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versión impresa ISSN 0254-1637
Argos vol.30 no.59 Caracas dic. 2013
La partícula enfática que en las oraciones exclamativas: el análisis sintáctico en el marco teórico minimista1
Eunjung You Hankuk University of Foreign Studies eunjungyou90@gmail.com
Resumen: En este trabajo nos ocupamos de las oraciones exclamativas encabezadas por los sintagmas-Cu exclamativos seguidos del elemento que. Las oraciones exclamativas con el elemento que se diferencian de las exclamativas sin el que en el discurso. Concretamente, el elemento que de las oraciones exclamativas expresa el intento enfático de la exclamación que el hablante quiere mostrar. El objetivo principal es analizar este elemento que desde la perspectiva sintáctica, adoptando la hipótesis del movimiento de T-a-C (Pesetsky y Torrego, 2001) y la estructura de descomposición del SC (Rizzi, 1997). Procuramos proponer que el elemento que es una partícula enfática que fortalece un grado de exclamación del hablante, y no el complementante que introduce la cláusula subordinada.
Palabras clave: gramática generativa, construcciones exclamativas, periferia izquierda, partícula enfática que, movimiento de T-a-C
Emphatic Particle que in the Exclamative Sentences: A Syntactic Analysis in the Minimalist Framework
Abstract: This paper argues for exclamative constructions headed by whexclamatives followed by the element que. There is a difference in the discourse between exclamative sentences with and without the element que. Concretely, the element que that appears in exclamative sentences expresses a speakers emphatic attitude of exclamations. The aim of this paper is to analyze this element que from syntactic perspective, adopting the hypothesis of T-to-C movement (Pesetsky and Torrego, 2001) and CP-split construction (Rizzi, 1997). Especially, we attempt to propose that the element que is not the complementizer that introduces the subordinate clause, but an emphatic particle that reinforces the speakers exclamative intention.
Keywords: generative grammar, exclamative constructions, left periphery, emphatic particle que, T-to-C movement
Particule emphatique que dans les phrases exclamatives: Une analyse syntaxique dans le cadre théorique minimaliste
Résumé: Dans cet article, nous examinons les phrases exclamatives construites avec les exclamatifs-qu suivis par lélément que. Il y a une différence dans le discours entre les phrases exclamatives avec et sans lélément que. Concrètement, lélément que de phrases exclamatives exprime lattitude emphatique dexclamation que le locuteur veut montrer. Le but de cet article est danalyser cet élément que du point de vue syntaxique, en adoptant lhypothèse du mouvement T-à-C (Pesetsky et Torrego, 2001) et lhypothèse du CP éclaté (Rizzi, 1997). Nous essayons de proposer que lélément que nest pas le complémenteur qui introduit la subordonnée, mais une particule emphatique qui renforce la valeur exclamative du locuteur.
Mots clés: grammaire générative, exclamatives, périphérie gauche, particule emphatique que, mouvement T-à-C
1. Introducción
En este trabajo tratamos de analizar las construcciones exclamativas con un elemento que que sigue al sintagma-Cu exclamativo. Este elemento tiene la misma forma que el complementante que.
(1) a. ¡Qué guapa está Marta!
b. ¡Qué buen libro me dio Juan!
c. ¡Qué rápido les envió e-mails Juan!
(2) a. ¡Qué guapa que está Marta!
b. ¡Qué buen libro que me dio Juan!
c. ¡Qué rápido que les envió e-mails Juan!
Las construcciones exclamativas de (1) no se diferencian de las de (2) en el contenido proposicional. Sin embargo, desde la perspectiva discursiva, el elemento que en las oraciones exclamativas cumple una función especial en el discurso. Concretamente, las oraciones exclamativas con que expresan un mayor grado de exclamación del hablante que las exclamativas sin que.
Como vemos en los ejemplos de (2), el elemento que se halla en las oraciones exclamativas. En cambio, el mismo elemento no puede aparecer en las oraciones interrogativas como (3)2:
(3) a. ¿Cómo (*que) está Marta?
b. ¿Qué libro (*que) me dio Juan?
c. ¿Qué (*que) comió Juan?
En los ejemplos de (2) y (3), podemos suponer que el complementante que y el elemento que en las oraciones exclamativas son diferentes. Es bien sabido que cuando el núcleo C tiene el rasgo [+Cu], en el especificador de C aparece el sintagma-Cu, mientras que cuando el núcleo C tiene el rasgo [-Cu], el complementante que aparece en el núcleo C. Por lo tanto el que de (3), que es una lexicalización del rasgo [-Cu] del núcleo C, no puede coaparecer con los sintagmas-Cu en las oraciones interrogativas. En este sentido, suponemos que el que de (2) no es el complementante, ya que este que puede aparecer con los sintagmas-Cu en las oraciones exclamativas. Esta suposición asimismo se confirma en los ejemplos de (4).
(4) a. ¡Con qué frecuencia que va al gimnasio Juan!
b. *¡Qué frecuencia con la que va al gimnasio Juan!
El elemento que en las exclamativas no está precedido por la preposición como en (4b) a diferencia del complementante que introduce la oración subordinada. El contraste de (4) nos indica que el sintagma- Cu exclamativo seguido del elemento que no es el antecedente y la oración introducida por este elemento no tiene la función de modificar al sustantivo frecuencia.
En los análisis previos, este elemento que se ha tratado como una lexicalización del núcleo de SFoco (Hernanz, 2006; Hernanz y Rigau, 2006), un elemento derivado en el núcleo de Fuerza (Martín-González, 2002), un elemento que se sitúa en el STópico (Gutiérrez-Rexach, 2001; Villalba, 2008), un elemento generado en el núcleo de Fin(itud) (Demonte y Fernández Soriano, 2007) o el complementante que se sitúa en el núcleo C del SC derivado por encima de ST (Zanuttini y Portner, 2003; Castroviejo, 2006).
En este trabajo propondremos que el elemento que en las oraciones exclamativas es un elemento que enfatiza la oración exclamativa o la exclamación. Así, el elemento que lo llamaremos partícula enfática. Fijándonos en su función enfática en el discurso, procuraremos analizar las oraciones exclamativas con la partícula enfática que en el aspecto sintáctico y semántico. Para este objetivo, mostraremos la configuración sintáctica de las oraciones exclamativas, basándonos en el análisis del movimiento T-a-C propuesto por Pesetsky y Torrego (2001) y en la estructura de descomposición de la proyección SC (CP-split hypothesis) de Rizzi (1997). Presentaremos algunas construcciones que pueden confirmar el uso de la partícula enfática que.
2. Las oraciones exclamativas
En español, hay varias construcciones que pueden representar el sentido exclamativo. En este trabajo, nos limitaremos a tratar las oraciones exclamativas introducidas por el elemento-Cu exclamativo qué.
(5) a. ¡Qué guapo es Luis!
b. ¡Qué rápido corre Carmen!
Como vemos en los ejemplos de (5), las oraciones exclamativas se pueden construir con sintagmas adjetivales o adverbiales. Los sintagmas exclamativos expresan una cuantificación de grado sobre la escala. El elemento-Cu exclamativo qué tiene un valor de cantidad o calidad3. De hecho, el exclamativo qué usado en las oraciones exclamativas tiene la misma forma que el de las interrogativas. Sin embargo, el exclamativo qué tiene un valor de cuantificación, mientras que el interrogativo no lo tiene. En este sentido, los ejemplos de (6) se juzgan agramaticales.
(6) a. *¿Qué guapo es Luis? b. *¿Qué rápido corre Carmen?
Parece que las oraciones exclamativas y las interrogativas se construyen por los mismos rasgos morfológicos, pero el elemento-Cu exclamativo y el interrogativo son diferentes en aspectos semántico y sintáctico. Las oraciones exclamativas tienen el carácter factivo y su contenido proposicional se presupone (cf. Elliot, 1974; Grimshaw, 1979; Portner y Zanuttini, 2000):
(7) a. Marta sabe qué linda es Isabel.
b. *No sé qué linda es Isabel.
En (7), el verbo matriz saber selecciona las oraciones exclamativas como complemento. Como podemos observar en (7b), las oraciones exclamativas no son compatibles con el predicado no factivo4. Así pues, los predicados no factivos son incompatibles con las oraciones exclamativas, ya que se presupone la factividad de las exclamativas.
El elemento-Cu exclamativo tiene un valor del grado extremo y no requiere una información al oyente. Por lo tanto, los elementos-Cu que no expresan un valor de cuantificación, así como cuándo, quién, dónde, por qué, no pueden formar las exclamativas (cf. Gutiérrez- Rexach y Andueza, 2011):
(8) a. *¡Cuándo se va de vacaciones Pedro!
b. *¡Quién lee estos libros!
c. *¡Dónde compra la fruta!
d. *¡Por qué canta Marta!
2.1. El elemento-Cu exclamativo
En los análisis previos sobre los elementos dislocados a la periferia izquierda, se suele utilizar la estructura de descomposición de la proyección SC de Rizzi (1997). Esta estructura es útil para captar varios fenómenos relacionados con la periferia izquierda oracional porque se permiten las categorías funcionales para alojar a los elementos desplazados a la periferia izquierda tales como los focos y los tópicosque poseen la información discursiva. Según Rizzi (1997), la estructura de descomposición del SC se ilustra de la siguiente manera:
La estructura de (9) nos muestra la jerarquía de las categorías superiores al ST, y el núcleo Finitudo, a su vez, seleccionaría el ST. Según esta estructura, la fuerza ilocutiva oracional tal como la declarativa, la interrogativa, la relativa, la exclamativa, etc. se codifica en la categoría funcional SFuerza. Los elementos topicalizados cotejan sus rasgos tópicos con Tópicoo y los elementos focalizados se legitiman en SFoco. SFinitud codifica las propiedades de finitud de la oración. Así pues, adoptaremos la estructura de (9) porque es útil para explicar las características semántico-sintácticas de varios elementos que aparecen en el espacio de la periferia izquierda, sobre todo, de los interrogativos y los exclamativos.
Ahora bien, pensemos en la posición sintáctica que ocupan los elementos- Cu exclamativos y los interrogativos. Para esto, observemos primero algunos fenómenos vinculados a los elementos desplazados a la periferia izquierda en las oraciones interrogativas y las exclamativas. En una oración puede aparecer solo un elemento focalizado (cf. Cinque, 1983, 1990; Rizzi, 1997; Zubizarreta, 1998).
(10) a. ESTE LIBRO voy a comprarle a mi sobrino.
b. *EN LA TIENDA UNA MOTO compró Juan.
(Bosque y Gutiérrez-Rexach, 2009, pp. 693-694)
Como vemos en los ejemplos de (10b), cuando más de dos elementos focalizados coaparecen en una oración, se juzga agramatical. En este sentido, se puede presuponer que el elemento-Cu interrogativo que generalmente se ha tratado como un elemento focalizado (cf. Rizzi 1997) no puede coaparecer con otro elemento focalizado. Esta suposición se evidencia a través de los ejemplos de (11).
(11) a. *¿Cuándo HASTA UN SOMBRERO quiere llevarse la niña?
b. *HASTA UN SOMBRERO, ¿cuándo quiere llevarse la niña?
El elemento focalizado HASTA UN SOMBRERO no puede seguir al sintagma interrogativo como en (11a) ni precederlo como en (11b). Además, los ítems de polaridad positiva que se consideran como marcadores de foco tales como sí (que), bien (que) (cf. Gutiérrez-Rexach, 2001; Hernanz, 1999, 2006, 2010; González Rodríguez, 2007a; Batllori y Hernanz, 2008, 2013) tampoco pueden coaparecer con el elemento- Cu interrogativo en una oración como vemos en (12):
(12) a. *¿Qué sí (que) compró Marta? b. *¿Qué bien (que) comió Juan?
Se supone que el elemento-Cu interrogativo y otro elemento focalizado compiten en ocupar la misma posición, i.e., el ESPEC-Foco, por lo cual los ejemplos de (12) resultan agramaticales.
Volviendo a las oraciones exclamativas, prestemos atención a la apariencia de los elementos desplazados a la periferia izquierda en estas oraciones. Se supone que los rasgos de los sintagmas exclamativos que denotan un alto grado están relacionados con el foco (cf. Postma, 1996; Gutiérrez-Rexach, 2001, 2008). Supongamos que estos rasgos que caracterizan los elementos-Cu exclamativos tienen que cotejarse en el SFoco de la periferia izquierda. Si es correcta la suposición de que los sintagmas exclamativos son el foco, los exclamativos no podrían coaparecer con otro elemento focalizado en una oración. Observemos los siguientes ejemplos.
(13) a. *¡Qué cosas, A CARMEN, ha dicho Juan!
b. *A CARMEN, ¡qué cosas ha dicho Juan!
El elemento focalizado A CARMEN no puede seguir al sintagma exclamativo como en (13a) ni precederlo como en (13b). Al igual que las oraciones interrogativas son incompatibles con los ítems de polaridad positiva como en (12), los ejemplos donde los elementos-Cu exclamativos coaparecen con las palabras tales como sí (que) o bien (que) son agramaticales.
(14) a. *¡Qué guapo sí (que) es tu novio!
b. *¡Qué amable bien (que) es tu hermana!
Se supone que los ejemplos de (14) son redundantes, dado que por un lado, los ítems de polaridad afirman y enfatizan un hecho y por otro, los sintagmas-Cu exclamativos ponen otro énfasis. Los sintagmas-Cu exclamativos que se tratan como los focos tampoco son compatibles con los ítems de polaridad como vemos en (14). Es decir, resulta que más de dos focos no pueden coaparecer en una oración.
Suponemos, por tanto, que el sintagma-Cu interrogativo y el exclamativo se mueven al ESPEC del SFoco como elementos focalizados. En esa posición se cotejan tanto el rasgo INTER (Interrogativo) del interrogativo como el rasgo EXCL (Exclamativo) del exclamativo. Así pues, proponemos la estructura de (15c) para las oraciones exclamativas con el sintagma-Cu exclamativo que no tienen el elemento que y las interrogativas con el interrogativo.
Como vemos en (15c), tanto el sintagma-Cu exclamativo Qué guapa como el interrogativo Qué ocupan la posición del ESPEC-Foco. Esta suposición encaja muy bien con la hipótesis de la estructura descompuesta de SC, ya que algunos elementos tópicos pueden preceder a los sintagmas-Cu interrogativos y los exclamativos como vemos en
(16) (cf. Rodríguez Ramalle, 2003; González Rodríguez, 2008).5
(16) a. Al jefe, ¿qué le compraron sus empleados?
b. Ayer, anímicamente, ¿quién quedó totalmente hundido?
c. Ayer, en Madrid, ¿a quién atacaron?
(Casielles, 2004, p.176; Rodríguez Ramalle, 2003, p.132)
Se explica el orden de palabras de (16) si suponemos que el sintagma- Cu interrogativo ocupa la posición del ESPEC-Foco como en (15c). Concretamente, los elementos tópicos ocupan la posición superior al SFoco (i.e., ESPEC-Tópico) y los tópicos preceden a los sintagmas-Cu interrogativos.
El mismo fenómeno se observa en las oraciones exclamativas como vemos en (17). A saber, los elementos tópicos pueden preceder a los sintagmas-Cu exclamativos que están en el ESPEC-Foco.
(17) a. La habitación, ¡qué sucia la he encontrado!
b. A Juan, ¡qué buen libro le dio Marta!
c. Hábilmente, ¡qué de cosas trató Marta!
En conclusión, proponemos las siguientes estructuras de (18) para los ejemplos de (16a) y (17a), respectivamente.
3. La partícula enfática que
3.1. que con la función discursiva en las oraciones exclamativas
Ahora bien, vamos a ocuparnos de las oraciones exclamativas con el elemento que, el cual puede aparecer opcionalmente después de los sintagmas-Cu exclamativos, como vemos en (19).
(19) a. ¡Qué guapo (que) es Luis!
b. ¡Qué libros (que) me compras!
c. ¡Qué rápido (que) corre Carmen!
d. ¡Qué de juguetes (que) tiene tu hija!
Las oraciones exclamativas que contienen el elemento que muestran una intención enfática que conlleva la exclamación del hablante6. Así que (20a) se podría parafrasear como (20b).
(20) a. ¡Qué guapa que está Marta!
b. Realmente, Marta está tan guapa.
La interpretación de (20b) nos indica que el elemento que de (20a) juega un papel de que pondera o realza el grado de la actitud del hablante en relación con lo que dice. Asimismo, los siguientes diálogos apoyan nuestra propuesta.
(21) A: ¡Qué buen libro me dio Juan!
B: Es verdad. Es un libro interesante.
A: i) Sí. ¡Qué interesante que es el libro!
ii) Sí. #¡Qué interesante es el libro!
(22) A: ¡Qué guapa está Marta!
B: Siempre Marta está guapa.
A: i) Ya lo sé. Pero ¡qué guapa que está para esta fiesta!
ii) Ya lo sé. #Pero ¡qué guapa está para esta fiesta!
(23) A: ¡Qué triste es esta película!
B: i) Sí. ¡Qué triste que es su final!
ii) Sí. #¡Qué triste es su final!
En la situación en que un interlocutor quiere decir un enunciado con un matiz más enfático como una reacción de la emisión previa del otro interlocutor, sonaría algo mejor la opción (i) de (21)-(23) aunque la opción (ii) no es agramatical.7 Por lo tanto, cuando el interlocutor intenta enfatizar el grado de exclamación retomando la emisión previa, son más adecuadas las oraciones exclamativas con que8.
3.2. El análisis sintáctico de las oraciones exclamativas con que
En este subapartado, intentamos analizar eficazmente la apariencia del elemento que en las oraciones exclamativas. Para esto, adoptamos la hipótesis del movimiento de T-a-C propuesta por Pesetsky y Torrego (2001).
(24) Motivación para el movimiento de T-a-C
C contiene un rasgo T no interpretable con la propiedad PPE.
(Pesetsky y Torrego, 2001, p. 360)
Bajo (24), dichos autores proponen el movimiento de T-a-C para explicar el efecto que-huella (that-trace effects) que se encuentra en las siguientes oraciones.
(25) a. Who do you think [Sue met ]?
¿Con quién crees que Sue se encontró?
b. Who do you think [that Sue met ]?
¿Con quién crees que Sue se encontró?
(Pesetsky y Torrego, 2001, p. 356).
Pesetsky y Torrego arguyen que en (25), el núcleo de C de la cláusula subordinada posee el rasgo-Cu no interpretable y el rasgo T no interpretable. El elemento-Cu who se mueve al especificador de dicho núcleo C para cotejar el rasgo-Cu no interpretable y luego, subirá a la posición del ESPEC-C de la cláusula matriz. Hay dos opciones para cotejar el rasgo T no interpretable del núcleo de C de la cláusula subordinada. La primera se ilustra en (25a). El sujeto de la cláusula subordinada Sue se mueve al ESPEC-C para cotejar el rasgo T no interpretable con el núcleo C y satisfacer el rasgo de PPE, ya que ellos asumen que el propio sujeto (i.e., SD situado en el ESPEC-T) también posee el rasgo T no interpretable. Como la segunda opción, en (25b) se supone el movimiento de T-a-C. T se mueve al núcleo de C de la cláusula subordinada para cotejar el rasgo T no interpretable y en la posición del dicho C, T se materializa por la palabra that. En otras palabras, that en (25b) es una lexicalización del T desplazado a C (para más detalles ver Pesetsky y Torrego (2001)).
Siguiendo esta línea de argumentación, proponemos en este trabajo que el núcleo T posee un rasgo discursivo. Este rasgo se materializa como el elemento que en la posición del núcleo C (en el presente trabajo, Fuerza). Supongamos que este rasgo T no interpretable es el de énfasis exclamativo. Este rasgo, que causa un efecto semántico discursivo, pone de relieve la intención del acto de habla del interlocutor. Este rasgo discursivo lo posee C también. Por lo tanto, el movimiento de T-a-C se desencadena para cotejar dicho rasgo discursivo y T desplazado a C se materializa como el elemento que en el núcleo C en el sentido de Pesetsky y Torrego (2001). En este trabajo, este elemento que lo llamaremos la partícula enfática. Concretamente, argüimos que el núcleo T se mueve al núcleo Fuerza en la estructura descompuesta de SC y luego, se materializa como la partícula enfática que. Defendemos la idea de que el núcleo T posee el rasgo enfático que expresa la intención del hablante mediante las construcciones con el foco de polaridad como (26), en las que algunos verbos auxiliares producen un efecto semántico de énfasis.
(26)
a. -She did not even attend the meeting! -She DID attend the meeting.
¡Ni siquiera fue a la reunión! Sí que fue a la reunión.
b. -You are not listening! -I AM listening!
¡No me estás escuchando! ¡Sí que te estoy escuchando!
(Escandell-Vidal, 2011, p. 189)
(27) a. Juan sí compró el libro.
b. Esa vez sí participó en la reunión.
Como vemos en (26), en inglés, el verbo auxiliar do y el verbo copulativo be, que ocupan la posición del núcleo T, enfatizan la polaridad de la proposición o fortalecen la fuerza ilocutiva. En el caso del español, podemos observar un fenómeno similar en las construcciones de (27). Suponemos que la palabra de polaridad positiva sí y el núcleo V se incorporan al núcleo T por el movimiento del núcleo formando un compuesto sí + verbo flexionado.9 En el proceso derivacional, la palabra de polaridad positiva, que pone énfasis en el acto de habla, ocuparía la posición del núcleo T.
En este sentido, podemos suponer que el núcleo T está relacionado con el rasgo enfático de la fuerza ilocutiva. Proponemos que la oración exclamativa con la partícula que es un resultado del movimiento de T-a-C. Es decir, los núcleos T y C, a su vez, comparten el rasgo T no interpretable que desencadena el movimiento de T-a-C. Este análisis se ilustra como se muestra a continuación:
En (28b), el rasgo T no interpretable que se mueve al núcleo de Fuerza se considera el de énfasis exclamativo10. T se mueve al núcleo de Fuerza para cotejar el rasgo T no interpretable, ya que C también contiene el mismo rasgo. La partícula enfática que es un resultado de la lexicalización de este rasgo en la posición del núcleo de Fuerza.
Suponemos, siguiendo la idea de Pesetsky y Torrego (2001), que en (28b) el rasgo PPE del T no es el rasgo del propio núcleo, sino el rasgo de un rasgo (i.e., el subrasgo en el término de Pesetsky y Torrego (2001)). Esta suposición induce que el sintagma-Cu exclamativo Qué guapa suba al ESPEC-Fuerza para satisfacer el rasgo PPE solo después del movimiento de T-a-C porque el rasgo PPE, que es un subrasgo del rasgo T no interpretable, se activa después del cotejo del rasgo T no interpretable.
Ahora bien, bajo la estructura de (28b) vamos a explicar algunos fenómenos vinculados a las oraciones exclamativas con la partícula enfática. Primero, en las oraciones exclamativas con la partícula enfática que, los sintagmas-Cu exclamativos tienen que mantener la adyacencia con esta partícula que:
(29) a. *¡Qué interesante, a Carmen, que le es este libro!
b. *¡Qué buen libro, a Marta, que le dio Juan!
Como vemos en (29), no se permite que se intercalen los elementos, tales como los tópicos a Carmen y a Marta, entre el sintagma-Cu exclamativo y la partícula enfática que. Esta propiedad se explica en la estructura de (28b) porque ambos elementos ocupan las posiciones del especificador y núcleo del SFuerza, respectivamente.
En segundo lugar, lo interesante se observa en el contraste de gramaticalidad entre la oración exclamativa con que y la exclamativa sin que en relación con la apariencia de los elementos tópicos en la periferia izquierda de la oración. En las oraciones exclamativas sin que, es posible que los elementos tópicos suban a la categoría funcional superior a la proyección en la que acomoda el sintagma-Cu exclamativo. En cambio, cuando los elementos tópicos aparecen delante de los sintagmas-Cu exclamativos en las exclamativas con que, las oraciones se juzgan agramaticales o menos gramaticales: (30) a. A Marta, ¡qué buen libro le dio Juan! b. A Marta, ¡qué buen libro que le dio Juan! c. Los asuntos, ¡qué rápido los trató Juan! d. Los asuntos, ¡qué rápido que los trató Juan!
Asumida la estructura (28b), se puede explicar el contraste de gramaticalidad de los datos de (30). Concretamente, (30b, d) suenan menos naturales en comparación con (30a, c). Los sintagmas-Cu exclamativos de (30a, c) ocupan la posición del ESPEC-Foco. Por eso, los elementos tópicos, tales como a Marta, los asuntos en (30), podrían subir al especificador del STópico que se proyecta por encima del SFoco. En cambio, dado que el sintagma-Cu exclamativo y la partícula enfática que ocupan la posición del especificador del SFuerza y su núcleo respectivamente, se puede suponer que los elementos tópicos a Marta y los asuntos en (30b, d) ocuparían una posición adjuntada al SFuerza, en la que no se coteja su rasgo tópico. De esta manera, podemos explicar estructuralmente dicho contraste de gramaticalidad de (30).
Prestemos atención ahora a los ejemplos de (31) con la partícula enfática que (cf. Hernanz y Rigau, 2006):
(31) a. ¡Listo que es Juan! b. ¡Guapa que es una!
Los datos de (31) son oraciones exclamativas encabezadas por adjetivos seguidos de la partícula enfática que, aunque no aparecen los elementos-Cu exclamativos. Si las de (31) no contienen que, no se pueden utilizar como exclamativas. Podemos asumir que la presencia de la partícula que les obliga a otorgar la propiedad de la fuerza exclamativa. En este sentido, nuestra propuesta puede explicar las construcciones de (31) bajo la estructura de (28b). El rasgo de énfasis exclamativo del núcleo T se coteja en el núcleo Fuerza por el movimiento de T-a-C y se materializa por la partícula enfática que. El rasgo PPE se activa después del cotejo del rasgo T no interpretable y el adjetivo con el rasgo de grado sube al ESPEC-Fuerza para satisfacer el rasgo PPE. En conclusión, la partícula enfática que que aparece en las oraciones exclamativas no es un elemento que introduce la cláusula subordinada, sino un elemento lexicalizado del rasgo llamado énfasis exclamativo.
4. Otros ejemplos con la partícula enfática que
En este apartado, mostraremos otros datos empíricos en que aparece la partícula enfática que. Los datos que queremos tratar primero son las oraciones exclamativas dirigidas por los determinantes como sigue:
(32) a. ¡Lo guapo que es Antonio!
b. ¡Lo rápido que corren los tiempos!
c. ¡Los libros que me compras!
d. ¡La de juguetes que tiene tu hija!11
Las oraciones exclamativas de (32) están encabezadas por la frase construida por los determinantes lo, los, la (cf. Gutiérrez-Rexach, 1999, 2001; Bartra-Kaufmann y Villalba, 2006). En estos sintagmas nominales se realizan la lectura del grado de adjetivo y adverbio en (32a, b) y la de la cantidad de nombre en (32c, d). Se considera que la función del determinante en estas construcciones es similar a la de los elementos Cu en las oraciones exclamativas. Tenemos que prestar atención a la apariencia de la partícula que en (32). La presencia de la partícula que proporciona más énfasis a las exclamativas, por lo cual los ejemplos de (32) conllevan una diferencia sutil en la interpretación discursiva comparando con las exclamativas sin la partícula que12. Al parafrasear las oraciones de (32), por ejemplo, (32a) sería más similar a una oración ¡Qué guapo que es Antonio! que otra oración ¡Qué guapo es Antonio!. Por consiguiente, en los ejemplos de (32) se obtendrá la ponderación de las expresiones exclamativas. Proponemos que este fenómeno se debe a la partícula que y este que en los de (32) se materializa en el núcleo de Fuerza como consecuencia del movimiento de T-a-C13.
Observemos otra evidencia con la partícula que que otorga la interpretación enfática a la propia emisión. Hernanz y Rigau (2006) mencionan la diferencia en la función discursiva entre (33a, b) y (33c, d).
Las construcciones en las que la partícula que aparece después del adverbio como (33a, b) se usan para poner énfasis al enunciado retomando el discurso previo. En este sentido, se usan (33c, d), no (33a, b), para introducir el discurso14:
(33) a. ¡Evidentemente que María está enfadada!
b. ¡Naturalmente que Pedro lo sabe!
c. Evidentemente, María está enfadada.
d. Naturalmente, Pedro lo sabe.
Podemos captar fácilmente dicha diferencia en los siguientes diálogos: (34) A: ¿Usted pensaba diferente que sus padres? ¿Sí? B: (i) Evidentemente que pensaba diferente, claro. (CREA oral) (ii) #Evidentemente, pensaba diferente, claro.
(35) A: ¿Estás seguro de que Juan es honrado?
B: Sí. ¿Me estás preguntando si estoy seguro. de que Juan es honrado?
(i) Naturalmente que lo estoy.
(ii) #Naturalmente, lo estoy.
Aunque la ausencia de la partícula que en la opción (ii) de (34) y (35) no causa la agramaticalidad, la opción (i) en la que aparece la partícula que sería más adecuada para la reacción del acto de habla del interlocutor A. Proponemos que este efecto se debe a la presencia de la partícula que. La partícula que no es el complementante que selecciona la cláusula subordinada, sino un elemento que manifiesta el intento enfático que el hablante quiere exponer.
Por último, presentaremos otro tipo de construcciones exclamativas que están encabezadas solo por la partícula que como vemos en (36) (cf. Villalba, 2003; Biezma, 2007):
(36) a. ¡Que viene alguien!
b. ¡Que salen mis hermanas!
En (36), la partícula que pone énfasis al enunciado retomando el discurso previo. Esta idea se evidencia en los siguientes diálogos:
(37) A: Alguien pasa por el pasillo. ¡Calla! ¡Calla!
B: ¿Por qué no salimos ahora?
A: (i) ¡Que viene alguien por el pasillo!
(ii) #¡Viene alguien por el pasillo!
(38) A: Ha empezado el programa en que salen Marta y Juana. Están a punto de salir.
B: Sí, ya voy.
A: (i) ¡Que sale Marta, que sale Juana!
(ii) #¡Sale Marta, sale Juana!
La opción (i) emitida por el interlocutor A, que se dirige por la partícula que, expresa tanto el contenido de la proposición como el sentimiento del hablante tales como sorpresa, enfado, molestia, etc. Las oraciones exclamativas de (37Ai) y (38Ai) que encabeza que se diferencian de las de (37Aii) y (38Aii) porque la que fortalece el grado de exclamación en las primeras y otorga un efecto de énfasis al discurso.15 16 Por lo tanto, la opción (i) de (37) y (38) sería más adecuada para expresar la actitud del interlocutor A en el contexto.
5. Conclusiones
En este trabajo, hemos propuesto que las oraciones exclamativas con el elemento que expresan una intención enfática que conlleva la exclamación del hablante. La propuesta principal es que la partícula enfática que no es el complementante que dirige la cláusula subordinada, sino un elemento que otorga un efecto semántico discursivo a las oraciones exclamativas. Para analizar, desde el punto de vista sintáctico, las oraciones exclamativas con la partícula que adoptamos la hipótesis del movimiento T-a-C propuesta por Pesetsky y Torrego (2001). Hemos supuesto que el núcleo T está relacionado con el rasgo enfático de la fuerza ilocutiva y la oración exclamativa con la partícula que es un resultado del movimiento de T-a-C. Los núcleos T y C comparten el rasgo T no interpretable que desencadena el movimiento de T-a-C. Hemos propuesto que este rasgo que se mueve al núcleo de Fuerza se considera el de énfasis exclamativo. Siguiendo la idea de Pesetsky y Torrego (2001), hemos supuesto que el rasgo PPE, que es un subrasgo del rasgo T no interpretable, se activa después del cotejo del rasgo T no interpretable. Resulta que los sintagmas-Cu exclamativos ocupan la posición del ESPEC-Fuerza para satisfacer el rasgo PPE. En conclusión, la partícula enfática que en las oraciones exclamativas manifiesta el intento enfático que el hablante quiere exponer en el discurso y es un resultado de la lexicalización del rasgo de énfasis exclamativo en la posición del núcleo de Fuerza.
Notas
1 En este trabajo empleamos las siguientes abreviaturas: C = complementante; Cu = palabras interrogativas y exclamativas; ESPEC = especificador; PPE = Principio de Proyección Extendido; SC = Sintagma complementante; SFin = Sintagma de Finitud; SFoco = Sintagma de Foco; ST = Sintagma temporal; STópico = Sintagma de Tópico; SV = Sintagma verbal; T = tiempo; V = verbo. 2 Se puede observar la presencia del elemento que en las construcciones exclamativasno sólo en español sino también en otras lenguas como italiano (dialecto de Padua), catalán y portugués como las de (i): (i) a. Che libro che te lezi! [italiano] ¡Qué libro que estás leyendo! b. Que alt que és en Pau! [Catalán] ¡Qué alto que es Pau! c. Que livro que o João leu! [Portugués] ¡Qué libro que João está leyendo! (Benincà, 1996, p. 31; Castroviejo, 2006, p. 14; Ambar, 2002, p. 35).
El elemento que no puede aparecer en las oraciones interrogativas en estas lenguas:
(ii) a. *Che libro che te lezi?
¿Qué libro estás leyendo?
b. *Quines coses que ha dit?
¿Qué cosas ha dicho?
c. *Que livro que o Pedro viu?
¿Qué libro compró Pedro?
(Portner y Zanuttini, 2000, p. 213; Castroviejo, 2006, p. 15; Ambar, 2002, p. 26).
3 Las oraciones exclamativas expresan un grado máximo de la escala (cf. Gutiérrez- Rexach, 1996; Zanuttini y Portner, 2003; Villalba, 2003; Castroviejo, 2006, entre otros).
4 Portner y Zanuttini (2000) y González Rodríguez (2007b, 2008) proponen que el hecho de que las oraciones exclamativas no sean compatibles con la negación se debe alcarácter factivo de las exclamativas:
(i) a. *¡Qué criminales no han sido arrestados!
b. *¡Cómo no la quiere!
c. *¡Qué inteligente no es Isabel!
(González Rodríguez, 2008, p. 95)
5 Es posible que varios elementos se desplacen a la periferia izquierda. Fijémonos en los ejemplos de (i):
(i) a. A Juan, el libro, se lo dio Marta. b. A Juan, EL LIBRO, le dio Marta. c. *EL LIBRO, a Juan, le dio Marta. Como vemos en (ia), los elementos topicalizados que se desplazan también a la periferia izquierda pueden coaparecer con otro elemento topicalizado y con otro elemento focalizado. Nótese que los elementos topicalizados y los focalizados pueden aparecer juntos en la periferia izquierda, aunque se requiere el orden de palabras en el que el tópico precede al foco, como vemos en (ib) y (ic).
6 Alonso Cortés (1999, p. 50) llama estas construcciones con que exclamativas expletivas (cf. Bosque, 1984).
7 Les hemos consultado los datos de (21)-(23) a varios nativos de habla española. Según la encuesta, la mayoría de ellos opinan que la opción (i) con que tiene un matiz más enfático que la de (ii) en (21)-(23). Los nativos consultados son una colombiana, tres españoles y dos mexicanos.
8 Enfocando el tema del acto de habla, Hernández (2001) menciona que el alto grado de la intención del hablante causa el uso de estrategias de intensificación en el acto de habla.
9 En este trabajo, no tratamos detalladamente la derivación de los ítems de polaridad. Solo suponemos que los ítems de polaridad se generan en SPol(aridad) o SΣ (Sigma) por encima de SV, y el núcleo V se mueve al T con estos ítems pasando por la categoría funcional SPol o SΣ cuando V se mueve cíclicamente a T (cf. Laka, 1990; Culicover, 1991; Zanuttini, 1997). 10 Utilizamos la notación [nT] para referirnos al rasgo T no interpretable que expresa el énfasis exclamativo.
11 Bosque y Gutiérrez-Rexach (2009) llaman a las oraciones de (32) exclamativas focalizadas.
12 Alarcos Llorach (1973) representó una primera aportación a la explicación de algunas de las peculiaridades del que enfático en las oraciones de (32). 13 La presencia de la partícula que es obligatoria en la oración ¡Lo guapo que es Antonio!. Asumida la idea del presente trabajo, la presencia de que en ¡Lo guapo que es Antonio! y ¡Qué guapo que es Antonio! es el resultado del movimiento de T-a-C (i.e. T-a-Fuerza). La posición del ESPEC-Fuerza está ocupada por Lo guapo o Qué guapo porque el núcleo T, que se mueve al núcleo C, tiene el rasgo PPE. Por lo tanto, Lo guapo o Qué guapo siempre aparece junto con la partícula que en las construcciones en las que se realiza el movimiento de T-a-C.
Esto podría explicar por qué la presencia de que es obligatoria en ¡Lo guapo que es Antonio!.
14 Hernanz y Rigau (2006) señalan que los ejemplos de (33 a, b), en particular, son emitidos por el interlocutor con su intención enfática como expresión reactiva ante lo dicho por el otro interlocutor.
15 Biezma (2007) arguye que la presencia de que en las oraciones exclamativas posibilita la lectura expresiva, más allá de la lectura descriptiva (cf. Potts, 2007). En otras palabras, los elementos expresivos ponen de manifiesto el estado anímico del hablante, además del contenido proposicional.
16 En coreano, podemos encontrar las oraciones exclamativas en donde se capta el efecto similar desde la perspectiva discursiva. Para intensificar el grado de la exclamación del hablante, se puede añadir un morfema -ko como en (ii).
(i) Juan-i onta- Ø! Juan-NOM viene-EXCL ¡Viene Juan!
(ii) Juan-i onta-ko! Juan-NOM viene-EXCL ¡Que viene Juan!
En coreano, el complementante que introduce la cláusula subordinada es muchas veces la forma de -ko. Lo interesante es que esta forma aparece en las oraciones exclamativas para enfatizar el acto de habla del interlocutor. La oración exclamativa de (ii) que se expresa por -ko manifiesta el estado anímico del hablante así como molestia, enfado, fastidio, a diferencia del ejemplo de (i) que construye la exclamación simple solo con la entonación exclamativa. Se entiende que la oración exclamativa de (ii) se utiliza cuando el interlocutor no manifiesta ninguna reacción con respecto a la emisión previa. Así pues, el ejemplo de (ii) se considera como una repetición del enunciado ya realizado. Podemos pensar que el coreano tiene la partícula enfática en las oraciones exclamativas con la misma forma que el complementante, igual que el español.
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