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Núcleo
versión impresa ISSN 0798-9784
Núcleo v.18 n.23 Caracas ene. 2006
Los Horóscopos: su configuración temporal y modal
Horoscopes: Their temporary and modal configuration
Lourdes Díaz Blanca 1 y Ana Margarita Villalobos 2
Departamento de Castellano y Literatura Universidad Pedagógica Experimental Libertador - UPEL Instituto Pedagógico Rafael Alberto Escobar Lara Maracay 2101, Venezuela. Telf.: (58 243) 241 13 61
1 ludiblan@hotmail.com
2 villamaggi@hotmail.com
RESUMEN
En este artículo se persiguen tres objetivos: a) determinar la frecuencia de uso de los tiempos verbales en los horóscopos escritos de tipo descriptivo, directivo y predictivo; b) establecer las relaciones entre tiempo y modo en cada clase de horóscopo; c) explicar el uso de los tiempos y modos verbales en los textos analizados. Para ello se examinaron ocho revistas destinadas
exclusivamente al horóscopo y nueve revistas encartadas en diarios de circulación nacional o regional, que sólo contienen una sección dedicada a éste. De ese corpus, se identificaron 1.300 oraciones de los horóscopos descriptivos, 2.325 de los directivos y 1.704 de los predictivos. El estudio indicó que en los horóscopos descriptivos predomina el presente de indicativo (80,76%); en los directivos, el presente del subjuntivo (26,67%) y en los predictivos, el presente de indicativo (44,36 %). A través de esta configuración temporal y modal, el(la) presentador(a) de estos textos muestra un fuerte grado de aserción en la emisión de las descripciones; atenúa el mandato y
le atribuye a la predicción carácter de evento ya realizado, con lo cual se aproxima el futuro y asume un mayor grado de compromiso frente a lo expuesto.
Palabras clave: horóscopos, tiempo y modo.
Os horóscopos: sua configuração temporal e modal
RESUMO
Este artigo visa atingir três objetivos: a) determinar a freqüência de uso dos tempos verbais nos horóscopos escritos do tipo descritivo, diretivo e prognosticador; b) estabelecer as relações entre tempo e modo em cada tipo de horóscopo; c) explicar o uso dos tempos e modos verbais nos textos analisados. Para isto foram estudadas oito revistas voltadas exclusivamente ao horóscopo e nove revistas encartadas nos jornais de circulação nacional ou regional, que somente contêm uma seção para horóscopos. Desse corpus, foram identificadas 1300 frases dos horóscopos descritivos, 2325 dos dire t i vos e 1704 dos pro g n o s t i c a d o res. O estudo indicou que nos
horóscopos descritivos prevalece o presente do indicativo (80,76%); nos diretivos, o presente do subjuntivo (26,67%) e nos prognosticadores, o presente do indicativo (44,36 %). Através desta configuração temporal e modal, o (a) apresentador(a) destes textos mostra um grande número de afirmações na emissão das descrições; diminui as ordens e atribui à predição um caráter de evento já realizado. Isto permite se aproximar ao futuro e assumir um maior compromisso com o que está sendo afirmado.
Palavras-chave: horóscopos, tempo, modo.
ABSTRACT
This article has the following objectives: a) to determine the frequency of use of verb tenses in written horoscopes of descriptive, directive and predictive type; b) to determine the relation between tense and mood in each class of horoscope; c) to explain the use of the verb tenses and mood in the analyzed texts. For this we examined eight magazines destined exclusively to horoscopes and nine magazines (annexed in newspapers of national or regional circulation) which only contain a section dedicated to them. In this corpus we identified 1,300 sentences in the descriptive horoscopes, 2,325 in the directive ones and 1,704 in the predictive ones.
The results of the study indicate that the present of indicative prevails in the descriptive horoscopes (80.76%), the present of subjunctive in the directive type (26.67%) and the present of indicative in the predictive type (44.36 %). Through this temporary and modal configuration, the presenter of
these texts shows a high degree of assertion in the production of the descriptions, attenuates the mandate and gives the predictions the characteristic of events which have already occurred, thus approximating the future and assuming a greater degree of commitment.
Key words: horoscopes, tense, mood.
Les horoscopes: leur configuration temporelle et modale
RÉSUMÉ
Cette étude vise à: a) déterminer la fréquence dusage des temps verbaux dans les horoscopes écrits de type descriptif, directif et prédictif; b) établir des relations entre le temps et le mode pour chaque type dhoroscope; c) expliquer lusage des temps et des modes verbaux dans les textes analysés.
Huit revues consacrées exc l u s i vement à lhoroscope, ainsi que neuf magazines (ayant une section sur lhoroscope) distribués avec des journaux nationaux ou régionaux ont été analysés au cours de la recherche. Lon a identifié 1300 phrases des horoscopes descriptifs, 2325 des directifs et 1704 des prédictifs. Daprès létude, le présent de lindicatif est le temps verbal qui prédomine dans les horoscopes descriptifs (80.76%); le subjonctif présent,dans les directifs (26.67%); et le présent de lindicatif, dans les prédictifs (44.36%). À travers cette configuration temporelle et modale, lauteur de ces textes montre un degré dassertion assez élevé dans les descriptions. En plus, lauteur atténue les ordres et attribue le caractère dévénement accompli à la prédiction. Cest ainsi que lauteur se rapproche de lavenir et montre un degré dengagement plus élevé.
Mots clés: horoscopes, temps, mode.
Recibido: 23/01/06 Aceptado: 02/05/06
LOS HORÓSCOPOS: SU CONFIGURACIÓN TEMPORAL Y MODAL
1. INTRODUCCIÓN
En los anaqueles de las librerías, supermercados o kioscos encontramos textos, revistas, secciones periodísticas de los diarios de circulación regional o nacional, u otros materiales relacionados con el horóscopo. En las televisoras nacionales o internacionales se presentan programas de horóscopos, conducidos por astrólogos como Adriana Azzi, Walter Mercado y Hermes Ramírez.1 En diferentes emisoras de radio también se transmiten programas dedicados al horóscopo; asimismo, en la Internet hay cantidad de páginas referidas a los horóscopos.2
También a diario observamos cómo algunas personas acuden constantemente a los horóscopos para encontrar respuestas a sus interrogantes, aclaraciones a sus dudas, satisfacción de tal o cual propósito; como un aliciente a las angustias existenciales; como una posibilidad de resolución de problemas o al menos de alivio a la ansiedad producida por la crisis en diferentes ámbitos: familiar, emocional, social, económico, físico, etc.
Estos textos han recibido severas críticas por encontrarse en medio de toda una polémica anti-astrológica, en la que se niega el carácter científico de esta área del conocimiento. A juicio de Guinard,3 hay una tendencia a la vulgarización y el disfraz del discurso astrológico por los fabricantes de firmas horoscópicas, los vendedores de servicios telemáticos y los mercaderes de recetas, sostenidos con placer por los medios de comunicación y editoriales
(Guinard, 2002). Asimismo, considera que estos sucedáneos de astrología (ibid.) son altamente perjudiciales para el desarrollo y la consolidación de esta ciencia.
Abundan las posiciones en favor o en contra de la producción y consumo de los horóscopos; sin embargo, el objeto de este artículo no es participar en esta controversia, ni asumir postura alguna al respecto. Interesan los recursos lingüísticos, textuales y discursivos empleados para configurar la fisonomía particular de estos textos.
En un trabajo anterior al presente estudio, Villalobos y Díaz (2000) clasificaron los horóscopos en descriptivos, directivos y predictivos, y los caracterizaron en función de propósito, vigencia, actos de habla, estructura y fórmulas de tratamiento. Se realizó un arqueo hemerográfico de diferentes muestras de horóscopos y con base en los planteamientos de la Lingüística Textual, especialmente en la noción de tipo de texto (Isenberg, 1987) y la tipología textual propuesta por Adam (1985), se describieron, definieron y clasificaron los horóscopos. Asimismo, Díaz y Villalobos (2003) explicaron el uso de los tiempos verbales en estos tipos de texto, y reportaron que la forma verbal sobresaliente en los tres tipos de horóscopos es el presente, tanto en modo indicativo como subjuntivo.
Tomando como referencia los trabajos precedentes, se pretende estudiar el comportamiento de los verbos en los horóscopos y los vínculos que guardan con el modo. Dos consideraciones asisten en esta intención: la primera, que los tiempos y los modos no se suman, se complementan (López García, 1990: 151); la segunda, que tiempo y modo son nociones indisolubles: no hay tiempo verbal, en efecto, que se deje concebir independientemente de su envolvente modal, y, recíprocamente, el modo sólo es aprehensible por medio de las involutas temporales... (Molho, 1975: 76). Específicamente, en este trabajo se persiguen tres objetivos: a) determinar la frecuencia de uso de los tiempos verbales en los horóscopos escritos de tipo descriptivo, directivo y predictivo; b) establecer las relaciones entre tiempo y modo en cada clase de horóscopo; y c) explicar el uso de los tiempos y modos verbales en los textos analizados.
2. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA
2.1 Horóscopos
Los horóscopos son tipos de textos pertenecientes a los llamados textos predictivos, según la tipología textual expuesta por Adam (1985). En ellos se presentan previsiones, predicciones y revelaciones de algo que ha de suceder en el futuro a corto, mediano y largo plazo.
Los horóscopos se clasifican en descriptivos, predictivos y directivos (Díaz y Villalobos, 2003). En los descriptivos se atribuyen rasgos, cualidades o características físicas, psicológicas o intelectuales a los nativos de cada signo (p. ej.: El hombre libra tiene aspecto agradable y armoniosamente elegante [Estrella Guía Horóscopo, 2000: 25]) y se formulan comparaciones entre ellos, según el decanato en que hayan nacido. Pero éstos no son rasgos fijos, sino aproximaciones que pueden variar en virtud de otros elementos influyentes como el ascendente o la posición lunar al momento de nacer. Con esa descripción se promueve el conocimiento de cualidades generales y arquetípicas
tanto propias como ajenas. En las descripciones sólo están presentes los actos de habla describir y enumerar.4
Por su parte, en los horóscopos predictivos se anuncian hechos futuros que predisponen al lector a realizar una acción y a adoptar una actitud determinada.
Normalmente se construyen a través de sentencias (p. ej.: Sufrirás situaciones incómodas con tus compañeros [Estrella Guía Horóscopo, 2000: 25]) que llevan al destinatario a estar a la expectativa, sea para que se cumplan tales predicciones o para evitar su cumplimiento. Por lo general, aparecen los actos de habla pronosticar, conjeturar y prever.5
Finalmente, en los horóscopos directivos se indican acciones a seguir que orienten la toma de decisiones de los nativos de cada signo, con lo cual se pretende un cambio de conducta o de valoración del destinatario con respecto a una persona, situación, hecho, etc. (p. ej.: Busca propiciar encuentros para mejorar tus relaciones familiares [Estrella Guía Horóscopo, 2000:25]).
Estos textos presentan una amplia variedad de actos de habla, que pueden incluirse entre ejercitativos: ordenar, advertir, rogar, mandar, aconsejar, dar directivas, recomendar, entre otros (Austin, 1998).
2.2 El tiempo: una preocupación milenaria
El concepto tiempo ha sido objeto de estudio en diferentes campos del saber. Los filósofos, desde los más antiguos como Aristóteles hasta los contemporáneos como Jespersen (1975), han discurrido profundamente acerca de las relaciones tiempo-espacio y del establecimiento de fronteras temporales.
Los lingüistas, por su lado, también se han empeñado en buscar correspondencias entre los tiempos lingüísticos y la realidad exterior. Así, Alarcos (1995) renuncia al término tiempo y opta por el de perspectiva temporal, por cuanto las formas verbales no denotan un tiempo cronológico concreto; por su parte, Pottier (1977), Lamíquiz (1975) y Coseriu (1996) prefieren planos o niveles de actualidad como actual e inactual.
Igualmente, en un empeño por buscar correspondencias entre los tiempos lingüísticos y la realidad exterior, se deslindan tres momentos: presente, pasado y futuro. No obstante, dado que con esta tripartición se imbrican nociones gramaticales y extragramaticales, algunos estudiosos se deciden por el empleo de nociones como anterioridad, simultaneidad y posterioridad. Tal es el caso de Rojo, para quien ... las relaciones temporales son únicamente:
anterioridad, simultaneidad y posterioridad (1990: 26). Este autor define la temporalidad lingüística como una categoría gramatical deíctica que manifiesta la orientación de una situación con respecto al origen o a otro punto concomitante. Ese punto de partida concierta, por lo general, con el momento de la enunciación, aunque no siempre es así.
En cuanto a las concepciones acerca del tiempo, tenemos una en la que se vincula el tiempo con el momento de la emisión de los enunciados; es la noción de tiempo en su correlación con el locutor, es decir, la situación cronológica de un acontecimiento respecto del acto de enunciación por parte del hablante (Cohen, 1993).
Asumir el tiempo en su correlación con el hablante lleva a examinar el concepto de enunciación. Si bien su estudio se remonta a la antigüedad, es a partir de los trabajos de Benveniste que se renueva el interés por este fenómeno.
La enunciación consiste en poner a funcionar la lengua mediante un acto individual de utilización (Benveniste, 1999: 83). En esta actividad, el locutor toma la palabra e imprime su sello particular, deja huellas que fijan su posición como hablante. Tales marcas que la enunciación deja en el enunciado aseguran el paso de la lengua al discurso (Otaola Olano, 1998: 98).
De esa situación, precisamente, nace el tiempo lingüístico y más específicamente, los tiempos verbales, concebidos como deícticos o elementos lingüísticos aferentes a la enunciación, esto es, su valor semántico depende de la relación del tiempo que manifiestan con el momento en que se pone a funcionar la lengua (Adam y Lorda, 1999: 115).
En otro orden de ideas, Rojo (1990) concibe la temporalidad lingüística como una categoría gramatical deíctica que manifiesta la orientación de una situación con respecto al origen o a otro punto concomitante. Ese punto de partida concierta, por lo general, con el momento de la enunciación, pero no siempre es así.
2.3 El modo: entre enunciado, locutor e interlocutor
El modo ha suscitado gran polémica en cuanto a si son dos, tres o cuatro; si el imperativo es efectivamente un modo, si no es más bien una ampliación o intensificación del subjuntivo; si existe o no el modo potencial; si hay uno, dos o más tipos de subjuntivos; si el infinitivo, como forma nominal, lo es también. A este concepto se han emparentado otros que ofrecen confusión: modalidad, coherencia modal y actitud modal. Las perspectivas son diversas, todas parecen estar suficientemente fundamentadas. Sin embargo, el fin de este artículo no es penetrar en esta querella porque, además, sería muy presuntuoso en sus reducidos límites. Por tanto, asumimos la existencia de tres modos:
1. Indicativo. El juicio emitido hace referencia a algo pensado como real u objetivo (Hernández Alonso, 1979).
2. Subjuntivo. El juicio emitido se remite a lo pensado como existencia ideal (no irreal). Para el emisor es una realidad mentalizada o subjetivada (Hernández Alonso, 1979: 266).
3. Imperativo. Lo tomaremos como un modo que responde exclusivamente a la función activa del lenguaje, y expresa exhortación, mandato o ruego dirigidos a otra persona, de la cual depende que la acción se realice o no (Real Academia Española, 1973: 454). Apunta hacia la función apelativa del lenguaje.
El indicativo y el subjuntivo reflejan la actitud del hablante en torno al enunciado, mientras que el imperativo implica ya la relación social que se instaura entre el hablante y su interlocutor. En consecuencia, el modo traduce los nexos que, en una situación de enunciación, se fundan entre enunciado, locutor e interlocutor.
3. METODOLOGÍA
Para este estudio se examinaron ocho revistas destinadas exclusivamente al horóscopo: Horóscopo Mía (1999), Estrella Guía Horóscopo (2000),Horóscopo-Una Elección de Vida (2001), El Horóscopo (2002), Mucha Suerte con Guía Astral (2002), Guía Zodiacal (2002), Horóscopo Diario Bruguera (1999), Horóscopo-Conozca su Destino (2003); así como seis revistas (encartadas en diarios de circulación nacional o regional) que sólo contienen una sección dedicada al horóscopo: dos ejemplares de El Impulso de Gala (Diario El Impulso, Barquisimeto), un ejemplar de La Familia (Diario 2001, Caracas) y tres ejemplares de Todo en Domingo (El Nacional, Caracas).
A través del procesamiento manual de ese corpus, se aislaron 1.300 oraciones de los horóscopos descriptivos, 2.325 de los directivos y 1.704 de los predictivos. Se discriminaron según el tiempo verbal que presentaban y, seguidamente, se determinaron frecuencias de uso y se ubicaron en una matriz diseñada exclusivamente para este trabajo. Dicha matriz está conformada por cuatro columnas: formas verbales, modo, frecuencia y porcentaje.
Esos datos estadísticos permitieron cuantificar proporciones y abordar los dos primeros objetivos formulados en la introducción del presente artículo. No obstante, aportaban poco acerca del uso: ¿por qué el presentador escoge una forma o un modo verbal y no otros?, ¿qué demandas comunicativas intenta satisfacer?, ¿se acerca o se aleja del mensaje, se compromete o no?
Para obtener respuestas a estas interrogantes, las muestras de oraciones tomadas del corpus resultaron altamente ilustrativas.
Para el análisis de los datos se consideró, de un lado, el valor temporal que introducen los distintos tiempos verbales, es decir, el tiempo verbal mas no el tiempo lingüístico en general, dejando a un lado cualquier otro tipo de huellas temporales como los adverbios u otros marcadores; y del otro lado, los valores modales inscritos en el paradigma de la conjugación verbal. En cuanto al modo, se acogió la clasificación de indicativo, subjuntivo e imperativo.
4. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS
4.1 Horóscopos descriptivos
El estudio de las 1.300 oraciones de esta clase de horóscopos reporta el empleo de los siguientes tiempos en los verbos utilizados en los horóscopos descriptivos:
Cuadro 1
El tiempo en los horóscopos descriptivos
El 80,76% de las muestras da cuenta de la preferencia por el tiempo presente en los horóscopos descriptivos, como se muestra en el ejemplo 1:
1. Dos de sus características predominantes son la creatividad y la alegría
La escorpiana tiene una relación profunda con la vida y con el acto de amar (Estrella Guía Horóscopo, 2000: 24).
Es el llamado presente permanente, de las verdades intemporales o presente de la descripción, cuya preeminencia obedece a que, a través de él, se representan verdades, axiomas o contenidos de gran duración (Hernández Alonso, 1979: 251). Son características inalterables en el tiempo, arquetipos de la personalidad de los representantes de cada signo zodiacal.
De hecho, en estos textos se asegura que las informaciones tienen basamentos científicos, pues contienen explicaciones lógicas, matemáticas, astronómicas, etc. En consecuencia, el valor temporal presente no significa, en estos casos, la simultaneidad de las acciones con el acto de enunciarlas. Tiene que ver, más bien, con un continuum, con el reporte de cualidades que se presentan en el transcurso del tiempo. A la condición temporal se superpone la convicción del enunciado: el tiempo se difumina frente al modo.
También se observa un 19,24% de ocurrencias del tiempo futuro absoluto o categórico, sobre todo en la construcción de relaciones causaefecto:
algunas de las características reseñadas se definen como el origen de manifestaciones atinentes a diverso orden, como se observa en el ejemplo 2:
2. Normalmente la mujer pisciana
fluctúa con las fases de la luna, oscila entre períodos de gran actividad y otros de apatía e inactividad. Por ese motivo, la mujer piscis no desarrollará nunca trabajos de gran responsabilidad (El Horóscopo, 2002:32).
El futuro categórico se emplea en estos enunciados para justificar que ciertas actitudes o aptitudes son probables o improbables en virtud de la naturaleza del signo zodiacal al que se pertenezca.
Ambos tiempos se ubican en el modo indicativo, mediante el cual el presentador o presentadora del horóscopo expresa los enunciados pensados como reales u objetivos (sean éstos afirmativos o negativos). Hay un fuerte grado de aserción en la emisión de las descripciones. Independientemente de que las cualidades indicadas se manifiesten o no, para el presentador (a) ésta es una verdad incuestionable.
4.2 Horóscopos directivos
Los tiempos empleados en las 2.325 cláusulas analizadas en los horóscopos directivos se registran en el siguiente cuadro:
Cuadro 2
El tiempo en los horóscopos directivos
4.2.1 Presente del subjuntivo (primera persona del plural)
La más alta frecuencia, con 26,67%, la ostenta el presente del modo subjuntivo.
Por ejemplo:
3. Consejo: Construyamos juntos una cadena de amor alrededor del mundo (Todo en Domingo, 14 de marzo 2002: 82).
En casos como éste, el emisor insta al interlocutor para que, a futuro, desarrolle una actividad o adopte determinada actitud; pero esta apelación se materializa a través del uso de la primera persona del plural: el emisor también se involucra y se hace partícipe de la demanda que formula. Este artificio lingüístico se emplea, quizás, para atenuar el mandato y conferirle otro matiz; en esta muestra, el mandamiento deviene en consejo, de hecho, se explicita este término.
4.2.2 Presente del subjuntivo (con verbos de necesidad)
Llama la atención el 26,62% de ocurrencias con este tiempo. Por ejemplo:
4. Es necesario que le haga caso a su cuerpo (Horóscopo 2003 - Conozca su Destino, 2003: 21).
Destacan los verbos de necesidad objetiva, p. ej.: es necesario, es conveniente, es importante, es prioritario, es indispensable, entre otros, mediante los cuales se emiten juicios apodícticos que afectan al receptor (Gili Gaya, 1983). La subordinación crea un contenido volitivo o yusivo (de mandato) que resulta opacado por el verbo modal y el empleo del modo subjuntivo.
Así, el valor directivo adquiere un matiz de deseo a favor del destinatario, que atenúa ese carácter imperativo.
4.2.3 Formas de infinitivo
El infinitivo, como forma no finita, supone valor imperativo. Este uso, considerado como vulgar por la RAE (1979), tiene una incidencia de 17,76% en los horóscopos directivos.
5. (a) Retroceder nunca (Todo en Domingo, 14 de marzo de 2002: 84).
(b) Clave para soluciones: Hacer balances, trazar planes, contabilizar, analizar, planificar y razonar (Todo en Domingo, 14 de enero de 2001: 57).
(c) Tienes que meditar y relajarte. Debes aprender a escuchar (La Familia, junio 2000: 38).
(d) Hay que superar desarmonías (Todo en Domingo, 14 de enero de 2001:58).
En (5a) y (5b) los enunciados exhiben una clara disposición hacia el desarrollo de acciones futuras por parte del destinatario posible, no explícito pero sí recuperable del contexto, en especial de las categorías estructurales:
pareja y solteros. Hay, pues, un receptor indeterminado y un emisor desdibujado.
Tanto en (5c) como en (5d) prevalece el carácter de obligatoriedad. Sin embargo, difieren en cuanto a que: la expresión modal6 constituida por tener+infinitivo resulta más impositiva, mientras que con haber+que+infinitivo la obligación se atenúa por genérica y por no precisar el término sujeto
(Hernández Alonso, 1979: 235). Pero, en (5d) se aprecia el carácter encubridor del actor (agente o paciente)
(Gómez Torrego, 1999: 3.357).
4.2.4 Presente del imperativo (para las segundas personas del singular o plural)
Contrario a lo que cabría esperarse, el nivel de ocurrencia del presente del modo imperativo no es tan elevado. Hay sólo 15,40% de ejemplares en presente de imperativo que reflejan una clara apelación al emisor, con miras a incitar a una determinada actuación por parte de éste, como se observa en el ejemplo 6:
6. Explote su talento y creatividad. Aproveche al máximo este ciclo. Aprenda a decir no (Guía Zodiacal, 2003: 11).
4.2.5 Presente del subjuntivo (para oraciones negativas)
Por último, encontramos un 13,55% de estas construcciones negativas, como el siguiente ejemplo:
7. No te entretengas en seducirla con historias interminables ni prolongues los preliminares más de la cuenta. No la lleves a un bar pobre sino al restaurante más lujoso que puedas pagar (Horóscopo Mía, 1999: 13).
Ya no es un mandato contundente sino más bien una recomendación, cuya pretensión es alertar acerca de consecuencias futuras que podrían quebrantar una relación. Sus equivalentes afirmaciones serían, p. ej. Entretente, Llévala, en las que el carácter directivo es evidente.
Como se observa en el Cuadro 2, prevalecen el tiempo presente y el modo subjuntivo; sin embargo, a la luz del corpus analizado y de los ejemplos mostrados, las formas de subjuntivo se comportan como supletivas del imperativo (Garrido Medina, 1999), porque los enunciados en los que concurren están dirigidos a un interlocutor explícito en el texto o inferible del propio texto o de la situación comunicativa.
La orientación hacia los interlocutores, junto con el carácter de futuro de los enunciados, hace que se conciban como peticiones o mandatos que, en todo caso, están atenuados porque son los lectores de los horóscopos quienes tienen la potestad de decidir si proceden o no de una manera determinada, a partir de la información recibida.
La imperatividad no marcada se aprecia plenamente en 358 casos que superan la prueba de imperativo, medida a través de tres criterios señalados por Alarcos (1995), a saber: segunda persona del singular o plural, presente y oración afirmativa.
Una oración imperativa pura implica que el presentador toma la autoridad (poder) e invoca directamente a su interlocutor y con ello incrementa la distancia social. Sin embargo, cuando el mandato se realiza a través de otros formatos, la recepción del mensaje y la imagen del emisor alcanzan otro matiz: enunciados bajos en asertividad (por ejemplo, los infinitivos en perífrasis
modales y obligativas, el presente de subjuntivo con verbos de necesidad), que admiten la contradicción; además hay posibilidad de elección y respeto por el interlocutor, pues se mitiga la naturaleza impositiva de los horóscopos directivos.
4.3 Horóscopos predictivos
Las 1704 cláusulas estudiadas en los horóscopos predictivos se distribuyen
como sigue:
Cuadro 3
El tiempo en los horóscopos predictivos
4.3.1 Presente de indicativo
La naturaleza imperfectiva del presente, es decir, el que sirva para denotar cualquier época, porque el contexto en que se inserta y la situación de habla en que se emplea determinan y fijan el lugar que ocupan los acontecimientos comunicados en el decurso temporal (Alarcos, 1995: 157), permite que se utilice para referir hechos futuros.
Precisamente, con esa proyección futurista se identificó un 44,36% de ocurrencias, tal como se aprecia en 8:
8. (a) Una mujer con éxito te ayuda o te abre un camino provechoso para un asunto relacionado con una compañía de leche o un líquido (Todo en Domingo, 14 de enero de 2001: 57).
(b) En este mes la sensibilidad alcanza la cima (Horóscopo Mía, 1999:
27).
La referencia temporal indeterminada, junto con los límites establecidos para el cumplimiento de los pronósticos, hace que los acontecimientos augurados sean situados por el lector en un momento posterior a la emisión del acto verbal. En el presente hay una verdadera transposición temporal
encauzada al futuro.
La indicación temporal presente le atribuye a la predicción carácter de evento ya realizado, con lo cual se reducen los límites y se aproxima el futuro. Este tiempo sugiere que el grado de compromiso del enunciador es mayor; es como si los hechos se le fuesen revelando efectivamente y nara lo que observa. De hecho, en los horóscopos televisados hay elementos indicadores
de ello.
4.3.2 Presente del subjuntivo
Se ubicó un 24,23% para el presente del modo subjuntivo en estructuras diferentes, como por ejemplo:
9. (a) Tu hijo capricornio, cuando sea mayor, te hará algunos reproches (Mucha Suerte con Guía Astral, 2002:11).
Esta es una representación temporal, en la cual el designio se transfiere al futuro y obtiene estatus eventual.
(b) Quizás, la vida conyugal atraviese un momento difícil (Mucha Suerte con Guía Astral, 2002:11).
Con este uso se observa el valor dubitativo de la predicción que se marca, incluso, por el adverbio quizás. El nivel de aseveración y compromiso por parte del presentador aparecen disminuidos.
(c) Es necesario que le haga caso a su cuerpo, porque le avisará que
algo anda mal (Horóscopo-Conozca su destino, 2003: 2).
Se percibe una necesidad subjetiva por parte del emisor, pero es difícil
definir la intensidad del deseo. Al parecer, el grado de compromiso decrece
en el locutor porque las consecuencias directas de las acciones afectan más a
sus interlocutores.
A grandes rasgos, el presente del subjuntivo sustituye las formas de futuro
del indicativo y le otorga a las predicciones un tono de eventualidad o incertidumbre.
4.3.3 Presente de indicativo en oraciones condicionales
Con una ocurrencia de 18,89% se halla este tiempo. Por ejemplo:
10. Si no consigues cambiar tu estado de humor, el clima se hará pesado en el amor (Horóscopo Mía, 1999: 27).
Este uso suple al futuro, puesto que aun cuando el tiempo de la oración subordinada (prótasis o condición) está en presente, el de la principal (apódosis) se encuentra en futuro. El logro de la predicción (que el amor se haga pesado) se supedita a la satisfacción de una condición previa (conseguir cambiar el humor).
La garantía del designio queda sujeta a la actuación del receptor. Hay una posibilidad que el hablante acepta, pero no quiere hacerse responsable de la realidad o la realización de la condición (Burray, en Jespersen, 1975: 386).
Esta forma verbal deviene, entonces, en estrategia discursiva empleada por el presentador del horóscopo para distanciarse del mensaje expuesto.
4.3.4 Futuro
En las predicciones, lo esperado, la forma no marcada es el futuro absoluto, el cual supondría seguridad en el cumplimiento (Gili Gaya, 1983:
170); sin embargo, el 6,63% de enunciados construidos con este tiempo demuestra su baja frecuencia.
Ejemplo de esta forma lo tenemos en 11:
11. Recibirás invitaciones a viajes cortos, lo cual te dará satisfacción y tranquilidad. Te reunirás con amigos muy especiales (Guía Zodiacal, 2003: 7).
Por referir acontecimientos venideros y absolutos, la expresión en f u t u ro categórico le imprime énfasis y cert eza a la predicción. Es posible que la escasa tendencia de este tiempo responda a la necesidad del presentador del horóscopo de salvar su responsabilidad. El futuro categórico c rea altas expecta t i vasy si no se cumple el vaticinio se pone en tela de juicio su credibilidad.
4.3.5 Futuro perifrástico
En el corpus estudiado, 5,86% de construcciones con perífrasis de infinitivo también da cuenta de las acciones orientadas hacia el futuro, como se observa en 12:
12. Vas a brillar sin pasarte horas en el salón de belleza. Vas a sentir bienestar físico (Estrella Guía, Noviembre 2000: 18).
El contenido expuesto es menos enfático y da lugar a la probabilidad. Si bien las frecuencias del presente de subjuntivo y futuro de indicativo son nada despreciables, se observa la preeminencia del presente en modo indicativo. Esto se debe, quizás, a que se trata de dar una mayor fuerza a la
predicción presentándola bajo la forma de un acontecimiento producido y no como la puesta en marcha de un proceso (Cohen, 1993: 96). Sin embargo, en medio de la heterogeneidad, y pese a las traslaciones temporales, los enunciados apuntan hacia hechos venideros: cualquiera sea la investidura verbal, se impone el futuro.
5. CONCLUSIONES
El tiempo y el modo están fuertemente determinados por los vínculos existentes entre el hablante, el enunciado y el interlocutor. El emisor presenta y dispone los eventos como simultáneos, anteriores o posteriores al punto que le sirve de referencia al enunciarlos. Pero también, descubre su actitud ante el mensaje y su interlocutor: cómo concibe los hechos, qué procura demostrar con sus expresiones (creencias, posiciones o suposiciones, grado de compromiso) y qué quiere lograr en el destinatario. De allí, las diferentes formas verbales por medio de las cuales se materializa la urdimbre temporal.
Esto evidencia, una vez más, que el lenguaje no se actualiza en el vacío, sino en situaciones concretas en las que se encuentran y condicionan mutuamente comportamientos lingüísticos y extralingüísticos (Weinrich, 1974:63).
El hablante escoge alguna de las opciones lingüísticas que le proporciona el sistema para satisfacer sus requerimientos comunicativos y discursivos.
En el caso de los horóscopos, selecciona: a) el presente y el futuro de indicativo para describir; b) el presente de imperativo, el presente de subjuntivo y el infinitivo para ordenar; y c) el presente del subjuntivo, el futuro del indicativo y el futuro perifrástico para predecir. Conjuga tiempo y modo al servicio de sus actitudes y sus propósitos. Esa aprehensión lo lleva, incluso, a la manipulación de esos valores referenciales y ello explica los ropajes verbales que adquieren los tiempos del lenguaje.
En fin, tiempo y modo se complementan en aras de la edificación y la proyección de los horóscopos. Pero, creemos que, pese a la solidaridad entre los conceptos, el uno se superpone al otro: en lo tocante a lo que se dice, a los mensajes (enunciado), sobresale el tiempo; en lo relativo al cómo y por qué se expresan, domina el modo. Por lo tanto, en estos textos el contenido se teje en la temporalidad y su transmisión se configura a través del modo. Esta correlación nos conduce a un tercer concepto que, pensamos, mueve el tiempo y el modo en los horóscopos. Nos estamos refiriendo a la modalidad, planteamiento que dejamos para indagaciones futuras.
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HEMEROGRAFÍA
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Guía Zodiacal. (2003). Caracas, Venezuela.
Horóscopo Diario Bruguera. (1999). Colombia: Editorial Bruguera.
Horóscopo Mía. (1999). Buenos Aires, Argentina: Editorial Perfil.
Horóscopo-Una Elección de Vida (2001). Buenos Aires, Argentina: Ediciones del Signo.
Horóscopo-Conozca su Destino. (2003). Buenos Aires, Argentina: Ediciones del Signo.
Mucha Suerte con Guía Astral. (2002). Caracas, Venezuela.
Encartados:
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El Impulso de Gala. (2002, mayo 29). Diario El Impulso, Barquisimeto.
La Familia. (2000, junio 16). Diario 2001, Caracas.
Todo en Domingo. (2001, enero 14). El Nacional, Caracas.
Todo en Domingo. (2002, marzo 14). El Nacional, Caracas.
Todo en Domingo. (2002, marzo 21). El Nacional, Caracas.
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1 En adelante, nos referiremos a ellos con la denominación de presentador o presentadora.
2 Algunas de ellas son:
http://www.horoscopos.com.mx/, http://www.horoscopo.com/, http://www.horoscoposdeldia.com/
3 Guinard es doctor en filosofía y uno de los más destacados apologetas de la astrología contemporánea.
4 Para la clasificación de los actos de habla, las autoras se fundamentaron en la propuesta de Austin (1998). Según ésta, los verbos describir y enumerar se ubican entre los actos de judicación o judicativos, mediante los cuales se emiten juicios, valores, apreciaciones.
5 En la clasificación de Austin (1998), estos verbos se ubican entre los actos de habla de ejercicio o ejercitativos, pues se ejercen influencias o potestades para pronosticar hechos o acontecimientos
6 Mucho se discute si esta forma es o no perífrasis; no obstante en este trabajo no nos haremos eco de esta controversia, sino que dada su cercanía con las perífrasis las situamos en un mismo grupo. Para detalles, ver Gili Gaya (1983), Hernández Alonso (1979).