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Revista de Obstetricia y Ginecología de Venezuela

versión impresa ISSN 0048-7732

Rev Obstet Ginecol Venez v.70 n.3 Caracas sep. 2010

 

Estudio comparativo entre las características citológicas de los epitelios nasal, faríngeo y vaginal en mujeres adultas jóvenes

Drs. Marianela Fernández-Michelena, Mariela De Fox, Nelson Velásquez

Departamento de Obstetricia y Ginecología Hospital Chiquinquirá de Maracaibo - Zulia-Venezuela

CORRESPONDENCIA: Dr. Nelson Velásquez

Calle 73. Entre avenidas 3G y 3H. Residencias Vistana. Apartamento 3.Teléfonos: 0261-7910527/041-3603471

Parte de este estudio fue presentado para optar a Miembro Titular de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela por la Dra. Marianela Fernández.

RESUMEN

Objetivo: Determinar y comparar las características citológicas de los epitelios nasal, faríngeo y vaginal en mujeres adultas jóvenes.

Métodos: Estudio prospectivo y transversal de 35 mujeres no embarazadas, entre 18 y 35 años de edad, durante el período comprendido entre el 01 de enero al 01 de julio de 2004; que ingirieron o no anticonceptivos orales y a quienes se les estudiaron las citologías de los epitelios vaginal, faríngeo y nasal, según el porcentaje de índice de maduración de células exfoliadas y la cuantificación sérica de estrógeno y progesterona.

Ambiente: Departamento de Obstetricia y Ginecología Hospital Chiquinquirá de Maracaibo, Estado Zulia.

Resultados: Se determinó que no existe diferencia significativa entre la celularidad de los epitelios estudiados. Se estableció que existe buena correlación entre las células superficiales e intermedias de los frotis de vagina, faringe y nariz durante las fases del ciclo menstrual, en todas las mujeres, aun en las que recibieron píldoras anticonceptivas. Los niveles de estrógenos y progesterona tuvieron concordancia con las fases del ciclo, con el porcentaje y tipo de células exfoliadas.

Conclusiones: Los resultados obtenidos demuestran que los epitelios nasales y faríngeos responden al influjo de hormonas ováricas similarmente como ocurre en la vagina y que estos métodos pueden ser aplicados en condiciones de difícil acceso a laboratorios hormonales o en pacientes vírgenes o con atresia/agenesia vaginal y niñas.

Palabras clave: Citología. Epitelio vaginal. Ciclo menstrual. Anticonceptivos orales.

SUMMARY

Objective: To determine and compare the cytological characteristics of nasal, pharyngeal and vaginal epitheliums in young adult women.

Methods: A prospective and transversal study of 35 non pregnant women of 18 to 35 years old during the period January 1, 2004 - November 2004; some on contraceptives pills, were studied by analysis of smear of nasal, pharyngeal and vaginal trough maturation index of exfoliated cells and serum level of estrogen and progesterone.

Setting: Department of Obstetrics and Gynecology, Hospital Chiquinquira, Maracaibo, Estado Zulia. Venezuela.

Result: It was established that exists a good correlation between the superficial and intermediate cells in the different phases of the menstrual cycle and those who received oral contraceptives and the group that did not. Is established that there are correlation between the cells when compared vaginal-pharynx and vaginal-nose, in both groups. The serum levels of estrogen and progesterone were accorded to the cycle phases and with the percentage of cells in both, medicated and non medicated patients.

Conclusion: Ours results demonstrate that the nasal and pharyngeal epitheliums respond to ovarian hormones, similar to what occurs in the vagina. It is recommended to use this method in those patients where it is need to investigate the endocrine status and where it is difficult to reach the vagina: nubile girls, vaginal agenesis, imperforate hymen; or where there is not a endocrine laboratory near.

Key words: Cytology. Vaginal epithelium. Menstrual cycle. Oral contraceptives.

INTRODUCCIÓN

Anatómicamente las fosas nasales son dos cavidades, derecha e izquierda, separadas por un tabique medio muy delgado; se hallan excavadas a cada lado de la línea media en el macizo facial (1). La mucosa que las recubre está constituida por la lámina propia, la membrana basal y el epitelio, este último difiere según su ubicación; así en la parte anterior cercano al cornete inferior presenta un epitelio escamoso, cúbico estratificado y seudoestratificado con escasas células ciliadas. Entre el cornete medio y el inferior es típicamente respiratorio es decir, seudoestratificado, constituido por células cilíndricas ciliadas y no ciliadas, células caliciformes mucíparas y células basales que son las que aseguran la regeneración de dicho epitelio (2).

En el techo de cada cavidad nasal y extendiéndose hacia abajo por el cornete superior y la parte adyacente al tabique, el epitelio es olfatorio, o sea, seudoestratificado cilíndrico, sin células caliciformes, no contiene lámina basal precisa, y comprende tres tipos celulares: células de sostén o sustentaculares, células basales y células olfatorias o sensoriales (3). Caruso y col. (2) establecieron que en los humanos adultos jóvenes estos límites del epitelio olfatorio están bien precisados.

Se ha logrado demostrar, tanto en seres humanos como en algunos animales de experimentación, que a medida que envejecen se pierden los sentidos del olfato (4,5) y el de discriminación de los olores (6,7); explicable por la disminución del número de células sensoriales y de la cantidad de secreción de las glándulas de Bowman del epitelio olfatorio (3).

El déficit estrogénico ha sido relacionado con la disminución del umbral del sentido auditivo, gustativo y olfativo (8). Janzen (9) estableció que el hipoestrogenismo posmenopáusico puede afectar la función nasal, produciendo un grado variable de obstrucción y disminución de la capacidad olfatoria, y estos cambios pueden ser modulados a través de acción colinérgica, o de péptidos sensoriales; lo que puede revertirse con la terapia hormonal de reemplazo (10).

Estudios de autorradiografías de la región nasal en ratas a quienes se les administró estradiol marcado radiactivamente con C14, mostraron altas concentraciones del marcador en la región respiratoria y subepitelial de la mucosa olfatoria (11); también se han observado cambios histopatológicos e histoquímicos en las cobayas que reciben etinilestradiol (12) y un mayor flujo de aire en la fase periovulatoria que durante la posovulatoria de los ciclos menstruales en mujeres normales (13).

Asimismo, se ha relacionado el elevado efecto estrogénico de la fase preovulatoria con una hiperreactividad a la histamina (14), y los cambios que producen el uso de anticonceptivos hormonales en la rinomanometría y olfatometría son similares a los hallados en la fase luteal del ciclo (15). Se ha descrito que en la mucosa olfatoria de mujeres normales ocurren cambios en el índice de maduración similares a los del epitelio vaginal; y las posmenopáusicas que reciben terapia de reemplazo secuencial o estrogénica muestran mejor actividad trófica que las tratadas con un régimen combinado continuo (2).

Estudios inmunohistoquímicos de mucosa nasal demuestran la presencia de estradiol en el epitelio, en las glándulas seromucinosas de la lámina propia y alrededor de los vasos; asimismo, se han localizado receptores estrogénicos en glándulas serosas y en conductos excretores; lo que hace suponer una participación directa de los estrógenos en la regulación de la secreción glandular y en el tono vascular de la mucosa nasal (10).

Recientemente se realizó un estudio donde se demostró que el epitelio nasal de mujeres y niñas normales y mujeres en etapa premenopáusica, presentaron características citológicas similares a las que ocurren en el epitelio vaginal durante las fases del ciclo menstrual (16).

La faringe es un órgano mixto por el que pasa aire y alimento, está en relación sucesivamente con las fosas nasales, boca y laringe (17). El epitelio que la reviste es seudoestratificado, cilíndrico ciliado y estratificado plano en las zonas de mayor desgaste. En los demás sitios es respiratorio con algunas células caliciformes y en la lámina propia existen glándulas de tipo mucoso, seroso y mixto (3).

Se han descrito modificaciones análogas en estudios citológicos simultáneos del endometrio y la faringe durante el ciclo menstrual normal (18). Sin embargo, considerando que esta última está en comunicación con la cavidad nasal y la laringe donde existen receptores para estrógenos (2,19). No se han reportado estudios comparativos entre el epitelio faríngeo y vaginal en la bibliografía nacional revisada.

La vagina es el órgano de la cópula; a través de ella pasa el flujo menstrual, las secreciones del útero y el feto con sus anexos en el momento del parto (17). La mucosa que la reviste presenta un epitelio estratificado plano no queratinizado, que carece de glándulas, e incluye células productoras de glucógeno; por debajo de este existe una lámina propia y tejido conectivo denso que contiene numerosas fibras elásticas, linfocitos y leucocitos polimorfonucleares, que lo invaden cercano a la menstruación (3).

Este epitelio escamoso que recubre la vagina y el exocérvix de la mujer madura se encuentra constituido por varios componentes celulares bien diferenciados: la capa basal formada por una sola hilera de células cilíndricas u ovaladas con núcleo grande y central dispuestas en empalizada sobre la membrana basal, a partir de ella se regenera dicho epitelio; la capa parabasal compuesta por varias filas de células redondeadas, de núcleo central y citoplasma grueso; la capa intermedia que consta de numerosas hileras de células aplanadas con citoplasma rico en glucógeno, núcleos pequeños y centrales; y por último, la capa superficial constituida por varias filas de células aplanadas, grandes, de forma poligonal, citoplasma delgado, con un núcleo picnótico y central (20).

El estudio de la citología exfoliativa de la vagina y de la superficie del cuello uterino fue inicialmente desarrollado por Papanicolaou y Traut (21); siendo el primero de ellos quien diseñó una técnica de fijación y tinción de los extendidos (22), que hasta la actualidad lleva su nombre: "Frotis de Papanicolaou" (23-25).

El epitelio vaginal es un excelente receptor de las hormonas ováricas (2,19,26). Los estrógenos determinarán su crecimiento y maduración, mientras que la progesterona favorece la descamación de las células intermedias (25,27). Según esto, de acuerdo con el grado de actividad hormonal que se ejerza sobre dicho epitelio, se exfoliarán células parabasales, intermedias o superficiales ya que las basales raramente se descaman (20).

Así se observa que, en la citología vaginal de la recién nacida abundan células intermedias producto del influjo de hormonas maternas. En la niña prepúber predominan células parabasales por la abolición de dicho efecto; hacia la pubertad y debido a un mayor estrogenismo aparecen las células intermedias y superficiales. En la mujer normal como consecuencia de los ciclos ovulatorios se presentan células superficiales e intermedias; mientras que durante el embarazo normal son frecuentes las células intermedias de aspecto navicular (28,29).

En el posparto y lactancia el frotis se vuelve atrófico predominando las células parabasales (30,31); al inicio de la posmenopausia se observan células intermedias y hacia la tardía células parabasales (20).

El estudio citohormonal seriado permite diferenciar los cambios que se producen durante el ciclo menstrual (26,27,32). De todas estas fases, la ovulatoria es la que presenta mayor tenor estrogénico con abundantes células superficiales (33); mientras que en la luteal se iniciará la descamación de las células intermedias (20).

La evaluación del colpocitograma o extendido citológico realizado con células exfoliadas del epitelio vaginal (20); permitiría valorar el estado hormonal y la eficacia de la estrogenoterapia en la mujer (3,25,26,34) y su uso fue de gran utilidad en décadas pasadas y ha sido sustituido por la valoración plasmática de hormonas.

Como se señaló anteriormente, las publicaciones sobre estudios comparativos entre los diferentes epitelios, nasal, faríngeo y vaginal parecen ser muy escasos. Por este motivo, nuestro objetivo fue determinar y comparar las características citológicas de dichos epitelios en un grupo de mujeres adultas jóvenes que asistieron a la consulta de ginecología del Hospital Nuestra Señora de Chiquinquirá de Maracaibo, Estado Zulia.

MÉTODOS

En esta investigación, el tipo de estudio fue prospectivo y transversal. Se seleccionaron 35 mujeres no embarazadas en edades comprendidas entre 18 y 35 años, de cualquier raza o condición social que ingerían o no anticonceptivos orales y que no presentaron anormalidades otorrinolaringológicas, enfermedades endocrinas, ingestión de drogas, alcohol, cigarrillo o uso de duchas y/o preparados intravaginales recientes, que acudieron a la consulta del Servicio de Gineco-Obstetricia del Hospital Chiquinquirá de Maracaibo, del Estado Zulia, Venezuela, entre el 1º de enero y el 1º de julio de 2004.

Las muestras en estudio se tomaron en dos oportunidades, la primera que correspondía a la fase estrógenica del ciclo menstrual, entre los días 7 al 11, y la otra durante la etapa luteal del 19 a los 24 días correspondientes a un ciclo menstrual normal. Inmediatamente, se hizo la extracción de 3 mL de sangre de una vena antecubital, la cual se colocó en un tubo de ensayo estéril, sin anticoagulante, enumerado y clasificado con la letra E (estradiol) o P (progesterona), según correspondía con la primera y segunda fase del ciclo menstrual; se dejó coagular y por centrifugación el suero fue separado y almacenado a menos de 4 ° C hasta el procesamiento.

Para la toma de la muestra nasal, se utilizó un aplicador de algodón estéril humedecido en solución salina, realizándose un raspado de la mucosa entre el cornete medio y el inferior. Para el extendido faríngeo, se utilizó otro aplicador similar y se obtuvo la muestra de la orofaringe; mientras que para el frotis vaginal se empleó además una espátula de madera (espátula de Ayre) con cuyo extremo redondeado se hizo el raspado de las paredes laterales y del tercio superior de la vagina, previa colocación de un espéculo o valvas vaginales.

Una vez obtenidas las muestras, se realizó la extensión y fijación de los mismos en tres portaobjetos diferentes, identificados con el nombre y apellido del paciente, número de toma y el sitio del extendido.

Luego de recogido todo el material de estudio, y previa fijación de las láminas con un fijador celular (Fixcell®), los extendidos se enviaron en estuches especiales acompañados de la hoja de solicitud de examen citológico al servicio de Anatomía Patológica de la Policlínica Maracaibo para su tinción mediante el método de hematoxilina-eosina.

La determinación de las características citológicas de los epitelios nasal, faríngeo y vaginal se realizó según el índice de maduración de las células exfoliadas; mientras que las muestras de sangre fueron almacenadas a temperatura entre 2º y 8º C hasta el momento en que se procesaron en un Analizador de inmunoensayo Tipo ELECYS 1010/2010/ MODULAR ANALYTICS E 170, en la Unidad de Medicina Nuclear del Hospital Clínico de Maracaibo del Estado Zulia y los valores séricos, obtenidos por Inmunoensayo de Electroquimioluminiscencia (ECLIA) se expresaron en pg/mL para el estradiol (E) y ng/mL para la progesterona (P); siendo los valores referenciales para el laboratorio de 24,5-195 pg/mL para E y de 1,7-27 ng/mL para la P en las fases menstruales respectivas.

Los resultados obtenidos se expresaron en valores absolutos, porcentajes o como media ± desviación estándar (M ± DE).

Para el análisis de los valores hallados se empleó el test de Student no-pareado, el coeficiente de correlación (r) y el test de regresión y se consideraron valores de P < 0,05 como estadísticamente significativo.

RESULTADOS

Se analizaron 201 citologías de los epitelios nasal (n = 67), faríngeo (n = 67) y vaginal (n = 67) y 67 muestras de suero de 35 mujeres, en las etapas pre y posovulatoria, que no presentaban patología otorrinolaringológicas ni endocrinas; sin ingestión de drogas, alcohol, cigarrillo, uso de duchas y/o preparados intravaginales recientes o uso tópico de medicamentos. Ocho mujeres ingerían anticonceptivos orales.

A tres pacientes que fueron incluidas en el estudio, solo se les tomó extendidos y muestras sanguíneas en la primera fase del ciclo. La edad promedio fue de 30,11 ± 3,96 años. El día promedio de la toma de los extendidos de la primera fase del ciclo; es decir, la estrógenica, fue el día 8,9 ± 1,4; mientras que la realización de los frotis durante la fase progestacional fue el día 20,7 ± 1,8.

Para el análisis estadístico se consideraron 2 grupos. El primero de ellos lo representaron 27 mujeres que no ingerían anticonceptivos hormonales orales combinados (grupo no tratado), mientras que el otro, 8 pacientes (grupo tratado), lo tomaron en la forma monofásica de baja combinación estro-progestacional. Se determinó en los dos grupos el índice de maduración celular, calculado sobre la base de la cantidad de exfoliación y la (M ± DE) de las células superficiales (CS) e intermedias (CI) de cada muestra nasal, faríngea y vaginal durante las 2 fases del ciclo menstrual, utilizando las de vagina como control.

Los resultados obtenidos en el estudio fueron los siguientes:

En el grupo no tratado (n = 27), durante la primera fase del ciclo, en la muestra de células superficiales de vagina se obtuvo 29,6 ± 19,06, en las intermedias 70,77 ± 19,4 y no se hallaron parabasales. En la segunda fase el número de CS fue de 21,3 ± 13,5, y el de CI 78,75 ± 13,2, sin células parabasales.

En faringe, el comportamiento celular durante la fase estrógenica fue: CS 21,0 ± 13,4; y CI 77,67 ± 14,9 y en el período luteal las superficiales estuvieron presente en 18,66 ± 10,5 y las intermedias 81,33 ± 10,5.

En el epitelio nasal y durante la primera fase del ciclo la cantidad de células superficiales fue de 20,32 ± 12,6 e intermedias 79,84 ± 12,6, mientras que en la segunda fase se encontraron CS de 18,42 ± 9,37 y 82,26 ± 9,57 de CI (Cuadro 1).

Es de hacer notar que en ninguno de los epitelios se encontraron células de las capas profundas, basales o parabasales, lo que en el caso del epitelio vaginal se interpreta como normal. En un caso hubo predominio de células cilíndricas y metaplasia celular, otros 3 tenían elementos inflamatorios, 2 con bacterias y uno presentó Candida albicans, cambios que solo se presentaron en las muestras nasales.

En el grupo tratado (n = 8), en la vagina, durante la primera fase 11,25 ± 7,55 fueron de CS y 88,75 ± 7,5 fueron CI y en la segunda fase 18,71 ± 10,5 de superficiales y 81,2 ± 10,5 de intermedias.

En la faringe y durante la primera de las fases 24,12 ± 16,7 correspondieron a CS con 75,87 ± 16.7 de CI. Durante la segunda fase del ciclo 18,5 ± 13,74 fueron superficiales y 81,5 ± 13,7 intermedias.

En la nariz durante la fase primera del ciclo, la celularidad encontrada fue de 8,5 ± 7,5 de superficiales; 91,5 ± 7,5 de intermedias y durante la fase posovulatoria 16,37 ± 10,04 de CS y 83,62 ± 10,04 de CI (Cuadro 2).

En 35 pacientes que se les cuantificó estradiol sérico en la primera fase del ciclo, se obtuvo valores de 88,99 ± 91,87 pg/mL y en 32 de ellas a quienes se determinó progesterona sérica se hallaron valores de 5,65 ± 7,05 ng/mL, demostrando buen efecto estrogénico y progestacional en ellas durante las fases menstruales respectivas.

Cuando se evaluaron los resultados, no se encontró diferencia estadísticamente significativa entre las características citológicas de los epitelios nasal, faríngeo y vaginal en los dos grupos (Cuadros 1 y 2), (Figuras 1-2).

Se determinó que existía correlación (r) entre las células superficiales e intermedias de las muestras nasal, faríngea y vaginal, durante la primera y segunda fase de la menstruación en las mujeres no tratadas y en las que tomaron anticonceptivos orales, hallándose P < 0,0001 entre: vagina (CS/CI) (r = - 1 000), faringe (CS/Ci) (r = - 1.000), nasal (CS/CI) (r = - 0,8619) (Cuadros 3 y 4).

No hubo correlación entre las células superficiales e intermedias cuando se compararon los epitelios vaginal-faringe y vaginal-nasal durante las fases estrogénica y progestacional en ambos grupos, pero si lo hubo cuando se aplicó el test de regresión con un valor estadísticamente significativo de P < 0,0001 (Cuadros 5 y 6).

Asimismo, se determinó que los frotis de faringe y nariz reflejan el tipo de células superficiales e intermedias con características citológicas parecidas a las de vagina, no se encontraron células basales o parabasales en ninguna de las tomas.

Cuando se utilizó el método de hematoxilina-eosina para la tinción de las células de las muestras de los dos grupos, se confirmó la similitud de la celularidad de los frotis de vagina con las de faringe y la cavidad nasal (Figuras 1 y 2).

DISCUSIÓN

Para el análisis de los resultados obtenidos se tomó en consideración que las células superficiales

e intermedias que contiene el epitelio vaginal se desprenden al alcanzar su maduración en respuesta al influjo hormonal de los estrógenos y la progesterona (2,20,27); de manera que este grado de madurez al desprenderse, constituye un indicador altamente sensible al estado endocrino; así tenemos que durante la fase estrogénica de la menstruación se desprenden mayormente células superficiales y en la fase luteal predominan las células intermedias (37).

En este estudio, las tomas de las muestras de vagina, faringe y nariz se realizaron entre los días 7 al 11 y 19 al 24 del ciclo menstrual normal con niveles de estrógenos normales que oscilaron entre 38,18 y 89,38 pg/mL, observándose que en la primera fase hubo un predominio de células intermedias sobre las

superficiales en casi todos los epitelios; solo 4 frotis de vagina, 1 de faringe y otro de la región nasal de mujeres, no tratadas con hormonas presentaron mayor porcentaje de células superficiales; mientras que en la segunda fase predominaron las células intermedias sobre las superficiales en todos los frotis. Los valores de progesterona sérica correspondieron entre 1,78 y 24,09 ng/mL, que son valores referenciales para mujeres que ovulan.

Croley y Miers (38), en 1978 en muestras de la mucosa oral de pacientes con niveles elevados de estrógenos, encontraron un incremento en el número de células epiteliales superficiales y queratinizadas, y aquellas con valores elevados de progesterona presentaron un aumento en la cantidad de células epiteliales intermedias, con disminución del número de células queratinizadas.

Asimismo, se ha descrito que en la mucosa olfatoria de mujeres normales ocurren cambios en el índice de maduración similares a los del epitelio vaginal (14-16). Estudios inmunohistoquímicos han demostrado la presencia de estradiol en la mucosa nasal, en la lámina propia y alrededor de los vasos, así como receptores de estrógenos en glándulas y conductos excretores (10).

Cieciura y col. (39), en Alemania en el año 1967, publicaron estudios que relacionaron algunas reacciones histoquímicas en el epitelio de la cavidad oral con el ciclo menstrual. También han aparecido publicaciones, como las de la Sociedad Médica Americana en el año 1971, sobre los cambios citológicos traqueobronquiales que ocurren durante la menstruación (40).

Por otro lado, Leimola-Virtanen y col. (41), demostraron que en la evaluación citohormonal de la mucosa bucal de mujeres jóvenes y posmenopáusicas predominaron células intermedias en las dos fases del ciclo menstrual, indicando una casi completa maduración celular; sin embargo, no se encontaron en este epitelio receptores para estrógenos cuando se utilizaron técnicas de inmunohistoquímica.

Abitbol y col. (18), descubrieron modificaciones análogas en estudios citológicos simultáneos del endometrio y la faringe durante la menstruación. También se han determinado los parámetros celulares de la mucosa oral y gingival en el curso del ciclo menstrual normal (42,43). Sin embargo, considerando que la faringe está en comunicación con la cavidad nasal y con la laringe donde existen receptores para estrógenos (2,17,19), no se han reportado estudios comparativos entre el epitelio faríngeo y vaginal en la bibliografía revisada.

Caruso y col. (2), describieron cambios en el índice de maduración de la mucosa nasal similares a los de la vagina de mujeres normales y demostraron que la mujeres posmenopáusicas que recibieron terapia de reemplazo con estrógenos tenían mejor actividad trófica en muestras citológicas de la nariz y la vagina cuando se compararon con aquellas que no la recibieron.

De acuerdo a los hallazgos del presente estudio, se observa, que no hubo diferencia estadísticamente significativa cuando se comparó la celularidad de los tres epitelios en las fases del ciclo menstrual de los grupos estudiados; lo que demuestra que tanto la faringe como la cavidad nasal pueden responder al influjo de las hormonas ováricas, tal como sucede en la vagina (2,16).

En esta investigación se encontró que existe una buena correlación entre los índices de maduración de las células superficiales e intermedias de las muestras de nariz, faringe y vagina en las dos fases de la menstruación, tanto en el grupo de mujeres no tratadas como en aquellas que recibieron píldoras anticonceptivas; similares hallazgos fueron reportados por Navarrete-Palacios y col. (16), quienes encontraron correlación significante entre las muestras citológicas de la nariz y la vagina, durante las fases de la menstruación en mujeres en edad reproductiva, en las posmenopáusicas y niñas prepúberes.

Asimismo, Serra y col. (45), demostraron que los aspectos citológicos del epitelio respiratorio y vaginal de mujeres premenopáusicas sanas se corresponden con las fases folicular, periovulatoria y luteal del ciclo menstrual.

En la presente investigación se pudo apreciar que los niveles séricos de estrógeno y progesterona y el porcentaje de índice de maduración celular se correspondieron con las diferentes fases de la menstruación en el grupo que no ingirió anticonceptivos, demostrando un buen efecto hormonal sobre cada epitelio estudiado, corroborando que las pacientes y las muestras fueron seleccionadas en las etapas adecuadas.

Ormet y col. (46), después de la administración oral de dosis diarias repetidas de 2 mg de acetato de clormadinona combinada con 0,03 mg de etilniliestradiol (EE) reportaron que las concentraciones máximas plasmáticas de EE fueron de 130 pg/mL detectados 1 a 2 horas después de su administración y los valores mínimos alcanzados en estado estable oscilaron de 20 a 40 pg/mL, en los días 3-4 del tratamiento y, a más tardar después de 10 días. En relación con nuestros hallazgos, se observó, que los niveles de estrógeno sérico de las pacientes que tomaron píldoras anticonceptivas durante este estudio, estuvieron por debajo de los valores referenciales para el laboratorio y aun así mostraron la celularidad correspondiente en los frotis estudiados.

Se pudo apreciar que durante las tomas de muestra de nariz las pacientes se quejaron mayoritariamente de molestia nasal, seguida de lagrimeo, estornudo y prurito; mientras que la obtención de los frotis de la faringe causó principalmente molestias locales estimulándose el reflejo nauseoso; algunas presentaron tos. Ninguna de las mujeres refirió molestias durante la toma vaginal.

CONCLUSIONES

Los epitelios de la nariz y la faringe responden significativamente al influjo de hormonas ováricas en la primera y segunda fase del ciclo menstrual similarmente como ocurre en la vagina. El tipo de célula exfoliada que predominó en casi todos los epitelios, correspondió a las intermedias sobre las superficiales; no se desprendieron células de las capas profundas, basales o parabasales. Las determinaciones séricas de estrógeno y progesterona se correspondieron con el porcentaje de índice de maduración de las células exfoliadas de los frotis de vagina, faringe y nariz en las mujeres que no recibieron anticonceptivos orales.

No hubo diferencia estadísticamente significativa entre la celularidad de los epitelios nasal y faríngeo con respecto a la vagina en los grupos estudiados. Hubo correlación entre las características citológicas de la vagina, faringe y nariz durante las fases del ciclo en todas las mujeres estudiadas. Existe correlación entre las células de la cavidad nasal y la orofaringe cuando se compararon con la vagina.

Las pacientes tratadas con anticonceptivos hormonales orales combinados, mostraron buena correspondencia entre las células de los frotis estudiados a pesar de que los niveles de estrógeno y progesterona sérica no se correspondieron con los valores referenciales del laboratorio.

En el frotis de la nariz de una paciente se observaron otras células como Candida albicans y polimorfonucleares, mientras que otra presentó predominio de células cilíndricas y metaplásicas.

Recomendaciones

El estudio de la citología exfoliativa del aparato genital se ha utilizado como método de pesquisa oncológica (35,36), así como para evaluar el estado hormonal en la mujer (25,26). También se han determinado las características citológicas en otros epitelios no relacionados con el genital, con la finalidad de evaluar los efectos de la hormonoterapia sobre tejidos como el nasal y laríngeo en mujeres posmenopáusicas y que ha servido para mejorar el trofismo de dichos epitelios, tratar síntomas nasales y mejorar la calidad de la voz (2,16,19).

La aplicación de esta metodología puede ser recomendada en recién nacidas, niñas y prepúberes, en pacientes con malformaciones müllerianas como en el síndrome de Rokitansky-Küster-Haüser, también en los casos de posmenopáusicas con atrofia vulvo-vaginal y en mujeres "vírgenes" con himen conservado, en quienes se desea conocer su estado endocrino, se requiera tratar patologías nasales y/o faríngeos asociadas al déficit estrogénico o cuando no exista un laboratorio de endocrinología cercano; de este modo se evitaría la venopunción y la incomodidad que sienten algunas pacientes al realizarse el examen ginecológico, facilitado con una toma de muestra de la nariz o de la orofaringe, más rápida, menos incómoda y tan segura como el estatus hormonal que refleja la vagina.

Sin embargo en las pacientes que presentan congestión nasal o de orofaringe no se sugiere realizar este tipo de estudios porque parece ser que se ha reportado la ausencia de receptores para las hormonas ováricas cuando existen estas condiciones (47).

REFERENCIAS

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