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Gaceta Médica de Caracas

versión impresa ISSN 0367-4762

Gac Méd Caracas v.111 n.3 Caracas jul. 2003

 

Discurso de recepción del Dr. Guillermo Colmenares Arreaza a la Academia Nacional de Medicina

Dr. Guillermo Colmenares Arreaza

Caracas, 19 de junio de 2003

 

Sr. Presidente de la Academia Nacional de Medicina.

Señores Académicos.

Familiares de los académicos invitados.

Compañeros de promoción "Lorenzo Campins y Ballester de 1963".

Señoras y señores.

 

    Este es un día de júbilo para mi esposa hijos y nietos, por haber sido elegido Individuo de Número para el sillón N° VII de la Academia Nacional de Medicina. Quiero manifestar mi gratitud a los doctores Pedro José Manrique Lander y Oscar Beaujon Rubín por la confianza que tuvieron en mí y avalaron mi candidatura para la elección de miembro vitalicio de esta prestigiosa Institución. También quiero expresar mi agradecimiento al Dr. Antonio Clemente H, mi profesor del posgrado de cirugía, a quien le sustraje parte de su valioso tiempo para que hiciera el juicio crítico de mi trabajo de incorporación hace una semana en una sesión ordinaria de esta academia y a los demás académicos que me respaldaron con sus votos, entre los que se encuentran un grupo importante de mis profesores de medicina del pregrado y posgrado, sepan mis queridos profesores que ocupan un lugar especial en mi corazón. En forma especial quiero agradecerle todas las atenciones que ha tenido conmigo, a mi profesora de anatomía, la única mujer numeraria en esta centenaria Institución: la Dra. Milena Sardi de Selle.

    Entre tantos agradecimientos es mandatorio recordar a mi padre José Domingo Colmenares Vivas, abogado y político, quien me enseñó con su ejemplo y sus consejos lo que hoy soy, el único hijo médico de seis hermanos profesionales y a mi madre Dilia Arreaza de Colmenares Vivas quien me inculcó el principio de la superación a través del estudio y disfrutaba orgullosa de los progresos profesionales de sus hijos, de estar viva hoy, estaría radiante de felicidad en este paraninfo.

    Solían decirme mis padres "Hijo: entre las virtudes de un buen hombre deben figurar las siguientes: 1. Ser buen hijo. 2. Ser buen padre y esposo. 3. Ser agradecido y leal. 4. Ser bondadoso y honesto. 5. Saber respetar a sus maestros. 6. Compartir los éxitos de tus amigos y al final, tendrás muchas satisfacciones en la vida".

    Es tradición académica hacer una síntesis de la vida de nuestro predecesor en el sillón N° VII, el Dr. Victorino Márquez Reverón. Debo decir con sinceridad que no tuve la suerte de disfrutar de su amistad, pero si conocí a su hermano, Armando Márquez Reverón, Académico, eminente cirujano, mi profesor y amigo. También conocí a médicos del Instituto de Otorrinolaringología de San Bernardino, como Gilberto Dávila Marrero, Domingo Annichiarico, Fermín Alfonso, y otros que tuvieron la dicha de conocerlo, de disfrutar de sus favores y su amena conversación como hombre de mundo, como gourmet, o como experto en tauromaquia.

    Para recabar información sobre la vida del Dr. Victorino Márquez Reverón consulté el libro "Doctores venezolanos de la Academia Nacional de Medicina" datos biográficos, escrito por el Académico Dr. Francisco Plaza Izquierdo editado en 1996, que constituye una magnífica obra de consulta de la vida de los académicos de la medicina venezolana.

    Nace el Dr. Victorino Márquez Reverón el 2 de noviembre de 1917 en la tranquila ciudad de Caracas, hace sus estudios de medicina en la Universidad Central de Venezuela (UCV), y se gradúa de doctor en Ciencias Médicas en 1941, con su tesis doctoral encaminada ya hacia la otorrinolaringología cuyo título fue: "La otomastoiditis del lactante y su relación con los trastornos graves de la nutrición" la cual fue premiada.

    Inicia sus estudios de posgrado en la Clínica Chevalier Jackson en Filadelfia en 1942; luego continúa su entrenamiento en el Manhattan Ear Nose Throat Hospital de Nueva York de 1944 a 1946. En el año de 1952 se va a Milán, Italia y trabaja con el Dr. Pietrantoni, especialista en otorrinolaringología. Luego en 1956 se entrena por último con el Dr. George Schambaugh en micro cirugía otológica, en París Francia. Regresa a Caracas e inicia su carrera asistencial y universitaria en el Hospital Vargas de Caracas, donde culmina como profesor titular y jefe del servicio de otorrinolaringología. Es pionero de la micro cirugía del oído y de la laringe por vía endoscópica que realizó en el Instituto de Otorrinolaringología de San Bernardino del cual fue su fundador. El 18 de octubre de 1956 fue elegido Miembro Correspondiente nacional en el puesto número 30 por el Distrito Federal el 2 de noviembre de 1962 fue elegido Individuo de Número para el sillón N° VII sucediendo al Dr. Francisco Hermógenes Rivero Feo. Su trabajo de incorporación lo presentó el 20 de febrero de 1964 y el juicio crítico, lo hizo el académico Dr. Oscar Beaujón Graterol y luego presentó su discurso de recepción académica el 28 de enero de 1965 y le dio la bienvenida el Dr. Pedro Blanco Gásperi.

    Perteneció a importantes sociedades científicas nacionales e internacionales y publicó 30 trabajos científicos relacionados con su especialidad.

    El sillón N° VII había sido ocupado previamente por el Dr. Francisco Hermógenes Rivero Feo, quien fue y ha sido el más joven Individuo de Número y fundador de la Academia Nacional de Medicina a los 29 años de edad, se incorporó el 18 de noviembre de 1904 y el juicio crítico fue hecho por el eminente cirujano Dr. Pablo Acosta Ortiz.

    Se graduó de doctor en ciencias médicas en la UCV en 1895, ese mismo año se va a París donde trabaja en hospitales pertenecientes a la Facultad de Medicina, francesa.

    En 1898 comenzó a trabajar en el Hospital Vargas de Caracas donde trata infructuosamente de practicar la primera gastrectomía en Venezuela por un cáncer avanzado de estómago. Ingresa luego a la docencia universitaria y llega a ocupar el cargo de vice-rector de la misma UCV.

    Posteriormente ejerce su profesión en Puerto Rico y Santo Domingo hasta 1908, luego emigra hacia Nueva York para especializarse en rinolaringología y ser profesor de la misma hasta 1924.

    Regresa a Venezuela donde ejerce su profesión, ocupa cargos importantes en la UCV y en la administración pública nacional.

    Perteneció a diferentes sociedades científicas tanto nacionales como extranjeras. Es autor del libro "Clínicas y policlínicas otorrinolaringológicas".

    Había nacido en Guasipati, Estado Bolívar, un primero de octubre de 1875 y falleció en Caracas a la edad de 87 años el 11 de febrero de 1962.

    Fue el último sobreviviente de los fundadores de la Academia Nacional de Medicina. Fue padre de dos eminentes médicos, el Dr. Hermógenes Rivero (†) quien fue un cirujano de avanzada y Alberto Rivero (†) respetable patólogo, ambos profesores titulares de la UCV y tuvo dos nietos médicos, Eduardo Rivero (anestesiólogo) y Denis Rivero (traumatólogo).

    Como dato curioso mis dos predecesores hicieron la misma sub-especialidad quirúrgica, la otorrinolaringología.

    Como en el ceremonial de incorporación del Individuo de Número, artículo 45, aparte C, refiere: "El recipiendario debe disertar sobre un tema de su elección", me sedujo la idea de hablar sobre un tópico desconocido por nuestros invitados y por la mayoría de los médicos del país como es la historia de la Academia Nacional de Medicina, sus funciones, número de miembros, requisitos de sus miembros, académicos más notables y cuales son sus actuaciones más importantes.

Datos históricos

    El Congreso de los Estados Unidos de Venezuela decretó la ley orgánica de la creación de la Academia Nacional de Medicina, el 8 de abril de 1904, pero es el 11 de junio de 1904 cuando se realiza su instalación. En el artículo 3, relativo a sus funciones, reza lo siguiente: se ocupará de todo lo relativo al estudio de las ciencias biológicas y en especial de la patología e higiene nacional, asuntos en los que puede actuar como cuerpo consultor y asesor.

    En orden cronológico las diversas Academias se fundaron en Venezuela en el siguiente orden:

    1. La de la Lengua el 10 de abril de 1883.

    2. La de la Historia el 8 de octubre de 1888.

    3. La de Medicina el 11 de junio de 1904.

    4. La de Ciencias políticas y sociales el 16 de junio de 1915.

    5. La de Ciencias físicas, matemáticas y naturales el 19 de junio de 1917.

    Según el artículo 23 de la ley vigente todas las asociaciones médicas del país se consideran como filiales de la Academia Nacional de Medicina desde el punto de vista científico.

    Según la ley inicial el número de sus miembros no pasaría de cien, distribuidos así: treinta y cinco académicos de número, cuarenta correspondientes nacionales y veinte y cinco correspondientes extranjeros. Pero para el 15 de julio de 1941, se aumenta a ciento veinte miembros, distribuidos así: cuarenta individuos de número, cincuenta correspondientes nacionales y treinta miembros correspondientes extranjeros, cifra que se mantiene hasta la fecha.

    Para ser individuo de número se debe cumplir con los siguientes requisitos:

    1. Ser venezolano por nacimiento.

    2. Ser doctor en ciencias médicas de una universidad venezolana.

    3. Residir en la capital de la república.

    4. Tener por lo menos cinco años de haber recibido el título de doctor en ciencias médicas.

    5. Ser propuesto por dos individuos de número y aceptado por la mayoría de estos el día de la sesión convocada a tal efecto.

    6. Ser autor de más de un trabajo científico publicado.

    7. Presentar un trabajo científico de incorporación sobre un tema de libre elección.

    8. Ser de reconocida honorabilidad y de prácticas profesionales ajustadas a la deontología médica.

    Similares requisitos son exigidos para el primer escalafón académico como es el de miembro correspondiente nacional y como su nombre lo indica debe residir en el territorio nacional.

    En síntesis, el título de académico es por concurso, honorífico, vitalicio y no remunerado.

    La Academia Nacional de Medicina ha tenido individuos notables entre los que podemos citar al Dr. Luis Razetti Martínez, el ideólogo propulsor y secretario perpetuo desde 1904 hasta 1924, año en el cual la alta Corte federal y de casación, elimina la perpetuidad del cargo de secretario y ordena la elección de un nuevo secretario en sustitución del Dr. Razetti, eso fue el 25 de septiembre de 1924, llamado por el Dr. Razetti como "la tarde gris de mi vida".

    Otros eminentes médicos que han pertenecido y pertenecen a la Academia de Medicina son: Pablo Acosta Ortiz, Elías Toro, Francisco Antonio Rísquez, José Gregorio Hernández, Pastor Oropeza, José Antonio O´Daly, Leopoldo Aguerrevere, Domingo Luciani, Leopoldo Briceño Iragorry, José María Ruiz Rodríguez, Martín Vegas, Marcel Granier, Cesar Rodríguez, Miguel Pérez Carreño, José Ignacio Baldó, Ricardo Baquero González, Armando Castillo Plaza, Pedro del Corral, Alberto Angulo Ortega, Oscar Beaujón Graterol, José Rojas Contreras, Fernando Rubén Coronil, Francisco Montbrun, Felix Pifano, Gustavo García Galindo, Blas Bruni-Celli, Augusto León y así podría citar muchísimos más.

    La Academia Nacional de Medicina sesiona todos los jueves, donde se presentan trabajos relacionados con las ciencias médicas, humanísticas, sociopolíticas o de cualquier otra índole de importancia nacional o internacional. Al final de las exposiciones se realizan las preguntas y respuestas a que hubiere lugar. Mantiene su archivo y biblioteca modernizada por computadoras y su página Web a la cual se puede acceder por banda ancha de internet. Tiene como órgano de difusión escrita, la Gaceta Médica de Caracas, fundada el 13 de marzo de 1893 por el Dr. Luis Razetti, es la más antigua de Venezuela y la tercera en Latinoamérica con una regularidad admirable. Actualmente la dirige el Académico Dr. José Miguel Avilán Rovira.

    La Academia convoca cada dos años sendos certámenes para la adjudicación de los premios Vargas, Rangel, Razetti y José Gregorio Hernández. Además de los premios oficiales de la Academia se han establecido otros, creados por diferentes organismos, instituciones, familiares o personas. En el otorgamiento de estos nuevos premios y becas la Academia tiene una injerencia directa. Otros de los logros es la doctrina de la praxis médica en Venezuela redactada por una comisión especial que fue encabezada por el médico, abogado y Académico Dr. José Rojas Contreras.

    Otras de las funciones es el asesoramiento al ejecutivo nacional en política de salud. Los académicos Dres. Pedro José Manrique Lander y Antonio Clemente, asistieron a 14 reuniones de la Asamblea Nacional, a la comisión de salud, en representación de la Academia Nacional de Medicina y además se planteó el problema de médicos extranjeros que ejercen ilegalmente en el país, etc. Pero ha sido poca o nula la respuesta del actual gobierno a estos pedimentos.

    La Academia Nacional de Medicina elige de su seno a los integrantes de las nueve comisiones científicas, que se encargan de evaluar los trabajos científicos u otros asuntos que sean sometidos a su consideración, el informe y sus conclusiones son enviados a la Junta Directiva la cual decide su aprobación o presentación en una de sus sesiones ordinarias o extraordinarias.

    La Academia ha realizado múltiples simposia, foros y congresos venezolanos de ciencias médicas. El primer congreso se realizó en Caracas en el año de 1911, fue el primer congreso científico realizado en Venezuela. Para el año que viene 2004, con motivo del centenario de la Academia, se está preparando el XV Congreso Venezolano de Ciencias Médicas, a realizarse en Caracas.

    Y para terminar la Academia desde 1974 ha logrado la creación de las becas "José María Vargas" y "José Gregorio Hernández", gracias a la contribución de las fundaciones de los mismos epónimos, para continuar estudios de posgrado en las Universidades de Oxford y Cambridge de Gran Bretaña.

    El patrimonio de la Academia, está constituido por la asignación presupuestaria que el Congreso Nacional ha destinado para su sostenimiento y es administrado por el Ministerio de Educación Nacional.

    Toda esta información y más detallada reposa en el prontuario de la Academia Nacional de Medicina, 1ª y 2ª ediciones de los académicos doctores Leopoldo Briceño Iragorry (1979) y Tulio Briceño Maaz (1994).

    Como se podrá ver en este bosquejo general, son muchas las funciones y actividades de la Academia Nacional de Medicina, que es imposible reseñar en tan corto tiempo.

    Para mí ha sido una fuente de conocimientos continuos y variados en la cual he encontrado el deseado refugio que tanto anhelé después de retirarme de la docencia universitaria.

    Así como es tradición mencionar en el discurso de incorporación a los predecesores en el sillón a ocupar, no sería justo dejar de nombrar a cinco individuos de número que han dejado una honda huella en mi vida por nexos de; familiaridad, amistad, apoyo y admiración como son los doctores José Bernardo Guerra Más (†), Jorge González Celis (†), Gabriel Briceño Romero (†), Luis H. Rodríguez Díaz (†) y Ladimiro Espinoza León.

    El Dr. José Bernardo Guerra Más (†) fue mi padre político, me sirvió de ejemplo en esta Academia; de tenacidad, de abnegación, ante un sueño como médico, de culminar su vida como académico, a sabiendas de que sufría de una enfermedad pulmonar maligna que lo llevó a la muerte a los pocos meses de su incorporación como Individuo de Número; el 7 de octubre de 1982, murió prematuramente a los 62 años el 8 de mayo de 1983 día de las madres, como un tributo a su madre a la que tanto quiso, paz a su alma.

    Continúo con el Dr. Jorge González Celis (†) mi profesor de cirugía, profesor de profesores, hombre bondadoso, cariñoso y leal. Fue presidente de esta docta institución desde 1972 a 1974, hermano político de otro Individuo de Número de mí afecto y consideración como es mi profesor y tutor de mi tesis doctoral el Dr. José Antonio Ravelo Celis.

    El Dr. Jorge González Celis pasó por la vida dejando gratos recuerdos, una familia de profesionales dignos y en la cirugía fue pionero de la cirugía esofágica y plástica, fallece a los 88 años también el 5 de mayo de 1994, paz a su alma.

    Continúo con el Dr. Luis H. Rodríguez Díaz (†) mi tío político, quien me animó a asistir por primera vez a esta Academia hace 14 años. A pesar de su carácter introvertido y circunspecto, bajo su mirada observadora y alentadora me transmitió su contagiante actitud académica necesaria para poder triunfar en estos predios. Cifró sus esperanzas en mí, tomándome como el hijo médico que no tuvo y anhelando en su corazón mi éxito académico. Cuando fui elegido Miembro Correspondiente nacional en septiembre de 1991, me lo comunicó en forma emocionada, reacción poco común en él, hasta con sus más allegados; cuan feliz se sentiría hoy con mi incorporación; mi agradecimiento eterno al Dr. Luis H. Rodríguez Díaz. Fue presidente de esta Institución desde 1990 a 1992.

    Continúo con el cuarto de mis padrinos y protectores, tengo que mencionar al Dr. Gabriel Briceño Romero (†); también fue Presidente de esta Institución desde 1982 a 1984, prolífico escritor, hombre bondadoso, al extremo que el dinero de su jubilación como profesor titular de la UCV lo repartía entre los estudiantes necesitados de la misma universidad, a través de la Organización de Bienestar Estudiantil. Mantuvo con mi padre una amistad a toda prueba, lo recuerdo como un trabajador incansable, hiperactivo y siempre con una sonrisa o una frase agradable en sus labios, paz a su alma.

    Y para terminar, como dicen que no hay quinto malo, recuerdo al Dr. Ladimiro Espinoza León como mi primer instructor de semiología quirúrgica; meticuloso, disciplinado y exigente, con quien compartí en la Cátedra de clínica y terapéutica quirúrgica B del Hospital Universitario de Caracas, desde 1960 hasta 1983, fecha en que se jubiló de profesor titular. Por esta relación de tantos años, solicité al presidente de la Academia Nacional de Medicina, Dr. Juan José Puigbó, para que me recibiera esta tarde con el discurso de bienvenida académica, gracias doctor Espinoza.

    Hice estos recordatorios para honrar y agradecer a todos aquellos que de alguna manera hayan contribuido con este día tan feliz para mí como para mi familia y en especial para mi esposa que ha vivido con la misma intensidad mis triunfos y mis fracasos.

    Lástima que en este momento culminante de nuestra vida no puedan acompañarnos nuestros padres, que con tanto amor nos criaron "para ser útiles y no importantes en la vida", como dijera alguna vez Winston Churchill.

    Y para culminar voy a citar fragmentos de un poema de Rudyard Kipling en versión de Juana de Ibarborou, que me ha servido de modelo toda mi vida.

    Si............

    Si romántico sueñas y tus sueños dominas

    Si piensas y no tienes vanidad de pensar

    Si puedes cara a cara mirar éxito y ruina

    Y en la prueba vencerlos a los dos por igual

    Si corazón, músculos y nervios

    Pones sólo al servicio del supremo ideal

    Dando ejemplo de terca y ardiente voluntad

    Es que eres un hombre totalmente

    Hijo mío, y tuya ya la tierra y tuyo

    Será el mundo.

    Señoras y Señores:

    En un momento tan especial de mi vida, permitidme expresar mis manifestaciones de amor para mi esposa, mis hijos, Ana Carolina, Nelson Rafael, Guillermo José, Patricia, Mariela y Corina, para mis nietos Nelson Guillermo y Andrés Eduardo, para mi madre política Doña Lila Rodríguez Díaz de Guerra y a todos mis hermanos y familiares.

    Muchas gracias por vuestra paciencia y atención.