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Revista del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel

versión impresa ISSN 0798-0477

INHRR v.35 n.2 Caracas jul. 2004

 

Productos de la colmena recolectados y procesados por las abejas: Miel, polen y propóleos

Patricia Vit*

Apiterapia y Bioactividad, Departamento Ciencia de los Alimentos, Facultad de Farmacia y Bioanálisis, Universidad de Los Andes, Mérida

5101. Tlf. 0274-2403565, Fax 0274-2403475, e-mail vit@ula.ve,

RESUMEN

Las abejas procesan diversos materiales recolectados de la naturaleza para producir miel a partir del néctar y la mielada, polen apícola con el polen de los estambres florales y propóleos con las resinas vegetales. En esta revisión se presentan las funciones de la miel, el polen y el propóleos en la colmena, sus definiciones, composición, usos, forma de recolección por el apicultor, y los requisitos de calidad. Se discute la utilidad de las normas de miel de abejas, y se contrasta con la ausencia de normas para polen y propóleos en Venezuela. Finalmente, se opina sobre la higiene de estos productos de la colmena.

Palabras clave: abejas, colmena, miel, polen, propóleos, requisitos de calidad

ABSTRACT

Bees process a number of materials collected from nature to produce honey from nectar and honeydew, bee pollen from floral pollen, and propolis from plant resins. In this review, are presented the functions of honey, pollen and propolis in the hive, their definitions, composition, harvesting by beekeepers, and quality standards. A discussion of honey regulations is contrasted with the absence of pollen and propolis regulations in Venezuela. Finally, a concern on the hygiene of these bee products is given.

Key words: bees, quality, beehive, honey, pollen, propolis, quality standards

INTRODUCCIÓN

Las abejas son insectos himenópteros que construyen panales en cavidades o al aire libre. La subfamilia Apinae agrupa las abejas del género Apis. En Asia existen especies como la gran Apis dorsata y la pequeña Apis florea, las cuales construyen panales colgados de las ramas de los árboles (1). Algunas abejas utilizan panales de cera para la cría y para almacenar sus reservas, mientras que otras construyen además estructuras mixtas de cerumen conocidas como óvulos y botijas (2,3). La abeja Apis mellifera, la más utilizada en la apicultura comercial, construye panales para la cría, para la miel y para el pan de abejas. Otras abejas, como las abejas sin aguijón, de la subfamilia Meliponinae, suelen construir botijas para las reservas y panales para la cría, aunque algunas especies colocan la cría en una malla tridimensional con óvulos. Estas abejas viven en cavidades, conocidas como colmenas. Las colmenas pueden ser artificiales si son construídas por el hombre, o naturales en el caso de agujeros formados en los troncos, en el suelo o en las rocas.

La colmena artificial se conoce como colmena racional cuando tiene medidas optimizadas para aumentar productividad de la industria apícola (4). La madera es el material preferido para construir la colmena racional, la cual consta de partes diseñadas para facilitar la cría, el control, el transporte y la cosecha de los productos recolectados o secretados por las abejas. La ranura o el orifico de entrada y salida de las abejas, se conoce como piquera. Generalmente la cámara de cría está separada de las alzas o la cámara de reservas. Hay un piso y un techo, y puede haber tapas intermedias conocidas como entretecho. En la apicultura racional, se induce la utilización de un marco de madera con cera estampada, sostenida por finos alambres, la cual será estirada por las abejas siguiendo el molde hexagonal, rellenada con néctar hasta su transformación en miel madura, la cual se almacenará protegida por un opérculo, y que luego podrá ser centrifugada. En la apicultura tradicional, se recurre al prensado para extraer la miel.

La familia de abejas que ocupa la colmena, se conoce como colonia. Su tamaño varía dependiendo de las especie. Una colonia fuerte de A. mellifera puede reunir más de 100.000 abejas pero una colonia de abejas sin aguijón no pasará de 5000 abejas. La colonia de abejas está formada por diferentes castas de abejas, conocidas como obreras, zánganos y reina. Las abejas obreras son las abejas pecoreadoras que recolectan el néctar floral y extrafloral, el polen de los estambres florales y las resinas vegetales. Además, las abejas obreras tienen funciones adentro de la colmena; según su edad, se ocuparán de nutrir a la cría, construir panales, ventilar la colmena, procesar miel, polen, propóleos, defender la colonia desde el interior y las inmediaciones de la colmena, hasta donde sea necesario perseguir el enemigo. Los zánganos se crían para proveer gametos masculinos necesarios en el vuelo nupcial donde es fecundada la reina, estos gametos son acumulados en repetidas cópulas y se conservan en la espermateca de la reina a lo largo de su vida. La reina no puede alimentarse a sí misma y tiene una corte de abejas que cuida de ella, porque su función es poner huevos. Luego de su vuelo nupcial, la reina volverá a volar sólo si la colonia enjambrará para cambiar colmena.

En esta revisión se agrupan los tres productos de la colmena procesados a partir de materiales recolectados en la naturaleza, como el néctar y la mielada, el polen de las flores y las resinas vegetales, para producir, miel de abejas, polen apícola y propóleos, respectivamente. A diferencia de las secreciones glandulares de las abejas, estos productos conservan indicadores de su origen botánico, los cuales pueden ser estudiados en su sedimento que contiene polen (5,6,7).

En Venezuela, se elaboraron las normas de calidad de miel de abejas COVENIN 2136-84 (8) y COVENIN 2191-84 (9) en el año 1984, las cuales entraron en etapa de revisión este año (Marzo 2005), proceso coordinado por el CT 10, Comisión Técnica de Alimentos en Fondonorma, con la participación de las autoridades sanitarias y de producción, las universidades y los apicultores. Si bien el polen apícola y el propóleos también se comercializan en Venezuela, estos productos de la colmena aún no están normados; por este motivo, se utilizarán los reglamentos técnicos de Brasil como referencia para los criterios de calidad de polen apícola y propóleos (10).

Por ser productos naturales, la miel, el polen y el propóleos contienen numerosos componentes de naturaleza diversa, cuyo estudio es complejo; sin embargo, se han seleccionado indicadores para estudiar su calidad. A continuación, se definen y se describen las composiciones de la miel de abejas, del polen apícola y del propóleos, junto con sus usos, y los principios activos a los cuales se les atribuyen sus propiedades medicinales.

MIEL DE ABEJAS

Este es el producto de la colmena más consumido y más estudiado, y el único que tiene normas en Venezuela para orientar su control de calidad (8, 9). Es oportuno observar el proceso de mejoramiento de las definiciones, y la dificultad para referirse a un producto natural designado con el nombre genérico de miel de abejas, pero que podría ser tan variado como el número de flores productoras de néctar, de mieladas y de abejas existentes en el planeta. La composición de la miel de abejas producida en el país ha sido estudiada en la Universidad Central de Venezuela UCV, en el trabajo pionero de la Prof. Trina Vargas (11), la Universidad de Los Andes ULA (12), la Universidad Nacional Experimental del Táchira UNET (13), el Instituto Nacional de Higiene "Rafael Rangel" (14), la Universidad de Oriente UDO (15), la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales "Ezequiel Zamora" UNELLEZ (16) y la Universidad el Zulia LUZ (17); sin embargo, estas iniciativas no han merecido la atención de las autoridades científicas para promover una Agenda Apícola nacional, a fin de integrar el conocimiento recabado de las diferentes regiones fitogeográficas donde se asienta la flora apícola venezolana (18). Conociendo la estrecha relación de la composición de la miel de abejas, con su origen botánico, puede entenderse que mientras no exista un programa nacional para caracterizar este producto de la colmena, los esfuerzos individuales y puntuales en el tiempo, carecerán de la cobertura, intensidad y continuidad de muestreo necesarios para conocer las bondades y las limitaciones de la miel venezolana. Así como se pueden predecir extraordinarias propiedades curativas de algunas mieles monoflorales, también se requiere identificar el origen botánico de las mieles tóxicas ya reportadas en nuestro territorio (19).

Funciones de la miel de abejas en la colmena

En los tratados de apicultura y meliponicultura (1, 3, 4), la miel es una fuente energética para las abejas. Se utiliza para almacenar reservas alimenticias y forma parte de mezclas con polen y jalea real, utilizadas para alimentar a la cría.

Definiciones de la miel de abejas

Las abejas recogen néctar de las flores (ver Figura 1) otras sustancias azucaradas disponibles en el ambiente, las cuales transportan en su saco de miel hasta la colmena, donde continúan un proceso hasta obtener miel.

La Comisión del Codex Alimentarius CAC/RS 12- 1969 (20) crea una directriz para los estándares de calidad recomendados para miel de abejas, definida como la sustancia dulce producida por las abejas obreras a partir del néctar de las flores o exudaciones de otras partes vivas de las flores, o presentes en ellas, que dichas abejas recogen, transforman y combinan con sustancias específicas y almacenan después en panales".

En la norma venezolana COVENIN 2191-84 (8,9), la miel de abejas se define como "la sustancia dulce, sin fermentar, producida por abejas obreras (principalmente Apis mellifica), a partir del néctar de las flores o de exudación de otras partes vivas de plantas, que las abejas recogen, transforman y combinan con sustancias específicas, almacenan y maduran en panales". Básicamente es la definión del Codex Alimentarius, con la especie de abeja utilizada; sin embargo, a continuación se expande al indicar que "La miel no deberá, durante su procesamiento, transporte y expendio, absorber ningún sabor, aroma o color objetables de materias extrañas, ni contener toxinas naturales de plantas en cantidades que puedan constituir un peligro para la salud". Obviamente, hace más de veinte años, se consideró la orientación sobre higiene de la miel de abejas indisoluble de su definición, aunque se repitiera parcialmente en la sección de requisitos.

En 1981 se inicia una etapa de revisión de la norma de miel de abejas del Codex Alimentarius, el cual se conoce como Codex Stan 12-1981 y produjo dos documentos para la 1ª Revisión del año 1987 (21) y para la 2ª Revisión del año 2001 (22), referidos a los estándares del Codex para miel de abejas. En estos documentos, la definición de la miel de abejas se modifica así "la sustancia dulce producida por las abejas a partir del néctar de las flores o de secreciones de partes vivas de las plantas, o de excreciones de insectos succionadores de plantas sobre partes vivas de las plantas, las cuales son recolectadas, transformadas y combinadas con sustancias específicas de las abejas, almacenadas, y dejadas en el panal hasta su maduración", (21) y "la sustancia dulce producida por las abejas a partir del néctar de las flores o de secreciones de partes vivas de las plantas, o de excreciones de insectos succionadores de plantas sobre partes vivas de las plantas, las cuales son recolectadas, transformadas mediante la combinación con sustancias específicas de las abejas, depositadas, deshidratadas, almacenadas, y dejadas en el panal hasta su maduración" (22). Puede observarse la ligera variación al final de la definición, donde se incluye la deposición y la deshidratación. Este proceso en la búsqueda de expresiones completas y detalladas para simplemente definir un producto milenario, puede indicar la rigurosidad de las comisiones que participan en las discusiones de la norma de miel de abejas. En referencia a la definición en la norma de 1964 (20), puede observarse que se mantiene la importancia de los insectos succionadores, cuyas excreciones azucaradas son utilizadas por las abejas para producir miel de mielada en lugar de miel de néctar, pero se elimina la expresión de abeja obrera.

Descripción de la miel de abejas

La descripción de la miel se propone para completar la definición de las normas, pero parece hasta más difícil de alcanzar una propuesta sin omisiones de composición. Cuando se comparan las descripciones de la 1ª y de la 2ª revisión (21,22), donde "La miel consiste esencialmente en diferentes azúcares, predominantemente fructosa y glucosa. El color de la miel varía desde casi incoloro hasta marrón oscuro. La consistencia puede ser fluída, viscosa, parcial o totalmente cristalizada. El sabor y el aroma varía, pero se deriva de las plantas originales" (21) y "La miel consiste esencialmente en diferentes azúcares, predominantemente fructosa y glucosa, así como de otras sustancias como ácidos orgánicos, enzimas y partículas sólidas derivadas de la recolección de la miel. El color de la miel varía desde casi incoloro hasta marrón oscuro. La consistencia puede ser fluída, viscosa, parcial o totalmente cristalizada. El sabor y el aroma varía, pero se deriva de las plantas originales" (22), puede observarse que en la 2ª revisión se incluyó la contribución de los ácidos orgánicos, las enzimas y las partículas sólidas; sin embargo, es incorrecta cuando dice "derivadas de la recolección de la miel", porque a menos que se trate de robo a otra colmena, las abejas no recolectan miel sino néctar o mielada, a partir de los cuales obtienen miel. Aún más grave es la omisión del agua en la descripción de ambas revisiones, puesto que el agua es el segundo componente mayoritario de la miel de abejas, después de los azúcares. No obstante, lejos de seguir indicando imprecisiones, lo que deseo resaltar es la dificultad en definir y describir este producto dulce, de aparente sencillez pero gran complejidad, ofrecido por la naturaleza. Agua de lluvia, agua de suelo, agua de savia, agua de néctar, agua de miel, son todas H2O, pero hasta el agua en la miel de abejas se simplifica drásticamente como si lo más importante fuese su deshidratación. Y si tuviera disponibilidad de los recursos y de la tecnología, desearía poder estudiar las propiedades biológicas del agua contenida en la miel de abejas.

Además de los diferentes néctares, según el tipo de plantas visitadas, y de las diferentes mieladas, según el tipo de áfido que producen excreciones de las plantas succionadas, también se aumenta el grado de complejidad por el tipo de abeja que recolecta los diferentes néctares o las diferentes mieladas. Estos factores de variación, junto con el origen geográfico y topográfico donde crecen las plantas, ofrecen un escenario de la simplificación forzada a la cual ha sido sometida la miel de abejas, en su proceso de normalización. Por ejemplo, ni siquiera en su sabor todas las mieles son dulces, porque hay mieles muy amargas como la del Arbutus unedo o muy ácidas como las de ciertas especies de abejas sin aguijón como Plebeia spp.

Recolección de la miel de abejas por el apicultor

La miel de abejas puede recolectarse por prensado de los panales y las botijas donde es almacenada por las abejas, o por centrifugación de los panales desoperculados con cuchillos. También puede decantarse permitiendo que escurra de los panales o las botijas. Estas formas de recolección se mencionan en las normas (21, 22).

Usos de la miel de abejas

Entre las aplicaciones medicinales de la miel de abejas, resaltan sus cualidades antigripales y bucofaríngeas en preparados con limón, leche, bebidas espirituosas, su acción cicatrizante, laxante, sedativa, antibiótica, antidiarréica, para tratar gastritis, úlceras y afecciones oftalmológicas (23). Estas propiedades son utilizadas en diferentes formas farmacéuticas a base de miel de abejas, como jarabes, infusiones, cataplasmas, cremas, geles, pastillas, etc. Recientemente, se revisaron los principios científicos que explican la bioactividad de la miel de abejas por sus propiedades antibacterianas, inmunomoduladoras, anti-inflamatorias, antioxidantes y estimulantes del crecimiento celular, junto con su inocuidad (24) como característica necesaria para seguir estudiando los beneficios de terapias a base de miel de abejas.

Requisitos recomendados para evaluar la calidad de miel de abejas

Según su presentación comercial, la miel de abejas se clasifica en cuatro tipos, líquida, en panal, en trozos y cristalizada o granulada, los cuales deben cumplir con los requisitos químicos sugeridos en los siete parámetros recomendados para su control de calidad, mostrados en la Tabla 1 de la norma venezolana (9), donde se indica la provisionalidad de los dos últimos requisitos hasta tener más investigaciones.

Los requisitos del Codex Alimentarius son más complicados que los requisitos de la norma venezolana COVENIN indicados en la Tabla 1, porque algunos de ellos dependen del origen botánico de las mieles. En este contexto, es apropiado resaltar que la miel de abejas, lejos de ser un producto homogéneo, es mucho más variado de lo que su estado viscoso o cristalizado pudiese aparentar. Así como las flores productoras de néctar, tienen similitudes y diferencias de tamaño, forma, color, aroma; el néctar producido por ellas también tiene una gran similitud de contener agua y azúcares, pero es diferente en sus metabolitos secundarios y minerales, y en su composición relativa. Por ello, hablar de una miel de girasol y de una miel de mango es tan diverso como comparar las flores de estas plantas. Hay características compartidas pero otras no se puede comprimir tan fácilmente en requisitos comunes. Por este motivo las normas europeas, son más específicas para algunas mieles monoflorales que han sido muy estudiadas para justificar requisitos diferentes.

En Venezuela, se propone incluir el origen botánico en la revisión de las normas de miel de abejas, a fin de mejorar la precisión en sus requisitos, pero quizás sea necesaria más investigación antes de aplicar este conocimiento. A propósito, también cabe resaltar que la Agenda Apícola no considerada en las carteras de investigación nacional, ha retrasado veinte años la producción científica de la apicultura venezolana, y no hay motivos para pensar que se pueda retrasar otros veinte años. Las mieles monoflorales venezolanas han sido identificadas en aislados trabajos académicos, escasamente publicados, pero que ameritaron la propuesta de etiquetas para resaltar esta característica de origen botánico, tan especial en este producto de la colmena (25)

POLEN APÍCOLA

Funciones del polen en la colmena

El polen recolectado por las abejas en las anteras de las flores, es transportado a la colmena y se deposita en los panales cerca de la cría, donde será utilizado para su alimentación. En comparación con la miel que es rica en carbohidratos, el polen es rico en proteínas.

Definición del polen apícola

El polen apícola es el resultado de compactar el polen de las flores con néctar y sustancias salivares de abejas obreras, en las corbículas de sus patas traseras (ver Figura 2), recolectado en la entrada de la colmena con trampas de polen (10).

Composición del polen apícola

Según su origen botánico el polen apícola varía de color y puede estar compuesto por 7.0 – 35.0% proteínas, 15.0 – 50.0% de azúcares, 7.0 – 10.0% de humedad, 5.0% de extracto etéreo y 3.0% de cenizas (1). Al igual que la miel de abejas, contiene componentes minoritarios como flavonoides, carotenoides, vitaminas, minerales, terpenos, aminoácidos libres, ácidos nucleicos, enzimas y factores de crecimiento (26).

Recolección del polen apícola por el apicultor

El polen apícola se recolecta con trampas que lo recogen antes de entrar a la colmena, o también se extrae con finas espátulas en las celdillas hexagonales de los panales, luego de haber sido mezclado con otros productos como néctar, miel, jalea real, y compactado en la forma conocida como pan de abejas.

Usos del polen apícola

El polen apícola es un producto controversial porque causa alergias a un grupo de personas, pero es utilizado para tratar alergias en otras. También se conoce como el "alimento completo" por el valor nutricional que le atribuyen los atletas (26). Se usa para tratar problemas de próstata, como suplemento nutricional e ingrediente de formas cosméticas.

Requisitos de calidad sugeridos para el polen apícola

Las propiedades organolépticas del color, sabor, aroma y aspecto, deben ser características según su origen floral. En la Tabla 2 se presentan los requisitos físicoquímicos del polen apícola según la norma brasilera (10).


Tomado de: Instrução Normativa nº 3, 2001 (10)

PROPÓLEOS

Funciones del propóleos en la colmena

El propóleos es el nombre asignado a las resinas que recogen las abejas con funciones tan diversas como barnizar las paredes de las cavidades que van a ocupar, tapar agujeros, construir, embalsamar grandes enemigos introducidos en la colmena, para evitar su putrefacción. Las abejas sin aguijón, también utilizan las resinas mezcladas con cera para producir cerumen, el cual es utilizado para construir las estructuras del nido y de la reserva.


Tomado de: http://www.breyer.ind.br (27) http://propolis-sana.com (28)

Definición del propóleos

Es el producto originado a partir de sustancias resinosas, gomosas y balsámicas, recolectadas por las abejas de yemas, flores y exudados de plantas, a las cuales las abejas añaden secreciones salivares, cera y polen para la elaboración del producto final (10). Las abejas prefieren las horas más calientes del día para recolectar las resinas porque éstas son más maleables, lo cual facilita su recolección (29).

Composición del propóleos

Los principios activos del propóleos son numerosos y no se conocen totalmente (30). Este producto muy pegajoso por su naturaleza balsámica y resinosa, contiene terpenos, polisacáridos, ácidos aromáticos, polifenoles, ésteres de ácidos fenólicos, vitaminas y aminoácidos entre sus grupos de componentes (29, 30, 32).

Usos del propóleos

La miel y el polen suelen ser más conocidos que el propóleos (31); sin embargo, al propóleos se le han atribuído innumerables propiedades medicinales como: aglutinante, inmunomodulador, antibiótico, antimicrobiano, antibacteriano, antimicótico, antiinflamatorio, hepatoprotector, antioxidante, antihemorrágico, desparasitante, antitumoral, antioxidante, antiedema, estimulante de la regeneración de epitelios, reductor de colesterol, revitalizante, desintoxicante, tónico, etc. (29, 30, 32, 33). Al igual que el polen, el propóleos puede causar alergias. Es muy popular su uso para tratar afecciones bucales como la estomatitis, para lo cual se vende su tintura.

Recolección del propóleos por el apicultor

El propóleos puede ser recolectado por raspado de las paredes internas de la colmena, con ayuda de una espátula, o con trampas colocadas debajo del entretecho.

Requisitos de calidad del propóleos

El propóleos debe tener un aroma, color y sabor característico dependiendo del origen botánico, el cual también determina que su consistencia pueda ser maleable o rígida. En la Tabla 3 se presentan los requisitos de calidad del propóleos en la norma brasilera (10). Puede apreciarse que por lo menos debe contener 35% de solubles en etanol y un máximo de 25% de cera, además de los requisitos para cenizas, los fenoles totales, los flavonoides, la humedad, masa mecánica y el índice de oxidación.

Higiene de miel, polen y propóleos

Si bien los criterios microbiológicos no son específicos para los productos de la colmena, en las normas se recomienda cumplir los criterios aplicados en alimentos (9, 10, 20-22), la calidad higiénica de la miel, el polen y el propóleos se contemplan como consideraciones generales sobre condiciones higiénico-sanitarias y las prácticas de buena fabricación. La miel no deberá contener parásitos, microorganismos ni sustancias que deriven de microorganismos y plantas, en cantidades que puedan representar un peligro para la salud. También deberá estar exenta de materias extrañas a su composición, como insectos, larvas o granos de arena (9). El polen y el propóleos no deben contener sustancias extrañas, excepto fragmentos propios de la colmena, accidentalmente presentes, como abejas, madera, vegetales y otros; sin embargo, los criterios de tolerancia macro y microscópica aun no han sido establecidos (10).

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Esta revisión resalta las diferencias de elaboración, función, composición, usos, cosecha y control de calidad entre los tres productos que las abejas preparan a partir de recursos vegetales recolectados en la naturaleza, como la miel de abejas obtenida a partir del néctar y la mielada, el polen apícola obtenido al compactar el polen de los estambres florales, y el propóleos derivado de las resinas. El retraso en la propuesta de las normas venezolanas para polen apícola y propóleos se contrasta con el progreso de las normas de miel de abejas, las cuales fueron elaboradas en el año 1984 y entraron en etapa de revisión en el año 2005.

Realmente, existen escasos estudios nacionales sobre los productos de la colmena; por ello, se espera que esta revisión sea un estímulo para solicitar una Agenda Apícola que reúna a los más jóvenes y a los más experimentados, en una investigación común para llenar este vacío de productos ampliamente conocidos y utilizados en la farmacopea. Además de conocer los principios activos y estimular la producción de la miel, el polen y el propóleos en el territorio nacional, esta Agenda sería la base científico-técnica de un grupo de trabajo para generar el esquema, los anteproyectos y el proyecto de norma a ser considerado por el Consejo Superior de Fondonorma luego de su discusión pública.

AGRADECIMIENTOS

A la memoria del Padre Santiago López-Palacios, por su trabajo seminal en flora apícola venezolana, sustento para las generaciones de futuros investigadores apidólogos en la República Bolivariana de Venezuela. Al Lic. Román Mercado, coordinador del CT10 de Fondonorma, por su competencia en el proceso de normalización de alimentos y su entusiasmo profesional, ambos necesarios para proponer los estándares de calidad del polen apícola y del propóleos, y para revisar la norma de miel de abejas que permita aspirar a la protección del consumidor de los productos de la colmena en Venezuela. A la Sra. Giovanna Olivier de Vit por su apoyo para elaborar el manuscrito.

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