SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.63 número3Prevalencia de tumor del estroma gastrointestinal en el hospital militar Dr. Carlos Arvelo durante los años 2000-2008Absceso hepático tuberculoso en paciente con tuberculosis peritoneal índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Gen

versión impresa ISSN 0016-3503versión On-line ISSN 2477-975X

Gen v.63 n.3 Caracas sep. 2009

 

Prevalencia del síndrome de intestino irritable y la relación del estrés laboral con esta patología en los médicos especialistas de dos centros hospitalarios y uno imagenologico de Maracay edo Aragua. Venezuela 2008.

Dres Rivas Adrianys*, Landaeta Yris*, Gil Carolina*, Ramírez Zulma*.

*Hospital Central de Maracay (HCM), ASODIAM, Hospital los Samanes (HS).

Para cualquier información o separata contactar a la: Dra. Rivas Adrianys Hospital Central de Maracay (HCM), ASODIAM, Hospital los Samanes (HS). Correo-e: cilloa@cantv.net

RESUMEN

El síndrome de intestino irritable (SII) es una entidad clínica crónica, recurrente y común, de difícil diagnóstico, siendo la base diagnóstica la evaluación sintomática. Se ha descrito el estrés emocional como un factor desencadenante de los síntomas que la identifican, pudiéndose presentar con una alta prevalencia en la población joven y laboralmente activa. Objetivos: Determinar la prevalencia del SII, según los Criterios de Roma III, en una población de médicos de tres centros hospitalarios de Maracay. Mayo 2008 y evidenciar la relación del estrés laboral con esta patología. Métodos: A una muestra de 83 médicos especialistas de consultas, aparentemente sanos, del HCM, ASODIAM y HS, escogidos al azar, se les aplicó una encuesta-cuestionario, previo consentimiento verbal individual, interrogando los criterios de Roma III y la Escala de Maslach para medir el estrés laboral. Resultados: Según Roma III la prevalencia del SII en médicos especialistas fue de 37,3% (77,5% femeninos y 22,5% masculinos), de los cuales el 67,7% presentaron estrés laboral. Conclusión: Según el diagnóstico por criterios de Roma III existe una alta prevalencia de SII en la población de médicos especialistas, donde se describe al estrés como posible factor desencadenante de hechos fisiopatológicos que provocan la sintomatología de este síndrome en el grupo estudiado.

Palabras claves: Síndrome de intestino irritable, criterios de roma III, prevalencia, estrés, médicos especialistas, escala de Maslach.

SUMMARY

Irritable bowel syndrome (IBS) is a clinical chronic entity, recurrent and common; the diagnosis is based on symptomatic diagnostic evaluation. Emotional stress has been described as a trigger for the symptoms; it can be presented with a high prevalence in young population and labor force. Objectives: To determine the prevalence of IBS according to Rome III Criteria in a population of three doctors of hospitals in Maracay, May 2008 and to demonstrate the relationship of work stress with this condition. Methods: A sample of 83 specialists for consultations, apparently healthy of the HCM, and ASODIAM HS, chosen randomly, were interviewed with a questionnaire survey, previous individual verbal consent, using the Rome III Criteria and the Scale of Maslach to measure work stress. Results: According to the Rome III Criteria, the prevalence of IBS in medical specialists was 37.3% (77.5% female and 22.5% male), of which 67.7% had work-related stress. Conclusion: Accordingwith the Rome III Criteria there is a high prevalence of IBS in the physiciansÊ population, which describes stress as a possible trigger for pathophysiological events that cause the symptoms of this syndrome in this study.

Key words: irritable bowel syndrome, the Rome III criteria, prevalence, stress, medical specialists, Maslach scale.

Fecha de Recepción Sep. 2008 Fecha de Revisión Nov. 2008 Fecha de Aprobación Mar. 2009

INTRODUCCIÓN

El síndrome del intestino irritable (SII) se describe como un trastorno funcional con alta variabilidad de síntomas(1), también se describe como una entidad clínica idiopática crónica y episódica caracterizada por dolor o malestar abdominal, alteración del hábito intestinal, ya sea diarrea o estreñimiento, continuos o intermitentes(1-2).

Este síndrome es un problema frecuente en la población general, con una prevalencia del 10-15%(2), constituye la consulta más frecuente para el gastroenterólogo con el 38% y el 12% de las consultas de médico general(3), siendo en esta última más común que la Hipertensión Arterial (10%), el Asma (4%) y la Enfermedad Coronaria (2%)(4) con una predominancia en mujeres (5,7%) sobre hombres (3,7%)(1). Su incidencia tiende a aumentar en la adolescencia, con un pico en la tercera y cuarta década de la vida (35-50 años)(5). En la población joven universitaria asiática se ha descrito una prevalencia de un 5,7%(6) y en una muestra de la población estudiantil venezolana se reportó una prevalencia alta de 21,1(7). Produce altos costos directos (utilización de recursos de salud, consumo de medicamentos) e indirectos (ausentismo laboral, baja productividad)(8). Se le considera la segunda causa de ausentismo laboral(9).

No se ha descrito un mecanismo único responsable de los síntomas, siendo su patogénesis compleja, heterogénea, multifactorial y parcialmente entendida.

Se ha visto que existen factores interrelacionados responsables de la sintomatología: la alteración en la reactividad intestinal (motilidad y secreción) en respuesta a estímulos luminales y ambientales, la hipersensibilidad intestinal produciendo percepción de dolor visceral exacerbado y la falta de regulación del eje cerebral-intestinal, que probablemente se asocia a una hiperreactividad y alteración en la percepción o modulación de señales viscerales ascendentes(10).

Aún cuando no se ha demostrado una causa orgánica para este síndrome se sabe que existen agentes a los que los individuos se encuentran predispuestos, y que se creen responsables de la aparición de los síntomas y en algunos casos de empeorarlos, dentro de los más importantes se encuentran el estrés emocional y la dieta; basados en la información recolectada de pacientes cuyo diagnóstico ya ha sido establecido y que reportan que sus síntomas se presentan después de las comidas o bajo situaciones de estrés(11).

Sus manifestaciones clínicas principales son el dolor o malestar abdominal que se alivian con la defecación acompañados por cambios en la frecuencia y consistencia de las heces(1,3).

El dolor abdominal puede ser generalizado o localizado y usualmente se produce en hemiabdomen inferior(11).

El predominio de los síntomas intestinales permite dividir la población afectada en tres subgrupos: con predominio de diarrea, con predominio de estreñimiento y el alternante (de los dos patrones), siendo los tres subgrupos de prevalencia similar(12).

Dada la variedad de síntomas que pueden conformar el SII, su diagnóstico diferencial con otras patologías digestivas puede ser difícil, pero la historia clínica es fundamental para establecer una hipótesis diagnóstica y, en base a ella, la necesidad de solicitar exámenes específicos(8,11).

La falta de exámenes diagnósticos definitivos para esta entidad, ha hecho que éste se convierta en un diagnóstico clínico de exclusión.

En 1978 Manning et al. Desarrollaron criterios prácticos para evaluar a esos pacientes con síntomas sugestivos de esta patología funcional y habla de 4 síntomas principales: deposición blanda al comienzo del dolor, mayor frecuencia de los movimientos intestinales al comienzo del dolor, distensión abdominal y alivio del dolor post defecación(1,8).

Luego en 1992 con los criterios de Roma I, Roma II y los Criterios de Roma III publicados en DDW 2006, donde se llega a un nuevo consenso para el diagnostico de esta patología siendo estos últimos los más utilizados en la actualidad(13).

Se consideran como criterios de Roma III a la presencia de por lo menos 3 meses, consecutivos, en los últimos 6 meses, de los siguientes síntomas continuos o recurrentes de(13).

(Anexo)

Dolor o disconfort abdominal recurrente al menos tres días al mes en los últimos tres meses asociados con dos o más de los siguientes síntomas:

 - Mejora con las evacuaciones.

- Y/o se asocia con cambios en la frecuencia de las heces

- Y/o se asocia con cambios en la forma o apariencia de las heces Los criterios deben cumplirse durante los últimos tres meses y los Síntomas deben haber comenzado un mínimo de 6 meses antes del diagnóstico.

Junto con los criterios de Roma se debe descartar cualquier signo de alarma:

1.-Pérdida de peso documentada

2.- Síntomas nocturnos

3.-Sangre en las heces

4.-Anemia

5.- Historia familiar de cáncer colónico o enfermedad inflamatoria intestinal.

6.- Anormalidades en la exploración física.

Aún cuando no se ha demostrado que el Síndrome de Intestino Irritable conlleve a ninguna enfermedad seria es posible que formas más severas de la enfermedad produzcan la incapacidad del paciente para la realización de actividades diarias y de relaciones sociales normales(14). De allí la importancia del estudio y reconocimiento de la patología.

De igual forma es una patología que tiene un gran impacto indirecto sobre el paciente: pérdida del trabajo, pérdida de días de trabajo, dificultad para trabajar por molestias y urgencia defecatoria y necesidad de consulta frecuente, lo que hace que sea una patología de alto costo en la salud pública (15).

En la época actual se concede una gran importancia a la presencia del estrés, como elemento de gatillaje y puesta en marcha de la sucesión de hechos fisiopatológicos que provocan la sintomatología de este síndrome.

El estrés permanente es un elemento que debería de investigarse mediante un interrogatorio tranquilo y acucioso, precisando su relación temporal con la instalación de la clínica(16).

Es un hecho constatado que el trabajo dentro de la medicina es cada vez más duro y estresante aún con los avances científicos más especializados, como ocurre en los hospitales, y que constituye una profesión de riesgo para el profesional que la ejerce por sus características implícitas, ya que las intervenciones e los facultativos condicionan la salud y la vida de otras personas.

Cada vez son más frecuentes los estudios que demuestran la magnitud de este problema. El estrés es la respuesta de nuestro organismo a todas las presiones a las que está sometido(17).

Durante la última década el psicólogo clínico Herbert Freudenberger estudio los problemas físicos generados por un grado de agotamiento excesivo, centrando su origen en los profesionales de la salud: los médicos y lo describió como el Síndrome de Burnout(18).

Este fenómeno es experimentado especialmente por trabajadores que cuidan y ayudan a otras personas como médicos y docentes, es decir, por personas que trabajan en la "relación de ayuda"(19).

Se han descrito numerosas definiciones del síndrome de Burnout, pero la más aceptada define como una respuesta inapropiada al estrés, caracterizada por agotamiento emocional (no poder dar más de sí mismo en el ámbito emocional y afectivo, cansancio físico y psicológico) despersonalización (distanciamiento emocional de las personas con que trata en el trabajo, desarrollo de sentimiento y aptitudes de cinismo, de carácter negativo hacia las personas que trabajan a su lado) y falta de logro personal (baja realización personal en el trabajo)(20).

Este síndrome ha sido evaluado con una variedad de instrumentos, pero el más clásico es el conocido como Maslch Burnout Inventory (MBI) (traducido al español por el Dr Adán Mingote), el cual trata de un cuestionario auto administrado, constituido por 22 ítems en forma de afirmaciones, sobre los sentimientos y actitudes del profesional en su trabajo y hacia los pacientes; El agotamiento emocional es medido por los ítems 1,2,3,6,8,13,14,16,20, la desporsonalización por los ítems 5,10,11,15,22 y la realización personal por los 4,7,9,12,17,18,19.(20) (Anexo 2). Altas puntuaciones en las dos primeras escalas y bajas en la tercera permiten diagnosticarlo(20).

En nuestra práctica diaria profesional como gastroenterólogo una de las patologías más frecuentes de consulta ha sido el Síndrome de Intestino Irritable, principalmente en personal de salud, por lo que decidimos estudiar la prevalencia de esta patología en médicos y cual seria el papel que tiene el estrés laboral con la aparición o recurrencia de este síndrome.

PACIENTES Y MÉTODOS

Sujetos

Se plantea un estudio descriptivo comparativo de corte transversal, utilizando encuestas tipo cuestionario (ver anexos 1 y 2). Se aplicó en las instalaciones del Hospital Los Samanes y Hospital Central de Maracay Edo Aragua, en el período Abril-Mayo del 2008 a médicos de diferentes especialidades elegidos como muestra representativa y en forma aleatoria, previo consentimiento verbal individual.

Se explica detalladamente la naturaleza y objetivos del estudio y previo consentimiento oral individual se les entregan los cuestionarios. El encuestador permaneció junto al médico para aclarar cualquier duda que pudiera surgir con respecto a la encuesta.

Los criterios de inclusión:

Ser médico especialista de ambos sexos, mayores de 35 años, pertenecientes al poll de galenos del Hospital Central de Maracay, ASODIAM y del Hospital de los Samanes. Maracay Edo. Aragua- Venezuela.

Los criterios de exclusión:

Médicos especialistas de otros Centros hospitalarios. Médicos que no desean ingresar al estudio, Médicos con diagnóstico previo de enfermedad colorectal, Médicos con antecedentes de enfermedades gastrointestinales. Médicos con antecedentes de cirugía abdominal Médicos con enfermedad psiquiátrica conocida.

MÉTODOS

La encuesta fue aplicada al 50% de la población de médicos especialistas de los tres centros.

El SII fue diagnosticado según los criterios de Roma III, los cuales están señalados en el Anexo 1, y se definieron:

Dolor abdominal: molestias abdominales, distensión abdominal que mejora con las defecaciones.

Estreñimiento: hábitos intestinales menos de tres veces por semana, la presencia de sensación incompleta al evacuar, sensación de obstrucción ano-rectal, uso de maniobras manuales para facilitar la evacuación, heces duras.

Diarrea: la presencia de heces líquidas o semilíquidas con una frecuencia mayor de 3 evacuaciones.

El 1er cuestionario consta de dos partes : una donde se interrogan los criterios de exclusión que corresponden a los ítems 10,11,12,13 y 14 (anexo 1); y la segunda donde se describen los criterios de roma III ítems 1,3,4,5,6,7,8 y 9 de los cuales para poder diagnosticar SII debe tener siempre como afirmativo el ítems 1 y 3 así como 2 o más de los ítems restantes ( mejoría del dolor, estreñimiento y/o diarrea).

El estrés laboral es definido bajo el nombre del síndrome de Burnout y es medido a través de la escala de Maslash (Anexo 2) y que es medida bajo tres esferas principales: agotamiento emocional, despersonalización y realización personal.

ANÁLISIS ESTADÍSTICOS: Los parámetros estimados para síntomas específicos, el cual contiene la edad y el sexo como variables independientes, fueron analizados con Odds Ratios (OR), con un nivel de confianza de un 95%, el nivel de significancia para la comparación entre variables fue de P=0,05. El análisis estadístico fue realizado usando el software Microsoft Excel 2000, expresando los resultados a través de cuadros y gráficos.

RESULTADOS

Un total de 100 médicos especialistas fueron seleccionados, de los cuales se excluyeron 17, realizando la encuesta a 83 médicos. Según los criterios de Roma III la prevalencia del Síndrome de Intestino Irritable en esta población médica es de 37,3% (31 especialistas) de los cuales 24 (77,5%) pertenecieron al sexo femenino y 7 (22,5%) masculinos. (Tabla I)

De la población encuestada el 62,6 % (52 casos) no presentaron criterios suficientes para el diagnóstico de síndrome de intestino irritable, siendo la población masculina 40,3% y la femenina 59,6%. (Tabla II)

De este grupo 8 casos (25%) tuvieron características de predominancia ha-cia la diarrea (25% masculino y 75% femenino), 9 casos (29%) hacia el estreñimiento (11,1% masculino y 88,8% femenino), 5 médicos (16,9%) tuvieron ambas (40% masculino y 60% femenino) y el restante 9 casos (29%) presentaron dolor abdominal que se aliviaba con la deposición sin cambios en la consistencia ni frecuencia de las heces (22,2% masculino y 77,7% femenino). (Tabla III)

Al grupo de pacientes de 31 pacientes que resultaron con diagnóstico de SII se les aplicó la escala de Maslach que mide el estrés laboral en tres esferas principales (agotamiento emocional, despersonalización y realización personal) encontrando que 21 pacientes (67,7%) tuvieron criterios suficientes para hablar de estrés laboral (Tabla V), siendo 7 sexo masculino (33,4%) y 14 del femenino (66,6%). (Tabla VI)

Se definió estrés laboral a predominio de la esfera del agotamiento emocional en el 100% de médicos masculinos y en el sexo femenino en el 58,3% se conjugaron dos esferas: la del agotamiento emocional 78,5% y la de la despersonalización 21,5%. (Tabla VII)

DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN

Para la fecha no hay pruebas diagnósticas específicas para SII. Los criterios diagnósticos para facilitar su identificación han sido estudiados desde hace varias décadas, basándose principalmente en la evaluación clínica. Los últimos propuestos son los Criterios de Roma III, que fueron publicados en el 2006 en la revista Gastroenterology. Existen pocas publicaciones que comparan todos estos métodos: en 1999 Vanner trata de evaluar la especificidad y sensibilidad de Manning, Kruis y Roma encontrando un considerable rango de sensibilidad de 42-90%, 47-81% y 60-65% respectivamente y especificidad de 70-90%, 91-99% y 100% respectivamente, concluyendo que los criterios de Roma tienen un alto valor predictivo para el Dx de SII(2). En un estudio realizado por Sperber se evidencia que la prevalencia es significativamente mayor por criterios de roma III comparado con criterios de Roma II(13).

En nuestro trabajo se encontró que la prevalencia fue de 37,3% lo que representa un gran porcentaje con respecto a otras investigaciones realizadas donde el mayor reporte es de 6,7% por Roma II y de 11,4% por Roma III(9). A predominio del sexo femenino en un 77,5%, tasas que semejan al 62,5% evidenciado en otras bibliografías(13). Con un rango erario que coincide con lo publicado en la literatura mundial(8).

En nuestro país no se encontró ninguna revisión acerca de la relación que existe entre el estrés y la aparición de los síntomas del SII, en nuestro estudio se evidenció que más de la mitad de la población con SII (67,6%) presenta estrés laboral, este resultado es superior al diagnosticado en el 2001 en 307 médicos de los Estados Unidos donde se reporta un 22,7%(21), en médicos anestesiólogo se reporto un44%, en cirujanos (40%)(22), internistasintensivistas (46%)(23) y médicos familiares si es similar con una frecuencia de 76%(24).

Se obtuvo mayor porcentaje de mujeres (66%) con el síndrome de burnout en la muestra estudiada, con una predominancia de la esfera de agotamiento emocional (78,5%), lo que coincide con todas las revisiones realizadas, al igual que el sexo masculino (100%) esto varia sustancialmente a otros estudios donde la despersonalización es la esfera más afectada en este sexo(22,23).

Por lo tanto concluimos que el estrés en los médicos, podría constituir en el grupo estudiado uno de los factores principales que ponen en marcha de la sucesión de hechos fisiopatológicos que provocan la sintomatología y la recurrencia de los síntomas del síndrome de Intestino Irritable.

ANEXO 1. Criterios de ROMA III.

Edad ______ Sexo F M EN LOS ULTIMOS 3 MESES: (encierre en un círculo la respuesta)

1. ¿Ha presentado molestia o dolor abdominal?

0. nunca 4. un día a la semana

1. menos de un día al mes 5. más de un día a la semana

2. un día al mes 6. Todos los días

3. dos o tres días al mes

2.- SI ES MUJER:

El dolor aparece durante su menstruación y no durante otro período.

0.- NO _______

1- SI ______

2.- No es aplicable por que tengo menopausia o soy hombre.

3.- ¿El dolor o molestia lo ha tenido por 6 meses o más?

0. NO _______ 1. SI ______

4.- ¿El dolor o molestia mejora cuando tiene evacuaciones?

0. Nunca o rara vez

1. Algunas veces (25% de las veces)

2. Casi siempre (50% de las veces)

3. Casi todo el tiempo (75% de las veces)

4. Siempre (100% de las veces)

5.- ¿Con el dolor ha tenido mayor número de evacuaciones o evacuaciones diarreicas?

0. Nunca o rara vez

1. Algunas veces (25% de las veces)

2. Casi siempre (50% de las veces)

3. Casi todo el tiempo (75% de las veces)

4. Siempre (100% de las veces)

6.- ¿Con el dolor ha tenido menor número de evacuaciones que lo normal?

0. Nunca o rara vez

1. Algunas veces (25% de las veces)

2. Casi siempre (50% de las veces)

3. Casi todo el tiempo (75% de las veces)

4. Siempre (100% de las veces)

7.- ¿Con la molestia o con el dolor ha presentado incontinencia rectal?

0. Nunca o rara vez

1. Algunas veces (25% de las veces)

2. Casi siempre (50% de las veces)

3. Casi todo el tiempo (75% de las veces)

4. Siempre (100% de las veces)

8.- ¿Con la molestia o con el dolor ha presentado heces duras?

0. Nunca o rara vez

1. Algunas veces (25% de las veces)

2. Casi siempre (50% de las veces)

3. Casi todo el tiempo (75% de las veces)

4. Siempre (100% de las veces)

9.- ¿Con la molestia o con el dolor ha presentado evacuaciones diarreicas?

0. Nunca o rara vez

1. Algunas veces (25% de las veces)

2. Casi siempre (50% de las veces)

3. Casi todo el tiempo (75% de las veces)

4. Siempre (100% de las veces)

10.- ¿Has tenido pérdida de peso?

Si ______ No _____

11.- ¿Has tenido sangre en las heces?

Si ______ No _____

12.- ¿Te han operado alguna vez a nivel abdominal?

Si ______ No _____

13.- ¿Has tenido alguna enfermedad de colón previa a la aparición de estos síntomas?

Si ______ No _____

14.- ¿Has presentado sensación de evacuación incompleta?

Si ______ No _____

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Thompson WG, Longestreth GF, Drossman DA, Heaton KW, Irving EJ, et al. Funtional bowel disorders and functional abdominal pain. Gut 1999; 45 (Supl.II):II43-47.         [ Links ]

2. Mertz, H. Irritable Bowel Síndrome. N Engl J Med Nov 2003;349:2136-46.         [ Links ]

3. Drossman DA, Camilleri M, Mayer EA, Whitehead WE. AGA technical review on irritable bowel syndrome. Gastroenterol 2002;123:2108-2131.         [ Links ]

4. Lacy BL. Irritable bowel syndrome: a primer on management. Rev. Gastroenterol Dis 2003;3 (Suppl 3): 832-842.         [ Links ]

5. Vanner S.J. Predictive value of the Rome criteria for diagnosing the irritable bowel syndrome. American Journal of Gastroenterology. 1999; 94(10):2913-16.         [ Links ]

6. Joung-Kim Y, Ban DJ. Prevalence of irritable bowel syndrome, influence of lifestyle factors and bowel habits in Korean college students: Division of biostatistics, School of Public Heath. Int J Nurs Stud. Mar 2005; 42(3): 247-54.        [ Links ]

7. Rivas A, Vargas C, Torres F, Lopez S, Graterol F, Pandolfo R, Piñero R. GEN 2006;60:302-305.         [ Links ]

8. De Giorgio R, Barbara G, Stangellini v; et al. Diagnosis and therapy of Irritable Bowel Síndrome. Aliment Fharmacol ther 2004;20 (Suppl) 2):10-22.         [ Links ]

9. Saito Ya, Schoenfeld P, Locke GR. The epidemiology of Irritable Bowel Síndrome in North America: A systematic review. Am J Gastroenterol 2002;97:1910-1915.         [ Links ]

10. Kim Dy, Camilleri M. Serotonin: a mediator of the brain Gut connection. Am J Gastroenterol 2000; 95:2698-2709.         [ Links ]

11. Sommer SC, Lembo A. Irritable Bowel Syndrome: evaluation and treatment. Gastroenterol Clin North Am 2003;32:507-529.         [ Links ]

12. Tillisch K, Labus JS, Naliboff BD, et al. Characterization of the alternating bowel habit subtype in patients with Irritable Bowel Syndrome. Am J Gastroenterol 2005;100:896-904.         [ Links ]

13. Speber AD, Shvartzman P, Friger M, Fish A. A comparative Reappraisal of the Rome II and Rome III diagnostic criteria: are we getting closer to the ´true´ prevalence of Irritable Bowel Syndrome. Eur J Gastroenterol Hepatol Jun 2007;19 (6):437-439.         [ Links ]

14. Frank K, Kleiman L, Rentz A, et al. Health-related quality of the life associated with Irritable Bowel Syndrome: comparation with other chronic diseases. Clin terh 2002;24:675-689.         [ Links ]

15. Talley NJ, Stanghellini V, Heading RC, Koch KL, Malagelada JR, Tytgat GNJ. Functional gastroduodenal disorders. GUT 1999;45 (suppl II) II37-II42.         [ Links ]

16. Cruz R, Ortiz H, Padierna L. Asociación de depresión y ansiedad en pacientes con Síndrome de Intestino Irritable. Rev Gastroenterol Mex  2007 Jan-Mar;72(1):29-33.         [ Links ]

17. Cooper L. "Stres and Work". Bull British Psicol 1996;12:122-126.         [ Links ]

18. Alarcon J, Vaz FJ, Guisado JA. Analisis del síndrome de Burnout Psicopatología, estilos de afrontamiento y clima social. Revista de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de Barcelona 2002;29:8-17.        [ Links ]

19. Maslach C, Jackson SE. The measurement of experienced burnout. J of Occupational Psychology 1981;2:99-113.         [ Links ]

20. Maslach C, Jackson SE. Maslach Burnout Inventory. Annual Reviews Psichology 1986;52:397-422.         [ Links ]

21. Calabrese G. Riesgos profesionales del Anestesiólogo. XXXV Congreso Mexicano de Anestesiología, Cancún, Mexico, 2001:12         [ Links ]

22. Campbell D; Sannad S, Eckhauser F, Campbell k, Greenfield L. Burnout among American Surgeons. Surgery 2001;130(4):696-05.         [ Links ]

23. Guntupalli K, Fromm RE. Burnout in the internit-intensivist. Intensive Care Med 1996;22:625-30.         [ Links ]

24. Tait D, Bradley C, Wipf J, Back A. Resident Burnout and self reported patient care. Anna Int Med 2002;136(5):358-67.        [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons