Kasmera
versión impresa ISSN 0075-5222
Kasmera vol.43 no.2 Maracaibo dic. 2015
Riesgo microbiológico asociado al uso de teléfonos móviles en laboratorios clínicos hospitalarios de Maracaibo-Venezuela
Microbiological hazard associated with using of mobile phones in hospital clinical laboratories from Maracaibo-Venezuela
Paz-Montes América 1, Fuenmayor-Boscán Alisbeth 1, Sandrea Lisette 1, Colmenares Joelymar1, Marín Milagros1, Rodríguez Egleé1.
1 Escuela de Bioanálisis. Facultad de Medicina. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
Autor de correspondencia: Alisbeth Fuenmayor Boscán. Correo electrónico: alisbethdfb@gmail.com
Resumen
El uso de teléfonos móviles se ha generalizado en las instituciones de salud, inclusive en áreas con riesgos microbiológicos definidos, como los laboratorios clínicos. En el presente estudio, se investigó la presencia de bacterias potencialmente patógenas, en los teléfonos móviles del personal de laboratorio de cuatro instituciones hospitalarias de Maracaibo, Venezuela. Se realizó el cultivo microbiológico cualitativo de hisopados de la superficie de 200 teléfonos. Mediante un cuestionario se indagó la adherencia del personal a las prácticas higiénicas estándar durante la jornada laboral. En 83% de los teléfonos se evidenció contaminación bacteriana y en 29% se identificó agentes con potencial patogénico definido, predominando Enterococcus spp., anaerobios estrictos, Staphylococcus aureus y enterobacterias. Algunas cepas patógenas presentaron patrones de resistencia sugestivos de gérmenes nosocomiales. Un elevado porcentaje del personal abordado admitió no aplicar medidas higiénicas mínimas al utilizar sus teléfonos en el ambiente laboral. Los resultados microbiológicos obtenidos, aunados al bajo nivel de compromiso del personal de laboratorio con las prácticas higiénicas estándar, permiten atribuirle un importante riego microbiológico al uso de teléfonos móviles en los laboratorios clínicos, que podría afectar no sólo a los dueños y manipuladores habituales de tales dispositivos, sino también extenderse a sus manipuladores ocasionales a nivel extrahospitalario.
Palabras clave: teléfonos móviles, riesgo microbiológico, bacterias patógenas, laboratorios clínicos
Abstract
The use of mobile phones is widespread in health institutions, including areas with defined microbiological risk as clinical laboratories. In this study, the presence of potentially pathogenic bacteria was investigated in mobile phones of laboratory personnel of four hospitals of Maracaibo, Venezuela. Qualitative microbiological culture of swabs from the surface of 200 mobile phones was performed. A questionnaire was applied, to evaluate adherence of staff to standard hygiene practices during the workday. In 83% of phones bacterial contamination was evidenced, and 29% had bacteria with defined pathogenic potential, predominantly Enterococcus spp., strict anaerobes bacteria, Staphylococcus aureus and enterobacteria. Some pathogenic strains showed resistance patterns suggestive of nosocomial bacteria. A high percentage of staff refused to apply minimal hygiene measures to manipulate their phones during the workday. Microbiological results, analyzed together with the low level of adherence of personnel to the standard hygienic practices, allow attributing an important hazard to mobiles phone use in clinical laboratories, which could involve not only owners of such devices and usual manipulators, but also could extend to his occasional manipulators in the community.
Key words: mobile phones, microbiological hazard, pathogenic bacteria, clinical laboratorios
Recibido: 18-06-15 / Aceptado: 27/09/15
Introducción
Los teléfonos móviles han contribuido a mejorar notablemente las comunicaciones en las diferentes esferas de desarrollo de las actividades humanas y, durante los últimos años, su empleo se ha extendido también a las instituciones para el cuidado de la salud. Esta práctica puede involucrar el riesgo de contaminación de tales dispositivos móviles por los microorganismos presentes en el ambiente hospitalario o en los fluidos biológicos de los pacientes, si no se toman precauciones especiales durante su manipulación. Las investigaciones al respecto han demostrado que los teléfonos del personal de salud suelen presentar contaminación por microorganismos como Staphylococcus aureus, especies de Acinetobacter y enterobacterias (1-5), patógenos reconocidos que parecen haber encontrado en tales dispositivos una vía perfecta, única y significativa para diseminarse a nivel hospitalario (6).
La mayoría de los reportes previos sobre el tema se focalizan principalmente en los teléfonos manipulados por el personal médico y de enfermería. Hasta ahora, según el conocimiento de los autores, no se ha analizado de manera particular, la frecuencia y variedad de contaminación microbiana presente en los teléfonos del personal de los laboratorios clínicos, quienes representan un grupo de alto riesgo para infecciones ocupacionales, debido a su exposición rutinaria a materiales biológicos y no biológicos potencialmente infecciosos (7). El interés por el riesgo microbiológico que supone el uso de los teléfonos móviles por este tipo de personal se acentúa al considerar que, en la mayoría de las instituciones de salud, no existen restricciones para el uso de los dispositivos móviles, ni lineamientos específicos para su cuidado, limpieza o desinfección rutinaria por parte del personal (6, 8).
Por lo anteriormente expuesto, se desarrolló este trabajo con el propósito de evidenciar la frecuencia de contaminación por bacterias potencialmente patógenas, en los teléfonos móviles utilizados por el personal de laboratorios clínicos de instituciones hospitalarias, como un indicador de riesgo biológico para quienes manipulan tales dispositivos en esos ambientes.
Materiales y Métodos
Estrategia de muestreo y aspectos éticos: Se analizaron 200 teléfonos celulares portados por diferentes miembros del personal de los laboratorios clínicos de cuatro instituciones hospitalarias ubicadas en la ciudad de Maracaibo, Venezuela. Las muestras correspondientes a cada laboratorio fueron recolectadas en una sola oportunidad y todas el mismo día. Los diferentes hospitales fueron abordados con una diferencia de 2 semanas. Se contó con la aprobación del personal directivo de las cuatro unidades hospitalarias y de los laboratorios clínicos respectivos. El muestreo fue realizado sin notificación previa al personal, a fin de evitar que los teléfonos fueran sometidos a procedimientos de descontaminación no aplicados rutinariamente. En la investigación participaron analistas de laboratorio, asistentes, obreros y personal administrativo, quienes una vez informados sobre la naturaleza y objetivos de la investigación, consintieron en someter al muestreo sus teléfonos móviles personales. Se incluyeron teléfonos manipulados en las diferentes áreas de los laboratorios.
Recolección de datos sobre los usuarios telefónicos: Al momento del muestreo, los portadores de los teléfonos completaron un cuestionario autoadministrado y anónimo, referente a: tipo de personal de laboratorio, área de desempeño, frecuencia de manipulación del teléfono móvil durante la jornada laboral, hábito de higiene de las manos y del teléfono, utilización del dispositivo móvil por terceras personas en el ambiente extrahospitalario, entre otros aspectos.
Recolección y procesamiento de las muestras: Las muestras para cultivo se obtuvieron frotando vigorosamente toda la superficie de los dispositivos móviles con un hisopo humedecido en solución fisiológica estéril, tal como se ha descrito en investigaciones previas (9-11). Los hisopados se colocaron inmediatamente en medio de transporte y se procesaron, mediante cultivo bacteriológico convencional, en el Centro de Referencia Bacteriológica del Hospital Universitario de Maracaibo, en un lapso no superior a 1 hora después de su obtención. Para el aislamiento inicial se empleó Agar Sangre y Agar Gelosa Chocolate, incubados a 35ºC durante 24 a 72 horas en atmósfera aerobia suplementada con CO2. Se incluyó además un Caldo Tioglicolato, del cual se realizaron subcultivos a placas de Agar Sangre Anaerobiosis (incubadas en anaerobiosis por 48-72 horas) cuando se observó crecimiento sugestivo de bacterias anaerobias. Para la identificación de los microorganismos aislados se emplearon esquemas bioquímicos convencionales y/o el sistema automatizado Vitek-BioMérieux®.
Se determinaron algunos fenotipos de resistencia a los agentes antimicrobianos que suelen ser expresados por gérmenes hospitalarios. Específicamente, en las cepas de S. aureus se investigó la resistencia a meticilina (método de difusión con disco de oxacilina de 1 μg y de cefoxitina de 30 μg), la resistencia a vancomicina (E-test y agar screening de vancomicina en placas de infusión cerebro corazón suplementadas con 6 μg/ mL de vancomicina) y la resistencia inducible a clindamicina (D-test); en las cepas de Enterococcus spp. la resistencia a vancomicina (método de difusión con disco de vancomicina de 30 μg y agar screening de vancomicina) y en las enterobacterias, la producción de β-lactamasas de espectro extendido y cromosómicas AmpC (métodos: sinergia del doble disco, disco combinado y aproximación de discos). Para ello, se siguieron los lineamientos establecidos por el Clinical and Laboratory Standards Institute (CLSI) (12).
Análisis estadístico: Se empleó el estadístico c2 ó ji2 con un nivel de confiabilidad del 95% (p < 0,05) para analizar la asociación entre algunas de las variables estudiadas. Este análisis se realizó con el software estadístico SPSS (Statistical Package for Social Sciences) versión 17.
Resultados
El cultivo bacteriológico resultó positivo para el 83% de los teléfonos celulares analizados (166/200). Treinta y cuatro teléfonos del total examinado (17%), no presentaron contaminación bacteriana detectable por la metodología utilizada, 83 (41,5%) presentaron sólo un tipo de microorganismo, mientras que los 83 restantes (41,5%) presentaron contaminación polimicrobiana, específicamente, se identificaron dos, tres y cuatro agentes diferentes, en 57 (28,5%), 17 (8,5%) y 9 (4,5%) teléfonos, respectivamente. En total se obtuvieron 284 cepas bacterianas, cuya distribución por especies se muestra en la Tabla 1.
Al analizar el tipo de contaminación microbiana de acuerdo al potencial patogénico de los microorganismos aislados, se observó un predominio de agentes propios de la flora cutánea u oral del humano, tales como: Staphylococcus coagulasa negativa (SCN), Streptococcus del grupo viridans y Micrococcus spp., así como contaminantes ambientales pertenecientes al género Bacillus y al grupo de los bacilos Gram negativo no fermentadores de la glucosa (BGNNFG), los cuales estuvieron presentes como único germen en 108 (65%) de los dispositivos telefónicos contaminados (54% del total). En 58 teléfonos (29% del total) se recuperaron bacterias con potencial patogénico reconocido, acompañadas en la mayoría de los casos (46 muestras) por bacterias del grupo considerado contaminante. Entre los patógenos potenciales predominaron las especies de Enterococcus, C. perfringens, S. aureus y bacilos Gram negativo (Tabla 1).
En algunas de las especies bacterianas potencialmente patógenas identificadas en este estudio, se evidenció la expresión de fenotipos particulares de resistencia a los antimicrobianos. Específicamente, 3 de las 11 cepas de S. aureus (27,3%) mostraron resistencia a meticilina (cepas SARM) y 2 de ellas (18,2%) resistencia inducible a clindamicina. Una de las 7 cepas de E. faecium exhibió resistencia a vancomicina, lo que corresponde al 5,9% del total de aislamientos de especies de Enterococcus diferentes a E. gallinarum (especie intrínsecamente resistente a ese antibiótico). Las 4 cepas de Enterobacter cloacae aquí identificadas (100%) produjeron β-lactamasas AmpC. No se obtuvieron cepas de S. aureus con resistencia a vancomicina, ni bacilos Gram negativo productores de b-lactamasas de espectro extendido.
Cuando se analizó el porcentaje de teléfonos contaminados, la presencia de múltiples gérmenes o de especies bacterianas potencialmente patógenas, en función del tipo de personal usuario de los teléfonos, no se evidenciaron diferencias significativas (p > 0,05) (Tabla 2). Tampoco se obtuvieron diferencias significativas al analizar el área de desempeño del personal dentro del laboratorio clínico, ni al comparar los resultados obtenidos entre los laboratorios de los cuatro hospitales considerados (datos no mostrados).
Finalmente, la Tabla 3 muestra la información proporcionada por los participantes, con respecto a la aplicación de medidas higiénicas básicas durante la jornada laboral. Se evidencia que, aunque un porcentaje elevado de los miembros del personal de los laboratorios clínicos está consciente del riesgo microbiológico que puede estar implícito en la manipulación de los teléfonos en el sitio de trabajo, la mayoría de ellos no aplica procedimientos de higiene de las manos antes o después de manipular sus teléfonos, ni descontamina rutinariamente sus dispositivos de uso personal. Inclusive, algunos individuos, particularmente del personal administrativo y obrero, admitieron no lavar sus manos al finalizar la jornada laboral. Adicionalmente, una elevada proporción de los trabajadores consultados (56,5%) refirió que sus teléfonos son manipulados por terceras personas, especialmente niños, en el ambiente extrahospitalario.
Discusión
En este estudio se evidenció una tasa elevada de contaminación bacteriana (83%) con una frecuencia importante de contaminación por múltiples agentes (41,5%), en los hisopados de los teléfonos móviles manipulados por el personal de los diferentes laboratorios clínicos participantes. Tales resultados concuerdan con investigaciones en teléfonos de otro tipo de personal de salud, que señalan tasas de contaminación cercanas o superiores al 90% (8, 13-16), aun cuando también se reportan cifras de colonización menores, que oscilan entre 20 y 72% (17-19). La variabilidad entre los diferentes estudios podría obedecer a la existencia de regulaciones para el uso de los teléfonos en algunas instituciones o a diferencias en el grado de adherencia del personal a las prácticas higiénicas y de bioseguridad mínimas en el ambiente hospitalario. Ciertos factores inherentes al muestreo en cada estudio (hora del día, tiempo de permanencia del personal de laboratorio en el hospital), podrían también determinar variaciones importantes en las oportunidades de exposición de los teléfonos a la contaminación microbiana propia de cada ambiente hospitalario.
El predominio de los SCN entre los gérmenes identificados, coincide con lo reportado no sólo en teléfonos celulares, sino también en otros objetos de uso personal utilizados en ambientes clínicos (3, 8, 11, 17-20). A este respecto, se ha sugerido que el calor que se genera durante el uso de los teléfonos contribuye a crear un microambiente propicio para la colonización de éstos por las bacterias que normalmente se encuentran en la piel (10).
Por otra parte, resultó interesante la elevada frecuencia de aislamiento de Clostridium perfringens, pues los reportes previos de bacterias anaerobias en hisopados de teléfonos son muy escasos (11, 15, 21). Los clostridios son microorganismos bastante ubicuos, frecuentes en el suelo y en el aire. Clostridium perfringens, en particular, suele encontrarse en el aire de los quirófanos (22), por lo que no se descarta la posibilidad de que esté presente también en otros ambientes hospitalarios. Este microorganismo, además, es el anaerobio de más fácil crecimiento en los medios de cultivo artificiales, característica ésta que, junto a su ubicuidad, se atribuye a su naturaleza relativamente aerotolerante (22). A pesar de ello, difícilmente esta bacteria logre encontrar en la superficie de los teléfonos condiciones adecuadas para la supervivencia prolongada, y menos aún para la multiplicación. Los resultados aquí obtenidos podrían quizá explicarse por la prontitud en la siembra de las muestras, que favoreció la recuperación de microorganismos que no suelen resistir la exposición prolongada a condiciones ambientales adversas y que rápidamente pierden su viabilidad en los medios de transporte bacteriológicos de uso rutinario. No obstante, dilucidar tales aspectos escapa de los límites de esta investigación.
La detección de especies bacterianas potencialmente patógenas en el 29% de los teléfonos analizados, excede el rango reportado en los dispositivos móviles de comunicación empleados por personal de salud (0 a 25%) (2, 3, 5, 15, 17). Los resultados sugieren que las actividades laborales realizadas por el personal de laboratorio, realmente implican un alto riesgo de contaminación de los teléfonos (y probablemente también de cualquier otro objeto personal utilizado en el ambiente de trabajo) por agentes infecciosos de potencial patogénico reconocido.
A pesar de la amplia variabilidad reportada en cuanto a las especies bacterianas patógenas presentes en la superficie de los teléfonos móviles, muchos estudios coinciden en conferirle mayor importancia al aislamiento de S. aureus, especialmente a las cepas SARM, así como a los bacilos Gram negativo, por su capacidad para resistir condiciones de desecación y para sobrevivir y multiplicarse en el ambiente cálido de la superficie de los teléfonos celulares (3, 23, 24). En este estudio, S. aureus ocupó el tercer lugar en frecuencia entre las bacterias patógenas, y el aislamiento de cepas SARM y/o con resistencia inducible a clindamicina permite suponer que se trata de cepas provenientes del ambiente hospitalario. Hasta ahora, el aislamiento de cepas SARM se considera infrecuente en los teléfonos manipulados sólo a nivel de comunidad (6, 10).
En cuanto a los enterococos, su aislamiento en los dispositivos de uso personal de trabajadores de la salud parece ser infrecuente. Sin embargo en la presente investigación, este género bacteriano ocupó el primer lugar entre los patógenos definidos, destacando el aislamiento de una cepa de E. faecium resistente a glicopéptidos. El hallazgo coincide con el reporte de este tipo de cepas en hospitales de la región (25). Los resultados sugieren que las especies bacterianas patógenas que pueden encontrarse como contaminantes en los teléfonos y otros dispositivos móviles manipulados en ambientes con riesgos biológicos, dependerá de las cepas circulantes en esos ambientes en un momento dado, lo que explicaría la variabilidad de los microorganismos reportados en los diversos estudios.
Por otra parte, el alto porcentaje de contaminación polimicrobiana y por especies potencialmente patógenas encontrado en los teléfonos del personal asistente, administrativo y obrero, evidencia que el riesgo biológico es similar para todos los trabajadores de los laboratorios, independientemente de sus tareas. Ya con anterioridad ha sido reportada la presencia de gérmenes patógenos en objetos de las áreas administrativas hospitalarias (26). Los trabajadores de esas áreas podrían tener una menor conciencia de la exposición al riesgo, y subestimar en mayor grado que otros tipos de trabajadores de la salud, la importancia de la higiene de las manos y de los dispositivos de uso personal durante la jornada laboral. De hecho, se ha demostrado que el nivel de compromiso con la práctica de higiene de las manos permanece bajo entre el personal de salud a nivel mundial (27).
La falta de compromiso y de adherencia a los procedimientos de higiene de las manos y el uso descuidado de los teléfonos en las áreas expuestas a microorganismos patógenos, no debería considerarse livianamente. En investigaciones previas se ha reportado persistencia bacteriana (incluyendo cepas de enterococos vancomicina-resistentes y de SARM) durante períodos prolongados en las superficies inanimadas (28), presencia simultánea de agentes bacterianos en los teléfonos móviles y en las manos de sus propietarios (8) y transferencia bacteriana entre ellos, en cantidades equivalentes a la dosis infecciosa (29), por lo que es factible que la contaminación de los dispositivos de uso personal, pueda eventualmente, y dependiendo de las condiciones de salud del individuo, dar lugar al desarrollo de un proceso infeccioso en sus usuarios. El riesgo podría ser mayor para quienes manipulan estos dispositivos contaminados a nivel de la comunidad, por su falta de contacto previo con las bacterias del ambiente hospitalario.
En conclusión, una proporción importante de los teléfonos móviles analizados en este trabajo alberga agentes bacterianos potencialmente infecciosos, con ciertas características de resistencia antimicrobiana sugestivas de cepas hospitalarias. Estos resultados microbiológicos, analizados a la luz de la baja adherencia del personal de los laboratorios a la práctica de higiene habitual de las manos y de los dispositivos de uso personal, permiten atribuirle un importante riesgo microbiológico al uso de teléfonos móviles en los laboratorios clínicos. El riesgo de sufrir infecciones podría no estar limitado sólo a los dueños y manipuladores habituales de estos dispositivos, sino también extenderse a sus manipuladores ocasionales extrahospitalarios, que suelen ser niños.
Los hallazgos deberían alertar a los trabajadores de los laboratorios clínicos sobre la necesidad de hacer uso racional de sus objetos personales durante la jornada laboral, y de internalizar las conductas dirigidas a minimizar las oportunidades de contaminación de los mismos, especialmente mediante la firme adherencia a las prácticas estándar de higiene y desinfección de las manos y los fómites. Este aspecto debería ser objeto de intervención, mediante el diseño de normas, políticas y estrategias de prevención bien definidas y supervisadas, por parte de los jefes de laboratorio y de los organismos encargados del control de las enfermedades infecciosas en las instituciones de salud de la región.
Declaración de Conflictos de Intereses
Los autores declararan no tener conflictos de intereses.
Agradecimientos
Al Centro de Referencia Bacteriológica del Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo, por facilitar las instalaciones y los suministros necesarios para los cultivos bacterianos.
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