanto en el reino animal como en el reino vegetal 15. Fueron reportadas por primera vez en el bovino en 1991 16 y, posteriormente, en un estudio realizado por Jones y Bevins en 1992 17 y se describieron en el epitelio intestinal humano con un papel importante en la respuesta inmunitaria innata con actividad antiviral y antibacterial potente 18. Desde su descubrimiento, han sido intensamente investigadas por su actividad antimicrobiana y sus funciones inmunomoduladoras multifacéticas bajo condiciones fisiológicas y patológicas 19,20. Es por ello que actualmente se les ha renombrado como péptidos de defensa del hospedador (PDH) 9,15, considerando su función y participación en el proceso de cicatrización 21,22, la homeostasis y el manejo de la diversidad del microbioma.
Las defensinas están constituidas por 16 a 50 aminoácidos, con un peso molecular de 3-4.5 kDa y una alta concentración de arginina; su estructura contiene hojas beta plegadas con 6 residuos de cisteína estabilizadas por tres enlaces disulfuro intramoleculares conservados 19,23,24. De acuerdo a la topología de los enlaces disulfuro, se clasifican en defensinas alfa, beta y teta (α, β y θ)19. Actualmente, se han identificado 6 tipos de α-defensinas en humanos 19,25,26,27 y 31 tipos de β-defensinas, de las cuales, solo las β-defensinas 1, 2, 3, 4, 5 y 6 (hBD-1, hBD-2, hBD-3, hBD-4, hBD-5, hBD-6) han sido aisladas de los tejidos humanos 28. La θ-defensina se expresa en el reino animal y se encuentra exclusivamente en los monos. Se presentan 6 isoformas en los macacos rhesus y la isoforma Defensina Teta Rhesus-1 (DTR-1) es la más abundante 18,29.
β-defensinas
Las β-defensinas más estudiadas son la hBD-1, hBD-2, hBD-3, hBD-4. La hBD-1 es secretada de forma constitutiva; se expresa en el tracto genitourinario y respiratorio 19. La hBD-1 puede ser modulada por mediadores inflamatorios, mientras que la hBD-2 y hBD-3 son expresadas al ser estimuladas por citocinas proinflamatorias 30-33.
En algunas condiciones como el embarazo se presenta un incremento significativo de hBD-1, lo cual sugiere que otros factores no infecciosos la podrían inducir 34,35. La hBD-2 se encuentra en el epitelio de las superficies internas y externas del cuerpo humano, tales como la piel y el tracto respiratorio e intestinal. Este tipo de defensina es inducida por un estímulo infeccioso 30. Se ha observado que existe una expresión basal mínima, la cual aumenta enormemente mediante la inducción de patrones moleculares asociadas a patógenos (PAMPs) tales como lipopolisacáridos, peptidoglucanos, lipoarabinomanano o algunas citocinas proinflamatorias como el Factor de Necrosis Tumoral alpha (TNF-α), Interleucina-1beta (IL -1β) e Interferón gamma (IFN-γ) 30,36. La hBD-3, al igual que la hBD-2, es inducible por estímulos inflamatorios y es detectable in vitro posterior a la coestimulación con IL -1 o TNF-α 37. Este tipo de defensina es de mayor tamaño (5kD) y su mecanismo de acción es similar a las anteriores defensinas. Es posible detectarla en células epiteliales del tracto respiratorio, genitourinario, piel, amígdalas, corazón y músculo esquelético; igual que las otras hBDs tienen un amplio espectro de acción antimicrobiano 34,35,38.
La hBD-4 se expresa en testículo, estómago, útero, tiroides, pulmón, riñón y neutrófilos; además, se expresa en células epiteliales de la cavidad oral 39-41. Ha sido poco descrita en la EP, aunque podría tener actividad bactericida y fungicida, además de actividad quimiotáctica para monocitos, siendo inducible por algunas citocinas y PAMPs; sin embargo, se inactiva con altas concentraciones de sal. García y col. 11, se refieren a esta defensina como la más potente de todas, aunque esto no ha sido comprobado en otros estudios 36,40,41.
En el epitelio oral normal, el RNAm para hBD-1 y hBD-2 se expresan fuertemente en el estrato espinoso, granuloso y corneo 30,42,43. En los tejidos gingivales, hBD-1 y hBD-2 se encuentran localizadas en el epitelio del surco, pero no en el epitelio de unión; esto podría deberse a la diferenciación de los queratinocitos en los estratos del epitelio (Fig. 1) 30.
Los patrones de localización para hBD- 3 en el epitelio escamoso estratificado, podrían ser los mismos para hBD-1 y hBD-2; sin embargo, hBD-3 ha sido localizada principalmente en el estrato basal del epitelio gingival, por lo que se ha propuesto que podría ser el vínculo entre epitelio gingival y el tejido conectivo, funcionando como enlace entre la inmunidad innata y adaptativa 30,44,45. De igual manera, las hBDs han sido localizadas en las glándulas salivales y en el fluido crevicular. En este sentido, se ha encontrado la presencia del ARNm de hBD-1, 2 y 3 en la glándula parótida, submandibular y las glándulas salivales menores 25,46.
Las defensinas son activas contra bacterias Gram positivas y Gram negativas, hongos y virus, incluyendo especies de microbios orales como son: A. actinomycetemcomitans, P. gingivalis, P. intermedia y F. nucleatum47,48. La capacidad antibacteriana de las hBDs depende de su concentración en la saliva, siendo para hBD-1 150 ng/mL, hBD-2 450-550 ng/mL, mientras que para hBD-3 es de 730 ng/mL 47. Estas concentraciones son suficientes para desarrollar su actividad bactericida por sí mismas o actuando en sinergia con otros factores bactericidas presentes, tales como la histatina-5, lactoferrina, mucinas y lisozima 12,42,50.
Se ha estudiado la expresión de estas moléculas en estados patológicos y han sido comparadas en individuos libres de enfermedad; por ejemplo, se ha documentado la elevación de hBD-2 en saliva no estimulada de niños con caries dental de 6-12 años en comparación con niños sanos (Tabla 1) 51,52. Sin embargo, existen algunas condiciones que pueden afectar la actividad antimicrobiana de las hBDs tales como las altas concentraciones de sodio en la saliva, ya que altera la unión del AMP a la bacteria 48. En condiciones óptimas las hBDs responden a diversas bacterias, virus, parásitos e infecciones fúngicas 15. Estos péptidos catiónicos interaccionan con las cargas negativas de las membranas de las bacterias Gram positivas y negativas, de igual forma sobre hongos y virus con envoltura.
Tipo de defensina | Síntesis, expresión y secreción | Concentración en saliva | Activación en tejidos periodontales | Efectos reguladores |
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β-defensinas (hBDs) | Células epiteliales10 monocitos, CDs 13 |
Salud: hBD-1=150 ng/mL36 hBD-2=450-550ng/mL36 hBD-3= 730ng/mL36 |
hBD-1 es secretada constitutivamente17,24, hBD-2 y hBD-3 es expresada en infección o inflamación activa24,29. | Quimioatracción de células T, CDs, macrófagos9. Cicatrización de heridas en epitelio13, Diferenciación, proliferación y migración de queratinocitos17, mantenimiento de la homeostasis periodontal18. Propiedades antimicrobianas e inmunomoduladoras24, incrementa la expresión de citosinas proinflamatorias36, promueve la regeneración periodontal42, neovascularización43, actividad anti o protumoral49,53. |
El mecanismo de acción biológico lítico de los AMPs que inlcuyen a las hBDs, se da mediante cinco pasos. En primer lugar, los AMPs interactúan con los fosfolípidos de la membrana de la célula del hospedador estableciendo un contacto primario con las células blanco a través de interacciones electrostáticas e hidrofóbicas; en segundo lugar, ocurre un ajuste estructural en la membrana celular (conformación en una estructura de hélice o barril); en tercer lugar, se presenta una acumulación hasta un nivel estequiométrico activo; en cuarto lugar, se presenta una alteración de la membrana a través de la permeabilización o despolarización, ocasionando alteraciones en su función que puede ser transitoria o estable y, finalmente, la muerte de la bacteria 54.
Se han propuesto algunos modelos hipotéticos para la formación de poros en la membrana, tales como el modelo en forma de barril, poro toroidal, alfombra y agregado. Respecto al modelo de barril, al presentarse un aumento en la cantidad y/o expresión del péptido que se une a la membrana, se produce agregación y una transformación conformacional que ocasiona el desplazamiento de los fosfolípidos locales y el adelgazamiento de la membrana 55.
Durante el proceso de penetración dentro de la bicapa fosfolipídica, las regiones hidrofóbicas helicoidales de los péptidos de α-hélice y los péptidos de hoja β-plegada están cerca de las regiones hidrofóbicas del fosfolípido de la membrana, mientras que las regiones hidrofílicas de las hélices peptídicas están hacia dentro; de esta forma, las moléculas se disponen en paralelo para formar la luz central 56.
El mecanismo del modelo de poro toroidal es similar al del modelo de barril, la diferencia es que en el modelo de poro toroidal las hélices peptídicas se insertan en la membrana y se unen a los lípidos para formar complejos de poro toroidal. Los AMPs acumulados localmente en altas concentraciones inducen la deformación de la flexión en las moléculas lipídicas, lo que permite que los péptidos y la cabeza de los grupos lipídicos se inserten dentro del centro hidrofóbico de los lípidos 56.
En el modelo de alfombra, se requieren altas concentraciones de AMPs para formar micelas y la consecuente destrucción de la membrana microbiana 55.
Cuando la concentración del péptido alcanza el umbral, los AMPs cubren la membrana en grupos y provocan su ruptura de manera similar a un surfactante. No se produce la formación de canales, ni inserción de los péptidos en el centro hidrofóbico de la membrana. Este efecto es lo suficientemente potente para inducir la lisis total o parcial de la membrana celular; los AMPs al atravesarla actúan sobre moléculas intracelulares ocasionando la muerte celular (Fig. 2) 57.
En el modelo de agregado, los AMPs se unen a la membrana citoplasmática aniónica, obligando a los péptidos y lípidos a formar una micela en un complejo péptido-lípido 58.
A diferencia del modelo de alfombra, los canales formados por AMPs, los iones de lípidos y agua permiten que el contenido intracelular se filtre y provoquen la muerte celular. Estos canales también pueden ayudar a que los AMPs se transfieran al citoplasma y ejerzan su función. Este mecanismo explica por qué los AMPs no solo se dirigen a la membrana citoplasmática, sino que también pueden atravesar la membrana hacia el citoplasma para actuar sobre moléculas intracelulares 57. De esta forma por su naturaleza anfipática, las hBDs son capaces de insertarse en la membrana fosfolipídica de los patógenos, ocasionando así, la destrucción de la membrana celular 15,59. De igual manera, las hBDs tienen objetivos intracelulares e interfieren con los procesos metabólicos, incluyendo la síntesis de componentes celulares de vital importancia (Fig. 2) 60.
Por otra parte, existen algunas condiciones que pueden alterar la efectividad de las hBDs como lo es el cloruro de sodio (NaCl). La presencia de NaCl (100mM) reduce la actividad antimicrobiana de hBD-1 y 2 entre un 50-80% hacia A. actinomycetemcomitans y S. mutans; sin embargo, la actividad antimicrobiana de hBD-3 no se ha visto afectada (200mM) 48. En la cavidad oral, las hBDs están expuestas constantemente a los iones en la saliva que contienen 800mM de NaCl. La concentración de NaCl salival es menor de la que se necesita para inactivar a las hBDs; sin embargo, el NaCl no es el único ión presente en la saliva 48. De hecho, el efecto orquestado de los iones salivales de Sodio (Na2+), Magnesio (Mg2++) y Calcio (Ca2++), pueden afectar parcial o totalmente la función de las hBDs; por lo tanto, es plausible que estos péptidos sean inactivos contra las bacterias fuera de los tejidos, así como en la saliva 48.
En estudios experimentales en ratas libres de gérmenes, se ha observado la producción de precursores de hBDs en ausencia de infección 15. Estudios in vitro en células renales embrionarias, han descrito la expresión de diferentes receptores tipo Toll (TLRs) y hBD-3 mediando la activación de la transcripción del factor NF-κB, que dependen de la expresión de TLR1 y TLR2; esto demuestra que la señalización de TLRs no está restringida de manera única a PAMPs sino que también puede ser iniciado por hBDs 15. Las hBDs se consideran como un enlace entre la respuesta inmunitaria innata y adaptativa, de tal manera que se ha reportado que la hBD-3 puede intervenir rápidamente estimulando macrófagos vía TLR-4 e impedir la expresión de genes proinflamatorios 15. De igual manera, inducen la expresión de moléculas coestimuladoras sobre monocitos y células dendríticas (CDs) mieloides dependientes de TLRs, actuando como quimiotáctico para linfocitos T y células dendríticas inmaduras15. Las observaciones experimentales y clínicas sugieren que las hBDs son capaces de activar a los macrófagos y favorecer la respuesta proinflamatoria a través de ligandos para TLRs; sin embargo, es necesario ampliar los estudios tanto en animales como en humanos para esclarecer este punto.
A lo largo de la evolución las hBDs han adquirido roles adicionales en un proceso conocido como neofuncionalización, mientras mantienen su rol de defensa original 15. Se considera que las funciones inmunomoduladoras de las hBDs 61,62 no son mutuamente exclusivas y, por lo tanto, no se deben compartimentalizar sus funciones en una u otra, sino deben ser vistas como parte de la evolución en progreso, como elementos críticos con múltiples roles en funciones complejas contra enfermedades, es por ello que la expresión a través de las mucosas los implica como mediadores fundamentales y centinelas de la homeostasis y la salud 15.
β-defensinas en salud y enfermedad periodontal
La salud periodontal es definida como la ausencia de inflamación clínicamente detectable 63. La cavidad oral es un ambiente expuesto a una multitud de bacterias; en promedio 800 especies residentes, de las cuales de 150 a 200 son típicamente encontradas en muchos individuos 1,64. Estas bacterias son increíblemente complejas y forman comunidades diferentes que viven sobre los O. D., lengua, paladar duro y tejidos epiteliales 64. La gingivitis inducida por placa y la periodontitis son consideradas como procesos inflamatorios, en los cuales existe una disrupción de la homeostasis provocada por la presencia de una biopelícula, que de manera inicial, se presenta en una forma incipiente y, en la medida que progresa, se convierte en una forma disbiótica hasta ocasionar la destrucción de los tejidos de soporte del O. D., como se ha mencionado con anterioridad 1,65. La flora bacteriana es controlada inicialmente por el sistema inmunitario innato del epitelio oral, la saliva y el fluido crevicular a través de proteínas y AMPs 65. Por otro lado, al presentarse un desequilibrio entre la flora oral normal y los patógenos, se forma rápidamente la biopelícula oral sobre la superficie dental; si esto no se corrige, la inflamación gingival progresará posiblemente hacia una periodontitis produciendo pérdida ósea alveolar y finalmente la pérdida dental 66. La función de los AMPs en la cavidad oral no solo se limitan a controlar el crecimiento bacteriano, sino también a prevenir el crecimiento de la biopelícula. Para tales efectos, bloquea -de manera directa- la aparición de mecanismos de resistencia bacteriana o interfiere con los sistemas de la regulación de la expresión génica, en respuesta a las fluctuaciones en la densidad de población celular de la comunidad bacteriana 67. Todo ello representa una condición primordial para controlar la EP y mantener la salud periodontal clínica 68. La inflamación es una respuesta de los tejidos vasculares en la que el sistema inmunitario del hospedador actúa para eliminar la fuente inductora del estímulo inflamatorio 68. Las infecciones microbianas como la gingivitis inducida por placa y la periodontitis comienzan como una inflamación. Se presenta como una secuencia de eventos bioquímicos coordinados que inician con la rápida migración de leucocitos al sitio de la infección, seguido por un aumento del flujo sanguíneo que transporta diferentes mediadores los cuales controlan el curso de la inflamación 68. En un inicio, este proceso inflamatorio es benéfico para el hospedador; sin embargo, pueden presentarse mecanismos de resolución inflamatoria ineficientes, que no permiten la eliminación del cuerpo extraño o los mismos patógenos; si esto ocurre, podría darse un proceso inflamatorio crónico 68. Un gran número de estudios han reconocido a los AMPs, particularmente las hBDs, como moléculas que están implicadas en múltiples actividades proinflamatorias tales como: neutralización de bacterias, quimioataxis y activación de células inmunitarias, neovascularización y cicatrización de las heridas, así como también, actividad anti o pro tumoral 69. Es importante mencionar que los AMPs interactúan también con la inmunidad innata 70, a través de Receptores de Reconocimiento de Patrones (PRRs), Receptores para quimiocinas (CCRs), el inflamosoma y el sistema del complemento. De esta manera, regula algunos procesos celulares fundamentales en las células del sistema inmunitario, tales como la diferenciación, proliferación y muerte celular programada 68,71. En épocas recientes, se ha enfatizado que la hBD-2 tiene la capacidad de unirse fuertemente al componente del complemento C1q. Curiosamente, esta proteína no afecta de manera significativa la vía de activación alternativa, pero puede inhibir la vía de activación clásica del complemento y puede estar involucrada en la protección contra la activación descontrolada de la respuesta inmunitaria innata, la interaccion entre hBDs y la respuesta inmunitaria serán explicadas con más detalle, más adelante 72,73.
Las actividades señaladas controlan la inflamación y/o aceleran el proceso de reparación de los sitios infectados, apoyando la función microbicida para la resolución del proceso infeccioso 74. En este contexto, las hBDs pueden definirse como alarmas o señales de peligro; es decir, moléculas endógenas conocidas como Patrones Moleculares Asociados a Daño (DAMPs) que se liberan de las células dañadas o moribundas e inician una amplia gama de funciones fisiológicas y fisiopatológicas 68,71. Así, la hBD-3 crea una disrupción en la biosíntesis de la pared celular uniéndose a regiones ricas en lípidos de la misma, de esta manera, participa rápidamente en el reconocimiento y respuesta a patógenos 75,76.
En diversos estudios se ha demostrado que la expresión de hBDs se correlaciona con el estado inflamatorio del tejido gingival 77-79. Por ello, con el objetivo de conocer el papel que desempeñan las hBDs en la enfermedad periodontal, se han realizado estudios clínicos en humanos, experimentales in vivo e in vitro. Dommisch 43, investigó la expresión de las hBDs-1, 2 y 3 en biopsias gingivales de individuos sanos, con gingivitis y periodontitis. En el tejido sano no se encontraron variaciones en la expresión de las hBDs-1, 2 y 3, mientras que en la gingivitis se presentó un aumento en la expresión de la hBD-2 y en la periodontitis hubo una sobre expresión de hBD-2 y hBD-3. Adicionalmente, la expresión de hBD-3 se limitó al estrato basal en condiciones de salud y se extendió al estrato espinoso superficial en condiciones patológicas. Estos datos sugieren que, en la primera etapa del proceso inflamatorio, es decir, en la gingivitis, existe una sobreexpresión de hBD-2, mientras que, en etapas avanzadas de periodontitis, existe una sobreexpresión de hBD-3, además de una alta expresión de hBD-2 43.
Vandar Seul y cols. 80, estudiaron la expresión del ARNm de las hBD-1 y 2 en los tejidos gingivales de individuos sanos, con gingivitis, periodontitis agresiva y crónica; los resultados demostraron que la expresión génica de la hBD-1 fue baja en gingivitis y periodontitis agresiva, y significativamente alta en el grupo de periodontitis crónica, más que en el grupo control (p <0.001). La expresión del ARNm de hBD-2 en gingivitis fue más baja que en el grupo control y más alta en periodontitis crónica, mientras que en la periodontitis agresiva hubo un incremento en su expresión génica. Por su parte, Ebrahem y col. 81 analizaron la expresión de las hBDs-1, 2 y 3 en fluido crevicular de pacientes con periodontitis agresiva posterior a la terapia periodontal no quirúrgica, se observó un incremento en la frecuencia de la expresión de la hBDs-1 y 3 posterior a la terapia periodontal. Yong y cols. 82, estudiaron la correlación que existe entre periodontopatógenos, parámetros clínicos y expresión de hBD-2; encontraron que la concentración de hBD-2 en fluido crevicular en sitios con EP fue más alta comparada con sitios en salud. Concluyeron que la prevalencia, composición y número de copias de los periodontopatógenos están íntimamente relacionados con la severidad de los datos clínicos de la EP. Brancatisano y cols. 83, evaluaron el nivel de hBD-3 en el fluido crevicular de individuos sanos y con periodontitis; demostraron que, en sujetos con periodontitis, la expresión de hBD-3 fue menor al ser comparado con sujetos sanos. Costa 84, analizó los niveles de hBD-1 en el fluido crevicular en sujetos con y sin periodontitis; encontró que en sujetos con salud periodontal los niveles de hBD-1 fueron más altos que en pacientes con periodontitis crónica, sugiriendo un rol protector de la hBD-1 ante la susceptibilidad a la periodontitis crónica (Figs. 3 y 4). Pereira y cols. 85, evaluaron los niveles de hBD-1 y hBD-2, en el fluido crevicular de individuos con y sin periodontitis; sus resultados demostraron que los individuos con periodontitis presentaron altos niveles de hBD-2 y hBD-3. Sidharthan y su grupo 86, analizaron los niveles de Interleucina-22 (IL-22) y hBD-2 en el fluido crevicular en pacientes sanos, con gingivitis y periodontitis crónica y encontraron que los niveles de hBD-2 fueron significativamente más altos en la periodontitis crónica cuando se comparó con el grupo de gingivitis y sanos (P<0.001), indicando el rol de la IL-22 y hBD-2 en la respuesta inmunitaria durante la periodontitis (Tabla 2).
Autor | Año | Modelo de estudio y tipo de β-defensina | Enfermedad periodontal estudiada | Resultado del estudio |
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Dommisch 11 | 2005 | hBDs-1, 2 y 3 | Salud, gingivitis y periodontitis | En salud; niveles de expresión similares para las hBDs-1,-2, y -3. Gingivitis; expresión significativamente alta de hBD-2 compara- da con hBD-1. En periodontitis la expresión de hBD-2 fue más alta que hBD-1; sin embargo, hBD-2 fue comparable con hBD-3 |
Vardar-Sengul 80 | 2007 | Expresión de ARNm en las hBDs-1 y 2 | Salud, gingivitis, periodontitis agresiva, periodontitis crónica | Expresión de genes de hBD-1 fue baja en gingivitis y periodon- titis agresiva, y significativamente alta en periodontitis cróni- ca, más que en el control (p <0.001). hBD-2, la expresión del ARNm en gingivitis fue más baja que en el control. El ARNm de la hBD-2 en periodontitis crónica fue más alta cuando se com- para con el control. En la periodontitis agresiva incrementó la expresión génica de la hBD-2. |
Mohamed 81 | 2013 | hBDs-1, 2 y 3 En fluido crevicular | Periodontitis agresiva posterior a la terapia periodontal no quirúrgico. | Incrementó en la frecuencia de la expresión de las hBDs-1 y -3 después de la terapia periodontal. |
Yong 82 | 2015 | Expresión de hBD-2. | Periodontitis y salud periodontal | La concentración de hBD-2 en fluido crevicular de sitios con enfermedad periodontal fue más alta comparada con sitios en salud. |
Brancatisano 83 | 2011 | Expresión de hBD-3 | Salud y periodontitis | Evaluó el nivel de hBD-3 en fluido crevicular en pacientes sanos y con periodontitis; demostró que en sujetos con periodontitis, la expresión de hBD-3 fue menor al ser comparado con sujetos sanos. |
Costa 84 | 2018 | Niveles de hBD-1, en fluido crevicular | Sanos Periodontitis | Los niveles de hBD-1 en el fluido crevicular fueron más altos en sujetos con salud periodontal comparados con pacientes con periodontitis crónica. |
Pereira 85 | 2020 | Niveles de hBD-1 y hBD- 2 en fluido crevicular | Sanos Periodontitis | En periodontitis presentaron altos niveles de las hBD-2 y hBD-3 en el fluido crevicular. |
Sidharthan 86 | 2020 | Niveles de IL -22 y hBD- 1 en fluido crevicular | Periodontitis crónica, gingivitis y sanos | Los niveles de hBD-2 fueron significativamente más altos en periodontitis crónica al compararse con gingivitis y los sanos (P < 0.001). |
Los datos existentes permiten detectar cambios en la expresión de hBDs en diversos cuadros clínicos dentro de la enfermedad periodontal, evidenciando su participación en la respuesta microbicida e inflamatoria. La identificación de hBDs en fluido crevicular y saliva permite su detección de una manera sencilla, fácil y no invasiva, con el objeto de determinar la actividad inflamatoria de la enfermedad; sin embargo, es necesario considerar algunas situaciones en las que puede encontrarse una disminución de las hBDs y que podrían influir en la interpretación. Una de las responsables es la degradación de hBDs por enzimas proteolíticas producidas por los patógenos periodontales y el hospedador, tales como las proteasas tipo tripsina y las gingipaínas de P. gingivalis que degradan a las hBD-1, hBD-2, y hBD-3 87. Otras de las enzimas proteolíticas del hospedador que pueden contribuir a la degradación de las hBDs son los miembros de la familia de enzimas cisteín-proteinasa, catepsina B y L, las cuales tienen la capacidad de inactivar a la hBD-2 y hBD-3 en condiciones in vitro88. Estas enzimas son producidas predominantemente por macrófagos y suelen aumentar en los tejidos gingivales en el inicio y progresión de la periodontitis 88. Por otra parte, se ha postulado que una mayor participación de la inmunidad adaptativa en comparación con la inmunidad innata durante la enfermedad periodontal, es la responsable en la disminución de la secreción de las hBDs 88. La expresión de las hBDs, está modulada por el estado inflamatorio de los tejidos; por lo tanto, el incremento de la expresión de las hBDs, ocasiona la presencia de citocinas inflamatorias, por ejemplo, las hBDs-2 y 3 inducen la producción de TNF-α, IL -1 e IFN-γ 89. En un estudio in vitro90 se observó que las hBD-2 y hBD-3 inducen la maduración de las CDs; las CDs activas son fuente importante de citocinas que reclutan a otras poblaciones celulares, como las células T, las Natural Killer (NK), monocitos y CDs adicionales 91. En este sentido se ha sugerido que, al pasar de una lesión gingival inicial a una establecida, las funciones antibacterianas de las hBDs son reemplazadas por la inmunidad celular 92, favoreciendo la secreción de IL -8, y el factor estimulador de colonias de macrófagos-1 (MCP-1) y al oncogen que es un regulador de crecimiento (GRO) 92. Se observó también que las CDs responden de manera diferente a las hBDs-2 y 3; la hBD-2 induce la producción de IL -6 mientras que hBD-3 induce grandes niveles de MCP-1. La inducción de IL -6 e IL -8, pueden ser particularmente importantes ya que son quimiotácticos para neutrófilos y células Th17 92. Por otro lado, MCP-1 actúa como quimiotáctico para monocitos y células Treg 93. Esto indica que las hBDs-2 y 3, inducen de manera selectiva la expresión de citocinas, sugiriendo que las hBDs tienen un rol único en la respuesta inmunitaria al utilizar diferentes receptores para estimular CDs; TLR4, CCR6 y CD91 han sido implicadas como receptores para hBD-2, mientras que TLR1 y TLR2 como receptores para hBD-3 94. De tal manera que las hBDs no solo actúan como quimiotácticos para células inmunitarias, sino también inducen patrones de citocinas únicos, que son cruciales en la respuesta inmunitaria hacia bacterias90. Otro aspecto importante a considerar es el polimorfismo genético, que se ha asociado con una disminución de hBDs predisponiendo a desarrollar periodontitis, por lo que la relación entre el polimorfismo funcional de los genes de las hBDs y la susceptibilidad a padecer periodontitis es probable, pero necesita ser estudiada a fondo 83.
Los estudios experimentales, por su parte, permiten tener condiciones más controladas que brindan información adicional y valiosa. El desarrollo de la gingivitis clínica se ha estudiado de manera extensa en un modelo denominado gingivitis experimental, descrito inicialmente por Löe y Theilade 95. Ha sido utilizado en investigación clínica como una herramienta en el estudio de la fisiopatología de la gingivitis en el cual se miden parámetros clínicos (placa e índice gingival) 96 e histológicos en lesiones asociadas a gingivitis para evaluar diferentes grados de inflamación, efectos de agentes farmacéuticos que inhiben la formación de placa bacteriana, así como el efecto en la inmunidad innata. Esto podría ayudar a comprender el proceso inflamatorio gingival en humanos, en un tiempo corto y con reversión de la inflamación 95. Esta situación no se podría conocer exactamente en pacientes con gingivitis inducida de manera natural, puesto que no se tiene certeza en qué momento se inicia el proceso inflamatorio y, por tanto, no se puede hacer una correlación entre distintos parámetros clínicos y el inicio de la enfermedad. Sin embargo, una desventaja que tiene el modelo es la duración de la inducción ya que se lleva a cabo en un tiempo no prolongado; por lo tanto, solamente puede ser útil para conocer el fenómeno inflamatorio agudo. Al respecto, se han realizado modificaciones en la fase de inducción, a partir del modelo original de Löe 50, en el que propuso dos fases, la de inducción y la de resolución en un tiempo de 21 días. Posteriormente, ha sido modificado por el modelo experimental de Salvi 97 y Offenbacher 98. Ramírez-Thomé y cols. 99, realizaron un estudio de 35 días, en el que consideraron 28 días para la fase de inducción y 7 días para la fase de resolución (35 días), a diferencia de los estudios de Dommisch 11,43 que propone un modelo de 14 días y no comprende una etapa de resolución de la gingivitis. Este modelo permite evaluar la expresión de AMPs, por ejemplo, Dommisch y cols. en el 2019 43 evaluaron la secuencia y expresión diferencial de las hBDs-2 y 3, quimiocina ligando 20 (CCL20), psoriasina/S100A7 (S100A7), y calgranulina A/B (S100A8, S100A9) en biopsias y fluido crevicular, el resultado indicó que hay una expresión elevada de ARNm en los diferentes AMPs explorados. Respecto al análisis de proteínas en muestras de fluido crevicular, encontraron un patrón de expresión similar para hBD-2 y CCL20. Con resultados similares, Dommisch y col. 100 monitorearon la expresión de hBD-2 e IL -8 en fluido crevicular, encontrando elevadas concentraciones de hBD-2 e IL -8. En otro estudio 99 donde se evaluaron parámetros clínicos, microbiológicos y expresión de hBD-1 y 2 en muestras de saliva, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la expresión de hBD-2; sin embargo, se encontró una mayor concentración de hBD-1, en saliva total en el día 21 y 28 comparado con el día 0. Este aumento coincide con la elevación de hBD- 1 durante la fase de inducción (estadísticamente significativa en relación a la hBD-2). Los resultados de diferentes estudios muestran que el comportamiento de los AMPs y que, posiblemente, el tiempo de inducción de la gingivitis genera un sesgo en el momento de comparar los resultados entre los diferentes estudios. En consecuencia, se requieren más estudios controlados con parámetros a medir más uniformes y concretos (Tabla 3).
Autor | Año | Modelo de estudio | β-defensina estudiada | Resultados del estudio |
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Dommisch 43 | 2019 | Gingivitis experimental | Secuencia y expression diferencial de diferentes péptidos antimicrobianos. | La expresión de RNAm de los péptidos fue elevada, similar patrón de expresión de hBD-2 y CCL -20 en fluido crevicular. |
Ramírez-Thomé 99 | 2019 | Gingivitis experimental | Parámetros clínicos, microbiológicos que se correlacionan con la expresión de β-defensinas 1 en saliva51. | Se encontró una mayor concentración de hBD-1 en los días 21 y 28 en comparación con el día 0, no se encontró una diferencia estadística con hBD-2. |
Dommisch 100 | 2015 | Gingivitis experimental | Monitorear la expresión de AMPs e IL-18 en un modelo de gingivitis experimental. | Elevadas concentraciones de hBD-2 e IL -8 en el fluido crevicular. |
Los estudios in vitro, presentan un papel importante en el esclarecimiento de la participación de las hBDs en la enfermedad periodontal. De acuerdo a Krisanaprakornkit y cols. 75, la incubación de células epiteliales gingivales con F. nucleatum, demostró un aumento en la expresión del RNAm de la hBD-2. Vankeerberghen y cols. 101, examinaron la estimulación de las hBDs-1, 2, 3 y 4, utilizando células epiteliales incubadas con bacterias comensales y periodontopatógenas, encontrando que F. nucleatum incrementó la secreción de hBD-2 y hBD-3 en las células epiteliales, pero no la hBD-1 y la hBD-4. Por otro lado, P. gingivalis no estimuló la secreción de hBD-2 y hBD-4, pero si la secreción de hBD-1 tras 14 horas de incubación, siendo similar el resultado para A. actinomycetemcomitans que induce la secreción de hBD-1. La incubación de células epiteliales con A. actinomycetemcomitans indujo transitoriamente la expresión de hBD-3, pero después de 3 horas la expresión regresó a los niveles basales. Este cambio dependiente del tiempo en la secreción de las hBDs, puede ser atribuido a la virulencia de las bacterias, ya que invade monocapas de las células epiteliales gingivales en 90 minutos y después se replica intracelularmente. Durante la invasión, P. gingivalis inhibe la proliferación y migración de las células epiteliales, modulando el comportamiento de las células del hospedador para su propio beneficio e inhibiendo también la secreción de las hBDs 8. Otro estudio 69, evaluó las hBDs-1, 2, 3, 4 y LL -37, y se encontró que las hBDs-2, 3 y 4 pero no hBD-1, estimulan a los queratinocitos humanos para incrementar su expresión génica y la producción de la proteína quimiotáctica para monocitos-1(IP-10), proteína inflamatoria de macrófagos alfa-3, IL -6, IL -10, y RANTES (Tabla 4).
Autor | Año | β-defensina estudiada | Modelo de estudio | Expresión |
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Niyonsaba 69 | 2007 | hBDs-2, 3, 4 | Queratinocitos humanos | Incrementó la expresión de mediadores inflamatorios, proteína-1 quimiotáctica de monocitos, proteína inflamatoria de macrófago -3, RANTES, IL-6, IL-10, e IP-10. |
Krisanaprakornkit 75 | 2000 | hBD-2 | F. nucleatum, P. gingivalis |
+F. nucleatum, dispara la expresión del ARNm de la hBD-2. La ++P. gingivalis evade el reconocimiento del hospedador. |
Vankeerberghen 101 | 2005 | hBDs-1, 2, 3, 4 | Células epiteliales |
+F. nucleatum incrementa la secreción de hBD-2 y hBD-3. P. gingivalis, no estimula la secreción de hBD-2 y hBD-4, incrementa secreción de hBD-1 a las 14 horas de incubación +++A. actinomycetemcomitans induce secreción de hBD-1. |
+F. nucleatum: Fusubacterium nucleatum , ++P. gingivalis: Porphyromonas gingivalis , +++A. actinomycetemcomitans: Agregatibacter actinomycetemcomitans.
En un estudio donde se evaluó a la hBD-3, en CDs expuestas a hemaglutinina B (HagB) de P. gingivalis, se propone que HagB, induce la producción de metaloproteasas de la matriz (MMP) en las CDs y que la hBD-3 en conjunto con HagB, altera los perfiles de inducción de MMP, disminuyendo la respuesta de la MMP-1, 7 y 9; esto sugiere que hBD-3 puede alterar la producción de MMP inducida por antígenos antimicrobianos 102.
CONCLUSIÓN
Las hBDs son péptidos antimicrobianos con múltiples funciones cuyo objetivo principal es el de eliminar microorganismos en los epitelios. Se han identificado diversos tipos de hBDs que producen lisis en las bacterias, además de efectos inmunoreguladores en los leucocitos. De igual modo, se han identificado algunos de los receptores que medían la respuesta de las hBDs, en particular para hBD-3 mediado por TLR-4. Sin embargo, aún es necesario esclarecer otros receptores que podrían funcionar en el reconocimiento de la primera señal de activación de la célula, que continúa con la señalización y activación de genes con productos que modulan la respuesta inmunitaria, no solamente para hBD-3 sino también para las otras hBDs. Por otra parte, la evidencia muestra que las hBDs pueden inducir la producción de mediadores proinflamatorios; ahora bien, existen reportes sobre un posible efecto anti-inflamatorio 15,72,73, por lo que deben ser esclarecidas las condiciones, receptores o vías de señalización que puedan favorecer este efecto.
Los diversos estudios en pacientes con EP han mostrado una participación fehaciente de estos AMPs como mecanismos de defensa en esta patología; sin duda, tienen un papel crucial dado que en la mayoría de los estudios realizados se ha encontrado, en general, un aumento en la producción de hBDs. Sin embargo, se requieren más estudios de forma integral en los cuales se puedan incluir un mayor número de pacientes con diferentes estadios de la EP, para cuantificar las hBDs-1, 2 y 3 en saliva y fluido crevicular en una sola intención, así como al finalizar el tratamiento periodontal. De esta forma se disminuirían los sesgos y se obtendría mayor información sobre el comportamiento de las hBDs durante la enfermedad clínica y en la resolución de la misma; también permitirían la obtención de resultados más homogéneos para analizar la posible utilización de las hBDs como indicador de la actividad inflamatoria en la EP. Adicionalmente, es indispensable continuar con el estudio experimental y clínico de las hBDs-4, 5 y 6, dado que no se tiene información sobre su efecto biológico y sobre la EP. Por otra parte, es importante considerar la degradación de hBDs por enzimas bacterianas y del hospedador y/o su inactivación, como por ejemplo por las concentraciones de NaCl, o en aquellos pacientes que presenten una disminución en las hBDs y que en estos grupos de pacientes los péptidos no podrían funcionar como indicador de la EP.
Como se ha mencionado, el modelo de gingivitis experimental es muy útil para estudiar la inflamación gingival en un corto periodo de tiempo en su etapa inicial. Al respecto, se han realizado diversas modificaciones en el modelo de gingivitis experimental que han aportado información sobre mediadores inflamatorios; sin embargo, se requieren más investigaciones con mayor cantidad de pacientes en quienes se estudien las tres hBDs en saliva y fluido crevicular y añadir una última medición en la etapa de resolución, tal como la describe Ramírez-Thomé y cols. 92. Así, el modelo originalmente propuesto por Löe y cols., debe ser actualizado para generar un modelo completo, homogéneo, y estandarizado para todos; esto permitiría la comparación de los resultados entre diferentes publicaciones.
Finalmente, las hBDs podrían ser buenas candidatas para ser utilizadas como indicadores de la actividad inflamatoria de la EP; sin embargo, se deben realizar más estudios que permitan enriquecer los ya reportados, así como la publicación de artículos de revisión sistemática y meta análisis, para poder proponer a las hBDs como marcador de la actividad inflamatoria en la enfermedad periodontal.