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Letras

versión impresa ISSN 0459-1283

Letras vol.55 no.88 Caracas jun. 2013

 

Como una novela. Daniel Pennac (2011) (Trad. Joaquin Jordá) Barcelona: Editorial Anagrama. 171 páginas

Ali E. Rondón

Quizás uno de los mejores pasajes que le aguardan en este librito –que ya ha ido a la imprenta 15 veces entre abril 1993 y septiembre 2011-sea aquel donde el narrador se confunde con su personaje encuestado. Él pregunta, ella va respondiendo en voz alta sobre las glorias de la lectura y como por arte de magia se incorporan al texto otras voces. Él es todo oídos y así nos lo hace saber; ella, un punto de llegada y de partida.

"La escucho…, la escucho, y me parece oir a Dylan Thomas, borracho como la desesperación, leyendo sus poemas con voz catedralicia… La escucho y me parece ver al viejo Dickens, muy cerca de la muerte, subir al escenario… silencioso hasta el punto en que se oye abrir el libro… Oliver Twist…, la muerte de Nancy…, Nos leerá la muerte de Nancy!... la escucho y oigo a Kafka riéndose hasta llorar al leer La metamorfosis a Max Brod, que no está seguro de seguirle…, y veo a la pequeña Mary Shelley ofrecer grandes fragmentos de su Frankenstein a Percy y a los compañeros hechizados.

Y Dostoievski, que no se contentaba con leer en voz alta, sino que escribía en voz alta… Dostoievski, sin aliento, después de haber aullado su requisitoria contra Raskolnikov (o Dimitri Karamazov, ya no sé)… Dostoievski preguntando a Anna Grigorievna, la esposa estenógrafa: "¿Qué? ¿Cuál es tu opinión? ¿Eh? ¿Eh?"

ANNA: ¡Culpable!

Y el mismo Dostoievski, después de haberle dictado el alegato de la defensa…: "¿Qué? ¿Qué?"

ANNA: ¡Inocente!

Si… (p. 166)

En segundo lugar colocaría EL COMO SE LEERÁ (o los derechos inalienables del lector), o sea:

1. El derecho a no leer

2. El derecho a saltarse las páginas

3. El derecho a no terminar un libro

4. El derecho a releer

5. El derecho a leer cualquier cosa

6. El derecho al bovarismo (enfermedad de transmisión textual)

7. El derecho a leer en cualquier lugar

8. El derecho a hojear

9. El derecho a leer en voz alta

10. El derecho a callarnos

Ya sé que suena a texto constitucional, a jerga criminalista, pero en realidad se trata de una declaración de principios muy saludable para el lector, esa especie en vías de extinción que paradójicamente ha convertido al metro en las mayores y más concurridas salas de lecturas del mundo.

Como una novela es un ensayo lucido que nos acompaña desde mucho antes que Pat (Bradley Cooper) irrumpiera en la alcoba de sus padres en plena madrugada molesto por el final que Hemingway le diera al romance entre Catherine y el teniente Frederick Henry en Adiós a las armas. De hecho, esa misma cólera del bipolar que encontrará el amor en brazos de la ninfómana Tiffany (Jennifer Lawrence) es la reserva moral con que se defiende M (JudiDench) en Skyfallpara sobrevivir a una interpelación en el Ministerio de Justicia. La jefa del MI6, servicio de inteligencia del Reino Unido, cita como colofón de su testimonio versos de Ulisesde Lord Alfred Tennyson.

"¡Vengan, amigos míos!

No es demasiado tarde para buscar un nuevo mundo,

Pues me propongo

Navegar más allá de la aurora.

Y aunque ya no tengamos ese ímpetu

Que ayer moviera los cielos y la tierra,

Seguimos siendo lo que somos:

La misma cólera de corazones heroicos

Magullada por los años y la fé,

Pero fuerte y dispuesta a dar la pelea, a buscar, a decidir

Antes que rendirse".

Lloveré sobre mojado, pero en esa declaración de la jefa de James Bond no solo se está preservando la memoria popular de un país y su poesía. Se entrega a los lectores de Ian Fleming y los admiradores de 007 la arenga donde la sociedad contemporánea deja bien claro su intención de no bajar la guardia ante el terrorismo internacional, los hackers y resentidos sociales. Curiosamente, esos versos ya habían sido esgrimidos por el adolescente Neil Perry (Robert Sean Leonard) en los años cincuenta cuando él y sus compinches se reunían a escondidas para leer obras execradas en la Academia Welton (La sociedad de los poetas muertos). La pandilla valoraba así la pedagogía del profesor John Keating (Robin Williams), un alucinado de las Humanidades que dentro y fuera del aula subrayaba el papel de la literatura como herramienta para conocer el mundo. Allí radica la trascendencia, la auténtica satisfacción por aprender de la letra impresa lo que tantos otros ojos observan y acabarán escuchando.

En palabras del propio Daniel PennacComo una novela nos habla del arrobamiento que alguna vez sentimos frente a amigos tutelares como Shakespeare, Cervantes, Balzac, Conrad, Tolstoi, Flaubert, Borges, Amado y García Marquez para abreviar un larguísimo etcétera. Algo que en los Andes venezolanos intuyen los lectores a futuro del abuelo Francisco (Miguel Ángel Landa) en la cinta El manzano azul, me atrevería a añadir. Lo demás averígüelo usted. Asómese a las páginas de Como una novela y protagonice su aventura inolvidable.