Revista de La Facultad de Medicina, Volumen 24 Número 2, 2001 (135-139)

El alcohol es una droga lícita y su consumo es aceptado socialmente en mayores de edad; sin embargo, llama la atención la cantidad de adolescentes que consumen alcohol. Este trabajo busca determinar la incidencia del consumo de alcohol y su relación con las relaciones sexuales en adolescentes del sexo femenino. Se trata de un estudio analítico y descriptivo, realizado a través de encuestas practicadas a 331 estudiantes de sexo femenino. El 66,77% de las adolescentes tenía entre 15 y 16 años; el 82,18% de ellas consume alcohol; con inicio precoz (edad media: 12,83 años); el 15,44% tiene problemas por el consumo; el 43,50% refiere tener pareja, de ellas 23 tienen relaciones sexuales después de consumir. Conclusión: El consumo de alcohol en las adolescentes es alto, y el inicio precoz de las relaciones sexuales parece estar relacionado al consumo de alcohol.

Palabras Clave: Adolescentes, Alcohol, Relaciones sexuales.

The alcohol is a licit drug and its consumption is accepted socially in adults; however, it is notorius the amount of adolescents who are active alcohol consumers. This paper tries to determine the incidence of alcohol consumption and its relationship with sexual behavior in adolescents of feminine sex. It is an analytic and descriptive study, carried out through surveys answered by 331 students of feminine sex. The 66, 77% of the adolescents had between 15 and 16 years; 82,18% of them consumes alcohol; with precocious beginning (medium age: 12,83 years); 15,44% has problems caused by the consumption; 43,50% refers to have a partner, 23 of them have sexual relations after consuming. Conclusion: The consumption of alcohol in the adolescents is high, and the precocious beginning of the sexual relations seems to be related to the alcohol consumption.

Key Words: Adolescents, Alcohol, Sexual relations.

La OMS define la adolescencia como el período de la vida en el cual el individuo adquiere la capacidad de reproducirse, transita de los patrones psicológicos de la niñez a la adultez y consolida su independencia económica. Se extiende entre los 10 y los 21 años, y se ha dividido en tres etapas(1):

El alcohol es una droga que a pesar de producir dependencia física y psíquica es lícita(2,3). El consumo de alcohol es aceptado legalmente sólo en mayores de edad, pero uno de los grupos que más lo ingiere y abusa de él es el de 11 a 19 años, en quienes su compra y tenencia es ilegal(4,5).

En Venezuela, según datos del Proyecto Venezuela, el 44% de los adolescentes de 13 a 16 años y el 61% de 17 a 20 años consumen alcohol. Así también, se observa que el mayor consumo en los adolescentes de 13 a 17 años, es en los estratos sociales IV y V(6).

Es de esperar un consumo elevado de alcohol en nuestro país, ya que el 39% de la población venezolana tiene edades comprendidas entre los 12 y 25 años. El consumo de alcohol por los adolescentes surge como una opción adaptativa, no adecuada, para enfrentar ciertas situaciones normales que todo adolescente debe vivir, como son los cambios de relaciones con sus padres, amigos y su medio social. Tanto la familia como la sociedad pueden influir en la edad de comienzo y frecuencia de su ingesta(7,8,9,10,11,12).

En un trabajo realizado en la ciudad de Caracas en octubre de 1995 se encontró que a los 16 años el 90% de los adolescentes ha consumido alcohol, el 48% se ha embriagado alguna vez, y el 7,2% abusa del alcohol y/o está en riesgo de alcoholismo(13).

El objetivo del presente trabajo es determinar la incidencia del consumo de alcohol en adolescentes del sexo femenino y la relación entre consumo de alcohol y relaciones sexuales en adolescentes del sexo femenino.

Se realizó un estudio de tipo analítico y descriptivo, a través de encuestas realizadas en el período Febrero a Junio de 1999, a un grupo de 331 adolescentes de sexo femenino, escogidos al azar, cursantes de tercer y cuarto año de educación secundaria de 5 liceos del área metropolitana, 3 privados y 2 públicos.

La encuesta fue anónima y constó de 26 items. En ella se investigó acerca de la condición socioeconómica mediante el GRAFFAR modificado, del consumo de alcohol y relación con actividad sexual, cigarrillo y drogas.

Desde el punto de vista estadístico, este estudio fue descriptivo. Los resultados se presentan en cuadros y gráficos. Para el análisis estadístico se utilizó la media aritmética y la desviación estándar al resumir las variables cuantitativas, y los porcentajes para las cualitativas.

Del total de adolescentes encuestados, 100 (30,21%) estudiaban en liceos privados y 231 (69,79%) en liceos públicos. Al evaluar el año escolar, 203 adolescentes estaban en noveno grado (61,33%) y 128 en décimo grado (38,67%).

La edad de las adolescentes estuvo comprendida entre 13 y 19 años, con una media de 15,40 y una moda de 15 años. Doscientas veintiún estudiantes (66,77%) tenían entre 15 y 16 años; 66 (19,94%) entre 13 y 14 años; 43 (12,99%) entre 17 y 18 años; y 1 (0,3%) tenían más de 18 años.

Al evaluar la condición socioeconómica se encontró que ningún adolescente perteneció a GRAFFAR I o V. El 45,62% perteneció al estrato III (clase media baja), el 26,59% al nivel II (clase media alta) y el 25,68% al IV (clase obrera); en 7 casos no fue posible determinar el GRAFFAR, ya que no respondieron algunas preguntas.

Al asociar el GRAFFAR con el tipo de liceo, se encontró que los adolescentes con GRAFFAR III fueron los que predominaron en ambos tipos de liceos; sin embargo, los jóvenes de clase media alta predominaron en los liceos privados (33% vs 23,81%), mientras que los jóvenes de estrato IV en los liceos públicos (31,60% vs 12%).

De las 331 adolescentes 144 refirieron tener pareja (43,50%) y 187 lo negaron (56,50%). De las que tenían novio, el 15,28% (22 jóvenes) afirmó tener relaciones sexuales con su pareja y 2 no contestaron la pregunta.

Al evaluar el consumo del alcohol se encontró que 272 (82,18%) ingieren bebidas alcohólicas y 59 no (17,82%)

Con respecto a la edad de inicio del consumo de alcohol se encontró que 41 (12,39%) adolescentes afirmaron no haber consumido nunca y 18 (5,43%) afirmaron no recordar la edad exacta. De los que contestaron, la edad estuvo comprendida entre 5 y 17 años, con una media de 12,83 y una moda de 15 años. El 45,32% consumió por primera vez entre los 14 y los 16; el 37,98% entre los 11 y los 13 años y el 11,24% entre los 8 y los 10 años; apreciándose que el 77,34% de los entrevistados ya ha consumido a los 16 años.

Del total de 272 adolescentes que consumen alcohol, el 34,3% consume en la casa de los amigos, el 30,5% en el hogar, el 6,1% en el liceo y el resto en otros sitios. Al evaluar con quien consumen alcohol, el 53,3% consume con los amigos, el 38,2% con los familiares, el 7,4% con la pareja y el 1,1% consume sólo.

Al evaluar la motivación de las jóvenes para tomar alcohol se encontró que el 74,26% de ellas toman por placer; el 5,15% por problemas familiares; el 6,99% por problemas con su pareja; el 4,78% para reducir tensión y ansiedad; el 4,78% por insistencia de los amigos; el 2,94% por parecerse y ser aceptado por los amigos, y el 1,10% por problemas con los amigos (Gráfico 1).

Con respecto al tipo de licor consumido, 129 (47,43%) de las adolescentes toman bebidas fermentadas, siendo la cerveza y el vino las bebidas más populares; 25 (9,19%) beben bebidas destiladas, siendo la ginebra, el ron y el anís las más populares; y 118 jóvenes (43,38%) consumen ambos tipos de bebidas, incluyendo cócteles (Gráfico 2).

Al estudiar la frecuencia de consumo de alcohol, se encontró que 209 (76,84%) de las adolescentes toman sólo en fiestas; 47 (17,28%) beben los fines de semana; 7 (2,57%) lo hacen más de 1 vez por semana; 5 (1,35%) lo hacen una vez por semana y sólo 2 (0,74%) toman alcohol una vez al día, 2 jóvenes no respondieron (Gráfico 3).

Al evaluar la cantidad de alcohol ingerido, 169 (62,13%) toman de 1 a 3 tragos, 94 (34,56%) más de 3 y sólo 8 (2,94%) consumen hasta emborracharse, una joven no contestó.

De las 290 jóvenes que han consumido alcohol alguna vez, el 37,59%(109) se ha emborrachado por lo menos una vez. Con relación a la edad en que se emborracharon por primera vez, el 7,4% no la recordó. De los que precisaron la edad, ésta estuvo comprendida entre 8 y 17 años, con una media de 13,7 y una moda de 14 años. El 60% (60 adolescentes) estuvo entre los 14 y los 16 años y el 27%(27) entre los 11 y los 13 años.

En relación a los problemas ocasionados por ingerir alcohol, 42 (15,44%) adolescentes contestaron tener problemas por culpa de la bebida, de éstos el 62,86% ha tenido problemas con los familiares; el 22,86% con amigos; el 8,57% con desconocidos; y el 5,71% con la policía. Al evaluar el tipo de problema, el 59,62% de las jóvenes tuvo peleas y el 28,85% refirieron disminución de su rendimiento escolar.

Con respecto a conductas de riesgo, el 42,28%(115) de los adolescentes ingiere alcohol cuando va a la playa o piscina, el 6,99%(19) conduce vehículos después de tomar y el 8,46%(23) afirmó tener relaciones sexuales después de beber.

De las 26 adolescentes que tienen relaciones sexuales, el 88,46%(23) de ellas consume alcohol y tienen relaciones después de beber; de éstas, el 91,30% refirieron consumir más de tres tragos o beber hasta emborracharse. Por otro lado, el 69,57% las tiene algunas veces y el 30,43% de ellas siempre que consumen (Tabla 1).

Al relacionar consumo de alcohol con relaciones sexuales se encontró que el 62,50% de las que beben hasta emborracharse tiene relaciones sexuales, el 17,02% de las que toman más de tres tragos y sólo el 1,18% de las que toman entre 1 y 3 tragos (Tabla 2).

Sólo 37 (11,18%) jóvenes de las 331 entrevistadas afirmaron fumar y sólo 4 (1,21%) manifestaron consumir algún tipo de droga.

Al asociar el consumo de alcohol con el consumo de otras drogas se evidenció que todos los adolescentes que consumían otras drogas consumían alcohol. Por otro lado, al relacionar esta variable con los hábitos tabáquicos se constató que de 37 adolescentes que contestaron que fuman el 94,59% consume alcohol y sólo el 5,41% no.

En nuestro trabajo encontramos una alta incidencia de consumo de alcohol entre las adolescentes encuestadas (82,18%), especialmente relacionado con fiestas; ya que el 43,8% de ellas ingirió alcohol por primera vez en una fiesta y el 76,84% consume sólo en fiestas. Es de suponer que ellos consumen alcohol porque consideran que es placentero, ya que al consumirlo experimentan alegría, dejan la timidez y olvidan los problemas; y socialmente también se estimula el consumo durante las fiestas.

Entre las conductas de riesgo observamos el consumo de alcohol en la playa o piscina, el conducir después de tomar y el tener relaciones sexuales después de beber alcohol. La incidencia de relaciones sexuales fue de 7,85%, de las cuales el 88,46% consumen alcohol. Por otro lado, se observó una tendencia al incremento de jóvenes que refieren relaciones sexuales a medida que aumentaba el consumo de alcohol.

Es interesante que en nuestro trabajo no contamos con adolescentes del estrato V, posiblemente porque la mayoría de estos jóvenes no concluyen la primaria o porque no fueron sinceros al responder las preguntas sobre nivel socioeconómico. A diferencia de los datos obtenidos del Proyecto Venezuela(6) no evidenciamos ni mayor consumo de alcohol ni mayores problemas atribuidos a su consumo en el estrato IV, a pesar de que la mayoría de los adolescentes que se consideraron bebedores exagerados se encontraron en esta clase social.

A diferencia del consumo de alcohol, el consumo de cigarrillo fue bajo (11,18%), posiblemente porque el cigarrillo es menos aceptado y a que hay mayor información sobre los peligros de su consumo. Por otro lado, el consumo de drogas fue aún más bajo (1,21%). Estos hallazgos son similares a los reportados por otros autores(1,13). De acuerdo con la literatura revisada el consumir alcohol aumenta las posibilidades de caer en el abuso de otras drogas, lo cual coincide con nuestros datos(1,13).

El consumo de alcohol en la población estudiada es alto (82,18%) a pesar de ser la mayoría adolescentes menores de 17 años, independientemente del GRAFFAR o tipo de liceo.

La edad de inicio de consumo de alcohol es precoz, siendo motivado por la curiosidad al ver a la sociedad que lo rodea ingerirlo sin temor como parte de una celebración o intercambio social, ya que la mayoría de los padres beben.

A pesar de que el cigarrillo también es una droga lícita, la incidencia del hábito tabáquico fue baja en nuestra población.

Se evidencia la precocidad de las relaciones sexuales, lo cual aunado al hecho de hacerlo después de consumir alcohol, conduce al alarmante incremento del riesgo de embarazo en adolescentes y a la transmisión de enfermedades venéreas como la infección por virus del papiloma humano, el VIH, sífilis, Clamidia y gonorrea.