Introducción.

La salud alimentaria y nutricional es un tema central que se ha colocado en el debate de las políticas sociales de alimentación. Esto debido a la pandemia de malnutrición, en dónde las/os niñas/os son los más vulnerables. En Ecuador se observa una prevalencia de desnutrición crónica infantil sobre el 25% en menores de 5 años; así como un incremento de sobrepeso y obesidad en escolares de 5 a 12 años sobre el 30%.

Objetivo.

El objetivo de este artículo fue analizar los obstáculos del Programa de Alimentación Escolar para la implementación de raciones sanas y nutritivas acordes al contexto de Soberanía Alimentaria y Buen Vivir ecuatoriano.

Métodos.

Este cuestionamiento, es resuelto a través del marco analítico de las 3I, que sigue una metodología cualitativa en dónde se observa cómo las ideas, instituciones e intereses se articulan, interactúan e influyen en el desarrollo de las políticas públicas. Se analiza y triangula la información recolectada mediante revisión documental, datos provenientes de fuentes oficiales como las Encuestas de Salud y Nutrición 2012 y 2018 y la Encuesta de Condiciones de Vida 2014 y; observación participante virtualizada. Esta última, implicó la revisión de eventos, reportajes, pronunciamientos y, demás insumos disponibles en redes sociales realizados en los tres últimos años.

Resultados.

El PAE como instrumento institucionalizado no responde a una política social a favor del derecho humano a una alimentación saludable para los 2,9 millones de niños, niñas y adolescentes, que hoy en día, se “benefician”; evidenciando que, históricamente, las raciones alimenticias, en términos económicos y políticos han respondido a una idea de modernización agroalimentaria, operativizada mediante una racionalidad de eficiencia económica; en dónde se ha preferido la compra y distribución de productos procesados y ultra procesados que, únicamente privilegian los intereses corporativos de las empresas adjudicadas mediante el Sistema de Subasta Inversa del SERCOP.