SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.24 número61Represión estudiantil en la Venezuela contemporánea caso: Sucesos de hoyo de la puerta del 19 de septiembre de 1984El heraldo octubrista: Rómulo Betancourt, motivos y objetivos de la revolución de 1945 índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Tiempo y Espacio

versión impresa ISSN 1315-9496

Tiempo y Espacio vol.24 no.61 Caracas jun. 2014

 

Relación de la naturaleza, el clima y la espiritualidad de las comunidades indígenas agrícolas kari’ña del estado Anzoátegui, Venezuela

Relationship of nature climate and spirituality of indigenous communities state agricultural Anzoátegui Kari’ña, Venezuela

Barlin Orlando Olivares

Investigador. Servicio de Agrometeorología. Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA). Venezuela. E-mail: barlinolivares@gmail.com.

Resumen: Los pueblos indígenas kari’ña que habitan en el estado Anzoátegui organizan sus vidas sociales, económicas y rituales, y fundan sus conocimientos y practicas basándose en ciclos astronómicos y ecológicos descritos en forma de relatos por los ellos mismos, considerados como poseedores de conocimientos. El objetivo del trabajo fue establecer la relación de la naturaleza, el clima y la espiritualidad de cuatro comunidades indígenas de la etnia kari’ña ubicadas en el estado Anzoátegui. Para llevar a cabo la investigación se desarrollaron cuatro encuentros durante el mes de abril de 2011 en las comunidades: Mapiricure, Mapirikaki, Santa Rosa la Magnolia y Bajo Hondo con la participación de treinta y siete pobladores. Para esta cultura Kari´ña el entorno natural es la base fundamental de su mundo religioso, estos pobladores se dedican mayormente a la agricultura de subsistencia (patios productivos o conuco), la caza y la pesca para su alimentación familiar. En términos generales, esta investigación permite comprender la relación entre los pueblos indígenas kari’ña y su entorno, así como las prácticas rituales, agrícolas o cotidianas y los conocimientos implicados. Mas allá de eso, este estudio pretende convertirse en una forma de explorar la interfaz entre los conocimientos indígenas y los investigadores, al unirse ambos paradigmas, se pueden estudiar los ciclos de la vida, naturales y sociales, que pueden observarse y registrarse en función al tiempo.

Palabras clave: etnia Kari´ña, biodiversidad, recursos naturales, Anzoátegui.

Abstract: Kari’ña Indigenous peoples living in the state of Anzoategui organize their social, economic and ritual, and base their knowledge and practices based on astronomical cycles and ecological described as stories by themselves, considered as having knowledge. Th e objective was to establish the relationship of nature, climate and spirituality of four indigenous communities of ethnic Kari’ña located in Anzoategui state. To carry out research developed four games during the month of April 2011 in the communities: Mapiricure, Mapirikaki, Santa Rosa Magnolia and Bajo Hondo involving thirty-seven people. To this culture Kari’ña the natural environment is the foundation of their religious world, these people are mostly involved in subsistence agriculture (productive or conuco yards), hunting and fi shing for their family diet. Overall, this research allows us to understand the relationship between indigenous peoples and their environment Kari’ña and ritual practices, agricultural and knowledge involved every day. Beyond that, this study aims to become a way of exploring the interface between indigenous knowledge and researchers, by joining both paradigms, you can study life cycles, natural and social, which can be observed and recorded according to time.

Key words: ethnic Kari’ña, biodiversity, natural resources, Anzoategui.

Recibido: 19/12/2013. Aprobado: 04/02/2014.

Introducción

Básicamente, en la gran extensión de sabanas y morichales de la Mesa de Guanipa en el estado Anzoátegui se concentran la mayor parte de la población Kari´ña de Venezuela, así mismo, algunas de estas comunidades indígenas se esparcen hacia el norte en la región de Úrica y en el estado Sucre, en las estribaciones del macizo del Turimiquire. Por su parte, en Monagas los Kari´ña en los poblados llamados Aguasay y Areo, mientras que hacia el sur del país habitan en las riberas inundables del Orinoco medio en los estados Anzoátegui y Bolívar.

Actualmente la población indígena Kariña es de 12.000 habitantes, distribuidos en cuatro estados de Venezuela tales como: Anzoátegui, Bolívar, Monagas y Sucre, organizados en comunidades y dirigidos por un gobernador (Dopooto). En el estado Anzoátegui, los Kari´ña se encuentran en grandes zonas del centro y sur del estado, abarcando el municipio Pedro María Freites representado por las siguientes comunidades: Mare-Mare, Barbonero, Tascabaña I, Tascabaña II, Bajo Hondo, Santa Rosa de la Magnolia, Santa Rosa de Tácata (La Isla, Paraman, San Vicente, Capachito, Carutico, Algarrobo, Trapichito) y La Florida (Olivares et al., 2012).

Estas comunidades se sitúan dentro de este gran territorio que en un nivel macro se percibe como bajo y plano, siendo un área de relieve particular. Estas son las mesas descritas como “vastos espacios de sabanas, de suelo arenoso, permeable y movedizo, sin agua, sin árboles, de escasa vegetación herbácea y casi constantemente barridos por los vientos” Bracho (2001).

En este orden de ideas, las comunidades kari’ña, fundamentalmente dedicadas a la actividad agrícola y pecuaria, están en territorios donde esencialmente se explota el petróleo, el hierro y otros minerales. Esto ha traído como consecuencia una serie de impactos negativos en su ecosistema, cultura y forma de vida. Muchos de los pobladores kari’ña han tenido que ir a trabajar en las ciudades y campos petroleros cercanos. Hoy en día, muchas fuentes de agua superficiales representadas principalmente por morichales han sido perjudicados a tal punto que muchos de ellos ya se encuentran secos, también las tierras cercanas a explotaciones petroleras ya no son tan fértiles debido a los problemas que se generan de esta actividad.

La sabiduría indígena con respecto a la biodiversidad y las formas en que los recursos se utilizan es un aspecto estrechamente vinculado con la cultura, la identidad, el territorio y el desarrollo. La cultura kari’ña cruza todas las dimensiones de una sociedad. El medio ambiente biológico, los recursos vegetales y la forma en que los grupos humanos los utilizan son también parte de su cultura.

La identidad es resultado de un proceso social, que surge y se desarrolla en interacción cotidiana con los demás, y esto dá lugar a un conjunto de prácticas sociales y culturales. La cultura sólo puede proyectar su eficacia por medio de la identidad; por lo tanto ésta, la cultura y el territorio constituyen dimensiones esenciales dentro de cualquier proceso de desarrollo regional, como lo sostienen algunos autores (Rivero et al., 2002; Hernández, 2001; Olivares et al., 2012)

El largo contacto de los kari’ña con la sociedad criolla ha originado múltiples cambios en las manifestaciones culturales que usualmente sirven para identificar a los indígenas (vestido, tecnología, vivienda, entre otros). La mayor expresión de estos cambios se refleja en los kari’ña que han migrado a ciudades cercanas a sus comunidades de origen como El Tigre, Cantaura y Ciudad Bolívar y que allí se han ido insertando en el sistema productivo nacional. No obstante, los kari’ña han logrado mantener su identidad étnica como segmento diferenciado de la sociedad nacional, su idioma, código de expresión de innumerables contenidos culturales propios, diversas costumbres sociales y creencias religiosas; así como un probado arraigo a sus tierras ancestrales (Rivero et al, 2002).

Las comunidades indígenas en Venezuela representan un punto clave para el rescate de la cultura, saberes y tradiciones populares. En este sentido, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su Título III: De los Derechos Humanos, Garantías y Deberes, Capítulo VIII: De los Derechos de los pueblos indígenas, Artículo 121; subraya que “los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y desarrollar su identidad étnica y cultural, cosmovisión, valores, espiritualidad y sus lugares sagrados y de culto”.

El pueblo Kari´ña es descendiente directo del pueblo Caribe, que luchó desde el mismo momento en que se inicia la invasión a nuestro territorio, con conocimiento del mundo natural, espiritual y social en materias tales como: astronomía, medicina, caza, pesca, recolección y solida convivencia con la naturaleza (Amodio, 1991; Ministerio del Poder Popular Para la Educación, 2008).

Para comprender los fundamentos filosóficos del pueblo Kari´ña, es necesario explicarlos en dos momentos considerados de gran relevancia. El primero se refiere a la existencia de los tres grandes mundos que conforman el pueblo Kari´ña, y el otro, se trata de la creación del ser humano Kari´ña, el origen como hombres y mujeres pobladores del mundo y portadores de una sabiduría y cultura propia que los identifica entre sí y los diferencia de otros pueblos. Ambos momentos están indisolublemente unidos, por lo cual, no pueden entenderse uno sin el otro porque en realidad, es una sola creación del mundo y del hombre Kari´ña realizada por Kaaputaano, quien representa el dueño del universo (Ministerio del Poder Popular para la Educación, 2008).

Lo antes señalado representa el proceso social y cultural mediante el cual se trasmiten los conocimientos, valores y creencias de la identidad Kari´ña, que reclaman los ancestros a través de los sueños, basado en el sentido de pertenencia que como Kari´ña responde a modos propios de crianza y socialización, que garantiza la permanencia en el tiempo, iniciándose desde el nacimiento de individuo hasta más allá de su muerte física, la cual está enmarcada dentro del paso del mundo natural al espiritual (Olivares et al., 2012).

Conviene señalar, que la capacidad de percepción del clima de los indígenas, influye en la toma de decisiones y en la planificación agrícola, esta tiene igual importancia que los estudios climatológicos de carácter objetivo basados en series sistemáticas y homogéneas de datos meteorológicos tomados por estaciones (Vide, 1990; Baldiviezo y Aguilar, 2006). La percepción climatológica y meteorológica tiene una gran fuerza, por sus profundas raíces en las experiencias y vivencias personales de las comunidades agrícolas. En general, los productores expresan ciertas conclusiones sobre la evolución del tiempo atmosférico vivido.

Esta investigación representa un nuevo enfoque de las líneas de investigación, considerada como investigación participativa. Este enfoque es la síntesis de los aportes realizados por los mismos sectores populares organizados y por los intelectuales comprometidos con la construcción de la nueva sociedad. Los indígenas kari’ña son parte importante de la tradición del estado Anzoátegui, razón por la cual debemos respetar y conocer más a fondo su cultura y creencias. A través de la siguiente investigación se podrá establecer la importancia de la relación de la naturaleza con la espiritualidad de la cultura kari’ña.

Metodología

La presente investigación se basa en la experiencia treinta y siete (37) miembros de las comunidades kari’ña de Mapiricure y Mapirikaki pertenecientes al municipio Anaco, Santa Rosa La Magnolia y Bajo Hondo del municipio Pedro María Freites del estado Anzoátegui (ver cuadro Nº 1, en la página siguiente).

Esta investigación se fundamenta en el marco de las visitas de inspección de la Gran Misión AgroVenezuela durante el mes de abril del año 2011, la cual permitió establecer el contacto directo con los habitantes de las comunidades agrícolas indígenas de los municipios anteriormente indicados. La figura Nº 1 (en la página siguiente) muestra la delimitación del área ocupada por comunidades kari’ña en el estado Anzoátegui.

Para dar inicio a la investigación, fue precisa la conformación de un equipo de trabajo, el cual tuvo como función principal actuar como organizador del encuentro y sistematizador de la información que se generó durante el desarrollo del mismo.

La convocatoria fue hecha por el Consejo Comunal de las diferentes comunidades, a todos los habitantes de la comunidad que se dedicaban a la actividad agrícola (ver figura Nº 2, en la página 137). Para realizar la convocatoria el equipo de trabajo se apoyo en líderes naturales, así como en todas las fuerzas sociales y políticas que hacen vida en la comunidad, quienes motivaron y sensibilizaron a sus habitantes para que asistieran al encuentro, haciéndoles ver lo importante de la participación de todos y los beneficios que se derivarán de dicha actividad.

Se realizó un encuentro en cada comunidad abordada. La metodología realizada se basó en dos fases (ver cuadro Nº 2, en la página 136), la primera relacionada con el acercamiento el cual tuvo como objetivo establecer el interés de los habitantes en participar en el encuentro y la segunda fase denominada exploratoria, la cual tuvo como objetivo describir la importancia que existe entre la naturaleza y la espiritualidad de la cultura kari’ña.

En esta última fase, se aplicó un cuestionario como instrumento de recolección de información considerando las características de la población, tales como: origen, sexo, edad, nivel de educación, tipo de actividad que desempeña. Así mismo, se formularon preguntas relacionadas con la percepción de la naturaleza y su vínculo directo con las actividades que ellos desarrollan.

Después de realizar las entrevistas focalizadas en los encuentros con los habitantes, se procedió a analizar y trascribir la información aportada y reforzarla con la revisión de literatura referente a la cultura Kari´ña.

Resultados y discusión. Cosmovisión de la cultura Kari´ña

De acuerdo a las entrevistas focalizadas, los participantes manifiestan que la cosmovisión Kari´ña divide al universo en dos grandes zonas: la superior o mundo espiritual, la cual corresponde al cielo y la inferior compuesta por el mundo social y el mundo natural que está representada por el cerro o las montañas, el agua y la tierra, donde cada región del universo tiene su “dueño”. En primer lugar, se menciona a (Kaaputaano) como dueño del cielo o universo, el posee el dominio de los poderes sobrenaturales y estableció las normas de la religión indígena de esta cultura. Así mismo, (Maabare) representa el dueño del cerro o las montañas, las cuevas y los farallones y padre de todos los chamanes o denominados en su lengua como (Puddai), (Kuruupi) representa el dueño de la selva y todos los arboles, animales, cuevas entre otros y por último, está el dueño del agua denominado (Akodummuo), según la cosmovisión es el abuelo de las serpientes y gran auxiliar del (Puddai) (figura 3). Muchos de los participantes establecer que los zamuros (Kuruumukon) juegan un rol importante en la cultura Kari´ña debido principalmente a que son considerados como mensajeros entre el mundo inferior y superior.

Según las creencias ancestrales de los Kari´ña, cada ser humano tiene un espíritu/sombra que se proyecta en el suelo, en el agua o en el espejo y se concreta en el alma (Jaqaru). Durante el sueño el alma sale del cuerpo, viaja lejos y comunica con los familiares que habitan en el mundo de los muertos. En este aspecto, los Kari´ña poseen el don de percibir una enfermedad o de una situación conflictiva como castigo del dueño o espíritu poseedor de las cosas y lugares.

Los sueños juegan un papel muy importante, pues los espíritus pueden servirse de ellos para materializar sus designios el (Jaqaru) puede sufrir las enfermedades del asombro, de la captura y de la perdición. Para ello el chaman (Puddai) invoca a los espíritus auxiliares como el jaguar, la culebra y el zamuro y con su ayuda logra curar al enfermo.

El chaman (Puddai), representa el médico del cuerpo y del alma, el cual posee amplios conocimientos sobre el poder curativo de las plantas, también poseen ciertos poderes o dones sobrenaturales según los habitantes Kari´ña, capacidad para comunicarse con los espíritus de la naturaleza. El chaman es convocado por el dueño del cerro (Maabare), cuyo llamado no puede ser desoído o puede ser visitado muchas veces y en cualquier forma por el espíritu.

Según Civireux (1973); Amodio (1993) establecen que en la memoria de los Kari´ña pervive el recuerdo de tiempos muy antiguas, cuando habitaban en regiones con cerros y abrigos rocosos profundos, de allí la importancia que se le concede a los farallones y algunos cerros dentro de la geografía simbólica Kari´ña.

Según los relatos de los participantes, actualmente los chamanes (Puddai) son muy pocos y a medida que pasa el tiempo los jóvenes no se interesan por aprender la historia sagrada y se muestran indispuestos a incluirse en los procesos iniciativos de la cultura indígena. De acuerdo a la información suministrada por los entrevistados los chamanes propiamente Kari´ña recetan observando la orina de los pacientes. Así mismo, los remedios caseros recomendados incluyen bebidas de plantas curativas, dietas y algunos reconstituyentes, así como oraciones en las que se mezclan diversas creencias.

Sin embargo, a pesar de que los jóvenes Kari´ña se han mostrado de cierta manera desinteresados en varios aspectos, es conveniente indicar que para muchos adolescentes Kari´ña conservar su lengua ha sido un gesto hacia su cultura. Los adultos mayores indican que desde hace décadas han emprendido una lucha importante para no perder su unidad como pueblo y reconquistar sus valores culturales y sobretodo espirituales.

La población Kari´ña comparte una relación armónica con la naturaleza (Noono), el cual es definido por los habitantes como el territorio sagrado que de alguna manera permite vivir de manera material y espiritual. Ellos realizan el trabajo comunitario representando su forma de vida, trabaja en armonía con la naturaleza y cultiva los recursos que aseguran su modo de vida. Para los habitantes de esta cultura indígena, la tierra es concebida como la fuente de vida del hombre.

Esta cultura indígena se caracterizó por la relación armónica que mantenían con la naturaleza, por el respeto que les inspiraban los recursos naturales, por la lengua Kari´ña, la medicina tradicional que practican, las expresiones artísticas muy dinámicas y las costumbres religiosas de estos habitantes.

Uso de los recursos naturales en la cultura Kari´ña

En términos generales para las comunidades indígenas Kari´ña el entorno natural es la base fundamental de su mundo religioso. Según la información proporcionada por los participantes del encuentro, este entorno está dominado por una serie de espíritus, los cuales tienen la particularidad de poseer poder y sabiduría, que de alguna manera pueden beneficiar o hacer algún daño al hombre.

En este aspecto (Rivero et al., 2002) indican que su cosmovisión es muy diferente a la de la población criolla, la cual percibe a la naturaleza de forma secularizada y pragmática; es decir, un medio que se posee y que debe ser aprovechado para obtener determinados beneficios. Es preciso mencionar que los Kari´ña se han caracterizado por ser esencialmente sedentarios, aún en tiempos pasados cuando su patrón de asentamiento era disperso, su subsistencia tradicionalmente ha dependido de los frutos que le prodiga el conuco. Éste es termino de conuco es definido por Amodio et. al (1991) como “pequeñas extensiones de tierras cercanas a los morichales, cultivadas por un período limitado de años y trasladados periódicamente para no agotar los nutrientes del suelo”.

Además de la agricultura de subsistencia (patios productivos o conuco), los pobladores Kari´ña dependen de la caza y la pesca para su alimentación familiar. En el caso de las comunidades abordadas, la cantidad de proteínas que la pesca aporta a la dieta familiar es significativa y tiene mayor importancia que la caza. La diversidad de la fauna silvestre en los diferentes hábitats ocupados por los esta cultura indígena, es generalmente baja y localizada en ciertas áreas localizadas y en gran medida muchas de estas áreas influenciadas por la actividad antropogénica. La abundancia relativa de las especies también es baja, encontrándose importantes concentraciones de animales solo en los cuerpos de agua naturales o artificiales. Con relación a la caza, las especies más importantes son los reptiles; especialmente la iguana, la cual es muy consumida entre los habitantes por su carne y huevos.

Hoy en día, es importante mencionar que aunque los Kari´ña han sido despojados de sus mejores tierras agrícolas ellos intentan mantener sus actividades agrícolas basadas en la agricultura de subsistencia; estas comunidades aun siembran en los morichales donde obtienen gran variedad de productos agrícolas tanto para el consumo interno como para la producción artesanal en ocasiones. Algunos productos cultivables en estas tierras son yuca amarga (Manihot esculenta Crantz), batata (Ipomoea batatas L ) , maíz (Zea mays L); frijoles (Vigna sinensis L), auyama (Cucurbita máxima L), plátano (Musa paradisiaca L), lechosa (Carica papaya L), ciruela (Prunus armeniaca L), mango (Mangifera indica L), patilla (Citrullus lanatus T), melón (Cucumis melo L) y ají (Capsicum annuum L), además de ciertas plantas medicinales y utilitarias como el algodón. Dentro de este orden de ideas, los pobladores de estas comunidades indígenas mencionan algunos de los recursos de flora (cuadro 3, en la página siguiente) y fauna (cuadro 4, en la página 143) y los diferentes usos (cuadro 3).

Tradicionalmente los pobladores Kari´ña han explotado el moriche, es justamente de esta especie vegetal, del que obtienen diversos usos dentro de los que destacan: en primer lugar el consumo de la pulpa de la fruta, construcción del techo de las viviendas mediante los cogollos del moriche y sacan fibras de las hojas para tejer chinchorros, cestas y diversos detalles como artesanías. A su vez, utilizan el merey para autoconsumo y venta, principalmente recolectan la semilla en la sabana oriental y luego la someten a fuego hasta obtener la semilla tostada y comestible.

En la Mesa de Guanipa las comunidades Kari´ña cultivan: maní, ajonjolí y caraotas, mientras que en las tierras inundables sembraron: algodón, auyama, caraota negra y batata dulce entre otras. Gracias a su gran adaptabilidad, demostrada en la forma como colonizaron el medio ambiente de las mesas y posteriormente los rebalses del río Orinoco, los Kari´ña han cultivado más de cien especies vegetales diferentes, cifra bastante mayor que las cultivadas por otros pueblos indígenas. Una forma sencilla que se entiende es que tienen conucos en los morichales, para el verano y en la sabana para trabajarlo en el invierno.

Desde un punto de vista ecológico; la fauna silvestre ocupa en la región de los Kari´ña varios hábitats típicos de los llanos orientales y de las riberas del Orinoco: sabanas abiertas o arboladas, bosques residuos y matorrales, bosques ribereños que incluyen los bosques de galería y los morichales, aparte de los hábitats de cuerpos de agua.

Relación de la naturaleza y la precepción del clima

También los habitantes de la comunidad indicaron que existen manifestaciones dentro de su cultura Kari´ña, tal como lo representa el sol (Beedu), es muy respetado por todos los miembros de la comunidad, se cree que cuando existe un eclipse de sol algunos animales se ponen furiosos, esto representa un castigo de Kaaputaano. Por su parte en las actividades tales como elaboración de casabe y extracción de fibra de moriche se realiza únicamente en los días soleados.

Por su parte, la luna (Nunno), representa para los Kari´ñas el mundo en el cual se basan todas y cada una de las actividades que desarrollan tales como: la siembra, cosecha, cacería, construcción de viviendas, artesanías y otras (figura Nº 4, en la página siguiente).

Mediante las entrevistas se determinó que las fases de luna menguante y la luna nueva son las más importantes. Según las creencias, la luna menguante, es la fase más adecuada para realizar las labores de siembra debido al normal crecimiento y desarrollo de los cultivos sin ataques severos de plagas y enfermedades. Esta fase lunar es idónea para cortar palma y madera para la construcción de viviendas y cercas, ya que los materiales serán más duraderos. La luna menguante es considerada por los Kari´ñas como la más adecuada para realizar las labores de cosecha, preparación, conservación y consumo de alimento, así como también, la elaboración de herramientas de trabajo.

En cambio, en la fase de luna nueva se pueden realizar las deforestaciones racionales en la zona, no es recomendable para la siembra de cultivos debido principalmente a que las plantas no proporcionar frutos con excepción de la caña porque adquiere mayor tamaño y genera guarapo en abundancia. Los agricultores denominan a esta fase como “se fue en vicio” y todas las plantas son más vulnerables al ataque de plantas y enfermedades de manera severa.

Las estrellas (Shiri´shokon) forman parte de la cosmovisión del pueblo Kari´ña; cuando en el cielo se observan muchas estrellas, se predice escasez de lluvia y abundancia en alimentos. Por el contrario, si en el cielo no se ven muchas estrellas, es indicativo de que pueden generarse lluvias y los alimentos serán muy pocos.

La lluvia (Konoopo) es de gran relevancia en la actividad agrícola de la zona; la orientación de las lluvias indica buenos o malos rendimientos, es decir cuando vienen del este al oeste, las mejoras en las plantas se dan a mitad de la temporada durante los meses de julio y agosto fortaleciendo el crecimiento por la suplencia de agua generando buenos rendimientos. Por su parte, los participantes, señalaron que el calendario Kari´ña (cuadro 5, ver la siguiente página) está regido por dos periodos, los cuales son el lluvioso y el seco, en cada periodo los habitantes de la zona mantienen diversas actividades, tales como la caza pesca y recolección.

Básicamente, los abuelos de la comunidad Kari´ña, consideraban algunas actividades como referencia para calcular algunas fechas importantes, por ejemplo: si un niño o niña Kari´ña nacía en la época de la iguana, al repetirse nuevamente esa época, se dice entonces que ese niño o niña alcanzaba un año. Estas épocas (Daako) representan la entrada de la época seca y la poca lluviosa, por su parte, la época (Yoomü) está caracterizada por el ataque de plagas debido a las condiciones secas (temperaturas de moderadas a altas y ausencia de lluvias), así mismo es propicia para el desarrollo de artesanías y alimentos producto de la cosecha. Todos ellos se rigen por el paso de cada sol, este calendario se realiza de manera circular porque representa el giro del sol y la luna alrededor de la tierra.

Estas descripciones coinciden con los indicados por Rivero et al., (2002) los cuales establecen que los habitantes de comunidades Kari´ñas se basan en la antigua técnica de la agricultura de conuco, la recolección estacional, la caza y la pesca influenciada por sus creencias ancestrales y manifestaciones de la naturaleza. Así mismo, Ramírez (2001) establece ciertos aspectos relacionados con la manera de adaptación, producción y percepción del ambiente los cuales llevan implícita la necesidad de conocer el funcionamiento de la Naturaleza (manifestaciones de la fauna, flora, ancestrales), la constitución de los objetos, la organización social y el saber popular unido a la vida cotidiana y al trabajo.

Entre las comunidades rurales dominadas por agricultura tradicional, los agricultores parecen afrontar la situación a pesar de la variabilidad del clima (Mortimore y Adams, 2001; Mendoza, 2009). De hecho investigaciones recientes sugieren que muchos agricultores se preparan para el cambio climático, minimizando las pérdidas en productividad mediante el uso incrementado de variedades locales tolerantes a la sequía, cosecha de agua, policultivos, agroforestería, colecta de plantas silvestres y el uso de bioindicadores del clima para reducir el riesgo climático. Dado esto se hace necesario reevaluar la tecnología indígena, agrícola y local como fuente clave de información sobre la capacidad adaptativa que exhiben algunos agricultores para enfrentar el cambio climático.

Conclusiones

La población Kari´ña forma parte de la historia ancestral de Venezuela, más aun del Estado Anzoátegui donde reside la mayoría, para esta cultura es fundamental la armonía con el medio ambiente que nos rodea, del cual se proveen tanto para su alimentación de subsistencia y sustento como forma de trabajo. Es emblemático el respeto y amor de los indígenas por el orden natural. Lo que los ha distanciado de las diferentes civilizaciones caracterizadas por el manejo irracional de los recursos naturales que ha generado un desarrollo depredador de la Naturaleza insensible y de tan pocos escrúpulos.

La espiritualidad, religión, las prácticas agrícolas, el conocimiento local climático y creencias Kari´ña como mucho pueblos de los llanos orientales venezolanos, es abierta, en el sentido de que propone una imposición dogmática, reglas o sendas de vidas, así como ciertos tabúes orientados a la consecución de la felicidad y al manejo sostenible de la biodiversidad.

Este estudio refleja que en las sociedades indígenas el hombre vive integrado con la naturaleza donde encuentra una constante fuente de sabiduría, esta enriquecedora relación del hombre con la naturaleza, sobre la cual se estructuran las religiones indígenas del horizonte, comparten muchos elementos y acusan influencias reciprocas como lo evidencias diversas versiones de una misma historia.

De alguna manera, esta investigación pretende en un sentido muy amplio, consolidar el manejo territorial del pueblo Kari´ña y la continuidad de procesos ancestrales de relacionamiento con la naturaleza, que involucren dinámicas que renueven la producción de diversidad de especies y el manejo de los recursos acorde con prácticas ambientales propias, conocimientos ancestrales sobre el cambio climático, que puedan restablecer el equilibrio y reactivar estrategias que replanteen formas de relacionarse con el entorno.

Así mismo, como una primera aproximación, el enfoque de esta investigación estuvo orientado a comprender las transformaciones ambientales representadas por la introducción y el reconocimiento de los conocimientos locales, lo cual implica partir de valores, percepciones y experiencias individuales de género, las relaciones sociales, morales y éticas que plantea esta cultura indígena frente a al entorno natural característico de los Llanos orientales.

Agradecimientos

Este estudio no hubiese sido posible sin el valioso apoyo y todos y cada uno de los miembros de las comunidades Kari´ña y en especial a la participación de: Luis Tempo, Juan Celestino Aray, José Ramón Aray, Milta Criba, Edgar Arteaga, Inocencio Martínez, Teodoro Martínez, Miguel Tamanaico, Gregorio Tamanaico y Juan Tamanaico.

Referencias bibliográficas

1. Amodio, E., Biord, H., Arvelo-Jiménez, N y Morales-Méndez, F. La situación actual de los Kari’ña. Caracas, IVIC – MLAL. 1991. Pp: 2-17.        [ Links ]

2. Amodio E. “Soñar al Otro: la identidad étnica y sus transformaciones entre los pueblos indígenas de América Latina”. En Daniel Mato (ed.), Diversidad cultural y construcción de identidades. Caracas, Tropykos y CEAP-Faces-UCV. 1993. Pp:7-14

3. Amodio E. Invasión y Defensa de los resguardo indígenas en el Oriente de Venezuela (1770-1850). Montalbán, 1991. Pp 267-308.

4. Baldivieso E y Aguilar L. Metodología de pequeños productores para mejorar la producción agrícola. Estrategias locales para la gestión de riesgos. Altiplano Paceño, Bolivia. Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), 2006. Pp: 52.

5. Bracho F. Kariñas. Barcelona, Venezuela. Edición Océano. 2001. Pp: 6-22.

6. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta. Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, 5.453, Marzo 24, 2000. Año 1999.

7. De Civireux, M. Clasifi cación zoológica y botánica entre los Makiritare y los Kari’ña. Antropológica. 1973. No 36, Pp: 3 – 82.

8. Hernández F. Derechos indígenas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999. Caracas, Ministerio de Educación Cultura y Deportes. Año 2001. Pp: 5-7.

9. Mendoza, Y. Impacto del Cambio Climático en el Agro Peruano. Ministerio de Agricultura del Perú. En: Memorias Taller Nacional Incorporación de la Gestión del Riesgo y/o Adaptación al Cambio Climático en el Sector Agropecuario, Lima, Perú Marzo, 2009. Pp: 52.

10. Ministerio del Poder Popular para la Educación. Guía pedagógica Kari´ña para la educación intercultural bilingüe. Editorial Libros Comala.com. C.A. Venezuela. 2008. Pp: 186.

11. Mortimore, M.J y W.M Adams. Farmer adaptation, change and crisis in the Sahel. Global Environmental Change. 2001. VOL. 11. Pp 49-57.

12. Olivares B; Guevara E y Demey J. Utilización de bioindicadores climáticos en sistemas de producción agrícola del estado Anzoátegui, Venezuela. Revista Multiciencia, VOL. 12, No 2, 2012. Pp: 136-145.

13. Ramírez Á. Problemas teóricos del conocimiento indígena: presupuestos e inquietudes epistemológicas de base. En: Yachaikuna. Revista del Instituto Científico de Culturas Indígenas, Ecuador. 2001. VOL 1. Pp 6-17. Documento en línea. consulta: 12/01/2012. Disponible en: http://icci.nativeweb.org/yachaikuna/1/ramirez.pdf

14. Rivero D; Vidal S y Bazo M. Enfoque de etnias indígenas de Venezuela. Documento de trabajo. Ministerio de Salud y Desarrollo Social (MSDS) y Agencia de Cooperación Alemana (GTZ). Caracas, Venezuela. Documento en línea 2002. Consulta: 12/12/2011 Pp: 61. Disponible en: http://www.sisov.mpd.gob.ve/estudios/13/Enfoque%20de%20Etnias%20Indigenas.pdf

15. Rodríguez M F y Rey JC. Delimitación de zonas frágiles de Venezuela. (Mimeografiado). INIA-CENIAP. 2004. Pp: 11.

16. Vide J M. La percepción del clima en las ciudades. Revista de Geografía, Barcelona, España. 1990. VOL. 19. Pp: 27-33. Documento en línea. Consulta: 07/03/2010. Disponible en: http://www.raco.cat/index.php/RevistaGeografia/article/viewFile/46047/56852