Interciencia
versión impresa ISSN 0378-1844
INCI v.27 n.10 Caracas oct. 2002
CUANDO LA POLÍTICA CIENTÍFICA SE ANOTA UN TANTO MERECIDO: OSADÍA Y RESPONSABILIDAD EN LA RED ONSA
La estructura nacional de ciencia y tecnología y de innovación en Brasil pasa por cambios profundos tanto en lo programático como en lo institucional; se busca dar nuevo impulso a las capacidades instaladas en el país y garantizar una cooperación más estrecha entre los sectores público y privado en la conducción de la innovación tecnológica, principalmente con la idea de dividir costos y acercar a los investigadores al mercado. Un ejemplo osado, que tuvo amplia repercusión internacional por ser la primera vez que se secuenció un patógeno vegetal en el mundo, y por haberse logrado en un país fuera del mainstream de la ciencia, fue el Proyecto Genoma Xylella fastidiosa - FAPESP. Además de los talentos y pericias de los grupos de investigación involucrados, también el esquema organizacional y de gestión que se adoptó merece ser destacado porque ofrece un ejemplo concreto de cómo se puede desarrollar ciencia de proporciones ambiciosas fuera del eje Estados Unidos-Europa-Japón. Claro, eso sí, teniendo a disposición un monto apreciable de divisas (en este caso US$ 15,7millones) y una comunidad científica del tamaño y densidad de la del Estado São Paulo.
En 1997, los dirigentes de FAPESP (Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo) comenzaron a discutir cómo participar de las oportunidades científicas y económicas que pudieran resultar de la secuenciación del genoma produciendo sus propios datos, analizando y utilizando sus resultados para proyectos científicos locales. Conscientes de las insuficiencias brasileñas en biología molecular y genómica, se tomó la decisión de potenciar la investigación local en ese campo, hasta entonces fragmentada entre docenas de laboratorios a lo largo del Estado de São Paulo. Por otro lado, el interés en identificar un tema pertinente para el Brasil llevó, tras consultas con el Fundo Paulista de Defesa da Citricultura - Fundecitrus, con el que venían trabajando desde hacía tiempo, así como con expertos individuales del ámbito internacional, a la elección de la bacteria Xylella fastidiosa, causante de la clorosis variada de cítricos (CVC) o "amarelinho", debido a la importancia del sector citrícola en la economía nacional. Ese año se estimaba que la CVC ya alcanzaba a casi el 30% de los cítricos brasileños; los perjuicios causados en 2001 totalizaron R$ 650 millones, entre zafra perdida y búsqueda de soluciones.
La estrategia del trabajo en red se mostró particularmente apta para el caso brasileño, donde la comunidad científica es pequeña en términos relativos, y donde no hay una competencia tan intensa como en el caso de comunidades más grandes. Por esta vía se redujeron las rivalidades interinstitucionales, aumentando la cooperación y concentrando la atención del colectivo en un pequeño número de desafíos científicos relevantes. Pero la forma organizacional en red supuso mucho más que la simple integración de los actores o su interacción a través de redes avanzadas de comunicación, que ya fue un logro en sí mismo. Permitió una experiencia de aprendizaje única que difícilmente se hubiera alcanzado en los dispositivos convencionales de investigación apoyados por las agencias de financiamiento. La clave del éxito parece haber estado en la manera como se dio la integración compleja de los distintos actores de las distintas disciplinas e instituciones. Se descartó la idea de construir un nuevo centro o instituto, prefiriéndose crear un "instituto virtual" de expertos en la forma de una red de laboratorios geográficamente dispersos en la región pero estrechamente conectados por una red de comunicación eficiente y eficaz, la red ONSA (Organization for Nucleotide Sequencing and Analysis). Cuando el proyecto comenzó, ninguno de los integrantes había secuenciado un genoma antes y varios no sabían casi nada de biología molecular. No obstante, tanto FAPESP como el grupo central de científicos involucrados, estaban convencidos de la disponibilidad de importantes capacidades y pericias locales que permitirían el desarrollo de la genómica en el país, aunque reconocían la dificultad de integrar una masa crítica tan dispersa y heterogénea.
Las implicaciones para los países en desarrollo son obvias: la existencia de una comunidad científica y su profesionalización son muy importantes. Sin un tamaño crítico de laboratorios biológicos modernos y grupos de especialistas que se alcanzó con la sumatoria de esfuerzos antes dispersos, la hazaña no se hubiera completado exitosamente. Pero además, se dio también el apoyo fundamental ofrecido por el financiamiento oportuno y adecuado, y el monitoreo estrecho pero flexible de FAPESP. La secuenciación de la bacteria se concluyó en enero del 2000, casi cuatro meses antes de lo previsto. Esta era la primera vez que los científicos habían mapeado la estructura del genoma de un patógeno vegetal.
Hebe Vessuri
Departamento de Estudio de la Ciencia, IVIC, Venezuela
WHEN SCIENTIFIC POLICY ATTAINS A DESERVED SUCCESS: BOLDNESS AND RESPONSIBILITY IN THE ONSA NETWORK
The national science, technology and innovation structure in Brazil is undergoing profound changes in both programmatic and institutional aspects. New impulse is being sought for capacities installed in the country and to warrant a closer cooperation between public and private sectors in the conduction of technological innovation, mainly with the idea of splitting expenses and bringing researchers closer to the market. A daring example, with large international repercussion as it was the first time that a plant pathogen was sequenced anywhere, and for being achieved in a country outside the mainstream of science, was the Xylella fastidiosa Genome - FAPESP project. In addition to the talents and abilities of the research groups involved, the organizational and management scheme adopted also deserves being emphasized, as it provides a concrete example of how science can be developed in ambitious proportions outside the USA-Europe-Japan axis. Certainly, of course, having available an appreciable amount of money (US$ 15.7 million in this case) and a scientific community of the size and density of that of the São Paulo State.
In 1997, leaders of FAPESP (Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo) began to discuss how to participate on scientific and economic opportunities that could result from a genome sequencing, producing its own data and analyzing and using its results for local scientific projects. Conscious of the Brazilian insufficiencies in molecular biology and genomics, the decision was taken to strengthen local research in that field, up to then fragmented among dozens of laboratories across the State of São Paulo. On the other hand, the interest to identify a topic pertinent to Brazil led, after consultation with the Fundo Paulista de Defesa da Citricultura - Fundecitrus, with whom they had worked for a long time, as well as with international experts, to the choice of Xylella fastidiosa, a bacteria causing citrus variegated chlorosis (CVC) or "amarelinho", due to the importance of citrus culture in the regional economy. It was estimated that in the same year, CVC already had infected 30% of Brazilian citrics. The damages caused by lost crops and solution-searching in 2001 reached R$ 650 million.
The work strategy in the form of a network showed itself particularly appropriate for Brazil, where the scientific community is relatively small and there is not an intense competition as observed in large communities. In this way, inter-institutional rivalries were reduced, increasing cooperation and concentrating the attention of the collective in a small number of scientific challenges of relevance. But the network organizational format involved much more than the simple integration of actors or their interaction through advanced communication networks, a feat in itself. It allowed a unique learning experience that would hardly ever be attained in the conventional types of research arrangements supported by funding agencies. The key to success appears to have been in the manner in which the complex integration of distinct actors of different fields and institutions took place. The idea of building a new center or institute was discarded, and the creation of a "virtual institute" of experts in the form of a network of geographically disperse laboratories in the region, closely connected by an efficient and effective communications network, the ONSA (Organization for Nucleotide Sequencing and Analysis) network, was given preference. When the project began, none of the participants had sequenced a genome, and many were not versed at all in molecular biology. However, FAPESP and the basic group of scientists involved were convinced about the local availability of important capabilities and local skills that would permit the development of genomics in the country, although they recognized the difficulties of integrating a largely disperse and heterogeneous critical mass.
The implications for developing countries are obvious: the existence of a scientific community and its professional character are very important. Without a critical size of modern biological laboratories and groups of specialists that was achieved by adding up the efforts that were dispersed before, the feat could not have been completed successfully. But there was also, the fundamental support offered by opportune and adequate funding, as well as the close but flexible monitoring by FAPESP. The sequencing of the bacteria was concluded in January 2000, almost four months ahead of schedule. It was the first time that scientists had mapped the genome of a plant pathogen.
Hebe Vessuri
Department of the Study of Science, IVIC, Venezuela
QUANDO A POLÍTICA CIENTÍFICA ANOTA UM PONTO MERECIDO: OUSADIA E RESPONSABILIDADE NA REDE ONSA
A estrutura nacional de ciência e tecnologia e de inovação no Brasil passa por mudanças profundas tanto no programático como no institucional; se busca dar novo impulso às capacidades instaladas no país e garantir uma cooperação mais estreita entre os setores público e particular na condução da inovação tecnológica, principalmente com a idéia de dividir custos e aproximar os investigadores ao mercado. Um exemplo ousado, que teve grande repercussão internacional por ser a primeira vez que se sequenciou um patógeno vegetal no mundo, e por haver-se conseguido em um país fora do mainstream da ciência, foi o Projeto Genoma Xylella fastidiosa - FAPESP. Sem desvalorizar os talentos e perícias dos grupos de investigação envolvidos, também o esquema organizacional e de gestão que se adotou merece ser destacado porque oferece um exemplo concreto de como se pode desenvolver ciência de proporções ambiciosas fora do eixo Estados Unidos _ Europa _ Japón. Claro, isto é, tendo à disposição uma quantidade apreciável de divisas (neste caso US$ 15,7 milhões) e uma comunidade científica do tamanho e densidade da do Estado de São Paulo.
Em 1997, os dirigentes da FAPESP (Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo) começaram a discutir como participar das oportunidades científicas e econômicas que pudessem resultar da sequenciação do genoma produzindo seus próprios dados, analisando e utilizando seus resultados para projetos científicos locais. Conscientes das insuficiências brasileiras em biologia molecular e genómica, se tomou a decisão de potenciar a investigação local neste campo, até então fragmentada entre dezenas de laboratórios ao longo do Estado de São Paulo. Por outro lado, o interesse em identificar um tema pertinente para o Brasil levou, após consultas com o Fundo Paulista de Defesa da Citricultura _ Fundecitrus, com quem vinham trabalhando desde faz tempo, assim como com expertos individuais ao âmbito internacional, à eleição da bactéria Xylella fastidiosa, causante da clorosis variada de cítricos (CVC) o "amarelinho", devido a importância do setor citrícola na economia nacional. Esse ano se estimava que a CVC já alcançava a quase o 30% dos cítricos brasileiros; os prejuízos causados em 2001 totalizaram R$ 650 milhões, entre safra perdida e busca de soluções.
A estratégia do trabalho em rede mostrou-se particularmente apta para o caso brasileiro, onde a comunidade científica é pequena em termos relativos, e onde não tem uma concorrência tão intensa como no caso de comunidades maiores. Por esta via se reduziram as rivalidades interinstitucionais, aumentando a cooperação e concentrando a atenção do coletivo num pequeno número de desafios científicos relevantes. Mas a forma organizacional em rede supôs muito mais do que a simples integração dos atores ou sua interação através de redes avançadas de comunicação, que já foi um lucro por si mesmo. Permitiu uma experiência de aprendizagem única que dificilmente houvera-se alcançado nos dispositivos convencionais de investigação apoiados pelas agências de financiamento. A chave do êxito parece haver estado na maneira como se deu a integração complexa dos diferentes atores das diferentes disciplinas e instituições. Se descartou a idéia de construir um novo centro ou instituto, preferindo-se criar um "instituto virtual" de expertos na forma de uma rede de laboratórios geográficamente dispersos na região mas estreitamente conectados por uma rede de comunicação eficiente e eficaz, a rede ONSA (Organization for Nucleotide Sequencing and Analysis). Quando o projecto começou, nenhum dos integrantes havia sequenciado um genoma antes e vários não sabiam quase nada de biologia molecular. Não obstante, tanto a FAPESP como o grupo central de científicos envolvidos, estavam convencidos da disponibilidade de importantes capacidades e perícias locais que permitiríam o desenvolvimento da genómica no país, ainda que reconheciam a dificultade de integrar uma massa crítica tão dispersa e heterogênea.
As implicações para os países em desenvolvimento são obvias: a existência de uma comunidade científica e sua profissionalização são muito importantes. Sem um tamanho crítico de laboratórios biológicos modernos e grupos de especialistas que se alcançou com a somatória de esforços antes dispersos, a façanha não houvera-se completado exitosamente. Mas, além disso, deu-se também o apoio fundamental oferecido pelo financiamiento oportuno e adequado, e o monitoreio estreito mas flexível da FAPESP. A sequenciação da bactéria concluiu-se em janeiro de 2000, quase quatro meses antes do previsto. Esta era a primeira vez que os científicos havíam mapeado a estrutura do genoma de um patógeno vegetal.
Hebe Vessuri
Departamento de Estudo da Ciência, IVIC, Venezuela











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