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Gaceta Médica de Caracas
versión impresa ISSN 0367-4762
Gac Méd Caracas v.110 n.4 Caracas oct. 2002
Vida de la Academia y Notas Bibliográficas
Dr. José M. Avilán Rovira
Individuo de Número
1. Homenaje al Dr. José T. Rojas Contreras, primer Presidente de la Federación Médica Venezolana.
El 24 de agosto de 1945 se reunieron en la ciudad de Maracaibo, los representantes de los Colegios Médicos existentes en el país para fundar la institución que definitivamente uniría al gremio médico venezolano. Así nació la Federación Médica Venezolana (FMV), organismo que consolida la unión de todos los médicos del país. Con motivo de la celebración del LVII aniversario de la Federación, el Comité Ejecutivo planeó y realizó una serie de actividades durante los días 23 y 24 de agosto próximo pasado. El primer día el Dr. Pedro Contreras, Presidente de Asmedas-Colombia, dictó una conferencia magistral sobre la experiencia colombiana en el marco de la seguridad social en Latinoamérica. Al día siguiente se realizó un merecido homenaje al Dr. José T. Rojas Contreras, en reconocimiento a su dilatada labor en defensa de la salud del pueblo venezolano, el desarrollo de la ciencia médica y las justas reivindicaciones del profesional médico en nuestra sociedad.
El panegírico al doctor Rojas Contreras estuvo a cargo del Dr. Pedro Manrique Lander, del cual transcribimos algunos párrafos. De acuerdo al doctor Manrique, el doctor Rojas Contreras se graduó de doctor en Ciencias Médicas en la Universidad Central de Venezuela(UCV) en 1930, organizando desde sus primeros años de su carrera numerosos cursos, los primeros avalados por la Facultad de Medicina y el Rectorado de la UCV, sobre anestesiología y técnica quirúrgica. Ganó por concurso el cargo de cirujano del Hospital Vargas, iniciando su formación bajo la guía del Dr. Enrique Toledo Trujillo. Dada su elevada sensibilidad social y sentido humanitario, se desempeña con carácter ad honorem en la Cruz Roja Venezolana de El Valle, donde atiende consultas y realiza actos quirúrgicos (1932-1938). En el Hospital Tenon de París recibe formación profesional del profesor Moulonget, pero el gran entrenamiento como cirujano se lo debe al profesor Manuel Corachán García, fundador del Instituto de Cirugía Experimental y la Cátedra de Técnica Quirúrgica (1938-1941). En 1946, el doctor Corachán concedió a su insigne discípulo la dirección del Instituto, que había contribuido a fundar, cargo que mantuvo hasta 1960. También fue jefe de cirugía del Puesto de Socorro (1936-1938).
Según el doctor Manrique, entre sus valiosos aportes al avance de la cirugía nacional, se encuentra la fundación de los servicios quirúrgicos del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, miembro fundador de la Sociedad Venezolana de Cirugía, miembro honorario y emérito de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina; cirujano de la Clínica Acosta Ortiz (1932-1950), donde inicia un sistema de cobro basado en la idea fundamental de su ejercicio privado: "servicios buenos y honorarios justos". Con esta concepción ha sido cirujano y miembro de la dirección, hasta la actualidad, de la Clínica Luis Razetti.
Desde 1970, después de recibir en 1966, el título en Ciencias Políticas y Administración, de la Universidad Autónoma de México, es docente de la Universidad Santa María(USM) y en la Cátedra de Fisiología de la Facultad de Farmacia. Su vocación docente la pone de manifiesto desde tempranas épocas de su vida como profesor de Ciencias naturales y Biología en el Liceo Caracas, el Colegio Sucre y otros de la capital (1925-1932). Ya graduado de abogado (1972), se desempeña como docente en las cátedras de Filosofía del Derecho y Obligaciones Civiles. Con esto suma a su exitosa carrera, 60 años ininterrumpidos de docencia. Dice el doctor Manrique: a pesar de tan intensa actividad académica, su inconforme espíritu, oculto tras un aparente retraimiento, lo hacen seguir estudiando para recibir, en 1981, el título de Economista en la USM.
Sus intereses médicosociales lo llevan a protagonizar las primeras actividades médicas gremiales en el país. Da fe de esto el doctor Manrique, al decir que fue activista y comisionado para la fundación del Colegio de Médicos del Distrito Federal, del cual fue secretario y cuarto presidente (1944-1945). Fue además redactor de los estatutos de la FMV, de la que se convirtió en 1945 en su primer presidente, al obtener 293 votos, seguido por el doctor Domingo Luciani, con 26 votos y quien fue proclamado como primer vicepresidente.
Con tan amplia base de conocimientos, aunado a sus inquietudes políticas y reconocida sensibilidad social, fundó y dirigió el diario "El Socialista", donde expresó la idea esencial de que "todo hombre posee derechos fundamentales que el mismo debe contribuir a hacerlos efectivos, para sí mismo y para los demás". Su consigna es "libertad política y democracia económica".
Ha tenido una intensa actividad política: fue fundador del Partido Socialista de Venezuela, diputado al Congreso Nacional durante 10 años, Concejal del Distrito Federal (1938-1941), Ministro del Trabajo y candidato a la presidencia de la república. En el Congreso Nacional ha presentado varios proyectos de leyes: de alquileres, de reforma agraria, de inversiones extranjeras y del ejercicio de la medicina (1942).
Entre las obras que ha publicado se encuentran: Tratado de Biología, La formación del cirujano, editor de "Caracas Médico" y el periódico "El Socialista".
Desde el 1º de diciembre se incorpora como Miembro Correspondiente Nacional en la Academia Nacional de Medicina, en el puesto Nº 40. El 25 de abril de 1991 fue elegido Individuo de Número, en el sillón X, sucediendo al doctor Arnoldo Gabaldón, incorporándose el 21 de enero de 1993. Ha tenido una brillante actuación por sus publicaciones sobre medicina social en el país. Fue elegido vicepresidente de la Junta Directiva de la Academia Nacional de Medicina bajo la presidencia del doctor Carlos Hernández y ha desempeñado en varias oportunidades la presidencia provisional de la corporación. Pertenece a varias comisiones científicas.
Concluyó el doctor Manrique expresando que el doctor Rojas Contreras se ha caracterizado por ser un brillante profesional y gran servidor público, en todas las actividades médicas y no médicas que le ha tocado desempeñar. Ha sido el gran maestro y profesor de muchas generaciones de médicos, farmacéuticos, abogados y otras profesiones afines. Numerosas promociones llevan su nombre y su amplia trayectoria ha sido reconocida por el Gobierno Nacional, que le ha otorgado diversas condecoraciones, entre las cuales se cuenta la Orden del Libertador, Francisco de Miranda, Andrés Bello y Medalla 27 de junio.
Con esta semblanza queremos recordar al Dr. José T. Rojas Contreras como el gran maestro de la medicina nacional, con una ardua pero exitosa labor en los diversos campos de la cirugía general, docencia, gremialismo, política, labor social y academicismo. El Dr. Rojas Contreras constituye, sin duda, uno de los profesionales más brillantes que tenemos en el país.
2. Homenaje al Dr. Miguel Pérez Carreño
Con motivo del centenario del nacimiento del doctor Miguel Pérez Carreño, cumplido el 28 de septiembre, se le rindió un homenaje el día 3 de octubre, con palabras del Dr. Elías Rodríguez Azpúrua y el descubrimiento del retrato del ilustre cirujano por su hijo Germán Pérez Hagadorn. El Presidente de la Academia, al iniciar el acto, expresó: "Estamos profundamente orgullosos y es para nosotros un privilegio poder rendirle este homenaje a un gran maestro, quizás una de las figuras más importantes de la cirugía y la medicina nacional".
Antes de comenzar su disertación, el doctor Rodríguez Azpúrua recordó el aforismo de Aristóteles: "La dignidad no consiste en recibir honores, sino en merecerlos". Dio las gracias a la Junta Directiva de la Academia Nacional de Medicina por la decisión y el interés que han manifestado al recordar los cien años del nacimiento del profesor Miguel Pérez Carreño y realizar este sentido homenaje, como reconocimiento a sus numerosas y excelentes contribuciones al desarrollo y progreso de la cirugía nacional. Mi sentida expresión de gratitud a los familiares del doctor Pérez Carreño y muy especialmente a su hijo y a su distinguida esposa por haberme invitado cordialmente a conversar con ustedes sobre los principales aspectos y facetas de la vida de este destacado representante de la cirugía venezolana.
Figura 1. El Dr. Elías Rodríguez Azpúrua pronuncia su discurso en el homenaje al Dr. Miguel Pérez Carreño, con motivo de la celebración del centenario de su nacimiento.
Recordó el doctor Rodríguez Aspúrua que el doctor Pérez Carreño fue una persona de relevantes condiciones humanas, un hombre sencillo, no sofisticado, con un claro concepto de las actividades de la vida diaria, tenía una gran respeto y consideración por el prójimo, trataba con igual atención e importancia a las personas del pueblo, como a las de la clase media o de la alta sociedad. Fue representante y defensor de la honradez y honestidad personal y profesional. Fue una persona sincera consigo mismo y con los demás, actuando en sus vivencias diarias con marcados rasgos de humildad. Uno de sus rasgos esenciales era el buen sentido del humor, tratando siempre de darle al ambiente un tono de alegría.
Según el expositor tenía madera y estructura de médico. Actuaba con seguridad y confianza en el juicio profesional y con mucha paciencia y bondad para oír al enfermo y poder así entenderlo e interpretarlo mejor. Fue un maestro de la relación médico-paciente. Tenía un concepto teórico, práctico y académico de la medicina, la cual practicó siempre buscando los más calificados y elevados niveles de excelencia y progreso. Fue un cirujano integral, con muy buena formación y con larga trayectoria de estudio y práctica de la clínica quirúrgica.
Tenía condiciones innatas para enseñar, facilidad de palabra, un gran sentido práctico para enfocar los temas y casos clínicos en forma clara y sencilla, haciendo su exposición con un lenguaje apropiado y ameno, asociando siempre algunas narraciones de experiencias clínicas y operatorias vividas. Tenía disposición amplia para ayudar en su aprendizaje y formación quirúrgica a todos los estudiantes y médicos que se acercaban a su cátedra en busca de conocimientos, planes de estudios quirúrgicos y proyectos de investigación científica. Las características que integraban su personalidad y su obra humana, científica y social, le hicieron crear la imagen, no del profesor, sino del maestro, idea y concepto que de él tenemos y tienen todos sus discípulos, compañeros y amigos: el Maestro Pérez Carreño.
Hizo referencia el expositor al nacimiento del doctor Pérez Carreño, ocurrido en Valencia, Estado Carabobo, hijo del Dr. Luis Pérez Carreño y Doña Encarnación Espinal. Realizó la educación primaria en el Colegio Bouquet y la secundaria en el Colegio Federal de la ciudad. En 1920 ingresó a la UCV para iniciar estudios de medicina, los cuales finalizó en 1926, recibiendo con honrosas distinciones el título de Doctor en Ciencias Médicas con la presentación de la tesis "Autoseroterapia de los derrames". Completó su formación médica y quirúrgica en hospitales de Europa y Norte América. Fue miembro de numerosas sociedades científicas, nacionales y extranjeras, donde presentó sus experiencias e investigaciones quirúrgicas, las cuales alcanzan a más de 100 trabajos publicados. Dirigió más de 20 trabajos de grado. Publicó una obra en cinco tomos, titulada "Patología y Clínica Quirúrgicas", conjuntamente con los profesores de la Cátedra I y otros colaboradores del Hospital Universitario de Caracas (HUC).
El 26 de octubre de 1950 fue elegido Miembro Correspondiente Nacional de la Academia Nacional de Medicina y el 28 de junio de 1951, Individuo de Número, para ocupar el sillón XXIV, sucediendo al doctor Francisco Herrera Guerrero. Se incorporó el 6 de mayo de 1954 con el trabajo "Contribución a las arteriopatías en Venezuela", cuyo juicio crítico hizo el Dr. Carlos Travieso. Se recibió el 30 del mismo mes dándole la bienvenida el Dr. Jesús María Ruiz Rodríguez.
La promoción de médicos del año 1967, de la Escuela "Luis Razetti", por decisión unánime de sus integrantes, recibió el nombre de "Promoción Miguel Pérez Carreño".
El Dr. Pérez Carreño desarrolló todas sus actividades médico-quirúrgicas en el área de la medicina privada en la Policlínica Caracas, institución de primer orden para la época y que fue inaugurada el 22 de febrero de 1930. Las actividades médicas, asistenciales, docentes y de investigación, las realizó en una primera etapa (1926-1956) en el Hospital Vargas de Caracas y en una segunda etapa en el HUC (1956-1966), comenzando como cirujano residente y llegando a jefe de servicio y Profesor Titular de la Cátedra de Clínica y Terapéutica Quirúrgica A.
Continuó su disertación el doctor Rodríguez Azpúrua refiriendo que la cátedra de Clínica Quirúrgica I, que funcionaba en las salas 15 y 16 del Hospital Vargas hasta agosto de 1956, estaba integrada por los profesores Miguel Pérez Carreño, Jefe de Cátedra, Fernado Rubén Coronil, Carlos Travieso, Guillermo Negrette DWindt, Augusto Diez, Néstor Bracho Semprún y Elías Rodríguez Azpúrua. Al trasladarse las cátedras al HUC, quedó el doctor Coronil como Jefe de la Cátedra en el Hospital Vargas. Al crearse la cátedra de Clínica y Terapéutica Quirúrgica en el HUC, se integraron los profesores Antonio Clemente, Antonio Sucre Alemán, Reinaldo Douaihi, Adán Hermoso Centeno y Hugo Parra Febres. Posteriormente ingresaron los profesores Ezequiel Muñoz, César Aure, Pablo Hernández Mantellini, Oscar Colina y Francisco Arcia.
El Dr. Pérez Carreño realizó por primera vez en el país una serie de intervenciones quirúrgicas para el tratamiento de diferentes patologías presentes en nuestro medio, de acuerdo a los trabajos publicados y encontrados por el expositor, entre ellos: resección del nervio presacro (1929), aneurismorrafia reconstructiva (1931), injerto de endometrio-ovario (1936), anestesia de los esplácnicos en la cirugía gástrica (1937), técnica de Kraske de la extirpación del recto por vía perineo-sacra en el cáncer del recto (1938), operación de Karr para el tratamiento del prolapso genital en ancianas (1941), la vagotomía asociada a la gastroenteroanastomosis en el tratamiento del ulcus duodenal (1947), cirugía del neo del esófago y cardias por vía transtorácica (1948), tratamiento quirúrgico de la hipertensión arterial esencial por simpatectomía toraco-lumbar y esplanicectomía (1951) y la adrenalectomía bilateral total para el tratamiento del cáncer avanzado de la mama (1959).
El equipo profesional de cirujanos dirigidos por el doctor Pérez Carreño con gran dedicación e interés, enfocó en forma directa el estudio, análisis y evaluación de las diversas enfermedades quirúrgicas en nuestro medio bajo el punto de vista asistencial, docente y de investigación clínica y experimental, con el fin de buscarles un tratamiento adecuado y definitivo. Con este propósito, los profesionales que integraron la Cátedra de Clínica Quirúrgica I y posteriormente la de Clínica y Terapéutica Quirúrgica A, iniciaron una serie de técnicas y procedimientos quirúrgicos que han contribuido de manera importante al desarrollo y progreso de la cirugía nacional.
Entre los principales progresos quirúrgicos citó el doctor Rodríguez Azpúrua, los siguientes: cirugía gástrica radical en el tratamiento de la úlcera gastroduodenal; vaguectomía y piloroplastia en el tratamiento de la úlcera duodenal, iniciando la cirugía funcional en nuestro medio; la coleco-duodeno anastomosis en las obstrucciones de la vía biliar principal; esplenectomía en el tratamiento de púrpuras trombocitopénicas, malaria, síndrome de Banti, leucemias crónicas, hipertensión portal y linfomas; cirugía radical del cáncer del recto; esofago-gastrectomía radical por vía toraco-abdominal en el tratamiento del cáncer gastroesofágico; ligadura y sección del conducto arterioso persistente; cirugía de la coartación de la aorta con y sin injerto plástico; cirugía de las comunicaciones interauriculares a corazón abierto con hipotermia sistémica; cirugía de las comunicaciones interventriculares, estenosis valvular pulmonar y aórtica con circulación extracorpórea; anastomosis arterial subclavio pulmonar para el tratamiento de la tetralogía de Fallot; resección e injerto para el tratamiento quirúrgico de los aneurismas de aorta abdominal, tronco braquio-cefálico y de las arterias periféricas; cirugía del simpático lumbar para el tratamiento de las arteriopatías periféricas, síndrome posflebítico y linfedemas de miembros inferiores; cirugía del simpático cervical para el tratamiento de las arteriopatías de miembros superiores, especialmente la enfermedad de Raynaud; embolectomía en el tratamiento de las embolias arteriales periféricas; ligadura de la cava inferior en el embolismo pulmonar recurrente; anastomosis porto-cava y espleno-renal en el tratamiento de la hipertensión portal; cirugía de las glándulas suprarrenales; quimioterapia regional con perfusión para el tratamiento de los tumores de las extremidades; linfangioplastia libre y pediculada para el tratamiento de los linfedemas de las extremidades; exploraciones de radiología vascular: aortografías torácicas y abdominales; cavografías superior e inferior; flebografías periféricas directas y retrógradas; linfografías periféricas.
Hizo referencia el ponente al concepto integral de la cirugía del doctor Pérez Carreño, por lo cual le daba mucha importancia a la experimentación previa e indispensable antes de aplicar nuevas técnicas en el humano y como complemento básico en la formación de cirujanos jóvenes. Con estas ideas fundó el Departamento de Investigaciones y Cirugía Experimental de la Cátedra de Clínica y Terapéutica A de la Facultad de Medicina de la UCV.
Enumeró el expositor los principales estudios de investigación del departamento, entre ellas las referentes a los trasplantes renales, de páncreas, de duodeno y hepáticos realizadas por él y el doctor Hugo Parra. El estudio experimental sobre 100 trasplantes renales en perros constituyó la base científica para que se iniciara el programa de trasplante renal en humanos en el HUC y la creación posterior de la Unidad de diálisis y trasplante renal, hoy Servicio de nefrología y trasplante, donde se han realizado 605 trasplantes hasta el presente.
En la cátedra de Cirugía I del HUC, el doctor Pérez Carreño, con los doctores Tulio Arends y Greta Corrales fundaron la Clínica de linfomas, donde se inició el enfoque integral de estos tumores, estableciendo las normas para su diagnóstico, evaluación estadiante y tratamiento con quimioterapia y cirugía.
Resaltó el expositor que el doctor Pérez Carreño fue un cirujano integral con excelente formación en ciencias básicas de la medicina. Consideraba el diagnóstico como un arte y como tal expresaba que era necesario aprenderlo al lado del paciente, mediante una historia clínica, conversando con el paciente de sus problemas de salud y evaluando el entorno donde vivía. Concebía al cirujano integral como un médico clínico que practica la cirugía como medida terapéutica.
Para finalizar, el doctor Rodríguez Azpúrua relató que el doctor Pérez Carreño recordaba con frecuencia las etapas o situaciones que debe afrontar el cirujano en presencia del enfermo que lo consulta y en relación al acto quirúrgico. Para él era necesario determinar y precisar el momento quirúrgico y la oportunidad de practicar una intervención. Recomendaba abstenerse de operar cuando el diagnóstico y las condiciones del paciente no definen en forma clara la indicación quirúrgica. Siempre al operar tenía como rutina que una vez expuesto el campo operatorio, examinaba a fondo todos los órganos visibles y palpables, para establecer de acuerdo a sus lesiones un diagnóstico quirúrgico operatorio y corroborarlo con el diagnóstico clínico que tenía el paciente y mediante esta correlación planificaba la técnica operatoria adecuada. Finalizaba siempre todo acto quirúrgico con la revisión detallada de todos los pasos del procedimiento técnico utilizado. Le daba gran importancia a la práctica de la autocrítica posoperatoria, proceso para realizar un análisis crítico del acto operatorio efectuado, sus variantes y complicaciones, con la finalidad de mejorar la técnica y procedimientos en nuevas oportunidades.
Cerró su exposición con la sentencia de Paracelso: "La medicina es un arte y en la medida que lo es, pone a prueba el arte de su maestro".
Figura 2. Descubrimiento del retrato del Dr. Miguel Pérez Carreño por su hijo Germán Pérez Hagadorn.
3. Boletín Bibliográfico de la Biblioteca
Nos es muy grato reseñar la excelente iniciativa del actual Bibliotecario y otros miembros de la Academia Nacional de Medicina: la edición de un Boletín Bibliográfico al cual deseamos sinceramente larga vida y los mejores resultados. Según el doctor Simón Muñoz, director del Boletín y editor del primer número, correspondiente al mes de septiembre del corriente año, "se inicia un vehículo ágil, crítico y actualizado de los aportes y adelantos científicos más destacados en el campo de la medicina, en sus distintas especialidades, así como informaciones bibliográficas de interés histórico."
El Director Adjunto es el doctor Rafael Muci-Mendoza y cuenta con dos coeditores: los doctores José Ravelo Celis y Román Arreaza Cardier.
Sin la menor duda, dadas las excelentes cualidades de los profesionales responsables del nuevo Boletín, se cumplirán con creces las expectativas que se han despertado con su publicación.
4. Foro Día de Razetti y Décima Primera Conferencia Razetti
El 7 de noviembre del corriente año tuvo lugar la celebración del Foro en homenaje al nacimiento del doctor Luis Razetti y la Conferencia que lleva su nombre, la cual fue instituida por la asamblea de la Academia Nacional de Medicina, el 16 de julio de 1992.
Este año la coordinación del Foro estuvo a cargo del doctor Simón Muñoz y el tema desarrollado fue el de "Cirugía cardiovascular versus cardiología intervencionista", al desarrollo del cual contribuyeron destacados especialistas del Hospital de Clínicas Caracas, Clínica La Floresta, Clínica El Avila, Hospital Universitario de Caracas, Centro Médico de Caracas, Hospital Carlos Arvelo y la Policlínica Metropolitana.
Figura 3. El Dr. Simón Muñoz Armas pronuncia sus palabras de inauguración del Foro Razetti.
Figura 4. El Dr. José Enrique López, orador de orden de la Décima Primera Conferencia Razetti, pronuncia su discurso desde la Tribuna de Santo Tomás en el Paraninfo de las Academias. Lo acompañan los doctores Oscar Beaujon Rubín y Otto Lima Gómez.
En este número de la revista se incluyen los resúmenes de los trabajos presentados recibidos hasta el cierre de esta entrega.
A las 5 p.m. en el Paraninfo del Palacio de las Academias, tuvo lugar la conferencia del Académico Dr. José Enrique López, la cual versó sobre "Razetti, Educador y Reformador". El texto completo de su disertación se publica en la sección "Varios" de este número de la revista.
Figura 5. Algunos de los Académicos asistentes a la Décima Primera Conferencia Razetti.
5. Elección de dos Individuos de Número y un Miembro Correspondiente Nacional
El pasado 26 de septiembre tuvo lugar la elección de un Individuo de Número para ocupar el Sillón I, resultando favorecido el doctor César Aure Tulene.
El día 3 de octubre pasado se llevó a cabo la elección de la Dra. Myriam Marcano Torres para ocupar el Puesto Nº 15, como Miembro Correspondiente Nacional.
El día 17 de octubre del corriente año resultó elegido como Individuo de Número, el Dr. Harry Acquatella, para ocupar el Sillón XVI.
Felicitaciones a todos y mucho éxito en sus futuras labores en la Academia!
6. Incorporación del Dr. Luis Ceballos García
En la sesión del día 3 de octubre del corriente año el Dr. Juan José Puigbó, Presidente de la Academia Nacional de Medicina, tomó el juramento al doctor Luis Ceballos García, como Miembro Correspondiente Nacional, en el Puesto Nº 44.
Seguidamente procedió a presentar su trabajo de incorporación titulado "Un modelo educacional de prevención de quemaduras".
Nuestras sinceras felicitaciones y mucho éxito!
7. Obituario
El 13 de septiembre falleció el Dr. Roberto Grand Leidenz, quien ocupaba el Puesto Nº2 como Miembro Correspondiente Nacional por el Estado Falcón.
En el mes de octubre del corriente año también falleció el Dr. José Rafael Fortique, quien ocupaba el Puesto Nº 13 como Miembro Correspondiente Nacional por el Estado Zulia.
Nuestras sinceras condolencias a sus familiares. Paz a sus restos!
8. Nota bibliográfica
Introducción a la Historia de la Bioquímica. Dr. Mario Spinetti Berti, Miembro Correspondiente Nacional por el Estado Mérida de la Academia Nacional de Medicina. Profesor de Bioquímica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Los Andes.
Editado por: Universidad de Los Andes, Vicerrectorado Académico y Academia de Mérida. Editorial Venezolana, Mérida, 2002.
Por el Dr. Francisco C. Herrera. Miembro Correspondiente.
La obra del Dr. Spinetti Berti, Introducción a la Historia de la Bioquímica, constituye un precioso aporte a la bibliografía bioquímica venezolana.
El título podría inducir a la confusión ya que el libro presenta una galería de 141 de los bioquímicos más ilustres. El enfoque del libro es interesante porque introduce al estudiante (y no tan estudiantes) de bioquímica al conocimiento de los métodos, resultados y consecuencias de los trabajos de estos ilustres investigadores y profesores. De modo que es una introducción a la historia de la bioquímica a través del ser humano que realizó las investigaciones y no, como es más común, a través de la sucesión de hechos de acuerdo al método histórico clásico. El placer de leer estas 141 biografías, que serían relativamente difíciles de obtener por lo disperso del material, se acrecienta con el estilo sencillo y directo del autor, desprovisto de alardes gongorinos, en consonancia con el tema tratado.
¿Cuántos bioquímicos no hemos conocido de nombre, tanto por las reacciones, procesos y vías como por sus teorías que han unificado la bioquímica y no hemos tenido un conocimiento preciso de su fecha y lugar de nacimiento, acontecimientos históricos contemporáneos, instrucción y actividad académica que nos aportarían luces sobre el enfoque y los métodos que aplicaron a la resolución de los problemas que estudiaron?
A través de esta galería podemos situar históricamente a cada bioquímico en su entorno científico, intelectual, social, político. Este enfoque permite explicar porqué cierto tipo de investigaciones se llevaron a cabo en épocas determinadas.
La Introducción ya nos permite extraer ejemplos interesantísimos de reacciones, definiciones, procesos, vías metabólicas que hoy en día nos son muy familiares por sus epónimos, bioquímicos de los que en el mejor de los casos tenemos un conocimiento nebuloso.
Uno de los datos más llamativos es el hecho de Felix Hoppe-Seyler: no sólo acuñó el término "bioquímica" sino que además fundó el primer laboratorio de esta disciplina en Estrasburgo. ¿Cuántos investigadores no han consultado los ejemplares del Zeitschrift für Physiologische Chemie o el Pjlügers Archiv, editado por el rival de Hoppe-Seyler, E. Pflüger, sin considerar la ilustre estirpe de estas publicaciones?
¿Quién no conoce el nombre de Justus von Liebig, aunque sea asociado al extracto de carne que lleva su nombre? Su biografía aquí presentada por el Dr. Spinetti nos recuerda que es el creador de la química agrícola, base racional de los abonos químicos. Asimismo, se menciona a Wurtz quien resumió la química fisiológica conocida hasta 1864.
Luego viene, en la misma Introdución, una pléyade de grandes bioquímicos del Siglo XIX:
Berzelius en 1807 clasificará las sustancias químicas en inorgánicas y orgánicas.
Wohler logra la síntesis de urea en 1828 demostrando que los compuestos orgánicos no neesariamente provienen de seres vivos (Aunque Wohler, un ser vivo, la sintetizó).
Berzelius, en 1835, introduce el concepto de catalizador.
Y así una larga lista de investigadores que contribuyeron a la bioquímica física, de la que arbitrariamente mencionaremos a Pasteur que separó los tartratos en levógiros y dextrógiros, contribuyendo al establecimiento de la estereoquímica aunque sus mayores contribuciones fueron a la bacteriología y a la virología de la época; a Guldberg y Waage quienes formularon las bases de la cinética química y bioquímica. Kuhne en 1878 propuso el término "enzima" para decribir los catalizadores biológicos pero curiosamente no se mencionan las admirables Leonor Michaelis y Maud L. Menten quienes iniciaron el estudio de la cinética enzimática moderna.
Posteriormente vienen en apretada sucesión descubrimiento, que concatenados y ordenados, constituyen los pasos de las vías metabólicas. Posteriormente la catarata de descubrimientos de la biología molecular que culminan en la decodificación del genoma humano en el año 2000.
Con leer las 40 páginas iniciales, ya se obtiene un conocimiento sintético y seguro del desarrollo de la bioquímica.
De la página 41 a la 305 disfrutamos de una serie de excelentes biografías coleccionadas en orden alfabético. Es posible que, para el no iniciado, el ordenamiento en orden aproximadamente cronológico hubiera facilitado la concatenación de los conceptos históricos ya que el índice alfabético, que tiene la obra, permite fácilmente localizar las biografías de estos principalísimos bioquímicos.
El Dr. Spinetti Berti se ha hecho acreedor de nuestro agradecimiento por la ingente tarea que ha invertido en la preparación de esta interesante y útil obra.