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Revista de Obstetricia y Ginecología de Venezuela
versión impresa ISSN 0048-7732
Rev Obstet Ginecol Venez v.70 n.3 Caracas sep. 2010
EDITORIAL
Maimónides: Sabio de la relación médico paciente
Dr. Saúl Kízer
Miembro del Consejo Consultivo de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela
Las motivaciones de tratar sobre este tema han sido la importancia y el interés que han tenido las relaciones médico paciente en la época actual; debido a los cambios positivos que se han desarrollado en las sociedades. Estos cambios se han producido, principalmente, en las áreas culturales, económicas, educacionales, sociales y tecnológicas. Hay que mencionar que no han sido para todos, ni aprovechados por todos. La pobreza, en todos sus aspectos, es un factor que influye y determina la relación médico paciente. Las consecuencias, de todo ello, son las diferentes formas de relaciones entre los médicos y sus pacientes, de acuerdo con las circunstancias y condiciones de los pacientes, y la actitud y formación del médico (1).
El mayor provecho de este editorial es el estímulo, a los médicos y a los interesados, para ampliar y profundizar en el conocimiento de las relaciones médico pacientes; en esta ocasión a través del hombre que analizamos.
La relación médico paciente existe desde la antigüedad y cada período de la historia ejerce su influencia para que sigan igual o hayan modificacio-nes. Son los hombres y los eventos del momento, quienes pueden hacer las variaciones de esta relación.
En el artículo presente trataremos sobre Maimónides, nombre por el que generalmente se le conoce, y sus pensamientos sobre el tema que estamos analizando. Su nombre era Moisés Ben Maimón, conocido también como Rambam, que es el acrónico hebreo por las iniciales de las palabras: Rabbi Moses Ben Maimón. Nació en Córdoba en 1135 y murió en El Cairo en 1204. Fue rabino, filósofo, médico y prolífico escritor. Estudió la medicina de Hipócrates y Galeno y de los médicos musulmanes Avicena, Averroes y Avensole, de los dos últimos el aprendizaje fue personal. A los 13 años huyó a Marruecos, motivado a la invasión de los almohades y, 5 años después viajó a Palestina, por las amenazas y presiones sobre los judíos y en donde estuvo poco tiempo. Por iguales razones viajó a Fostat (El Cairo), en donde acentuó todas sus actividades (2,3).
Su concepto de salud era en forma integral, al unir la salud del cuerpo con el bienestar espiritual y condiciones sociales y ambientales favorables (3). Este concepto es similar a la definición de la Organización Mundial de la Salud. Se convirtió Maimónides en vanguardista de la medicina.
Estudió los textos bíblicos hebreos, sobre los cuales hizo aclaraciones, comentarios y explicaciones. Todo ello quedó en sus libros Mishné Tora y la Guía para el Perplejo. Como filósofo se declaró en concordancia con Aristóteles en el sentido de aproximar la religión, en este caso la judía, con la filosofía. Por lo cual podemos decir que, la moral y la ética médica de Maimónides, tiene un alto contenido religioso y filosófico; más del primero que del segundo. Así, la ética, la religión y la filosofía, forman una sola unidad que usó en su práctica médica (3,4), Una de sus doctrinas médicas era que, una vez establecida la relación médico paciente, ya fuera sano o enfermo, el médico tenía la obligación de atenderlo (5). Se puede interpretar como respeto a la dignidad del hombre por un profesional con conciencia.
La relación médico paciente tiene, entre sus características, la beneficencia y la benevolencia, es decir, el bienestar es una obligación que tiene el médico con su paciente. Igualmente el amor debe estar asociado en todo acto médico, como sentimiento y afecto hacia una persona que sufre. No hacer daño fue otra de sus sentencias y, además, estaba implícito en todos sus consejos y sugerencias (1-8). En relación con ello, criticó los métodos falsamente curativos que, desde los tiempos prehistóricos, acarreaban mayor daño que beneficio, y de los que se hacía uso y abuso en su época (1-5). Hace más de 800 años
pensó y expresó: "el enfermo es libre, por lo demás de ponerlo en ejercicio o no", cuando le indicó vino al hijo del sultán Saladino, de quien era médico. Como musulmán, de acuerdo con El Corán, le estaba prohibido tomar bebidas alcohólicas. Maimónides proponía lo que ahora conocemos como la autonomía y libertad, que deben tener los pacientes, para opinar y decidir sobre el tratamiento de sus enfermedades (9).
Qué mejor prueba de beneficencia y benevolencia
lo expresado en otra de sus sentencias: "no se cortan los árboles frutales ni se obstruye el paso del agua para el enemigo" (1-3).Lo que hoy conocemos y entendemos por justicia, en relación con la asistencia médica, tiene como fundamento una ley judía, la cual tiene por expresión lo siguiente: "Todo el que salva un alma en el mundo (no sólo en Israel) es como si salvara a todo un mundo".
Se refiere a la salvación de la persona, en cuerpo y alma. De allí que, otro de sus aforismos, es que se debe asistir a todos los pacientes; ricos y pobres, buenos y malvados, amigos y enemigos, honren los honorarios o no lo hagan (9). La obligación de cumplir el deber médico le hizo decir: "el sueño y los placeres quedan cancelados cuando un enfermo tiene la necesidad de un médico" (5). Tenía una idea de salud muy amplia, ya que incluye la medicina preventiva, sobre la cual dijo: "sólo una persona en mil muere de muerte natural, el resto muere precozmente por ignorancia o conductas aberrantes" (5), por lo que es necesario la protección del ambiente, una alimentación adecuada y sin excesos, buenas condiciones espirituales sociales y practicar gimnasia y deportes que permitan una vida adecuada. Esta forma de pensar y actuar hace de Maimónides un médico preocupado por el bienestar de la sociedad; no solamente en cuanto atañe a la salud, sino al bienestar general de sus pobladores (8).Insiste con ahínco en la salud mental, en el sentido que los enfermos deben ser tratados de forma integral: el cuerpo y el alma. Analizó la vida emocional de sus pacientes e hizo proposiciones de que el estado
mental influye en la enfermedades corporales. Cada paciente fue para él un individuo. Ser médico significa ser moral con conocimientos en lo físico y espiritual del prójimo. Entre sus numerosos aforismos médicos está el de la empatía, porque este factor ayuda a que el paciente mejore. El consuelo y la compasión deben ser expresados al enfermo, porque ayuda a que, sus penas corporales y mentales, sean aliviadas. Igualmente la alegría, la felicidad, el regocijo y el optimismo, son alicientes que debe procurar transmitir el médico y reflejarlas en su paciente, para que este pueda sentir su solidaridad y su mente lo ayude a mejorar. Igualmente, visitarlo y conversar con él forman parte de la moral médica de Maimónides (1-5).Escribió y comentó sobre lo que hoy se conoce por medicina con evidencia, ya que, expresó: es necesario la prueba para poder creer, y que las supersticiones no provocaban enfermedades ni servían para su cura. Reprobó a los curanderos por engañar a los enfermos y criticó a Hipócrates, quien opinó: un varón nace del ovario derecho y una hembra del ovario izquierdo. Maimónides comentó: "hay que ser un profeta o un genio para saber esto" (3,5).
En todos los procederes y conductas del hombre, este debe escoger el "camino de oro", es decir, el camino medio y no los extremos, porque es el mejor. Aplicado a la medicina, es utilizar la prudencia en todos los actos médicos y consideraba la modestia por sobre todas las demás virtudes; así evitaremos provocarles daño a los pacientes. Igualmente enseñó: "quien predica sabiduría y moral debe cuidar dos cosas: la primera, que sus acciones concuerden con sus palabras; y segundo: la brevedad" (2,3,5).
Maimónides enumeró 613 preceptos que encontró en la Torah (contiene los 5 libros de Moisés), de los cuales 248 son positivos y 365 negativos. Los primeros pertenecen al grupo "harás" y los segundos al grupo "no harás". Todos los preceptos tienen por
objeto un solo fin: cumplirlos, para que haya una relación de provecho con Dios, consigo mismo y con el prójimo. Hay que señalar que también están incluidos los relacionados con la medicina (3-10).Motivado a lo señalado anteriormente, se puede decir que Maimónides, no solamente fue un hombre de su tiempo, sino también, un hombre de vanguardia en relación con su tiempo, porque se dedicó al estudio y
práctica de la religión hebrea, la filosofía y la medicina, desde la antigüedad hasta la época que le tocó vivir, para aprenderlas, entenderlas, comentarlas, enseñarlas y divulgarlas, con el objeto de proveer bienestar a los que estaban cerca de él y a los que él podía ayudar en relación con lo segundo, porque numerosas de sus enseñanzas continúan vigentes y nos orientan para que el hombre tenga una vida apropiada y disfrute de su permanencia en la tierra con salud y amor consigo mismo, y con su prójimo (13).La Plegaria del Médico y el Juramento Médico son atribuidos a Maimónides, aunque no hay certeza de que haya tenido la autoría (5). En el primero de ellos plasmó una súplica a Dios y en el segundo, una promesa a Dios, con el objeto de establecer una relación médico paciente adecuada y cordial, no solo entre ellos, sino también del médico consigo mismo y
con la sociedad, a fin de proporcionar todo el bienestarposible al paciente.
Comparando la Plegaria (9) y el Juramento de Maimónides (11) con el Juramento Razetti (12), resaltan principios, valores y virtudes que, aunque escritos en épocas tan separadas y tan distintas y por médicos con religiones y formas de actuar diferentes, tienen una gran similitud, ya que persiguen el mismo
fin: cumplimiento, por parte del médico de los principios morales; respeto al paciente como persona y compasión por su sufrimiento. Beneficiar al paciente en cuanto al tratamiento médico se refiere y tratarlo como ser humano. Atender a todos los pacientes sin distingo de sus condiciones personales. Guardar el secreto de lo referido. Respeto y agradecimiento por los profesores que nos enseñaron el arte y la ciencia médica. Todo lo anterior debe ser hecho con humildad, justicia y prudencia.Maimónides murió a los 69 años y fue enterrado en Palestina. Allí, sobre un monumento, están escritas las palabras siguientes: "De Moisés a Moisés, no hubo otro como Moisés" (3).
En su tumba alguien escribió: (2)
"Aquí yace un hombre y sin embargo no era un hombre;
Si tú fuiste un hombre,
entonces te crearon criaturas celestes".
REFERENCIAS
1. Valencia Parparcén J. Del Juramento de Maimónides a la Declaración de Helsinki. Discurso pronunciado en el III Congreso Mundial de Gastroenterología. Caraballeda. Venezuela. 1979. [ Links ]
2. Valencia Parparcén J. Panegírico de Maimónides, El Español. Caracas, Editorial Arte; 1985. [ Links ]
3. Orián M. Maimónides: Vida, Pensamiento y Obra. Barcelona. España: Riopiedras Ediciones; 1984. [ Links ]
4. Krivoy A. Maimónides, Luz Creciente. Federación Médica Venezolana. Colección Dr. Ricardo Archila.
Serie Letras: No. 8. Gráficas La Bodoniana. Caracas. 2005. [ Links ]5. Nuland S.B. Maimónides. New York, Schoken Books; 2005. [ Links ]
6. Telushkin J. A Code Of Jewish Ethics. Volume I. Crown Publishing Group. First Edition. New York. 2006. [ Links ]
7. Telushkin J. A Code of Jewish Ethics. Volume II. Crown Publishing Group. First Edition. New York. 2009. [ Links ]
8. León A. Ética y Maimónides. Gac Méd Caracas. 2005;113:423-427. [ Links ]
9. Maarabi M. El Humanismo Médico de Maimónides. Conferencia Dictada en la Universidad de la República de Uruguay. Montevideo. 15.06.2004. [ Links ]
10. Robinson G. Essential Judaism. A Complete Guide to Beliefs, Costums and Rituals. Pocket Books. New York. 2000. [ Links ]
11. Juramento de Maimónides. http://www.delacole.com [ Links ]
12. Federación Médica Venezolana. Código de Deontología Médica. Barquisimeto. 2003. [ Links ]
13. Valencia-Parpacén J. Maimónides El Español Médico de Fostat. La Medicina en la Mishna Tora. Caracas, Avila Arte, S.A.; 1985. [ Links ]