Revista del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel
versión impresa ISSN 0798-0477
INHRR v.35 n.2 Caracas jul. 2004
Salud, tiempos y personajes
A manera de semblanza: Elly Silberpfening de Holz (1910-2005)
Raúl Cardona* 1
* Médico Farmacólogo. Ex-Miembro de la Junta Revisora de Productos Farmacéuticos. Ex-Alumno de Siegbert y Elly Holz.
RESUMEN
Elly Holz nació en Thorn, Prusia Oriental el 19 de enero de 1910. Después de cursar educación media en Berlín, Alemania, y graduarse de médico en Pisa, Italia, tuvo que huir de Europa por la persecución nazi. Así, llega a Venezuela en 1939, donde trabajó en la Maternidad "Concepción Palacios" y, posteriormente, junto a su esposo tuvieron un tiempo como médicos en Cariaco, Estado Sucre.
Desde 1945 se residenciaron en Caracas, donde hizo toda su carrera de Salud Pública, especialmente como Asesor en el área reguladora de los medicamentos, Instituto Nacional de Higiene "Rafael Rangel"-Ministerio de Sanidad y Asistencia Social.
Entre sus grandes logros está el haber impedido la comercialización de la talidomida en Venezuela y haber fundado la Farmacovigilancia en el país (Centro Nacional de Farmacovigilancia); así mismo, fue cofundadora de la Farmacología Sanitaria.
Después de más de 40 años de trabajo se jubiló y vivió orientando a sus viejos discípulos hasta el 22 de marzo de 2005.
Palabras Claves: Talidomida, Farmacovigilancia, Farmacología Sanitaria, Silberpfening de Holz, Elly-Biografía.
ABSTRACT
Elly Holz was born in Thorn, East Prusia, on January 19, 1910. She got her high school degree in Berlin, Germany and became Medical Doctor in Pisa, Italy. Elly and Siegbert, her husband, after escaping away from nazi regimen arrived in Venezuela in 1939. She worked at "Concepcion Palacios" Hospital and, afterward, stayed for a while as physicians in Cariaco, Sucre State.
Since 1945, she remained in Caracas, working since then in her Public Health career maily as Advisor in the regulatory area at the National Institute of Hygiene-Ministery of Health and Welfare. Elly had several great achievements, within those to avoid thalidomide marketing in Venezuela, to establish the Pharmacovigilance Systen in the country (National Center for Pharmacovigilance, CENAVIF) and to be a co-founder of Sanitary Pharmacology.
After more tha 40 years of hard work she retired and lived helping her disciples until March 22, 2005.
Key words: Thalidomide, Pharmacovigilance, Sanitary Pharmacology, Silberpfening de Holz, Elly-Biography.
De antigua familia judía, cuyas raíces parecen surgir en algún momento en el medioevo europeo, nace en Thorn, ciudad de la Prusia Oriental, una niña a quien Philipp y Minna, sus padres, llamaron Elly; aún era la primera década del siglo XX, esa noche muy fría del 19 de enero de 1910. La infancia y la juventud de Elly se desarrollaron en el marco de las dos grandes conflagraciones del siglo; así, desde su primera visión del mundo, comenzó a sentir las consecuencias de las profundas frustraciones y resentimientos que se habían generado, especialmente, entre los pueblos germánicos y eslavos, lo cual presagiaba un futuro pleno de incertidumbres. No mucho tiempo después (1914) se cumplieron las peores predicciones, cuando se impuso la locura de la "Gran Guerra". Concluida ésta, empezó a gestarse la otra tragedia, ahora teñida del más irracional racismo, cuyo inicio, el 1 de septiembre de 1939, marcó fatídicamente el destino de millones de personas.
En otra lejana tierra, pero el 13 de noviembre de 1911, por decisión del Ejecutivo de los Estados Unidos de Venezuela se decretaba la Oficina Central de Sanidad Nacional. Lejos estaba de pensar la recién nacida que los hechos políticos de su primer entorno, la llevarían años después a adquirir una segunda patria que, como por sortilegio de los duendes invernales de su infancia, le permitiría desarrollar su vida en una iniciativa que históricamente coincidía con la época de su nacimiento: la fundación de la Sanidad Venezolana en el Siglo XX.
Cuando Elly sólo contaba 10 años conoció a Siegbert en Allenstein, pero fue en Berlín en la primavera de 1929 cuando los dos jóvenes se enamoraron y desde entonces, hasta 1999, no volvieron a separarse, año en el que Siegbert buscó en la eternidad lo que ya la tierra no podía ofrecerle.
Elly se graduó de médico en la Universidad de Pisa, Italia, en 1936; en esa misma Universidad se especializó en Pediatría y tuvo, a través de Siegbert, sus primeros contactos con la Farmacología. Presionados por los cambios políticos de 1939, tuvieron que buscar urgentemente un lugar donde pudieran ser protegidos de la vorágine nazi. Así, el 11 de mayo de ese año, embarcaron hacia un destino tan exótico como lejano: un puerto de nombre extraño ("La Guaira").
Al llegar a una casi colonial Caracas, pudo conseguir su primer trabajo en la recién fundada Maternidad "Concepción Palacios", pero pronto tuvo que salir con Siegbert hacia la oportunidad que se les brindaba en un pequeño pueblo de menos de 2.000 habitantes, que en ese momento estaba siendo aniquilado por un feroz mosquito (el anopheles) y del cual, aún sin conocer bien el idioma y la patología tropical, apenas tenían conocimientos elementales. En ese lugar, Cariaco, Elly batalló junto a su esposo por aquella gente que ya eran parte de su sueño y que, no obstante a las vicisitudes que vivieron durante 6 años, siempre la retuvieron en su memoria como una de las etapas más felices de sus vidas (muchos tiempo después de dejar la zona, recibieron uno de los homenajes que más los enorgullecían: fueron nombrados "Hijos Adoptivos e Ilustres de Cariaco"). En ese ambiente, la simbiosis del calor del trópico y la disciplina de la lejana Prusia, se conjugaron para ser el alma y el cuerpo de las dos pasiones de la vida de Elly: el amor por Siegbert, su esposo desde 1934, y el trabajo sin reposo por la Salud Pública de su verdadera patria.
Ya de regreso en Caracas, después de 1945, Elly hizo su revalida de Médico y de Doctor en Medicina y comenzó sus actividades profesionales como Asesora de una empresa que se dedicaba a la fabricación de fluidoterápicos. Sin embargo, su verdadero deseo era trabajar junto a Siegbert en una especialidad que ella ya había aprendido y que, partir del 1 de junio de 1954, se convirtió en su único interés profesional: el Control Oficial de los Medicamentos.
Elly y Siegbert decían que no trabajaban, sino que disfrutaban escribiendo documentos científicos, formando jóvenes profesionales a quienes les impartían la idea que el Control de Medicamentos era una forma hermosa de amar a la gente, buscando incansablemente los mecanismos para mejorar la evaluación de la seguridad de los medicamentos, haciendo, en suma, lo que llamaban su "hobby" y, decían, "!Qué suerte! ¡Y además nos pagan!". La dedicación de Elly por lo que hacía le dificultaba diferenciar los límites de la "oficina"; en algunas ocasiones, cuando ya cercana a la medianoche, ella continuaba elaborando el criterio que el día siguiente debía enviar a la Junta Revisora, Siegbert le decía: "Elly ´Expediente´ ya es hora de ir a la cama".
En esa ininterrumpida actividad, fueron muchos los logros profesionales de esta mujer que, sin retórica innecesaria, merece llamarse Ilustre Venezolana. Sin embargo, por ser ésta una corta semblanza, mencionemos brevemente sólo dos de sus principales triunfos, los cuales por si solos ameritan que sea recordada como Asesor Emeritus del Registro y Control de Medicamentos y Fundadora de la Vigilancia Farmacológica Venezolana. En 1959, la talidomida fue presentada a registro sanitario. Elly, quien en ese momento era la Jefe del Grupo de Asesores de la Sección de Farmacología, inició el estudio del expediente. Cuando revisó la literatura encontró que en algunos trabajos parecía que el fármaco ocasionaba trastornos endocrinos-metabólicos (hipotiroidismo) en animales de experimentación; por tal motivo, aún cuando el medicamento ya estaba aprobado en varios países "industrializados", ella recomendó que se continuara la evaluación con nuevos trabajos que se les solicitara al fabricante y, al mismo tiempo, averiguó que la Dra. Francis Kelsey, de quien se hizo amiga unos años después, Asesora de la Food and Drug Administration de los Estados Unidos de América, también tenía una opinión similar. Esas dos mujeres decidieron aclarar las dudas mutuas antes de recomendar la aprobación del medicamento a sus respectivas autoridades sanitarias.
Después de 2 años y medio de revisión de la documentación científica y ante la ausencia de otros datos que confirmaran las dudas sobre la seguridad del producto, no pudo seguir objetando el registro del medicamento, por lo cual la Junta Revisora de Especialidades Farmacéuticas aprobó la talidomida. Sin embargo, pocas semanas después Elly conoció el trabajo publicado por McBride en la Revista The Lancet (1) así como otras noticias alarmantes sobre la posible relación de la administración del fármaco con malformaciones congénitas. Con tales datos solicitó que se prohibiera la importación del producto ya aprobado y, poco después, se suspendió su registro sanitario (2). De esa manera nunca se vendió ni consumió la talidomida en Venezuela, con lo cual se salvaron muchas vidas, así como múltiples desgracias sociales y familiares (actualmente dicho medicamento se ha reintroducido a la terapéutica bajo controles especiales, para el tratamiento del eritema nodoso de pacientes con lepra y, por su efecto antiangiogénico, en algunos tipos de cáncer; en tales pacientes, obviamente, se toman todas las medidas necesarias para impedir la posibilidad de embarazo).
En ese deseo de proteger al pueblo venezolano contra los peligros inherentes de los medicamentos, Elly propuso el 21 de octubre de 1976 la creación de un "Sistema de Vigilancia Farmacológica en Venezuela", durante la Primera Semana Científica del Instituto Nacional de Higiene (posteriormente publicó la proposición en la Revista de dicho Instituto) (3). Lo solicitado tuvo poca receptividad oficial, por lo cual lo reiteró durante el I Congreso Interamericano de Farmacología Clínica y Terapéutica el 10 de octubre de 1882, ahora con el nombre de "Centro Nacional de Vigilancia Farmacológica (CENAVIF) y, poco después, la publicó en la Revista mencionada (4). Esta vez hubo mejor aceptación y, finalmente, el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social aprobó la iniciación del Centro. El Programa de Farmacovigilancia Venezolana está inscrito en la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1993 y, actualmente, es miembro activo del Programa Internacional de Centros Cooperativos de Farmacovigilancia, adscrito a la OMS, el cual es coordinado por "the Uppsala Monitoring Centre" en Suecia.
Elly después de 41 años de dedicación permanente a la Salud Pública, tanto en su ejercicio médico, como a través de las actividades reguladoras que favorecieran el uso seguro de los medicamentos, se jubiló junto con su esposo; la salud física de Siegbert ya no le permitía continuar en la exhaustiva labor que ambos habían asumido desde su llegada a las playas de la patria "encontrada".
El 31 de diciembre de 1999, casi exactamente a la 6:00 pm, el espíritu de Elly viajó con el de Siegbert en la búsqueda de otros pueblos a quienes ayudar. Por uno tiempo más, hasta cerca del mediodía del 22 de marzo de 2005, pudimos disfrutar la presencia física de ella, pero sus ansias de integrarse corporalmente al compañero de su vida fueron demasiado intensas y la vimos partir.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. McBride W. Thalidomide and congenital abnormalities. Lancet 1961; ii:1358 [ Links ]
2. Archivos del Departamento de Farmacología. Dirección de Control. Gerencia Sectorial de Registro y Control. Instituto Nacional de Higiene "Rafael Rangel". [ Links ]
3. Holz E. Control Sanitario de la Iatrogenia Medicamentosa. Rev. Inst. Nacional de Higiene 1977; 10 (1-2): 41-50. [ Links ]
4. Holz E. Farmacovigilancia Oficial. Rev. Inst. Nacional de Higiene 1982; 15 (3-4): 131-137. [ Links ]
NOTA:
Vease una biografía más extensa en el próximo número de esta Revista: R. Cardona y C. Yélamo: Elly Holz: Dimensión de una Venezolana de Excepción.