SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.28 número1Daño por hidrógeno en aceros galvanizados índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Latinoamericana de Metalurgia y Materiales

versión impresa ISSN 0255-6952

Rev. LatinAm. Metal. Mater. v.28 n.1 Caracas jun. 2008

 

Evaluación de la corrosión inducida por bacteria sulfato reductora en un acero inoxidable 316L

Yelitza Figueroa de Gil 1*, Sonia Camero 2, José L. Prin 1, Roberto Réquiz 3

1 Instituto de Investigación en Biomedicina y Ciencias Aplicadas (IIBCA), Universidad de Oriente. Cumaná, Venezuela

2 Facultad de Ingeniería, Escuela de Metalurgia y Ciencia de los Materiales, Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela

3 Dpto. de Ciencia de los Materiales,  Laboratorio de Corrosión, Universidad Simón Bolívar. Caracas, Venezuela. * E-mail: yelidegil@hotmail.com 

Disponible en: www.polimeros.labb.usb.ve/RLMM/home.html 

Resumen

Los aceros inoxidables 316L son ampliamente usados en las  industrias química, petroquímica, térmica y nuclear debido a su excelente resistencia a la corrosión, buenas propiedades mecánicas a elevadas temperaturas, además que pueden ser soldados por procesos muy variados. Sin embargo, estos aceros son susceptibles a la corrosión inducida por microorganismos, generando muchas veces daños significativos, que involucran pérdidas cuantiosas a la industria. En este estudio se evaluó  la relación entre la microestructura y la corrosión inducida por bacterias sulfato reductoras (BSR), en un acero inoxidable austenítico 316L, soldado eléctricamente con material de aporte símil designado como electrodo ER316L. La caracterización de la microestructura y el daño por corrosión se determinó mediante microscopia electrónica de barrido (MEB) y micro-análisis químico por espectroscopia de rayos X por dispersión en la energía (EDS). Además, se realizó análisis por microscopia electrónica de transmisión (MET), para determinar las fases y precipitados presentes en las láminas del acero estudiado antes de ser sometido al daño. Los resultados muestran que el AISI 316L experimentó corrosión por efecto de BSR, es decir que la condiciones de anaerobiosis y la producción de sulfuro por las BSR  interrumpe la película pasiva formada sobre el acero, generando una corrosión localizada con las típicas picaduras.

Palabras Claves: Aceros inoxidables, MEB, MET, Corrosión inducida por BSR.

Abstract

316L stainless steel is widely used in the chemical, petrochemical, thermal, and nuclear industries because of its excellent resistance to corrosion, good mechanical properties at high temperatures, and welding applicability by different processes. This steel, however, is highly susceptible to microorganism-induced corrosion, which results in significant damage involving huge losses to industry. This study assessed the relationship between the microstructure and the corrosion induced by sulphate-reducing bacteria (SRB) in a stainless austenitic grade steel, videlicet, the 316L, electrically welded with a like filler material known as ER316 filler. The microstructural characterization and the assessment of the corrosion were estimated by scanning electron microscopy and energy dispersive X-ray spectrometry (EDS) chemical microanalysis. Furthermore, transmission electronic microscopy (TEM) was used to determine what phases and precipitates were present in the steel sheets before subjecting them to harm. The results show that AISI 316L experimented corrosion by SRB, i.e., anaerobiosis and sulphur production interrupted the passive film formed on the steel surface, thus prompting a localized corrosion featuring the typical pits and craters.

Keywords: Stainless steel, SEM, TEM, BSR-Induced corrosion.

Recibido: 22-Jul-2007; Revisado: 08-Jun-2008; Aceptado: 11-Jun-2008 Publicado On-Line: 30-Jun-2008

1. INTRODUCCIÓN

Dentro de los aceros inoxidables, los austeníticos son los más utilizados por su amplia variedad de propiedades. Se obtienen agregando Níquel a la aleación Fe-Cr, por lo que la estructura cristalina del material es austenítica a temperatura ambiente [1].

El mayor riesgo de estos aceros es que son susceptibles al fenómeno de sensibilización. Este fenómeno fue observado por primera vez en la zona afectada por el calor en un acero inoxidable austenítico soldado, y puede producirse por un calentamiento prolongado seguido de un enfriamiento lento  o por el contrario cuando los aceros inoxidables austeníticos son calentados entre 425 y 815 ºC  y luego enfriados, desarrollando una corrosión  intergranular. La temperatura crítica está alrededor de los 650 ºC, donde la permanencia por pocos segundos es suficiente para permitir el deterioro del metal [2].

Los aceros inoxidables austeníticos 316L son ampliamente usados en las  industrias química, petroquímica, térmica y nuclear debido a su excelente resistencia a la corrosión, buenas propiedades mecánicas a elevadas temperaturas, además que pueden ser soldados por procesos muy variados. Debido a su alta ductilidad y tenacidad, a su elevada resistencia a altas temperaturas y a la corrosión,  estos aceros son utilizados en un amplio intervalo de temperatura (-196 y 900°C) [3]. Sin embargo, los procedimientos normales de soldadura introducen en el metal la posibilidad a la precipitación de una gran variedad de carburos, lo que trae como consecuencia que el acero sea susceptible a la corrosión, incluida la corrosión inducida por microorganismos, generando muchas veces daños significativos, que involucran pérdidas cuantiosas a la industria.  

El papel de los microorganismos en la corrosión de los metales se ha venido incrementando en los últimos años. [4-8] Este tipo de corrosión  se define como la inducida o promovida por la  acción de  agentes agresivos producidos por microorganismos o por la participación de éstos en las reacciones electroquímicas que ocurre en la superficie del metal [9]. Dentro de estos microorganismos están las bacterias sulfato reductoras (BSR), las cuales se encuentran frecuentemente implicadas en la  corrosión del acero, cobre y aleaciones ferrosas. Ellas  utilizan el sulfuro principalmente como un electrón receptor en su oxidación anaeróbica de compuestos orgánicos y como consecuencia se produce y se acumula una gran cantidad de sulfuro en su hábitat natural,  participando de esta manera en la producción y transformación de depósitos naturales de minerales [9].

Son ampliamente conocidas las características de las BSR, ellas constituyen un grupo de microorganismo morfológicamente diverso, encontrándose células de formas esféricas, ovoides, bacilar, esporuladas y vibroides de 0,4 –3,0 µm de diámetro, generalmente las células pueden encontrarse separadas o en pareja. En su mayoría son gramnegativas, filamentosa y formadoras de esporas, y también pueden ser grampositivas, móviles y no móviles, presentando las móviles flagelos que pueden ser polar, bipolar, peritrico. Muchas especies de BSR pueden utilizar como donadores de electrones al H2, lactato, ácidos grasos, etanol, ácido di carboxílico. Además, tienen un crecimiento autotrófico en presencia de H2, CO2 y sulfato [10].

Con este estudio se evaluó  la relación entre la microestructura y la corrosión inducida por bacterias sulfato reductoras, en un acero inoxidable austenítico 316L, soldado eléctricamente con material de aporte símil designado como electrodo ER316L

2. PARTE EXPERIMENTAL

El material utilizado en la investigación fueron láminas de acero inoxidable austenítico 316L soldadas, mediante un proceso de soldadura de arco con electrodo de tungsteno y atmósfera de gas inerte (TIG), utilizando como  material de aporte un electrodo de acero inoxidable 316L, bajo una atmósfera inerte de Argón, a fin de comparar la susceptibilidad a la corrosión en las diferentes  zonas que conforman la soldadura: metal base (MB), zona afectadas por el calor (ZAPC) y zona de fusión (ZF).

La composición química de la aleación en estudio se presenta en la Tabla 1, cuyos análisis se realizaron por espectrometría de masa.

Tabla 1. Composición química de las aleaciones estudiadas en % en peso.

  

C

S

Si

Mn

Cr

Ni

Mo

AISI 316L

0,03

0,016

0,44

1,57

16,50

11,52

2,18

Las muestras inicialmente fueron caracterizadas por Microscopía Electrónica de Barrido (MEB), preparadas siguiendo la técnica convencional de pulido mecánico. Para esta caracterización se utilizó un microscopio electrónico de barrido Philips XL-30, el cual tiene incorporado un detector por espectroscopia de rayos X por dispersión en la energía (EDS) EDAX, trabajando a un potencial de aceleración 25 kV.

El análisis por Microscopia Electrónica de Transmisión (MET) se realizó con la finalidad de determinar las fases y precipitados presentes en las  láminas en estudio, utilizándose un equipo Hitachi H-600 con un voltaje de aceleración de 100 kV. Para la preparación de las muestras de discos finos o “foils”, se cortaron las láminas a lo largo de la sección longitudinal a un espesor aproximado de 1mm, para luego ser desbastadas hasta alcanzar un espesor de 0,5 mm terminado con  desbaste fino con papel de carburo de silicio Nº 600 y 800 hasta

obtener un espesor final entre 0,05 y 0,04 mm, las cuales fueron troqueladas en forma de disco con diámetro de 3 mm. El adelgazamiento final de los discos se realizó  mediante un electropulido de doble “jet”, utilizándose un equipo  Tenupol-2, lográndose adelgazar la muestra hasta hacerla transparente al haz de electrones, al cual es expuesta para su análisis. Por último,  los discos se limpiaron con agua destilada, metanol, etanol y se secaron con papel de filtro.

Para los ensayos electroquímicos se utilizaron muestras de 1 cm2 de área, las cuales  fueron cortadas a partir de láminas rectangulares, de 10 x 10 x 3 mm.  En el caso de las muestras soldadas se tomaron las zonas afectadas por el calor y las zonas de fusión. Las áreas expuestas al medio fueron preparadas siguiendo el procedimiento descrito para la preparación de muestras metalográficas.

Una vez preparada la superficie a exponer (1 cm2) se procedió a conectar un cable conductor, utilizando como material de aporte una aleación 60% Pb y    40% Sn, obteniéndose así el electrodo de trabajo. Como medio electrolítico se tomó como base medio basal  el cual  se preparó de acuerdo al método descrito por Postgate [10]; modificado por Lapage et al. [11]. La preparación para un litro de medio contiene: 0,5 g de KH2PO4; 1 g de NH4Cl; 1 g de Na2SO4; 0,1 g de CaCl22H2; 2 g de MgSO4.7H2O; 0,5 g de FeSo4.7H2O; 0,3 g de KCl; 1 g de extracto de levadura; y 0,1 g de ácido ascórbico.  

Se utilizaron dos soluciones de trabajo:

  • Solución inoculada con Bacterias Sulfato-Reductoras, la cual  se preparó añadiéndole a 220 ml del medio basal 25 ml del cultivo puro de BSR las cueles fueron aisladas de agua con sedimento marino, en la zona costera “El Peñón” cercanas a los astilleros, en Cumaná, estado Sucre. Se obtuvieron  las unidades formadoras de colonias por ml (ufc/ml), siguiendo la técnica de diluciones decimales seriadas desde (10-1 hasta 10-10). Para ello, se colocó 1 ml de cada dilución de la muestra en placas de Petri, e inmediatamente se le añadió medio basal con agar (15 ml) líquido y enfriado a ± 45°C. Al solidificar el agar, las placas se colocaron en jarras anaeróbicas (BBL) bajo una atmósfera controlada de H2/CO2 y se incubaron a 30°C hasta observar la aparición de colonias de color negro.  El valor obtenido fue 1,3 x 107 ufc/ml de BSR (Desulfatomaculum thermoacetoxidans). Este procedimiento se efectuó antes de las pruebas electroquímicas.

  • Solución electrolítica estéril, la cual estaba constituida por 245 ml de medio basal líquido Postgate modificado, es decir, sin BSR.

Los ensayos electroquímicas se realizaron en condiciones de metal base y soldados de acuerdo con el siguiente procedimiento:

  • Potencial a circuito abierto versus tiempo (Eca vs. t). El potencial fue medido respecto a un electrodo saturado de calomelano. Este ensayo permitió  determinar  el tiempo para el cual el sistema alcanzó el equilibrio.

  • Polarización potenciodinámica anódica. Corriente versus potencial   (I vs. E) hacia la región anódica. Este ensayo se inició desde el valor de potencial de circuito abierto  Eca y realizándose un barrido hacia la dirección anódica  a una velocidad de 2 mV/seg. Para ello se utilizó una celda electrolítica convencional de tres electrodos, la cual fue debidamente esterilizada de acuerdo a los procedimientos microbiológicos a fin de mantener los medios completamente estériles. Se utilizó un electrodo de calomelano como  electrodo de referencia y  un electrodo de platino como electrodo auxiliar.

  • Corriente versus potencial desde la región catódica a la anódica. Para generar las pendientes de Tafel, se seleccionó como valor de referencia el Ecorr, al cual se le sumo y resto 0,3V  (Ecorr ± 0,3V), iniciándose el barrido para una pendiente catódica de Tafel en Ecorr - 0,3V y finalizando en la pendiente anódica de Tafel en  Ecorr + 0,3V. La velocidad de barrido utilizada fue de 2mV/seg.

  • Resistencia de Polarización. En este experimento los datos se obtuvieron en un intervalo  de barrido de ± 20 mV alrededor de Ecorr, La velocidad de barrido utilizada en estos ensayos fue de 2mV/seg.

El tiempo de crecimiento de las BSR en los medios de cultivos  utilizados como electrolito fue de aproximadamente 25 días para cada ensayo, con  valores promedio de pH de 7,21, temperatura de 26ºC  y potencial redox de  -0,87mV. 

Todos los ensayos electroquímicos, se realizaron utilizando un potenciostato/galvanostato Princeton Applied Research EG&PARC 362, acoplado a un registrador Hewlett Packard 70406B y un programador universal EG & Parc 175.

Una vez realizado los ensayos electroquímicos, se procedió a observar las muestras mediante microscopia electrónica de barrido, a fin de evaluar el daño producido por las bacterias y tratar de establecer una relación entre éste y los resultados obtenidos mediante las curvas de polarización potenciodinámicas.

Se realizaron análisis químico elemental por EDS a todas las muestras sometidas a proceso de corrosión para determinar en primer término la composición química elemental de los productos de corrosión. Luego las muestras fueron sumergidas en  una solución de HCl al 20%  y limpiadas con agua destilada de manera de  remover los productos de corrosión. Seguidamente las muestras fueron atacadas con una solución de HCl (4 ml), HNO3 (20 ml) y metano (20 ml) por aproximadamente 4 minutos para  las muestras soldadas y 10 minutos para las muestras meta base, con la finalidad de   observar en detalle el daño causado en el  MEB.

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La Figura 1, corresponde a la zona de metal base de la aleación 316L, obtenida  antes de los ensayos electroquímicos, donde se observa una microestructura de granos equiaxiales  austeníticos, característico de estos aceros, así mismo se observan precipitados de forma globular, los cuales están localizados en la  matriz austenítica.  

Los microanálisis químicos realizados por EDS, muestran que estos precipitados son ricos en Cr y Mo. Estas partículas  ricas en cromo y molibdeno   podrían ser  los carburos del tipo M23C6, donde M suele ser (Cr+Mo+Fe).  De acuerdo a su ubicación y composición química, estos precipitados   producen  empobrecimiento de cromo en las áreas adyacentes a los mismos, lo cual traería como consecuencia la susceptibilidad del acero a la corrosión intergranular y corrosión por picaduras.

Por otra parte en la Figuras 2a y 2b, se presenta una micrografía obtenida de la ZAPC y ZF donde se observa un crecimiento del grano austenítico en la ZAPC, mientras que en la ZF se observa una microestructura constituida por ferrita d con morfología vermicular, como se detalla en la Figura 2b. El microanálisis químico  por EDS sobre la ferrita delta indica ligeros incrementos de Cr, debido a la mayor solubilidad de este elemento en la fase cúbica centrada en el cuerpo.

Los resultados obtenidos por MEB mostraron  la presencia de segundas fases o precipitados en las  diferentes zonas que conforman el cordón de  soldadura, en la aleación en estudio, por lo fue  necesario utilizar la técnica de microscopia electrónica de transmisión a fin de caracterizar los precipitados localizados. Esta caracterización se realizó mediante la indexación de patrones de difracción de electrones en los precipitados seleccionados, así como en la matriz.

En la Figura 3 se presenta una micrografía de la aleación AISI 316L en la zona del metal base, donde se observa una alta densidad de dislocaciones bordeando un  precipitado del tipo M23C6,  de forma angular, con  tamaño un promedio  de 1 mm.

Estudios han sugerido que, si se dan las condiciones termodinámicas locales dentro del grano austenítico, se podría lograr la nucleación de compuestos del tipo M23C6 en dislocaciones, dislocaciones parciales, fallas de apilamiento o impurezas que  actúan  como sustrato para una nucleación heterogénea [12,13].

En la Figura 4  se muestra la zona afectada por el calor para el AISI 316L, donde se aprecia la presencia de un precipitado de tamaño promedio de mm, rodeado por dislocaciones en los subgranos de austenita. De acuerdo al parámetro de red a = 10,23 Å obtenido de  su patrón de difracción de electrones, este precipitado corresponde al tipo M23C6.  Esta  estructura cristalina de los precipitados originados a partir de los patrones de difracción de electrones, coincide con la estructura reportada por otros investigadores [1,14,15]. Cabe señalar que los carburos formados durante el proceso de sensibilización tendrían un efecto específico durante los ensayos electroquímicos.

En la Figura 5, se presenta una fotomicrografía por MET de la muestra del AISI 316L en la zona de fusión donde se observan  subgranos de austenita con la presencia de precipitados finos y una alta densidad de dislocaciones.

De acuerdo a los resultados obtenidos en la  caracterización realizada, tanto por MEB como por MET, la presencia  de ferrita delta  así como la de precipitados principalmente del tipo M23C6 y M6C, pudieran incidir a la susceptibilidad de estos aceros a la corrosión. 

En las figuras siguientes se presenta la evaluación por MEB del daño por corrosión  en  las muestras, después de los ensayos electroquímicos, expuestas a un medio estéril (sin BSR) y a un medio inoculado con BSR.

3.1 Medio Estéril (sin BSR)

En la muestra correspondiente al metal base (Figuras 6a y 6b)  se puede  observar la formación de una película  densa y  uniforme con un  tamaño promedio de picaduras de aproximadamente 100 mm. El microanálisis químico por EDS en la superficie expuesta de esta muestra, presentó solamente los elementos constituyentes del acero.

Por  otra parte, en la zona afectada por el calor  y zona de fusión se observó una mayor densidad de picaduras con tamaño promedio  entre 50 y 100 mm, con presencia de cristales de cloruros como lo indica el microanálisis químico por EDS de las Figuras 78.

Esté fenómeno ha sido observado antes por Nivens et al. [15], quienes aún no tienen claro el rol exacto  de la presencia de estos cristales de cloruros. Por otra parte, Ringas y Robinson [16], determinaron que en un medio estéril no se forma la película protectora sobre la superficie de la aleación de acero,  lo que permite el desarrollo de un proceso de corrosión, lo cual está en concordancia con los resultados encontrados en esta investigación.

Es importante resaltar que a pesar de ser un medio estéril (sin BSR), al cual fueron expuestas las muestras, se observó una densidad de picaduras significativa en la ZAPC y ZF, pudiendo estar asociadas a la presencia de  cloro, como lo indica el microanálisis químico por EDS. Este cloro puede estar formando compuestos de cloruros en el medio,

los cuales  actuarían como sitios activos para la disolución anódica localizada, generando así, la presencia de picaduras, asociadas además a la presencia de segundas fases como  ferrita delta  y precipitados principalmente del tipo M23C6 y M6C,  encontrados en esta zona.

3.2 Medio con  BSR

En la Figura 9a se muestra una vista general de la superficie del metal base, después de ser expuesto a los ensayos electroquímicos en un electrolito con BSR, donde se aprecia la formación de una película delgada  y una alta densidad de picaduras que están en el orden de 0,06 a 0,2 mm, relacionadas a los productos de corrosión.

Se puede observar que estas picaduras están  asociadas a colonias bacterianas de diferentes tamaños con una orientación preferencial. Esto es sustentado por el microanálisis químico por EDS realizado sobre la picadura, el cual muestra la presencia de precipitados de azufre dentro de dichas colonias, lo que promueve el desarrollo de una corrosión localizada. Este  azufre  es usado por las BSR como último aceptor de electrones, para la oxidación de un compuesto orgánico en la  reducción desasimilatoria del sulfato (SO4-2). Generalmente éste no es asimilado por el microorganismo sino que es liberado hacia el ambiente externo como ión sulfuro (S-2), el cual puede ser hidrolizado a sulfuro de hidrógeno (H2S) o algún sulfuro metálico como el sulfuro férrico (FeS). La presencia de estos sulfuros  ocasiona un aumento  en las pendientes de Tafel de los procesos anódico y catódico, el cual resulta ser insuficiente para detener el ataque sobre la superficie. En general se puede decir que las capas de sulfuro no son protectoras de estas superficies [17].

En la Figura 9b se presenta una micrografía de esta muestra después de removido los productos de corrosión. Se observan  picaduras y precipitados atacados, que de acuerdo a la caracterización realizada de esta muestra concuerda con los precipitados identificados que contienen  Mo en la matriz austenítica.

En las Figuras 10, 11 y 12 se muestran micrografías del AISI 316L en la ZAPC. En ella se puede observar una vista general de la superficie (Figura 10a), mostrando una biopelícula heterogénea con micropicaduras, asociadas a la presencia de cultivos de bacterias.

La combinación de un medio ambiente libre de oxígeno y el sulfuro producido por las BSR interrumpen la película pasiva sobre el acero, seguido por la corrosión localizada.

En la Figura 10b se aprecian zonas de productos de corrosión mezcladas con bacterias, donde se ha detectado un ataque por picaduras debajo de las colonias bacterianas El microanálisis químico por EDS indica la presencia de S y Fe, lo cual permite sugerir la formación de un sulfuro de hierro, FexSy.

Además se detectó P, siendo este un  nutriente esencial para el desarrollo de las BSR, como ya se indicó.  De acuerdo con estos   elementos químicos  es posible confirmar la presencia de bacterias sulfato reductoras, en este caso Desulfotomaculum thermoacetoxidans.

En la Figura 11 se  observa la presencia de Bacterias   Sulfato Reductoras  en el área, detectándose una alta densidad de células bacterianas confundidas con los productos de corrosión. A partir de  la morfología observada se pudo identificar bacilos con tamaño promedio de 1,5 mm de largo y 0,4 mm de ancho.

La presencia de BSR y los posibles precipitados de FexSy se explican por una adhesión al metal de las bacterias, formando una película de FeS precipitado (Fe2, H2S, FeS, 2H) mezclado con bacterias. Seguidamente, las bacterias sulfato reductoras comienzan a desarrollar una biopelícula, excretando inicialmente productos extracelulares que permitieron su adhesión a la superficie metálica y posteriormente H2S a través de su metabolismo [18].

Una vez eliminados los productos de corrosión sobre estas muestras se reveló la evidencia de un proceso de  corrosión intergranular en los límites de grano (Figura 12).

En las Figuras 13a y 13b se presentan  micrografías del acero 316L en la zona  de fusión. Una vista general de la superficie se muestra en  la Figura 13a,  la cual presenta capas adheridas con apariencia de biopelículas. De igual manera se observó una corrosión localizada presentando picaduras  distribuidas en toda el área,  asociadas a productos de corrosión. Por otra parte, en la Figura 13b  se observa un proceso de corrosión intergranular, como ya ha sido referido, éste  está asociado al fenómeno de  sensibilización durante el proceso de soldadura quedando la zona empobrecida en Cr.  Éste tipo de corrosión, estaría asociada de igual manera a la presencia de ferrita delta vermicular en esta zona.  Así mismo se observan depósitos de colonias de bacterias de bajo de las cuales se forman picaduras en presencia de S como lo indica su microanálisis químico por EDS.

La caracterización por MEB  después de expuestas las muestras a los medios estériles e inoculados con BSR, indicaron que la corrosión ocurrió preferencialmente en la región modificada por la soldadura, es decir, la zona afectada por el calor y la zona de fusión.

Los resultados  revelaron que el aceros inoxidables 316L experimentó corrosión en presencia de cultivos de bacterias sulfato reductoras del género y especie Desulfotomaculum thermoacetoxidans, lo cual es  consistente con la teoría que sustenta que las BSR estimulan la corrosión localizada en las aleaciones de acero inoxidable por la generación de compuestos de azufre, los cuales son activadores de picaduras [19].

Estos micro-organismos son capaces también de modificar las reacciones de  reducción de oxígeno debido al consumo del mismo para sus actividades metabólicas, las cuales se desarrollan en ausencia de oxígeno libre (condiciones anaerobias). En ausencia de O2, la actividad metabólica de las bacterias sulfato reductoras causa acumulación  de sulfuro hacia la superficie del metal [20]. Esta es una particular evidencia de que la superficie está cubierta con una biopelícula como se presentó en las micrografías estudiadas.

4. CONCLUSIONES

  • Se detectó una importante precipitación de carburos en la zona de fusión, como consecuencia de la presencia simultánea de Mo en la aleación y su especial afinidad con el carbono.

  • El análisis obtenido por MEB de las muestras después de ser expuesta al medio inoculado con BSR,  confirman que efectivamente las bacterias o consorcios microbianos influyen en la corrosión de los aceros inoxidables, tanto en  el metal base como en la soldadura, ocasionando picaduras y corrosión intergranular.

  • Las picaduras y la corrosión intergranular fueron localizadas principalmente en la ZAPC y ZF, asociadas a la presencia de ferrita delta  dendrítica vermicular, así como a la presencia de los carburos identificados como M23C6 y M6C.

  • El acero inoxidable 316L soldado , ensayado en un medio con BSR, resultó ser susceptible a la corrosión inducida por microorganismos, relacionada a su microestructura.

5. AGRADECIMIENTO

Al Consejo de Investigación de Universidad de Oriente a través de proyecto Nº CI-5-1902-0956/00

6. Referencias

1. Réquiz R, Corrosión Localizada en Aceros Inoxidables del Tipo  AISI 316 Modificados con Vanadio. Trabajo de Ascenso para optar a la categoría de Profesor Titular. Caracas (Venezuela): Universidad Simón Bolívar, 1997.        [ Links ]

2. Smith WF, Fundamentos de la Ciencia e Ingeniería de Materiales, 2da Ed. Madrid (España): McGraw-Hill, 1994.        [ Links ]

3. Shreir LL, Corrosion Metal and Environment, 2nd Ed, London (United Kingdom): Hazell Watson and Viney, Ltd., 1975.          [ Links ]

4. Werner SE, Johnson CA, Laycock NJ, Wilson PT, Webster BJ. Corros. Sci. 1998; 40 (2): 465-480.        [ Links ]

5. Jigletsova SK, Rodin VB, Kobelev VS, Aleksandrova NV, Rasulova GE, Kholodenko VP. Appl. Biochem. Micro. 2000; 36 (6): 550-554.         [ Links ]

6. Rao TS, Sairam TN, Viswanathan B,  Nair KVK. Corros. Sci. 2000; 42 (8): 1417-1431.          [ Links ]

7. Vaidya RU, Brozik SM, Deshpande A,  Hersman LE. Corrosion 2001; 57 (10): 905-912.        [ Links ]

8. Sephton M, Pistorius PC. Corrosion 2000; 56 (12): 1272-1279.        [ Links ]

9. Inverson WP, “An Overview of the Anaerobic Corrosion of Underground Metallic Structures, Evidence for a New Mechanism”. En: Underground Corrosion, ASTM STP No. 741, Escalante E (ed.). Philadelphia (USA): American Society for Testing and Materials, 1981, p. 33-52.        [ Links ]

10. Postgate J. Appl. Microbiol. 1963; 11 (3): 265-267.        [ Links ]

11. Lapage SP, Shelton JE, Mitchell TG, “Media for the Maintenance and Preservation of Bacteria”. En: Methods in Microbiology., vol. 3A, Norris JR, Ribbons DW (eds.). London (United Kingdom): Academic Press, 1970, p.  10 y 120.        [ Links ]

12. Geesey GG, Gillis RJ, Avci R, Daly D, Hamilton M, Shope P, Harkin G. Corros. Sci. 1996; 38 (1): 73-95.        [ Links ]

13. Herrera HE, Mecanismo de Precipitación de la Fase Sigma y su efecto en las Propiedades Mecánicas de un Acero Inoxidable Austenítico 304H. Tesis de Postgrado, Ingeniería Mecánica. Puerto la Cruz (Venezuela): Universidad de Oriente, 1998.         [ Links ]

14. Advani AH, Murr LE, Atteridge DG, Chelakara R, Bruemmer SM. Corrosion 1991; 47 (12): 939-947.        [ Links ]

15. Nivens DE, Nichols PD, Henson JM, Geesey GG, White DC. Corrosion 1986; 41 (4): 204-210.          [ Links ]

16. Ringas G, Robinson FPA. Corrosion 1988; 44 (6): 386-396.          [ Links ]

17. Figueroa de Gil Y, Estudio de  la  Corrosión  por Bacteria Sulfato Reductora en los Aceros Inoxidables 304l y 316l. Tesis M.Sc. Caracas (Venezuela): Universidad Central de Venezuela, 2004.        [ Links ]

18. de Romero M, Estudio del Mecanismo de Acción Inducida Microbiológicamente por BSR. Proyecto CONICIT S1-9600776. Caracas (Venezuela):  CONICIT, 2000.        [ Links ]

19. Angell P, Urbanic K. Corros. Sci. 2000; 42 (5): 897-912.          [ Links ]

20. Advances in Corrosion Science and Technology, vol. 2. Fontana MG, Staehle RW (eds.). New York (USA): Plenum Press, 1972.        [ Links ]