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Bioagro

versión impresa ISSN 1316-3361

Bioagro v.21 n.1 Barquisimeto abr. 2009

 

NOTA TÉCNICA

Asociación entre el tamaño del depredador (pavón, Cichla orinocensis) y la presa (camarón de río, Macrobrachium  amazonicum) y sus relaciones morfométricas

 Fernando Madrid1

1 Estación de Piscicultura, Decanato de Agronomía. Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado. Apdo. 400. Barquisimeto. Venezuela.  e-mail: fmadrid@ucla.edu.ve

RESUMEN

Se evaluó, a nivel de laboratorio, la asociación entre el tamaño del depredador Pavón Cichla orinocensis (Pisces: Perciformes: Cichlidae) y la presa Camarón de Río  Macrobrachium  amazonicum (Crustacea: Decapoda: Palaemonidae), con miras a utilizar a este pez como controlador biológico del camarón, que es considerado una plaga por los piscicultores debido a su existencia en cantidades excesivas en los estanques de producción de cachamas en la región centro occidental y los llanos altos de Venezuela. Este crustáceo constituye una plaga debido al consumo parcial de  alimento destinado al engorde de peces, disminución del oxígeno disuelto en el agua y obstáculos a la movilización de las redes en los estanques. Se establecieron las ecuaciones Pp = 1,131 x 10 -5 · LE 3,217, donde LE es la longitud estándar del pavón (mm) y Pp su peso (g); y  Pc = 7,8311 · 10-5 LT2,9737, donde LT es la longitud total del camarón y Pc su peso. También fue establecida la siguiente ecuación que relaciona la abertura bucal del pavón (AB) con su peso y longitud estándar: AB = - 48,206 + 2,0544 LE + 2,0505 Pp. Se halló una correlación significativa entre las tallas del depredador y su presa, pero, no se observó preferencia por tallas. Así mismo, se determinó que, en función de su capacidad bucal, los pavones pueden consumir camarones de hasta un 80 % del tamaño de su propio cuerpo.

Palabras clave adicionales: Relación depredador-presa, capacidad bucal, longitud estándar

Relation between prey (shrimp, Macrobrachium amazonicum) and size of predator (peacock bass, Cichla orinocensis)

ABSTRACT

The relation predator-prey between the river shrimp Macrobrachium amazonicum (Crustacea:Decapoda:Palaemonidae) and the peacock bass Cichla orinocensis ( Pisces:Perciformes: Cichlidae) were evaluated at laboratory level, with the aim of using this fish as a biological controller. The river shrimp is considered a plague by the “cachama” fish farmers of the central-western and high plains regions of Venezuela, due to its high rate of reproduction in cultured ponds. The high number of river shrimps affects dissolved oxygen concentration in the water, partially consumes fish feed, and  hampers the mobilization of networks in ponds. The equation that correlates the peacock bass mouth opening (MO, mm) with its weight (Wp, g) and standard length (SL, mm) was expressed as MO = -48.2060 + 2.0544 SL + 2.0505 Wp. Also, the following equations that express some morphometric relations were established:  Wp = 1.131 · 10 -5 · SL3.217, and  Ws = 7.8311 x 10-3 TL 2.9737, where TL is the total length for shrimp and Ws its weight. A positive correlation between sizes of predator and prey was observed, but with no preferences for any particular size. In function of the oral cavity capacity, the peacock bass can consume river shrimp up to 80 % of its own size.

Additional key words: Prey-predator relations, oral cavity capacity, standard length

Recibido: Octubre 31, 2007 Aceptado: Septiembre 12, 2008

INTRODUCCIÓN

El cultivo de peces autóctonos de agua dulce cobra en la actualidad mayor importancia en nuestro país debido a la demanda existente y al incremento de la  producción (INAPESCA, 2007) que favorecen la rentabilidad de esta actividad. Por otro lado, existe una marcada tendencia a la  disminución de la oferta de pescado procedente de la extracción natural como consecuencia de la sobrepesca y el deterioro ambiental (Worm et al., 2006). Entre las especies ícticas de mayor interés para cultivo en Venezuela figura el grupo de las cachamas (Colossoma macropomum, Piaractus brachypomus y el híbrido de estas especies o Cachamay). No obstante, en algunas regiones del país, en los estanques de producción o ceba se ha presentado la invasión de camarones de río (Macrobrachium amazonicum), que ocasionan problemas debido a: 1) consumo parcial de alimento concentrado que va dirigido al engorde de los peces, 2) disminución del oxígeno disuelto  como consecuencia de la elevada biomasa y 3) inconvenientes durante el manejo de los estanques, en particular durante la movilización de redes. Como mecanismo de control se plantea normalmente  el  drenado  anual  de  las  lagunas para así eliminar los camarones y otra fauna acompañante, pero existen zonas donde hay limitaciones hídricas y no es conveniente el drenado total de los estanques. En estos casos se propone la introducción de un pez como controlador biológico con características de depredador tope en la cadena alimenticia del ecosistema acuático, buena adaptación a ambientes lénticos (no torrentosos) y que en su dieta  incorporen  cantidades  significativas  de estos camarones; tales cualidades las reúne la especie Cichla orinocensis conocida comúnmente como  pavón  (Zaret,  1980;  Rodríguez,  1999; Lasso y Machado-Allison, 2000). Por otro lado, esta  especie  consume   amplia  gama  de  presas lo cual  le  privilegia  como depredador (Margalef,  1977),  razón  por  la  cual  se  espera que aparte de los camarones, los pavones consuman  pequeñas sardinas y otras especies de la ictiofauna acompañante en las lagunas de producción.

Según Nomura (1977) las lagunas de piscicultura representan un hábitat adecuado para la reproducción del pavón y se debe proceder a un plan de manejo. Es de recordar que el pavón es un pez muy apreciado por la exquisitez de su carne, razón por la cual también serían cosechadas las tallas aptas para consumo (alrededor de 500 g). Nuevas introducciones de alevines de cachama ameritarían una etapa de pre-engorde para evitar su depredación.

A nivel metodológico, la propuesta de controlar M. amazonicum con C. orinocensis en las lagunas de cultivo de cachama, requiere experimentos previos a nivel de laboratorio para establecer las relaciones depredador-presa, cuya información es limitada en la actualidad. El objetivo de este trabajo fue establecer la relación trófica entre la talla del depredador y la talla de la presa para una eventual utilización del pavón como  control  biológico  del  camarón  de  río. Así mismo, se establecieron las relaciones morfométricas de longitud-peso del depredador y la presa. 

MATERIALES Y MÉTODOS 

Fue determinada la relación peso-longitud tanto para el depredador como para la presa a los fines de tener mayor conocimiento sobre sus dimensiones (Ricker, 1973). Los especímenes de pavón  fueron  capturados  mediante  redes  de malla fina en la represa Francisco Hamelink o Cumaripa, estado Yaracuy a los fines de seleccionar por tamaño e instalar el experimento. Una cantidad de 66 ejemplares fue reservada, transportada  y  conservada  en  alcohol  al  70 % para  registrar  el  peso  así  como  la  longitud estándar  desde  la  punta  de  la  boca  cerrada hasta el inicio de la aleta caudal mediante un vernier e ictiómetro. Con el mismo propósito de efectuar mediciones fueron capturados 107 camarones en los  estanques de la Estación de Piscicultura de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”  en Yaritagua, estado Yaracuy, donde existen por invasión procedentes del embalse Germán Rovati Carballo o Guaremal de donde se surte de agua esta unidad para su funcionamiento. Para el pesaje de los camarones se utilizó la misma metodología y equipos que para los pavones y su longitud total fue tomada desde el extremo del rostro hasta la punta del telson (New y Singholka, 1984).

En  relación  a  las  tallas  utilizadas  tanto  de  la presa  como  del  depredador,  se  tomaron  en cuenta observaciones previas relacionadas con las máximas  tallas  promedio  alcanzadas  por  la presa y la talla mínima promedio necesaria del depredador para atrapar los camarones de mayor tamaño.

Se  determinaron  las  dimensiones  de  la apertura bucal del pavón y los resultados se relacionaron, mediante ecuaciones de regresión,  con la longitud estándar y el peso de cada ejemplar.

Para observar el comportamiento al exponer presa-depredador, los peces fueron seleccionados por tamaño siendo ellos: 10, 20, 30, 40, 50, 60, 70, 80, 90, 100, 110 y 120 mm. Para cada talla fueron seleccionados ocho ejemplares, es decir, cada tratamiento fue replicado 8 veces. Cada pez fue colocado  individualmente  en  acuarios  (70 x 40 x 30 cm)  lleno  hasta  las tres cuartas partes provistos  de  suficiente  aireación  mediante  un  

equipo soplador a los fines de garantizar adecuada concentración  de oxígeno disuelto. Un día después fueron introducidos en cada uno de los 96 acuarios los siguientes grupos de camarones: 10 ejemplares de cada una de las siguientes tallas 10, 20, 30, 40, 50 y 60 mm, es decir, 60 camarones por  acuario  para  un  total  de  5760  ejemplares. El número de camarones consumidos fue  anotado, al igual que  la forma en que fueron comidos y el tiempo que duró el proceso de  depredación. Estas relaciones presa-depredador fueron procesadas mediante el coeficiente de correlación de Pearson. 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN 

Relación peso-longitud estándar  para el pavón

Para  el  rango  de  longitud-peso  estudiado (10 a 120 mm) se obtuvo una ecuación potencial (P = a·LEb) altamente significativa (Cuadro 1) con un valor de b mayor a 3 lo que indica un crecimiento alométrico mayorante, es decir, que proporcionalmente existe mayor incremento en peso que en longitud, lo que es normal en los peces (Bagenal y Tesch, 1968; Holden y Raitt, 1974; Weatherley y Gill, 1987). No obstante,  otros autores (Jepsen, 1995; Rodríguez, 1999) han detectado tendencia al crecimiento isométrico (b = 3), pero las muestras incluyeron ejemplares con tamaños muy superiores. Para las tallas consideradas de pavón (alevín-juvenil) tal comportamiento puede deberse a que no están afectados por la maduración sexual, la cual es alcanzada a partir de los 225 mm de LE (Lasso y Machado-Allison, 2000), lapso éste que está fuera de las tallas bajo estudio.

Cuadro 1. Asociación entre parámetros morfométricos del pavón (NC) y del camarón de río (NC)

Especie

Ecuación de regresión

r2

Probabilidad

Pavón

P = 1,131·10-5 x LE 3,217

0,963

0,001

 

AB = - 48,206 + 2,0544 LE + 2,0505 P

0,850

0,001

 

 

 

 

Camarón de río

P =  7,8311·10-5 LE 2,9737

0,985

0,001

P: peso; LE: longitud estándar; AB: apertura bucal

Relación peso-longitud total para camarones

Se encontró que la relación entre el peso y la longitud total es potencial (Cuadro 1). Su comportamiento se define mediante la ecuación, cuyos valores son análogos a los presentados por especies afines (Álvarez et al., 1997). El exponente de la ecuación indica que el camarón de río presenta tendencia al crecimiento isométrico, lo cual coincide con los resultados de Román y Campos (1993). 

Relación abertura bucal (AB), peso y longitud estándar en el pavón

Se halló una ecuación de regresión múltiple altamente significativa entre la abertura bucal y el tamaño del cuerpo del pavón (Cuadro 1) sugiriendo que a mayores longitudes del depredador mayores tamaños de la presa podrían ser consumidos.

La abertura de la boca del pavón es grande en relación con el cuerpo, lo que le permite depredar camarones de buen tamaño. La configuración y abertura bucal, los dientes mandibulares y tipo de labios son caracteres que permiten realizar identificaciones ictiológicas. En tal sentido, existen numerosas especies pertenecientes a la familia de los cíclicos que siendo también depredadores como el pavón, comparativamente presentan una abertura bucal muy pequeña en relación al cuerpo (Lasso y Machado-Allison, 2000), lo que les limita el tamaño de presas a consumir.

Relación depredador-presa

En el Cuadro 2 se observan los resultados del análisis de 146 eventos de depredación en función de las tallas del depredador y la presa. El coeficiente de correlación altamente significativo y positivo (r = 0,507; P≤0,001) indica que el tamaño del pavón y el del camarón están  estrechamente asociados, es decir, que según la longitud, los camarones sólo podrán ser engullidos por  pavones  de  determinada  talla.  Layman et al. (2005) revisaron 31 peces depredadores en ríos de Venezuela incluyendo a O. orinocensis y determinaron elevada correlación entre el tamaño del  pez  y  la  talla  de  presas encontrados en sus contenidos estomacales. Por otro lado, a nivel de consumo no se evidencian preferencias por tallas ni cantidad de camarones a ser depredadas.

Cuadro 2. Consumo de camarones  (M. amazonicum) por parte del pavón (C. orinocensis)  en función del tamaño de la presa y el depredador (media ± SD)

Pavón

(mm)

 

Camarón (mm)

 

10

20

30

40

50

60

Total

10

N

-

-

-

-

-

-

-

 

Promedio

-

-

-

-

-

-

-

 

 

 

 

 

 

 

 

 

20

N

8

-

-

-

-

-

8

 

Promedio

13,75

±

5,18

-

-

-

-

-

13,75

±

5,18

 

 

 

 

 

 

 

 

 

30

N

7

4

-

-

-

-

11

 

Promedio

14,29

±

7,87

10,00

±

0,00

-

-

-

-

12,73

±

6,47

 

 

 

 

 

 

 

 

 

40

N

4

4

2

-

-

-

10

 

Promedio

22,500

±

5,00

10,00

±

0,00

10,00

±

0,00

-

-

-

15,00

±

7,07

 

 

 

 

 

 

 

 

 

50

N

6

2

-

2

-

-

10

 

Promedio

25,00

±

8,37

10,00

±

0,00

-

10,00

±

0,00

-

-

19,00

±

9,94

 

 

 

 

 

 

 

 

 

60

N

5

2

0

3

-

-

10

 

Promedio

22,00

±

13,04

15,00

±

7,07

-

10,00

±

0,00

-

-

17,00

±

10,59

 

 

 

 

 

 

 

 

 

70

N

7

4

2

3

-

-

16

 

Promedio

27,14

±

12,54

10,00

±

0,00

10,00

±

0,00

10,00

±

0,00

-

-

17,50

±

11,83

 

 

 

 

 

 

 

 

 

80

N

8

4

4

4

-

-

20

 

Promedio

27,50

±

10,35

15,00

±

5,77

10,00

±

0,00

10,00

±

0,00

-

-

18,00

±

10,56

 

 

 

 

 

 

 

 

 

90

N

4

5

5

3

1

-

18

 

Promedio

17,50

±

9,57

18,00

±

10,95

18,00

±

4,47

10,00

±

0,00

10,00

-

16,11

±

7,76

 

 

 

 

 

 

 

 

 

100

N

3

3

6

3

2

-

 

 

Promedio

26,67

±

15,28

13,33

±

5,77

13,33

±

5,16

10,00

±

0,00

10,00

±

0,00

-

14,71

±

8,75

 

 

 

 

 

 

 

 

 

110

N

1

3

-

5

3

1

13

 

Promedio

20,00 

20,00

-   

12,00

±

4,47

10,00

±

0,00

10,00

13,85

±

6,50

 

 

 

 

 

 

 

 

 

120

N

2

3

1

3

2

2

13

 

Promedio

30,00

±

0,00

16,66

±

5,77

10,00

10,00

±

0,00

10,00

±

0,00

10,0

±

0,00

14,62

±

7,76

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Total

N

55

34

20

26

8

3

146

 

Promedio

21,82

±

10,38

13,82

±

6,52

13,00

±

4,70

10,39

±

1.96

10,00

±

0,00

10,00

±

0,00

15,82

±

8,77

Relación peso-longitud total para camarones

Se encontró que la relación entre el peso y la longitud total es potencial (Cuadro 1). Su comportamiento se define mediante la ecuación, cuyos valores son análogos a los presentados por especies afines (Álvarez et al., 1997). El exponente de la ecuación indica que el camarón de río presenta tendencia al crecimiento isométrico, lo cual coincide con los resultados de Román y Campos (1993).

Relación abertura bucal (AB), peso y longitud estándar en el pavón

Se halló una ecuación de regresión múltiple altamente significativa entre la abertura bucal y el tamaño del cuerpo del pavón (Cuadro 1) sugiriendo que a mayores longitudes del depredador mayores tamaños de la presa podrían ser consumidos.

La abertura de la boca del pavón es grande en relación con el cuerpo, lo que le permite depredar camarones de buen tamaño. La configuración y abertura bucal, los dientes mandibulares y tipo de labios son caracteres que permiten realizar identificaciones ictiológicas. En tal sentido, existen numerosas especies pertenecientes a la familia de los cíclicos que siendo también depredadores como el pavón, comparativamente presentan una abertura bucal muy pequeña en relación al cuerpo (Lasso y Machado-Allison, 2000), lo que les limita el tamaño de presas a consumir.

Relación depredador-presa

En el Cuadro 2 se observan los resultados del análisis de 146 eventos de depredación en función de las tallas del depredador y la presa. El coeficiente de correlación altamente significativo y positivo (r = 0,507; P≤0,001) indica que el tamaño del pavón y el del camarón están  estrechamente asociados, es decir, que según la longitud, los camarones sólo podrán ser engullidos por  pavones  de  determinada  talla.  Layman et al. (2005) revisaron 31 peces depredadores en ríos de Venezuela incluyendo a O. orinocensis y determinaron elevada correlación entre el tamaño del  pez  y  la  talla  de  presas encontrados en sus contenidos estomacales. Por otro lado, a nivel de consumo no se evidencian preferencias por tallas ni cantidad de camarones a ser depredadas.

Los pavones de 10 mm no depredaron camarones probablemente porque en sus primeras etapas de vida consumen macroplancton (De Mafra, 1977) de dimensiones muy particulares.

De manera general puede afirmarse que los pavones pueden consumir camarones con una medida que puede llegar hasta el 80 % de su propio tamaño. En tal sentido, Rodríguez (1999) afirma que dicha relación entre el tamaño del pavón y sus presas (peces y camarones) puede llegar a un 70 %. Este comportamiento se ve influido por el consumo de camarones con tallas inmediatamente inferiores a las del pavón.

El ataque de los pavones es violento y viene precedido de actitudes de acecho. Atrapa el camarón y lo acomoda de cola para tragarlo entero. Probablemente esta ubicación de la presa le  permite  prevenir  daños  en  su  cavidad  bucal por parte del rostro espino y otras estructuras punzantes que presenta. La duración de los

ataques tiene un promedio de 15 minutos con escasa desviación.

Es  importante  destacar  que  los  pavones  en las lagunas pudieran no sólo controlar a los camarones sino que también lo podrían hacer con otros peces invasores de bajo porte, como sardinas, gupys, carpitas, viejitas, entre otros, dado su comportamiento de consumir  una  amplia  gama  de  especies  lo  cual le privilegia como depredador (Margalef, 1977).

En el caso de aprovechar ambas especies (cachama y pavón) se trataría de un policultivo (Bocek, 1990) donde serían cosechados los ejemplares con tamaño apto para consumo, es decir, por encima de 500 g. Para nuevas siembras de alevines de cachama,  es necesario que pasen por la etapa de pre-engorde hasta juvenil (Díaz y López, 1993; Wicki et al., 2001) a los fines de evitar depredación por parte de los pavones.

CONCLUSIONES

En la relación tamaño del pavón y del camarón existe correlación positiva, es decir, que determinada talla de camarón sólo podrá ser engullida por tallas adecuadas de pavón. No obstante, no se observó preferencia por las tallas a depredar ni su cantidad.

Se determinó alta correlación entre la abertura bucal y el tamaño (longitud y peso) de los pavones. Por ello, en función de la capacidad bucal los pavones consumen camarones con tallas que llegan hasta el 80 % de su propio tamaño.

Tallas del  pavón entre 20 y 120 mm de longitud estándar pueden ser introducidas para ejercer el control de camarones en los estanques de producción piscícola.

La especie Cichla orinocensis puede utilizarse como controlador biológico del camarón de río Macrobrachium amazonicum. Tal hipótesis debe ser validada en el campo y proponer un manejo en policultivo.

AGRADECIMIENTO

Al Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico (CDCHT) por el financiamiento otorgado, y a la Prof. Lisbeth Díaz por su colaboración en el análisis estadístico de los  datos  así  como  al  personal  técnico  y obrero de la Estación de Piscicultura por su

participación en esta investigación.

LITERATURA CITADA

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