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Revista de Investigación

versión impresa ISSN 1010-2914

Revista de Investigación vol.37 no.79 Caracas jun. 2013

 

Gestión del conocimiento, formación docente de Educación Superior y Desarrollo de Estilos de Enseñanza: interacciones e interrelaciones

Iván De León C.
Ivdleon@hotmail.com  / ijdlc53@yahoo.es

Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Caracas

RESUMEN

Al  hacer  referencia  a  Formación  Docente  Universitaria,  Estilos Pedagógicos  de  Enseñanza  y  Gestión  del  Conocimiento,  es  posible reportar que, progresivamente, estos han ido alcanzando una presencia e interrelación creciente en el ámbito educativo. Dichos términos en gran medida orientan, dirigen la labor docente en interacción con otros actores del hecho instruccional, con la intencionalidad de desarrollar de manera efectiva dicha labor. Investigación documental de fuentes escritas seleccionadas considerando  criterios  de  afinidad  epistemológica  Sus  propósitos: a)  Realizar  una  revisión  general  en  cuanto  a  definición,  surgimiento, finalidad, desarrollo e importancia de Gestión del Conocimiento, Estilos de Enseñanza y Formación Docente dentro del proceso de enseñanza – aprendizaje, b) identificar semejanzas y diferencias entre los constructos considerados; c) establecer posibles interacciones entre los mismos y d) expresar algunas reflexiones respecto a su influencia y posibilidades de  desarrollo dentro del área educativa.

Palabras clave: Estilos pedagógicos de enseñanza; formación docente; gestión del conocimiento


                      Knowledge`s management, educational formation in Higher Level and Teaching`s Styles Development: interactions and interrelations

ABSTRACT

Referring to College Teacher Training, Pedagogical Teaching Styles and Knowledge Management, it is possible to report that these have gradually acquired increasing presence and interaction in education. These terms largely  orient  and  direct  teaching  in  interaction  with  other  actors  of  the instructional  fact,  with  the  intention  of  developing  such  work  effectively. This  is  a  documentary  research  based  on  written  sources  selected  by the author considering epistemological affinity criteria. Its purposes are: a)  Conduct  a  comprehensive  review  related  to  definition,  emergence, purpose,  development  and  importance  of  Knowledge  Management,Pedagogical  Teaching  Styles  and  Teacher  Training  in  the  process  of teaching  –  learning;  b)  identify  similarities  and  differences  between  the considered  constructs;  c)  establish  possible  interactions  between  them, and  d)  express  some  reflections  on  his  influence  and  development opportunities within the educational field.

Key  words:  Teaching  styles  teaching;  teacher  training;  knowledge management

Articulo recibido en marzo 2013 y publicado en agosto 2013

INTRODUCCIÓN

Existen  tres  términos  que  progresivamente,  han  ido  alcanzando  un creciente  protagonismo  en  el  ámbito  educativo,  y  esos  términos  son ormación Docente (al nivel superior), Estilos Pedagógicos de Enseñanza y  Gestión  del  Conocimiento.  Los  mismos,  en  gran  medida  orientan, perfilan,  dirigen  la  labor  docente  y  su  interacción  con  otros  actores  del hecho instruccional, con la finalidad de desarrollar más efectivamente esa labor.

Con  base  en  la  investigación  documental  realizada,  así  como  en la  experiencia  desarrollada  por  el  autor  dentro  de  las  áreas  educativa, organizacional, administrativa e instruccional, se puede afirmar que dichos términos evidencian una interrelación tal, que en muchas oportunidades los  mismos  se  confunden  o  se  utilizan  como  sinónimos,  cuando  en realidad existen entre ellos diferencias evidentes en cuanto a su definición,
tratamiento, razón de ser, entre otros.

Los propósitos del estudio fueron:

•     Realizar una revisión documental en cuanto a definición, surgimiento, finalidad, desarrollo e importancia de lo que se denomina Gestión del Conocimiento, Estilos Pedagógicos de Enseñanza y Formación Docente. dentro de los procesos de enseñanza  y aprendizaje,

•     identificar semejanzas y evidentes diferencias entre los términos o  constructos  considerados,  con  base  en  lo  reportado  por  los diferentes autores consultados;

•     a  través  del  respectivo  análisis  de  la  información  reportada  y referida  a  dichas  acepciones,  establecer  posibles  interacciones entre los mismos y

•     expresar  reflexiones  respecto  a  su  influencia  y  posibilidades  de mayor desarrollo dentro del área educativa.

MÉTODO

Investigación  documental,  que  según  la  UPEL  (2006)  se  refiere al  “  estudio  de  problemas  con  el  propósito  de  ampliar  y  profundizar  el conocimiento  de  su  naturaleza,  con  apoyo,  principalmente  en  trabajos previos,  información  y  datos  divulgados.  Por  medios  impresos, audiovisuales o electrónicos (…) (p. 15)” Para  su  desarrollo  se  seleccionaron  fuentes  bibliográficas  y hemerográficas publicadas en revistas especializadas, revistas en línea y textos impresos, ya que se ubica como un estudio de educación comparada y para su análisis se aplicó el siguiente procedimiento:

•     Identificación de las categorías o constructos a analizar.

•     Revisión  de  fuentes  bibliográficas  y  hemerográficas  publicadas, relacionadas con las categorías identificadas.

•     Identificación en cuanto a definición, surgimiento, finalidad, desarrollo e  importancia  adquiridos  por  lo  que  se  denomina  Gestión  del Conocimiento,  Estilos  Pedagógicos  de  Enseñanza  y  Formación Docente dentro de los procesos de enseñanza  y  aprendizaje.

•     Análisis crítico de lo reportado por autores consultados respecto a las categorías o constructos considerados.
•     Identificación  de  semejanzas  y  diferencias  entre  los  términos  o constructos considerados, con base en lo reportado por los diferentes autores consultados.

RESULTADOS

Gestión  del  Conocimiento,  formación  docente  al  nivel  superior  y desarrollo de estilos pedagógicos de enseñanza; definición y breve evolución Con  respecto  al  constructo  denominado  Gestión  del  Conocimiento, pareciera estar inmerso en los conceptos de Formación Docente y Estilos
de Enseñanza.

Al respecto, algunos estudiosos del tema (UPEL – IPC 1, 2007) sostienen que el contexto socio – económico – tecnológico actual está generando diversos  cambios  a  los  cuales  hay  que  adaptarse,  y  esta  percepción es  válida  en  especial  para  las  universidades  como  generadoras  de profesionales ya que, progresivamente, el acceso a la educación superior se ha ampliado lo cual implica (para los estudiosos citados) por un lado, un creciente incremento de la competitividad entre las universidades y por otro, una mayor demanda de formación permanente y continua por parte de los profesionales egresados, esto último debido a la rapidez actual en la transferencia del conocimiento (op. cit.).

Pero,  ¿Cómo  se  define  Gestión  del  Conocimiento?  Existe  variada información relacionada con el tópico, por lo que parece una ardua labor identificar  una  definición  concreta;  no  obstante,  se  tratará  de  ubicar  en un  nivel  general    dicha  definición,  para  luego  enlazarla  con  el  ámbito educativo y sus repercusiones e interacciones con el mismo.En  ese  orden  de  ideas  Serradell  y  Juan  (2003)  definen  Gestión  del Conocimiento como:

...la gestión del capital intelectual en una organización, con la finalidad de añadir valor a los productos y servicios que ofrece  la  organización  en  el  mercado  y  de  diferenciarlos competitivamente.      Hay  dos  factores  que  han  facilitado  la  aparición  del concepto  de  gestión  del  conocimiento.  Por  un  lado,  el desarrollo  tecnológico,  que  facilita  enormemente  la  gestión del capital intelectual y la hace factible desde un punto de vista  financiero.  Por  otro,  la  creciente  concienciación  por parte del mundo empresarial (…) de que el conocimiento es un recurso clave en aquellas sociedades y organizaciones en las que la información es abundante, en gran medida, gracias a Internet (p. 3)

Los autores citados asignan un papel fundamental a las tecnologías de la información y la comunicación dentro de este contexto, y ese papel se ubica en la capacidad presente en las TIC para potenciar la comunicación, la colaboración y la búsqueda y generación de información y conocimiento, sin olvidar que al hacer referencia al término que nos ocupa, el objetivo primordial es el de desarrollar un entorno de trabajo colaborativo y dotado de  una  vocación  permanente  de  aprendizaje  por  parte  de  los  actores involucrados (ob. cit).

La  figura  o  proceso  denominado  Gestión  del  Conocimiento  o Administración del Conocimiento (como también es conocido el término), se inicia en la década de los 80, pero es en los años 90 cuando se populariza al nivel organizacional, en especial en empresas consultoras en informática y  en  administración  (Vicario,  s/f);  siguiendo  con  esta  autora,  existen personas y organismos especialistas en Gestión del Conocimiento, pero no son suficientes para dar cobertura a las necesidades empresariales; de  hecho,  se  percibe  poco  entusiasmo  al  nivel  educativo  para  formar administradores del conocimiento.

Es pertinente acotar que un administrador del conocimiento define al mismo como:

…el  conjunto  integrado  por  información,  reglas, interpretaciones  y  conexiones  puestas  dentro  de  un contexto  y  de  una  experiencia,  que  ha  sucedido  dentro de una organización, bien de forma general o personal. El conocimiento  sólo  puede  residir  dentro  de  un  conocedor, una  persona  determinada  que  lo  interioriza  racional  o irracionalmente (Vicario, ob. cit. pp. 4).

Para  un  especialista  en  gestión  o  administración  del  conocimiento, es  más  importante  el  “Saber  cómo”  que  el  “Saber  qué”  con  miras, fundamentalmente, a capitalizar dicho conocimiento. Intentando un tímido acercamiento  entre  gestión  del  conocimiento  y  educación,  un  ejemplo válido de lo expresado anteriormente sería el imaginarse que se está en capacidad de tener acceso teórico y procedimental a las mejores estrategias de instrucción utilizadas en cualquier asignatura o área del conocimiento, que ésta información puede ser obtenida de los mejores profesores en cada campo y que además, se posean las habilidades necesarias para su aplicación: asimismo, imaginarse también que es posible compartir esa información con otros docentes, especialmente con aquellos que están en proceso de formación: éste entonces sería el objetivo real de la gestión del conocimiento, el hacer explícito y del dominio común el conocimiento tácito.

Respecto  a  lo  expresado  a  conocimiento  tácito  y  conocimiento explícito, Nonaka (1995, citado por Serradell y Juan, 2003), distingue y define estos dos tipos de conocimiento ya reportados por Vicario (ob. cit): Todo aquel conocimiento que forma parte de las experiencias personales de cada individuo es un tipo de conocimiento tácito, en tanto que aquel conocimiento  que  puede  ser  estructurado,  almacenado  o  distribuido  se corresponde  con  el  conocimiento  explicito;  el  problema  de  imaginarse lo  propuesto  por  Vicario  (Ibíd.)  es  lo  cuesta  arriba,  o  al  menos  muy complicado, de “,,,estructurar, almacenar en repositorios y distribuir” ese conocimiento tácito (Serradell y Juan, Ob. Cit).

Se asume pertinente lo expresado en el párrafo anterior, ya que con toda la importancia asignada a las TIC, estas sólo permitirían almacenar y distribuir conocimiento explícito: Ahora bien, ¿Cómo se puede hacer del dominio común el conocimiento tácito para capitalizarlo, en otras palabras, como se convierte en conocimiento explicito? Aquí entra nuevamente en escena el mencionado constructo: Lo anterior se lograría a través de la Gestión del Conocimiento, fomentando éste:

…redes de colaboración entre las personas que componen una  organización,    e  incluso  con  personas  externas  a  la misma, y la elaboración de un mapa de conocimiento  al que  todo el mundo pueda acceder y en el que se especifiquen los  conocimientos  de  cada  uno  de  los  miembros  de  la organización (Serradell y Juan, Ob.  Cit. Pp. 3).

Cómo reflexión inicial, se plantea la siguiente interrogante:¿Será esto posible en educación superior, en cualquier universidad? Con  base  en  los  autores  consultados,  el  aspecto  Gestión  o Administración  del  Conocimiento,  se  presentaran  algunos  elementos característicos  de  dicho  constructo  e  identificados  en  la  información reportada, hasta el momento, para posteriormente establecer los debidos enlaces con la Formación Docente y los Estilos de Enseñanza.

•     Gestión del Conocimiento implica un uso preponderante de las Tics, aumento  de  la  productividad  y  competitividad  entre  organizaciones incluidas las educativas, así como la reducción del tiempo empleado en la solución de problemas (UPEL – IPC 1, 2007)

•     Al  nivel  universitario,  la  Gestión  del  Conocimiento.  (G.C),  pareciera estar dirigida a la reorganización interna de procesos de gestión, tanto administrativos como informativos.(Ibíd.).

•     Como  se  expresó  en  páginas  anteriores,  en  la  G.C  se  enfatiza  el intercambio de experiencias, pero sobre todo el aprovechamiento de esas experiencias.

•     En función de la opinión generada en el autor por lo planteado en el trabajo de Rodríguez (s/f), pareciera que la G.C. en su expresión inicial, intenta delinear una connotación gerencial en el ámbito educativo, a travésdel  siguiente  mapa:  Mayor  avance  tecnológico,  implica  mayor sofisticación en el manejo de la información, lo cual a su vez genera nuevas comunidades de trabajo pertinentes al avance y a la sofisticación mencionadas:  uno  se  pregunta;  ¿lo  anterior  no  generará  nuevas  y diferentes élites dentro de dichas comunidades? ¿podremos hablar de democratización e igualdad de oportunidades al nivel educativo?

•     Siguiendo con Rodríguez (ob. cit) la G.C. al nivel educativo demanda un  aprendizaje  y  re  aprendizaje  continuo,  ubicados  en  un  entorno aceleradamente  cambiante  (desarrollo  tecnológico,  velocidad  de  la información): el problema reside en que al parecer, el re aprendizaje se  dirige  a  la  competitividad  per  sé,  pero  no  al  crecimiento  y  a  la generación de nuevo conocimiento en específico.

•     Como  parte  del  proceso  generado  por  la  G.C  en  el  desarrollo  de comunidades de aprendizaje, resalta la importancia del uso de técnicas tales como foros de debate y listas de discusión.


Por otro lado, la Gestión del Conocimiento con el apoyo de las TIC, sugiere una modificación o cambio progresivo en la modalidad de estudios para la Formación Docente hacia la educación a distancia: lo anterior nos permite introducir la segunda acepción considerada, que no es otra que la Formación Docente, pero antes de esto, es adecuado plantear dos reflexiones surgidas de lo expresado hasta el momento:

•     Con  base  en  los  investigaciones  consultadas,  se  percibe  una  triada compuesta por la Gestión del Conocimiento, Las TIC y el modelo de redes, la cual da la idea (en opinión de éste autor) de ser el basamento al nivel educativo de un mayor desarrollo mercantilista, con una visión insumo – producto.

•     Como  ya  se  sabe,  la  Gestión  del  Conocimiento  se  inicia  en  los ámbitos organizacional, informático y administrativo: ¿Acaso será esa la razón por la cual se perciben desesperados intentos por tomar el sector  educativo  (al  nivel  superior)  utilizando  estrategias  típicas  de G.C.? ¿la intención será la de darle una connotación mercantilista, de productividad económica, al área educativa?

Según Rowley (2000, citada por Serradell y Juan, 2003), la gestión del conocimiento en la educación superior –y en el marco de una economía globalizada– requiere alianzas estratégicas internacionales y la creación de repositorios de conocimiento que puedan usarse para adquirir ventajas competitivas.

En  ese  orden  de  ideas,  el  siguiente  cuadro  resume  los  rasgos característicos  de  la  gestión  del  conocimiento  en  las  organizaciones intensivas en conocimiento, así como las características específicas de
las universidades en el mismo ámbito, teniendo en cuenta las diferencias de objetivos.

Cuadro 1. Gestión del Conocimiento: rasgos característicos según diferencia de objetivos por tipo de organización


Con  respecto  a  la  Formación  Docente,  parece  evidente  la  estrecha relación entre el tópico en cuestión y Gestión del Conocimiento: en ese sentido, se utilizarán como referencia algunos elementos reportados en el trabajo de Rodríguez (s/f.), y centrado en la Formación Docente en la Sociedad de la Información. Si se asume a este tipo de sociedad como el contexto donde se desarrolla adecuadamente la Gestión del Conocimiento, se tiene que:

El actual proceso de transformación de la formación docente continua que se intenta llevar a cabo en el sistema educativo, constituye  una  valiosa  oportunidad  de  profundizar  la  tarea docente y elaborar una propuesta orientada a insertarse en los ámbitos de la comunidad docente a nivel local, nacional, regional  y  global  (Pp.  1)Proponer  en  este  proceso  de transformación un ideario innovador significa transitar por un doble circuito: el de repensar la institución y el de comenzar a  implementar,  con  docentes  y  alumnos,  una  serie  de acciones centradas en el uso de las actuales tecnologías de la  información  y  los  nuevos  paradigmas  organizativo (Pp.1) La formación docente plantea hoy desafíos surgidos tanto de los procesos de transformación de los sistemas educativos como de las nuevas demandas que la sociedad le formula a  la  educación.  Una  de  estas  demandas,  que  por  la postergación que ha sufrido en su atención ha deteriorado el  prestigio  docente,  se  vincula  con  la  información  y  el conocimiento (Pp. 1) La velocidad con que se multiplica el conocimiento, la transformación vertiginosa del conocimiento en  información,  la  necesidad  de  disponer  rápidamente  de ella  para  desenvolverse  estratégicamente  en  contextos complejos  y  poco  anticipables,  hace  necesario  un  nuevo escenario  de  formación.  La  cuestión  crucial  en  el  terreno educativo es la de definir si ese escenario fue, es, o será la institución escolar (Pp. 1) Por todo esto, y por la necesidad de  proponer  una  función  innovadora,  en  los  IFD  (institutos de formación docente) se torna imprescindible problematizar al  conocimiento  desde  la  perspectiva  de  su  circulación,  no sólo dentro de los trayectos formativos, sino como meta, es decir  aportar  a  la  formación  de  docentes  habilitados  para gestionar el acceso y la utilización crítica de la información y el conocimiento (Pp.2) La información y el conocimiento son dos bienes que se valorizan con el advenimiento de la Sociedad de la Información, y que impulsadas por el vertiginoso avance tecnológico  de  la  informática  y  las  comunicaciones  han producido el fenómeno Internet, convirtiéndose en la sociedad del conocimiento y que se encamina hacia la Sociedad del
Aprendizaje (Pp. 2)

En  los  párrafos  anteriores  resalta  esa  estrecha  relación  Formación Docente – Gestión del Conocimiento a la que se ha hecho referencia en diversas oportunidades; en ese sentido, ¿Cómo se asume la formación docente  ante  los  nuevos  paradigmas  presentes  en  una  sociedad  de  la información?  ¿Cómo  se  gestiona  el  conocimiento  en  los  institutos  de formación  docente?  ¿Acaso  lo  expresado  por  Rodríguez  (ob.  cit.)  no redefine  Gestión del Conocimiento?

De hecho, siguiendo con este autor, se puede sintetizar que la Gestión del  Conocimiento  se  visualiza  como  un  campo  nuevo  de  investigación relacionado  con  la  organización  escolar  e  institucional,  las  estrategias al  nivel  directivo  y  al  uso  de  las  Tecnologías  de  la  Información  y  la Comunicación.  La  Gestión  del  Conocimiento  establece  una  estrecha relación (dentro del sistema educativo) con el aprendizaje de un sujeto en situación de aprendizaje, quien debe adaptarse a un entorno cambiante y  acelerado  dentro  de  una  sociedad  globalizada,  y  quien  requiere  un alto grado de competitividad para lo cual estará obligado y dispuesto a aprender y reaprender permanentemente.

Lo  anterior  implica  que  los  institutos  de  formación  docente,  vistos cómo  organización,  necesitan  incorporar  innovaciones  que  permitan el  desarrollo  de  nuevas  estrategias,  de  nuevos  escenarios,  de  nuevas posibilidades  para  un  sujeto  que  necesita  adecuarse  a  las  demandas sociales;  asimismo,  el  autor  citado  expresa  que  desde  la  perspectiva del  sujeto  que  demanda  formación  continua  a  lo  largo  de  toda  la  vida, se requiere poner a su disposición fórmulas más creativas y posibles de aprendizaje permanente.

Desde  la  óptica  de  los  formadores  de  formadores,  se  enfrenta  el mismo problema: trabajar y formarse permanentemente, en un proceso de  reingeniería  que  permita  aportar  a  las  organizaciones  educativas, asegurar a sus alumnos un aprendizaje continuo y a sus docentes una actualización permanente.

Un  ejemplo  de  intento  de  gestión  del  conocimiento  en  la  formación docente,  ha  sido  reportado  por  Alonso  y  Otros(2005):en  el  mismo  se presenta un estudio desarrollado en Cuba, en la Universidad Pedagógica “José Martí”, el cual tuvo como objetivo argumentar tanto la importancia como la necesidad del uso de técnicas ya expresadas en este papel de trabajo, como elementos clave en los procesos de gestión del conocimiento, las cuales son los foros de debate y las listas de discusión en este caso para la formación docente: es pertinente advertir, que en dicho estudio nuevamente se hace énfasis en la necesidad de cambiar la modalidad de

educación presencial a una modalidad a distancia, por ser esta pertinente  y coherente con la velocidad de la información actual, con la necesidad de unos procesos de G.C. más ágiles, y con la necesidad de una formación docente adecuada a esos cambios: lo anterior lleva a preguntarse si todo contenido presentado – procesado, en función del logro de una habilidad – competencia determinada, implica  un adecuado procesamiento de la información,  una  pertinente  gestión  del  conocimiento  a  través  de  una modalidad no presencial, sin detrimento de la calidad de lo procesado – desarrollado por el estudiante; en ese sentido ¿Cuál es el Estado del Arte en los últimos años en cuanto a Formación Docente? No se pretende presentar aquí una relación completa de trabajos cuyo objetivo haya sido abordar el tópico en cuestión, pero si dar una idea de cómo el tema ha sido tratado por diferentes investigadores.

Con  base  en  lo  expresado  por  García  (2002)  en  su  investigación denominada Concepciones Epistemológicas y Profesionales de un grupo de profesores de la UPEL. Lineamientos para su formación profesional, en los últimos 25 años se percibe un creciente interés por los problemas educativos  centrados  en  el  profesor,  debido  a  que  en  el  aprendizaje no  solo  intervienen  factores  originados  en  los  alumnos,  Influyen  otros factores  referidos  a  la  actuación  del  docente  en  el  aula,  en  lo  que  él realiza para facilitar el proceso educativo (planificación, desarrollo de las clases,  evaluación  e  interacción  con  los  estudiantes,  entre  otros):  Esa praxis  pedagógica  está  relacionada  con  las  concepciones  pedagógicas y  profesionales  que  poseen  los  docentes,  la  formación  recibida  y  la experiencia obtenida a través de su trabajo en el aula.

En  ese  orden  de  ideas,  Porlan  y  Otros(1998,  citados  García,  Ibíd.) sostienen que las concepciones así como la praxis en el aula que posea un docente, son susceptibles de cambios a causa de la experiencia adquirida, la reflexión y el estudio crítico que el mismo realice de las teorías utilizadas en el ámbito educativo.

No  obstante  y  siguiendo  con  los  autores  citados,  lo  común  es  que los profesores piensen en función de la formación recibida y actúen en términos  de  la  información  que  poseen,  en  lugar  de  aplicar  el  trípode constituido  por  la  práctica  en  el  aula,  la  reflexión  crítica  y  práctica.  En ese orden de ideas, la autora reporta que al nivel mundial se evidencian varios  modelos  de  formación  profesional  de  los  docentes,  y  si  bien  es cierto que en la UPEL se han identificado diversos diseños curriculares y que los mismos han evolucionado en el tiempo, la observación empírica no ha dado suficiente evidencia acerca de cuál modelo de formación de docentes se está operacionalizando en la universidad.

Con  base  en  lo  anterior,  la  autora  consideró  importante  realizar un  estudio  acerca  de  las  concepciones  de  un  grupo  de  profesores de  la  UPEL,  y  relacionadas  con  algunos  constructos  teóricos  y  con  su praxis  pedagógica  a  fin  de  descubrir:  (a)  Cuáles  son  las  concepciones epistemológicas y profesionales subyacentes en sus prácticas de aula y (b) Cuáles teorías de la enseñanza y el aprendizaje están implícitas en dichas prácticas (García, ob. cit); Para la autora, los hallazgos alcanzados bien podrían servir de basamento en la promoción y profundización de esfuerzos tendientes al desarrollo profesional docente en la UPEL.

Metodológicamente la población en estudio fue de 36 profesores de la  UPEL  quienes,  con  base  en  las  ideas  expresadas  a  través  de  dos instrumentos  como  lo  fueron  cuestionarios  de  respuestas  abiertas  y cerradas,  proporcionaron  algunos  elementos  que  permitieron  facilitar  la comprensión del proceso de enseñanza aprendizaje desde una perspectiva tanto  cualitativa  como  cuantitativa,  además  de  permitir  a  la  autora  el construir algunas inferencias relativas a las concepciones ya expresadas, de  las  cuales  se  derivaron  algunos  lineamientos  pertinentes  para  la contribución al mejoramiento profesional de los docentes: La investigación realizada fue de tipo descriptiva, transeccional, multireferencial y de estudio de campo. En cuanto a los hallazgos provenientes de la investigación, se detectó la existencia de cuatro (4) tipos o grupos  de docentes: Los tres primeros  con  concepciones  y  praxis  coherentes:  Empirista-conductista, racionalista-cognoscitivista y relativista-constructivista: en lo que se refiere al cuarto grupo se reportó incoherencia en sus concepciones y praxis. Por otro lado, se detectó una débil identidad profesional. 

Otra investigación relacionada con el aspecto considerado y realizada por Galvis (2005) y cuyo título es Modelo Teórico de Formación Docente basado en competencias para la Universidad Pedagógica Experimental Libertador:  la  misma  se  refiere    al  diseño  de  un  modelo  teórico  de formación  docente  basado  en  competencias  para  la  UPEL,  con  la finalidad de proporcionar herramientas a los egresados de la institución, y relacionadas con la mediación de procesos de aprendizaje de calidad para el siglo XXI (¿Gestión del Conocimiento?).

  Galvis  (2005),  profundiza  en  el  estudio  de  modelos  tradicionales de  formación  docente,  identificando  entre  otros  los  propuestos  en  una clasificación  realizada  por  Marcelo  (1994,  citado  por  Galvis,  2005):  (a) Orientación  Académica,  (b)  Orientación  Tecnológica  y  (c)  Orientación Social  Reconstruccionista.  La  autora,  aborda  el  objeto  de  estudio analizando  el  marco  legal  que  norma  la  formación  docente  en  nuestro país y la educación basada en competencias, a fin de contextualizar el problema y emprender la investigación referida a la formación docente en Venezuela.

Como  enfoque  metodológico,  Galvis  (ob.  cit)  se  apoya  en  una perspectiva cualitativa interpretativa, lo que permitió seleccionar el contexto y los sujetos objetos de la investigación, la triangulación de la información recolectada y contrastada, todo lo cual genera algunos hallazgos referidos a  la  actual  (para  ese  momento)  situación  de  la  formación  docente  en la  UPEL  y  a  las  competencias  necesarias  que  demanda  el  contexto  al docente: Partiendo de allí, se estructuró un modelo teórico basado en “…la relación entre los ciclos madurativos en el ámbito personal, cognitivo y moral del docente con el desarrollo de las competencias intelectuales, intra e interpersonales, sociales y profesionales a lo largo de la carrera (Galvis, ob. cit)” En conclusión, la investigación plantea un nuevo perfil basado en las competencias de distintos saberes, las cuales definen al docente como mediador, investigador y promotor social.

Otra investigación relacionada con uno de los tópicos abordados es la  denominada  Modelo  de  Enseñanza  Creativa  para  la  formación  y  el desempeño  del  docente  venezolano,  cuyo  autor  es  O.  Gardié  (1995):
El autor parte de un análisis del sistema educativo venezolano, y de las restricciones o limitantes que existen para el acceso al nivel superior: En ese sentido, Gardié expresa que por la desigualdad existente (en cuanto a desempeño, habilidades, destrezas, conocimientos, entre otros aspectos) entre  los  egresados  de  liceos  públicos  y  privados,  buena  parte  de  los estudiantes que acceden a los institutos de formación docente pertenecen a liceos públicos, y lo hacen porque las exigencias son menores que en otras áreas del conocimiento, en las cuáles sus posibilidades de ingreso y mantenimiento son escasas.

En ese orden de ideas el autor, citando un documento emanado por la Comisión para el estudio del Proyecto Educativo Nacional (COPEN, 1986), expresa que las características de los bachilleres solicitantes de ingreso en los pedagógicos y escuelas de educación, son los que presentan las calificaciones más bajas de toda la población demandante, lo cual revela en ellos la presencia de un alto grado de carencias académicas: entre las causas aducidas para esta situación, no escapa el docente y su grado de  responsabilidad,  ya  que  se  expresa  la  baja  calidad  en  la  formación de  los  docentes;  de  hecho,  Díaz (citado  por  Gardié,  1995)  plantea  que los  docentes  carecen  de  la  capacidad  de  producir  en  sus  estudiantes un  pensamiento  crítico  y  creativo,  lo  cual  evidencia  fallas  académicas y pedagógicas, las cuales posiblemente tienen su raíz en el fracaso de la  política  de  formación  docente  del  Estado;  la  situación  expresada  en las líneas precedentes pudiese ser considerada un obstáculo para una adecuada Gestión del Conocimiento en los institutos de formación docente, en función de los requerimientos identificados para un debido proceso de competitividad: de hecho, no parece aventurado asomar como hipótesis que,  además  de  una  serie  de  factores  que  pueden  estar  incidiendo  en esa  (al  parecer)  precaria  formación  proporcionada  en  los  institutos  de formación docente, en alguna medida podría estar involucrado el aspecto relativo a los Estilos Pedagógicos de Enseñanza.

En todo caso, en la investigación reportada, se hace una propuesta de  un  modelo  de  enseñanza  creativa,  el  cual  intenta  elevar  el  nivel  de formación docente, a través de un enfoque metodológico – didáctico.

La  profesora  Rosa  A.  de  Chacín  publicó  un  artículo  cuyo  título  es Algunas  reflexiones  en  el  marco  de  las  perspectivas  de  Formación Docente (UCV, 1997). Si bien es cierto que la autora aclara que no es la intención el analizar en profundidad las tendencias prevalecientes en los programas  de  formación  docente,  se  hace  necesario  expresar  algunas reflexiones al respecto y referidas al debate que en el ámbito educativo se está generando en cuanto a la adecuación o no de dichas tendencias a las características de nuestro contexto, y a las experiencias adquiridas en ese campo.

De Chacín (ob. cit.) analiza una serie de documentos, tanto instrumentos legales generados por el estado venezolano como productos de diferentes encuentros educativos, los cuales se relacionan con el funcionamiento de los servicios educativos y la importancia que reviste la formación docente para el logro de una educación de calidad: en ese orden de ideas, uno de los documentos se refiere a algunas propuestas hechas por la UPEL a solicitud del Ministerio de Educación (Documento UPEL, 1994, citado por Amaro de Chacín, 1997), orientadas hacia la definición de la política educativa  del  estado,  y  entre  las  cuales  destaca  la  recomendación  de redactar una nueva resolución referida a la formación y perfeccionamiento de los profesionales de la docencia; en dicho documento se establecen cinco objetivos de la formación docente en los cuales se observa:

•     La  tendencia  hacia  un  modelo  técnico  comprensivo,  por  medio  del cual el docente debe estar preparado para comprender e interpretar el proceso de enseñanza aprendizaje, de tal forma que pueda seleccionar aquellos  elementos  instruccionales  más  adecuados  a  una  situación educativa: en palabras de la autora “ se comprende” para poder “utilizar adecuadamente”, no para “cambiar”(Amaro de Ch. ob. cit.)”

•     La tendencia hacia un modelo academicista, en cual se hace necesario el  dominio  teórico  –  práctico  de  los  contenidos  correspondientes a  los  programas  oficiales:  La  autora  no  cuestiona  la  necesidad  de ese  dominio,  pero  arguye  que  el  mismo  no  garantiza  la  experticia pedagógica y el “saber enseñar”.

•     Una tímida formulación hacia el fomento del área afectiva.

•     El establecimiento que a la vez, los docentes deben ser capaces de propiciar la innovación y el desarrollo educativo.

A  partir  de  los  anteriores  objetivos,  la  autora  expresa  que  en  ellos subyacen  tendencias  teóricamente  no  actualizadas,  y  contradictorias con  lo  que  el  mismo  documento  propone  en  cuanto  a  la  perspectiva constructivista  que  debe  animar  a  la  naturaleza  de  nuestra  educación; Asimismo,  evidencia  la  incongruencia  existente  entre  lo  anterior  y  las características más relevantes que deben estar presentes en el docente que  se  desea  formar,  y  expresadas  en  los  “Fundamentos  del  Perfil Profesional del Egresado” (Amaro de CH, Ibíd.), de las cuales resaltan:

•     Un educador que aprende al enseñar y enseñe mejor porque aprende.

•     Un educador que estimule en sus alumnos la capacidad de aprender y su desarrollo integral.

•     Un educador reflexivo, crítico, creativo, emprendedor…

•     En  el  contexto  de  la  educación  permanente  se  establece  que  las instituciones de formación docente generarán condiciones adecuadas para la estimulación en el alumno del espíritu de superación, y de una actitud de indagación y búsqueda abierta al cambio (p. 66).

De Chacín (1997) cierra sus reflexiones con lo siguiente:

Las  anteriores  consideraciones  permiten  concluir  que,  si bien es cierto que es necesario facilitar el desarrollo de las destrezas  requeridas  para  emprender  innovaciones  en  el campo  pedagógico  en  el  marco  de  una  concepción  de  la docencia y de la práctica reflexiva y que algunos avances se han logrado en este sentido, no es suficiente ni conveniente intervenir  sólo  mediante  acciones  convencionales  de formación  del  profesorado  que  por  el  contrario  podrían acentuar  su  tendencia  regresiva(…)  En  el  marco  de  estas ideas,  es  ineludible  la  responsabilidad  que  los  docentes formadores  de  docentes  (subrayado  propio)  tienen  en  la superación de los esquemas tradicionales y en la potenciación de estrategias formativas y en este sentido, para mejorar la calidad de la educación debe pensarse en la investigación como una salida(p. 67).

EL  DENEPER  (Modelo  de  Detección  de  Necesidades  de Perfeccionamiento  Docente)  es  una  propuesta  presentada  por  M.  Polo (2003)  y  cuyo  título  es  El  Deneper:  Una  metodología  para  detectar necesidades de perfeccionamiento docente, y la cual tiene por finalidad el enfrentar la necesidad de transformaciones al nivel universitario, desde la perspectiva de la formación, actualización o perfeccionamiento docente.

Dicho modelo toma como base informativa la opinión que el docente posee  acerca  de  su  hacer  y  del  debería  ser,  y  puede  explicarse  como una  metodología  de  detección  de  necesidades  con  una  concepción  de facilitación profesional del docente por medio de la investigación – acción; La  intención  es  la  de  que  el  docente  analice  reflexivamente  acerca  de su experiencia y de sus competencias pedagógicas: se asume que esa
práctica reflexiva supone reflexión, autoconciencia, autocrítica y la crítica a  su  hacer,  a  las  instituciones  y  a  las  limitaciones  al  desarrollo  de  su enseñanza.

Por  otro  lado,  el  modelo  intenta  desarrollar  un  proceso  compartido con pares, como asunto de autocrítica y co crítica, y expresado a través de aquellas fortalezas, debilidades y deficiencias reconocidas en común dentro del campo de la docencia.

Con  base  en  lo  anterior,  se  intenta  que  lo  que  inicialmente  es  una detección  de  necesidades  se  transforme  en  una  determinación  de perfeccionamiento  docente.  Lo  interesante  del  modelo  (el  cual  ya  ha sido implantado a través de SADPRO) es que el propio profesor es quien determina, a través de la reflexión personal, cuáles son sus debilidades y fortalezas, y en función de ellas identifica sus necesidades de actualización o perfeccionamiento (¿Auto Gestión del Conocimiento?)

El DENEPER consta de 9 pasos o momentos, y los mismos pueden originarse en una situación específica, y analizarse particularmente: como no es el objetivo de este artículo extenderse en algunas técnicas, sólo se comentará que la autora expresa que este modelo ofrece una alternativa ante  planes  de  formación  pre  establecidos  sin  la  participación  de  los usuarios,  ya  que  es  una  alternativa  que  promueve  la  participación  del docente, así como la capacidad de compartir sus deficiencias y fortalezas sin  temores:  En  opinión  del  autor  del  presente  trabajo,  la  metodología utilizada  bien  puede  aportar  elementos  para  que  cada  docente  esté consciente  entre  otros  aspectos,  de  cuáles  son  sus  necesidades  de formación docente, de cómo gestiona el conocimiento al nivel individual y posiblemente del Estilo de Enseñanza que posee, y como desarrollarlo y mejorarlo si ese es el caso.

La actitud del profesor universitario desde una perspectiva pedagógica, en el marco de la relación universidad – empresa. Publicado por Meléndez y  Canquiz  (2003):  El  artículo  parte  de  la  premisa  que  la  educación universitaria está determinada por la conducta docente del profesor y que un  tipo  de  formación  profesional  alternativa,  basada  en  la  cooperación educativa, está relativamente garantizada por las actitudes pedagógicas positivas que posea dicho profesor ante la relación universidad – empresa, entendiéndose  la  universidad  como  uno  de  los  entes  que  proporciona cuadros especializados a las organizaciones empresariales.

Por  lo  anterior,  los  autores  intentan:  a)  identificar  y  construir  un concepto sobre la actitud pedagógica, b) caracterizar los elementos de dicha  actitud  ante  la  formación  profesional  alternativa,  c)  explicar  las funciones de esas actitudes sobre la formación profesional alternativa y d) exponer las características de los procesos formadores de las actitudes pedagógicas ante la formación profesional alternativa (Ibíd. p. 418): los autores enfatizan que el docente universitario objeto de estudio pertenece al plantel profesoral de una universidad pública y autónoma.

Como primer paso, en el trabajo se intenta definir el término actitud pedagógica en el profesor universitario: Para tal fin, los autores se apoyan en diferentes trabajos ((Porlán (1995); Dippo y Shenke (1991); Dubovick y Takaichi (1994), entre otros, citados por Meléndez y Canquiz, (ob. cit)), Lo cual generó algunos elementos como son: La actitud pedagógica del profesor es, entre otras características, ser un profesional constructivista, un  proceso  reflexivo  donde  el  profesor  analiza  su  práctica  docente,  la manera  de  corregir  errores,  aceptar  nuevas  concepciones  del  mundo educativo,  profesional  y  laboral,  favorable  al  trabajo  con  estudiantes  y empresarios.

A  partir  de  lo  anterior,  el  trabajo  reporta  una  serie  de  evidencias que  expresan  el  desarrollo  de  la  actitud  pedagógica  docente  al  nivel universitario  como  lo  son:  elementos  configuradores  de  la  actitud pedagógica del profesor (reflexión, construcción, innovación, interacción y cooperación), elementos de tipo cognitivo, afectivo y comportamental, funciones  ejercidas  por  esas  actitudes,  procesos  de  formación  de actitudes pedagógicas en el profesor universitario; Los autores concluyen que  el  desarrollo  de  actitudes  desde  una  perspectiva  pedagógica,  es un  “proceso  mental  complejo,  constante,  determinante  y  evolutivo  en el profesor universitario, que implica la configuración y dinámica de sus ideas, sentimientos y acciones demostrables en el ejercicio docente de la formación profesional alternativa”(Ob. Cit.).

La formación docente en el siglo de la información. G. Poleo (1996) expresa  algunas  reflexiones  acerca  de  lo  que  debería  ser  la  formación docente  en el siglo XXI, denominado por él el Siglo de la Información: en ese orden de ideas, Poleo(Ob. Cit.), con base en algunos autores (Toffler,1991; Ribeiro,  1983;  Freeman,  1993,  Ortiz,1990)  delinea  algunas  exigencias que  estarán  presentes  en  los  requerimientos  de  formación  docente, entre  las  cuales  destacan:  Uso  intensivo  de  la  tecnología  informática  y comunicacional, nuevo paradigma tecno – económico, concentración del desarrollo tecnológico: asimismo, el autor plantea las desventajas que lo anterior representa para el contexto latinoamericano en el área educativa, entre  otras,  insuficiente  calidad  y  cobertura  de  la  escuela  básica,  altos índices de deserción y repitencia, desajustes cualitativos y cuantitativos
en la oferta y demanda de los profesionales egresados de la educación superior(Barrios, 1991, citada por Poleo, 1996).

Partiendo  de  todas  las  reflexiones  y  análisis  anteriores,  el  autor propone una serie de elementos que deben estar presentes en los diseños curriculares docentes, con la finalidad de hacer frente de manera efectiva a los retos planteados en la educación en este siglo: resalta en este trabajo de Poleo (ob. cit) toda una serie de características presentes en la Gestión del Conocimiento en la sociedad de la información, y ya reportadas en diferentes oportunidades en este ensayo.

Ahora bien, en función y para los propósitos del presente ensayo, se plantea como hipótesis lo siguiente: pareciera que la relación Gestión del Conocimiento – Formación Docente -Estilos de Enseñanza por momentos se difuminara y los tres conceptos se tornasen inclusivos o sinónimos: de hecho, se podría argumentar que los diferentes modelos para Formación Docente  identificados  por  los  autores  anteriormente  reportados  son diversos enfoques de cómo gestionar el conocimiento, en función de las adopciones y adaptaciones personales, así como de las exigencias tanto de  las  instituciones  como  del  contexto,  pero  a  la  vez,  bien  podrían  ser una  expresión  de  Gestión  del  Conocimiento  los  Estilos  de  Enseñanza presentes en los profesores de los institutos de formación docente, para los  cuales  se  considera  más  pertinente  el  “Saber  cómo”  que  el  “Saber qué”: Con base en lo anterior, es oportuno plantear algunas percepciones referidas a los Estilos de Enseñanza; en la formación al nivel universitario, y  específicamente  en  el  área  docente,  influyen  variados  elementos, a  los  cuales  se  denominará  Saberes  Disciplinares  y  Profesionales, entendiéndose  los  primeros  como  todo  aquel  cuerpo  teórico  originado en un área del conocimiento o disciplina, el cual se corresponde con la especialidad de la cual egresa un individuo al nivel superior, en tanto que Saberes  Profesionales  son  aquellos  que  dicho  individuo  asume  como resultado  de  la  interacción  con  sus  profesores,  pares,  historia  de  vida, medios de comunicación masivos, con sus alumnos, incluso de la relación con sus organismos gremiales y del contexto desarrollado en los institutos de  formación  docente  (Bigott,  1992,  citado  por  Becerra,  2006):  en  fin, todos aquellos elementos que surgen de la praxis profesional.

No  parece  aventurado  expresar  que  en  el  comportamiento,  en  el desempeño de un docente en el aula o en su radio de acción, se encuentran presentes diversas señales de lo que ha sido su historia de vida estudiantil y familiar; elementos provenientes de los estilos de enseñanza de algunos de  sus  antiguos  profesores,  elementos  característicos  de  la  disciplina en la cual se formó, características provenientes de su relación con sus compañeros  de  estudios,  del  contexto  en  que  creció  y  se  desarrolló, de su vida familiar: en pocas palabras, todo lo anterior forma parte del sustento teórico práctico de lo que se denomina Estilo de Enseñanza de un docente, pero hay más; no es menos importante su posición político ideológica,  la  cual  presumiblemente  fue  desarrollada  a  la  par  de  sus estudios universitarios.

La situación se torna problemática cuando, como docentes, no se esteá consciente del porqué del comportamiento asumido en ese rol, del porqué en ciertas oportunidades el estilo de enseñanza se reduce a reproducir elementos  y  contenidos  de  un  área  del  conocimiento  o  especialidad,  a no comprender los significados de la labor docente, a no entender que, al  igual  que  los estudiantes,  los  docentes  son  y  están  en  capacidad  de ser  creadores  de  conocimiento  (Kincheloe,  2001),  e  incluso  ir  más  allá en cuanto a gestionar o administrar dicho conocimiento: al respecto es pertinente apoyarse en lo expresado por Freire (1994, citado por Becerra, 2006)

...enseñar  no  es  un  acto  mecánico  de  transferir  a  los educandos el perfil del concepto del objeto. Enseñar es sobre todo hacer posible que los educandos, epistemológicamente curiosos, se vayan apropiando del significado profundo del objeto, ya que sólo aprehendiéndolo pueden aprenderlo (pp. 176).

Con base en lo anterior, como docentes ¿Se ha reflexionado acerca de la praxis educativa? ¿Se ha sido auto crítico? ¿Se está al tanto de lo que ha sido la formación docente? ¿Se sabe gestionar o administrar el conocimiento? ¿Acaso se está consciente que en muchas oportunidades solo se reproduce en el desempeño propio el status quo? Se  parte  entonces  de  la  premisa  que,  debido  al  tipo  de  función pedagógica ejercida por los profesores adscritos a institutos de formación docente, quienes tienen a su cargo la tarea de mediar en la formación de sujetos, y los cuales en su momento orientarán la formación de otros individuos, idealmente deberían poseer unas características pedagógicas, académicas e instruccionales muy específicas, ya que dicha formación no se refiere solamente a lo académico, cognoscitivo, de mera transmisión de  ciertos  procedimientos  instruccionales,  así  como  del  desarrollo  de cierto nivel de procesamiento de información especializada: antes bien, se requiere de un dominio bien definido de lo que es el hecho educativo, de los intereses a los que el mismo responde en función de su ubicación en un determinado contexto histórico y cultural, en el cual se exige una serie de habilidades, actitudes y aptitudes las cuales posiblemente no se correspondan con la necesidad real  de promover en los estudiantes la conciencia necesaria en cuanto a su rol como futuros docentes; de hecho, este tipo de docentes idealmente requieren de ciertas competencias muy específicas  para  gestionar  el  conocimiento,  competencias  quizás  no adecuadas a algunos elementos teóricos y actitudinales indispensables para dicha gestión.

En ese orden de ideas, se reporta una definición de lo que el autor de este trabajo define como Estilos de Enseñanza en institutos de formación docente o Estilos Pedagógicos de Enseñanza.

Estilos  Pedagógicos  de  Enseñanza  son  todas  aquellas adopciones  y  adaptaciones  de  diversos  elementos provenientes de diferentes modelos de enseñanza, y asumidas por  los  docentes  cuyo  campo  de  acción  se  circunscribe a los institutos de formación docente, lo cual presupone la posesión por parte de los mismos de ciertas cualidades muy específicas,  tendientes  al  logro  de  la  optimización  de  su praxis educativa. (De León, 2004).

CONCLUSIONES

A manera de conclusiones se ha decidido plantear algunas interrogantes y reflexiones relacionadas con el tópico – objetivo del trabajo:

•     Si la Gestión del Conocimiento se basa en subprocesos que intentan el logro de soluciones, las cuales a su vez generan conocimiento de valor para una organización educativa; ¿Se podría afirmar que a través de una adecuada formación docente la gestión del conocimiento implicaría el fortalecimiento institucional?

•     Barojas  y  Jiménez(s/f)  en  alguna  medida  plantean  que  una  de las  bases  para  la  Gestión  del  Conocimiento  se  encuentra  en  las comunidades  de  aprendizaje;  ¿cuál  peso  específico  representa  la interacción  desarrollada  en  esas  comunidades  de  aprendizaje,  para la construcción de estilos pedagógicos de enseñanza?   ¿Cuál peso específico  representa  la  formación  docente  en  la  construcción  de dichos estilos?

•     ¿Se podría afirmar que los términos gestión del conocimiento, formación docente y estilos de enseñanza, no se utilizan como sinónimos?

•     ¿Realmente en las instituciones de formación docente nacionales se gestiona el conocimiento?

•     En su momento se planteó que la gestión del conocimiento, con apoyo en las Tics, apunta a la necesidad de implantación de una modalidad a distancia ¿Cómo podría lo anterior influir en el desarrollo de Estilos Pedagógicos de Enseñanza?

REFERENCIAS

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