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Gaceta Médica de Caracas
versión impresa ISSN 0367-4762
Gac Méd Caracas v.112 n.3 Caracas jul. 2004
50. PASEO POR
Estamos seguros que en la escalera cronológica que presentamos y que intenta mostrar los diferentes hitos históricos, que contribuyeron en forma muy amplia a la comprensión de la conducta humana, muchos escalones han quedado fuera. Además la meta propuesta, el conocimiento de la conducta, queda aún a distancia.
Antes de Mesmer, las contribuciones iniciales aparecen en el papiro de Edwin-Smith, donde por primera vez se mencionan las palabras cerebro, meninges, líquido cefalorraquídeo y circunvoluciones. Se menciona la ausencia de lenguaje expresivo (afasia), miles de años antes que Broca lo hiciera en 1861. Una de las primeras menciones de la trepanación se halla en la mitología griega, cuando Zeus ordena a su hijo Hefesto que le abra el cráneo por sufrir fuertes dolores de cabeza. Con sus experimentos de resección de nervios en perros vivos, Alcmeón concluye que el cerebro era la sede de la sensación, el pensamiento, el intelecto y el alma. Hipócrates aboga por una ciencia médica experimental y el abandono de las prácticas religiosas. En Platón se encuentran los orígenes del dualismo cartesiano. Aristóteles es el creador del concepto de alma como primer principio, que da origen a la vida, a la sensación y al intelecto. Nemesius señaló la localización de las funciones cerebrales en las cavidades cerebrales. Con su experiencia de disector, Vesalius corrige muchos de los errores del pasado. Para Descartes el alma se asienta en la glándula pineal, desde donde rige al cuerpo mediante el "espiritus animalis". Gall y luego Christoph y Spurzheim mencionan por primera vez las localizaciones o áreas cerebrales, que verifica posteriormente Broca.
Franz Antón Mesmer, 1734-1815, representa una piedra angular, pues partiendo de elementos sugestivos nos lleva a acontecimientos básicos que van a culminar con el desarrollo de la psicodinamia, la cual aun hoy no tiene sustento en el campo terapéutico, a pesar de los grandes avances de la farmacoterapia. Postuló la teoría del magnetismo animal, según la cual un fluido universal influye en los seres vivos e inanimados.
Después de Mesmer, mencionaremos a Pierre Paúl Broca, 1824-1880, Jean Martín Charcot, 1825-1893, creador de la neurología e iniciador de la hipnosis en el tratamiento de la histeria, Breuer, 1842-1925, abuelo del psicoanálisis, Eugen Bleuler, 1857-1939, denominó esquizofrenia a la demencia precoz y utilizó el psicoanálisis con reservas, Iván Petrovich Pavlov, 1849-1936, con sus trabajos sobre los reflejos condicionados enriquece el conocimiento de la conducta humana, Sigmund Freud, 1856-1939, creador de la psicodinamia, cuyo uso adecuado podría prevenir parte de los trastornos severos de la conducta, Kart Gustav Jung, 1875-1961, con su trabajo sobre el inconsciente colectivo complementa la comprensión de la conducta humana, Ernst Kreschmer, 1888-1964, relaciona su clasificación biotipológica con la conducta y Egas Moniz, 1874-1955, premio nobel de medicina por el desarrollo de la psicocirugía.
A todo lo anterior debemos agregar los resultados de las recientes contribuciones en la imagenología que nos auguran una mejor explicación de la conducta.
La correlación que se puede establecer entre la clínica de la conducta, las modernas evaluaciones de la neuropsicología en las áreas cognoscitivas y de la afectividad y los resultados de la imagenología, nos señala que estamos en la infancia de esta integración y que para cubrir el camino que nos queda, debemos revestirnos de paciencia.
51. NEUROLOGÍA DE
Se considera que en el estudio de la neurología de la conducta deberá considerarse un doble aspecto: por una parte, estudiar las modificaciones que en la conducta humana producen las lesiones cerebrales; por la otra, tratar de comprender el problema que plantea la relación mente-cerebro.
Se realiza un breve recorrido histórico en el cual se señalan algunos hitos en el desarrollo de este campo relativamente nuevo en el dominio de las neurociencias. A partir de Franz Gall, el primero en sostener la idea que las variaciones de las características psicológicas se debían a un desarrollo desigual de los distintos "centros" cerebrales se analiza la labor de los distintos investigadores que hicieron posible una mejor comprensión de las funciones cognoscitivas.
Se señala luego, siguiendo los conceptos de Popper, que la evolución de la raza humana pareciera depender más de la capacidad de adquirir y procesar información que de los cambios orgánicos que eventualmente pudieran producirse.
Se recalca por último, el hecho de que la conducta humana tiene características propias; entre otros aspectos se señala que a diferencia del animal que siempre permanecerá esclavo de su hábitat, el hombre está en capacidad de transformarlo y crear las condiciones que le permitan lograr su independencia del medio ambiente.
52. EVALUACIÓN DE
Al hablar de evaluación de la conducta se hace referencia a diversos procedimientos, tales como la observación, entrevista, mediciones en base a autoinformes, pruebas de evaluación cognitiva, ejecutiva y pruebas de personalidad. Para tomar decisiones el evaluador recaba información de distintas fuentes y hace recomendaciones acerca del individuo que está evaluando. La selección de la técnica para llevar a cabo la evaluación dependerá del objetivo y características de la evaluación y el enfoque teórico bajo el cual se trabaje.
53.
Análisis crítico del racionalismo propio de la cultura occidental que dio al traste con las expectativas del hombre de finales del siglo XVIII y del XIX, el hombre moderno, que confiaba plenamente en la capacidad ilimitada de su razón para hacer el bien.
Los planteamientos y reflexiones de los intelectuales abocados al tema, filósofos politólogos, sociólogos y estadistas, entre los que se mencionan Arendt, Adorno Baumann, Levitas, Reyes Mate, Havel, Ecco, muestran que la razón instrumental, propia del conocimiento científico, que tiene su origen en la filosofía griega, es una relación de dominio en la que el sujeto se apropia del objeto determinándolo mediante la conceptualización que termina por despreciar todo lo que no puede ser sometido, es decir, determinado y definido, y permanece por tanto como una alteridad trascendente y distinta, irreductible a la asimilación. Esta concepción de la mente instrumental que desdeña lo concreto y lo particular, conlleva la intolerancia, la incapacidad de aceptar y menos aún respetar lo inasimilable, aquello que es irreductible y permanece como alteridad, que es el reconocimiento del "otro", no sólo como trascendente al yo sino en cuanto a la responsabilidad compartida que va más allá de la tolerancia y entraña solidaridad.
El desarrollo del conocimiento que caracteriza a
Las expectativas de bienestar generalizado y de una sociedad más justa fueron frustradas al punto que la incertidumbre y el terror hacen cada vez más limitada la libertad a costa de una seguridad deseada pero de más difícil acceso, por lo que la desconfianza y la amargura frente al futuro provocan cambios sociales y políticos más proclives a la tiranía que a la democracia.
La presencia del cinismo por una parte y del sectarismo dogmático y fanático por la otra, imponen una conducta más abocada al cumplimiento de requisitos éticos que entrañen políticas capaces de regirnos con sabiduría en ese abrir caminos que es la vida humana.
54. PSIQUIATRÍA Y CONDUCTA. Ramón Avila Girón.
La psiquiatría es la especialidad de la medicina que se ocupa del estudio, tratamiento y prevención de las enfermedades mentales y del comportamiento.
Conducta es todo lo que el hombre hace o dice. Sólo hay dos formas posibles de expresión de conducta: motriz y secretoria.
La característica esencial de la conducta es la respuesta al medio dada por un organismo viviente. "El medio es todo aquello que nos rodea". Existe también otro medio que llevamos dentro de nosotros. Es el medio interno, donde se originan las motivaciones primarias de la conducta: hambre, sed, sueño, necesidad de oxígeno.
La conducta además, está regulada por el medio social, de donde surgen las exigencias de los familiares, los amigos, los vecinos y configuran las motivaciones sociales de la conducta.
A lo largo de la historia tres investigadores han hecho aportes monumentales y perdurables al conocimiento de la conducta. Ellos son Krestcmer, Pavlov y Freud, con el establecimiento de los conceptos de la constitución corporal, los reflejos condicionados y los actos de motivación inconsciente, respectivamente.
Existen formas de conducta humana que se apartan de lo habitualmente aceptado en el medio social ordinario.
Se las llama conductas anormales y son el objeto de estudio de la psiquiatría, como especialidad de la medicina.
Son producidas por causas diversas. Presuponen la existencia de desórdenes cuantitativos y cualitativos de las funciones psíquicas, debidas a su vez a trastornos estructurales o funcionales del organismo, en especial del cerebro.
En su décima revisión de la clasificación internacional de enfermedades, conocida como CIE 10, publicada en 1993 y todavía vigente, las reúne en cien categorías, en las cuales pretende englobar todos los trastornos mentales y del comportamiento, susceptibles de presentarse en el ser humano.
Existe también una clasificación de
La tradición psiquiátrica reforzada por las opiniones del profesor Emilio Mira y López, emitidas en 1954, distingue cinco grandes grupos de trastornos mentales y de la conducta. Esos grupos son:
I. Psicosis.
II. Trastornos deficitarios
a. Oligofrénicos.
b. Demencias.
III. Neurosis (psiconeurosis).
IV. Trastornos psicosomáticos (organeurosis).
V. Trastornos de la personalidad.
Para el tratamiento de las psicosis, que son las enfermedades mentales más graves, existe en la actualidad medicamentos muy eficientes, pero su precio está lejos del alcance de la mayoría de los enfermos. Algunos psicofármacos de bajo costo, que durante muchos años demostraron ser efectivos en el tratamiento de los trastornos mentales más graves, han dejado de ser fabricados y se hacen, en cambio, grandes inversiones en promocionar los productos nuevos, de adquisición imposible por la mayor parte de la población.
55. ÉTICA, PSIQUIATRÍA Y RELIGIÓN. Emeterio Gómez.
La civilización occidental se constituyó sobre una creencia, sobre una "verdad" precaria: aquella según la cual existiría una conexión racional entre la racionalidad y la moralidad, una conexión lógica entre la lógica y la ética.
Cualquier esfuerzo por reflexionar sobre las relaciones entre ética, psiquiatría y religión debería (o podría) partir de precisar las diferentes concepciones o nociones que ha desarrollado la civilización occidental, acerca del ser humano en los últimos 3000 años. Porque evidentemente, la manera de concebir las relaciones entre dichas tres esferas está predeterminada en buena medida por la noción que se tenga de "lo humano".
¡Y hasta podría decirse que es más bien al revés: que la visión que se tenga de las relaciones entre ética, religión y psiquiatría determina en lo esencial la noción o visión que se tenga de "lo humano".
Mencionaremos cuatro grandes respuestas a la pregunta ¿Qué significa ser humano?
a. "Animal racional", la respuesta de la filosofía griega, b. "Imagen y semejanza de Dios", la respuesta del cristianismo, c. "Autonomía de la conciencia individual", la respuesta de la modernidad (siglos XVII y XVIII), d. "Pura posibilidad de ser", la respuesta del siglo XX y del existencialismo heideggeriano.
Al lado de estas cuatro nociones desarrolladas en la civilización occidental, cabe abrirle espacio a la visión oriental y más específicamente budista del hombre, la sociedad y el cosmos, centrada en la noción del desapego, es decir, en la posibilidad cierta de pensar a la conciencia o al espíritu como un absoluto. Es, en otras palabras, la posibilidad de romper la relación entre la conciencia y el mundo, de separar radicalmente a aquella de éste, ¡incluida en éste, en el mundo, la psiquis! O lo que viene a ser lo mismo, la posibilidad de superar la crucial idea de continuidad y unidad entre la conciencia y el mundo que la noción occidental de racionalidad ha pretendido imponernos. Para, alrededor de dichas nociones de continuidad y unidad, constituir al ser humano y a la sociedad.
La tesis básica que intentamos sostener: las valoraciones morales son realidades absolutas cuya relación con cualquier fundamento incluida la psiquiatría es muy difícil, por no decir imposible, de establecer. Sea dicho fundamento de causa, un esquema causa efecto, un contexto global, una totalidad holística, un determinante o condicionamiento, racional o psíquico y, en general, cualquier basamento científico.
Tesis derivada: esta imposibilidad de conectar la ética tanto con la razón como con la psiquis y más concretamente el fracaso de la civilización occidental para asegurar una conexión racional entre ética y razón, un fundamento científico para la moral replantea y reivindica con fuerza la conexión entre ética y religión. Replantea con fuerza la reivindicación de la noción de Dios. ¡Exactamente al revés de lo que Nietzsche creyó, la quiebra de la razón bien lejos de implicar la "muerte de Dios", implica su repotenciación! La quiebra del fundamento racional o científico, las dificultades que la psiquiatría cuando se la entiende como ciencia confronta acceder a la realidad existencial última del ser humano, lejos de debilitar, replantea con fuerza la noción de Dios, la aproximación a la dimensión religiosa o sagrada del hombre.