Crodowaldo Paván, uno de los grandes, se ha ido

En los primeros días de abril dejó de existir quien fuera uno de los hombres de ciencia más importantes de la segunda mitad del siglo XX en Brasil. Destacado genetista, dirigente y divulgador de la ciencia, apreciado por sus dotes intelectuales y humanas, Crodowaldo Paván deja una huella profunda en el transcurrir de la historia de la ciencia en la región.

Descendiente de inmigrantes italianos, Paván cambió a temprana edad un camino natural hacia las ingenierías por un entusiasta transcurrir por las ciencias naturales. Influenciado en la Universidad de São Paulo (USP) por el maestro de la genética brasilera Andrés Dreyfus y por su colega Theodosius Dobzhansky, de la Universidad de Columbia, Paván enrumbó su quehacer profesional hacia el estudio del misterio de los genes y su utilización en bien de la humanidad.

Tempranamente tomó parte en actividades relacionadas con el fomento de la ciencia. Presidió la directiva de la Sociedad Brasilera de Genética y participó en los inicios de la Fundación para el Fomento de la Investigación de la Universidad de São Paulo (FAPESP).

Le tocó vivir y trabajar en tres ocasiones en los Estados Unidos; durante su estadía postdoctoral en la Universidad de Columbia, como investigador de la división de biología del Laboratorio Nacional de Oak Ridge, y al hacer carrera académica en la Universidad de Texas.

Tras regresar a su cátedra en la USP, en los años ochenta Paván desarrolló una intensa labor a favor del desarrollo de su país y del sector científico-tecnológico, del cual fue destacado líder y movilizador. Le correspondió presidir la Sociedad Brasilera para el Progreso de la Ciencia (SBPC) entre 1981 y 1986, y ejercer la presidencia del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq) de 1986 a 1990, dejando en ambas instituciones una huella indeleble de entusiasmo, equidad y balance. Convencido de la importancia de la cooperación internacional en materia de ciencia y tecnología, participó activamente en la programación sectorial y presidió el Comité Interamericano de Ciencia y Tecnología de la Organización de los Estados Americanos.

No obstante, su gran pasión fue la investigación científica, fruto de la cual son sus numerosos estudios y publicaciones que lo convirtieron en un pionero de la genética moderna en Brasil y América Latina. Entre sus trabajos destacan el descubrimiento, en la mosca Rhynchosciara angelae, del proceso de amplificación génica de cromosomas gigantes al duplicar segmentos discretos de ADN, abriendo un nuevo campo de indagación genética y citológica; los estudios acerca del control biológico de plagas; y, ya hacia el final de su vida, sobre la acción de bacterias endosimbióticas en semillas y en huevos de aves.

Paván fue un gran propulsor de la diseminación y popularización de la ciencia. En los últimos años, siendo profesor emérito de la USP y de la Universidad de Campinas, se dedicó a ello con gran intensidad, desempeñándose como coordinador de divulgación científica del Núcleo José Reis de la Escuela de Comunicaciones y Artes de la primera de esas casas de estudios y como presidente de la Asociación Brasilera de Divulgación Científica (Abradic).

Crodowaldo Paván fue consecuente amigo de la Asociación Interciencia y formó parte del Comité Editorial de nuestra revista. Colaboró a lo largo de los años en los esfuerzos para moldear a ambas, conciente del importante foro que representa esa federación de sociedades para el progreso de la ciencia y de la relevancia de la participación de los científicos brasileros y la ciencia brasilera en ella, así como de contar con un medio regional y trilingüe, de alto nivel, de comunicación científica. Al registrar su partida, lamentamos profundamente la pérdida de uno de nuestros más apreciados colaboradores y uno de los más ilustres hombres de ciencia de la América Latina.

Miguel Laufer, Director