In Memoriam

Amigo Eduardo Casanova

El pasado 20 de agosto del 2008, en la ciudad que lo vio nacer hace 60 años -Maracay- nos dejó el excelente colega investigador y ciudadano Eduardo Casanova Olivo.

Eduardo cursó sus estudios en la ciudad de Maracay, incluyendo el de Ingeniero Agrónomo en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Inicialmente estuvo por un corto tiempo en el Fonaiap, con el conocido Dr. Obregón, y luego ingresó por concurso en la Facultad de Agronomía en Edafología de la UCV, desde donde llevó a cabo su mayor contribución

científica y docente, en especial en el área de Fertilidad de Suelos, particularmente, en todos los aspectos de los Fosfatos Venezolanos. Posteriormente realizó su postgrado en la Universidad de Iowa, MS y PhD, en Suelos.

A través de su contribución docente formó cientos de estudiantes de Agronomía y del Postgrado de la Ciencia del Suelo, de la cual fue coordinador por varios años y padrino de una de las más grandes promociones. Dejó el primer y único texto de "Introducción a la Ciencia del Suelo", excelentemente adaptado e ilustrado a las condiciones Venezolanas.

Su contribución científica fue muy prolífica, más de 100 publicaciones y numerosos libros, con impacto nacional e internacional, incluyendo no sólo trabajos científicos, sino, compendios que apoyaron el análisis integral referente a temas de actualidad y significativo impacto, sobre todo en las áreas de pastos y fertilizantes. Varios de estos compendios de seminarios y talleres fueron efectuados durante su paso, cerca de 10 años, por Palmaven.

También Eduardo aceptó importantes responsabilidades administrativas como ser Presidente de la Sociedad Venezolana de la Ciencia del Suelo y Coordinador de Investigación de la Facultad de Agronomía de la UCV. En todos ellos tuvo una destacada actuación.

Más allá de las anteriores contribuciones, Eduardo consolidó una bella familia y numerosos amigos, quienes siempre recordaremos su honestidad, equilibrio, generosidad y dedicación.

Que tus restos descansen en paz y que tus lecciones perduren por muchas generaciones.

Juan Comerma

Investigador Jubilado INIA