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Zootecnia Tropical
versión impresa ISSN 0798-7269
Zootecnia Trop. v.29 n.3 Maracay sep. 2011
Consumo suplementario de ensilaje salino de frutos maduros de Totumo (Crescentia cujete) en ganado vacuno de doble propósito
Luz M. Botero1* y Jaime De La Ossa V2**
1 Universidad de Sucre. Facultad de Ciencias Agropecuarias, Grupo Biodiversidad Tropical, Colombia.
2 Universidad de Sucre. Facultad de Ciencias Agropecuarias, Grupo de Biodiversidad Tropical, Colombia. Correos electrónicos: * lbotero15@yahoo.es ** jaimedelaossa@yahoo.com
RESUMEN
El presente estudio tuvo como objetivo evaluar los resultados obtenidos de la suplementación con ensilaje salino de Totumo (Crescentia cujete) en el peso corporal y producción de leche de un grupo de vacas paridas doble propósito. El ensilaje fue preparado utilizando frutos maduros de Totumo y Sal Común (NaCl) almacenado en un recipiente sellado durante 30 días. No se evidenciaron diferencias significativas (P>0,05) en el peso corporal entre los dos lotes de vacas ni para los terneros experimentales. Se encontró una diferencia significativa (P<0,05) en la producción de leche (3,24 kg/vaca/día vs 2,45 kg/vaca/día) siendo mayor en el grupo suplementado. Los ingresos netos calculados por la venta de la leche muestran que el grupo suplementado produjó un 8,57% más que el grupo no suplementado. La suplementación con ensilaje salino fue bien aceptada por los vacunos de este ensayo y permitió producir más leche y lógicamente un incremento de ingresos económicos netos. Se enfatiza la importancia de la búsqueda de alternativas de alimentación usando materiales nativos.
Palabras clave: Crescentia cujete, ensilaje salino, suplementación, vacunos doble propósito.
Supplementary consumption of saline ensilage of mature fruits of Totumo (Crescentia cujete)
in dual purpose cowsABSTRACT
Present study was carried out to evaluate the results of the supplementation with saline silage of Totumo (Crescentia cujete) on body weight and milk yield of a group of dual purpose lactating cows. The silage was prepared using mature fruits of Totumo and common salt (NaCl) stored ina selaed recipient for 30 days. No Significant differences (P>0.05) were found for body weight neither for cows or their calves. Significant differences (P<0.05) were obtained in milk yield (3.24 kg/cow/day vs 2.45 kg/cow/day) being larger in the supplemented group. The net revenues calculated by the sale of the milk show that the supplemented group provided 8.57% more than the non supplemented group. The supplementation with saline silage was fully accepted by the bovine of this assay and it allowed producction of more milk and logically an increment of net economic revenues. The importance of looking for alternative feeding using native plants is emphasized.
Keywords: Crescentia cujete, bovine dual purposes, saline ensilage, supplementation.
Recibido: 22/03/10 Aceptado: 14/09/11
INTRODUCCIÓN
Los países latinoamericanos de la franja ecuatorial son ampliamente biodiversos, característica que favorece el aprovechamiento de una gran variedad de recursos para la obtención de los productos agropecuarios, entre los que se destacan los provenientes de sistemas ganaderos vacunos (leche y u o carne), para Colombia constituye el
3,5% del Producto Interno Bruto total (PIB) generando cerca de un millón y medio de empleos directos (FEDEGAN, 2004). Sin embargo, estos sistemas de producción demandan una adecuada estabilidad en el suministro de nutrientes para los animales a lo largo del año, condición prácticamente inalcanzable con las técnicas de manejo tradicional basadas en el pastoreo exclusivo de gramíneas nativas, introducidas o mejoradas; por otro lado las gramíneas tropicales, en general, poseen limitaciones nutricionales asociadas a su alto contenido de fibra, bajo aporte de proteína, desbalance mineral y baja digestibilidad (Sarria, 2003).La utilización de especies arbóreas asociadas con gramíneas en los potreros plantea una alternativa de sostenibilidad y sustentabilidad de los sistemas de producción animal, al facilitar la eficiencia en el uso de los recursos disponibles en el trópico bajo; una de las mayores ventajas de los árboles forrajeros está en constituirse como fuente alimenticia para los vacunos (Murgueitio, 2008); sin embargo, poseen un alto contenido de proteínas que los rumiantes normalmente no las digieren y por tanto deben ser tratadas con diferentes métodos a fin de lograr mejores resultados (Navas
et al., 1999; Palma y Román, 1999; Navas y Restrepo, 2003).En Colombia existen muchas especies arbóreas forrajeras distribuidas a lo largo de todos los climas; las más comunes en los sistemas ganaderos de la región Caribe son:
Leucaena leucocephala (Leucaena), Gliricidia sepium (Matarratón), Eritrina glauca (Cantagallo), Piptadermia flora (Guacamayo), Enterolobium cyclocarpum (Orejero), Caesalpinia coriaria (Dividivi), Guazuma ulmifolia (Guácimo), Spondias mombin (Jobo), Pithecelobium saman (Campano) y Crescentia cujete (Totumo) Murgueitio, 2008. Una especie arbórea de gran aceptación por diferentes especies animales es Crescentia cujete conocido popularmente también como Cujete o Jícaro, (CYTED, 1995); originario de México y distribuido naturalmente desde Florida (EEUU) hasta Brasil, introducido en Europa y Asia Tropical (Gentry, 1980; Saldanha, 1995; Sánchez, 2003).Crescentia cujete
es un árbol hasta de 10 m de altura, 30 cm de DAP (Diámetro a la altura del pecho), las ramas usualmente torcidas, copa abierta, ramitas por lo general ausentes, con ramas muy extendidas y corteza corchosa fisurada (Bernal y Correa, 1989; Gómez y Arrieta, 1996; Watson y Dallwitz, 1999). El fruto es leñoso, variable en forma (redondos y alargados) y tamaño (grandes y pequeños), por lo general entre 20 y 50 cm de diámetro; contiene pulpa blanca que encierra numerosas semillas elipsoides delgadas sin alas de 7 a 8 mm de largo y 4 a 6 mm de ancho, esparcidas a través una pulpa blanca, gelatinosa y esponjosa (Botero y Chamorro, 2003). Se estiman producciones de 16,2 a 81,2 kg de fruto por árbol (Uribe, 1996); en Colombia se recolectan frutos a lo largo de todo el año. Tanto los forrajes como los residuos de cosecha y los subproductos agropecuarios pueden ser utilizados frescos, además pueden ser conservados durante periodos de escasez a través del ensilado (t Mannetje, 1999).La materia prima disponible para ensilar antes debe macerarse o picarse como acondicionamiento inicial; posteriormente este material se almacena en un ambiente sin aire para favorecer el desarrollo de bacterias anaeróbicas facultativas (t Mannetje, 1999). Puede ser preservado mientras no se altere el ambiente hermético y se mantengan las variables químicas de calidad, ya que el proceso de fermentación no depende sólo del tipo y la calidad del material utilizado, sino también de la técnica empleada para la cosecha y para su preparación (Stefanie
et al., 1999).La utilización de ensilajes para alimentación animal es amplia a nivel europeo, países como Holanda, Alemania y Dinamarca ensilan más del 90% de sus forrajes, mientras que Francia e Italia ensilan cerca de la mitad del forraje disponible (Wilkinson
et al., 1996). Los avances en técnicas y uso de ensilajes han sido crecientes en las última dos décadas, en especial en los países desarrollados (OKiely y Muck, 1998), los mayores y más significativos avances se han obtenido en zonas de clima templado, siendo los países tropicales los que presentan menores logros en este sentido (Cowan, 1999), siendo que en ellos existe una variada oferta de vegetales nativos con alta potencial para alimentación animal y transformación en ensilaje (Botero y Chamorro, 2003). El uso de ensilajes salinos ofrece una alternativa de conservación de buena calidad (t Mannetje, 1999). Ensayos con este tipo de alimento procesado se han realizado exitosamente con diferentes vegetales, entre ellos con papa para alimentación de gallinas (GIPA, 2003) y de C. cujete para ganado vacuno (Botero y Chamorro, 2003; Botero y De La Ossa, 2010).El presente artículo muestra la importancia de la utilización del ensilaje salino del fruto maduro de
C. cujete con destino a la suplementación de vacas del sistema doble propósito; se demuestra que su elaboración tiene bajo costo, es técnicamente accesible a los productores ganaderos de la zona de estudio e incrementa de forma importante la producción de leche.MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio
La investigación se llevó a cabo en la hacienda La Florida, área rural del municipio de Pinto, Magdalena, Colombia, trópico bajo colombiano, formación vegetal bosque seco tropical (bs-T) (Holdridge, 1967), zona agrofísica subhúmeda con relieve de colinas y bien drenadas (Cv, Cu), clima cálido, temperatura promedio anual 28 ºC, precipitación media 1.000 1.200 mm, humedad relativa 75%, suelos franco - arcillosos (CORPOICA, 2002).
El trabajo se inició en marzo de 2005 con la cosecha de los frutos de
C. cujete (totumo) a punto de madurar (color amarillo), obtenidos de árboles de diez años de edad pertenecientes a un sistema agrosilvopastoril, con predominio de Botriochloa pertusa (kikuyina o colosoana); se mantuvo durante seis meses, y se tuvo un precipitación acumulada de 768 mm durante el ensayo. Al momento del estudio la oferta natural de forrajes en ambas áreas experimentales presento una disponibilidad de MS de 2.000 kg.El ensilaje se almacenó en tanques plásticos de sellado hermético con capacidad de 60 kg. El llenado se realizó utilizando baldes plásticos. Para el pesaje de las materias primas se utilizaron dos balanzas digitales con capacidad de 150 g (PCE-PB 150 ®) y 25 kg (PCE-HS 50 ®).
Los frutos recolectados se dejaron cinco días a la sombra para evitar que se deshidrataran y perdieran su calidad nutritiva, y lograr que tuvieran un color oscuro (marrón - grisáceo), indicativo de estar maduros y listos para el ensilaje. Transcurrido este tiempo, luego de quebrar los frutos, se separó la corteza dura (la cual se desechó) de la pulpa con semillas (excluyendo los frutos que presentaban oxidación y fermentación en algún grado); se procedió a macerar, pesar y envasar en capas con un espesor aproximado de 5 cm (6 a 8 kg), entre las cuales se depositaba la sal (NaCl),
McDonald
et al., 1991, en una proporción del 1% en peso de la capa envasada; a medida que se elaboraban las diferentes capas se distribuía y presionaba para retirar el aire y permitir que el proceso se realizara en condiciones anaerobias, mediante la tecnología de ca pas sucesivas (Ojeda et al., 2003).Finalizado el llenado total del tanque se cubrió con tapa plástica, sellándose con un aro metálico de seguridad; se colocó a la sombra durante 30 días. Después de este periodo se procedió al destape y se observó un material de consistencia acuosa y homogénea, de color negro y olor agradable; posteriormente se homogenizó el material para emplearlo como suplemento en la alimentación del lote formado por 14 vacas.
14 vacas ½ cebú, ¼ pardo y ¼ costeño con cuernos producidos en la misma Hacienda, cada hembra estaba en su segundo evento reproductivo. Una semana después del parto y acompañadas de sus crías fueron asignadas aleatoriamente a dos tratamientos: con y sin suministro de ensilaje salino de totumo. El material ensilado fue ofrecido individualmente en comederos ubicados dentro de la vaquera, diariamente entre las
17:00 y 17:30 horas, por un periodo de seis meses. La cantidad de ensilaje ofrecido fue de 5,064 (DS 0,231) kg/animal/día. Anterior al horario de suplementación los animales en grupo pastoreaban libremente junto con el grupo no suplementado.
El manejo del amamantamiento se inició el día siete postparto para permitirle al ternero el consumo del calostro y leche de la madre a libre acceso durante sus primeros días de vida. Este régimen de amamantamiento se mantuvo hasta los 120 días postparto. Las vacas fueron ordeñadas diariamente de forma manual (Pérez
et al., 2001). Se midió la producción de leche por día y se tomaron registros mensuales de peso tanto de vacas como de los terneros de cada lote (báscula ganadera ICOMIX – FX1®).Durante todo el experimento se ordeñaron tres cuartos de la glándula mamaria y se dejó un cuarto sin ordeñar para el ternero; después del ordeño, madre y cría permanecieron juntos diez horas, tiempo que fue utilizado para consumir la leche del cuarto no ordeñado, la leche residual y la leche que las vacas produjeron en el tiempo que permanecieron juntos en la pradera.
Análisis de datos
Para el cálculo del valor de producción del ensilaje se establecieron los siguientes costos: valor comercial de los frutos, mano de obra preparación y suministro del ensilaje, valor de la sal y valor de recipientes.
Estadísticamente los análisis aplicados, fueron: prueba F para variables producción de leche y peso de las vacas, análisis de varianza para el peso de los terneros (Zar, 1996). Se utilizó para los análisis estadísticos el software R versión 2.3.1 (libre).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El análisis bromatológico del ensilaje salino presentó: 9,7% de proteína cruda, que correspondiente a 4,19% de proteína cruda disponible y 0,73 de proteína sobrepasante, materia seca 22,6%, cenizas 7,53%, digestibilidad in vitro de materia seca del 93,45%, con una humedad del 77,4% (Laboratorio de Bromatología y Nutrición Animal Universidad Nacional, Medellín, Colombia).
En cuanto a la proteína cruda, como tal, podría igualarse con los resultados logrados para ensilaje de sorgo como monocultivo (Martínez, 1998). Se evidencia que alcanza mayor concentración de proteína bruta que en ensilaje, tales como: capimelefante (Pennisetum purpureum) con la adición de subproductos de piña (Ananas comosus) (Holanda-Ferreira et al., 2009). En general es muy similar a lo registrado para gramíneas y leguminosas tropicales (Catchpoole y Henzell, 1971; Pietrosemoli et al., 1997; Garcés et al., 2007).
Como estrategia alimentar, dadas las condiciones tropicales de climas cálidos y secos, el ensilaje de frutos y follajes nativos es una alternativa importante en la alimentación de rumiantes, en especial cuando existen limitaciones de productividad natural por factores estacionales; esto queda demostrado en trabajos que han utilizado ensilajes de banano, en donde se demuestra que existe importante incremento de producción animal por kg de materia seca utilizado (Chedly y Lee, 2000).
En cuanto a la proteína cruda soluble en detergente neutro, disponible como proteína degradable en rumen (PDR) (4,19%), se acepta que el ensilaje salino de totumo posee un porcentaje importante y este valor se asocia a la alta degradabilidad del ensilado, igualmente altas concentraciones de PDR se
relacionan con mayor productividad (Salcedo, 1998), la que estuvo representada en este estudio por la mayor cantidad de leche obtenida.En relación con el peso de las vacas se pudo evidenciar que no hubo diferencia significativa (P>0,05) durante todo el tiempo en que se realizó el ensayo, se mantuvo una condición corporal de 3,9 en una escala de 5 para ambos grupos. Pueden darse variaciones negativas de biomasa y pérdida de condición corporal durante los primeros 120 días de lactancia que se asocia con los tres primeros meses después del parto, atribuidos fundamentalmente al estrés que sufre el animal y a que se presentan los mayores exigencias nutricionales debido a la producción de leche y a que la ingesta puede llegar a ser insuficiente para cubrir sus requerimientos energéticos, este desbalance lo cubre el animal haciendo uso de sus reservas (Ojeda y Escobar, 1997; Combellas, 1998; Ruiz-Silvera
et al., 1999), aspecto que no fue evidenciado en el presente estudio ni para el grupo experimental ni para el grupo control, indicando que la suplementación no tuvo influencia en la masa corporal de las vacas lactantes, ya que se obtuvo diferencia significativa de peso entre los lotes (Cuadro 1). 
La producción de leche durante el experimento para el grupo suplementado fue: 3,24 kg/vaca/día (3,1 - 3,8. DS = 0,145) en comparación con el grupo no suplementado que fue: 2,45 kg/vaca/día (2,1-2,8. DS = 0,167), se presenta diferencia significativa (P<0,05) mostrado en el Cuadro 1. Se evidencia, que el suministro del ensilaje salino de C. cujete, ayudó a cubrir los requerimiento energéticos de las vacas experimentales y esto se reflejó en una mejor productividad de leche. Al aplicar la prueba estadística F, la producción de leche intragrupo no presentó diferencias significativas (>0,05). Lo que muestra la homogeneidad de la variable producción láctea, en cada caso analizado: con suplemento y sin suplemento, indicando la influencia positiva de la suplementación en este resultado.
Por su parte Ruiz-Silvera et al., (1999) para vacas doble propósito alimentadas con pastos, follaje de G. sepium y L. leucocephala, y suplementados con ensilaje de yuca y bloques multinutricionales y amamantamiento restringido produjeron 5,4 kg/día (± 1,3); producción similar hallaron Chadhokar y Lecamwasan (1982), Adebowale (1992), Arredondo (1993) y Camero (1994), en vacas de doble propósito suplementadas con follaje de G. sepium y consumo de pastos y recursos fibrosos de mediana a baja calidad. También, mediante amamantamiento tradicional y amamantamiento retardado de 8 horas después del ordeño en un experimento con vacas ¾ Pardo Suizo x ¼ Cebú, Pérez et al., (2001) registraron una producción de leche de 4,2 kg/día (± 1,5) y 5,1 kg/ día (± 1,3). En general, estos registros equivalen a 30% y 40% más de la leche producida por el grupo experimental de este trabajo, pero en todos los casos bajo condiciones diferentes de alimentación y manejo. No obstante, es importante señalar que la producción de leche obtenida en el grupo experimental es mayor a la media regional (2,4 kg/vaca/día) (Botero y Bertel, 2005; Tatis y Botero, 2005).
En cuanto a los costos de producción del ensilaje salino referido, se tiene que un kg de este producto alcanza un valor de $ Col. 109,5 (US $ 0,055 aproximadamente), se observa en Cuadro 2. Al comparar la diferencia entre los valores medios de producción de leche entre los dos grupos de este experimento se evidencia que el grupo suplementado produce 0,79 kg/vaca/día más de leche, con un consumo diario de 5,06 kg/vaca, lo que tiene un valor de $ Col. 554,1 (US $ 0,277), tomando como precio de venta de la leche al momento del estudio $ Col. 900 (US $ 0,45) se tiene una utilidad adicional con la suplementación de $ Col. 189 (US $ 0,095), lo que representa un incremento de ingresos netos del 8,57%.
En cuanto a los incrementos de peso de los terneros, al comparar el grupo experimental con el grupo control no se hallaron diferencias significativas (P>0,05), que puede observarse en el Cuadro 3. Se obtuvo para todo el ensayo un incremento promedio de 420 g/día en seis meses de evaluación, valor inferior a los 480 g/día en 120 días hallado por Ruiz-Silvera et al., (1999) para ganado doble propósito manejado en el trópico cálido con suplementación a través de bloques multinutricionales. Saddy et al., (2002), con la suplementación de un balanceado a base de cama de pollo y suministro de 4 kg/día obtuvieron 680 g/día de incremento de peso para terneros doble propósito, hallazgo superior a lo reportado en este estudio en el cual no se dieron alimentos balanceados. Sandoval et al., (1993), también para terneros doble propósito con suministro de balanceado comercial con 18 % de PC a razón de 100 g/día y pastoreo conjunto con la madre, obtuvieron 391 g/día de incremento de peso valor que se ubica por debajo de lo logrado en este trabajo. Los resultados de crecimiento en los terneros de este ensayo son superiores a los hallados para ganadería doble propósito bajo manejo tradicional, en donde se registran incrementos que oscilan entre 220 y 270 g/ día (Teeluck et al., 1981; Sandoval et al., 1993; Botero y Bertel, 2005).
CONCLUSIONES
En este estudio la utilización suplementaria del ensilaje salido de C. cujete se tradujo en un incremento significativo de la producción de leche con un bajo costo de inversión adicional, que incide de forma positiva en los ingresos económicos del ganadero.
La búsqueda de alternativas de alimentación con vegetales nativos usándolos en ensilajes, provee una excelente opción para la producción vacuna en el trópico, como se evidencia con el uso suplementario de ensilaje salino de de C. cujete.
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