Servicios Personalizados
Revista
Articulo
Indicadores
- Citado por SciELO
- Accesos
Links relacionados
- Similares en SciELO
Compartir
Letras
versión impresa ISSN 0459-1283
Letras v.47 n.70 Caracas jun. 2005
La acentuación en el inglés de hispanohablantes nativos en dos niveles de interlengua
Jorge Enrique González y Gladys Josefina Romero
(Universidad Simón Bolívar)
Resumen
En la adquisición de la acentuación de una segunda lengua intervienen tanto factores de transferencia como de desarrollo. En este trabajo se buscó determinar en qué medida y de qué forma interactúan estos factores en la asignación del acento primario en el inglés de hispanohablantes nativos, en dos niveles de interlengua (básico e intermedio). Se partió de las propuestas teóricas de Harris (1983) y de Hayes (1981) para el español y el inglés, respectivamente, y del modelo paramétrico de Dresher y Kaye (1990). La muestra estuvo conformada por 64 estudiantes de inglés, de la Universidad Simón Bolívar, a los que se les administraron pruebas de percepción y de producción. Los resultados permitieron concluir que en la acentuación de los sustantivos de las interlenguas del inglés interactúan tanto factores de transferencia, como de desarrollo: en el nivel básico los factores de transferencia son más determinantes que en el intermedio, en el cual es mayor la incidencia de los factores de desarrollo. Igualmente se concluyó que en las primeras etapas de la interlengua, los aprendices se apoyan en estrategias de índole fonético-fonológica y no en información morfológica, para descubrir los patrones de acentuación de la L2.
Palabras clave: acentuación, factores de transferencia, factores de desarrollo, interlengua, fonética y fonología de la L2.
Native spanish speakers stressing in english at two levels of interlanguage
Abstract
In L2 stress assignment acquisition, both transfer and developmental factors intervene. This objective of this paper is to ascertain how and to what extent these factors interact in ESL stress assignment by native Spanish speakers, in two interlanguages (basic and intermediate). The analysis is based on Harris and Hayess theoretical descriptions for the Spanish and English stress systems, respectively, and on Dresher and Kayes parametric model. The sample consisted of 64 Simón Bolívar University students of English: 32 from each level. Perception and production tests were applied. It was concluded that in ESL stress assignment of nouns, both transfer and developmental factors interact in such a way that the former are more decisive in the beginning levels and the latter, at the intermediate levels. It was also found that in the first stages, learners rely on phonological rather than morphological information in finding out the second language stress system.
Key words: stress assignment, transfer factors, developmental factors, interlanguage, L2 phonetics and phonology
Résumé
Laccentuation de langlais par les hispanophones en deux niveaux dinterlangue
Lors de lacquisition de laccentuation dune langue seconde interviennent aussi bien des facteurs de transfert que de développement. Dans cette étude, on a cherché à déterminer dans quelle mesure et de quelle façon interagissent ces facteurs dacquisition de laccent primaire de langlais chez des hispanophones natifs, en deux niveaux dinterlangue (débutant et intermédiaire). On sest appuyé sur les propositions théoriques de Harris (1983) et de Hayes (1981) pour lespagnol et langlais respectivement, et du modèle paramétrique de Dresher et Kaye (1990). Léchantillon a été composé par 64 étudiants danglais de lUniversité Simón Bolívar auxquels on a fait passer des épreuves de perception et de production. Les résultats ont permis de conclure que lors de laccentuation des substantifs des interlangues de langlais interagissent aussi bien des facteurs de transfert que de développement. De la même manière, on a conclu quaux premières étapes de linterlangue, les apprenants se servent des stratégies de type phonétique-phonologique et non pas dinformation morphologique pour « découvrir » les patrons daccentuation de la L2.
Mots clés : accentuation, facteurs de transfert, facteurs de développement, interlangue, phonétique et phonologie de la L2
Recepción: 05-10-2004 Evaluación: 10-12-2004
Recepción de la versión definitiva: 01-01-2005
1. Introducción
En este trabajo se reporta un estudio, enmarcado en el área de la fonología métrica de la interlengua (IL), en la cual se han desarrollado escasas investigaciones (Archibald 1993a, 1993b y 1995, Fikkert 1994 y Pater 1997, entre otras). En él se exploran los patrones de acentuación del inglés de hablantes nativos del español en dos niveles de aprendizaje: básico e intermedio, y se estudian los diversos factores que inciden en la asignación del acento primario en la L2; entre ellos: la transferencia de patrones acentúales de la L1 (español) a la L2 (inglés) y los factores de desarrollo, entendiendo por éstos los conocimientos sobre la fonología métrica de la L2.
El estudio de éste y demás aspectos suprasegmentales es esencial en el área de la enseñanza de una segunda lengua, según se desprende de los resultados obtenidos en investigaciones recientes (Anderson-Hsieh et al. 1992, Chela-Flores 1996, Gilbert 1993 y Munro y Derwin 1995) en las que se concluye que los aspectos suprasegmentales parecieran jugar un rol más decisivo que los rasgos segmentales en la inteligibilidad del habla.
2. La acentuación
Es ampliamente aceptado que el constituyente silábico relevante para la acentuación es la rima; el ataque no juega ningún papel, por lo que se sostiene que el acento se construye sobre la proyección de la rima de la sílaba. Las rimas se agrupan en otro nivel, llamado pie que es una medida del peso de las sílabas de la palabra... Cada pie tiene un determinado número de sílabas y una cabeza. (DIntrono et al. 1995: 416). Los pies, a su vez, se organizan en un nivel superior, correspondiente a la palabra fonológica. Las lenguas varían en cuanto a si los pies son fuertes hacia la izquierda o la derecha; si son siempre binarios o libres, si son construidos de derecha a izquierda o viceversa; si el árbol de la palabra es fuerte a la izquierda o a la derecha, entre otros parámetros.
En el presente trabajo nos limitamos a examinar los patrones que rigen la asignación del acento primario en los sustantivos, en las interlenguas del inglés de hispanohablantes nativos. Por acento primario se entiende la máxima prominencia que recibe una sílaba con respecto a las otras dentro de la misma palabra. Se escogió el sustantivo ya que en esta categoría sintáctica, al igual que en los adjetivos y en los adverbios, la acentuación está fonológicamente determinada, mientras que en los verbos, los patrones acentúales vienen determinados por su estructura morfológica (Harris, 1983:84). Se partió de las propuestas teóricas de Harris (1983) y de Hayes (1981) sobre la acentuación en el español y en el inglés, respectivamente, y del modelo paramétrico de Dresher y Kaye (1990).
2.1. Asignación del acento en español (L1)
En cuanto a la asignación del acento primario en español, ésta es predecible dentro de ciertos límites, pues la gran mayoría de las palabras se ajustan a determinados patrones, aun cuando existen excepciones, cuya acentuación viene registrada léxicamente (Harris 1983).
Harris (1983) da cuenta del patrón no marcado de la acentuación en las palabras del español: las palabras terminadas en vocal reciben acento primario en la penúltima sílaba, Ej.: cabeza, adorno, etc.; y las palabras terminadas en consonante reciben acento primario en la última sílaba, Ej.: patrón, mantel, etc. Sin embargo, hay un gran número de palabras que no siguen este patrón no marcado. Entre ellas se incluyen palabras terminadas en vocal con acentuación en la antepenúltima sílaba, Ej.: fanático, cántaro, etc. y otras, también terminadas en vocal, pero con acentuación en la última sílaba, Ej.: Panamá, colibrí, etc; además de las acentuadas en la penúltima sílaba y terminadas en consonante, Ej.: móvil, árbol, etc. Para dar cuenta de estos patrones, Harris introduce el concepto de la extrametricalidad, la cual caracteriza a los elementos que quedan fuera de la estructura prosódica en algún paso de la derivación de la palabra. Los elementos marcados como extramétricos son invisibles a las reglas de formación de pie y permanecen fuera de la estructura prosódica hasta la etapa final de la derivación de la palabra, cuando ellos son incorporados por la convención universal de la adjunción de la rima suelta. (Harris, 1983:98).
Finalmente, una propiedad considerada por Harris como muy característica de la acentuación del español (y de otras lenguas) es la condición de la ventana de tres sílabas según la cual el acento léxico en el español recae sobre una de las tres sílabas procediendo de derecha a izquierda. Esta restricción da cuenta de la inexistencia de palabras con el acento primario sobre sílabas más allá de la antepenúltima; excepto en los casos de verbos con clíticos, Ej.: rómpeselo.
2.2 Asignación del acento en el inglés
En cuanto a la asignación del acento en el inglés en la mayoría de los sustantivos, Chomsky y Halle (1968) notaron que el acento primario recae sobre la antepenúltima sílaba cuando la penúltima contiene una rima no ramificante (débil) y si no, sobre la penúltima, Ej.: cinema y agenda. La interpretación de Hayes (1981) de este hecho es que las consonantes al final de palabra son extramétricas, es decir, invisibles a la asignación de acento. Las dos reglas fundamentales para la acentuación de los sustantivos en el modelo de Hayes son: la acentuación de la primera sílaba pesada de derecha a izquierda y la de la extrametricalidad de los sustantivos. Así, la acentuación en el inglés, al igual que en el español es sensible a la cantidad, es decir las sílabas trabadas o pesadas (con dos o más segmentos en la rima) atraen el acento. Una diferencia fundamental entre la acentuación de los sustantivos en ambos idiomas es que el inglés tiene una regla de extrametricalidad de los sustantivos, según la cual, la rima final de éstos es ignorada para la asignación del acento, mientras que en el español, los segmentos extramétricos no obedecen a un parámetro general.
Otra diferencia entre ambos idiomas es que el inglés no presenta la restricción de la ventana trisilábica, lo cual permite la existencia de palabras cuyo acento primario recae en la cuarta sílaba de derecha a izquierda, Ej.: adversary, category.
2.3. Parámetros métricos del español y del inglés
Como se mencionó, el presente trabajo se sustenta en los insumos de estas propuestas teóricas (Harris 1983 y Hayes 1981) y del modelo paramétrico de Dresher y Kaye (1990). A continuación se presentan los valores paramétricos de las lenguas en estudio. (Ver cuadro1)
Cuadro 1: Valores paramétricos del español y del inglés
Valores paramétricos del español | Valores paramétricos del inglés |
P1: El árbol de la palabra es fuerte a la [derecha] P2: Los pies son [binarios] P3: Los pies son construidos desde la [derecha] P4: Los pies son fuertes a la [izquierda] P5: Los pies son sensibles a la cantidad [sí] P6: Los pies son sensibles a la cantidad en la [rima] P7: Hay una sílaba extramétrica [no] | P1: El árbol de la palabra es fuerte a la [derecha] P2: Los pies son [binarios] P3: Los pies son construidos desde la [derecha] P4: Los pies son fuertes a la [izquierda] P5: Los pies son sensibles a la cantidad [sí] P6: Los pies son sensibles a la cantidad en la [rima] P7: Hay una sílaba extramétrica [sí] P7A: Es extramétrica a la [derecha] |
Como se observa en el cuadro, la mayoría de los valores paramétricos en ambas lenguas coinciden; la única excepción es el P7, referido a la extrametricalidad, pues aun cuando la misma existe en el sistema acentual del español, ésta afecta sólo a morfemas inflexionales y da cuenta de los casos excepcionales (sustantivos con algún elemento a la derecha de su dominio morfológico, ignorado para la acentuación). En los sustantivos del inglés, en cambio, el parámetro de la extrametricalidad siempre está activado. La regla de la extrametricalidad de los sustantivos de Hayes (1981) descrita arriba, marca como extramétrica la última sílaba a la derecha. Entre las excepciones monomorfémicas, a esta regla, se incluyen palabras de origen francés, por Ej.: hotél, políce, etc. Entre las polimorfémicas, se encuentran las terminadas en los sufijos provenientes del francés (ee, -air, etc.) marcados léxicamente con acento primario, Ej.: employee.
En la presente investigación, se especula que la diferencia entre los valores de este parámetro es uno de los factores fundamentales causantes de error en la acentuación de la L2, de asumir que la transferencia juega un rol determinante.
2.4. Factores en la acentuación en la L2
Las investigaciones en la interlengua, principalmente en el área de la fonología, han coincidido en destacar la diversidad de factores que inciden en la misma, los cuales incluyen, además de los asociados a la transferencia (cuya importancia es inobjetable), aquéllos de índole intralingüística o de desarrollo, similares a los que intervienen en la adquisición de la fonología de la L1, por parte de los niños. La interacción de ambos factores ha sido reseñada en múltiples estudios sobre la fonología de la interlengua (Briere 1966; Nemser 1971, Johansson 1973; Mulford y Hecht 1980; Tarone 1979 y Dickerson 1974, entre otros).
Por su parte, Major (1987), en su Modelo ontogénico (MO), ofrece por primera vez una visión integrada de la interacción de los factores de transferencia y los de desarrollo, a lo largo del proceso de adquisición de una segunda lengua, según el cual los primeros predominan en las etapas iniciales del aprendizaje de la L2 para luego ceder a los de desarrollo en las etapas sucesivas. A la luz de este modelo, Major sugiere que no habría grandes diferencias entre los mecanismos involucrados en la adquisición de la fonología de la L1 por parte de los niños y los de la L2, por parte de los adultos. La diferencia principal radicaría en el punto de partida, representado en los niños por sus capacidades lingüísticas innatas, en tanto que los adultos comenzarían con el sistema de su L1, por lo que al principio incurrirían en transferencias, es decir, sustituciones provenientes del sistema que dominan.
Específicamente, en el caso de la acentuación en la interlengua, los procesos de transferencia, reseñados en Anani (1989), Juffs (1989), Mairs (1989) y Archibald (1993 a y b) se manifiestan cuando en la L2 se presentan patrones acentuales que no se corresponden con los de esa lengua sino con los de la L1 del hablante.
Hay factores que favorecen estos procesos de transferencia. Entre ellos, se destaca uno que parece haber sido ignorado en los estudios sobre la acentuación en la interlengua, pero que en la presente investigación es considerado como determinante. Nos referimos al que aquí hemos decidido denominar efecto cognado, es decir, la influencia que sobre la acentuación de una palabra de la L2, ejercería la existencia de un cognado en la L1. Al respecto, en este trabajo se esperaba que la tendencia a la transferencia de la acentuación en estos casos sería significativamente mayor, más aún si entre ambos cognados la estructura segmental era muy similar, como por Ej.: Uruguay (del español y el inglés). La transferencia que aquí se daría sería negativa pues, dada la diferencia acentual de estos cognados en ambas lenguas, la acentuación de los mismos sería errada. En cambio, el efecto cognado incidiría en transferencias positivas cuando los cognados de las L1 y L2 coinciden no sólo en cuanto a su estructura segmental, sino también en su acentuación, ej.: búfalo y bufalo, del español y del inglés, respectivamente, las cuales serían correctamente pronunciadas como esdrújulas. Lo anterior podría tener relación con las conclusiones a las que llegaron De Groot & Nas (1991) en su estudio sobre el efecto del estatus de cognado sobre el sistema de representación del bilingüe; ... (1) that in bilingual memory cognate translations share a conceptual representation (2) that noncognate translations are representated in language-specific conceptual nodes (De Groot 1993: 44-45). Aquí nos referimos a los efectos que sobre la pronunciación tendría esa representación compartida. Es pertinente destacar, sin embargo, que nos estamos refiriendo a los cognados con estructura segmental equivalente e, incluso, con una ortografía semejante, es decir, que son reconocidos como cognados por los hablantes de la L2, The question is whether the translations are similar in sound and/or spelling...(De Groot 1993:41). Algunos investigadores han trabajado en esta línea, pero dentro de un marco estrictamente semántico, no fonológico (De Groot & Nas 1991; Sánchez-Casas & García 1992, De Groot 1993).
Igualmente, los errores causados por procesos de desarrollo, es decir, la aplicación de alguna regla a casos excepcionales o la fijación errónea de algún parámetro, son también característicos en la acentuación de la interlengua, aun cuando éstos han sido objeto de estudio en escasas investigaciones (Archibald 1993 a y b y Pater 1997.
3. Objetivos del estudio
A la luz de las consideraciones arriba expuestas, en este estudio se plantearon los siguientes objetivos:
. Determinar en qué medida y de qué forma interactúan los factores implícitos en la asignación del acento primario en las interlenguas del inglés de hispanohablantes nativos.
. Dados dos niveles de interlengua (básico e intermedio) determinar en qué nivel se evidencia mayor corrección en la asignación del acento primario y en qué medida, en las interlenguas del inglés de hispanohablantes nativos .
· Establecer la correlación entre la percepción y la producción en la acentuación del inglés de hispanohablantes nativos.
4. Hipótesis
En el presente trabajo se estableció la siguiente hipótesis: en la acentuación de los sustantivos en las interlenguas del inglés interactúan factores de transferencia y de desarrollo. La naturaleza de esta interacción varía a través de las diferentes etapas de la interlengua: en el nivel básico, los factores de transferencia son más determinantes que en el nivel intermedio, en el cual es mayor la incidencia de los factores de desarrollo.
5. Metodología
5.1 Sujetos
La muestra quedó constituida por 64 sujetos: 32 estudiantes de inglés del nivel básico y 32, del intermedio, de la Universidad Simón Bolívar, Sartenejas. Para determinar el nivel de interlengua de los sujetos se les administró el University of Michigan Placement Test.
5.2. Instrumentos y procedimiento
La investigación se limitó al estudio del acento primario en palabras presentadas en forma aislada y en oraciones.
Se aplicaron dos tipos de tests: uno de percepción y dos de producción. El test de percepción y los de producción contienen las mismas palabras; éstos últimos se administraron antes, para evitar posibles efectos que sobre éstos pudiera ejercer el de percepción.
5.2.1. Tests de producción
Se elaboraron dos tests de producción. El primero que se administró consta de una lista de 44 sustantivos del inglés, con dibujos alusivos a cada sustantivo (ver un segmento de este test en el anexo A). Luego de una práctica de lectura silenciosa, se interrogó a los estudiantes, de manera individual, y se grabaron sus respuestas. De aquí en adelante, nos referiremos a este test como prueba de dibujos.
Posteriormente, se les entregó el segundo test, en el que aparecen los mismos sustantivos, dentro de un contexto oracional. Para evitar la incidencia que sobre el acento léxico pudiese tener la entonación se ubicaron todos los sustantivos relevantes al final de las oraciones (ver un segmento de este test en el anexo A). Esta prueba se realizó en el laboratorio de idiomas, de manera que, después de la lectura de práctica, los estudiantes grabasen sus respuestas. Nos referiremos a este test como la prueba de oraciones.
5.2.2. Test de percepción
El tercer test que se administró fue el de percepción, el cual contenía los mismos sustantivos que los de producción. Éste consta de una lista de sustantivos que los investigadores leían, acentuando diferentes sílabas en cada caso, para que el estudiante, en una plantilla, seleccionase la letra (a, b, c ) que se correspondiese con la acentuación que él considerase correcta (ver un segmento de este test en el anexo A).
5.3. Clases de sustantivos
Para la selección de los sustantivos, se tomaron en cuenta: a. La estructura silábica, b. la acentuación, según obedeciera o no a un patrón, es decir, que fuera léxicamente marcada o no, c. el estatus de cognado reconocible o no cognado y d. la similitud segmental entre los cognados. Atendiendo a estos criterios, los sustantivos, 44 en total, se agruparon en doce clases, las cuales se presentan en el cuadro 2.
Cuadro 2
Clases de sustantivos del inglés
Clase 1: XVC. CV. CV C: university NC: fernery | Clase 7: XV. CVC. CV C: warranty NC: currency
|
Clase 2: XVC. CVC. CV C: certainty NC: burgundy
| Clase 8: XVC. CVC. CVC C: censorship, atmosphere NC: Orpington |
Clase 3: XVC. CV. CVC(C) CVG(C) C: confidence, consulate, epsilon NC: costumer
| Clase 9: XV(C). CV(C). CV(C). (C)V(C)C: adversary NC: acrimony |
Clase 4: XV. CV. CVC C: methodist, elephant, Jupiter, humanoid, regimen, Uruguay NC: caraway, happiness
| Clase 10: XV(D). C(D)VC(C) C: medallion, economics, ceramics NC: acorn, freedom |
Clase 5: XV. CV. CV C: Panama, majority NC: mahogany
| Clase 11: XV(C). CV(C) C: catharsis, acne, mansion NC: deterrent, childhood |
Clase 6: XV. CVC. CVC C: character, establishment, governor NC: widowhood C: cognado NC: no cognado | Clase 12: XV. CVC CV: C: hotel, police NC: approach, nominee |
5.4 Definición de las variables
5.4.1. Producción
Para efectos de esta investigación, esta variable se refiere a la ejecución oral de los estudiantes en cuanto a la asignación del acento primario en los sustantivos.
5.4.2. Percepción
Para este trabajo la percepción consistió en la capacidad de discriminar la acentuación correcta, a partir de diversas alternativas propuestas oralmente.
5.4.3. Nivel de interlengua
Se definieron dos niveles de interlengua: el básico y el intermedio, a partir de los resultados del Michigan Test of Second Language Proficiency.
5.4.4. Estatus cognado/no cognado
Atendiendo a esta variable se dividieron los sustantivos en tres grupos: a) cognados reconocibles con acentuación equivalente en L1 y L2, Ej.: búfalo y bufalo (del español y el inglés, respectivamente), b) cognados reconocibles con diferente acentuación en L1 y L2, Ej.: Panamá y Panama (del español y el inglés, respectivamente) y, c) no Cognados, que incluyen no sólo los sustantivos de diferente origen, sino también aquéllos que, siendo cognados, no son reconocibles como tales, Ej.: acorn. (ver anexo B).
5.4.5. Estatus marcado/no marcado
Para el presente trabajo se asumió una regla diferente de las de Chomsky y Halle y de las propuestas por Hayes. Ello responde a los resultados obtenidos en el estudio piloto realizado para este trabajo. En el mismo se observó que los aprendices del inglés (hispanohablantes nativos) parecen asumir que la regla general de acentuación del inglés es: acentúese la sílaba del margen izquierdo. Estas observaciones preliminares coinciden con las conclusiones de Pater (1997), en su estudio con aprendices del inglés hablantes nativos del francés. Esta regla es restringida por la condición de la ventana trisilábica, referida por Harris, por lo que en los sustantivos de tres o más sílabas se consideró como no marcada la acentuación esdrújula y en los sustantivos bisilábicos, la grave. Las demás acentuaciones se consideraron marcadas (ver anexo B).
5.4.6. Regla L1
Con esta variable se buscó determinar la influencia de la lengua materna en la interlengua; específicamente, en qué grado los estudiantes aplican la regla de la L1 en la L2. Los sustantivos que se consideraron relevantes para esta variable fueron los no cognados; ello a fin de evitar que el factor cognado tuviese incidencia en la transferencia del patrón acentual. En este caso, la acentuación que se tomó como correcta fue aquélla que obedecía a la regla de acentuación de la L1 (ver anexo B).
5.4.7. Regla L2
Con esta variable se busca determinar la influencia de factores de desarrollo en las interlenguas, en lo que respecta a la acentuación. En este sentido, las acentuaciones correctas serían aquéllas derivadas de la aplicación de la regla de la L2. Como se mencionó anteriormente, se asumió la regla: acentúese lo más a la izquierda posible. Al igual que para la variable regla L1, los sustantivos considerados en este caso fueron los no cognados (ver anexo B).
5.5. Procesamiento de los datos
Para el análisis del corpus derivado de los tests de producción se transcribieron fonéticamente las respuestas de los estudiantes. Los datos obtenidos en el test de percepción se contabilizaron separadamente. Estos datos se utilizaron para el procesamiento estadístico.
El análisis estadístico de esta investigación se fundamentó, principalmente, en el porcentaje de acentuaciones correctas para cada sustantivo, de acuerdo con las variables y las clasificaciones preestablecidas: tipo de prueba (dibujos, oraciones y percepción), tipo de sustantivo (según su estatus como cognado, según su marcación), etc. Para el procesamiento de los datos, se utilizó el programa estadístico SPSS, versión 7.5 para Windows.
6. Análisis de los resultados
6.1. Percepción vs. producción
Para determinar la posible incidencia del tipo de prueba sobre los resultados, se realizó una comparación entre los tres tests: prueba de dibujos (1), de oraciones (2) y de percepción (3). Los resultados obtenidos son representados en el gráfico 1.
El análisis comparativo de los porcentajes de acentuaciones correctas a través de las pruebas Anova no arrojó una diferencia significativa entre los tres tipos de tests, tanto para los estudiantes del nivel básico, como para los del nivel intermedio. Dado que el tipo de prueba no afectó los resultados de manera significativa, se utilizaron los resultados obtenidos en las tres pruebas integradas para las pruebas de hipótesis.
Asimismo, en el test de percepción, se observa la presencia de sustantivos con un porcentaje atípicamente bajo de acentuaciones correctas. Uno de ellos es adversary, palabra sobreesdrújula cuya acentuación fue predominantemente percibida como grave en el nivel básico; y en el intermedio, los estudiantes percibieron como correctas las acentuaciones esdrújula y grave en un porcentaje similar. Así, en esta palabra se observó un desplazamiento en la acentuación de la posición penúltima hacia la antepenúltima. En el caso del otro sustantivo, nominee, se prefirió la acentuación esdrújula en ambos niveles; aunque sólo en el intermedio, un número de estudiantes (cinco = 15.62%) escogieron, correctamente, la acentuación aguda. Ello indicaría un desconocimiento general del morfema ee, léxicamente marcado para recibir acento, excepto por un grupo reducido de sujetos en el nivel intermedio.
6.2. Nivel básico vs. nivel intermedio: total de acentuaciones correctas
Se esperaban mejores resultados en las acentuaciones del nivel intermedio. Para ello, se realizó una prueba t para muestras independientes. En el gráfico 2 se representan los resultados obtenidos.
La prueba t arrojó una diferencia significativa a favor de los estudiantes del grupo del nivel intermedio por lo que podemos concluir que hubo aprendizaje en cuanto a la acentuación primaria de los sustantivos.
Al igual que en el gráfico anterior, en éste se observan datos que se desvían visiblemente del resto, por el gran porcentaje de acentuaciones erróneas. Ellos se corresponden, de nuevo, con los sustantivos: adversary y nominee, y además de otro, que al igual que este último, es de acentuación aguda: hotel. En este sentido, pareciera haber un rechazo a asignarle el acento primario a la sílaba del margen derecho, aunque por la incidencia de dos factores: regla de la L1 y cognado de la L1, se esperaría una transferencia positiva doble del sustantivo hotel. A esto se añaden las evidencias positivas a las cuales estarían expuestos los estudiantes por la frecuencia de uso de esta palabra en el aula desde las primeras etapas de aprendizaje. En este caso, el efecto de la regla de la extrametricalidad del sustantivo fue más determinante. Es posible también que el aprendiz, en lugar de aplicar esta regla, haya elaborado otra hipótesis: en el inglés no hay agudas o quizás: acentúese la primera sílaba de izquierda a derecha.
Finalmente, se evidencia una mayor corrección en la acentuación de los sustantivos por parte de los sujetos del nivel intermedio, con respecto a los pertenecientes al nivel básico, lo que reflejaría un aprendizaje progresivo entre las dos etapas de la interlengua.
6.3. Transferencia acentual: la aplicación de la regla de la acentuación de la L1-español en la L2-inglés
Se esperaba que el efecto de los factores de transferencia fuese más fuerte en los estudiantes del nivel básico, con respecto a los del nivel intermedio, por lo que los primeros aplicarían la regla de acentuación de la L1-español en un porcentaje significativamente más alto. Nuevamente, se consideraron correctas
las acentuaciones que se derivarían de la aplicación de la regla de acentuación de la L1-español y, para evitar la posible incidencia del factor cognado, se seleccionaron sólo los sustantivos no cognados.
Tal como se evidenció al aplicar la prueba t para muestras independientes hubo una diferencia significativa entre los niveles, en cuanto a la transferencia del patrón de acentuación del español por lo que se evidencia un debilitamiento del factor de transferencia aplicación de la regla de la L1 conforme se asciende en la interlengua.
En el gráfico se observan datos que se desviaron de la media en mayor grado; éstos se corresponden, todos, con la palabra approach, la cual fue correctamente pronunciada como aguda por la mayoría de los sujetos en ambos niveles. Siendo éste un sustantivo con acentuación marcada, llama la atención que sea precisamente una palabra aguda la que se desvíe notablemente de las demás al ser correctamente acentuada como tal, pues, como se reportó anteriormente, dos de las tres acentuaciones que se apartaron en mayor grado de la media, por su alto porcentaje de acentuaciones incorrectas, fueron agudas. Incluso, ni aún los estudiantes que no pronunciaron approach con la última /o/ diptongada ([ow]), ni áquellos que pronunciaron [...oač] influídos por la ortografía, la acentuaron como grave. Muy difícilmente podríamos atribuir esta correcta acentuación a la frecuencia de uso de la palabra, pues ésta es menos usada que hotel, por ejemplo. En ambos casos, se trata de palabras trabadas en la última sílaba, pero aquí, a diferencia de hotel, la transferencia (de asumir que existe) es positiva. Una posible explicación se podría encontrar en la composición de ambas sílabas finales. Aun cuando las dos son trabadas, la coda de la última sílaba de hotel contiene una consonante líquida lateral, mientras que la de approach, una africada palatal. Al respecto, Harris (1983) señala que los fonemas palatales pertenecen a un conjunto de segmentos especiales que al ocupar el ataque de la última sílaba de una palabra impiden la posibilidad de una acentuación esdrújula. Dunlap (1991), por su parte, los considera complejos, es decir, bimoraicos. En este sentido, al ser el peso de la africada palatal superior al del resto de las consonantes, por sensibilidad a la cantidad, el acento primario sería atraído hacia esa sílaba.
6.4. Transferencia acentual: el factor cognado
El efecto del factor cognado se evidenciaría si los cognados 0, es decir, los cognados con la misma acentuación en ambas lenguas, fuesen acentuados con un nivel de corrección más alto que el resto de los sustantivos (cognados 1 y 2). Más aun, que los primeros (cognados 0) fuesen mejor acentuados que los cognados 1 (con diferente acentuación en inglés y en español).
En el gráfico 4, se representan los resultados de los tres tipos de palabras, clasificadas de acuerdo con el estatus cognado, para ambos niveles de interlengua.
Al comparar los cognados 0 con los demás (1 y 2) se observó que no había una diferencia significativa cuando ambos niveles fueron considerados dentro del mismo grupo, ni al aplicar la Anova a los datos del nivel intermedio. En cambio, en el nivel básico sí resultó significativa la diferencia a favor de los cognados 0, lo que evidencia una mayor influencia del efecto cognado en la acentuación de los sustantivos en las primeras etapas de la interlengua. Al hacer una comparación múltiple entre los tres tipos de cognados, se obtuvo una diferencia significativa entre los cognados 0 y los 1, a favor de los primeros, en el nivel básico, mas no en el nivel intermedio, ni al incluir ambos niveles dentro de un solo grupo.
Finalmente, se evidenció que ambos factores de transferencia: patrón acentual de la L1 y acentuación del cognado de la L1, inciden en la acentuación de la interlengua y son más determinantes en las primeros niveles de la interlengua.
6.5. Factores de desarrollo: la aplicación de la regla de acentuación de la L2-inglés y el aprendizaje de los sustantivos con el acento léxicamente marcado
Para estudiar la aplicación de las reglas de acentuación de la L2-inglés se compararon los sustantivos marcados con los no marcados, es decir, con los que siguen la regla general, considerada en este estudio para la acentuación de los sustantivos en inglés, según la cual el acento primario en esta lengua recae sobre la sílaba ubicada en el margen izquierdo de la palabra, aunque este acento está restringido por la condición de la ventana de Harris. Luego se efectuó una comparación interniveles. Los resultados obtenidos se encuentran representados en el gráfico 5.
Como se observa en el gráfico, los sustantivos no marcados fueron mejor acentuados que los marcados, lo cual se evidenció al aplicar la Anova, tanto al considerar todos los sujetos como un solo grupo como cuando se realizaron las pruebas a cada nivel, por separado. Ello respalda la predicción del presente trabajo en cuanto a que la regla que subyace en la asignación del acento primario en las interlenguas del inglés de hispanohablantes nativos, al menos en las etapas consideradas aquí, sería: acentúese la sílaba que se encuentre al margen izquierdo de la palabra. Esta regla estuvo limitada por la condición de la ventana acentual del español y otros factores relacionados con el peso de la sílaba, tales como la presencia de codas complejas (con más de una consonante o con una deslizada + consonante).
Por otra parte, al comparar ambos niveles, la Anova arrojó una diferencia significativa a favor de las acentuaciones de los sustantivos no marcados en el nivel intermedio, en tanto que ésta no lo fue en el caso de los marcados. Pareciera que, entre otros factores, la condición de la ventana acentual del español y el rechazo a la acentuación aguda en las interlenguas del inglés de los hispanohablantes, son determinantes desde las primeras etapas hasta niveles más avanzados de la interlengua. Estos factores, entonces, constituirían un obstáculo importante para el aprendizaje de las palabras marcadas del inglés, principalmente las sobreesdrújulas y las agudas.
Seguidamente, para descartar la posible incidencia del factor cognado, se procedió a realizar las mismas pruebas, esta vez con los sustantivos no cognados, y se obtuvieron resultados similares. Estos resultados aparecen representados en el gráfico 6.
En este gráfico, además de observarse que al considerar solamente los sustantivos no cognados, el nivel de corrección de las acentuaciones no marcadas resultó ser aún mayor que cuando se consideraron los cognados 0,1 y 2 juntos.
Finalmente, los resultados de este estudio evidencian el efecto de los factores de desarrollo en la acentuación de la interlengua, específicamente en cuanto al aprendizaje progresivo de la regla de la L2. Lo anterior, aunando a la mayor incidencia de los factores de transferencia en las interlenguas de los hablantes del nivel básico con respecto a los del nivel intermedio, corroboran la hipótesis de este trabajo que establece que en la acentuación de los sustantivos en las interlenguas del inglés interactúan factores de transferencia y de desarrollo y que en el básico, los primeros son más determintes que en el nivel intermedio, en el cual es mayor la incidencia de los factores de desarrollo.
7. CONCLUSIONES
Primeramente, en las interlenguas de los hispanohablantes nativos, aprendices del inglés, parece haber diferencias entre la producción y la percepción, a favor de esta última, principalmente en las primeras etapas de aprendizaje aun cuando esta diferencia no llegó a niveles de significación. Ese resultado reflejaría la relación entre la pronunciación del segmento y la acentuación asignada. Con frecuencia se evidenciaron errores de pronunciación en palabras cuya ortografía incluía dos vocales contiguas, pero que representaban una sola vocal fonética (incluso schwa, o [n] silábica, como en certainty), las cuales eran pronunciadas como si se tratase del español, lo que habría causado que el peso de esta sílaba fuera sustancialmente mayor, atrayendo así el acento. Igualmente, en muchas ocasiones, una sílaba átona era pronunciada como tónica, debido a que no se producía la reducción vocálica, lo cual, aunado a la presencia de una consonante postnuclear en esa sílaba, (Ej.: burgundy) causaba que esta sílaba atrajera el acento, por sensibilidad a la cantidad, parámetro que se encuentra activado en ambas lenguas. Este tipo de errores de acentuación, derivados de distorsiones en la pronunciación segmental no se presentaron, naturalmente, en la prueba de percepción, pues era el profesor quien pronunciaba las palabras y el estudiante sólo se limitaba a seleccionar la alternativa de acentuación correcta. Se evidenció que este super peso también influyó en la correcta acentuación aguda de approach, por la mayoría de los sujetos de ambos niveles. En este sentido, la mayor tendencia hacia la atracción del acento en las sílabas con tres segmentos en la rima, con respecto a las que contienen dos, nos llevaría a cuestionar la máxima bimoracidad de la sílaba propuesta por McCarthy y Prince (1986) e, incluso, proponer la existencia de una jerarquía de peso, según la cual, por ejemplo, una sílaba con la configuración .CVDC. sería más pesada que .CVC., la primera sería considerada supertrabada en comparación con la segunda, trabada.
La comparación interniveles nos permite concluir que existe un aprendizaje progresivo entre las dos etapas de la interlengua, ya que los sujetos del nivel intermedio acentuaron mejor los sustantivos que los del nivel básico.
En cuanto al factor de transferencia: aplicación de la regla de la L1 en la L2, se observó que los estudiantes del nivel básico transferían más el patrón acentual del español, que los del nivel intermedio. El otro factor de transferencia: la acentuación del cognado de la L1, también resultó determinante en la acentuación de la interlengua, ya que los sustantivos cuyos cognados en la L1 coincidían con éstos en la acentuación (búfalo y buffalo, del español y del inglés, respectivamente) fueron mejor acentuados que aquéllos con diferente acentuación (Panamá, del español y Panama, del inglés). En los primeros, la transferencia acentual habría sido positiva, y en los últimos, negativa.Esta transferencia no afectó únicamente los aspectos prosódicos, sino que también se evidenció a nivel segmental. Esto nos conduce igualmente a concluir que, como se esperaba, el efecto de este factor es más decisivo en el nivel básico, con respecto al intermedio. Igualmente, estos resultados apoyarían la propuesta de De Groot & Nas (1991) en cuanto a que los cognados comparten la misma representación conceptual, especialmente cuando éstos son similares en pronunciación y ortografía en ambas lenguas. En suma, se concluye que los factores de transferencia inciden en la acentuación de la interlengua, y que, como se estipuló en la presente investigación, en consonancia con el modelo ontogénico de Major (1987), éstos son más determinantes en los primeros niveles de aprendizaje y su efecto se va debilitando a medida que se avanza en las etapas sucesivas de la interlengua.
En cuanto al factor de desarrollo: aplicación de la regla de acentuación de la L2, se concluye que éste es muy decisivo en la acentuación de las interleguas del inglés, ya que los sustantivos que se ajustan al patrón regular, fueron acentuados con un porcentaje de corrección significativamente más alto que los que no lo siguen, tanto en el nivel básico como en el intermedio.
Los resultados también confirmaron la predicción hecha en el presente trabajo en cuanto a que la regla que subyace en la asignación del acento primario, en las interlenguas del inglés de hispanohablantes nativos, es: acentúese la sílaba al margen izquierdo de la palabra, la cual se encuentra restrigida por la condición de la ventana trisilábica del español. Al respecto, se constató la posición sostenida en esta investigación en cuanto a que, al menos en las primeras etapas de la interlengua, los aprendices se apoyan fundamentalmente en estrategias de carácter fonético-fonológico para descubrir los patrones de acentuación de la L2, y no en información morfológica (con la excepción de los sustantivos que contienen ciertos sufijos de gran productividad, como -ation, -er, etc.).
Se comprueba, entonces, la hipótesis general del presente trabajo, en cuanto a que factores tanto de desarrollo como de transferencia interactúan en la acentuación de la interlengua y que el factor de desarrollo: aprendizaje de la regla de la L2, de gran influencia en la acentuación de la interlengua, va fortaleciéndose progresivamente, mientras que los efectos de factores de transferencia van disminuyendo.
Finalmente, el que se haya evidenciado una temprana adquisición del patrón no marcado, nos permite concluir, a la luz de la teoría de Principios y Parámetros (Chomsky, 1986) que se pueden refijar los valores paramétricos ya que los hispanohablantes pudieron asignar el valor marcado al parámetro 7 correspondiente a la extrametricalidad de la última silaba.
En este sentido, se puede afirmar que la gramática nuclear (del inglés, core grammar) de la L2, la cual contiene los parámetros métricos atinentes a la acentuación, con sus respectivos valores para cada lengua (el patrón general de acentuación de la L2), es de temprana adquisición. En cambio, hay propiedades idiosincráticas que no pertenecen al dominio de este core, entre ellas, condiciones específicas de cada lengua, marcación del acento como resultado de préstamos léxicos, entre otras causas, consideraciones de tipo morfológico, etc., las cuales requerirían de mayor fijación de la atención, y, por ende, de instrucción explícita.
Nuestra posición se corresponde con la de Fikkert (1994) quien concluye que las evidencias lingüísticas que reciben los niños, provocan la fijación de los valores paramétricos, componentes de la gramática nuclear; en tanto que los aspectos específicos de la lengua, ubicados fuera de este núcleo, involucrarían mecanismos de tipo consciente. Esta propuesta teórica, enmarcada en la primera lengua, tendría, a juzgar por los resultados del presente trabajo, más validez aún, en la adquisición de la fonología métrica de la L2, principalmente en contextos formales. En consecuencia, se requiere de una instrucción sistemática, así como de una práctica consciente e intensiva de los aspectos específicos de la acentuación de la L2, los cuales constituyen las principales fuentes de error.
REFERENCIAS
1. Anderson-Hsieh, J., R. Johnson & K. Koehler. (1992). The Relationship between Native Speaker Judgment of Nonnative Pronunciation and Deviance in Segmental Prosody, and Syllable Structure. Language Learning, 42:4. 529-55. [ Links ]
2. Anani, M. (1989). Incorrect Stress Placement in the Case of Arab learners of English. International Review of Applied Linguistics, 27. 15-21. [ Links ]
3. Archibald, J. (1995). A longitudinal Study of the Acquisition of English Stress. Calgary Working Papers in Linguistics. University of Calgary. [ Links ]
4. Archibald, J. (1993a). Language Learnability and the L2 Phonology: The Acquisition of Metrical Parameters. Dordrecht: Kluwer. [ Links ]
5. Archibald, J. (1993b). The Acquisition of English Metrical Parameters by Adults Speakers of Spanish. International Review of Applied Linguistics [ Links ]
6. Briere, E.(1966). An Investigation of Phonological Interference. Language Learning, 42: 4. 768-96. [ Links ]
7. Chela-Flores, B. (1996). Propuestas para la optimización de la enseñanza de la pronunciación en inglés. Perfiles, 18. 73-100. [ Links ]
8. Chomsky, N. (1986). Knowledge o f Language. Its Nature, Origin and Use. New York, Westport: Praeger. [ Links ]
9. Chomsky, N & M. Halle. (1968). The Sound Pattern of English. New York: Harper and Row. [ Links ]
10. De Groot, A. M. B. (1993). Word Type Effect in Bilingual Processing Tasks. Sopport for a Mixed-Representational System: 27-51. En The Bilingual Lexicon. R. Schreuder & B Weltens, eds. John Benjamins Publishing Company. [ Links ]
11. De Groot, A. M. B. & G. L. J. Nas. (1991). Lexical Representation of Cognates and Non-cognates in Compound Bilinguals. Journal of Memory and Language, 30. 90-123. [ Links ]
12. Dickerson, L. (1974). Internal and External Patterning of Phonological Variability in the Speech of Japanese Learners of English. Tesis Doctoral. University of Illinois. [ Links ]
13. DIntrono, F., E. Del Teso & R. Weston. (1995). Fonética y fonología actual del español. Madrid: Catedra. [ Links ]
14. Dresher, B. E. y J. Kaye. (1990). A Computational Learning Model for Metrical Phonology, Cognition, 34. 137-195. [ Links ]
15. Dunlap, E. (1991). Issues on the Moraic Structure of Spanish. Tesis doctoral. University of Massachusetts, Amherst. [ Links ]
16. Fikkert , P. (1994) On the Acquisition of Prosodic Structure. The Hague: Holland Academic Graphics. [ Links ]
17. Gilbert, J. B. (1993). Clear speech: Pronunciation & listening comprehension in North American English. Students book, 2nd. Ed. New York: Cambridge University Press. [ Links ]
18. Harris, J. W. (1983). Syllable Structure and Stress in Spanish: A Nonlinear Analysis. Cambridge: MIT Press. [ Links ]
19. Harris, J. (1992). Spanish Stress: The Extrametricality Issue. MIT: Indiana University Linguistic Club. [ Links ]
20. Hayes, B. (1981). A Metrical Theory of Stress Rules. Tesis Doctoral. MIT. New York. Indiana University Linguistic Club & Garland Press. [ Links ]
21. Johansson, F. A. (1973). Inmigrant Swedish Phonology. Lund, Sweden: CWK Gleerup. [ Links ]
22. Juffs, A.(1989). Tone, Syllable Structure and Interlanguage Phonology: Chinese Learners Stress Errors, IRAL, XXVII/2. 99-118. [ Links ]
23. Mairs, J. L.(1989). Stress Assignment in Interlanguage Phonology: an Analysis of the Stress System of Spanish Speakers Learning English. In Gass & Schachter, eds.: 260-84. [ Links ]
24. Major, R. (1987). A Model for Interlanguage Phonology. En Interlanguage Phonology: 101-124. G. Ioup y S. Weinberger, eds. Rowley, Mass.: Newbury House Publishers. [ Links ]
25. McCarthy, J. & A. Prince. (1986). Prosodic Morphology. Ms. University of Massachusetts, Amherst Brandeis University. [ Links ]
26. Mulford, R. y B. F. Hecht. (1980). Learning to Speak without an Accent: Acquisition of a Second Language Phonology. Papers and Reports on Child language Development, 18. 16-74. [ Links ]
27. Munro,M. & T. Derwin. (1995). Foreign Accent, Comprehensibility, and Intelligibility in the Speech of Second Language Learners. Language Learning, 45:1. 73-97. [ Links ]
28. Nemser, W. (1971). Approximative Systems of Foreign Language Learners. Iral, 9. 115-123. [ Links ]
29. Pater, J. (1997). Metrical Parameter MisseTting in Second Language Acquisition. En Focus on Phonological Acquisition: 235-62. Hannahs S. Y M. Young-Scholsten, eds. Amsterdam: Young Benjamin´s Publishing Company. [ Links ]
30. Sánchez-Casas, R. M. & C. J. García. (1992). Bilingual Lexical Processing. Exploring the Cognate-Noncognate Distintion. European Journal of Cognitive Psychology, 4. 4. [ Links ]
31. Tarone, E. (1979). Interlanguage as Chameleon. Language Learning, 29. 181-191. [ Links ]