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Argos
versión impresa ISSN 0254-1637
Argos v.25 n.48 Caracas jun. 2008
RESEÑA BIBLIOGRÁFICA
Henry Vicente (director) Arquitecturas desplazadas: Arquitecturas del exilio español *
Mónica Silva Contreras
Universidad Simón Bolívar (USB) monicasilva@usb.ve
Expuesto en la Arquería de Nuevos Ministerios, en una sala que destaca por su situación urbana, especial y particularmente grata para ver arquitectura, la exposición y la publicación del libro-catálogo Arquitecturas desplazadas han resultado un acontecimiento importante en Madrid.
Importante para numerosas familias que han visto recuperado el trabajo que cuarenta y nueve arquitectos hicieron dentro y fuera de España y que apenas había sido conocido en su país. Importante, entonces, para la historia de la arquitectura internacional y especialmente para la de América, en cuyos países ejerció buena parte de ellos. Importante para el autor de estas Arquitecturas desplazadas, quien involucró, además del trabajo riguroso y organizado del investigador, una especial relación con la imagen de cada uno de esos profesionales de la arquitectura moderna en un tiempo en que la disciplina se encontraba llena de contradicciones.
El trabajo de Henry Vicente ha sido el de un afanoso recopilador de información, el de un hacedor de datos casi perdidos, durante varios años hurgando en el trabajo y en las accidentadas vidas de los arquitectos que debieron dejar España debido a una guerra causada por convicciones políticas encontradas. Los rostros del exilio son los de estos arquitectos convertidos en activistas políticos o en soldados, que en medio del angustioso entorno de la guerra civil arriesgaron sus vidas y sus carreras para proteger el patrimonio cultural de su país.
Dos capítulos museográficos dejaron ver muy cercanamente, conmovedoramente, el entorno de la arquitectura que estos profesionales habían construido para luego mostrar, ya no como colectivo sino individualmente, el trabajo que hicieron en lugares que se apropiaron de su oficio y de los que ellos de apropiaron para hacerlo. Si en el trabajo de los arquitectos se refleja su formación y los lugares en que han vivido en el tiempo en que lo han hecho, Henry Vicente ha logrado que todo ese universo aparezca real, casi vivo, gracias a los preciosos documentos exhibidos en el montaje que ha resultado de su investigación. Dibujos de arquitectura, fotografías familiares, afiches institucionales, revistas y documentos personales se aglomeran alrededor de la imagen de los arquitectos y sus obras, en España primero y fuera de ella después.
En la introducción del libro-catálogo que ha quedado como testimonio de este trabajo, titulada "Exilios arquitectónicos", Vicente maneja la idea de diáspora. Idea vinculada a un encuentro, a los encuentros y a las transacciones culturales, a un intercambio entre el que llegada y el lugar al que llegaba, como herramienta imprescindible para mostrar esta arquitectura española que no pudo ser en España. Ésta sólo puede comprenderse si se entiende el exilio como " un proceso que no fue unilateral, que involucró un profundo proceso de diálogo y encuentro, pero también de desencuentros; de adquisiciones y pérdidas" (p. 12), un paso o un camino que "nunca es una relación de una sola vía" (p. 21). El autor se apoya en las ideas de filósofos e historiadores previos para poder explicar la dinámica relación de los arquitectos con su entorno original y su entorno de adopción, un triángulo de espejos en que se hace impreciso el origen de las imágenes o de la luz que permite observarlas.
A la problematización conceptual y del quehacer cultural en el exilio, en el libro-catálogo le sigue la revisión historiográfica de esas arquitecturas desplazadas. Así, luego de exponer el aporte de los autores que iniciaron el registro de esta producción española en otros contextos europeos y americanos, el trabajo de Henry Vicente se suma a la construcción de una historia de la arquitectura que involucra varias miradas parciales y a la vez integrales desde España y desde los países que recibieron a estos profesionales. Miradas que los caracterizan como individualidades creadoras pero también como colectivo intelectual y político.
Las pistas para esta compleja visión las emprende, entonces, el propio Vicente en "De Europa y Asia. Elogio de la trashumancia", en que sigue los pasos seguidos por este medio centenar de arquitectos. Se trata de un aporte fundamental de la investigación, que da fechas y lugares de trabajo como partida para profundizar el estudio de su producción intelectual, vinculaciones políticas y, en suma, dar forma a esta cultura arquitectónica en el exilio. El mismo autor se ocupa "De Venezuela: la ficticia "ilusión" del destierro", en que Rafael Bergamín encabeza la lista de los llegados al segundo país que, después de México, más de estos arquitectos republicanos recibió. Fernando Salvador, Javier Yárnoz Larrosa, Francisco Iñiguez, Juan Capdevila y Amós Salvador se integrarían a las filas de profesionales que tanto aportaron a la arquitectura venezolana desde el Banco Obrero. Luego se integrarían a otras instituciones o al ejercicio privado y a ellos se unirían José Lino Vaamonde, Joaquín Ortiz García, José María Deu Amat, Urbano de Manchobas y Careaga y Eduardo Robles Piquer. Henry Vicente sigue estas huellas profesionales con el valioso aporte de datos concretos para edificios, planes urbanos y otras obras de las que la historiografía venezolana aún no daba cuenta.
Pero como al libro-catálogo han sido invitados otros autores, son ellos quienes han contribuido a probar que estas arquitecturas requieren de múltiples miradas para construir visiones parciales e integrales sobre sus variados panoramas. "De las Geografías e historias desplazadas" se ha ocupado Lorenzo González Casas, analizando el panorama latinoamericano, fundamentalmente el contexto venezolano, con las posibilidades que ofrecía, las opciones para permanecer y que en él se insertara la vida de estos arquitectos españoles.
Luisa Bulnez Álvarez se ha ocupado de los cuatro "Arquitectos exiliados en Colombia", su adecuación a este nuevo mundo con modos de trabajo distintos a los conocidos. Una a una son enumeradas sus obras, catalogadas funcionalmente, lo cual permite observar en términos tangibles un cuantioso aporte a la arquitectura local. "El exilio español en el cono Sur" ha sido abordado por Fernando Álvarez Prozorovich, ocupado con la obra de seis arquitectos que trabajaron en Colombia, Chile y Argentina, donde destaca la integración de Antonio Bonet a la experiencia profesional americana y su "volver" el sueño de todo exiliado con las lecciones aprendidas al ejercicio en España. Pasos fugaces, permanencia provisional o establecimiento definitivo en "El Caribe y los Estados Unidos" son examinados por Juan Ignacio del Cueto Ruiz-Funez, entre los cuales destaca el aporte profesional y académico de José Luis Sert o Martín Domínguez Esteban. El mismo autor se ha ocupado de "México", como titula el texto dedicado a los arquitectos exiliados en el país que mayor número de ellos acogería. Veinticinco arquitectos llegarían "por goteo", para hacer un aporte enorme a la arquitectura americana, en tres generaciones entre las que trasciende la figura de Félix Candela.
Siguiendo la estructura del montaje y como memoria del mismo, el libro-catálogo contiene páginas, fichas que recogen lo fundamental de cada figura, dedicadas individualmente a estos cuarenta y nueve arquitectos. Diversa calidad y cantidad de documentación, obras y proyectos, el ocaso de carreras iniciadas en España o fructíferos desarrollos profesionales casi completamente fuera de ella, se compaginan para ofrecer un panorama general en que se cruzan planos, fotografías familiares y profesionales, títulos de libros y de artículos, dibujos, pinturas y otras formas de expresión plástica que describen trayectorias intelectuales variadas. Intercalar las ideas de estos profesionales en lo que se ha escrito de la arquitectura local, para precisar el intercambio de técnicas, formas y paisaje, es una tarea de maduración que hace este éste muchos más que el libro-catálogo de una exposición en Madrid. Se configura con él un panorama inconmensurable para la historia de la arquitectura y muchos caminos para su historiografía. Senderos que dejan abiertos las plumas invitadas a escribir esta memoria por Henry Vicente y con esta "indagación" que ve frutos en Madrid, lejos él mismo de su casa pero muy cerca de la arquitectura de América.