Interciencia
versión impresa ISSN 0378-1844
INCI v.29 n.4 Caracas abr. 2004
ORIMULSIÓN
Saúl Guerrero, Leslie Jones Parra, Emilio Abreu, Manuel Urbano, Luis Montefusco y Luis Gil
(Gerentes suspendidos de Bitor en las áreas de Comercio y Suministro, Informática, Módulo Italiano,
Emulsificación, Producción y Terminal de Jose, respectivamente)
Orimulsión® es el único producto de la tecnología venezolana que ha generado ventas por más de US$1,2 millardos desde su primera comercialización hace unos 15 años. Con esos ingresos la empresa Bitor, filial de Petróleos de Venezuela S.A., produjo ganancias luego de cubrir el costo de desarrollo técnico y de mercadeo. Para 2002 sus ganancias anuales fueron de $40- 50mill sobre ventas de unos $200mill. El aporte de Orimulsión a la Nación es adicional a cualquier ganancia de PDVSA bajo cuota OPEP, y el negocio de Orimulsión nunca excluyó otra opción de negocio con extrapesados en Venezuela.
Durante su vida comercial Orimulsión ha sufrido todo tipo de ataque, como es de esperar de una innovación exitosa que ha ganado su cuota de mercado, y las realidades del producto se tienden a olvidar bajo el fuego de la retórica. La bondad técnica de Orimulsión es respetada por operadores de planta desde Japón hasta Canadá, habiendo quemado más de 50mill tons hasta la fecha. Excelente ejemplo de su aceptación ambiental es que Dinamarca, emblemática en protección ambiental, fue entre 1994 y 2002 gran consumidor de Orimulsión, que llegó a generar 15% de la electricidad en ese país. Desde mediados del 2003 se ha producido un ataque contra Orimulsión liderizado por el Presidente de PDVSA y el Ministro de Energía y Minas (MEM) de Venezuela. En el mercado energético nunca se ha visto situación igual, ya que es la competencia la que intenta desprestigiar los productos que amenazan sus intereses. En pocos meses se ha buscado desmantelar aceleradamente un negocio construido por más de 20 años, al punto que una empresa canadiense introdujo recientemente una demanda en contra de Bitor (PDVSA) por supuesto incumplimiento de suministro.
Orimulsión merece un análisis objetivo y serio que determine si desactivar el negocio realmente sirve los intereses de Venezuela. Sin embargo, el escrito de Bernard Mommer (Interciencia 29: 11-12, 2004) no cumple este propósito. Primero, porque el autor esconde su responsabilidad en las decisiones tomadas por PDVSA y el MEM en contra de Orimulsión, felicitando al gobierno de Venezuela por ejecutar sus propias recomendaciones, labor que ha sido reconocida con su designación como Director de PDV(UK) en Londres. Segundo, todo el cuestionamiento a un negocio tan novedoso para PDVSA como ha sido Orimulsión se reduce a dos argumentos planteados de manera muy incompleta: Orimulsión no puede pagar la regalía que paga una mezcla de extrapesado con liviano, y la competencia entre Orimulsión y residual atenta contra el precio del crudo en el mercado. Estos dos argumentos vienen enmarcados por otros elementos que denotan errores de concepto inaceptables en cualquier análisis de combustibles para el sector eléctrico. Por ello, antes de comentar el sustento de los dos argumentos de Mommer, aclaramos algunos de sus errores más notorios:
1- Bitumen es extrapesado. Un hidrocarburo es bitumen si su viscosidad dinámica es mayor o igual a 10000mPa a temperatura y presión normadas, libre de gas. Los organismos internacionales aduanales que han clasificado a Orimulsión bajo el código arancelario 27.14.90 por casi 15 años no se han dejado mentir. Cualquier laboratorio independiente confirmará que la viscosidad del componente hidrocarburo de la materia prima de Orimulsión corresponde técnicamente a bitumen natural; de lo contrario le hubieran cobrado a Venezuela los impuestos correspondientes al crudo extrapesado. Existe la duda razonable que Mommer realmente está tratando de justificar la reclasificación de las enormes reservas de bitumen de Venezuela como crudo extrapesado para lograr de la OPEP una mayor cuota de producción.
2- Intevep tuvo que desarrollar especialmente la técnica de limpieza de los gases de combustión para Orimulsión. La remoción de los gases de azufre (S0x) del resto de los gases de combustión en cualquier planta de generación eléctrica que use carbón, residual u Orimulsión corresponde al proceso conocido por sus siglas inglesas como FGD (Fuel Gas Desulphurization), en aplicación desde los 70. Intevep desarrolló un proceso alterno (Promisox) aun sin uso comercial. El único cliente de Orimulsión que no utiliza FGD es China, que supuestamente ha desarrollado un método similar al Promisox.
3- El bitumen en Orimulsión se valoriza en US$6,60 por barril. Para todos los nuevos contratos firmados o en negociación el precio del bitumen no es US$6,60/b. Ya el futuro de Orimulsión para diciembre 2002 estaba asegurado con precios contractuales para el bitumen por encima de los US$10 por barril. Estos nuevos volúmenes representan más del 85% de la capacidad del módulo actual (Singapur, Canadá, Italia, Corea, Guatemala).
4- Orimulsión no desplaza carbón. Orimulsión compite en el mercado de generación eléctrica contra una cesta de combustibles (principalmente carbón y gas) que varía según la región específica en la que se vende la electricidad generada, el llamado pool de generación eléctrica al cual despacha la planta del cliente potencial. La competitividad la determina el costo variable del despacho (comprende el costo unitario de combustible, su poder calorífico y la eficiencia de la planta de conversión). Orimulsión se ubica entre carbón (precio, poder calorífico y eficiencia bajos) y gas (precio y poder calorífico muy altos, eficiencia relativamente alta). Cada suplidor busca capturar el despacho en carga base (de manera continua en el tiempo) en el pool. Contrario a lo afirmado por Mommer, el costo del equipo de remoción de SOx no entra en juego en esta dinámica; solo el costo variable del FGD. Los costos de capital de la planta son tratados aparte por el pool, mediante pagos fijos al operador. En resumen, cuando se habla de desplazar o competir contra carbón o gas, no se trata que la planta que ahora quema Orimulsion antes quemaba carbón o gas, sino que la electricidad despachada a partir de Orimulsión desplaza una cuota de electricidad despachada en el mismo pool a partir de carbón o gas.
Observaciones a los dos argumentos de Mommer:
1- Orimulsión no puede pagar la misma regalía que paga una mezcla de extrapesado con liviano. Cierto es que las regalías recibidas por el MEM a partir de una mezcla son más altas que a partir de Orimulsión o crudo mejorado. Lo que Mommer no analiza a cabalidad es cuál es la disyuntiva y cómo resolverla. Hay dos opciones: el MEM desactiva el negocio por no cumplir con su expectativa de regalía, o el MEM reconoce que al negocio de Orimulsión que compite en el sector eléctrico no le corresponde una regalía del 30% o un impuesto sobre la renta petrolera, pero que sí representa una fuente de ingreso de divisas para la Nación fuera del techo OPEP. Los argumentos a favor de la segunda opción son muy claros:
a- El valor de un barril de extrapesado solo o como Merey 16 una vez alcanzada la cuota OPEP asignada a Venezuela es nulo. Al contrario, el valor del bitumen en Orimulsión una vez alcanzada la cuota OPEP es de al menos US$10/b, sin techo en cuanto a volúmenes de venta. El MEM puede aplicar una tasa del 162/3% a este valor del bitumen sin perjudicar el desarrollo del negocio. Esto equivale a un ingreso por regalías adicionales a la cuota OPEP de unos US$40mill por cada módulo de producción de 6mill ton/a. La dimensión real de las regalías que puede aportar Orimulsión se mide en millones de dólares anuales, no en los centavos que indica Mommer.
b- El flujo de caja del módulo actual (US$40-50mill en ganancias anuales), la solidez de los contratos a largo plazo y la existencia de inversionistas dispuestos a invertir capital extranjero permiten desarrollar el negocio sin restarle recursos a las demás iniciativas de PDVSA, que optimiza su venta bajo cuota OPEP entre livianos, pesados, mejorados y mezclas. Orimulsión permite aprovechar el bitumen en complemento a la cuota OPEP, no en competencia con ella o con los productos.
c- El país cuenta con reservas prácticamente inagotables de bitumen y extrapesados, en riesgo permanente de perder su valor potencial según avance el desarrollo de fuentes energéticas alternas. No hay justificación estratégica o económica para descartar o descalificar cualquier utilización viable de dichos recursos, sobretodo si se trata de ingresos adicionales a la cuota OPEP que solo ofrece Orimulsión.
PDVSA y el MEM deben evaluar si los precios de Orimulsión corresponden a su verdadero valor de mercado en el sector de generación eléctrica. Los precios de los pool y los precios promedio de flete internacional son publicados. Existen imponderables como fuente única, inestabilidad política, ingerencia ideológica en decisiones de negocio, pérdida de confianza en la palabra o profesionalismo del suplidor. Aun así PDVSA y el MEM pueden evaluar a Orimulsión como negocio no petrolero de méritos propios que está alcanzando el precio adecuado y viable para el producto en su propio mercado. Desactivar no es una opción defendible sobre el nivel de una regalía. Otros factores inciden en esta decisión.
2- La competencia entre Orimulsión y residual atenta contra el precio del crudo en el mercado. La exportación bajo cuota OPEP de PDVSA se dirige mayoritariamente al sector transporte o industrial. Orimulsión compite en otro mercado, el de generación eléctrica. La omisión conceptual mas importante en el análisis de Mommer es ignorar que el uso de residual o crudos para generar electricidad está en franco declive desde 1977, cuando la Agencia Internacional de la Energía instó a sus estados miembros a reducir al mínimo su dependencia en residual o crudo para generar electricidad, ante el uso político del petróleo por parte de los miembros de la OPEP. A partir de entonces comenzó la búsqueda de alternativas energéticas para el sector eléctrico fuera de cuota o control OPEP: uso limpio del carbón, impulso luego frustrado a la energía nuclear, y promoción del gas, muy al gusto de los productores árabes que lo venden fuera de cuota OPEP. Al igual que en el punto anterior, PDVSA y el MEM deben velar porque las ventas de Orimulsion no sean desviadas a refinerías o al sector transporte, en cuyo caso sí habría competencia en el mismo mercado. Sin embargo, Orimulsión solo se vende al mercado de generación eléctrica, y no existe argumento objetivo que demuestre que Orimulsión impacta los precios del crudo; el residual fue desplazado del mercado eléctrico 15 años antes de la aparición de Orimulsión, al convertirse el crudo en arma política de la OPEP.
En resumen, el verdadero negocio de Orimulsión suma, no resta ni excluye:
- Las reservas de extrapesados y bitumen de Venezuela son tan inmensas que el país puede desarrollar sin limitaciones y en paralelo los negocios de Orimulsión, crudo mejorado y mezclas. Hay reservas para producir 2mill bb/ día durante 400 años. Aun desarrollando todas las opciones, no habrá tiempo para convertirlas en divisas antes de que la evolución técnica del mercado energético les reste valor.
- Orimulsión se destina únicamente al mercado eléctrico y por ello complementa y diversifica la cesta de exportaciones energéticas del país. Sin Orimulsión Venezuela cede al gas en Asia más del 20% del mercado energético que representa la generación eléctrica. Orimulsión es el único producto energético venezolano que puede competir en Asia, mercado premium en pleno crecimiento, y es la única opción del país para equilibrar la balanza comercial con Asia.
- La dinámica propia de los precios de combustibles para el mercado eléctrico permite diseñar una estrategia de cesta de clientes tal que Orimulsión puede aprovechar ciclos ascendentes del crudo cuando compite con gas y se protege en ciclos bajos del crudo cuando compite con carbón.
- Orimulsión se vende fuera de cuota OPEP. Esta ventaja es idéntica a la del gas que venden los países árabes fuera de cuota. Así, ambos cumplen con los principios de la IEA.
- Orimulsión ha sido en los últimos años uno de los negocios mas rentables de la cartera de negocios de PDVSA. Como alto ejecutivo de la nueva PDVSA, Mommer tiene acceso a las estadísticas y puede confirmarlo.
Orimulsión en su primera década cumplió la meta de crearse una hoja de vida técnica y comercial convenciendo a plantas eléctricas en países desarrollados que es confiable técnica, ambiental y comercialmente. Desde 2002 se ha preparado la expansión que hubiese llevado la producción de 6 a más de 24mill ton/a, con énfasis en el mercado asiático. La penetración de Orimulsión en países con un pool dominado por gas importado en una planta nueva (Singapur), por gas importado y por carbón sujeto a la instalación obligada de equipos de FGD (Italia, Corea) y el mundo que se abre por el éxito de la tecnología de motores Wartsila en generadores de 75-300MW (Guatemala) confirmó lo acertado de la visión de Orimulsión. Es precisamente el éxito comercial que llevaba a un incremento del 400% de la producción de Orimulsión, fuera de cuota OPEP, la verdadera razón que motiva la apresurada decisión política de desactivar el negocio a mediados del 2003. De no existir la OPEP Mommer jamás habría escrito su apología a la destrucción de un negocio sano, producto orgulloso de la investigación aplicada venezolana y en plena etapa de cosechar el fruto de su estrategia de mercado. El escrito de Mommer en http:// alainet.org/active/show_text. php3?key=3170 expone las verdaderas razones para desactivar el negocio de Orimulsión. Resulta que Orimulsión es un blanco ideológico a ser derribado porque a) es un obstáculo al plan de convertir en el papel reservas de bitumen en reservas de crudo extrapesado y así aumentar la cuota de producción autorizada por la OPEP; b) de aceptar la OPEP la inexistencia de bitumen natural en Venezuela, la producción de Orimulsión obligatoriamente pasa a contabilizarse dentro de la cuota OPEP. Esto es lo que explica la fijación en comparar las economías de Orimulsión contra la de mezclas. Solo si ambas llegasen a competir por un volumen restringido de producción tiene sentido tratarlas como opciones de negocio excluyentes.
Orimulsión es un superviviente cubierto de cicatrices pero con la confianza de saberse activo valioso del intelecto criollo y del comercio energético de Venezuela. En 10 años este episodio coyuntural y dogmático será una nota más a pie de página en la historia exitosa de cómo llegó a establecerse Orimulsión como el cuarto combustible en base a carbono del mercado internacional de generación eléctrica.











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