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EPISTEME

versión impresa ISSN 0798-4324

EPISTEME v.27 n.1 caracas jun. 2007

 

La analogía como estrategia para desarrollar el pensamiento

Katiuska Reyes 

Universidad Católica Cecilio Acosta

kreyes@unica.educ.ve.

1Resumen:

Se ha insistido con frecuencia sobre la necesidad de motivar o estimular el pensamiento de nuestros alumnos y alumnas, de hecho nos conseguimos en diversas fuentes bibliográficas sugerencias para ello. No obstante, es preciso reflexionar la importancia que tiene el pensamiento, así como también generar alternativas que promuevan dicho acto en los estudiantes. En este sentido se pretende mostrar el proceso analógico como una de las tantas actividades efectivas para lograrlo.

Palabras clave: Pensamiento, analogía, razonamiento.

Analogy as strategy to develop thinking

Abstract:

The necessity of motivating or stimulating the thinking capabilities of our students has been frequently emphasized; in fact, this has even been suggested in a variety of bibliographical sources. However, it is necessary to think over the importance that such thinking capabilities have, as well as the different alternatives that can be generated to promote them in students. In this respect, the analogical process is proposed as one of the many effective activities to achieve this goal.

Keywords: thinking, analogy, reasoning.

Recibido: 15-12-2005 Aceptado: 26-01-2006

I. Pensamiento y analogía

La tendencia del estilo de vida asumido hoy día, nos pone barreras para desarrollar varios aspectos que son fundamentales para su existencia. La avanzada tecnología, su crecimiento vertiginoso, sus múltiples innovaciones y la constante asimilación de ella sin la debida reflexión sobre su uso, nos convierte paulatinamente en seres autómatas, casi programados para seguir instrucciones y hacer que funcione nuestra vida automatizada y tecnificada.

Esta condición apremiante del mundo actual está invadiendo escuelas e instituciones educativas que urgidas de acceder a este medio (que se perfila como facilitador en el proceso de aprendizaje), puede provocar, en algunos casos, consecuencias no tan alentadoras como se cree.

No se trata de una simple crítica u oposición al imperante modelo tecnicista globalizado, patentado como la única forma de llevar a cabo nuestros fines, y mucho menos de una postura que algunos denominarían “estancamiento mental”. Se trata, en todo caso, de revisar hasta que punto los humanos somos capaces de hacer cosas por nosotros mismos y que nuestros alumnos y alumnas desde sus escuelas y universidades también lo hagan con el propósito de desarrollar habilidades y destrezas en su formación física, cognitiva y académica.

Uno de los aspectos que se dan naturalmente en el ser humano es la comunicación. El hombre es comunicativo por excelencia, sin embargo, observamos con frecuencia en nuestros hogares que el desmedido uso de la tecnología, el ordenador, los videojuegos, etc., han deteriorado entre los miembros de la familia (cosa que se ha extendido a lo social) algo tan preciado en tiempos memorables como lo es el diálogo.

El otro aspecto tanto natural como fundamental en la vida del hombre y sobre el cual versaremos, es el pensamiento. ¿Estamos seguros que pensamos?, más aún, orientando la cuestión al propósito de este congreso: ¿Estimulamos en nuestros alumnos y alumnas el pensamiento?,

¿Qué estrategias les proporcionamos que los conduzcan a pensar?

Se trata, pues, de tomar conciencia y fijar una actitud significativa frente a la posibilidad de conducir a nuestros niños y niñas al increíble y natural status del pensamiento humano.

Todos sabemos que el pensamiento implica una actividad integral del sistema cognitivo; para ello hace falta que los mecanismos de memoria, proceso de compresión, atención y aprendizaje, entre otros, intervengan en esta actividad.

El pensamiento tiene como característica importantísima, que debemos considerar, que lo que lo diferencia de otros procesos, por ejemplo, es que no necesita de la presencia de los objetos, para que estos existan al menos en nuestra mente pero su función más importante consiste en resolver problemas. No obstante M. Lipman nos explica que:

Con estas definiciones tenemos bastante para afirmar que los productos (soluciones, dediciones, adquisición de conceptos) son excesivamente limitados y que presentan de forma vaga las características mediante las cuales los identifica (razonable, reflexivo).1

En este sentido es necesario precisar el razonamiento en el pensamiento, y que éste resulta de la facultad de pensar y este pensar a su vez, nos permite: 1) conceptuar, es decir nos lleva al concepto, el cual no es más que una operación mental que abarca las características de un determinado objeto; 2) razonar, lo cual significa determinar la relación esencial y general entre las cosas por medio de los juicios hasta llegar a una conclusión.

Considerando lo anteriormente dicho y asumiendo la importancia de la motivación en el proceso del pensamiento, este se nos presenta como: 1) Algo que siempre responde a una motivación, que puede estar originada en el ambiente natural, social, cultural o en el individuo permanentemente;

2) La resolución de problemas; 3) Como un acto coherente y organizado en lo que respecta a sus diversos aspectos y elementos, 4) Como un acto crítico que cuando “se basa en criterios es auto correctivo y sensible al contexto”.2, 3

Es por esta razón que propiciar el pensamiento en nuestros alumnos y alumnas debe ser el objetivo primordial que tenemos como formadores, ello implica el esfuerzo de crear alternativas que no se sustenten únicamente en la tecnología, sino más bien en esa continua práctica reflexiva no tan corriente hoy en día.

Creemos que una de las alternativas que ejercita el pensamiento es el uso de la Analogía en el aula.

Los procesos heurísticos se perfilan como un medio de razonamiento propio que está basado en el uso de las analogías o semejanzas.

Dado que conocemos a la analogía como el proceso en el que las situaciones comparten propiedades, es decir, que de alguna manera son semejantes, creemos que los alumnos y alumnas podrían llegar a cierto conocimiento a partir de ella.

No obstante, consideramos necesario antes de continuar, describir brevemente la actividad que proponemos para el uso de esta estrategia.

1.   Dirigida: A todos los niveles educativos

2.   Participantes: Facilitadores, docentes, alumnos y alumnas.

3.   Fases:

a. Presentación de los integrantes (en el caso de un primer encuentro).

b. Presentación del curso, seminario, área del conocimiento.

c. Presentación de las normas y lineamientos para llevar a cabo la actividad.

d. Ubicación del grupo: Forma de herradura de caballo (todos deben verse).

e. Explicación de las actividades:

- Presentación de la situación, persona, entidad, objeto material, concepto, etc., que se pretende conocer y comprender.

- Cada participante escribirá en la pizarra una palabra o frase que según su criterio se asemeja o describa analógicamente el objeto (material, situación, concepto, persona) de discusión. Además escribirá su nombre al lado, de manera que comprometa su posición al respecto.

- Una vez que cada participante haya escrito lo solicitado se iniciará una discusión a través del diálogo, en la que se tomará la decisión de excluir algunos términos y dejar los que mejor definen, según el consenso, el objeto de conocimiento. Para esto cada participante debe defender su posición en el momento que su palabra, frase, sea borrada de la pizarra y quienes no estén de acuerdo con el uso del término o frase argumentarán sus razones.

- Al finalizar, se debe llegar a un consenso y el grupo debe construir a partir de los términos semejantes o diferentes restantes, las propiedades o atributos de lo que se pretende conocer, y generar una definición grupal de ello.

f. Cierre de la sección por parte del facilitador.

Como podemos observar esta actividad busca a partir del uso de semejanzas o diferencias que los alumnos y alumnas puedan llegar a la comprensión de determinada entidad, para ello es necesario que los participantes hagan uso de todos los elementos que conforman el pensamiento, pues los lleva a recordar, comprender, atender y reflexionar sobre situaciones que constituyen la realidad. Así mismo, en el desarrollo de la actividad, es posible precisar tres aspectos inherentes al proceso analógico:

a)   Lo que se quiere comprender (desconocido).

b)   Aquello con lo que se compara (conocido).

c)   La similitud o discrepancia entre uno y otro.

d)   Comprensión del objeto que se pretende conocer (producto del acto reflexivo a partir de la analogía).

El razonamiento analógico intenta resolver un problema desconocido, adjudicándole atributos y características de lo conocido para llegar a la resolución del mismo. Sin embargo, es importante acotar que no siempre estos atributos corresponden exactamente, y aunque la analogía suele ser inexacta es efectiva para el desarrollo del pensamiento y la comprensión del mundo.

Por esta razón consideramos el proceso analógico como una estrategia útil para la explicación de temas, conceptos y situaciones en general de lo que no es familiar o conocido por nuestros alumnos y alumnas en términos familiares para ellos.

II.  Incidencia del programa Filosofía para Niñ@s

Creemos firmemente que toda actividad educativa orientada a ejecutar el pensamiento crítico, reflexivo y creativo tiene en su esencia algo de Filosofía para Niñ@s (FpN). De hecho, conocemos este programa como un modelo eficaz para promover esta actividad humana, tan necesaria y urgente en nuestras aulas.

Toda estrategia que tiene como finalidad desarrollar la búsqueda del conocimiento a través de la conciliación de diferentes opiniones, refleja la importancia y una posible incidencia de FpN en ella.

En este sentido cuando estamos en presencia de actividades que impliquen capacidad para escuchar el otro, admitir la opiniones de los compañeros, reconsiderar las opiniones propias a partir de la de otros, construir el pensamiento tomando en cuenta el criterio de los demás, presentar nuestras ideas sin temor a ser rechazados, etc., es referencia:

Para lograr un pensamiento crítico, creativo y cuidadoso del otro que pueda ser desarrollado por los niños y jóvenes en el marco de una comunidad de indagación.3

Si de lo que se trata es de estimular el pensamiento crítico creativo, emocional, intuitivo, de producir ideas, el proceso analógico en el aula nos conduce al establecimiento de un nuevo conocimiento.

El programa de FpN facilita la estrategia, ya que en ella se constituye una oportunidad de diálogo en la comunidad de indagación que busca llegar a la comprensión y conocimiento de los distintos aspectos que conforman la realidad.

Finalmente, afirmamos que el pensamiento (crítico y reflexivo) es fundamental para vivir en una época en la que cada situación cultural y social determina nuestra existencia y ante la cual como sujetos pensantes debemos elevar nuestras críticas y reflexiones; pero no olvidemos que sólo es posible si enseñamos a nuestros niños y niñas a pensar.

Bibliografia

1. Lipman, M., Pensamiento Complejo y Educación, Madrid, Ediciones de La Torre, 1998, p. 172.        [ Links ]

2. Accorinti, S., Introducción a Filosofía para Niños, Argentina, Manantial, 1999, p. 34.        [ Links ]

Notas

1. Lipman, M., Pensamiento Complejo y Educación, Madrid, Ediciones de La Torre, 1998, p. 172.

2. Ibid., p. 174.

3. Accorinti, S., Introducción a Filosofía para Niños, Argentina, Manantial, 1999, p. 34.