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Acta Botánica Venezuelica

versión impresa ISSN 0084-5906

Acta Bot. Venez. v.29 n.1 Caracas jun. 2006

 

CONTRIBUCIÓN DEL DR. JOSÉ MARÍA VARGAS A LAS CIENCIAS BOTÁNICAS EN VENEZUELA

The contribution of Dr. José María Vargas to botanical sciences in Venezuela

Fred W. STAUFFER1, Rodrigo DUNO de STEFANO2, Laurence J. DORR3, Fernand JACQUEMOUD1 y Nicolas FUMEAUX1.

1Conservatoire et Jardin botaniques de la Ville de Genève. Case postale 60 CH-1292 Chambésy/Genève, Suiza, fred.stauffer@cjb.ville-ge.ch

2Centro de Investigación Científica Yucatán, Calle 43 N° 130, Colonia Chuburná de Hidalgo, 97200 Mérida, Yucatán, México, roduno@cicy.mx

3Department of Botany, MRC 166, Smithsonian Institution, National Museum of Natural History, 10th & Constitution Avenue NW, PO Box 37012, Washington DC 20013-7012, United States of America, dorr.laurence@nmnh.si.edu

RESUMEN

    Se describe la obra botánica del médico venezolano José María Vargas a través del seguimiento de los contactos que mantuvo con botánicos y naturalistas contemporáneos, y el estudio detallado de las muestras que personalmente colectó en el Valle de Caracas. Las 200-300 colecciones que realizó Vargas se encuentran depositadas en al menos seis diferentes herbarios extranjeros y representan evidencia suficiente para considerarlo como el primer colector de plantas venezolano. La colección Vargasiana incluida en el Prodromus de Augustin Pyramus de Candolle es una de las colecciones venezolanas de mayor importancia en cuanto a la relación entre el número de muestras y la cantidad de novedades taxonómicas. Se incluye una selección de imágenes inéditas de los especímenes Vargasianos depositados en el herbario Candolleano (G-DC) del Conservatorio y Jardín Botánico de Ginebra y en los herbarios norteamericanos del Jardín Botánico de Nueva York (NY) y el Instituto Smithsoniano (US).

Palabras clave: Botánica, Florística, Historia, José María Vargas,Venezuela

ABSTRACT

    The botanical work of the Venezuelan physician José María Vargas is described through an analysis of the contacts that he maintained with contemporary botanists and naturalists, as well as through a detailed study of the collections he made in Caracas. The 200-300 collections, deposited in at least six different foreign herbaria, are sufficient evidence to consider Vargas as the very first Venezuelan plant collector. The Vargas collection included in the Prodromus of Augustin Pyramus de Candolle is one of the most important Venezuelan collections cited, based on the number of specimens and taxonomic novelties. A selection of previously unpublished images of Vargas collections deposited in the de Candolle Herbarium (G-DC) at the Conservatory and Botanical Garden of Geneva and in the American herbaria of the New York Botanical Garden (NY), and the Smithsonian Institution (US) is presented.

Key words: Botany, Floristic, History, José María Vargas,Venezuela

INTRODUCCIÓN

    La idea de resaltar el papel que el médico venezolano José María Vargas (1786-1854) (Fig. 1a) desempeñó en el desarrollo de la botánica en Venezuela no es nueva y algunos esfuerzos preliminares por conocer este aspecto ya fueron adelantados en diferentes períodos de las ciencias naturales venezolanas. Tal como indicaron Villanueva (1883) y Texera (1991), esta labor se ha dificultado principalmente debido a lo escasa y fragmentaria que es la documentación que relaciona a Vargas con esta área.

    El primer esfuerzo por entender la contribución de Vargas a la botánica fue publicado por Adolfo Ernst (1877) en lo que puede considerarse como el análisis más detallado sobre las colecciones botánicas que hizo y su repercusión en los florecientes estudios botánicos de comienzos del siglo XIX. Parte de esta información fue producto del intercambio epistolar que Ernst mantuvo con Alphonse y Casimir de Candolle, segunda y tercera generación de la renombrada familia de botánicos ginebrinos. Posteriormente, Villanueva (1883) publica una de las más completas biografías de Vargas y le dedica un capítulo a su obra botánica, gran parte del cual reproduce la información aparecida en el trabajo que Ernst publicó cinco años antes. Villanueva también incluyó el extenso intercambio epistolar que Vargas mantuvo con varios de los más notables botánicos de su tiempo, entre ellos Augustin Pyramus de Candolle (Ernst 1877) (Fig. 1b). Tal como fuera indicado por Tamayo & Moreno (2001) y corroborado en esta investigación, existen evidencias suficientes para afirmar que Vargas mantuvo estrecho contacto con varios botánicos, especialmente con A.P. de Candolle, y llegó a convertirse en el primer colector botánico venezolano. Otro análisis de la correspondencia entre Vargas y varios botánicos ginebrinos fue aparentemente iniciado también por el botánico suizo Luciano Bernardi (1920-2001) (P. Perret, com. pers.), pero el mismo nunca llegó a concretarse.

    Con este artículo se pretende esclarecer de manera objetiva la contribución de Vargas a la ciencia botánica, haciendo énfasis en una caracterización de las colecciones de plantas que realizó fundamentalmente en Venezuela, parte de ellas actualmente depositadas en el herbario asociado al Prodromus de de Candolle (G-DC). El presente análisis se basó en el estudio de esas colecciones y de toda la correspondencia original que mantuvo Vargas con Augustin Pyramus de Candolle (Fig. 1c-d). De igual manera se recabó información en los registros internos y la colección de plantas del Herbario Nacional de los Estados Unidos (US), el Herbario del New York Botanical Garden (NY) y el Herbario del Museode Historia Natural de la Universidad de Florencia, Italia (FI). Informaciones clave sobre las actividades botánicas de Vargas fueron extraídas de las publicaciones de Ernst (1877),Villanueva (1883) y Texera (1991).

    Este trabajo pone en evidencia la trascendencia de la obra botánica de Vargas, no solamente a través de la confirmación de su rol como primer colector venezolano de plantas, sino también a través de la caracterización de sus colecciones, de un valor totalmente insospechado para estudios taxonómicos y florísticos en Venezuela. Las muestras de Vargas depositadas en el Herbario G-DC dan una idea bastante acertada de su rigurosidad en el área botánica, sin embargo, el establecimiento del número total de ejemplares que envió a Europa, a través del análisis de sus colecciones depositadas en FI y P, sigue siendo fundamental para lograr un entendimiento completo de su obra como colector. Los hechos históricos que originaron la lamentable ausencia de muestras de Vargas en los herbarios venezolanos son ciertamente de actualidad y requieren de una profunda reflexión. Entre muchos elementos se puede resaltar la importancia que debe darse a instituciones como herbarios y centros de investigación, que tienen bajo su responsabilidad la conservación de productos derivados del ejercicio científico.

INICIOS DE VARGAS EN LAS CIENCIAS BOTÁNICAS

    La introducción de Vargas a los estudios botánicos es la consecuencia de una serie de eventos informales que ocurrieron durante el primer tercio de su vida. La pasión que Vargas vivió por la botánica puede claramente apreciarse en un fragmento de la carta reproducida por Ernst (1877) en la que Vargas le comenta al botánico suizo Heinrich Wydler (1800-1883), en aquel tiempo curador del Herbario de de Candolle "Confieso a Usted que si pudiese dejar enteramente mi práctica, a nada me dedicaría con más gusto que a la botánica". Autores como Grisanti (1954) llegan incluso a asegurar que en Vargas predominó siempre una vocación de naturalista innato, siendo su profesión de médico un medio de subsistencia.

    La descripción de los siguientes eventos de su vida puede ser de importancia para comprender el papel que Vargas jugó en el desarrollo de la botánica americana. Vargas ya ostentaba el título de Doctor en Medicina en el año 1808 (Villanueva 1883), pero es solamente años más tarde cuando entra por primera vez en contacto con la ciencia botánica. A finales de 1813, contando apenas con 27 años, Vargas parte a Edimburgo (Escocia) a fin de continuar su preparación como médico. Allí se dedica, entre otros, a los estudios de anatomía, cirugía, obstetricia y química, y además realiza cursos de botánica bajo la dirección del Prof. Daniel Rutherford (1749-1819). Ernst (1877) sugiere algunas dudas sobre la influencia que Rutherford pudo haber ejercido sobre Vargas en el área de la botánica, al indicar que "el mismo no ocupó puesto alguno en esa ciencia". No obstante, es de destacar que Rutherford ya había publicado una importante obra sobre botánica sistemática (Rutherford 1793) y había ocupado el cargo de director del Real Jardín Botánico de Edimburgo entre 1786 y 1819.

    Vargas pasó de Edimburgo a España y Francia (Anónimo 1854; Bruni Celli 1993), donde adquirió gran cantidad de conocimientos en el área de medicina y algunas ramas de las ciencias naturales. De acuerdo a Villanueva (1883) llegó a dominar el idioma inglés y el francés con tanta propiedad como el castellano, de manera que hablaba y escribía en cualquiera de ellos con igual facilidad. Este dominio de las principales lenguas cultas de la época fue fundamental para el extenso intercambio epistolar que Vargas mantuvo posteriormente con botánicos y médicos de todo el mundo.

    El regreso de Vargas al continente americano, específicamente a Puerto Rico, en el año 1817 representa un capítulo relevante para su introducción práctica en el área de la florística. En esta isla conoce directa o indirectamente a botánicos de la talla de A. Plée, C. Bertero y H. Wydler; es con el primero de éstos con quien comenzó los reconocimientos botánicos llevados a cabo en Puerto Rico. Detalles de la relación científica que mantuvo Vargas con éstos y otros botánicos se exponen posteriormente. Vargas regresa a Venezuela a fines de 1825 y ya en 1829, siendo presidente electo de la Sociedad Económica de Amigos del país, hace publicar algunas "memorias" sobre el café, cacao, añil, vainilla, tabaco, algodón y otros frutos. De igual manera propició la fabricación de algunos modelos de máquinas agrícolas, entre ellas una máquina para descascarar arroz (Ernst 1877).

    Entre los años 1829 y 1834, involucrado enteramente con la vida universitaria y alejado de las tensiones políticas que vivía Venezuela,Vargas se da a la tarea de enviar muestras de plantas venezolanas a renombrados botánicos europeos, siendo el más destacado de ellos Augustin Pyramus de Candolle (Fig. 1b). Como se verá posteriormente, éste fue un período de esplendor para el desarrollo de Vargas como botánico. En 1835 deja el ámbito académico y consecuentemente se ve reducida su contribución botánica ya que se involucra con la convulsionada vida política del país. En ese mismo año es nombrado Presidente de la República (representa el primer presidente civil en la vida política de Venezuela), pero en 1836 renuncia definitivamente al cargo debido a presiones políticas. A partir de 1837 reanuda sus labores universitarias en las cátedras de Anatomía, Cirugía, Obstetricia, Química, realizando esfuerzos por introducir la botánica como disciplina universitaria. A partir de este momento, hasta su muerte en Nueva York en 1854 (Anónimo 1854), aparentemente no pudo continuar involucrándose de manera activa con la botánica; sin embargo, la correspondencia expuesta por Villanueva (1883) sugiere un gran intercambio de ideas sobre plantas nativas con Fermín Toro.

INTERCAMBIO CIENTÍFICO CON BOTÁNICOS Y NATURALISTAS EUROPEOS

    Vargas tuvo un intenso intercambio científico con varios botánicos y naturalistas extranjeros. Los rastros de este intercambio son bastante escasos, pero aquellos a los que se ha dado seguimiento revelan que la obra de Vargas tiene gran e insospechada importancia para el Neotrópico. A continuación se destaca la relación que Vargas mantuvo con Auguste Plée, Carlo Giuseppe Bertero, Marie-Philippe Mercier y Augustin Pyramus de Candolle.

    Auguste Plée (1787-1825)

    Auguste Plée fue un naturalista francés que por cuenta del Museo de Historia Natural de Paris visitó las Indias Occidentales (hoy conocidas como Las Antillas) y Venezuela entre los años 1820 y 1825 (Knuth 1928; Stafleu & Cowan 1976). Dedicado a recoger plantas para esa institución francesa, Plée visitó a la Isla de Puerto Rico donde a la brevedad entró en contacto con Vargas. En una carta reproducida por Villanueva (1883), Vargas indica a H. Wydler que teniendo bastante amistad con Plée quiso distraerse de la actividad medico-quirúrgica y lo acompañó tres a cuatro meses con el objeto de conocer la vegetación de la isla. De acuerdo a Villanueva (1883), ambos investigadores al principio sólo recorrían los alrededores de San Juan, pero el 9 de marzo de 1823 emprendieron viaje al interior. Pasaron 22 días en Caguas y sus cercanías, luego fueron hacia Patillas, en donde colectaron 12 días y a Ponce, en donde invirtieron 28 días. Las colecciones que Plée realizara en la Isla de Puerto Rico, algunas de ellas recogidas por o en conjunto con Vargas, se encuentran actualmente depositadas en el Herbario del Museo de Historia Natural de Paris (P).

    El mismo Wydler había visitado las Indias Occidentales en el año 1827 por encargo de A.P. de Candolle y se había dado a la tarea de hacer el reconocimiento de la flora de Puerto Rico. Prueba de ello son las colecciones que de este botánico están en el herbario G-DC.

    Carlo Giuseppe Bertero (1789-1831)

    Bertero fue un físico y botánico italiano que recorrió las Indias Occidentales entre 1816 y 1821 (Stafleu & Cowan 1976; Delprete et al. 2002) y muy probablemente coincidió con Vargas en la Isla de Puerto Rico. Con esta investigación no se constató el intercambio que se pudo haber establecido entre ellos, pero prueba del afecto que Bertero tenía por el científico venezolano es el empleo del nombre Vargasia como un nuevo género de las Sapindaceae que halló en Santo Domingo (Bertero ex K.P.J. Sprengel, Syst. Veg. 2: 283, 388. Jan-Mai 1825).

    Marie-Philippe Mercier (1781-1831)

    Uno de los botánicos que entró en contacto y posteriormente recibió plantas de Vargas fue Mercier, botánico francés nacido en la Isla de Martinica (Briquet 1940). De acuerdo a Villanueva (1883), fue aparentemente un distinguido ciudadano peruano llamado Pedro Abadía quien puso a Vargas en contacto con Marie-Philippe Mercier. En el marco de este intercambio científico Vargas le envió a Mercier más de 500 especies (quizás sólo hace alusión a especímenes), así como muchas muestras de quina, vainilla y otros frutos del país, recibiendo de él en cambio, libros, papel para secar y algunos objetos de estudio (Villanueva 1883).

    En 1822 Mercier se trasladó a Ginebra donde se entregó enteramente al estudio de la botánica bajo la dirección de A.P. de Candolle. Esto fue de gran importancia para el científico venezolano, ya que de acuerdo a Knuth (1928), Briquet (1940) y Candaux et al. (2004), fue Mercier quien sirvió inicialmente de intermediario entre Vargas y el ilustre botánico ginebrino. Aparte de las numerosas colecciones que Mercier recibió directamente de Vargas, aparentemente también recibió de A.P. de Candolle un reducido número de muestras duplicadas del herbario del Prodromus (Lasègue 1845).

    El herbario de Mercier, conteniendo un número considerable de plantas antillanas (entre ellas algunas de Vargas), fue calificado frecuentemente como muy rico. Después de su muerte el herbario fue comprado por el naturalista británico Philip Barker Webb (1793-1854) (Lasègue 1845; Stafleu & Cowan 1976). El Herbarium Webbianum, con alrededor de 300.000 especímenes, está actualmente depositado en el Herbario del Museo de Historia Natural de la Universidad de Florencia (FI) (Briquet 1940; Steinberg 1977; Holmgren et al. 1990). Por medio del botánico suizo Stefano Moricand (1779-1854) algunos duplicados de la colección de Mercier fueron también depositados en el Herbario del Prodromus (G-DC) y al Herbario Delessert (actualmente considerado como el cuerpo principal del Herbario G) (Briquet 1940).

    Augustin Pyramus de Candolle (1778-1841)

    El intercambio científico entre Vargas y el ilustre botánico ginebrino Augustin Pyramus de Candolle (Fig. 1b) es, de acuerdo a la presente investigación, el de mayor impacto para la botánica neotropical. El mismo se inició el 21 de junio de 1826, fecha en la que el botánico ginebrino le solicita a Vargas plantas del Nuevo Mundo y le ofrece por su parte monografías, libros, plantas europeas y papel para secar en cantidad suficiente (véase carta reproducida en Villanueva 1883). La respuesta a este pedido no puede haber sido de mayor agrado para Vargas y en carta con fecha 4 de diciembre de 1826 le indica al botánico ginebrino que "hará cuanto esté de su parte por llenar sus deseos" (Fig. 1c-d). Como se detallará más adelante, Vargas envió a Ginebra alrededor de 300 especímenes de plantas venezolanas, muchas de las cuales serían descritas por A.P. de Candolle y otros colaboradores del Prodromus como nuevos taxa para la ciencia. Como prueba de respeto por la obra botánica de Vargas,A.P. de Candolle distinguió con su nombre a un nuevo género de las Asteraceae: Vargasia (Prodr. 5: 676. 1836) y en el mismo texto define al venezolano como un "rerum naturalium sagacis observatoris" (hábil observador de la naturaleza).

    Merece la pena indicar que fue Vargas quien adicionalmente le envió a A.P. de Candolle tubérculos vivos del apio criollo (Arracacia xanthorrhiza Bancr., Apiaceae) con el fin de que este último hiciera ensayos sobre su cultivo en Europa (de Candolle 1829). Sobre este particular A.P. de Candolle escribe en sus memorias que "había esperado dotar a la Europa con una nueva legumbre, pero a pesar de los esfuerzos por lograr su cultivo no he podido naturalizar a esta planta rival de la papa" (Candaux et al. 2004). Si las tentativas de A.P. de Candolle hubieran resultado exitosas el nombre de Vargas habría estado asociado con un nuevo capítulo de la historia de las plantas alimenticias en Europa.

INTERCAMBIO CON CIENTÍFICOS VENEZOLANOS

    Fuera del intercambio científico que Vargas mantuvo con botánicos europeos, Villanueva (1883) también refiere una serie de contactos en el ámbito nacional, entre los cuales destacan los realizados con los doctores Fermín Toro, Jesús M. Benítez y Cruz M. Limardo. Especialmente con Fermín Toro mantuvo una activa correspondencia en la que intercambia comentarios botánicos (véase correspondencia incluida por Villanueva 1883). Ernst (1877) indica que entre los años 1829 y 1830 Vargas realizó un intercambio botánico con el Licenciado J.M. Benítez, quien le remitió plantas colectadas en La Victoria. En aquel tiempo también obtuvo plantas de su amigo Cruz Limardo, con quien lo ligaba el interés de establecer una pequeña empresa de producción de sulfato de quinina.

    Merece la pena indicar que aún cuando Adolfo Ernst (1832-1899) no fue un discípulo directo de Vargas, igualmente se vio influenciado por su obra en el campo de las ciencias naturales. Ernst no solamente rindió tributo a Vargas al darle el nombre de Vargasia a la primera revista venezolana dedicada a las ciencias naturales (Ernst 1868) (Fig. 2), sino que distingue con el nombre de Vargasia a un nuevo género de las Ternstroemiaceae (actualmente asignado a las Marcgraviaceae) (Ernst 1877).

LAS COLECCIONES DE VARGAS

    Las colecciones que realizó Vargas en Puerto Rico tuvieron un destino poco afortunado. En carta que el mismo le escribiera a H. Wydler (quien había llegado a Puerto Rico poco tiempo después de la partida de Vargas a Venezuela) le refiere que "Traje mis apuntes y la colección bien deteriorada (de plantas de Puerto Rico) a este país (Venezuela), en donde una práctica extensa y muy desordenada y otras muchas otras ocupaciones graves y penosas no me han dejado tiempo para volver a mis plantas. El resultado es como debía suceder, que casi todas ellas están perdidas. Yo conservo el catálogo, pero no tengo tiempo para copiarlo". Villanueva (1883) indica no haber encontrado ninguna de las 600 muestras que aparentemente Vargas colectó en Puerto Rico, ni tampoco el propio catálogo asociado al herbario.

    Vargas había formado la colección más completa de plantas y minerales de Venezuela (Anónimo 1854). Ernst (1877) pudo constatar que Vargas había dejado entre sus colecciones de historia natural un herbario, formado casi exclusivamente por plantas venezolanas. De acuerdo a las palabras del propio Ernst "parece que en los últimos años de su permanencia en el país (la muerte de Vargas ocurrió en Nueva York el 13 de julio de 1853) Vargas no tuvo lugar ni ánimo para cuidar esta colección y cuando un cuarto de siglo más tarde, en diciembre de 1873, empezamos a registrar lo que aun existía de ella en uno de los salones de la universidad (Universidad Central de Venezuela), hallamos la mayor parte de las plantas totalmente destruidas e inutilizadas. Los restos de este herbario los conservamos en el Museo Nacional". Como se indicará más adelante, Henri Pittier (1857-1950) al ver el estado deplorable de lo que quedaba del "Herbario Vargasiano" consideró oportuno, y se puede agregar de manera acertada, su traslado al herbario US. Lo antes expuesto confirma la ausencia de plantas colectadas por Vargas en los herbarios venezolanos, a diferencia de algunos herbarios extranjeros.

    De acuerdo a Holmgren et al. (1990), algunas colecciones de Vargas aparecen mencionadas en los siguientes herbarios: Field Museum of Natural History (F), New York Botanical Garden (NY), Smithsonian Institution (US), Museo de Historia Natural de la Universidad de Florencia (FI), Universidad de Montpellier (MPU) y el herbario del Prodromus de de Candolle (G-DC), colección que se mantiene separada del herbario general del Conservatorio y Jardín Botánico de Ginebra (G). Las colecciones de Vargas llegaron a estos herbarios por al menos cuatro vías diferentes:

    1. Muestras enviadas por Vargas a A.P. de Candolle y actualmente depositadas en G-DC, aunque se presume que por esta vía pueden haber llegado también a G y MPU. De acuerdo a Stafleu & Cowan (1976), algunos de los tipos mencionados por de Candolle en sus primeras publicaciones pudieran estar no solamente depositados en MPU sino también en el Museo de Historia Natural de Paris (P).

    2. Muestras enviadas por Vargas a Mercier. Después de la muerte de este último las muestras de su herbario fueron compradas por Philip Barker Webb y tal como se ha podido comprobar, posteriormente depositadas en el Herbario del Museo de Historia Natural de la Universidad de Florencia (FI) (Fig. 3).

    3. Muestras que probablemente entregó A.P. de Candolle a Carl Friedrich Meisner (1800-1874) durante el trabajo de redacción del Prodromus. Después de la muerte de este último las muestras de su herbario fueron compradas por John J. Croque (1824-1911) y actualmente se encuentran depositadas en NY. De la presente investigación se presume que algunas plantas de este lote pueden haber llegado por la vía del intercambio al herbario F.

    4. Muestras restantes depositadas en el Museo Comercial (Caracas) (de Candolle 1880), encontradas por Pittier y posteriormente enviadas directamente a US.

    A continuación se detallan las colecciones de José María Vargas presentes en tres de las instituciones antes mencionadas.

Muestras depositadas en el herbario de Candolle e incluidas en el Prodromus (G-DC)

    En carta a Pedro Abadía (fechada 2 de diciembre de 1829) (véase correspondencia expuesta en Villanueva 1883) Vargas indicó haber enviado 300 especies (en realidad hace alusión a especímenes) de plantas por triplicado a los profesores de Candolle y Mercier, y mencionó haber preparado otro envío de 150 especies triplicadas (Ernst 1877). Knuth (1928) sugirió en cambio que Vargas había enviado a A.P. de Candolle dos colecciones de 100 plantas cada una. La presente investigación sugiere que al menos 300 especímenes llegaron a Ginebra ya que durante la revisión del herbario G-DC se vieron colecciones de Vargas numeradas entre 1 y 300 (Fig. 4-8). Queda sin embargo como una incógnita el paradero de los restantes 200 especímenes que aparentemente no fueron mencionados en el Prodromus y que muy probablemente fueron intercalados en la colección general de G.

    Ernst (1877) y Villanueva (1883) presentaron una lista de 90 especies colectadas por Vargas que fueron incluidas en el Prodromus de de Candolle. El origen de esta lista es completamente desconocido ya que hasta la fecha no ha sido publicado un índice de colectores mencionados en el Prodromus (P. Perret, com. pers.). Se pensaba que esta lista habría sido al menos colateralmente mencionada en alguna de las cartas que Adolfo Ernst envió a Alphonse de Candolle (de fechas 4 de septiembre de 1869, 26 de junio de 1871, 8 de enero de 1877 y 6 de enero de 1889), o en la única carta que Ernst le envió a Casimir de Candolle (2 de octubre de 1866); sin embargo, no es tal el caso y en ausencia de cualquier información adicional en el registro del herbario G, el origen de la lista permanece desconocido.

    Todos los especímenes de Vargas depositados en el Herbario del Prodromus de de Candolle (G-DC) se encuentran relativamente bien preservados. Se trata de 93 colecciones que corresponden a 76 especies y 14 variedades (Fig. 4-8). Estas colecciones representan a 26 familias, siendo las Asteraceae y Euphorbiaceae las familias que cuentan con mayor número de colecciones (Tabla 1). La colección Vargasiana es, en cuanto a la relación entre el número de muestras y la cantidad de novedades taxonómicas, una de las colecciones venezolanas de mayor importancia ya que casi 50 de estas 93 colecciones son tipos (29 holótipos y 19 síntipos). La mayoría de estas novedades taxonómicas fueron descritas por el mismo Augustin Pyramus de Candolle e intervinieron en menor grado su hijo Alphonse de Candolle (1806-1893) y su nieto Casimir de Candolle (1836-1918), así como una pléyade de botánicos entre los cuales puede mencionarse a Christian Gottfried Daniel Nees von Esenbeck (1776-1858), Jacques Denis Choisy (1799-1859), Johannes Müller Argoviensis (1828-1896) y Michel Félix Dunal (1789-1856).

    Las colecciones están compuestas en su mayoría por un solo ejemplar. En una pequeña etiqueta puede leerse la siguiente información: nombre de Vargas (como José Vargas), número de colección (si presente) y la localidad de Caracas (Fig. 4-8). Al igual que con el resto de los colectores mencionados en el Prodromus, la numeración de las colecciones de Vargas fue generalmente omitida por Augustin Pyramus de Candolle y Alphonse de Candolle. Sin embargo, algunas de las plantas que recolectara comienzan a ser indicadas con su número de colección a partir del volumen 8.

    Frecuentemente aparecen en las etiquetas los años 1829 ó 1830, correspondiendo esto más bien con las fechas de arribo de las muestras al Herbario Candolleano y no los años en que Vargas podría haber colectado las plantas. La carta que Vargas le escribió a Pedro Abadía de fecha 2 de diciembre de 1829 (ver correspondencia expuesta en Villanueva 1883) parece confirmar esta cronología.

    Las muestras de Vargas sólo incluyen a Caracas como localidad. De acuerdo a Winfried Meier (com. pers.), la mayoría de estas muestras incluidas en el Prodromus fueron probablemente colectadas en los alrededores de Caracas. Se trata de plantas normalmente asociadas a la flora ruderal caraqueña y generalmente presentes en sitios expuestos. Sin embargo, las colecciones de Ericaceae (Tabla 1) pueden haber sido colectadas en altitudes superiores a los 1.500 m snm. De ello se puede suponer una eventual visita de Vargas al bosque nublado o subpáramo del ahora Parque Nacional El Ávila, probablemente en la vertiente sur de La Silla o la región de Galipán. Contando con familiares en La Guaira y habiendo sido su padre de origen canario, una visita de Vargas a la región de Galipán no es totalmente improbable. El pueblo de San José de Galipán ya contaba con un número considerable de inmigrantes canarios a finales del siglo XVIII y el acceso a la región podría haber estado facilitado por la actividad agrícola que allí existía.

    Muestras en el Herbario del Smithsonian Institution (US)

    En 1873 Ernst tuvo ocasión de ver los restos del Herbario Vargasiano entre las diversas colecciones de historia natural que Vargas había donado a la Universidad y he aquí su comentario: "hallamos la mayor parte de las plantas totalmente destruidas e inutilizadas y casi todas sin nombre u otras notas correspondientes". De acuerdo a Texera (1991) fue el mismo Ernst quien incorporó los restos de este herbario al Museo Nacional. La carta que Henri Pittier le envió a John Isaac Briquet (1870-1931), curador del Herbario Delessert en Ginebra, el 24 de abril de 1925 (Pittier 1925), no deja lugar a dudas sobre el destino final que tuvieron las muestras de Vargas depositadas en el Museo Nacional. En esta carta Pittier comenta "Ernst ya había formado una bella colección de plantas del país, conteniendo numerosos especímenes del herbario de Vargas, del cual Usted tiene un duplicado en el Herbario de Candolle. En 1913, durante mi primera visita a Venezuela, encontré en una de las salas de la residencia privada del director del museo un montón de cartones con muestras medio destruidas. Era el herbario de Ernst, carente de espacio en los armarios ya que los mismos habían sido destinados a otro fin. De entre un millar o más de muestras sólo pude salvar 17, entre ellas el tipo del género Ernestiella (nunca publicado) y una planta de Vargas. Estas muestras reposan ahora en el Herbario Nacional de Washington".

    Recientemente se pudo confirmar la presencia en US de algunas de las muestras que Pittier le mencionó a John Briquet en esta carta de 1925 (Fig. 9). Los archivos de US indican haber recibido el 13 de octubre de 1913 un envío (en calidad de regalo) de Pittier, conteniendo 12 plantas del Herbario de Vargas (Caracas), 16 plantas del Herbario Ernst (Caracas) y tres plantas misceláneas (Fig. 9).

    Las etiquetas de estas 12 colecciones de Vargas depositadas en US solamente indican "ex Dr. Vargas Herbarium, Caracas" y carecen de la numeración vista en las muestras que están depositadas en el Herbario del Prodromus. De acuerdo al libro de registros del Herbario US, las muestras de Vargas fueron incluidas en el herbario bajo los siguientes nombres (siguen el orden indicado en el registro):

    Solanum sp. (Solanaceae), tres especímenes. Panicum maximum Jacq. (Poaceae), un espécimen. Bucida buceras L. (Combretaceae), un espécimen. Pithecellobium sp. (Fabaceae), un espécimen. Bowdichia virgilioides Kunth (Fabaceae), un espécimen. Bulnesia arborea (Jacq.) Engl. (Zygophyllaceae), un espécimen. Henriquezia sp. (Rubiaceae), un espécimen; posteriormente identificado como H. nitida var. nitida. Tres especímenes sin identificar; uno de ellos posteriormente seleccionado por Benítez & D’Arcy (1997) como lectótipo de Lycianthes lenta var. endopsila Bitter (Solanaceae) (Fig. 9).

    La falta de numeración en las muestras depositadas en US hace presumir que se trata de colecciones que Vargas hizo posteriormente al año 1830 y por lo tanto no tienen relación alguna con el grupo de muestras que le envió a A.P. de Candolle.

    Muestras en el Herbario del New York Botanical Garden (NY)

    Aparentemente Augustin Pyramus de Candolle le entregó a Meisner, botánico suizo que trabajó con de Candolle entre 1825 y 1828, algunos duplicados de las Polygonaceae que el mismo Meisner describió en el Prodromus. El herbario personal de Meisner fue, de acuerdo a Stafleu & Cowan (1976), posteriormente comprado por John J. Crooke y depositado en el herbario de la Universidad de Columbia, actualmente incorporado al herbario NY. El motor de búsqueda del "Herbario Virtual" del New York Botanical Garden (http://sciweb.nybg.org/science2/VirtualHerbarium.asp) permitió acceder al menos a tres especímenes de Vargas depositados en ese herbario (Fig. 10). A continuación se indica la información asociada a cada muestra:

    Coccoloba caracasana Meisn. (Polygonaceae). Col.: J.M. Vargas 30. Caracas. Síntipo. Triplaris caracasana Cham. var. vargasii Meisn. (Polygonaceae). Col.: J.M. Vargas 33. Caracas. Síntipo (Fig. 10). Psammisia penduliflora (Dunal) Klotzsch (Ericaceae). Col.: J.M. Vargas 190. Caracas. Síntipo.

COLECCIÓN PRIVADA DE OBRAS BOTÁNICAS DE VARGAS

    Vargas había logrado no solamente formar la colección de minerales y de plantas más importante de Venezuela, sino que contaba con el laboratorio de química y la biblioteca privada más completos del país (Anónimo 1854). La colección de obras botánicas de Vargas se nutrió de al menos tres fuentes conocidas: 1) obras que adquirió en el marco de los estudios que realizó en el Reino Unido, 2) obras que adquirió por el intercambio científico que mantuvo con Augustin Pyramus de Candolle, y 3) obras que recibió directamente de Augusto Plée mientras realizaban estudios botánicos en la Isla de Puerto Rico.

    De acuerdo a Villanueva (1883), los primeros estudios que Vargas realizó en el área de la botánica se basaron, al menos parcialmente, en las obras de James E. Smith "An Introduction to Physiological and Systematical Botany" (Smith 1807) y la obra de Carl Ludwig Willdenow "The Principles of Botany and of Vegetable Physiology" (Willdenow 1805). Ernst (1877) indicó que Vargas también habría recibido las siguientes publicaciones de A.P. de Candolle: Essai sur les propriétes médicinales des plantes (de Candolle 1804), Théorie élémentaire de la botanique (de Candolle 1813), volúmenes 1-3 del Prodromus (de Candolle 1824, 1825, 1828) y Organographie Végétale (de Candolle 1827). Todas estas publicaciones fueron mencionadas por Ernst (1877) como presentes en la Biblioteca de la Universidad, mientras que Villanueva (1883) indica haber visto los mismos ejemplares en la Biblioteca Nacional y agrega que los mismos mostraban continuamente notas marginales escritas por el mismo Vargas.

    Un inventario sistemático de las obras contenidas en la biblioteca de Vargas fue publicado por Bruni Celli (1993). En esta obra se describe con detalle la colección de libros que, de acuerdo a diferentes indicios (firmas, dedicatorias, citas en sus cartas, etc.), pertenecieron a Vargas y como se ha indicado anteriormente se encuentran depositados en la Biblioteca Nacional de Venezuela. Esta colección de obras evidencia el interés prioritario de Vargas por la medicina, pero también destaca sus afinidades con una amplia gama de especialidades ligadas a las ciencias naturales, entre ellas la botánica. De acuerdo a Bruni Celli (1993), la colección de libros botánicos de Vargas se compone de 15 obras, la mayoría con notas marginales en las que adiciona caracteres morfológicos asociados a algunas especies o con notas críticas sobre algunos conceptos sistemáticos emitidos por el autor. Se remite al lector a la excelente obra de Bruni Celli (1993) para obtener información más detallada sobre cada una de las obras. De todo esto se desprende que la Biblioteca Nacional de Venezuela cuenta en la actualidad con una colección de obras botánicas de inmenso valor histórico y científico, paradójicamente casi desconocidas por la comunidad botánica nacional.

VARGAS COMO AUTOR DE OBRAS BOTÁNICAS

    En un breve ensayo sobre los trabajos científicos realizados por Vargas, Díaz (1868) indicó que una parte considerable de sus manuscritos científicos se habían conservado y aun formaban los mismos grupos en que él los había dispuesto. Díaz señaló también que desafortunadamente entre los documentos e instrumentos científicos que, por una de las últimas disposiciones de Vargas, fueron legados a la Universidad, nada apareció en relación con la botánica. De acuerdo a Díaz (1868) y Texera (1991),Vargas habría publicado al menos cinco trabajos botánicos, titulados de la siguiente manera: "Historia de la Botánica", "Organografía", "Observaciones sobre el sistema de Linneo", "Plantas útiles de Venezuela y Puerto Rico" y "Monografía sobre las gramíneas". A esto quizás se debe añadir un "cuaderno de notas" que, de acuerdo a Díaz (1868), frecuentemente era aludido en anotaciones sobre los especímenes de su propio herbario. Hasta la fecha no se han conseguido indicios de que algunos de los trabajos botánicos escritos por Vargas hayan podido ser conservados.

VARGAS Y LA PROMOCIÓN DE LOS ESTUDIOS BOTÁNICOS EN VENEZUELA

    Aparentemente Vargas trató de fundar una cátedra de Botánica en la Universidad Central de Venezuela, asignatura que tendría un carácter complementario a los estudios médicos. De la misma manera intentó promover diversas iniciativas vinculadas a la botánica, tales como un museo de objetos naturales, que según los estatutos debía fundar la Facultad Médica, y un jardín botánico (Texera 1991). De acuerdo a Ernst (1877), la imposibilidad de formalizar una cátedra botánica en la Universidad lo llevó a dictar, de manera privada, un curso de botánica a seis de sus discípulos más aventajados. Entre éstos destacaban Manuel V. Díaz y Arístides Rojas, quienes asistían a las lecciones nocturnas que Vargas impartía tres veces por semana (Villanueva 1883).

AGRADECIMIENTOS

    Este trabajo no hubiera sido posible sin el apoyo del Herbario y la Biblioteca (Patrick Perret y Patrick Bungener) del Conservatoire et Jardin botaniques de Genève. Deseamos igualmente agradecer a Melissa Tulig (Manager de Bioinformática) del New York Botanical Garden por facilitar el acceso a las muestras de Vargas incluidas dentro de la base de datos del NY y a Piero Cuccuini y Chiara Nepi (Herbario del Museo de Historia Natural de la Universidad de Florencia) por suministrarnos imágenes de algunas muestras colectadas por Vargas. Nuestro reconocimiento a Rose Gulledge del Herbario US por el acceso a los libros de registro y a la Biblioteca del Royal Botanic Gardens, Kew, por habernos permitido reproducir imágenes de la revista Vargasia. Ricarda Riina realizó una lectura crítica del manuscrito. Gustavo Romero nos proporcionó literatura clave para la realización del presente análisis y Winfried Meier (Universidad de Freiburg) colaboró con la identificación de las localidades y los tipos de vegetación donde Vargas pudo haber colectado.

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