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versión impresa ISSN 0378-1844

INCI v.29 n.11 Caracas nov. 2004

 

Crecimiento y dependencia micorrízica de la especie pionera y polenectarífera Oyedaea verbesinoides (Tara Amarilla), Asteraceae

Carmen Flores y Gisela Cuenca

Carmen E. Flores V. Ingeniero Agrónomo, Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET). Especialista en Manejo de Cuencas Hidrográficas, Universidad Central de Venezuela (UCV). Estudiante del Doctorado en Ecología, Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Profesora, UNET. Dirección: Vicerrectorado Académico. Departamento de Agronomía, UNET. Apartado 436, San Cristóbal 5001. Táchira, Venezuela. e-mail: ceflores@oikos.ivic.ve

Gisela Cuenca. Licenciada en Biología, UCV. Doctora en Ecología, IVIC. Investigador, Centro de Ecología, IVIC. e-mail: gcuenca@oikos.ivic.ve

Resumen

Se cuantificó el crecimiento y dependencia a las micorrizas arbusculares (MA) en la especie pionera y polenectarífera Oyedaea verbesinoides (Tara Amarilla). Se recolectaron semillas de un arbustal sucesional de Altos de Pipe, Estado Miranda, Venezuela. Luego de germinadas las plántulas se llevaron a un invernadero y se transplantaron a macetas con suelo estéril de bosque, aplicándose cuatro tratamientos con cinco réplicas. Los tratamientos aplicados consistieron en la inoculación con el hongo Glomus manihotis (MA), inoculación con MA y fertilización con superfosfato triple (46%), plantas fertilizadas con superfosfato triple y como referencia se mantuvo un control sin tratar. Luego de setenta días se cosecharon las raíces, tallos y hojas de todas las plantas, indicando los resultados una alta respuesta a la micorrización y dependencia micorrízica de esta especie. La inoculación produjo un incremento en la biomasa del 566% respecto a los tratamientos no micorrizados y del 46% respecto a los tratamientos fertilizados con fosfato. Se evidenció un aumento significativo en los contenidos y concentración de P, N, K, Ca y Mg en el tejido vegetal. Se determinó la longitud total de las raíces, resultando una menor longitud radical específica en las plantas MA colonizadas con respecto a las no inoculadas. Los resultados de este trabajo no apoyan lo expuesto por otros autores en relación a la condición micorrízica de especies pioneras en los trópicos.

Summary

The growth and dependence on arbuscular mycorrhiza of the pioneer and pollenectarizing species Oyedaea verbesinoides was quantified. Seeds of plants growing in a successional shrubland situated in Altos de Pipe, Miranda State, Venezuela, were collected. Pre-germinated seedlings were transplanted to plastic pots filled with sterilized forest soil. Four treatments with five replicates were performed in a greenhouse. The treatments consisted of inoculation with the arbuscular mycorrhizal fungus Glomus manihotis (AM), inoculation with AM and fertilization with triple superphosphate (46%), plants fertilized with triple superphosphate and untreated control plants. After seventy days the roots, stems and leaves of all the plants were harvested. The results indicate a high response to mycorrhizal colonization and mycorrhizal dependency of this species. The inoculation produced a biomass increment of 566% as compared to the non inoculated treatment and of 46% as compared to the phosphate fertilized treatment. A significant increase was found in the contents and concentrations of P, N, K, Ca and Mg in plant tissue. Total root length was measured and lower specific length was found in the mycorrhizal plants in comparison with the non inoculated ones. The results do not support the view of other authors in relation to the mycorrhizal condition of pioneer spec

ies in the tropics.

Resumo

Quantificou-se o crescimento e dependência às micorrizas arbusculares (MA) na espécie pioneira e polenectarífera Oyedaea verbesinoides ("Tara Amarilla"). Recolheram-se sementes de uma plantação sucessional de arbustos em "Altos de Pipe, Estado Miranda, Venezuela". Logo de germinadas as plântulas foram levadas a um invernadeiro e transplantaram-se a vasos com solo estéril de bosque, aplicándo-se quatro tratamentos con cinco réplicas. Os tratamentos aplicados consistiram na inoculação com o fungo Glomus manihotis (MA), inoculação com MA e fertilização com superfosfato triple (46%), plantas fertilizadas com superfosfato triple e como referência se manteve um controle sem tratar. Depois de setenta dias colheitaram-se as raízes, caules e folhas de todas as plantas, indicando os resultados uma alta resposta à micorrização e dependência micorrizica desta espécie. A inoculação produziu um incremento na biomassa de 566% com respeito aos tratamentos não micorrizados e de 46% com respeito aos tratamentos fertilizados com fosfato. Evidenciou-se um aumento significativo nos conteúdos e concentração de P, N, K, Ca e Mg no tecido vegetal. Determinou-se a longitude total das raízes, resultando uma menor longitude radical específica nas plantas MA colonizadas com respeito às não inoculadas. Os resultados deste trabalho não apoiam o exposto por outros autores em relação à condição micorrizica de espécies pioneiras nos trópicos.

PALABRAS CLAVE / Dependencia Micorrízica / Especie Pionera Nativa / Especie Polenectarífera / Micorrizas Arbusculares /

Recibido: 08/06/2004. Modificado: 14/10/2004. Aceptado: 15/10/2004.

Introducción

En suelos pobres en nutrientes, los hongos micorrízicos arbusculares (HMA) juegan un papel clave en la nutrición mineral de las plantas, al aumentar significativamente la captación de nutrientes poco móviles en el suelo tales como Cu, Zn, N y P, siendo este último de especial relevancia por ser un factor limitante en zonas tropicales.

Igualmente, la composición y dinámica de las poblaciones de HMA tienen un marcado impacto en la estructura y diversidad de las comunidades de sus plantas asociadas (van der Heijden et al., 1998). Sin embargo, a pesar de este hecho y de la creciente degradación a la que están sometidas las áreas tropicales, la información acerca del papel desempeñado por los HMA en los procesos de sucesión y consecuente recuperación de áreas perturbadas y/o degradadas en el trópico es escasa y en algunos casos contradictoria.

Aunque la mayoría de las plantas (>80%) forman micorrizas, el grado de dependencia micorrízica varia para las distintas especies. En general las plantas leñosas suelen ser más dependientes de esta simbiosis que las herbáceas.

Algunos autores (Siqueira et al., 1998, 2001; Zangaro et al., 2000) han mostrado que las especies pioneras exhiben altas tasas de colonización y susceptibilidad a la infección con HMA, en contraste a las especies clímax. Agregan, además, que considerando esta alta micotrofía de las especies pioneras, los HMA pueden afectar la habilidad competitiva de plantas individuales en una comunidad, ocurriendo la sucesión como consecuencia de la interacción HMA-hospedero. De allí que la pérdida de fertilidad de los suelos después de las deforestaciones, aunada a la alta micotrofía y a los altos requerimientos de nutrientes de estas especies, se constituya en un obstáculo para la regeneración forestal en los suelos pobres del trópico, ya que las especies nativas pioneras son las preferidas para iniciar los programas de recuperación de tierras, convirtiéndose la inoculación con HMA en una herramienta para solucionar este problema.

Otros autores (Janos, 1980a, b, 1996; Allen y Allen, 1990) sostienen que la dependencia micorrízica aumenta a medida que se avanza en los estados serales y que las especies pioneras en estados tempranos de la sucesión son micotróficas facultativas o no micotróficas, poseen semillas pequeñas, con buena dispersión y rápida colonización, haciendo más probable que encuentren a su paso una alta disponibilidad de minerales, no requiriendo grandes reservas en sus semillas para soportar preinfecciones con los HMA.

Dentro de los árboles nativos pioneros de los bosques nublados de la Cordillera de la Costa de Venezuela se encuentra la especie Oyedaea verbesinoides, familia Asteraceae. Este árbol alcanza una altura entre 5 y 12m, con flores vistosas amarillas, crecimiento rápido y vida corta, que se reproduce fácilmente por semilla.

Esta especie ha sido utilizada con éxito en áreas reforestadas del Parque Nacional El Ávila (Holdridge, 1951; García y Ravago, 1960), además de ser recomendada su utilización como planta pionera en zonas deforestadas y con fuerte exposición a la luz solar (García y Ravago, 1960; Hoyos, 1990). Igualmente, sus flores poseen excelentes propiedades polenectaríferas, que hacen que esta especie sea altamente apreciada por los apicultores para la producción de miel de alta calidad (Manrique, 1996).

Conocida la conveniencia de restablecer rápidamente con especies nativas, zonas en degradación y/o degradadas, se evaluó el crecimiento y la dependencia ante los HMA y fertilización simultánea con P, de la especie arbórea pionera Oyedaea verbesinoides.

Materiales y Métodos

Sitio de estudio

El trabajo fue efectuado en un invernadero situado en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), Altos de Pipe, Estado Miranda, Venezuela, a una altura aproximada de 1750msnm, temperatura y humedad relativas promedio de 28ºC y 90% respectivamente.

Diseño experimental

Se utilizó un diseño completamente aleatorio con un arreglo factorial 2x2, con cuatro tratamientos y 10 replicas por tratamiento, para un total de 40 plantas. Los tratamientos aplicados fueron: P= fertilizado con superfosfato triple a la dosis de 375mg/kg; M= inoculado con Glomus manihotis; M+P= fertilizado con superfosfato triple (375 mg/kg) e inoculado con Glomus manihotis; y C= control sin tratar.

Recolección de semillas y ensayo de invernadero

Se recolectaron semillas de árboles adultos, de un arbustal sucesional localizado en terrenos del IVIC, cercano al bosque nublado. Las semillas fueron retiradas manualmente de los frutos aquenios y desinfectadas con H2O2 al 10%; luego de germinadas se transplantaron a semilleros con suelo del bosque nublado esterilizado.

Cuando las plántulas tuvieron sus primeras hojas verdaderas, a los 45 días aproximadamente, se transplantaron a macetas de plástico de 4 litros de capacidad las cuales se colocaron en mesones dispuestos en el invernadero y se regaron semanalmente con agua corriente. La fertilización se realizó con superfosfato triple (SFT), el cual contiene 46% de P como P2O5. La dosis de fertilizante utilizado fue de 375mg/kg de suelo, que corresponde a una concentración de P de 85,4mg/kg. Con esta dosis se obtuvo una máxima producción de biomasa comparable a la alcanzada en plantas inoculadas con HMA en estudios previos con suelos de este mismo bosque, con dos especies de Clusia (Cáceres, 2002). Los tratamientos M y M+P recibieron al inicio del ensayo, 30g de inóculo por planta, el cual contenía un total de 2616 esporas.

Para asegurar que el crecimiento de las plantas estuviese solo limitado por el P y no por otro macronutriente, cada 15 días se les aplicaron a todas las plantas 80ml de una solución nutritiva compuesta por 3,57g/l de solución de nitrato de amonio, 2,39g/l de solución de cloruro de potasio y 6,34g/l de solución de sulfato de magnesio (equivalente a 20, 20 y 10mg/kg de N, K y Mg, respectivamente). En total se aplicó a cada planta, durante el tiempo que duró el experimento (70 días), 373ml de solución nutritiva equivalente a 375mg de N, 375mg de K y 188mg de Mg.

Tratamiento de los suelos e inóculo

Para los ensayos se utilizó suelo superficial (0-30cm) del bosque nublado de Altos de Pipe, situado en terrenos del IVIC, cuyas características se detallan en la Tabla I. Previamente a la instalación del ensayo, el suelo se pasó a través de un tamiz de 2mm de abertura y posteriormente se esterilizó mediante una dosis de 8kGy de radiación gamma.

El inóculo utilizado consistió de suelo con raicillas colonizadas, micelio y esporas, reproducido en el Laboratorio de Suelos, Centro de Ecología, lVlC. Este inóculo proviene de cultivos puros de Glomus manihotis originarios del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), Colombia, multiplicado por largo tiempo en el suelo del bosque nublado, utilizando como planta hospedera a Vigna luteola, una especie altamente micotrófica (Hernández et al., 2000).

A todas las plántulas se les agregaron los microorganismos asociados al suelo del bosque nublado, exceptuando las micorrizas. Para ello se suspendió lkg de suelo en 1 litro de agua estéril y se filtró con la ayuda de una bomba de vacío, a través de papel de filtro Whatman Nº1. El filtrado se diluyó con agua destilada hasta obtener una solución al 5%, de la cual se agregaron 40ml a cada una de las plantas.

Mediciones

Luego de 70 días en el invernadero, se cosecharon las hojas, tallos y raíces de cinco plántulas y se obtuvo su peso seco después de secarlos en una estufa a 60ºC por 48h.

Las raíces y raicillas colectadas, fueron lavadas cuidadosamente para remover el suelo y teñidas según Phillips y Hayman, (1970).

Para cuantificar la colonización micorrízica, se utilizó el método de McGonigle et al. (1990), que permite cuantificar el porcentaje de colonización micorrízica (%MA), arbúsculos (%A) y vesículas (%V).

El índice de dependencia micorrízica (IDM) se calculó según Plenchette et al. (1983), mediante la fórmula

IDM= (Ps(+M) - Ps(-M)) / Ps(+M)

donde Ps(+M): peso seco total de las plantas inoculadas con MA, y Ps(-M): peso seco total de las plantas no inoculadas.

El Valor de Absorción Específica (VAE), definida como la cantidad de nutrientes absorbidos por unidad de raíz (Gray and Schlesinger, 1983), se calculó como VAE = Nutrientes en planta (ug) / Longitud raíz micorrizada (m).

Para los análisis de nutrientes se procedió a la digestión total de las muestras de semillas, hojas, tallos y raíces con H2SO4 y H2O2 , durante seis (6) horas a 360ºC. En la solución así obtenida se determinaron las concentraciones de P y N por medio de un autoanalizador Technicon. El Ca, K y Mg se midieron utilizando un espectrofotómetro de absorción atómica. Para el caso específico de las semillas, como su tamaño era muy pequeño, se hicieron las determinaciones con 158 semillas equivalente a un peso seco de 0,25g con tres réplicas.

Para la medición del diámetro y longitud de las raíces, se tomó una alícuota del sistema radical recién cosechado, se determinó su peso fresco y se analizó a través del software WIN-RHIZO 2002a de Regent Instruments, Inc.

Ensayo de campo

Se realizó un ensayo de campo para evaluar el efecto de los tratamientos sobre la sobrevivencia de las plántulas en condiciones naturales. Para esto, se transplantaron cinco plántulas de cada tratamiento a un área degradada del IVIC, evaluando su supervivencia mensualmente durante 18 meses.

Análisis estadístico

Los efectos de los tratamientos se analizaron a través de una Anova de dos vías utilizando el software STATISTICA. La prueba de Tukey de diferencia de medias se utilizó en aquellos casos donde se detectaron diferencias significativas empleando un nivel de significación de 5%.

Los datos de porcentajes de colonización micorrízica, arbúsculos y vesículas fueron transformados por el arcoseno de la raíz cuadrada (transformación angular) antes del análisis estadístico (Zar, 1996).

Resultados

Los resultados del peso seco de hojas de O. verbesinoides (Figura 1) mostraron diferencias significativas entre todos los tratamientos. Con respecto al peso seco de los tallos (Figura 1) no se evidenciaron diferencias significativas entre los tratamientos control (C) y P pero sí entre éstos y los demás tratamientos. El peso seco de las raíces mostró diferencias significativas entre C y los demás tratamientos, no existiendo diferencias significativas entre los tratamientos P y M. En líneas generales, las plantas control prácticamente no crecieron y el efecto de la micorrización (tratamiento M) fue superior al del tratamiento P pero no significativamente. El SFT potenció el efecto de las micorrizas en el tratamiento M+P.

La relación vástago/raíz, calculada en base al peso seco, mostró diferencias significativas entre los tratamientos fertilizados y los no fertilizados (Tabla II). Asimismo, en la longitud radical total (LRT) se evidencia el efecto potenciador del SFT en el tratamiento M+P, donde las plantas resultaron con una LRT significativamente superior. La longitud radical específica (LRE), definida por la relación entre la longitud y la masa radical fue significativamente mayor en las plantas no micorrizadas (C y P) en comparación a las micorrizadas.

Con respecto a la colonización micorrízica se observó que los tratamientos C y P se mantuvieron libres de HMA a lo largo del experimento (Tabla III). Esto se logró por medio de un cuidadoso riego que evitó la contaminación por salpicaduras de gotas de agua de una maceta a otra. Asimismo, los valores de colonización (%MA y %A) en el tratamiento M difirieron significativamente del tratamiento M+P, indicando una inhibición de dichos parámetros por efecto de la fertilización. Sin embargo, al ponderar los resultados obtenidos de LRT que contabiliza el total de raíz micorrizada (longitud de raíz × porcentajes de micorrización) se observa que el tratamiento M+P tiene mayor longitud de raíz micorrizada que el tratamiento M, lo que indica que el fósforo potenció la colonización de la raíz por los HMA.

Por otro lado, el cálculo del IDM según Plenchette et al. (1983) dio como resultado el valor máximo posible de 1,0 lo cual evidencia una alta dependencia de los HMA de parte de esta especie vegetal.

En la Tabla IV aparecen los contenidos totales de nutrientes alcanzados para el momento de la cosecha para las plantas de cada tratamiento. Se aprecia una mínima captación de todos los nutrientes para las plantas control. En general, los datos de contenido total de P, Ca, K y Mg muestran tendencias similares a las del peso seco. Los tratamientos incrementaron su captación de nutrientes de acuerdo a la secuencia C<P<M<M+P. Sólo en el caso del N no se observaron diferencias significativas entre los tratamientos P y M, ni entre M y M+P. Para el contenido de K, la absorción por parte de los tratamientos micorrizados fué mayor que para los no micorrizados, aunque no difirió entre ellos (M vs M+P).

Los resultados presentados en la Tabla V indican que las plantas micorrizadas (M) poseen mayores valores de VAE para todos los nutrientes evaluados, que las plantas no tratadas y en el caso del P este incremento es notable (1575%). Al comparar las plantas del tratamiento M con las plantas del tratamiento M+P, se observa que las plantas micorrizadas captaron el K con el doble de eficiencia que las plantas micorrizadas y fertilizadas (M+P).

 

Los resultados obtenidos del análisis de nutrientes de las pequeñas semillas de esta especie, que tienen un peso promedio de 0,003g, evidenciaron bajos contenidos de P y N, en el orden de 0,004mg de P y 0,4mg de N por semilla.

El ensayo de campo arrojó una sobrevivencia del 100% de las plántulas de los tratamientos P, M y M+P, no sucediendo lo mismo con el tratamiento C donde todas las plántulas murieron en la primera semana de efectuado el transplante.

Discusión

Los resultados obtenidos indican que la especie O. verbesinoides es una planta muy dependiente de los HMA, ya que requiere de esta asociación simbiótica para alcanzar su mayor nivel de desarrollo. No solo el crecimiento de las plántas no micorrizadas fue muy escaso en comparación a las plantas micorrizadas, sino que en términos de absorción de nutrientes el HMA mejoró significativamente el estado nutritivo de las plantas. Esto se confirmó también en el ensayo en campo, donde las plantas no tratadas (control) no sobrevivieron.

Con respecto a la nutrición de las plantas silvestres, las especies típicas de ambientes pobres en nutrientes son frecuentemente muy conservativas en su uso, con una alta eficiencia en la utilización del P y con altas relaciones raíz/vástago (Chapin, 1980). No obstante, con respecto a esto último se ha demostrado que estas especies pueden compensar sus altas relaciones raíz/vástago con una alta LRE (Aerts y Chapin, 2000). En este trabajo las plantas micorrizadas presentaron valores de LRE menores a las no micorrizadas, demostrando que la micorrización mejora la capacidad exploratoria de las raíces lo que se traduce en una menor asignación de biomasa a la raíz en beneficio de la parte aérea.

Asimismo, la condición micorrízica de O. verbesinoides se vió evidenciada por los altos valores de colonización (%MA y %A), además del mayor crecimiento y acumulación de biomasa total, traducido en un IDM máximo de 1,0 (Plenchette et al., 1983). Por otro lado, este índice decreció a 0,72 cuando se calculó para las plantas fertilizadas y micorrizadas, en comparación con las plantas fertilizadas, lo que indica que la dependencia micorrízica de estas plantas disminuye por efecto de la fertilización. A pesar de que el presente trabajo se refiere solo a una especie de un particular estado sucesional, los datos apoyan los resultados de Siqueira et al., (1998) con respecto a una mayor dependencia micorrízica de las especies pioneras y no apoyan la hipótesis propuesta por Janos (1980a,b; 1996), de la escasa dependencia micorrízica de las especies colonizadoras. No obstante, estudios efectuados con otras especies de diferentes estados sucesionales en este mismo bosque (no publicados aún) nos permiten afirmar con mayor énfasis lo señalado.

El porcentaje de micorrización disminuye usualmente con la aplicación de fertilizantes (Thompson et al., 1986). A pesar de que en el presente trabajo se observó una disminución de la colonización (%MA) en el tratamiento M+P, al calcular la longitud radical total micorrizada ésta resultó superior a la del tratamiento M. Este efecto, ampliamente estudiado, se debe a que la fertilización estimula el crecimiento de la raíz de manera mucho más rápida a como se desarrolla la colonización, dando como resultado un "aparente" efecto de disminución de la misma. Dicho resultado apoya hallazgos de otros autores que obtuvieron una estimulación de la micorrización al adicionar SPT en suelos particularmente pobres en P (Cuenca et al., 1998) como los del Bosque Nublado utilizado en este trabajo. Este trabajo además corrobora los resultados obtenidos por Howeler et al. (1987) y Sieverding (1991) con respecto a la tolerancia de Glomus manihotis a niveles altos de fertilización fosforada.

En la simbiosis micorrízica el hongo incrementa la eficiencia en la adquisición de nutrientes minerales por la planta, principalmente aquellos de escasa movilidad en el suelo (especialmente P), mientras que la planta proporciona al hongo compuestos carbonados para su crecimiento (Mosse, 1973; Harley, 1989). En este trabajo se evidenció una mayor absorción de los nutrientes P, N, Ca, K y Mg en plantas micorrizadas en comparación con las plantas no micorrizadas. Asimismo, el mayor valor de VAE de los nutrientes analizados en plantas micorrizadas en ausencia de fosfato, en comparación con las plantas no tratadas, es indicativo de que el fosfato hace decrecer la cantidad de nutrientes absorbidos por unidad de longitud de raíz. Tal efecto se detectó cuando la raíz está micorrizada, ya que en ausencia de colonización MA ello no ocurre. Así pues, el beneficio de la micorrización sobre la nutrición vegetal del mineral es óptimo en ausencia de fertilizantes ya que el PO43- redujo el efecto beneficioso del MA.

Janos (1980a, b) sugirió que las plantas micotróficas obligadas tienden a tener semillas grandes, las cuales les permitirían sobrevivir suficiente tiempo hasta asegurar el encuentro con el inóculo y poseer mayor capacidad fotosintética para soportar la infección inicial. Por otro lado, las especies micotróficas facultativas o no micotróficas, en estados tempranos de la sucesión poseerían semillas pequeñas, con buena dispersión y rápidas colonizadoras. Esto haría más probable que encontrasen a su paso alta disponibilidad de minerales, no necesitando así grandes reservas en sus semillas para soportar preinfecciones con HMA. Sin embargo, Allsopp y Stock (1995), encontraron que las respuestas de las especies frente a los HMA en suelos bajos en P decrecía con el tamaño de las semillas y los contenidos de P. De igual modo, Siqueira et al. (1998) encontraron que las especies clímax tienen semillas grandes con altas reservas y son capaces de sostener el crecimiento inicial de las plántulas, independientemente de los HMA y superfosfato. Por el contrario, las especies pioneras poseen semillas pequeñas, exhiben alta colonización y crecimiento micotrófico, además de tener un alto grado de respuesta al superfosfato. Similares resultados reportaron Zangaro et al. (2000) quienes estudiaron 36 especies arbóreas con diferentes estrategias de crecimiento en campo, encontrando que especies con grandes semillas y reservas, especialmente tardías o clímax, eran capaces de mantener el crecimiento inicial de sus plántulas, durante las primeras 8-10 semanas de crecimiento, previniendo la colonización de la raíz y evitando así el drenaje de C por los HMA.

Los resultados indican que las semillas de O. verbesinoides, pequeñas y con bajo contenidos de nutrientes no son limitantes para su condición altamente micótrofa, corroborando aquellos obtenidos por diferentes autores al respecto (Allsopp y Stock, 1995; Siqueira et al., 1998; Zangaro et al., 2000).

Finalmente, a pesar que no existe una especificidad taxonómica estricta entre HMA y planta hospedera, sí existe una cierta compatibilidad funcional (Ravnskov y Jakobsen, 1995; Johnson et al., 1991). Los presentes resultados evidencian el potencial de la especie pionera O. verbesinoides para planes de reforestación y/o explotaciones apícolas, por lo que pareciera clara la conveniencia de la inoculación de esta especie a nivel de vivero, dada la alta compatibilidad funcional encontrada con el HMA utilizado G. manihotis.

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