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Acta Botánica Venezuelica

versión impresa ISSN 0084-5906

Acta Bot. Venez. v.32 n.2 Caracas dic. 2009

 

Plantas colonizadoras en áreas perturbadas por la minería en el Estado Bolívar, Venezuela

Pioneer plant species in disturbed mining areas in Bolívar State, Venezuela

Wilmer A. Díaz P.1 y Silvino Elcoro2

1 Centro de Investigaciones Ecológicas de Guayana (cIeG). Universidad Nacional Experimental de Guayana. Coordinación General de Investigación y Postgrado. Edificio UNEG Chilemex, Urbanización Chilemex, Calle Chile, Puerto Ordaz, Estado Bolívar, Venezuela aguamarila@yahoo.com, wildip@gmail.com

2 INGEOMIN, Ciudad Bolívar, Estado Bolívar, Venezuela silvinoelcoro@gmail.com

RESUMEN

Como parte del inventario florístico de áreas afectadas por minería aluvial de oro y diamante en el estado Bolívar se visitaron cinco localidades entre 1992 y 1993. La actividad minera forma huecos, lagunas de lodo y colas. En cada localidad las colas se dividieron en cuatro áreas de acuerdo al sustrato y se colectaron plantas. Las primeras hierbas y sufrútices aparecieron en los bordes de las lagunas, cortes y declives. La localidad Asa-Karón presenta la mayor riqueza, seguida por Supamo-Parapapoy, El Polaco, Bochinche y Guaniamo. cyperus odoratus, c. luzulae, Fuirena umbellata, Pityrogramma calomelanos, trema micrantha y Phytolacca rivinoides son comunes a la mayoría de las localidades. Las familias con más especies son Poaceae, Cyperaceae, Leguminosae, Melastomataceae, Asteraceae, Rubiaceae, Solanaceae, Onagraceae, Bignoniaceae y Clusiaceae.

Palabras clave: Bolívar, Escudo Guayanés, inventario florístico, minería, sucesión, vegetación pionera, Venezuela

ABSTRACT

As part of the floristic inventory of some disturbed areas for gold and diamond’s alluvial mining in Bolívar State five localities were studied during the years 1992 and 1993. Mining activities cause holes, mood ponds and tails. In each locality the tails were divided in four areas according to the substrate and the plants were collected. The first herbs and sufrutescent plants showed at edges of the ponds and holes. Asa-Karón is the richest locality, followed by Supamo-Parapapoy, El Polaco, Bochinche and Guaniamo. cyperus odoratus, c. luzulae, Fuirena umbellata, Pityrogramma calomelanos, Trema micrantha and Phytolacca rivinoides are common species at the majority of the localities. The families with more species are Poaceae, Cyperaceae, Leguminosae, Melastomataceae, Asteraceae, Rubiaceae, Solanaceae, Onagraceae, Bignoniaceae and Clusiaceae.

Key words: Bolívar State, floristic inventory, Guiana shield, mining, pioneer vegetation, succession, Venezuela

ISSN 0084-5906 Depósito Legal 196902DF68

INTRODUCCIÓN

La pequeña minería normalmente está relacionada con las operaciones no mecanizadas de oro y diamantes y el uso de monitores hidráulicos. Esta actividad ocasiona en algunas áreas la remoción de la cobertura vegetal, y la aparición de un mosaico de comunidades vegetales secundarias en distintas etapas sucesionales, diferenciadas según el tiempo e intensidad de la perturbación. En el proceso de explotación se remueve el sustrato que cubre al yacimiento aurífero o diamantífero mediante excavación, usando bombas y mangueras de alta presión y extracción con dragado (chupadoras). El material extraído es pasado por un tamiz, donde se concentra el material enriquecido, y el desecho se acumula formando las denominadas colas. Éstas tienen muy baja fertilidad y se caracterizan por presentar, en la parte superior, texturas gruesas (gravas y arenas gruesas), con muy poco contenido de humedad y bajas proporciones de limo, arcillas y materia orgánica, a causa del proceso de acarreo y deposición hídrica en las partes bajas de la cola (Chacón 1992). En estas colas se presenta un complejo mosaico de comunidades vegetales que van desde sitios desprovistos de vegetación, en zonas recién explotadas, hasta zonas con matorrales en lugares con uno o dos años sin actividad minera. La colonización generalmente comienza por la zona baja, donde hay más humedad y se han depositado el limo y la arcilla La presencia de comunidades vegetales en un sitio particular depende de la posibilidad de que los propágulos sean transportados al sitio y germinen, así como de la probabilidad de las plántulas de sobrevivir y reproducirse (Ash et al. 1994). Las escalas de tiempo involucradas son a menudo largas y la fase inicial de colonización, en particular, puede postergarse dependiendo de las condiciones del sustrato (Ash et al. 1994). Por lo tanto, es imprescindible analizar los procesos de sucesión a fin de poder lograr un mayor éxito en los programas de repoblación vegetal. Maestre et al. (2001), evaluando la replantación en ambientes áridos y semiáridos, señalan la importancia de parches de fertilidad de los suelos donde ocurren tanto mecanismos sucesionales de facilitación como la interacción dominante entre las especies. Dichos autores señalan que los parches proveen sitios favorables en áreas donde los procedimientos tradicionales de replantación fallan. En la Gran Sabana de la Guayana venezolana, un inventario de las especies de áreas de préstamo reveló la importancia de especies colonizadoras en comunidades arbustivas sobre roca, tales como musgos, helechos y especies herbáceas de las sabanas adyacentes también asociadas a islas de fertilidad, lo cual está modulado por la asociación con micorrizas de muchas de las especies nativas (Lovera & Cuenca 1996; Rosales et al. 1997; Cuenca et al. 1998a, b). La reinserción de vegetación en áreas degradadas por la actividad minera es de primordial importancia en los proyectos de restauración de ambientes, particularmente por su efecto en la disminución de los procesos erosivos y sus consecuencias negativas en la sedimentación posterior de cursos de agua. Para garantizar la recuperación exitosa de áreas degradadas por la minería, es crucial la selección de especies que se emplearán para replantar, donde se deben incluir principalmente especies pioneras propias de las zonas afectadas (Johnson & Bradshaw 1979; Kageyana 1992). El objetivo de este trabajo es identificar las especies colonizadoras de áreas perturbadas por la minería de oro y diamante mediante el inventario florístico de las colas mineras en diferentes localidades geográficas del estado Bolívar.

MATERIALES Y MÉTODOS

El estudio se realizó entre 1992 y 1993, en cinco localidades mineras del estado Bolívar: 1) Asa-Karón, municipio Raúl Leoni, entre las coordenadas 6°19’-25’ N, 63°19’-31’ O, 250-300 m snm; 2) Supamo-Parapapoy, 6°33’-36’ N, 62°37’-43’ O, 300-350 m snm; 3) Bochinche, municipio Sifontes, 7°42-47’ N, 61°01’-08’ O, 150-250 m snm; 4) Guaniamo, municipio Cedeño, 6°26’-29’N, 65°52’-57’O, 200300 m snm; y 5) El Polaco, municipio Gran Sabana, 4°31’-35’ N, 61°24’-28’ O, 900-1000 m snm. El bioclima dominante en los tres primeros sitios es el ombrófilo macrotérmico, con una precipitación media anual mayor de 2000 mm y temperatura media por encima de 24°C. El sitio cuatro corresponde a un clima tropófilo macrotérmico caracterizado por presentar precipitación promedio anual entre 1000 y 2000 mm y temperatura promedio anual mayor de 24°C. El quinto sitio tiene un clima ombrófilo submesotérmico con precipitación promedio anual mayor de 2000 mm y temperatura media entre 18 y 24°C (Huber 1995).

En cada una de las cinco localidades se realizaron inventarios florísticos donde fueron colectadas e identificadas las especies presentes en las colas en los cortes mineros, siguiendo el procedimiento común de herborización. Las colas se dividieron en cuatro zonas según el sustrato observado: a) Tope o parte alta, cuyo sustrato es de textura gruesa (gravas, guijarros, arena gruesa); b) Zona media, con arena y gravas más pequeñas; c) Zona baja, con arena, limo y arcilla; y d) Laguna de lodo (yuma), compuesta principalmente por arcilla. Estas clases texturales se obtuvieron mediante observación en campo. Las especies se agruparon por localidad y zona de cola, para determinar las más características en cada uno de ellos. El material botánico fue procesado e identificado en el Herbario Universitario PORT de la UNELLEZ-Guanare y en el Laboratorio de Botánica y Dendrología de la UNEG-Upata. Los duplicados se enviaron al Herbario Nacional de Venezuela (VEN), Herbario Regional de Guayana (GUYN) y a especialistas.

RESULTADOS

Se encontraron 157 especies, distribuidas en 105 géneros y 46 familias, incluyendo cinco pteridófitos. Las diez familias con mayor número de especies son Poaceae (21 especies), Cyperaceae (17), Leguminosae s.l. (16), Melastomataceae (15), Asteraceae (14), Rubiaceae (10), Solanaceae (9), Onagraceae (5), Bignoniaceae (3) y Clusiaceae (3).

La Tabla 1 muestra los resultados obtenidos en el agrupamiento por localidad siendo Asa-Karón aquella con mayor riqueza (66 spp.), le siguen Supamo-Parapapoy (49), El Polaco (37), Bochinche (25) y Guaniamo (19). Cada una presenta una composición florística diferente, no obstante, las especies cyperus odoratus, c. luzulae, Fuirena umbellata, Pityrogramma calomelanos, Trema micrantha y Phytolacca rivinoides son comunes a la mayoría de ellas.

En las colas se observó un complejo mosaico de comunidades de plantas colonizadoras que van desde sitios desprovistos de vegetación, en zonas recién explotadas, hasta pequeños matorrales con uno o dos años sin actividad minera. La colonización comienza por la zona baja, donde hay más humedad y se han depositado el limo y la arcilla provenientes del material de desecho, siendo las especies más comunes, según las veces que aparecen en los diferentes sitios muestreados, aquellas pertenecientes a las familias 1) Asteraceae: bidens cynapiifolia, Centratherum punctatum, Chromolaena squalida, coniza bonaeriensis, emilia fosbergii y emilia sp.; 2) Cyperaceae: cyperus luzulae, c. tenuis, cyperus sp., Eleocharis filiculmis, Fimbristylis complanata, F. miliacea, Fuirena umbellata, Kyllinga odorata y Rhynchospora barbata; 3) Poaceae: andropogon bicornis, A. leucostachyus, a. selloanus, axonopus canescens, Digitaria sp., eragrostis ciliaris, Panicum laxum, Paspalum conjugatum, P. melanospermum, P. virgatum, Paspalum sp. y Trachypogon spicatus; 4) Onagraceae: Ludwigia affinis, L. hyssopifolia, L. latifolia y L. nervosa. Posteriormente, se establecen los bejucos Passiflora coccinea, Phryganocidia corymbosa, cissus erosa subsp. erosa, Stygmaphylum hypoleucum, Momordica charantia e Ipomoea sp., así como sufrútices y arbustos, entre ellos crotalaria incana, Desmodium adscendens, Phytolacca rivinoides, Senna multijuga, cecropia peltata, Solanum asperum, S. rugosum, S. stramonifolium, Trema micrantha, Casearia grandiflora, casearia sp. y el helecho Pityrogramma calomelanos.

En los alrededores de las lagunas de lodo (yumas), con menos de un año de inactividad, se forman matorrales donde se aprecia mayor diversidad de especies y formas de vida, donde las más características son cecropia peltata, Inga fagifolia, I. ingoides, Uncaria guianensis, bidens bipinnata, Vismia laxiflora, Solanum asperum, S. stramonifolium, S. crinitum y Phytolacca rivinoides.

Con respecto a la distribución de las especies en las colas (Tabla 1), en el tope se encontraron 58, que también son comunes en las otras zonas, entre las que están: coniza bonaeriensis, Pityrogramma calomelanos, borreria capitata, b. latifolia, borreria sp., andropogon bicornis, Paspalum sp., Panicum rudgei, Trachypogon spicatus, cecropia peltata, Vismia laxiflora, eragrostis ciliaris, Solanum stramonifolium, S. asperum, Diodia sarmentosa, Eupatoriun squalidum, emilia sp., Rhynchospora barbata, cyperus odoratus, c. luzulae y Fuirena umbellata, destacando Hirtella bullata por sólo encontrarse en el tope.

Las zonas bajas y medias presentan el mayor número de especies, 88 y 86, respectivamente, siendo las más comunes: Achyranthes aspera var. pubescens, Chenopodium ambrosioides, Davilla kunthii, tectaria incisa, eriocaulon sp., centrosema molle, Casearia grandiflora, casearia sp., Lycopodium cernuum, aciotis cf. fragilis, Mikania micrantha, clidemia novemnervia, Comolia lythrarioides, Calycolpus goetheanus, Myrcia bracteata, Paspalum carinatum, Diodia ocimifolia, Sabicea velutina y tocoyena neglecta.

En los bordes de las lagunas se presentan 29 especies, siendo las más características Vismia laxiflora, Pterogastra divaricata, Rhynchospora grandiflora, Eriochrysis cayennensis y Xyris laxifolia.

DISCUSIÓN

La composición florística entre las áreas estudiadas resultó ser diferente. No obstante, las principales especies colonizadoras son casi siempre las mismas en la mayoría de las localidades, así como las familias dominantes.

Trachypogon spicatus y Scleria cyperina, dos de las especies reportadas por Rosales et al. (1997) como apropiadas para iniciar la reinserción de vegetación en las áreas degradadas de la Gran Sabana, se encontraron sólo en El Polaco, que es una zona minera ubicada en la región bioclimática de la Gran Sabana. Trachypogon spicatus es común en el tope y zonas medias y bajas de las colas, pero no en las lagunas de lodo, mientras que Scleria cyperina sólo aparece en los bordes de los cortes. Cuenca et al. (2002) reportan a S. cyperina como colonizadora en tratamientos de arbustos nativos micorrizados para la recuperación de áreas degradadas en la Gran Sabana.

De las especies más comunes en el tope de las colas, Guevara et al. (2006) señalan que Pityrogramma calomelanos ha sido utilizada para reparar hábitats alterados, mientras que Solanum stramonifolium y cyperus odoratus se caracerizan por invadir sitios alterados de forma rápida por ser especies de crecimiento rápido, principalmente S. stramonifolium. Así mismo, estos autores señalan a Trachypogon plumosus y t. vestitus, que son sinónimos de Trachypogon spicatus (Davidse 2005), una de las especies comunes en los topes de cola, junto con S. stramonifolium, como especies que se pueden propagar por semillas y vegetativamente. En la parte media y baja de las colas, el género Myrcia estuvo representado sólo por Myrcia bracteata; este género ha sido reportado por Guevara et al. (2006) con la especie M. citrifolia. En su estudio, estos autores reportan a vismia lamiformis (que debe tratarse de vismia lauriformis) y a Xyris fallax, las cuales comparten el género con V. laxiflora y X. laxifolia, especies comunes en la laguna de lodo de las colas.

Trema micrantha, otra de las especies más comunes tanto en las localidades como en las colas, es señalada por Hoyos (1990) como apropiada para la reforestación debido a la facilidad con que se adapta a los diferentes tipos de suelo, mientras que Vismia laxiflora podría usarse en labores de reforestación pues según este autor, v. baccifera puede emplearse en la reforestación de terrenos baldíos y cerros devastados. cecropia peltata, la cual es común en las colas, ha sido reportada como apropiada para la reforestación de taludes y terrenos baldíos (Hoyos 1990).

La gran mayoría de las especies inventariadas en este estudio son comunes de áreas perturbadas. Sin embargo, en la parte media de las colas, donde existe mayor concentración de materia orgánica que en el tope, aparecen especies típicas de los bosques y sabanas circundantes como Philodendron linnaei, anemopaegma sp., arrabidaea corallina, Phryganocidia corymbosa, Bauhinia guianensis, Mahurea exstipulata, Diplazia karataefolia, Davilla kunthii, tectaria incisa, Mucuna urens, nectandra cuspidata, nectandra sp., Stigmaphyllon hypoleucum, Gowania polygama y cissus erosa, cuyos propágulos alcanzaron a colonizar estas zonas. Todas las especies colonizadoras presentes en las comunidades evaluadas son además importantes ya que ellas previenen la aceleración de los procesos erosivos, contribuyendo a la protección del suelo de la escorrentía superficial y el arrastre de sedimentos, destacándose las especies que presentan mayor cobertura (Guevara et al. 2006).

Los factores limitantes en las condiciones del sustrato, como gravas, guijarros, arenas gruesas y la no disponibilidad de humedad, parecieran restringir el establecimiento, a corto plazo, de las especies colonizadoras. En el tope de las colas, las pocas especies presentes reflejan adaptaciones a la pobreza del substrato y a la escasez de humedad, mientras que en las partes medias y bajas la riqueza de especies es mayor, ya que el sustrato posee mejores condiciones para su establecimiento.

Se espera que este estudio sirva como apoyo para cualquier trabajo de recuperación de áreas degradadas por la minería ya que ha contribuido al conocimiento de las especies pioneras en áreas intervenidas por la pequeña minería, tomando en cuenta que la selección de las especies para la replantación juega un papel crucial, donde se deben considerar especialmente aquellas especies pioneras que colonizan de manera natural las zonas afectadas.

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo fue posible gracias al apoyo logístico prestado por CVG Técnica Minera C.A. (TECMIN) en la persona de Víctor Fernández. Los autores quieren agradecer a los colegas botánicos que ayudaron en la determinación del material coleccionado: J. Atwood (SEL), G. Aymard (PORT), R. Barneby (NY), C. Benítez de Rojas (MY), P.E. Berry (WIS), G. Davidse (MO), F. Delascio (GUYN), I.C. Fedón (VEN), A. Fernández (IVIC), R. Gonto (CAR), B. Holst (SEL), E. Judziewicz (WIS), A. Licata (PORT), R. Rivero (SEL), E. Sanoja (GUYN), F. Stauffer (VEN), C.M. Taylor (MO), W.W. Thomas (NY), D.C. Wasshausen (US). Así mismo, a los compañeros de trabajo en CVG TECMIN, con quienes compartimos la mayor parte de las actividades de campo, al personal del Herbario PORT y Laboratorio de Botánica y Dendrología de la UNEG por el procesamiento de las muestras y a los habitantes de las localidades visitadas por el apoyo prestado.

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