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Gen

versión impresa ISSN 0016-3503versión On-line ISSN 2477-975X

Gen v.62 n.4 Caracas dic. 2008

 

Síndrome de Boerhaave. Reporte de un caso y revisión de la literatura

Dres. Valero Rorayma*, Pernalete Beatriz*, Bonardo Rosana*, González Rodolfo*, Zurita Lisbeth*, Rendo Andry*, Jiménez Pedro*, Aranguibel Dalila*, Lara Jacinto*, Ascanio Velitas*.

*Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo. Servicio De Gastroenterología. Caracas. roriv@cantv.net

RESUMEN

El síndrome de Boerhaave o perforación esofágica espontánea es una enfermedad grave que pone en riesgo la vida y amerita un diagnóstico oportuno. Sin tratamiento médico o quirúrgico es prácticamente letal. El cuadro clásico es el del paciente que presenta vómito y posteriormente dolor epigástrico o retroesternal. Caso Clínico: se rata de peciente femenina de 23 años de edad quien consulto por presentar Posterior a ingesta de alimentos sensación de deglución incompleta, vómitos de contenido Hematico y dolor retroesternal. Se realiza Gastroscopia evidenciándose en esófago a 25 cm. laceración lineal profunda que se extiende hasta los 33cm TAC de tórax reporto: Neumonediastino, Signos sugestivos de perforación esofágica; Se realizo Toracotomia Posterolateral derecha, encantándose 50cc de liquido libre en cavidad, hematoma mediastinal de 4 x 4 cm y enfisema mediastinal. La paciente permaneció hospitalizada por varios días recibiendo tratamiento medico evolucionando satisfactoriamente sin complicaciones. Conclusiones: el diagnóstico y tratamiento precoces del SB es muy importantes ya que permiten reducir las altas tasas de morbilidad y mortalidad asociadas a este cuadro. Sin embargo, el diagnóstico de esta entidad muestra en general retraso en prácticamente todas las series (en la mitad de los casos el diagnóstico se realiza con más de 24 horas de evolución), ya que en muchas ocasiones los síntomas son inespecíficos y no típicos, además los hallazgos clínicos y radiológicos pueden no ser aparentes en las primeras horas tras la perforación. Estudios de Endoscopia, esofagograma, TAC proporcionan el diagnóstico.

Palabras clave: Perforación esofágica espontánea, síndrome de Boerhaave, esófago.

SUMMARY

Boerhaave syndrome or spontaneous esophageal perforation is a serious condition that endangers the patient´s life and deserves an opportune diagnosis. Without medical or surgical treatment is practically lethal. The classic presentation is the patient who presents with vomits and immediately after with epigastric or retrosternal pain. Clinical case: a 23 years old female patient consulted presenting, after food ingestion, a subsequent sensation of incomplete swallowing, vomits with hematic content and retrosternal pain. A gastroscopy was performed demonstrating deep linear esophagial laceration at 25 cm extending at 33cm CT scan reported pneumonediastin, with suggestive signs of esophageal perforation; She went through a right posterolateral toracotomy, 50cc of free liquid was found in cavity, a 4 x 4 cms mediastinal hematoma and emphysema. The patient remained hospitalized for several days receiving medical treatment without complications. Conclusions: early diagnosis and treatment of BS is important becuase it reduces the high morbidity and mortality rates associated with this syndrome. Nevertheless, the diagnosis is usually delayed in practically all series (in half of the cases the diagnosis is done after more than 24 hours), since in many occasions the symptoms are inespecífic and non-typical. in addition the clinical and radiological findings are not apparent in the first hours after perforation. Studies as endoscopy, esophagogram, CT scan provide the diagnosis.

Key words: Spontaneous esophagial perforation, Boerhaave Syndrome, esophagus.

Recibido Sep. 2007. Revisado Feb. 2008. Aceptado May. 2008.

INTRODUCCIÓN

El síndrome de boerhaave fue descrito por primera vez en 1724, por Herman Boerhaave. Se diferencia del síndrome de Mallory-Weiss en que en este caso se tratada de una perforación transmural mientras que el síndrome de Mallory-Weiss es tan solo una Laceración de la mucosa esofagica. El síndrome de Boerhaave o perforación esofágica espontánea es una enfermedad grave que pone en riesgo la vida el paciente y amerita un diagnóstico oportuno. Se trata de un síndrome relativamente raro pero con un alto índice de mortalidad (35%). De hecho, es considerada como la más letal de todas las perforaciones del tracto digestivo.

SB se define como una "dehiscencia de la pared esofágica en zona macroscópicamente sana, habitualmente a consecuencia de un aumento brusco de la presión esofágica"1.

En la etiopatogenia de la rotura se mencionan como factores predisponentes alteraciones gastroduodenales, como hernia de hiato y ulcus duodenal En algunas series de síndrome de Boerhaave se reconoce un alto porcentaje de ulcus bulbar2. Con un elevado porcentaje de mortalidad, el tratamiento quirúrgico temprano favorece la supervivencia3. La clínica es inespecífica; generalmente los vómitos preceden al dolor4-8. El dolor es con frecuencia referido como retrosternal, pero también puede ser abdominal y se acompaña de síndrome neurovegetativo y shock. La aparición de enfisema subcutáneo es tardía e, inicialmente, la radiografía de tórax puede ser normal. La posibilidad de rotura espontánea de esófago debe ser considerada cuando coexistan síntomas respiratorios y gastrointestinales9 y el diagnóstico diferencial se debe establecer con pancreatitis aguda, neumonía por aspiración, gastritis alcohólica y perforación de ulcus duodenal o gástrico10.

Existen varias herramientas disponibles para el diagnostico: El diagnóstico es clínico endoscopico y radiológico, observándose neumomediastino y neumotórax. La realización de un esofagograma con contraste hidrosoluble establece el diagnóstico de certeza. La endoscopia describira las caracteristicas macroscopiocas del esofago y descartara el origen secundario de la perforación8.

La radiografía de torax es útil en el diagnóstico inicial y el 90% muestran anormalidades después de la perforación. El hallazgo más común es una efusión pleural, usualmente a la izquierda. Otros hallazgos son neumotorax, hidroneumotorax, neumomediastinum y enfisema subcutáneo. El signo V de Naclerio ha sido descrito en un 20% de los casos. Se trata de bandas radiolucentes de aire que atraviesan los planos fasciales detrás de corazón con la forma de la letra V. Se un signo muy específico de la perforación esofágica.

El esofagograma muestra típicamente una extrtravasación del medio de contraste a la cavidad pleural y facilita información sobre el tamaño y localización de la perforación lo que ayuda a tomar la decisión sobre el abordaje quirúrgico a utilizar. El medio de contraste suele ser hidrosoluble ya que el uso de in contraste de bario ha sido asociado a unma severa mediastinitis.

La tomografía computarizada puede confirmar el diagnóstico o sustituir el esofagograma en pacientes intolerantes. Es muy importante un diagnóstico precoz para asegurar un tratamiento adecuado y evitar la mediastinitis, sepsis, y shock que frecuentemente se asocian a la enfermedad en una segunda fase. Si el tratamiento se retrasa más de 24 horas después de producirse la ruptura la mortalidad asciende al 50% y si el retraso es de 48 horas hasta el 90%.

El tratamiento de la PEE es controvertido en lo que concierne a la elección de la técnica quirúrgica; el tiempo transcurrido desde el inicio del cuadro es uno de los factores decisivos en la elección de la misma. Cuando el diagnóstico se establece en las primerasveinticuatro horas se recomienda el cierre primario de la lesión, acompañado de drenaje mediastínico.

Si la intervención no se efectúa en este período de tiempo, la existencia de edema y necrosis tisular, así como de infección mediastínica dificultan enormemente la cirugía1 La complicación más importante del cierre primario es la aparición de fístulas, que puede afectar hasta a un 39 % de los pacientes intervenidos.

Con el fin disminuir su incidencia se han desarrollado las técnicas de cierre reforzado con pleura, diafragma, pericardio o fundus gástrico. Otras técnicas que se han utilizado son la resección esofágica, indicada cuando el estado del esófago o la existencia de patología subyacentehacen pensar que el cierre de la perforación es difícil; la exclusión esofágica o la implantación de una endoprótesis. Puede intentarse tratamiento conservador en perforaciones pequeñas, con sintomatología mínima y lesiones limitadas al mediastino.

Se han descrito casos anecdóticos de perforaciones graves en las que el paciente sobrevivió sin cirugía. Además de la corrección quirúrgica, el tratamiento de soporte con alimentación parenteral, sonda nasogástrica, antibióticos de amplio espectro e inhibidores de la secreción ácida gástrica, desempeña un papel fundamental en estos pacientes.

OBJETIVO

Reportar el caso de un paciente de 23 años de edad con perforación esofágica espontánea.

CASO CLÍNICO

Se Trata de paciente femenina de 23 años de edad quien consulto por presentar posterior a ingesta de alimentos sensación de deglución incompleta, vómitos de contenido Hematico y dolor retroesternal. Sin antecedentes previos de patología gastrointestinal.

Gastroscopia: evidencia en esófago a 25 cm. laceración lineal rofunda que se extiende hasta los 33cm .resto sin alteraciones. Rx de torax: al ingreso se evidencia neumomediastino, el cual progresa en el control que se realiza a las doce horas Esofagograma: no fue bien tolerado por la paciente por lo cual no fue concluyente.

TAC de tórax : Neumonediastino, Signos sugestivos de perforación esofágica Laboratorio: al ingreso sin alteraciones.

Tratamiento: al ingreso de la paciente luego de realizar endoscopia inicial y Rayos x de tórax se decidió iniciar tratamiento medico con antibiotico, inhibidores de bomba, analgésicos (ya que persistía el dolor) y dieta absoluta por 12 horas.

En vista de la persistencia del dolor y las evidencias de los controles radiológicos y tomográficos se decide tratamiento quirúrgico. Se realizo Toracotomía Posterolateral derecha:

Hallazgos: se encontró 50cc de liquido libre en cavidad, hematoma mediastinal de 4 x 4 cm y enfisema mediastinal.

Evolución: La paciente luego de la cirugía ingreso a la unidad de cuidados intensivos por 48 luego permaneció hospitalizada por varios días recibiendo tratamiento medico y evolucionando satisfactoriamente sin complicaciones. Al mes se realizo control endoscópico sin alteraciones.

CONCLUSIÓN

Las perforaciones o roturas del esófago, independientemente de su etiología, son sucesos devastadores;el depósito de contenido gástrico y flora microbiana en los tejidos del mediastino conducen a infecciones graves y potencialmente letales. Su frecuencia ha aumentado en los últimos años por la realización de ma- nipulaciones endoscópicas diagnósticas o terapéuticas sobre el esófago sin embargo, su rareza hace que constituyan un desafío desde el punto de vista diagnóstico.

Las perforaciones esofágicas tienen una alta mortalidad que varía entre el 6 y el 34%, y que exige un tratamiento precoz. Los determinantes más importantes de supervivencia son el tamaño y la localización de la perforación, la edad avanzada, la contaminación grosera o no del mediastino y las cavidades pleurales, así como el periodo transcurrido entre la perforación y el diagnóstico.

Los enfoques no quirúrgicos sólo son aplicables en situaciones muy específicas y la mayoría de los autores recomiendan intervención quirúrgica inmediata en los casos de perforación espontánea. En los últimos tiempos el tratamiento combinado quirúrgico agresivo, junto con los antibióticos y la nutrición parenteral, mejora los resultados en estos pacientes.

Con este caso pretendemos llamar la atención sobre la necesidad de pensar en la existencia de una perforación espontánea de esófago en pacientes con episodios de nauseas y vómitos de contenido hematico, dada la presentación atípica de este proceso y las implicaciones pronosticas de un diagnóstico precoz.

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