SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.47 número71Reseña:: Soldados de Salamina.Cercas, Javier. (2001). Barcelona: Tusquets Editores. Colección Andanzas. 209 páginas. índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Letras

versión impresa ISSN 0459-1283

Letras v.47 n.71 Caracas dic. 2005

 

Reseña: El lenguaje de la pasión.  Mario Vargas Llosa Madrid: ediciones El País, S.A.  2001.  336 pp.

Alí  E.  Rondón  (UPEL – IPC) 

Una voz individual, parcial e independiente que toma en cuenta las limitaciones de su propio medio ambiente y que emite opiniones atrevidas y controvertidas hasta el punto de permitirse el riesgo de estar equivocada, es exactamente lo que Mario Benedetti buscaba en los críticos literarios.  Así lo afirmaba en su artículo sobre El escritor y sus fantasmas de Ernesto Sábato: “En todo caso, para el lector es estimulante disentir con alguien que no es simplemente un registro de opiniones ajenas, un títere de dogmas, sino un ser vivo y creador, un hombre que pone sus cartas sobre la mesa y asume una actitud de coraje intelectual” (Letras del continente mestizo, 1967).  Tanto es así en el caso de Mario Vargas Llosa que después de habernos obsequiado estudios coherentes como García Márquez: historia de un deicidio, La orgía perpetua: Falubert y Madame Bovary y Carta de batalla por Tirant lo Blanc nos sorprende ahora con esta compilación de artículos periodísticos publicables por El País entre los años 1992 y 2000.

Vargas Llosa sabe ponerse en el ojo de la tormenta.  Colección igualmente heterogénea en cuanto al origen de sus páginas El lenguaje de la pasión conforma una vertiente de escritos donde se estudia en profundidad la historia y la teoría de la comunicación, el arte y la economía, la literatura y el pensamiento político.  Tomando debida cuenta de ello, valdría la pena inventariar ahora sus notas dedicadas a la desaparición del escritor como padre de una obra inmortal; la reclusión de Nelson Mandela en Roben Island durante casi tres décadas; la ventana por la que Shakespeare contempla al mundo tras crear El mercader de Venecia; la auténtica personalidad rastafari de Bob Marley; un acercamiento erudito al legado de la Corín Tellado de Somerset, Inglaterra; la sarta de incoherencias, absurdos e idioteces de la postmodernidad y el enfoque deconstruccionista en crítica literaria; su complicidad como furibundo lector e Santa Evita; la literatura como arte predatorio en el match Paul Theroux versus V.S. Naipaul; el abanico de sensualidad, locura y miseria desplegado en los carnavales de Río de Janeiro; la noción de mexicanidad suscrita con puntos y comas en la prosa y poesía de Octavio Paz; la situación de las letras y el pensamiento de Francia; el estremecedor testimonio de la condición humana en los lienzos de Frida Kahlo; el choque Iglesia –Estado en Baviera por el fallo de un Tribunal Constitucional; los problemas de la inmigración cuando soplan los vientos del racismo y la xenofobia; la tragicomedia del balserito cubano Elián González, etc.

Que la literatura no da soluciones sino que plantea preguntas, lo sabemos; que en lugar de dar explicaciones las exige, también lo sabemos.  Y es que las grandes interrogantes humanas no claman por respuestas artísticas sino por una factura de la historia.  Sin aptitudes de profeta pero sabiendo  -pese a todo- que el destino de la humanidad no puede terminar en el pasado, que el pensamiento económico y político del hombre no puede naufragar en las turbias aguas de ideologías trasnochadas, Vargas Llosa aprovecha y nos propone temas como desembocaduras en la modernidad para constatar si, de golpe, nos atrevemos a ser contemporáneos de nosotros mismos.  Como un tanto ligera, frívola y hasta superficial podrían catalogar nuestra actitud quienes disienten de sus pareceres, pero ¡qué importa nadar contra la corriente si ello implica asumir valores en los que también creemos! Thoreau resultaría más elocuente a estas alturas de la reseña.  Solía decir: “Una persona que tiene razón contra las demás constituye ya una mayoría de un voto”.  He aquí el voto de un ensayista estimulante que plantado frente al mundo apocalíptico que nos tocara vivir cataliza sus aplausos y censura para argumentar sobre la variedad de posturas y estrategias que dignifican al ser humano en lo concerniente a libertad política, creación artística y derechos civiles.  El lenguaje de la pasión resume pues a cabalidad lo que prescindiendo de tanta palabrería muchos no logramos esbozar con claridad cuando encaramos a la vida con nuestras preguntas más difíciles.