Interciencia
versión impresa ISSN 0378-1844
INCI v.30 n.8 Caracas ago. 2005
El alto paraná encajonado
Juan José Neiff
Silvia D. Matteucci, Jorge Morello, Andrea F. Rodríguez y Nora E. Mendoza
(2004)
El Alto Paraná Encajonado Argentino-Paraguayo. Mosaicos de Paisaje y Conservación Regional.
Ediciones FADU-UNESCO.
ISBN 950-29-0805-8.
Buenos Aires, Argentina. 160 pp.
En medio de posiciones antagónicas entre desarrollistas y fundamentalistas del ambiente, este libro representa la inquietud actual de muchos científicos de la ecología: ¿es posible la convivencia del ser humano con la naturaleza?
El interrogante no puede resolverse en un libro pues, obviamente requiere un proceso de cambio cultural, social y económico en las interacciones entre hombre y naturaleza y entre grupos humanos que coexisten en un espacio y tiempo dado.
Es evidente que el problema de la coexistencia con la naturaleza requiere encontrar técnicas de diagnóstico, de control periódico del estado de los ecosistemas y de los procesos que regulan su estabilidad. Es aquí, donde este libro, presentado en un formato y edición modestas, realiza un avance metodológico significativo, tomando como eje de análisis un tramo del río Alto Paraná, importante por su elevada biodiversidad, pero también por el enclave geográfico, en el área de la frontera de contacto entre tres países (Argentina, Paraguay y Brasil), con diferente ocupación poblacional y desarrollo económico, que constituye una zona de tensión caracterizada por procesos de sustitución del paisaje y la pauperización de los ecosistemas que se han acelerado en las últimas décadas y requieren de una perspectiva metodológica para frenar el deterioro ambiental, ofreciendo alternativas viables de subsistencia. Es así que nació el enfoque ecorregional o biorregional en el que esta obra se encuadra.
El Alto Paraná Encajonado se encuentra incluido en una extensa región, de casi catorce mil kilómetros cuadrados, con alta complejidad ecológica y socioproductiva, conflictiva por la demanda apremiante y creciente de tierras de selvas, campos y humedales para su conversión a usos agrícolas, urbanos y de generación hidroeléctrica. Aquí se encuentra uno de los espacios rurales más dinámicos de Sudamérica, con una frontera agropecuaria acertadamente calificada como "porosa" por los autores. El área recibe los impactos acumulativos de unas 40 represas hidroeléctricas construidas principalmente en la alta cuenca, en Brasil y el crecimiento anárquico de zonas rurales de Argentina y de Paraguay que resultó en una reducción del 50% de la superficie cubierta de selvas, en sólo 70 años, como se documenta en esta monografía.
Este libro será provechoso a ecólogos, agrónomos, geógrafos, sociólogos y economistas que trabajan en el desarrollo regional. Contiene herramientas de análisis de la heterogeneidad espacial y temporal, presentando nuevas perspectivas de protección de los ecosistemas, basados en la incorporación de la población en el proceso de diseño y manejo de las áreas protegidas, tratando de establecer con claridad qué procesos deben ser alterados para que la conservación sea sustentable, qué estilos de utilización del ambiente pueden ser complementarios o suplementarios y cuáles deben evitarse.
Esta desiderata requiere, por un lado, el conocimiento sistémico e integrado del paisaje como base para el seguimiento de su dinámica temporal y, por otro, el conocimiento de qué procesos definen que cada paisaje natural sea como es, y ocupe ese lugar y no otro. Este ensayo va en ese sentido, es un riguroso intento de detección de los cambios en la dinámica de la ocupación de la tierra y en el patrón de paisaje. El trabajo ha sido propuesto recurriendo a la complementariedad de escalas, desde el ámbito geográfico hasta el de los reconocimientos integrados de campo y la consideración de los elementos funcionales del paisaje.
El análisis y los procedimientos propuestos para el control temporal de los cambios, tratan de resolver la aparente antinomia entre la preocupación por la conservación de los ecosistemas (solo en territorio argentino de Misiones existen 54 áreas protegidas) y la alarmante fragmentación que amenaza con dejar a estos territorios como células aisladas sin garantías para los objetivos proteccionistas. La propuesta lleva a los autores a plantear con claridad a la conservación como un proceso participativo en el que se acuerden qué usos deben mantenerse o modificarse en el contorno de estas reservas, para mejorar la situación actual, reconociendo que la agricultura moderna y la energía hidroeléctrica son elementos que permiten la existencia del modelo agroexportador, incipientemente industrial, de estos países.
El libro está estructurado en seis capítulos. En el primero se describe el territorio desde la perspectiva hidrográfica, geomorfológica, de la vegetación y los suelos, y de las modalidades de uso del suelo. En el segundo, se describe la historia del proceso de ocupación del espacio, los factores de transformación que operaron en la etapa pre-hispánica, hispánica (con la administración jesuítica) y la actual, movida por el modelo neoliberal que conlleva la deforestación y el avance de la agricultura de la soja, describiéndose también, la pérdida de biodiversidad a través del comercio ilegal de plantas y animales a través de la "frontera porosa".
El capítulo 4 presenta la estrategia para la evaluación de la heterogeneidad del territorio, usando varios indicadores ambientales: vegetación, uso del suelo, red de drenaje y sensibilidad del paisaje, habiéndose utilizado 33 índices que permiten analizar más objetivamente el funcionamiento de los parches del paisaje y sus interdependencias funcionales. El capítulo 5, denominado "perspectivas de gestión en un territorio de alta complejidad" enfatiza la riqueza del concepto de "paisaje rústico", es decir, el paisaje productivo que aún puede cumplir servicios ambientales en un proyecto de conservación de la biodiversidad adhiriendo a la concepción de desarrollo ecorregional.
El último capítulo, acertadamente confiado a Alejandro Giraudo, contiene los fundamentos biológicos y ecológicos que valorizan la región y justifican la preocupación que origina este libro. La biodiversidad del área es presentada para cada grupo de fauna y para la flora, señalando la presencia de entidades únicas en el Alto Paraná Encajonado, en el que habitan 1124 especies y subespecies de vertebrados (50% de las mencionadas para Argentina) y 3148 taxones de plantas vasculares.
El libro tiene como complemento un CD ROM que contiene las capas temáticas en formato Shape, para facilitar la reelaboración de la información digital según las necesidades de los usuarios. La utilización de este CD requiere conocimientos básicos del programa Arc View / Arc Explorer para aprovechar el material.
Si bien esta contribución está planteada para un área geográfica definida, es un texto de mucha utilidad para quienes se involucran en el proceso de desarrollo tolerable en otras regiones. Tiene un enfoque efectivamente transdisciplinario y transgeneracional que, al igual que otros libros de Morello y colaboradores, han marcado un hito en la Ecología de Paisaje en Latinoamérica.
Los lectores más jóvenes quizá conozcan más a Silvia D. Matteucci que a los demás autores, por haber utilizado en la universidad su libro de Métodos para el estudio de la Vegetación, en el que junto con Colma, analiza la vegetación en escala de campo. Ese libro "de bolsillo", tiene su complemento en esta obra, donde la Autora propone varios criterios e índices de análisis en escala satelital. Allí es donde la incorporación de Andrea Rodríguez y Nora Mendoza, geógrafas con sólida formación en el trabajo de escala regional, ha enriquecido notablemente la monografía logrando una visión holística propia de los geógrafos.
A Jorge Morello se lo reconoce internacionalmente por su Perfil Ecológico de Sudamérica (ICI, 1984, España) y por mucho más que un centenar de trabajos referidos al funcionamiento de ecosistemas y grandes biomas. Es el padre de los ecólogos de paisaje de la Argentina, con numerosos discípulos en Sudamérica y en el hemisferio norte. Su producción comenzó en 1949, con su tesis doctoral Comunidades Vegetales de las Islas Próximas a Rosario, que constituye un trabajo pionero en ecología fluvial. Posteriormente, trabajó en muy diferentes ecosistemas y sus contribuciones sobre el Chaco siguen siendo referencia obligada. Es estimulante que, a cincuenta y cinco años de su inicio Morello regrese al río con su forma tan exclusiva de analizar ecosistemas y procesos, para dejarnos herramientas metodológicas que concilien al hombre con la naturaleza.
Seguramente algunos Botánicos no le perdonarán a los Autores que varias especies no tengan sus nombres actualizados (consecuencia de haberlos tomado de trabajos anteriores) y muchos lectores reprocharán que la edición no haya logrado la calidad necesaria en figuras, fotos y tablas que cuesta leer. Conociendo estos defectos volveré a leer este libro.