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Gaceta Médica de Caracas
versión impresa ISSN 0367-4762
Gac Méd Caracas v.113 n.2 Caracas abr. 2005
Vida de la Academia y Notas Bibliográficas
Dr. J.M. Avilán Rovira
Individuo de Número
1. Nuevos Miembros Correspondientes Extranjeros.
El 23 de septiembre y el 25 de noviembre de 2004, fueron electos como Miembros Correspondientes Extranjeros, los doctores Otto Gago, por Estados Unidos, y Jean Civatte, por Francia, en los Puestos 7 y 17, respectivamente.
Felicitaciones y mucho éxito en sus futuras funciones!
2. Develación de retratos de Académicos.
El 23 de septiembre fue develado el retrato del Académico Dr. José Ochoa Rodríguez, acto al que asistió su viuda doctora Cristina Solís de Ochoa y sus hijas. Al hacer el bosquejo biográfico del fallecido, el Académico Dr. Rafael Muci-Mendoza, refirió que "fue de temperamento abierto, alegre y bullicioso; a sus virtudes ciudadanas de rectitud, honestidad y compromiso se adicionaron sus títulos universitarios de médico cirujano en 1953 y de doctor en ciencias médicas en 1954, cirujano general, luego especialista; entre 1961 y 1976 transita todos los escaños de la docencia universitaria para culminar como profesor titular de la Universidad Central de Venezuela. Iniciador y propulsor de la cirugía plástica y reconstructiva en el país y fundador de su primera cátedra universitaria. Pionero en la cirugía de la mano de la atención integral del quemado. Además de su conocida trayectoria académica, la muerte lo sorprendió en el cargo directivo de tesorero. Por su inquieta personalidad de múltiples aristas se destacó como ameno conferencista, amante del deporte al aire libre, militante de la política, novelista elocuente y columnista de prensa cuya pluma nunca enajenó, devoto esposo y padre de familia admirado y reverenciado por sus hijos, amigo empático, fiel e incondicional".
Figura 1. La doctora Cristina Solís de Ochoa y sus hijas, con los Académicos doctores Otto Lima Gómez, Leopoldo Briceño-Iragorry y Rafael Muci-Mendoza, después de develar el retrato del Académico Dr. José Ochoa Rodríguez.
El 14 de octubre se develó el retrato del Académico Dr. Hernán Méndez Castellano. Al hacer la semblanza del ilustre fallecido, el Académico Dr. Francisco C. Herrera manifestö: "Ocupar el sillón, aunque no el lugar, del Dr. Méndez Castellano es para mí un gran honor pero al mismo tiempo motivo de profunda tristeza por la irreparable pérdida de un amigo excepcional. Aunque había tenido fugaces contactos, en actividades de la profesión, con el doctor Méndez, lo vine a conocer realmente aquí en la Academia. En lo personal tengo con él, como muchos de nosotros, una deuda inolvidable de gratitud. Con motivo de un impasse profesional, el doctor Méndez me brindó su apoyo desinteresado pero no incondicional, como hombre justo que era. El doctor Méndez era un hombre bueno y con eso digo todo. Casado con María Cristina Hernández Rovatti, quien fue profesora universitaria ilustre, fundó una familia ejemplar. He tenido la oportunidad de leer una sentida semblanza hecha por su hijo Hernán Méndez Hernández que lo retrata de modo fidedigno y emocionado. Puede producirle envidia a cualquier padre que un hijo se exprese así de él".
3. Homenaje a la Promoción de médicos "Julio de Armas" en su quincuagésimo aniversario.
El 30 de septiembre de 2004 se llevó a cabo el homenaje a los médicos de la Promoción "Julio de Armas", a la cual pertenecen algunos Académicos: Félix José Amarista, Ibrahim González Urbaneja, Otto Hernández Pieretti y Pedro Manrique Lander.
Correspondió al Académico Dr. Pedro Manrique Lander pronunciar el discurso de orden, del cual transcribimos algunos fragmentos en la sección Resumen de las actas de las sesiones de la Academia, en esta misma entrega. Nuestros parabienes a los egresados de la promoción!
4. Foro Día de Razetti "Oftalmología: relación con afecciones sistémicas. Principales causas de ceguera". XIII Conferencia Razetti.
El 7 de octubre se celebró el Foro Día de Razetti, el cual versó sobre temas de oftalmología, con el siguiente programa:
- Palabras de apertura por el Académico Dr. Otto Lima Gómez.
- Introducción por el Académico Dr. Oscar Beaujón Rubín.
- Módulo de diabetes por el Dr. Alejandro Rubín S.
- Módulo de retinopatía hipertensiva por el Académico Dr. Rafael Muci-Mendoza.
- Módulo alergia ocular. Mecanismos fisiopatológicos por la Dra. María Beatriz Greaves. Manifestaciones oculares por el Dr. Fernando Colombo.
- Módulo glaucoma. Epidemiología. Diagnóstico. Pronóstico. Académico Dr. Oscar Beaujón Rubin. Tratamiento. Dr. Oscar Beaujón Balbi. Importancia e ingerencia moral y legal de la Sociedad Venezolana de Oftalmología (SVO) en la problemática de salud oftalmológica. Dr. Alejandro Rubín S. Presidente de la SVO.
- Panel de discusión. Integrantes del Foro y los Académicos doctores Rafael González Sirit e Ibrahím González Urbaneja.
-
Conclusiones y recomendaciones. Académico Dr. Oscar Beaujón Rubín.
Figura 2. El Académico Dr. Oscar Beaujón Rubín, coordinador del Foro Día de Razetti, con los doctores Oscar Beaujón Balbi y Alejandro Rubín S, ponentes en el evento.
Figura 3. El Presidente de la Academia Nacional de Medicina, Académico Dr. Otto Lima Gómez, con los ponentes del Foro Día de Razetti sobre enfermedades oftalmológicas.
A las 4 pm tuvo lugar la XIII Conferencia Razetti, la cual fue dictada por el Académico Dr. Pedro Manrique Lander, en el Paraninfo del Palacio de las Academias, cuyo título fue "Cirugía venezolana en la era pre-razettiana".
5. Homenaje al Dr. Santos Aníbal Domínici.
El 21 de octubre se efectuó el homenaje al doctor Santos Domínici, para el cual se designaron los Académicos Otto Lima Gómez y Blas Bruni Celli, quienes disertaron sobre la extraordinaria trayectoria de este insigne médico venezolano.
Entre otras razones, el doctor Lima Gómez justificó su participación en el homenaje, porque es un admirador de esa generación que magnificó la capacidad creativa de los médicos venezolanos, en varios aspectos: la fundación de las primeras cátedras en el Hospital Vargas de Caracas, la publicación de la Gaceta Médica de Caracas y la creación de esta Academia.
Figura 4. El Académico Dr. Pedro Manrique Lander pronuncia su conferencia "Cirugía venezolana en la era pre-razettiana" desde la Tribuna de Santo Tomás. Lo acompañan los Académicos doctores Juan José Puigbó y Rafael Muci-Mendoza.
Hizo referencia a la oportunidad en la cual leyó la lección inaugural del doctor Domínici, que afortunadamente fue publicada en la Gaceta Médica de Caracas, el 31 de marzo de 1895. Agradeció al doctor Bruni Celli la entrega de un ejemplar de los Anales de la Facultad de Medicina de 1938, en el cual está la declaración del doctor Domínici cuando presentó sus credenciales para optar por concurso a la Cátedra de Clínica Médica, 40 años después de haberla creado originalmente en el Hospital Vargas de Caracas. En su introducción dice que ya preparaba su retiro, como corresponde a los profesores de su edad en Europa, pero que decidió concursar con mucho entusiasmo en la Facultad de Medicina.
Informó que luego cederá la palabra al doctor Bruni Celli, además de sus reconocidos méritos, por haber tenido la oportunidad de conocer personalmente al doctor Domínici en su sala 7 del Hospital Vargas, la misma que fue la sala de ambos ponentes por muchos años.
Las disertaciones de los expositores se publicarán oportunamente.
Figura 5. El Académico Dr. Rodolfo Selle Knauf presenta su trabajo de incorporación como Individuo de Número al Sillón XXX.
Figura 6. El Presidente de la Academia Nacional de Medicina, Académico Dr. Otto Lima Gómez, entrega la medalla al Académico Dr. Oscar Rodríguez Grimán, después de prestar su juramento como Individuo Número Sillón XX.
6. Reconocimientos a distinguidos académicos.
El 4 de noviembre de 2004 se participó a la Academia del nombramiento de Presidente Honorario de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Neurocirugía, con sede en Panamá, e imposición del collar de oro y plata, al Académico Dr. Abraham Krivoy.
En la misma fecha, los doctores Nassim Tatá Valdivia y Jaime Díaz Bolaños, presidente y secretario general, respectivamente, de la Sociedad Venezolana de Cirugía, entregaron al Académico Dr. Otto Lima Gómez, una placa de reconocimiento a la Academia Nacional de Medicina, por su eficiente labor doctoral y pedagógica en el desarrollo de la medicina nacional.
El 9 de diciembre de 2004 fue electo el Académico Dr. Luis Ceballos García, como Individuo de Número en el Sillón XXVIII.
El mismo día resultó electa la doctora Lilia Cruz, para ocupar el Puesto Nº 6 de Miembro Correspondiente Nacional.
En la misma fecha se tuvo conocimiento que la Comisión de Credenciales había aprobado las presentadas por la Dra. Graciela Torres, aspirante a ingresar a la Academia, como Invitada de Cortesía. La elección se efectuó en enero de 2005, resultando electa por unanimidad.
El 27 de enero de 2005 fue electo Miembro Correspondiente Nacional, en el Puesto Nº 40, el doctor Francisco Miranda Ruiz.
Nuestras sinceras congratulaciones a todos los colegas por las merecidas distinciones recibidas!
7. Obituario
En el pasado mes de octubre de 2004 falleció el Académico Dr. Luis Espinel González, Miembro Correspondiente por el Distrito Federal, Puesto Nº 10, electo el año 1972.
El doctor Espinel era egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde obtuvo su título en 1943. Posteriormente realizó un curso de especialización en oftalmología en el Hospital Santa Lucía, Argentina, en 1948. Inició sus actividades asistenciales como médico rural en los estados Táchira y Mérida, ingresando luego a la Universidad de los Andes (ULA), donde fue profesor de la cátedra de clínica oftalmológica hasta 1954. A partir de ese año se desempeñó como oftalmólogo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, en Chacao. Fue profesor en la UCV, llegando a titular en 1958.
Fue miembro fundador de la Sociedad Venezolana de Oftalmología y miembro numerario de algunas sociedades de oftalmología del exterior, como la Hispanoamericana, la Pan Americana y de la Academia de Ciencias Médicas y Sociales del Brasil. Mereció la medalla de honor de la ULA.
Paz a sus restos!
Basado en "Doctores venezolanos de la Academia Nacional de Medicina", del Académico Dr. Francisco Plaza Izquierdo. Fundación Editorial Universitaria. 1996; Caracas, Venezuela.
8. Notas Bibliográficas.
Nuestras memorias. Armando Pérez Lozano y Antonieta Puigbó Ronsó, 1945-2000. Gráficas TAO. 2004; Caracas, Venezuela.
En un pequeño volumen de 218 páginas, nos relata su autor, Armando Pérez Lozano, los más interesantes sucesos de esta pareja de médicos venezolanos, quienes al graduarse de doctores en ciencias médicas, en la Universidad Central en 1946, comenzaron sus labores en Río Caribe, Estado Sucre.
Tal como habla, Pérez Lozano, en lenguaje sencillo, relata el origen de la "Promoción J. M. Vargas", que el denomina "Plan monte adentro", de "la revolución adeca" de la época. Refiere que "los profesores de la Facultad de Medicina aceptaron colaborar con la revolución pues "en ese momento crucial, contravenir cualquier decisión de la Junta Revolucionaria era considerado como un acto contrarrevolucionario, una traición a la Patria". Esta decisión de crear la "Promoción Vargas" fue el producto de la "Revolución de octubre", cuyo origen detalla el autor en una interesante versión que tituló: "El origen de la tramoya. Porque tumbaron al Gral. Isaías Medina Angarita".
Según el autor, el curso intensivo al cual se recurrió para capacitar a los jóvenes bachilleres del sexto año, para enviarlos cuanto antes a la provincia, fue insuficiente para " preparar adecuadamente a un médico para ejercer en las precarias condiciones a que fuimos sometidos, obligándonos a ejercer en pueblos remotos, donde en muchos casos sólo se podía llegar a lomo de mula, muchos de ellos sin luz y carentes del arsenal terapéutico e instrumental, que nos permitiera atender problemas elementales como suturar una herida cortante superficial".
Para la distribución de los componentes de la promoción en el territorio nacional, intervino como era lógico esperar, el derecho esgrimido por los provenientes del interior, a prestar asistencia social en sus estados natales. Hay que recordar, que en esa época, venían a graduarse de médicos a Caracas, la mayor parte de los bachilleres del país. Incluso algunos, que habían iniciado sus estudios médicos en la Universidad de los Andes, tenían la costumbre de inscribirse en 5º año en la Central, para ostentar el grado de la universidad de la capital de la República.
Relata Pérez Lozano que "Mi esposa Antonieta Puigbó y el que narra, constituíamos un caso muy especial, porque yo era nato de Caracas y ella del antiguo Departamento Vargas del Distrito Federal". Solicitaron una entrevista con "el Ministro de Sanidad de la Revolución", a la sazón el Dr. Edmundo Fernández, a quien expusieron " que estábamos dispuestos a ir a cualquier pueblo del interior, siempre y cuando este nombramiento no afectara nuestro vínculo matrimonial ". Tuvieron la suerte, que el doctor Simón Gómez Malaret, Presidente del Estado Sucre, necesitaba una pareja de médicos, uno para la dirección del Hospital Simón Bolívar y otro para la Maternidad de Río Caribe.
En la primera parte del libro se disfruta leyendo todas las peripecias, que con su típico estilo llano, nos relata el autor, desde su sorpresivo nombramiento en un telegrama firmado por el Presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno, como Presidente del Consejo Municipal del Distrito Arismendi del Estado Sucre, a raíz del cual la casa que habitaban fue motivo de más de una "poblada" de habitantes del lugar reclamando por distintas razones, hasta los dolores de cabeza derivados de la "junta administradora" que llegó hasta economizar "medio céntimo"; del original presupuesto del cura de la iglesia; la designación de la maternidad como "Luisa Cáceres de Arismendi" en honor de la heroína margariteña; las aventuras con "Desnudo" el chofer de la ambulancia; la fiebre tifoidea de la esposa del médico de Yaguaraparo y sus consecuencias: la primera admigdalectomía en Río Caribe; la reconstrucción del Hospital Simón Bolívar, gracias a las generosas ayudas de familias de la región; la "gira presidencial" en la lancha "18 de octubre" y de los deliciosos mejillones gigantescos por haber salvado a un niño intoxicado por el vermífugo "tiro seguro"; los disgustos del párroco por las "juntas médicas con los brujos"; la negativa del doctor Bujanda a vacunarse en la exitosa campaña realizada, según el autor en "la última epidemia de viruela en Venezuela"; la punción vesical de Pito Bello; el agradecimiento del paciente que sabía que tenía cáncer del hígado; la borrachera del chivato que comió ponsigué; la destitución del Jefe Civil por abuso de poder contra los maestros y el nombramiento provisional del autor para sustituirlo; la renuncia que causó una catástrofe y la destitución de la junta directiva de la seccional adeca por el Dr. Luis Manuel Peñalver.
Después del regreso de la "misión monte adentro", Pérez Lozano nos relata otros hechos también muy interesantes, que nos hacen olvidar sus errores de puntuación, que comienzan con su ingreso a la docencia universitaria y al campo de la alergología; sus éxitos en la fundación de la Sociedad Venezolana de Alergia; el importante aporte de Antonieta al desarrollar la técnica para mezclar los alergenos para preparar las vacunas, con las cuales se logra la desensibilización de los pacientes, quienes en casi el 90 % de los casos, se ven libres de los síntomas y signos de su alergia, hasta por dos años; el precio de una úlcera del duodeno por la eficiencia en la fusión de dos sociedades paralelas en la Sociedad Latino Americana de Alergia; el menosprecio al importante trabajo del Profesor Ernesto Méndes, del Brasil, sobre el efecto de la vacuna BCG sobre la alergia celular en la lepra lepromatosa; la asistencia a los congresos internacionales de la especialidad; los resultados de los investigadores del "club del polvo": los ácaros, entre ellos el depredador natural descubierto por el autor (Kheylatus eruditus), responsables de la sensibilización de los alérgicos al polvo. Para finalizar, el reconocimiento a que en la crisis asmática el proceso inflamatorio es esencial y el espasmo muscular es de importancia secundaria, lo cual ha permitido un tratamiento más racional y efectivo: eficaces antiinflamatorios inhalados en lugar de broncodilatadores paliativos.
Damos las gracias por el envío de este libro, que en forma amena distrae pero enseña.