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Revista de Investigación
versión impresa ISSN 1010-2914
Revista de Investigación vol.38 no.82 Caracas ago. 2014
Sistematización del conocimiento ancestral y tradicional de la etnia kariña en el estado Anzoátegui, Venezuela
Systematization of traditional knowledge and ancestral ethnicity kariña in Anzoategui state, Venezuela
Barlin Orlando Olivares
Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA). Centro de investigaciones del Estado Anzoátegui, Venezuela. barlinolivares@gmail.com
RESUMEN
Su objetivo fue reconocer la autonomía cultural de la comunidad indígena Kariña, en el contexto climatológico, a través de la valoración de la diversidad del conocimiento ancestral. En este sentido, se encuestaron 100 fincas distribuidas al azar en 11 comunidades, las variables estudiadas fueron: experiencia del productor; residencia del productor; régimen legal de la tierra; tipo de explotación; tamaño de la explotación y la capacidad de asociarse en organizaciones comunales, se recurrió al análisis por componentes principales (ACP) para la interpretación de los datos, utilizando el tipo de bioindicador como criterio de clasificación. Se identificaron a: las Cabañuelas, pájaro Tijereta (Tyrannus savana), Chicharra (Tettigades chilensis) y las fases lunares como bioindicadores climáticos. Los resultados permitieron recrear, reconstruir y revalorizar los saberes locales en prácticas cotidianas en el pronóstico del clima para el manejo de cultivos, generando herramientas para una educación rural con mayor pertinencia social y cultural para nuevas generaciones.
Palabras clave: Bioindicadores; Anzoátegui; Kari´ña; clima
ABSTRACT
This work aims to recognize the cultural autonomy of the indigenous community Kariña in the climatological context, through the appreciation of diversity of ancestral knowledge. In this regard, 100 farms randomly distributed in 11 communities surveyed, the variables studied were: experience of the producer; residence of the producer; legal regime of land exploitation; farm size and the ability to associate in community organizations , resorted to principal component analysis (PCA) for the interpretation of the data, using the type of biomarker as classification criteria. Were identified: the Cabañuelas, tailed bird (Tyrannus savana), Buzzer (Tettigades chilensis) and lunar phases as bio indicators climate. The results allowed recreating, rebuilding and enhancing local knowledge in daily practice in the weather forecast for crop management, generating rural education.
Key words: Bio indicators; Anzoategui; Kariña; Weather
Recibido en enero 2014 y publicado en mayo 2014
INTRODUCCIÓN
Actualmente la población indígena Kari´ña es de 12.000 habitantes, distribuidos en cuatro estados de Venezuela tales como: Anzoátegui, Bolívar, Monagas y Sucre, organizados en comunidades y dirigidos por un gobernador (Dopooto). En el estado Anzoátegui, los Kari´ña se encuentran en grandes zonas del centro y sur del estado, abarcando el municipio Pedro María Freites representado por las siguientes comunidades: Mare-Mare, Barbonero, Tascabaña I, Tascabaña II, Bajo Hondo, Santa Rosa de la Magnolia, Santa Rosa de Tácata (La Isla, Paraman, San Vicente, Capachito, Carutico, Algarrobo, Trapichito) y La Florida (Olivares et al., 2012).
Estas comunidades se sitúan dentro de este gran territorio que en un nivel macro se percibe como bajo y plano se encuentra áreas de un relieve particular. Estas son las mesas descritas como vastos espacios de sabanas, de suelo arenoso, permeable y movedizo, sin agua, sin árboles, de escasa vegetación herbácea y casi constantemente barridos por los vientos (Bracho, 2001).
La percepción climatológica y meteorológica tiene una gran fuerza por sus profundas raíces en las experiencias y vivencias personales de las comunidades agrícolas. En general, los productores expresan ciertas conclusiones sobre la evolución del tiempo atmosférico vivido. En efecto, la memoria histórica y colectiva de la gente permite examinar sus propias capacidades, para reducir los daños o pérdidas debido a eventos tales como inundaciones, sequías y presencia de plagas y enfermedades relacionadas con el comportamiento del tiempo (King et al., 2008).
Este conocimiento ancestral desarrollado sobre la base de muchos años de observación, ha permitido a algunas comunidades agrícolas, la construcción de un sistema de pronóstico agrometeorológico basado en la observación de bioindicadores. Este término ha sido utilizado para describir el comportamiento de la fauna y la flora, la dinámica astronómica y otras manifestaciones de la naturaleza ante los eventos meteorológicos (Baldivieso y Aguilar, 2006); (Salick y Byg, 2007). Para analizar los factores que inciden sobre la producción, es necesario reflexionar sobre el comportamiento del clima en los últimos años y su influencia en la producción.
El pueblo Kari´ña es descendiente directo del aguerrido pueblo Caribe, quienes lucharon valientemente desde el mismo momento en que se inicia la invasión al territorio, con un profundo conocimiento del mundo natural, espiritual y social en materia tales como: astronomía, medicina, caza, pesca, recolección y sólida convivencia con la naturaleza. (Ministerio del Poder Popular Para la Educación, 2008). Lo antes señalado representa el proceso social y cultural mediante el cual se trasmiten los conocimientos, valores y creencias de la identidad Kari´ña, que reclaman los ancestros a través de los sueños, basado en el sentido de pertenencia que como Kari´ña responde a modos propios de crianza y socialización; que además garantiza la permanencia en el tiempo, iniciándose desde el nacimiento de individuo hasta más allá de su muerte física, la cual está enmarcada dentro del paso del mundo natural al espiritual.
El objetivo de este trabajo es reconocer la autonomía cultural de la comunidad indígena Kariña, al sur del estado Anzoátegui, en el contexto climatológico, a través de la valoración de la diversidad del conocimiento ancestral permitiendo una perspectiva espacial de los acontecimientos climáticos asociados a bioindicadores y su influencia en la toma de decisiones para la producción agropecuaria.
MÉTODO
La investigación se basa en el diagnóstico participativo, que se fundamenta en la experiencia en el trabajo comunitario. Se realizó un diálogo de saberes que permitió, fundamentalmente, la identificación de los problemas agrícolas ligados al clima que afectan a la comunidad agrícola indígena, además de la percepción del clima considerando los conocimientos locales y ancestrales de la cultura kariña. Se encuestaron a cien participantes pertenecientes al concejo de ancianos, jóvenes, agricultores, estudiantes y voceros del concejo comunal, provenientes de las comunidades del municipio Pedro María Freites, Simón Rodríguez y Francisco de Miranda del estado Anzoátegui: Bajo Hondo, Mangalito, Mapiricure, Santa Rosa La Magnolia, Las Potocas, Mare Mare, El Tigre, La Aventazon, Atapirire, Mango Bajito y Los Pozos.
La metodología se basó en técnicas de generación de datos, tanto cualitativos como cuantitativos, mediante una encuesta estructurada considerando las características de la población tales como: origen, sexo, edad, nivel de educación, tipo de actividad que desempeña, experiencia del productor (EP); residencia del productor (RP); régimen legal de la tierra (RL); tipo de explotación agrícola (TIE); tamaño de la explotación (TE) y la capacidad de asociarse en organizaciones comunales (SO). Así mismo, se formularon preguntas relacionadas con la percepción del clima tales como: la pérdida de cosecha a causa de algún elemento climático, percepción del cambio climático en la última década y conocimiento de algún bioindicador climático en la zona; la tabla 1 muestra las fases desarrolladas en el dialogo de saberes en la comunidad. El diseño de la encuesta se realizó siguiendo los lineamientos propuestos en distintos trabajos realizados en el área por investigadores tales como Letson et al., (2001); Eakin et al., (2002) y Rivarola et al., (2002).
El análisis estadístico se realizó mediante el Análisis de Componentes Principales (ACP); el paquete estadístico utilizado fue INFOSTAT (2008). Para seleccionar el número de componentes a incluir se utilizó el criterio de Kaiser, que incluye sólo aquellos cuyos valores propios son superiores al promedio (Demey et al., 1994). Como los componentes principales fueron generados vía matriz R, se tomaron en cuenta los componentes cuyos valores propios fueron mayores a 1.
RESULTADOS
Análisis de componentes principales relacionados con la percepción local del clima
En relación a la influencia de las características sociales de los productores sobre el uso de bioindicadores, el análisis muestra dos componentes que explican el 83,1% de la variación, considerada como una proporción significativa del total (tabla 2).
En tabla 3 se muestran las correlaciones entre las variables originales. El primer componente (50.4%) está conformado por la residencia del productor con un aporte del 94,6% de la varianza, conjuntamente con la variable experiencia del productor con un aporte 77,3%. Estos resultados indican que la zona donde reside el productor repercute en el uso de indicadores climáticos para predecir las condiciones atmosféricas.
La figura 1 muestra que solo los productores en áreas rurales (26,0%), principalmente las comunidades indígenas Kari´ña (43,0%), utilizan los bioindicadores climáticos consecuentemente en sus labores agrícolas. Estos últimos se basan en las experiencias de los adultos mayores, a quienes consultan para establecer las condiciones atmosféricas próximas.
Del total de encuestados, el 10% corresponde a personas con edades entre 22 y 29 años. El 17% de los encuestados posee edades entre 30 y 50 años, por su parte, los adultos mayores representan el 73% de los encuestados con edades superiores a los 51 años, estos últimos poseen los conocimientos basados en la observación de la naturaleza y a la relación de un año con otro.
Esto indica que a pesar que existe progresivamente una generación de relevo en el campo agrícola, donde los hijos de los productores están tomando el negocio, la edad es un factor que limita al tipo de sistema que se desarrolla en la zona (agrícola o agropecuaria). La socialización del conocimiento ancestral y percepción local del clima mediante indicadores por parte de los adultos mayores resulta la clave para la trasmisión de este conocimiento a las nuevas generaciones.
El segundo componente comprende el (32,7%) de la varianza total. Está integrado por el tamaño de la explotación con una participación de un 82,2%, seguido del régimen legal de la tierra (RL) con un 76,7%. Este componente indica que los productores que poseen fincas pequeñas o medianas, características de las comunidades Kari´ña, aplican en su mayoría el conocimiento local de los bioindicadores.
Los componentes se resumen en la tabla 4, de acuerdo a su importancia y significación. En términos generales se puede observar que a medida que la proporción de la varianza se aleja del componente principal, es explicado en un sentido amplio por las variables más relevantes de los componentes.
Identificación de bioindicadores climáticos
El comportamiento de algunos insectos y aves les indican a los productores agrícolas como serán las lluvias en la zona. La presencia en la comunidad del pájaro denominado por los productores como tijereta indica que será un año con fechas inicio de lluvias adecuadas. Por el contrario, la ausencia del pájaro en los meses de mayo y junio indican que la época de lluvia se atrasará, lo cual repercute de manera negativa en las labores de campo y cría de animales. Asimismo, el sonido de la chicharra es un indicador de que se aproxima la época lluviosa en la localidad, considerando que es importante distinguir el sonido del insecto en el campo mediante recorridos por la parcela.
La luna es considerada el tipo de bioindicador más importante y de mayor uso en los sistemas de producción de la región. Esta representa, para las comunidades indígenas especialmente, el mundo en el cual se basan todas y cada una de las actividades que desarrollan, tales como: siembra, cosecha, cacería, construcción de viviendas, artesanías y otras. Mediante las entrevistas se determinó que las fases de luna menguante y la luna nueva son las más importantes. Según las creencias, la luna menguante, es la fase más adecuada para realizar las labores de siembra, debido al normal crecimiento y desarrollo de los cultivos sin ataques severos de plagas y enfermedades. Esta fase lunar es idónea para cortar palma y madera para la construcción de viviendas y cercas, ya que los materiales serán más duraderos. En cambio, en la fase de luna nueva se pueden realizar las deforestaciones racionales en la zona.
En las comunidades indígenas Kari´ña existen patrones y normas culturales íntimamente vinculadas con la espiritualidad. Estas normas culturales no son considerados para muchos de los entrevistados como bioindicadores climáticos usados en la agricultura o actividad ganadera, corresponden a su cultura, la cual se fundamenta en una concepción cósmica espiritual, en la cual se relacionan los elementos de la naturaleza de carácter astronómico como los que se mencionan a continuación:
El sol denominado en la lengua Kari´ña como (Beedu), es muy respetado por todos los miembros de la comunidad, se cree que cuando existe un eclipse de sol algunos animales se ponen furiosos, esto representa un castigo de Kaaputano.
Las estrellas (Shiri´shokon) forman parte de la cosmovisión del pueblo; cuando en el cielo se observan muchas estrellas, se predice escasez de lluvia y abundancia en alimentos. Por el contrario, si en el cielo no se ven muchas estrellas, es indicativo de que pueden generarse lluvias y los alimentos serán muy pocos.
Dentro de esta perspectiva, la lluvia (Konoopo) es de gran relevancia en la actividad agrícola de la zona; la orientación de las lluvias indica buenos o malos rendimientos, es decir cuando vienen del este al oeste, las mejoras en las plantas se dan a mitad de la temporada durante los meses de julio y agosto, fortaleciendo el crecimiento por la suplencia de agua generando buenos rendimientos.
Estos resultados coinciden con los indicados por (Rivero et al., 2002) los cuales establecen que los habitantes de comunidades Kari´ñas se basan en la antigua técnica de la agricultura de conuco, la recolección estacional, la caza y la pesca influenciada por sus creencias ancestrales y manifestaciones de la naturaleza. Así mismo Ramírez, (2001) establece ciertos aspectos relacionados con la manera de adaptación, producción y percepción del ambiente los cuales llevan implícita la necesidad de conocer el funcionamiento de la Naturaleza (manifestaciones de la fauna, flora, ancestrales), la constitución de los objetos, la organización social y el saber popular unido a la vida cotidiana y al trabajo.
Otro bio-indicador usado en la zona son las cabañuelas, estas representan un cálculo o apreciación que realizan las personas basándose en el tiempo atmosférico de los primeros seis días del mes de enero anualmente, para pronosticar como será el tiempo durante todo el año. Si durante los primeros tres días de enero llueve o se presenta un tiempo de lluvia con abundante nubosidad eso es indicativo de que la estación lluviosa comenzará a mediados de abril y se espera que la distribución de la lluvia sea uniforme, es decir la ocurrencia de periodos de días continuos sin lluvia serán pocos, lo cual establece un contenido de humedad en el suelo adecuado tanto para realizar las labores como para el crecimiento y desarrollo de los cultivos en la zona.
Dentro de esta perspectiva, el uso de bioindicadores climáticos para determinar la aparición de las lluvias en la zona representa la clave para el éxito de la actividad agrícola, debido a que condiciona el momento para realizar la preparación del suelo, siembra, aplicación de productos y cosecha. Los bioindicadores climáticos identificados se muestran en la tabla 5.
CONCLUSIONES
Este estudio representa un herramienta para el rescate de los saberes ancestrales en los sistemas de producción agrícola, la cual está fuertemente vinculada con el derecho de acceso a la información y el conocimiento, que implica el empoderamiento de las comunidades a partir de la democratización del conocimiento permitiendo involucrar a los productores en la construcción social colectiva de estrategias de ocupación del territorio para la reducción de la vulnerabilidad climática en la región.
Los conocimientos de las culturas indígenas pudieran contribuir al desarrollo de la ciencia y tecnología y por tanto ampliar el horizonte humano del conocimiento. Es preciso que dentro de una comunidad científica exista una relación de interculturalidad científica en donde se compartan los conocimientos de las culturas indígenas entre profesionales indígenas, comunidades rurales agrícolas y profesionales del área con el único objetivo de lograr avances significativos en el desarrollo de la ciencia y tecnología.
El conocimiento local obtenido, debidamente rescatado, evaluado y valorado pudiera ser utilizado en la reducción del riesgo o la vulnerabilidad ante los eventos meteorológicos. La conformación de Concejos de ancianos, Concejos Comunales, Programas de formación de grado en las áreas agrícola y ambiental, la participación de investigadores, técnicos y extensionistas del INIA, hacen factible un proyecto para el rescate, evaluación y validación de la información local y ancestral de la cultura kariña.
Se agradece a los Concejos Comunales de las comunidades participantes, a los gobernadores de cada comunidad indígena, adultos, jóvenes, ancianos que participaron en el dialogo de saberes e hicieron posible este estudio.
REFERENCIAS
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