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Revista del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel

versión impresa ISSN 0798-0477

INHRR v.34 n.2 Caracas  2003

 

MISIÓN: MARTE

El 27 de agosto del pasado año, a las 11 h 51, el planeta Marte logra colocarse a la más corta distancia respecto a la Tierra (55.757.930 Km) y en oposición al Sol, un punto jamás alcanzado desde hace unos 70 millones de años. Miles de telescopios dirigieron sus objetivos al planeta. La visión nocturna del planeta rojo fue sencillamente espectacular sobre la constelación de Aquarius, exhibiendo su casquete polar sur hacia la Tierra y contrastando con las zonas oscuras del Mare Serpentis, Syrtis Major, Mare Tyrrhenum, Mare Cimmerium, Mare Sirenum, o el Mare Erythraeum. Con un buen telescopio se pudo distinguir las lunas marcianas: Phobos (magnitud: 10.3) y Deimos (magnitud: 11.4).

Marte ha fascinado siempre la mirada del ser humano. Así, Percival Lowel, quien pasa a la historia de la astronomía por sus aportes respecto a la naturaleza y evolución de los planetas, su deducción de la expansión del universo y su célebre descubrimiento, el planeta Plutón, cae hipnotizado bajo el influjo del planeta rojo. Dicha fascinación se tradujo en un mapa sospechosamente detallado de la superficie marciana utilizando su soberbio telescopio refractor de 24 pulgadas. Percival logró caracterizar los canalli (una verdadera maraña de ranuras y/o estrías dibujadas en la superficie del planeta rojo) detectados por Giovanni Schiaparelli en 1877, en una de esas aproximaciones excepcionales del planeta Marte a la Tierra. Para Lowel, los canalli eran el producto de una inteligencia marciana y dedicó su vida a demostrar esta aseveración. El mito de un planeta Marte habitado es parte ya del colectivo humano. Sin embargo, desde el envío de las sondas norteamericanas Mariner 4 (1964), Mariner 9 (1971/72) y el aterrizaje de los dos laboratorios automatizados (1976) Viking 1 y 2, y más recientemente el robot Mars Pathfinder (1997), Marte se convirtió en el planeta mejor conocido después de la Tierra, pero sin rastro de vida inteligente. Veintisiete años después, el planeta rojo volvió a los titulares de la prensa científica, pues a finales del 2003 y principios del 2004 recibió la visita de tres sondas que fueron lanzadas entre mayo y julio del pasado año: Spirit (USA), Opportunity (USA) y Beagle-2 (sonda europea). La misión: mejorar el conocimiento que tenemos sobre los procesos dinámicos que modelan la geología y la atmósfera del planeta y detectar evidencia química de vida (pasada o presente) sobre el planeta. Seis meses durará aproximadamente el recorrido. Las distintas sondas se posarán en diferentes zonas del planeta: Isidis Planitia (con 2 – 4 % de agua contenida en el subsuelo) para el Beagle-2; Terra Meridiani (con 8 – 16 % de agua contenida en el subsuelo y rica en hematita [mineral típicamente formado en asociación con agua]) para Opportunity y el cráter Gusev (cráter de impacto donde un lago pudo haberse formado) para Spirit. Ahora sólo nos queda esperar las buenas nuevas que estas sondas nos portarán.

Carlos Aponte

1. Sagan, C. Cosmos, 1980. Edt. Planeta, pp. 106-135; Albee, A (2003). The unearthly landscapes of Mars. Scient. Amer. 13(3): 34-43 http://marsrovers.ipl.nasa.gov/home/index.html