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Revista de Pedagogía

versión impresa ISSN 0798-9792

Rev. Ped v.23 n.68 Caracas set. 2002

 

La admisión estudiantil a institutos y colegios universitarios

oficiales de Venezuela

Student admission into venezuelan public institutions of higher learning

 

Luis FUENMAYOR TORO

Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU)

Consejo Nacional de Universidades

lfuenmayor@cnu.gov.ve

RESUMEN

Dado que los institutos universitarios de tecnología y los colegios universitarios oficiales venezolanos utilizan pruebas internas de selección como lo hacen las universidades, se investigó si también en ellos se discrimina a los aspirantes de niveles socioeconómicos bajos y a los provenientes de colegios oficiales, como ocurre en la selección de aspirantes a ingresar a las universidades (Fuenmayor y Vidal, 2000), posiblemente como consecuencia del desarrollo de mecanismos internos de admisión en estas instituciones (Fuenmayor y Vidal, 2001). Para ello se utilizaron los procesos nacionales de 1984 y 1997. Se estudiaron, además, los casos particulares de tres institutos y dos colegios. Los resultados demuestran que ni en 1984 ni en 1997 la selección fue determinada por el nivel socioeconómico ni por la proveniencia de colegios oficiales o privados de los aspirantes; la demanda satisfecha de cada sector fue aproximadamente la misma en ambos años. Lo mismo se obtuvo en las cinco instituciones estudiadas particularmente. Se encontró además que la demanda de plazas de los colegios universitarios es menor que la de los tecnológicos y que los estudiantes de nivel económico alto y medio alto demandan cada vez menos plazas en estas instituciones, posiblemente porque obtienen cupo en las universidades. Nuestros resultados apuntan a que los institutos universitarios de tecnología y los colegios universitarios oficiales están quedando como instituciones para los sectores estudiantiles pobres de la población.

Palabras clave: Educación superior, admisión universitaria, colegios universitarios, institutos universitarios de tecnología, nivel socioeconómico, equidad.

ABSTRACT

The fact that non-university (three and four-year colegios and institutos universitarios) institutions of higher learning conduct admission procedures the same as five-year universities do and that such procedures involve screening tests similar to those applied by these universities, led us to investigate possible discriminating practices upon both lower socioeconomic level students and those graduating from public secondary education institutions, a discrimination pointed out elsewhere (Fuenmayor y Vidal, 2000). Such discrimination might be a result of admission procedures developed from within institutions of higher learning (Fuenmayor y Vidal, 2001). In the current study, data from national admission procedures for the years 1984 and 1997 were used and five institutions (three institutos and two colegios) were studied separately. Results show that in none of the two years studied admission was determined by factors related to socioeconomic level or institution of origin (private or public), while demand satisfaction by these two latter sectors was about the same. When the five institutions were analyzed separately, the same results were achieved. Additionally, it was found that demand for admission is lower in the case of the colegios and that economically favored students tend not to seek admission in these two types of institutions, perhaps because they are being admitted into five-year universities. These results tend to favor the assumption that three and four-year institutos and colegios have become basically low-income student institutions.

Key words: higher education, university admission, colleges, institutes of technology, equity.

1. INTRODUCCIÓN

Para los años setenta, el desarrollo industrial de Venezuela exige la transformación del sector educativo nacional en un instrumento tecnocrático de reproducción social del sistema, lo que presiona a la educación superior a los cambios correspondientes (Fuenmayor,1986:2). A diferencia de las necesidades de finales de los cincuenta, que determinaron el modelo liberal populista de universidad, una década más tarde se requieren técnicos, administradores y gerentes más que profesionales, por lo que se crean nuevas universidades oficiales de orientación tecnocrática, se fundan institutos universitarios de tecnología y colegios universitarios para el dictado de carreras técnicas de corta duración, y se centraliza la selección de aspirantes, con el propósito de derivarlos hacia este tipo de carreras. Comienza en esos años también el crecimiento y desarrollo del sector privado educativo superior, para complementar las acciones del Estado en las nuevas condiciones de desarrollo capitalista del país.

A partir de 1973 se da inicio al proceso de centralización de la admisión con la instrumentación de la "Preinscripción Nacional" (Sarco Lira y Bonucci, 1992:2), asumida por el Consejo Nacional de Universidades (CNU) con el fin de cuantificar la demanda y contar con datos que permitieran planificar las necesidades reales de cupos en el nivel superior. Posteriormente, el mismo CNU se ve en la necesidad de crear el sistema nacional de admisión como instrumento de selección y redistribución de la demanda de estudiantes. A pesar de la diversificación de carreras y el incremento importante de las plazas para estudios universitarios, el elevado número de aspirantes, siempre en aparente exceso con relación a las plazas disponibles, obligó a la instrumentación de mecanismos de selección para la admisión de los estudiantes a la educación superior, que desde 1984 hasta hoy incluye la presentación obligatoria de la prueba de aptitud académica (PAA), así como procesos selectivos internos de las universidades y de las otras instituciones educativas superiores, fundamentados en atribuciones que la Ley de Universidades vigente otorga a las universidades.

Esta pléyade de mecanismos selectivos ha levantado una serie de interrogantes sobre su eficiencia en la selección de los más aptos o capaces, así como sobre la injerencia de factores extraños a las aptitudes y capacidades en los mismos. Así, se ha venido insistiendo en que la extracción socioeconómica de los aspirantes a ingresar a las universidades es determinante en la selección de éstos y siempre favorable a los aspirantes de niveles elevados (Fuenmayor, 1993a:16; 1994:22; Negrón, 1994:A-4; Márquez, 1998). Otro tanto se afirma sobre la ventaja de ser egresado de un colegio privado en los procesos de selección a las universidades debido a ser éstos de mejor calidad académica o "espléndidos" en el otorgamiento de calificaciones (Fuenmayor,1993b:63; 1994:22).

En un trabajo reciente (Fuenmayor y Vidal, 2000) demostramos que el proceso de selección de los aspirantes a ingresar a las universidades oficiales venezolanas se caracterizó, en el año 1998, por ser inequitativo con relación a la extracción socioeconómica, el tipo de plantel, oficial o privado, de proveniencia y la región geográfica de procedencia de los aspirantes a ingresar a dichas instituciones, en menoscabo de los estudiantes pobres, provenientes de colegios oficiales y procedentes de regiones geográficas lejanas, deshabitadas y de muy bajo desarrollo económico. Para ese momento, la selección estudiantil era determinada en un 87,5 por ciento mediante la aplicación de los mecanismos internos de admisión de las instituciones de educación superior y sólo en un 12,5 por ciento por el proceso nacional de admisión conducido por el Consejo Nacional de Universidades – Oficina de Planificación del Sector Universitario (CNU – OPSU) (Fuenmayor y Vidal, 2001:223).

Demostramos también que estas inequidades eran inexistentes 14 años atrás (Fuenmayor y Vidal, 2000; 2001): en 1984 para ser precisos, año en el cual la selección de los aspirantes era determinada en un 75 por ciento de los casos por el proceso nacional CNU-OPSU, mediante la presentación de la PAA y la determinación y aplicación del índice académico de los estudiantes, para jerarquizar su posición dentro del conjunto de aspirantes a ingresar a la educación superior.

La aparición de las inequidades señaladas no estuvo determinada por las diferencias existentes entre los grupos de aspirantes en el promedio de notas de sus estudios de secundaria o en los resultados obtenidos en la PAA, los cuales, en la mayoría de los casos, siempre favorecieron a los aspirantes de nivel socioeconómico más elevado y a los provenientes de colegios privados, aunque en mucho menor grado en 1998, cuando se presentaron las inequidades señaladas, que en 1984, cuando hubo equidad en la selección (Fuenmayor y Vidal, 2001; Fuenmayor, 2002a). Cuando estudiamos la influencia del nivel socioeconómico y del tipo de plantel de proveniencia de los aspirantes, tanto en la selección efectuada mediante la PAA del CNU-OPSU como en la realizada por los mecanismos de selección interna de las universidades, nos encontramos con que aquéllos tuvieron una influencia determinante en la selección de 1998, favorable a los aspirantes de niveles socioeconómicos elevados y a los provenientes de colegios privados, pero sólo en los procesos efectuados por las universidades y no en el proceso de admisión administrado por CNU-OPSU, el cual continuó siendo equitativo con respecto a estos parámetros (Fuenmayor y Vidal, 2001; Fuenmayor, 2002a).

Estos resultados plantean la interrogante de si en la admisión de los estudiantes en los institutos universitarios de tecnología y en los colegios universitarios oficiales, cuya característica principal es la de dictar carreras de tres años de duración, ha ocurrido un fenómeno similar y de la misma intensidad al descrito para las universidades oficiales o si, en cambio, la selección en los mismos ofrece a los aspirantes mejores condiciones de equidad en la competencia. Al igual que en las universidades, con el correr del tiempo estos establecimientos educativos han venido instrumentando la realización de pruebas y otros mecanismos de selección internos, a través de los cuales escogen a la mayoría de sus nuevos ingresos, además de obtener recursos financieros nada despreciables. Esto podría apuntar hacia la producción en estos centros del mismo fenómeno de injusticia demostrado por nosotros en la admisión de las universidades.

Adicionalmente, ha sido sugerido que el perfil de los aspirantes a ingresar a estas instituciones educativas superiores ha venido cambiando, pues supuestamente los estudiantes de bajos recursos económicos preferirían inscribirse en instituciones de carreras cortas (Castellano, 1998), ya que el egreso profesional se produciría más rápido, lo que les haría posible sostenerse como estudiantes más fácilmente por el menor número de años de estudio de los programas académicos. Además, les permitiría incorporarse más rápidamente al mercado de trabajo y así enfrentar sus necesidades y las de sus familias. De ser esto cierto, el número y la proporción de aspirantes de los niveles IV y V según la clasificación de Graffar deberían haberse incrementado en los últimos años. En contraste, la proporción de aspirantes de niveles económicos elevados debería haberse reducido durante el mismo período. Este estudio confirma esta hipótesis.

Otro aspecto a considerar es el crecimiento de la oferta privada en el sector de los institutos y colegios universitarios, la cual, a diferencia de lo ocurrido en las universidades, ha logrado desplazar al Estado como principal fuente de la oferta educativa, pues ha alcanzado a atender a la mayor parte de la población estudiantil del sector como demostraremos más adelante (Fuenmayor, 2002b).

Si las situaciones señaladas anteriormente resultaran ciertas, los institutos universitarios de tecnología, los colegios universitarios y quizás el resto de institutos oficiales, deberían constituir una opción de estudios muy atractiva para los aspirantes de bajos recursos, dependiendo esto por supuesto también de las posibilidades que les brinde después el mercado de trabajo a los egresados como técnicos superiores y equivalentes y el ingreso económico que se pueda obtener con estas profesiones en comparación con los egresados de carreras largas del nivel de licenciatura. Esta interrogante también es despejada en este trabajo.

2. METODOLOGÍA

Se comparó la extracción socioeconómica, la proveniencia de colegios públicos o privados y la procedencia geográfica de todos los estudiantes seleccionados para ingresar a los institutos universitarios de tecnología y los colegios universitarios venezolanos oficiales con las de los que aspiraban ingresar a esas instituciones, en los procesos nacionales de admisión de los años 1984, momento en que la Prueba de Aptitud Académica se constituye en requisito obligatorio para el ingreso, y 1997, año en que las estadísticas disponibles no limitaban el estudio. A tal fin, se calculó la demanda satisfecha en forma porcentual clasificada para cada característica estudiada en los dos procesos de admisión referidos anteriormente. En ciertos casos se revisaron datos del proceso de selección de 1998, para corroborar las tendencias observadas cuando los datos de 1997 no permitían, sin lugar a ninguna duda posible, percibir dicha tendencia.

La comparación incluyó toda la población aspirante a ingresar y toda la población escogida para su ingreso a los institutos universitarios de tecnología y los colegios universitarios oficiales, a través de la PAA del CNU-OPSU y por los mecanismos internos de admisión existentes en los distintos establecimientos. Es pertinente acotar que no se trabajó con muestras para inferir las características del universo, sino que se trabajó con los universos enteros, razón por la cual las diferencias encontradas, grandes o pequeñas, importantes o no, existen, son reales.

Se comparó la demanda satisfecha por nivel socioeconómico y por el tipo de dependencia, pública o privada, de los planteles de proveniencia de los aspirantes. El mismo estudio fue realizado para cada uno de los establecimientos de una muestra de institutos universitarios de tecnología y colegios universitarios oficiales, con el propósito de conocer si en todos se repetía la misma tendencia nacional. Estas instituciones fueron: los institutos universitarios de tecnología de Cumaná, "Alonso Gamero" y "Jacinto Navarro Vallenilla", y los colegios universitarios "de Caracas" y "Francisco de Miranda". La escogencia de estas instituciones se efectuó por azar.

Se investigó también el crecimiento del número de nuevos inscritos en las instituciones oficiales y privadas de este subsector educativo superior en el mismo período estudiado, así como los cambios ocurridos en la relación del número de nuevos inscritos y las instituciones oficiales y privadas del subsector.

Para el desarrollo de este trabajo se seleccionó la modalidad de investigación documental, la cual se define como "una variante de la investigación científica, cuyo objeto fundamental es el análisis de diferentes fenómenos de la realidad a través de la indagación exhaustiva, sistemática y rigurosa, utilizando técnicas muy precisas, de la documentación existente, que directa o indirectamente aporte la información atinente al fenómeno que estudiamos" (Ramírez, Méndez y Bravo, 1988:21).

Esta investigación se inscribe en el denominado enfoque analítico-descriptivo-interpretativo: enfoque referido a los estudios cuyo alcance se extiende hasta la "determinación de la frecuencia con que algo ocurre o con la que se halla asociado o relacionado con otro factor" (Selltiz y Jahoda, 1977:22).

3. RESULTADOS

En el cuadro 1 se muestra el porcentaje de aspirantes por nivel socioeconómico que fue seleccionado para su ingreso en institutos universitarios de tecnología oficiales en los procesos de admisión nacional de los años 1984 y 1997. Se puede apreciar claramente que en 1984 la demanda satisfecha distribuida por nivel socioeconómico en los institutos de tecnología es similar para cada nivel de extracción socioeconómica de los estudiantes, existiendo a lo sumo una diferencia discreta entre la demanda satisfecha de los niveles alto y muy pobre, a favor de este último. En 1997, la demanda satisfecha en los institutos tampoco favoreció a los aspirantes de ningún nivel socioeconómico particular; así, mientras del nivel socioeconómico alto fueron seleccionados 66 aspirantes de cada 100, del nivel más pobre fueron seleccionados 69 de cada l00 (cuadro 1). El nivel medio alto tuvo la más alta demanda satisfecha con 87 admitidos por cada 100 aspirantes y los niveles medio bajo y obrero superaron al nivel alto con cifras de 74 y 69 por ciento (cuadro 1).

Cuadro 1

Demanda satisfecha en los institutos universitarios de tecnología oficiales de Venezuela,

clasificada por nivel socio-económico y expresada porcentualmente

1984

1997

Nivel Econ.

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Alto

92

72

78,45

114

75

66,16

Medio Alto

679

606

89,13

1.650

1.437

87,12

Medio Bajo

2.295

1.934

84,27

9.164

6.816

74,38

Obrero

2.225

1.901

85,44

10.077

6.961

69,08

Muy Pobre

227

220

96,75

640

443

69,12

TOTAL

5.519

4.733

85,76

21.645

15.733

72,69

Las cifras indican el número de aspirantes y de ingresos totales a los institutos de cada nivel socioeconómico.

Fuente: Unidad de Procesamiento y Departamento de Estadística, CNU-OPSU.

Los resultados encontrados en el caso de la admisión estudiantil a los colegios universitarios y su relación con el nivel socioeconómico de los aspirantes son muy parecidos a los señalados para los institutos de tecnología. En el primero de los procesos, 1984, no hubo diferencias en la demanda satisfecha entre los aspirantes de los distintos niveles socioeconómicos, así mismo, en el proceso de selección de 1997 los porcentajes de seleccionados fueron de nuevo muy similares para los aspirantes de los diferentes niveles socioeconómicos (cuadro 2).

Cuadro 2

Demanda satisfecha en los colegios universitarios oficiales de Venezuela,

clasificada por nivel socio-económico y expresada porcentualmente

1984

1997

Nivel Econ.

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Alto

105

105

46,66

77

26

34,58

Medio Alto

966

431

44,65

1.157

296

25,59

Medio Bajo

3.578

1.571

43,89

6.553

1.621

27,74

Obrero

2.096

977

46,61

6.530

1.727

26,45

Muy Pobre

97

37

38,14

222

65

29,11

TOTAL

6.843

3.065

44,79

14.538

3.735

25,69

Las cifras indican el número de aspirantes y de ingresos totales a los colegios de cada nivel socioeconómico.

Fuente: Unidad de Procesamiento y Departamento de Estadística, CNU-OPSU.

De los datos presentados se puede calcular que en el período 84-97 hubo un crecimiento de la demanda de 292,2 % para realizar estudios en los institutos universitarios de tecnología, pues los aspirantes pasaron de 5.519 a 21.645 (cuadro 1) y de 112,5 % para los colegios universitarios, al pasar de 6.843 aspirantes a 14.538 (cuadro 2). Estas cifras se reducen a 226,5 % y 56,6 %, respectivamente, para el período 84-98 (CNU-OPSU, 2000; datos no mostrados). Las plazas disponibles se incrementaron en 1997 casi en la misma proporción que la demanda en los institutos de tecnología: 232,4 %, al elevarse de 4.733 admitidos en 1984 a 15.733 en 1997 (cuadro 1), mientras en los colegios universitarios el incremento sólo fue de 21,9 %, ya que pasaron en el período de 3.065 a 3.735 (cuadro 2).

A pesar de que el número de aspirantes se incrementó en 1997 respecto a 1984 en más de 200 % en los tecnológicos y más de 100 % en los colegios universitarios, los aspirantes de clase alta sólo se incrementaron en 23,9 % en los primeros y se redujeron en 26,7 % en los colegios universitarios, como puede calcularse de los datos mostrados en los cuadros 1 y 2 respectivamente. Para 1998, la demanda de aspirantes del nivel alto se redujo en 18,5 % en los institutos tecnológicos y cayó en 32,9 % en los colegios universitarios (CNU-OPSU, 2000; datos no mostrados). En los colegios, el incremento de la demanda de los aspirantes del nivel medio alto fue de sólo 19,8 % en 1987. En los otros niveles, medio bajo, obrero y muy pobre, la demanda se incrementó en 83,2 %, 211,6 % y 128,9 %, respectivamente, como se puede calcular de los datos del cuadro 2. Los aspirantes a ingresar a los tecnológicos pertenecientes a los niveles medio alto, medio bajo, obrero y muy pobre, incrementaron su demanda en 143 %, 299,3 %, 352,9 % y 181,9 %, respectivamente (cálculo de los datos del cuadro 1).

La demanda satisfecha de los aspirantes clasificados por tipo de plantel de procedencia, oficial o privado, se muestra en los cuadros 3 y 4 para los dos tipos de instituciones y los dos años del estudio. Tanto en 1984 como en 1997 y tanto para los institutos universitarios de tecnología como para los colegios universitarios, la proporción de seleccionados de los aspirantes provenientes de colegios oficiales y de los provenientes de colegios privados fue muy similar. En el período de 13 años que separa 1997 de 1984, el número de aspirantes de colegios privados se incrementó en 563,8 % en el caso de los institutos tecnológicos, al pasar de 788 a 5.231 (cuadro 3); en los colegios universitarios el incremento fue de 293,2 %, pues se incrementó de 1.259 a 4.951 aspirantes (cuadro 4). Las proporciones de incremento de los aspirantes de instituciones oficiales fueron, para el caso de los tecnológicos, de 246,9 % (pasó de 4.731 aspirantes a 16.414) (cuadro 3) y en el caso de los colegios universitarios de 71,7 % (pasó de 5.584 a 9.587 aspirantes) (cuadro 4). Mientras en 1984 los aspirantes provenientes de colegios privados constituían el 16,6 % del total de aspirantes de ambos tipos de instituciones, en 1997 constituyeron el 28,1 % del total (ver cuadros 3 y 4).

Cuadro 3

Demanda satisfecha en los institutos universitarios de tecnología oficiales de Venezuela, clasificada por tipo de plantel, oficial o privado, de proveniencia de los aspirantes y expresada porcentualmente

1984

1997

Tipo

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Oficial

4.731

3.999

84,53

16.414

12.417

75,65

Privada

788

734

93,16

5.231

3.316

63,39

TOTAL

5.519

4.733

85,76

21.645

15.733

72,69

Las cifras indican el número de aspirantes y de ingresos totales a los institutos de cada nivel socioeconómico.

Fuente: Unidad de Procesamiento y Departamento de Estadística CNU-OPSU.

 

Cuadro 4

Demanda estudiantil satisfecha en los colegios universitarios oficiales de Venezuela clasificada por tipo de plantel, oficial o privado, de proveniencia de los aspirantes y expresada porcentualmente

 

1984

1997

Tipo

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Oficial

5.584

2.494

44,67

9.587

2.476

25,83

Privada

1.259

571

45,33

4.951

1.259

25,43

TOTAL

6.843

3.065

44,79

14.538

3.735

25,69

Las cifras indican el número de aspirantes y de ingresos totales a los colegios de cada nivel socioeconómico.

Fuente: Unidad de Procesamiento y Departamento de Estadística, CNU-OPSU.

Los cuadros enumerados del 5 al 9 muestran la demanda satisfecha por nivel socioeconómico y por tipo de plantel, oficial o privado, de proveniencia de los aspirantes a ingresar en una muestra pequeña de institutos universitarios de tecnología y colegios universitarios. Las cifras de las instituciones estudiadas no muestran diferencias substanciales con los promedios nacionales ni en la demanda satisfecha por nivel socioeconómico de los aspirantes, ni entre los aspirantes de colegios oficiales y los de colegios privados. En los procesos de selección de los institutos universitarios de tecnología y de los colegios universitarios se observa en muchas ocasiones que los ingresos superan la demanda de aspirantes, lo que se traduce en demandas satisfechas superiores al 100 por ciento que, a primera vista, pudieran parecer algo imposible.

Cuadro 5

IUT Alonso Gamero.

Demanda estudiantil satisfecha por nivel socioeconómico y tipo de dependencia

del plantel de los aspirantes, expresada porcentualmente

1984

1997

Nivel

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Alto

8

6

75

6

13

239,01

Medio Alto

86

47

54,65

74

115

155,72

Medio Bajo

374

196

52,54

502

674

134,08

Obrero

408

205

50,37

663

826

124,53

Muy Pobre

52

25

48,08

43

64

147,08

TOTAL

928

479

51,62

1.288

1.691

131,29

 

1984

1997

Dependencia

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Oficial

824

420

50,97

1.049

1.388

132,25

Privada

104

59

56,73

239

303

127,08

TOTAL

928

479

51,62

1.288

1.691

131,29

Fuente: Unidad de Procesamiento y Departamento de Estadística, CNU-OPSU.

 

Cuadro 6

IUT de Cumaná.

Demanda estudiantil satisfecha por nivel socioeconómico y tipo de dependencia

del plantel de los aspirantes, expresada porcentualmente

1984

1997

Nivel

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Alto

2

3

150

6

7

116,7

Medio Alto

20

25

125

39

54

138,5

Medio Bajo

60

94

153,3

198

206

103,98

Obrero

71

84

117,6

144

161

111,8

Muy Pobre

12

16

133,3

1

5

500

TOTAL

165

222

134,6

388

432

111,3

 

1984

1997

Dependencia

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Oficial

155

210

135,5

323

344

106,5

Privada

10

12

120

65

88

135,4

TOTAL

165

222

134,6

388

432

111,3

Fuente: Unidad de Procesamiento y Departamento de Estadística, CNU-OPSU.

 

Cuadro 7

IUT Jacinto Navarro Vallenilla.

Demanda estudiantil satisfecha por nivel socioeconómico y tipo de dependencia

del plantel de los aspirantes, expresada porcentualmente

1984

1997

Nivel

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Alto

4

2

50

1

0

0

Medio Alto

35

41

117,1

32

51

159,4

Medio Bajo

133

162

121,8

213

295

138,5

Obrero

160

162

101,3

344

402

116,9

Muy Pobre

13

16

123,1

21

3

14,3

TOTAL

345

383

111

611

762

124,71

 

1984

1997

Dependencia

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Oficial

323

349

108,1

492

601

121,7

Privada

22

34

154,6

119

161

135,3

TOTAL

345

383

111

611

762

124,7

Fuente: Unidad de Procesamiento y Departamento de Estadística, CNU-OPSU.

 

Cuadro 8

Colegio Universitario de Caracas.

Demanda estudiantil satisfecha por nivel socioeconómico y tipo de dependencia

del plantel de los aspirantes, expresada porcentualmente

1984

1997

Nivel

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Alto

73

29

39,73

44

14

31,8

Medio Alto

595

227

38,22

709

182

25,67

Medio Bajo

2.036

870

42,73

3.960

1.041

26,29

Obrero

1.127

509

45,12

3.941

1.105

28,04

Muy Pobre

49

16

32,65

128

42

32,81

TOTAL

3.880

1.651

42,55

8.782

2.384

27,15

 

1984

1997

Dependencia

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Oficial

3.074

1.313

42,7

5.600

1.571

28,06

Privada

806

338

41,93

3.182

813

25,54

TOTAL

3.880

1.651

42,55

8.782

2.384

27,15

Fuente: Unidad de Procesamiento y Departamento de Estadística, CNU-OPSU.

 

Cuadro 9

Colegio Universitario Francisco de Miranda.

Demanda estudiantil satisfecha por nivel socioeconómico y tipo de dependencia

del plantel de los aspirantes, expresada porcentualmente

 

1984

1997

Nivel

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Alto

20

10

50

15

3

20

Medio Alto

244

105

43,03

204

22

10,78

Medio Bajo

1.184

376

31,75

1.320

110

8,33

Obrero

748

250

33,41

1.362

115

8,44

Muy Pobre

37

11

29,73

38

3

7,89

TOTAL

2.234

752

33,66

2.938

253

8,61

 

1984

1997

Dependencia

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Aspirantes

Admitidos

Porcentaje

Oficial

1.901

624

32,82

2.060

175

8,5

Privada

333

128

38,44

878

78

8,88

TOTAL

2.234

752

33,66

2.938

253

8,61

Fuente: Unidad de Procesamiento y Departamento de Estadística, CNU-OPSU.

El cuadro 10 muestra el crecimiento en el número de nuevos inscritos en ambos tipos de instituciones y las modificaciones de la relación entre los nuevos inscritos y el número de instituciones educativas, clasificadas entre oficiales y privadas, en el período 1984 – 1997. De las cifras del cuadro es claro que en el período estudiado se incrementó en forma importante el cupo en los establecimientos de este sector educativo superior, principalmente en el caso de los institutos universitarios de tecnología. Los nuevos inscritos experimentaron un crecimiento muy importante: más de 12 veces en los tecnológicos y de 5,6 veces en los colegios universitarios (cuadro 10). Este crecimiento se efectuó a expensas fundamentalmente del sector privado en ambos casos, el cual hizo crecer su capacidad de nuevas plazas 56,3 veces en los institutos universitarios de tecnología y 23,7 veces en los colegios universitarios (cuadro 10). La relación nuevos inscritos / instituciones se desplazó de favorecer a los establecimientos públicos en 1984, cuando éstos aceptaban entre 2,7 y 3,1 veces más aspirantes, a favorecer a los establecimientos privados en 1997, los cuales recibieron entre 2,6 y 4,1 veces más aspirantes por institución (cuadro 10).

Cuadro 10

Nuevos inscritos totales y por institución en los institutos universitarios de tecnología

y en los colegios universitarios en los años señalados

Nuevos Inscritos

Nuevos Inscritos / Institución

1984

1997

1984

1997

Ins. Univ. Tec.

4.733

57.085

215

1.297

Oficiales

3.999

15.733

286

715

Privados

734

41.352

92

1.880

Col. Univ.

3.065

17.272

236

1.151

Oficiales

2.494

3.735

312

467

Privados

571

13.537

114

1.934

Fuente: Boletines Estadísticos CNU-OPSU Nos. 12 y 17. Departamento de Estadística, CNU-OPSU.

4. DISCUSIÓN

La expansión ocurrida en la educación superior venezolana en las décadas de los ochenta y los noventa es claramente demostrable en los cuadros 1 y 2, a través de la observación del incremento de la demanda y del ingreso ocurridos en institutos universitarios de tecnología y en colegios universitarios oficiales entre 1984 y 1997. Casi tres veces se incrementó el número de aspirantes a estas instituciones durante el período, mientras las plazas disponibles crecieron solamente unas dos veces, lo que necesariamente dejó un remanente de aspirantes sin posibilidades de acceso a las instituciones oficiales de este nivel, quienes deben haber sido satisfechos en alguna proporción por plazas en las instituciones privadas existentes, como veremos más adelante.

El incremento de la demanda y de los ingresos fue mucho mayor en los institutos universitarios de tecnología oficiales que en los colegios universitarios oficiales, lo que se corresponde con la política gubernamental de entonces, que privilegiaba en este nivel educativo la formación en las ramas técnicas de las ingenierías y no en las humanísticas ni en las ciencias sociales, que quedarían con el tiempo reducidas a su "justa" expresión, según el decir de quienes soportaban esa tesis educativa. De hecho, las plazas para nuevos inscritos se incrementaron en los tecnológicos en la misma magnitud de crecimiento de la demanda, mientras que en los colegios universitarios se incrementaron sólo para satisfacer el 25 por ciento del aumento de la misma. Como entre 1984 y 1997 no se crearon nuevos institutos de tecnología oficiales (Fuenmayor, 2002b:11) y sólo un colegio universitario (Fuenmayor, 2002b:14) tenemos que concluir que el incremento de la demanda fue satisfecho a través de un incremento de plazas en las instituciones existentes y no con la creación de nuevas instituciones.

Con relación a la proveniencia de los aspirantes, el incremento de la demanda fue mayor en el caso de los alumnos provenientes de colegios privados, los cuales aumentaron unas 6 veces, mientras la demanda proveniente de colegios públicos sólo se incrementó 3,5 veces, lo que obedece al enorme auge que tuvo la educación privada en Venezuela en ese período en todos los niveles educativos. De hecho, en el caso de institutos de tecnología y colegios universitarios el crecimiento de plazas y de instituciones fue mucho mayor en el sector privado que en el público en el período que venimos estudiando: 14 institutos universitarios de tecnología privados (Fuenmayor, 2002b:13) fueron creados en el mismo.

Para el año 1984, la demanda satisfecha por nivel socioeconómico en los institutos universitarios de tecnología y en los colegios universitarios oficiales fue muy similar (cuadros 1 y 2) para los distintos niveles y de un grado de satisfacción mucho mayor en los tecnológicos que en los colegios, lo que ratifica nuestra conclusión sobre la dirección que el Estado le estaba imprimiendo a este nivel educativo en el sentido de dirigirlo hacia las ramas técnicas. La inexistencia de diferencias atribuibles a la condición socioeconómica de los aspirantes nos dice que la selección se efectuaba con equidad con relación a este aspecto, en forma similar a lo por nosotros observado en el proceso de selección de ese mismo año en las universidades oficiales (Fuenmayor y Vidal, 2000; Fuenmayor y Vidal, 2001; Fuenmayor, 2002a). En 1997, contrario a lo ocurrido en las universidades oficiales, la selección de los aspirantes a los institutos universitarios de tecnología y a los colegios universitarios oficiales se efectuó también con equidad, es decir sin una influencia manifiesta en la selección de la extracción socioeconómica de los estudiantes (cuadros 1 y 2).

Una conclusión similar se desprende del estudio de la proporción de seleccionados provenientes de colegios oficiales y privados con relación al número de aspirantes de cada uno de estos dos tipos de planteles. Tanto en 1984 como en 1997, la selección en tecnológicos y colegios universitarios no discriminó a los aspirantes con relación a su proveniencia de planteles oficiales o privados (cuadros 3 y 4). De nuevo, con relación al proceso de 1998, este resultado es diferente al obtenido en la selección de estudiantes a las universidades, en las que el proceso, equitativo en 1984, se hace injusto en 1998 cuando se favorece casi dos a uno a los aspirantes provenientes de colegios privados (Fuenmayor y Vidal, 2000; Fuenmayor y Vidal, 2001; Fuenmayor, 2002a).

Los tres institutos universitarios de tecnología estudiados: el "Alonso Gamero", el "de Cumaná" y el "Jacinto Navarro Vallenilla" de Carúpano, así como lo dos colegios universitarios investigados: el "de Caracas" y el "Francisco de Miranda", siguieron la misma tendencia nacional ya descrita, tanto en 1984 como en 1997, con selecciones aparentemente no influidas ni por el nivel socioeconómico de los aspirantes, ni por su proveniencia de colegios oficiales o privados (cuadros 5, 6, 7, 8 y 9), lo cual es contrario a lo encontrado y descrito en las universidades oficiales en 1998, cuando la selección se reveló como inequitativa (Fuenmayor y Vidal, 2000; Fuenmayor y Vidal, 2001; Fuenmayor, 2002a).

Debemos detenernos en explicar algunos datos de los mostrados en los institutos universitarios de tecnología y los colegios universitarios. Se trata de demandas satisfechas que se encuentran por encima del 100 por ciento, lo que significa que fue seleccionado un número de estudiantes mayor que el número de aspirantes correspondiente. Esto ocurre en muchas de estas instituciones y también en las universidades, aunque con menor frecuencia. Aspira un número de alumnos, quienes pueden o no ser seleccionados totalmente, pero posteriormente aparece una demanda adicional no registrada anteriormente como aspirantes, que es también aceptada y abulta, por lo tanto, la cifras finales de nuevos inscritos por encima del 100 por ciento, que es la cifra teórica máxima posible de asignación de nuevos inscritos.

De las cifras mostradas en el cuadro 2 se puede evidenciar con facilidad que la demanda del nivel socioeconómico alto es menor en el año 1997 que en 1984, lo que pudiera significar que este nivel socioeconómico ha perdido interés en estudiar en los colegios universitarios públicos, pues dispone de amplias posibilidades en las universidades oficiales y privadas donde ingresa preferentemente a otros sectores sociales (Fuenmayor y Vidal, 2000; Fuenmayor y Vidal, 2001; Fuenmayor, 2002a). Esto también ocurre en los institutos universitarios de tecnología, donde la demanda de los estudiantes del nivel económico alto se redujo en 1998 con relación a 1984 (datos no mostrados) y tuvo sólo un pequeño aumento en 1997 (cuadro 1) muy por debajo del mostrado por el resto de los aspirantes de los otros niveles económicos. La demanda de los aspirantes del nivel medio alto comenzó a comportarse en esta misma forma en los colegios universitarios oficiales. Esto significa que este tipo de instituciones está quedando solamente para atender la demanda de estudios superiores de los niveles medio bajo, obrero y muy pobre de la población estudiantil aspirante.

Otro aspecto que diferencia claramente a este sector educativo superior del sector universitario es la presencia de un subsector privado mayoritario con relación al número de estudiantes que atiende (cuadro 10). En 1997, el crecimiento de los institutos de tecnología y colegios universitarios privados los llevó a tener casi tres veces más estudiantes que los oficiales en un número similar de instituciones, lo que significa que poseen más estudiantes por institución e incorporan un número mayor de nuevos inscritos (cuadro 10). Sería interesante conocer qué sectores sociales están atendiendo estos establecimientos privados, para así tener una mejor comprensión del proceso de admisión a la educación superior venezolana.

De hecho, la selección que se efectúa en institutos y colegios universitarios no parece estar influida por el nivel socioeconómico de los aspirantes ni por el tipo de plantel de proveniencia. Una primera explicación que surge es que quienes en este nivel compiten son aquéllos que quedaron sin cupo en procedimientos de selección anteriores en universidades oficiales y privadas, procesos que beneficiaron a los niveles socioeconómicos alto y medio alto, los cuales por lo tanto se verían reducidos en su participación en este nivel. Algo similar ocurriría con los aspirantes de los planteles privados, quienes serían prioritariamente seleccionados en esos procesos iniciales, ya que se trata de la misma masa estudiantil de niveles alto y medio alto. En ambos casos, quedarían como competidores por plazas de estudio en este nivel los de más bajos índices académicos, sector de calificaciones donde podríamos pensar que los aspirantes de niveles alto y medio alto estarían menos representados. Por otra parte, los tecnológicos y colegios oficiales atienden preferentemente a los aspirantes de sus regiones, razón por la cual sus pruebas internas no discriminarían geográficamente al pobre que vive lejos como sí lo hacen las de las universidades (Fuenmayor y Vidal, 2001; Fuenmayor, 2002a).

5. CONCLUSIONES

  • La selección de aspirantes para su ingreso a institutos universitarios de tecnología y colegios universitarios oficiales, a diferencia de lo que ocurre con las universidades, no discrimina a los aspirantes ni por su nivel socioeconómico ni por su proveniencia de colegios oficiales o privados.

  • El crecimiento importante de la demanda de estudios y de la oferta de plazas oficiales en el período 84-98 favoreció ampliamente a los institutos universitarios de tecnología sobre los colegios universitarios.

  • El incremento de las plazas en el sector oficial se efectuó fundamentalmente a través de un incremento de la capacidad de las instituciones existentes y no mediante la creación de nuevas instituciones.

  • El crecimiento del sector privado, tanto en el número de instituciones como en población estudiantil atendida, superó con creces el del sector oficial hasta más que duplicarlo.

  • En el período estudiado, la demanda de plazas hacia institutos de tecnología y colegios universitarios por parte de los estudiantes de niveles socioeconómicos alto y medio alto se redujo o se incrementó en una proporción muy inferior al incremento promedio observado. Esto podría dejar a este sector educativo como una alternativa sólo para la población estudiantil pobre del país.

AGRADECIMIENTOS

A la licenciada Elizabeth Mejías, Jefe de la Unidad de Apoyo de la OPSU, por la revisión de los datos y cuadros contenidos en este trabajo.

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