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Boletin de Linguistica

versión impresa ISSN 0798-9709

Boletin de Linguistica v.19 n.28 Caracas dic. 2007

 

La noción de trabajo en los andes de la venezuela rural. Estudio de caso.

Anderzon Medina Roa

Universidad de los Andes anderzon@ula.ve

RESUMEN

Desde la perspectiva del análisis crítico del discurso (ACD), se abordan los textos en una entrevista de un hablante de clase media de la tercera edad, en busca de su construcción idiosincrásica de la noción trabajo. La intención de este análisis ha sido abordar, a través delACD, elementos intra y extratextuales del discurso del informante con el propósito de, por una parte, identificar los tópicos del discurso y los elementos léxicos asociados al concepto de trabajo y, por la otra, contextualizar histórica y socialmente al hablante como miembro de una comunidad de habla particular. El uso de este tipo de datos en el análisis ha permitido una reconstrucción, desde elACD, de la noción de trabajo que el informante presenta en su discurso.

PALABRAS CLAVE: trabajo, habla cotidiana, análisis crítico del discurso.

ABSTRACT

Within the framework of critical discourse analysis (CDA), the speech of an elderly middle-class man inMerida (Venezuela) is examined in this study. The aim is to reveal his idiosyncratic construction of the concept work. Based on the analysis of both linguistic and extra-linguistic elements, the discourse topics have been identified, and the lexical items associated with the notion of work have been examined. Additionally, the social and historical context has been used to characterize the speaker as a member of his speech community. This study has enabled the researcher to reconstruct the speaker’s notion of work using a CDA approach.

KEY WORDS: work, everyday speech, critical discourse analysis.

Recibido el 02-11-2006 .   Aceptado el 20-04-2007.

INTRODUCCIÓN*

En cada enunciado, un hablante construye, según sus esquemas cognitivos, significados que transmite a los interlocutores, quienes, a su vez, los decodifican y reconstruyen según sus propios esquemas. A través de la interacción, estas imágenes del entorno y de los individuos son construidas sobre la base de sistemas de creencias y valores sociales compartidos por los participantes en una situación comunicacional. En tal sentido, Goffman (1983: 4) dice que "en el centro mismo de la vida en interacción está la relación cognitiva que tenemos con aquellos frente a nosotros, relación sin la cual nuestra actividad, verbal y de comportamiento, no podría ser organizada significativamente."1 Por tanto, las representaciones y las referencias que un individuo hace del mundo a su alrededor y las implicaciones que éstas tienen en el contexto de la situación comunicacional se hacen relevantes al significar algo en común para los que interactúan en dicha situación.

La oralidad, por ser una forma de producción lingüística, está impregnada de esta dinámica de la interacción. En este trabajo se presupone que la oralidad equivale al habla cotidiana comúnmente espontánea e instantánea, mientras que la escritura supone un proceso más elaborado de planificación, producción y revisión (cf. Álvarez 2000). Esta cualidad de espontaneidad abre, al análisis lingüístico de la oralidad, una potencial puerta de acceso a creencias y valores, en tanto que es un acto de significado en el que un individuo se expresa y es entendido por sus interlocutores con quienes comparte la lengua (como sistema) y sus referentes.

Es pertinente recordar que, aun cuando la lingüística como ciencia se encarga de abordar las formas del lenguaje,2 la aparición del artículo de Benveniste (1979), titulado "El aparato formal de la enunciación", en el que se reintroduce al sujeto que enuncia en el análisis del texto, dio cabida a disciplinas ymetodologías interdisciplinarias, tales como el análisis del discurso y el análisis crítico del discurso, con las que es posible abordar textos para desentrañar el discurso o los discursos. En este último punto es necesario aclarar lo que acá se entiende por texto y discurso, ya que estos términos tienden a confundirse e incluso a emplearse indistintamente. Para los fines de este trabajo he decidido seguir la diferenciación hecha por Barros (2001), en la que es el texto (o los textos) el objeto de análisis que el lingüista aborda para poder estudiar el discurso de cualquier hablante. Es decir, se considera al texto como el producto y al discurso como el proceso, siguiendo a Halliday y Matthiessen (2004) quienes consideran el texto como la realización del sistema lingüístico, porque el ser humano habla en textos, con los cuales configura su discurso.

Puede entonces utilizarse el análisis crítico del discurso (ACD) para identificar los tópicos del discurso presentes en un texto, y relacionarlos con el entorno que contextualiza (tanto local como globalmente) a quienes producen y reciben los discursos. De esta manera, es posible, desde la lingüística, apuntar a develar la relación existente entre discurso y contexto, siendo este último influyente en el primero desde los niveles locales y globales del todo que contextualiza (Fairclough 1995, van Dijk 2003). Teun van Dijk (1999) define los tópicos de discurso como aquellas estructuras susceptibles de llevar la información más relevante y/o importante para los participantes en un evento comunicativo. Estos tópicos están representados en proposiciones localmente coherentes que el hablante organiza para transmitir sus opiniones acerca de algo, permitiendo así la planificación y comprensión global del discurso.

El análisis del discurso (AD) necesariamente implica el análisis de la lengua en uso, razón por la que no puede restringirse, como disciplina, a la descripción de formas lingüísticas separadas de la función, o funciones, para las cuales fueron ideadas dichas formas (Brown y Yule 1983). ElACD en cambio, aborda el lenguaje con la misma premisa, sólo que toma una postura crítica en el sentido de que examina, a través del análisis, las conexiones entre las propiedades de los discursos y las relaciones sociales que no parecen obvias a los que producen y reciben los textos (cf. Fairclough 1995).

ElACD es bastante joven, pues tiene poco más de tres lustros de historia. Es quizá por esta razón que los métodos utilizados para llevar a cabo un análisis de este tipo son casi tan variados como los investigadores que los emprenden. Adicionalmente, ha de considerarse que es un enfoque interdisciplinario en el que pueden orquestarse elementos de diversas teorías y disciplinas para ofrecer resultados que, más que pretender la respuesta correcta a un problema (utópico por demás), buscan elaborar una interpretación adecuada y bien fundamentada de un discurso dado.

Curiosamente, elACD se ha enfocado en estudios en los que se investiga el manejo del poder a través del discurso. Sin embargo, Barrera Linares (2002) propone utilizar esta metodología de análisis con fines distintos a los que ya hoy podrían considerarse tradicionales (i.e. ideología, poder, racismo). En su estudio, Barrera Linares se basa en Bajtín (1982) para decir que "No hay discurso virgen. Más allá de la orientación específica a un destinatario particular o grupal, cualquier discurso reafirma una concepción del mundo" (2002: 165), con lo cual, el discurso se convierte en "respuesta replicante" para aquellos que, enfrentándolo, comparten cosmovisiones diferentes a las del enunciador, y "enunciado dirigido a" para los que coinciden con nuestra cosmovisión, o a quienes deseamos adherir a ella. Por lo tanto, "mi propio discurso me sitúa colectivamente en el territorio de las creencias y permite a los otros ‘ubicarme’ y determinar si coinciden conmigo o disienten de mí" (Barrera Linares 2002: 165), no importa cuan individual pueda parecer.

En tal sentido, en esta investigación se ha buscado identificar los tópicos de discurso que un hablante de losAndes venezolanos relaciona con la noción de trabajo.3 La metodología de análisis escogida para tal fin ha sido el ACD, dado que, por una parte, a través de ésta pueden señalarse relaciones texto/contexto pertinentes para los fines del ejercicio aquí planteado, y por la otra, su naturaleza interdisciplinar valida la inclusión de elementos que enriquecen el análisis de la muestra.

1. ACERCA DEL ESTUDIO

En este ejercicio se ha abordado una muestra de habla cotidiana tomada del Corpus Sociolingüístico de la Ciudad de Mérida (Domínguez y Mora 1995),4 un conjunto de entrevistas en las que informantes merideños hablan de su vida, lo que consideran es el estado de las cosas en su entorno. El Corpus Sociolingüístico de la Ciudad de Mérida (en adelante CSM) se recogió con la intención de recopilar los usos discursivos más cercanos al uso cotidiano del habla de los merideños. Los informantes en el corpus fueron clasificados tomando en cuenta las siguientes variables: grupo generacional, nivel socioeconómico y sexo del hablante. En un primer momento, me planteé identificar aquellos hablantes que hicieran clara referencia a la noción de trabajo (i.e. que parte de la entrevista versara en torno a dicha noción). Luego de varias lecturas y aproximaciones atentas al CSM, seleccioné, para este análisis, la entrevista de un informante de tercera edad, del estrato socioeconómico medio y de sexo masculino.

La grabación de esta entrevista comienza a mitad de una conversación sobre tradiciones y ritos religiosos; primero, sobre los tipos de paraduras5 que pueden conseguirse según las posibilidades económicas de la gente, y luego, sobre las costumbres y prácticas religiosas en ocasión de la muerte de un ser querido. Aun cuando comienza refiriéndose a tradiciones religiosas en la sociedad andina, el informante también hace referencia al dinero y al valor relativo de algunos bienes de uso y consumo y salarios hacia principios del siglo XX e inmediatamente se actualiza en el discurso la noción trabajo, noción que no abandonará durante poco más de un tercio de la entrevista.

En sus intervenciones, el entrevistado asocia la noción de trabajo con ideas y referencias que parecieron distintas a las de nuestra época. Por ello, en este estudio de caso se analiza el discurso de este hablante, con el propósito de lograr una contextualización histórica y social del hablante y de su visión del trabajo. La contextualización histórico-social del informante es pertinente al análisis, puesto que, como se trata de una persona de la tercera edad, sus referencias a los hechos y al estado de las cosas a principios del siglo XX se convierten en un argumento útil, si bien no para hacer generalizaciones (lo cual está lejos de la intención de este artículo), sí en tanto que estímulo para posibles y siguientes investigaciones en las que podrían establecerse puntos de comparación respecto a la concepción del trabajo. De esta manera, para este ejercicio, es relevante no sólo quién es este señor andino, a qué estrato social pertenece, sino que además es importante saber cuál o cuáles fueron las circunstancias que moldearon sus primeros años de vida, pues evoca el pasado cuando, en su conversación con el entrevistador, se refiere a la noción de trabajo.

Así, cuando el entrevistado habla de la Venezuela rural, alude al país pre-petrolero, en el que la manera de organizar los espacios geográficos se había consolidado desde finales del siglo XIX, y donde la producción y exportación de rubros agropecuarios "durante más de cuatro siglos representó la única fuente generadora de excedentes significativos dentro de un funcionamiento económico escasamente diversificado y dependiente del mercado internacional" (Ríos y Carvallo 2000: 41). Estos mismos autores proponen tres patrones históricos (i.e. urbano concentrado, urbano disperso y rural disperso) bajo los cuales se habría organizado la gente y las actividades económicas y sociales en los diversos espacios del país rural.

En esta distribución de espacios geográficos de la Venezuela prepetrolera (de carácter rural), Los Andes estaban estructurados de acuerdo con el patrón urbano disperso. Este patrón "se basa en una estructura productivacaracterizada por el predominio de unidades de producción, pequeñas ymedianas, que funcionaban como economías familiares-mercantiles, vinculadas con la producción agroexportadora." (Ríos y Carvallo 2000: 38).

El sistema familiar-mercantil estaba conformado por pequeñas redes que unían los distintos centros de producción con los mercados de los centros poblados más grandes en la región, pasando por las aldeas, pueblos, etc. Se garantizaba entonces una muy movida y autosuficiente economía local y regional que no dejaba ganancias significativas para el productor promedio. Solo aquellas familias especializadas en la producción de rubros como el café, que suplían la demanda del mercado internacional, pueden verse como beneficiarias de ganancias mayores.

Estos datos históricos y económicos más otros de índole político y social, que se mencionan más adelante, han servido para que, junto al análisis de las formas lingüísticas, se pueda ofrecer una descripción detallada y coherentedel discurso de nuestro hablante y su visión de la noción trabajo.

2. MÉTODO

La muestra analizada en este ejercicio está compuesta por extractos de una entrevista que forma parte del CSM (Domínguez y Mora 1995). El informante vive en la ciudad deMérida, es de estrato social medio y de la tercera edad. Es natural de Chiguará,6 pueblo del que salió cuando era niño. Su recuerdo de Mérida en 1939 (año en el que llegó a la ciudad) es de un pueblito que se extendía sólo desde Glorias Patrias hasta Milla7 y que estaba rodeado por haciendas.

Cumpliendo con los requerimientos metodológicos del ACD, en este análisis se han incluido tanto elementos lingüísticos como contextuales. Por una parte, se ha tratado de describir el contexto del informante, ofreciendo información acerca de su contexto histórico y social tanto a nivel local como global (cf.VanDijk 1999). Por la otra, se han considerado los tópicos del discurso, los elementos léxicos y las proposiciones que se refuerzan entre sí para construir un discurso coherente.

El análisis presentó algunas dificultades metodológicas al momento de identificar los tópicos del discurso asociados a la noción en cuestión, ya que, como se ha dicho, la entrevista no se hizo con la finalidad de saber lo que el hablante piensa sobre el trabajo. Por ello, el análisis de los textos se hizo de la siguiente forma:

1. Se ubicaron las acepciones de trabajo que aparecen en el DRAE (2001).

2. Con base en las ideas que el informante asocia con el trabajo en la entrevista, se esbozaron los tópicos del discurso relacionados con la noción. Aun cuando originalmente la intención fue la de utilizar términos extraídos casi literalmente del discurso estudiado, esto no fue posible, pues las ideas a que refieren no aparecerían comúnmente en una conversación donde el trabajo no sea tema de discusión. En tal sentido,  las etiquetas (i.e. las palabras y frases) utilizadas para dichos tópicos son producto demis lecturas del texto analizado y han sido sustentadas en las definiciones del DRAE.

3. Se analizaron elementos léxicos y gramaticales que el informante utiliza para establecer comparaciones respecto al trabajo, tanto en el eje temporal como en el eje de los valores.

Como ya se ha mencionado, las formas lingüísticas más susceptibles de tener información del tipo buscado en este estudio (i.e. creencias, ideas acerca del concepto) son los llamados tópicos del discurso, expresados en proposiciones coherentes a nivel local del discurso (cf. van Dijk 1999). Se examinó cómo el hablante organizó su discurso para comunicar una visión (idiosincrásica, dada la muestra) del trabajo. Son estos niveles de coherencia los que validan la construcción discursiva de un concepto.

3. ANÁLISIS

3.1 Contextualización del informante

El entrevistado es un hombre de más de sesenta años, quien recuerda cuando llegó siendo niño aMérida en 1939. La ciudad era como un pueblito de muy poca gente, incluso la Universidad tenía una población estudiantil muy reducida. Cuenta el entrevistado que nació en el primer tercio del siglo veinte, y que los primeros años de su vida estuvieron marcados, como los de cualquier venezolano de la época, por un clima de inestabilidad política y social, en un país eminentemente agrícola, y en una zona más bien aislada del resto del territorio nacional.

Recordemos brevemente lo que eran LosAndes venezolanos para esa época. El siglo diecinueve se caracterizó por presentar en todo el país un clima inestable a todos los niveles; esto como consecuencia de innumerables guerras intestinas producto de divergencias entre caudillos y grupos de diversos intereses que no supieron entenderse luego de la gran guerra. Este clima de inestabilidad se adentró al siglo veinte (Cardozo 1993). En 1935 muere Juan Vicente Gómez, el último gran caudillo, quien había llegado a la palestra política nacional a través de la Revolución Restauradora en 1899, liderada por Cipriano Castro, y tomado el poder en un golpe de estado en 1908. Gómez gobernó durante 27 años y podría decirse que la característica más saliente de su gobierno es la de haber unificado al país, logrando apaciguar el caudillismo, asegurando la lealtad de los principales caudillos en cada región. Luego de este largo gobierno, el General Eleazar López Contreras resulta electo presidente de la república (1936- 1941), asegurando, hasta cierto punto, la continuidad del gobierno gomecista, y por ende la tranquilidad que había reinado en el país desde que Gómez había asumido elmando. En 1941, otroGeneral resulta electo presidente de la República por el congreso, Isaías Medina Angarita, quien fue derrocado en 1945 por un golpe de Estado cívico-militar. La historia política de nuestro país continúa en avatares de este tipo hasta 1958, cuando es derrocado el último gobierno militarista del siglo veinte y se da paso al experimento de democracia que impulsa nuestro país hacia los tiempos modernos.

Lo dicho hasta ahora refiere únicamente al panorama político. Es importante incluir, además, un elemento que parece sencillo a primera vista, pero que resulta determinante cuando se habla de cosmovisiones. Esta región geográfica (i.e. Los Andes venezolanos) es una formación geológica que se caracteriza por sus altos farallones y por un aislamiento geológico, puesto que el acceso a esta zona fue muy oneroso hasta hace relativamente poco. En el primer lustro del siglo veinte un viaje a Caracas desde cualquier localidad andina implicaba la necesidad de tener o bien un pasaporte vigente para irse en vapor hasta el puerto de Maracaibo y de allí a Aruba o Curazao y luego a La Guaira o Puerto Cabello para seguir en bestia a Caracas, o bien el empeño suficiente para, por tierra, cruzar la cordillera, los llanos de Mona y y las selvas de Yaracuy durante un mes de camino (Anzola 1981). Incluso en 1950, un viaje a Caracas desde alguna localidad tachirense en automóvil tomaba alrededor de tres días de camino, yendo desde San Juan de Colón, por ejemplo, hasta Mérida en una primera jornada, luego una segunda jornada desde Mérida hasta Carora en el estado Lara, y una última jornada desde Carora hasta Los Teques, para luego llegar a la gran capital.

Este aislamiento se reflejaba en el desarrollo de la economía regional que, desde los siglos dieciocho y diecinueve, se había visto en la necesidad de crear maneras de obtener mano de obra para trabajar la tierra y para mejorar los caminos (ya existentes desde la colonia) y la creación de nuevos modos para transportar los productos hacia los puertos del lago de Maracaibo para su exportación y hacia el centro del país (i.e. los grandes ferrocarriles de finales del diecinueve y principios del veinte, y las carreteras del primer tercio del veinte). Debido a la abolición de la esclavitud en el diecinueve y a las depresiones económicas recurrentes que sufría el país entero (cfr. Osorio 1996; Cardozo 1993 para Los Andes), los terratenientes tuvieron que acudir a modalidades como la de pisatario o la de jornalero para garantizar la producción de sus tierras. Otra manera de asegurar la mano de obra,más común en productores demedianos estratos, era el de las grandes familias, donde los hijos eran el elemento primordial en el cultivo de la tierra.

3.2. Análisis de formas

Ahora bien, en los últimos cuatro párrafos, hemos tratado de dibujar el entorno que dio marco a la socialización del individuo que nos habla, al menos en sus primeros cinco lustros de vida. Con esto en mente, abordemos su discurso, enfocándonos esta vez en los elementos lingüísticos.

Para empezar, la voz trabajo presenta una gama de acepciones que, aun cuando están potencialmente presentes en nuestra vida diaria, refieren a campos semánticos8 que trascienden el alcance de nuestro estudio. Así, de las varias acepciones que aparecen en el DRAE se toman las acepciones de trabajo que no incluyen ni giros idiomáticos ni usos dialectales, los cuales trascienden el interés del ejercicio. Por esta razón, como punto de partida, se han tomado las dos primeras acepciones de trabajo ofrecidas por el DRAE, las cuales refieren a la acción trabajar y a la realización de una ocupación que es retribuida o cualquier ocupación de un individuo que requiera actividad física o intelectual.9 El siguiente paso de este análisis ha sido localizar en el corpus las ideas que el informante asocia con el trabajo, para esbozar los tópicos del discurso relacionados con esta noción.Así, sacrificio, inherente a la vida diaria y fundamento social son las ideas más comúnmente evocadas por el informante, y por ende constituyen los tópicos principales de la entrevista analizada. Sobre dichos tópicos se hizo una búsqueda en el DRAE como punto de partida para el análisis.

1. Sacrificio refiere a un acto de abnegación inspirado por la vehemencia del amor [amor por el colectivo, o la familia].

2. Inherente (a la vida diaria). Inherente (del latín inhaerens, -entis) es un adjetivo que refiere a aquello que por su naturaleza está de tal manera unido a algo, que no se puede separar de ello. La frase preposicional a la vida diaria es en este caso ese "algo" a lo cual el trabajo es inherente.

3. Fundamento social. Las acepciones que de fundamento se han tomado, lo presentan por una parte como el principio y cimiento en que estriba y sobre el que se apoya un edificio u otra cosa; por la otra, como la raíz, principio y origen en que estriba y tiene su mayor fuerza algo no material. Social es un adjetivo que significa perteneciente o relativo a la sociedad.

En primer lugar, el sacrificio para este señor de la tercera edad es algo que parece ser natural. Recordemos que es de origen rural, pero llegó a Mérida siendo un niño en 1939. Consideremos, no obstante, que laMérida de esos años era más bien otro pueblo de las montañas. En su discurso establece una interesante comparación entre el tiempo de antes y el de ahora, en el que su punto de comparación base, puede decirse, es el trabajo. Habla sobre cómo se trabajaba en su tiempo, presentando esta labor como central para el día a día. Todo giraba en torno al trabajo, por lo que éste ocupaba la mayor parte del tiempo y la atención de la gente; además, por esta acción no se recibía gran remuneración. Veamos este fragmento:

(1) Hab.: ... y uno salía a pie... de arriba del pueblo para agarrar el carro a Estanques, se pagaban dos bolívares de Estanques a aquí.

Enc.: Cuando el bolívar valía...

Hab.: (no se entiende)

Enc.: Sí.

Hab.: Claro, uno no ganaba un carajo, un obrero ganaba un bolívar, de...

de domin... de... lunes a sábado.

Enc.: Mjm... y de oscuro a oscuro.

Hab.: Ahí no había ley de trabajo ni horario mi amigo, salía el sol se ponía a trabajar, se ponía el sol se iba para su casa, y ¿sabe cuánto ganaba un peón en ese tiempo?, esos obreros peones, de finca, de hacienda, y vaina de esa... un bolívar diario.

Tal como lo presenta, se infiere el trabajo como una suerte de sacrificio, un acto que se realiza con abnegación, donde los beneficios individuales parecen disminuidos y la búsqueda de la riqueza, casi inexistente. No existían entonces los beneficios laborales que existen ahora. El tiempo de trabajo se medía por la salida y la puesta del sol, "de oscuro a oscuro". Y aún así, se hacía; pudiendo representar entonces el sacrificio de las individualidades por el colectivo, por el bien común; se infiere aquí, el bienestar de la familia.

El bienestar común sólo podría asegurarse con la participación detodos los miembros del grupo familiar, pues la abundancia a la que más adelanteen su discurso se refiere no es aquella del dinero ni bienes materiales, sino la de que todo el mundo trabajaba para asegurar la comida. El trabajo es en principio un medio de vida, idea que reitera a través del uso de la repetición de proposiciones en las que enfoca que no importa la situación social de las personas, el trabajo es la forma básica y primera para subsistir. Este medio de vida permitía producir lo suficiente para la manutención del grupo familiar, dependiendo poco en la compra de otros productos. Leamos:

(2) Hab.: Pero fíjate que, por ejemplo... en la casa, por muy pobre que fuera uno... ahí se... se tenía su vaquita, su cochinito, la gallinita y la vaina, se cultivaba todo, empezando del maíz para arriba.

Enc.: Mjm.

Hab.: Relativamente lo que se compraba era la sal...

Enc.: Sí, la sal y fósforos [fóforos]

Hab.: ... y... fósforos [fóforos] y... el kerosén para alumbrarse...

Enc.: Sí.

Hab.: ... porque más producía el... por muy pequeña que fuera la finquita ahí se producía toda esa vaina. La cañita, y en el trapichito de... de madera (no se entiende), ahí se machucaba la caña.

Popularmente se dice que todo tiempo pasado fue mejor y este saber popular está presente en el texto estudiado aquí. En la entrevista, el informante hace una comparación entre un pasado bueno y un presente malo (o al menos no-bueno), utilizando como eje de esa comparación la noción trabajo. Esta comparación la hace en un marco temporal en el que se identifica un antes y un ahora, por una parte, y por la otra, un manejo de oposición, casi maniqueísta, de valores. En los textos analizados se ve la asociación tanto de elementos léxicos como proposiciones de corte negativo al presente y estructuras similares pero de corte claramente positivo asociadas al pasado, con lo cual comienza a actualizarse en el enunciado el tópico fundamento social, el cual se sigue elaborando más adelante en el ejemplo (3):

(3) Hab.: Había la abundancia, que todo el mundo trabajaba, como no había empleados públicos ni un carrizo todo el mundo era pegado a sus... maticas y su vaina y sacaban la comida.

Enc.: Claro.

hab.: Y ente... ahí no había que si "voy a trabajarle al gobierno, a... meterme a policía", no, ¿de dónde? si un policía en ese tiempo ganaba cuatro... cinco bolívares diarios.

Enc.: ¿Y empleados públicos? Muy pocos.

Hab.: Muy pocos. No había esa corrupción que hay ahorita ni un carajo, no la había...

Enc.: (no se entiende).

Hab.: ... todo el mundo pegado a... a su trabajo, a la tierra... y otra vaina,

poca gente.

Enc.: Ajá.

La abundancia como consecuencia del trabajo de todo el mundo se relaciona con el antes y la corrupción se relaciona con el hoy. Curioso es además que en la misma proposición en que se asocia la corrupción al ahora se hace referencia a los empleados públicos. Es decir, empleados públicos (i.e. aquellos que trabajan para el gobierno) y corrupción se asocian al hoy del hablante y se oponen a la abundancia del ayer, la cual, como ya se dijo arriba, no se refiere a lo material sino a la abundancia del trabajo, que trae como consecuencia el bienestar común. Este puede leerse, por una parte, como el sacrificio de las individualidades por el colectivo, y, por la otra, como la presencia de la honestidad y la tranquilidad, que igualmente actualiza este hablante en su discurso, como veremos más adelante.

Por otra parte, respecto a la inherencia a la vida diaria, se puede decir que, para el entrevistado, la vida es trabajo, y esta idea conforma el marco central de su discurso. La comparación de la vida de antes con la de ahora se concentra en el trabajo, una labor diaria necesaria para subsistir, que requiere de sacrificio y de la colaboración de todos para tener éxito. No importa quien sea el que trabaje pero "todo mundo [ha de estar] pegado a su [trabajo]".

(4) Hab.: Había la abundancia, que todo el mundo trabajaba, como no había empleados públicos ni un carrizo todo el mundo era pegado a sus... maticas y su vaina y sacaban la comida.

Más aún, si retomamos algunos de los fragmentos del ejemplo (1), puede verse que al no representar una fuente de gananciasmateriales considerables sino más bien una rutina que solo parecía alterarse por los oficios religiosos del día domingo, el trabajo es visto, por este hablante como la acción central y esencial del día a día. Leamos de nuevo:

(5) Hab.: Claro, uno no ganaba un carajo, un obrero ganaba un bolívar, de... de domin... de... lunes a sábado.

Enc.: Mjm... y de oscuro a oscuro.

Hab.: Ahí no había ley de trabajo ni horario mi amigo, salía el sol se ponía a trabajar, se ponía el sol se iba para su casa, y ¿sabe cuánto ganaba un peón en ese tiempo?, esos obreros peones, de finca, de hacienda, y vaina de esa... un bolívar diario.

Finalmente, en su comparación de la vida de antes con la de ahora, si bien la noción trabajo no es la única a la que recurre, es a la que le dedica más espacio dentro de su discurso. A continuación tenemos un fragmento donde el entrevistado narra cómo era la vida en Mérida en la primera mitad del siglo veinte, tomando como puntos de referencia los gobiernos de los generales Eleazar López Contreras (1936-1941) e Isaías Medina Angarita (1941-1945). Habla de la honestidad de la gente y de la seguridad en que se vivía en la ciudad. Una de las razones que él considera importante es la poca cantidad de gente, "poca gente" dice. Sin embargo, es ésta una razón que considera en un segundo momento dentro de su intervención, pues el enfoque mayor está en que la gente no andaba "pensando en hacerlemal al vecino"; en ese tiempo "no habíamalandros" pues "todomundo era trabajando".Más adelante, y siguiendo con la comparación, dice que en los tiempos de antes "no había estos bochinches" (los de ahora), completa la idea con "todo el mundo era pegado al trabajo". En su comparación vemos entonces dos situaciones enmarcadas por el antes y el ahora, en las que elementos considerados negativos como "malandros" y "bochinches" propios al ahora se oponen a "honestidad" y "tranquilidad" propios del antes. La diferencia entre estos dos momentos la hacen, por una parte, la "poca gente" pero sobre todo que "nadie vivía pensando en nada sino en su trabajo". Leamos:

(6)  Hab.:Y... López Contreras recibió el mando en el ses... cuando murió Gómez, en el trentiséis, hasta el cuarenta y uno que le tocó a... a Medina Enc.: ¿Y la vida en Mérida, muy apacible?

Hab.: Tranquila...

Enc.: Calmadita...

Hab.: ... tranquila...

Enc.: De problemas no se escuchaba... absolutamente nada.

Hab.: Ahí no había malandros, todo mundo era trabajando mi hermano... trabajando el campo y la vaina y... nadie vivía... pensando en hacerlemal al vecino, a nadie mi hermano, había una honestidad pero grandísima... 

claro yo pienso que... por esta poca gente... la Universidad, por ejemplo, eso eran... cuatro pelagatos...

(…)

yo entiendo que no es lo mismo, en ese tiempo Mérida contaba cuatro, cinco mil habitantes, era un pueblito.

Enc.: Mjm.

Hab.: Y... no había estos bochinches porque no había nadie, era el trabajo, todo el mundo... pegado al trabajo y esa cosa, y nadie estaba pensando en hacerle mal al otro... un atraco, no se veía esa vaina nunca, mi hermano.

Tú podías salir a la hora que fuera de noche de su casa, dejar las casas abiertas...

En estos fragmentos la aparición del lexema trabajo y el uso del pretérito imperfecto en prácticamente todas sus cláusulas aseguran la continuidad discursiva respecto a la oposición de los marcos temporales antes y ahora, contribuyendo de esta manera con la construcción de la noción de trabajo. Además de contribuir con la coherencia del discurso, se introduce aquí la honestidad como otro tópico relacionado con la noción de trabajo, oponiendo, de nuevo, un antes y un ahora: antes había honestidad, "nadie vivía…pensando en hacerle mal al vecino", "no había malandros", de lo que podemos inferir que ahora sí hay malandros y la honestidad no abunda. Honestidad entonces es otro elemento de lo que puede reconstruirse es el trabajo para este informante, sobre la base de su discurso. Este elemento se asocia al tópico de discurso fundamento social definido más arriba.

Además, vemos cómo bochinche se opone a honestidad y el informante lo asocia al marco temporal del ahora.Ahora bien, bochinche, según el DRAE, es "tumulto, barullo, alboroto, asonada", términos que a su vez tienen en común al desorden, el ruido, los cuales podemos vincular en este discurso a la perturbación del orden público. Perturbación que se da, inferimos porque ahora la gente no está concentrada en su trabajo, lo cual parece ser esa acción casi dogmatizante que aseguraba un orden social estable y honesto, por lo tanto se convertía en uno de los fundamentos de una sociedad honesta. Fundamento que acusa (quizá con cierta nostalgia) el hablante como una de esas tantas tradiciones que se van perdiendo con el tiempo.

(7)  Hab.: ... ¿no? entonces esas... todas esas tradiciones... han muerto hijo.

Enc.: Sí, es verdad.

Hab.: (no se entiende) han muerto.

Enc.: Eso es parte de lo que lo identifica a uno.

Hab.: La conciencia que había, la honestidad, la honradez, nadie vivía pensando en nada sino en su trabajo, claro, los problemas, y las riñas... tenían que existir, por desavenencias [desabeniénsias] en fin ¿no? pero no como estas matazones que suceden aquí todos los días.

Para finalizar este ejercicio de análisis, se ha podido ver cómo, a lo largo de su discurso, el informante asocia a la noción trabajo los tópicos sacrificio, inherente a la vida diaria y fundamento social. Estos tres tópicos se combinan para ofrecer un primer momento de la configuración de lo que el trabajo es para este informante. Estos se combinan para expresar sus creencias (van Dijk 1999) acerca del fenómeno social estudiado.Así, al trabajo se le asocia con un acto de abnegación, visto además como inseparable de la naturaleza social del hombre, a tal punto que puede incluso considerarse como fundamental para la organización y el buen funcionamiento de una sociedad. Sin embargo, la concepción idiosincrásica de trabajo que plantea este andino venezolano no se queda en la combinación de tópicos de discurso, sino que se enmarca en una oposición de un antes y un ahora. En esa oposición de momentos, surgen en su discurso lexemas como abundancia, corrupción, honestidad,malandro, bochinche, organizados en proposiciones que asocia al trabajo. Esto supone tanto cohesión léxica como cohesión a nivel de proposiciones, con lo que se asegura la coherencia en un discurso en el que se pueden entrever las opiniones del hablante acerca del trabajo. Todo esto en lo que a simple vista pareciera un discurso que apoya aquella máxima popular de que todo tiempo pasado fue mejor, y que, sin embargo, aparece también como una pequeña ventana hacia la construcción de una noción que se muestra como importante para un informante merideño de la tercera edad.

4. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

Al considerar la realidad geográfica, política, social y económica de Los Andes venezolanos de la primera mitad del siglo veinte (Cardozo 1993), nos encontramos con una sociedad que estuvo aislada geográfica y culturalmente del resto del país y del mundo por mucho tiempo. Era ésta una sociedad estática y sus niveles de pobreza la llevaban al punto de que la mayor parte de la población consumía lo que era capaz de producir, con lo que podemos inferir que la pobreza de la que hablamos es muy distinta a la que conocemos hoy. Es decir, en una población mayormente rural y poco numerosa, lo que podía producirse de la tierra satisfacía necesidades básicas de un grupo familiar, siendo solamente artículos como la sal, el kerosén, los fósforos los más comunes que habían de comprarse en los mercados locales.

Con esto en mente y luego del análisis, no resulta difícil pensar que en un centro de producción familiar promedio el esfuerzo de todos y cada uno de los miembros del grupo familiar era necesario para garantizar una producción capaz de asegurar la subsistencia del colectivo. Frente a este panorama, vemos que en la visión de LosAndes venezolanos de la primera mitad del siglo veinte que este hablante nos presenta a través de su discurso, no parece el individuo ser el centro en torno al cual gira el interés primero de la gente, lomás importante fue mantener la unidad de producción estable y en buen estado, pues esto significaba el bienestar de todos.

De esta manera, casi aparece como lógica la asociación de los tópicos de discurso: sacrificio, inherente a la vida diaria y fundamento social, que conforman tres aristas a través de las cuales el informante construye en una conversación cotidiana su noción de trabajo. Asociando a ésta además, una serie de lexemas con los que dibuja y presenta dos realidades opuestas, oponiendo dos ejes temporales: antes y ahora. Antes se relaciona con abundancia, honestidad, mientras que ahora lo relaciona con corrupción, malandro, bochinche.

Por esta razón, al asociar trabajo con abundancia y honestidad, y éstos a su vez con el eje temporal antes, nuestro informante hace de la noción trabajo en su discurso una de las bases para la sociedad. Base que debe ser mantenida a través de la participación de todos los miembros de un grupo como la familia, por lo que el trabajo se convierte en la acción central del día a día, en la que, como ya se ha dicho, el colectivo importa más que las individualidades, lo cual puede leerse como un sacrificio de cada uno por el beneficio colectivo. Vimos además en los textos analizados que, valiéndose de la repetición, el hablante esboza que la prioridad de la gente antes era dedicarse al trabajo, concentrarse en éste y no "en hacerle mal al otro", oponiendo esto a los bochinches, a la corrupción y a los atracos presentes hoy día.

En otro orden de ideas, es importante resaltar que lo que aquí se ha hecho es solo un ejercicio de ACD. La aclaratoria es pertinente por tanto que aún cuando es interesante lo que esta metodología de análisis ha permitido leer entre líneas en una muestra de oralidad, no puede pretenderse más que apuntar hacia nuevas y más amplias investigaciones en las que un corpus de estudio que incluya tanto más informantes como informantes de otras regiones del país sería interesante para contrastar patrones (si los hubiere) y obtener una panorámica de un todo representativo.

Finalmente, el panorama presentado por nuestro informante se muestra distinto a lo que podemos llamar la Venezuela petrolera, la del ideal moderno y progresista propulsado por la explotación petrolera que se consolidó en la segunda mitad del siglo veinte, atrayendo a entes de todo el mundo, empujando nuestra sociedad a la escena internacional ymoderna. Indudablemente la concepción de la noción trabajo hoy día en LosAndes venezolanos y en Venezuela toda dista de aquella que hemos esbozado desde el discurso de un informante rural. Es la convicción de esa diferencia la que impulsó este ejercicio y la que seguramente impulsará un nuevo ejercicio desde el petróleo.

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Notas:

* Este artículo es producto de un proyecto de investigación financiado por el CDCHT de la Universidad de LosAndes, El trabajo como fenómeno social, signado con el código H-818-04-09-C.

1. "At the very center of interaction life is the cognitive relation we have with those present before us, without which relationship our activity, behavioural and verbal, could not be meaningfully organized" (Goffman 1983: 4). La traducción en el texto es del autor de este artículo.

2. "en la lengua todo es forma y nada es sustancia" diría Saussure (1983).

3. Según Corominas (1974) la voz "trabajo" significó originalmente ‘sufrir’, ‘esforzarse’, ‘procurar por’, 1220-50 de donde más tarde ‘laborar, obrar’, S. XIV. Del lat. Vg. *TRcPALcARE ‘torturar’, deriv. De TRcPALcUM ‘especie de cepo o instrumento de tortura’, S. VI. Éste es copt. de TRES y PALUS, por los tres maderos cruzados que formaban dicho instrumento, al cual era sujetado el reo.

4. El Corpus Sociolingüístico de la ciudad deMérida (CSM) es un conjunto de entrevistas semi-estructuradas recogidas bajo la coordinación de las Profesoras Carmen Luisa Domínguez y Elsa Mora Gallardo. Estos datos han servido para el análisis lingüístico en proyectos de investigación muy diversos dentro del ámbito de los estudios del habla de los merideños.

5. La paradura es una tradición merideña que se celebra entre el día de Reyes el 6 de enero y el día de la Virgen de la Candelaria el 2 de febrero, en la que se "levanta" al niño Jesús entre cánticos, rezos, comida, bebida y música típica andina.

6. Poblado del sur del EstadoMérida, perteneciente alMunicipio Sucre y predominantemente agrícola.

7. Estos sectores se consideran hoy día parte del casco central de la ciudad de Mérida.

8. Greimas y Courtés (1993) definen este término como un concepto operacional que puede ser utilizado para referirse a un grupo de unidades léxicas a las que consideramos les subyace una organización estructural.

9. trabajar. (Del lat. *tripaliare, de tripalium). 1. intr. Ocuparse en cualquier actividad física o intelectual. Trabajar en la tesis doctoral. Trabaja poco y mal. 2. intr. Tener una ocupación remunerada en una empresa, una institución, etc. ¿Trabajas o estudias? 3. intr. Ejercer determinada profesión u oficio. Trabaja como periodista. Trabaja de jardinero. 4. intr. Dicho de una máquina: funcionar. El ordenador trabaja según un programa determinado. 5. intr. Dicho de un establecimiento o de un organismo: Desarrollar su actividad. 6. intr. Colaborar o mantener relaciones comerciales con una empresa o entidad. Siempre trabajamos con la misma agencia de viajes. 7. intr. Intentar conseguir algo, generalmente con esfuerzo. Trabajar por la paz. 8. intr. Dicho de una cosa: Obrar o producir un efecto. La naturaleza trabaja para vencer la enfermedad. 9. intr.Arq. yMec. Dicho de una cosa o de una parte de ella: Sufrir la acción de los esfuerzos a que se halla sometida. 10. tr. Aplicarse o dedicarse con esfuerzo a la realización de algo. Este curso ha trabajado mucho las matemáticas. U. t. c. prnl. Se ha trabajado el ascenso. 11. tr. Elaborar o dar forma a unamateria. Trabajar lamadera, el cuero. 12. tr. Cultivar la tierra. Trabajar el campo. 13. tr. ejercitar ( usar reiteradamente una parte del cuerpo).  Deberías trabajar los músculos de las piernas. 14. tr. Tratar de influir en alguien para lograr lo que se desea de él. Trabajó a su marido para hacerle cambiar de opinión. U. t. c. prnl. Trabajarse a un cliente. 15. tr. mortificar ( afligir, desazonar). Lo trabajaba la idea de la muerte. 16. tr. dañar ( causar perjuicio). Los años la han trabajado ya bastante. 17. tr. Dep. En equitación, ejercitar y amaestrar el caballo. 18. tr. coloq. Ven. Dicho de un brujo o de un curandero: Ejercer su arte. U. t. c. intr.

ANDERZON MEDINA ROA

Profesor asistente de la Escuela de Idiomas Modernos (Facultad de Humanidades y Educación) de la Universidad de Los Andes (Mérida). Es además investigador adscrito al Grupo de Lingüística Hispánica de esta misma universidad.