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versión impresa ISSN 1012-1587

Opcion v.23 n.53 Maracaibo ago. 2007

 

Madres e hijos en los 90: Las representaciones sociales de la maternidad en la revista Para Ti

Viviana Pinto

Universidad de Buenos Aires vpinto@fibertel.com.ar

Resumen

Los estudios sobre género otorgan un lugar preponderante al lenguaje y en consecuencia al análisis del discurso, porque a través del mismo construimos representaciones de acontecimientos, sociedades, grupos y de nosotros mismos, constituyéndonos así en sujetos y estableciendo nuestras identidades (Caldas Coulthard y Rojo, 1997). El campo de estudio configurado por la Sociolinguística, la Lingüística Antropológica y el Análisis Crítico del Discurso, conjugado con los estudios feministas confieren particular atención al análisis de discurso de las revistas femeninas como agentes de circulación social de la representación de la mujer. En la década del 90, la revista femenina argentina Para Ti publica, entre otros, relatos biográficos protagonizados por supuestas mujeres reales, en los que la maternidad aparece asociada a la realización personal y construye, en torno de estas historias, un discurso que promueve actitudes y posicionamientos. El objetivo de esta comunicación es describir los distintos modos de representación de la maternidad en estas historias personales, y reflexionar acerca de los imaginarios sociales que éstas crean y difunden a través de la revista, a partir del concepto de que la identidad es una construcción de carácter social (Castoriadis, 2001) y de que nuestra sociedad organiza el universo de significaciones acerca de lo femenino alrededor de la ecuación Mujer=Madre (Fernández, 1994).

Palabras clave: Significaciones imaginarias, modelo hegemónico- contrahegemonía, anhelo de subjetividad.

Mothers and Children in the ‘90´s: Social Representations of Motherhood in Para Ti Magazine

Abstract

Gender studies award language, and consequently, discourse analysis, an important position because through them we build representations of events, societies and even our own character, shaping ourselves as subjects and helping us establish our own identities (Caldas Coulthard and Rojo, 1997). The field of study composed of sociolinguistics, anthropological linguistics and critical discourse analysis, coupled with feminist studies, pays special attention to the analysis of discourse in women’s magazines because they are social circulation agents presenting representations of women. In the ‘90s, the Argentinean women’s magazine Para Ti published biographical accounts portraying supposedly real women, in which motherhood appeared to be associated with self-fulfillment, and it built a discourse around these stories that promoted attitudes and positioning. The aim of this study is to describe the different modes of representing maternity in these personal accounts and to reflect on the imagined social situations they create and disseminate through the magazine, based on the concept that identity is a construction of a social nature (Castoriadis, 2001) and that our society organizes the universe of meanings about womanhood around the Woman=Mother equation (Fernández, 1994).

Key words: Imaginary meanings, hegemonic model, counter hegemony, desire for subjectivity.

Recibido: 24 de septiembre de 2006 Aceptado: 23 de abril de 2007

INTRODUCCIÓN

Para Ti es una revista femenina argentina, creada en 1922, en circulación actualmente, que se constituye tomando como eje temático las distintas particularidades, intereses y preocupaciones relacionadas con las mujeres. Desde editoriales, notas de opinión, entrevistas y otros, esta revista reflexiona acerca del lugar de la mujer en la sociedad y desde distintos formatos textuales proporciona consejos e instrucciones a las mujeres acerca de cómo posicionarse y actuar para ocupar espacios de poder y/o tener reconocimiento en la sociedad moderna.

Desde el comienzo, el relato de carácter ficcional ha ocupado un lugar preponderante en esta revista, a través de la publicación de cuentos y fragmentos de novelas. La presencia de la ficción narrativa comienza a restringirse a partir de la década del 60, coincidentemente con la aparición de la televisión. En la década del 90, la revista incorpora un relato con nuevas características. Para Ti comienza a publicar relatos biográficos protagonizados por supuestas mujeres reales que adquieren una trascendencia al ámbito masivo a través de su testimonio, y se alternan con otros géneros preexistentes, entre los que se cuentan las narraciones acerca de la vida privada de mujeres famosas (artistas de la televisión, diseñadoras, escultoras, etc.). En las historias personales de mujeres anónimas, se narra una experiencia que produce en quien la ha vivido una sensación de realización personal, de encuentro con el sentido de la vida. Algunos de estos relatos responden al modelo del relato ejemplar, ya que en ellos se trata de persuadir a alguien de una verdad y de modificar su comportamiento, contándole una historia. Otros al del caso, porque los mismos relatan la realización de un acontecimiento no contemplado por la norma que, sin embargo, la cuestiona sin invalidarla.

Este material presenta ciertas particularidades referentes al orden de lo discursivo. Para explicarlas debo ceder a la inminente tentación de recurrir a la clara dicotomía historia/discurso (Benveniste, 1971) entendiendo la primera como una secuencia textual objetiva en la que un autor narra los hechos sin pronunciarse sobre ellos y el segundo, de carácter eminentemente subjetivo, cuyo contenido adquiere sentido y referencia a partir de la enunciación de un locutor que se muestra en el discurso.

Mi resistencia a esta distinción obedece, por un lado, a que esta diferenciación ha sido cuestionada por sucesivas investigaciones sobre enunciación que sucedieron a Benveniste, por considerar que la objetividad de un texto es relativa, porque las marcas de subjetividad no se reducen simplemente a la presencia de elementos deícticos de persona, tiempo y lugar sino también por medio de recursos lingüísticos de opinión, calificación, gradualidad, de gestión del discurso, implícitos, modalidad, etc. (Colado y García Negroni, 2001).

Pero además, los relatos ejemplares y casos que integran el corpus sometido a análisis en esta oportunidad, presentan una situación enunciativa que en su complejidad, excede el marco de la distinción historia/discurso. En estos relatos hay un narrador intradiegético (NI) que asume la enunciación de su propia historia, y por momentos la comparte con un narrador extradiegético (NE), el periodista de la revista, quien a su vez desempeña una doble función: a veces, es la fuente de enunciación del relato de vida y siempre realiza el comentario y evaluación del mismo, orientando la interpretación del relato de vida en un determinado sentido.

Para Ti construye, en torno de estas historias, un discurso que promueve actitudes y posicionamientos reflejados en las historias de las mujeres anónimas. Esto es posible porque se produce entonces un deslizamiento de sentido que asimila la subjetividad con el yo personal e idealiza la experiencia personal como un criterio válido para acceder a una verdad histórica, o lo que se propone como tal. Desde esta perspectiva, la narración de la propia vida, la autorrepresentación y el autoanálisis son diferentes modos en los que la subjetividad adquiere una materialidad, es decir, una zona franca donde afirmarse. Una vez delimitado el espacio de la subjetividad, la experiencia se transforma en un centro de orientación para descubrir e interpretar la realidad histórica y social (Di Cori, 1996) y particularmente, en el caso de estas historias contenidas en los relatos ejemplares y casos de la revista Para Ti, un regulador del intercambio social femenino.

Esta comunicación se origina en el contexto de una investigación acerca de cómo el discurso de la revista Para Ti construye, en la década del 90, identidades de lo femenino, a partir de las historias personales de las mujeres cuya experiencia se relata. Desde un punto de vista más general, me interesa explorar cómo un discurso de consumo masivo opera socialmente como un espacio en el que se articulan y promueven distintas representaciones acerca de lo que es ser mujer, que seguramente repercuten en actitudes, modelos de comportamiento, es decir, en prácticas de hombres y mujeres y en la construcción de la subjetividad de ambos posicionamientos de estos sujetos sociales.

1. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

Los estudios sobre género o conjunto de fenómenos sociales, culturales y psicológicos que se asocian a las diferencias de sexo, otorgan un lugar preponderante al lenguaje y en consecuencia al análisis del discurso, porque tal como señalan Caldas Coulthard y Rojo (1997) “es en las prácticas discursivas donde construimos distintas representaciones de los acontecimientos, de las sociedades, de los grupos y de nosotros mismos, constituyéndonos así en sujetos y estableciendo nuestras identidades”. De este modo, se ha configurado un campo de estudio en el que la Sociolingüística, la Lingüística Antropológica, el Análisis Crítico del Discurso conjugado con los estudios feministas confieren particular atención al análisis de discurso de las revistas femeninas como agentes de circulación social de la representación de la mujer.

¿Qué es la subjetividad? No existe una definición precisa de este término de la misma manera que no es posible pensar en la identidad como algo establecido de antemano, como un receptáculo hecho a medida en el que cada uno de nosotros anida. Quizás sea más adecuado pensar que las personas tenemos lo que se ha dado en llamar un anhelo de subjetividad (Birulés, 1996), es decir, un deseo continuo de identificarnos con un registro imaginario de imágenes, narrativas y significados que nos permiten pensarnos a nosotros mismos como un sujeto y diferenciarnos de otros. Esta subjetivación o construcción de la identidad debe ser pensada como un proceso, como un permanente ir hacia, como una trama de posiciones y referencias en transición permanente (Bonder, 1999). Ahora bien, ¿de dónde provienen dichas imágenes y significados? Del orden de lo social.

Dicho de otro modo, no somos lo que somos, es decir no actuamos de acuerdo a una determinada identidad sólo en virtud de nuestro propio criterio sino a partir de un conjunto de significaciones imaginarias con respecto a, por ejemplo, qué es ser un hombre o una mujer, que circulan socialmente.

Estas significaciones imaginarias existen porque los seres humanos en particular y las colectividades humanas en general tienen un poder de creación de formas que van más allá de lo meramente instrumental o necesario para un propósito específico. Esa facultad de creación es el imaginario social instituyente (Castoriadis, 2001) que construye significaciones y valores.

Una vez creadas las significaciones imaginarias sociales se cristalizan en el imaginario social instituido que asegura la continuidad de la sociedad, la reproducción y repetición de formas, modelos de comportamiento, actitudes que de ahora en más regulan la vida de los hombres y permanecen allí hasta que un cambio histórico lento o una nueva creación masiva venga a modificarlas o reemplazarlas radicalmente por otras formas (Castoriadis, 2001).

Las instituciones de una sociedad están animadas y a la vez son portadoras de estas significaciones, pero además las mismas circulan socialmente de distintos modos y son difundidas particularmente por discursos hegemónicos.

El de la revista Para Ti es uno de ellos, porque el mismo consiste en un cuerpo de prácticas y expectativas en relación con la totalidad del mundo y construye un sistema de significados y valores relacionados con lo femenino, en lo particular, y con el mundo en general, que en la medida en que son experimentados por las mujeres protagonistas de estas historias como prácticas parecen confirmarse recíprocamente (Williams, 1980).

La maternidad es uno de los ejes en torno del cual se articulan las historias publicadas en Para Ti. En estos relatos la maternidad es lo que produce el sentimiento de realización y de encuentro del sentido de la vida del que hablara anteriormente.

Ana María Fernández (1994) señala que nuestra sociedad organiza el universo de significaciones en relación con la maternidad alrededor de la idea de que la maternidad es la función de la mujer y de que a través de ella la mujer alcanza su realización y adultez. Desde esta perspectiva, la maternidad da sentido a la feminidad y la esencia de la mujer es ser madre. Es así como funciona en nuestra sociedad el imaginario social instituyente, produciendo y reproduciendo un universo de “significaciones imaginarias constitutivas de lo femenino y lo masculino moderno que forman parte de los valores de la sociedad y de la subjetividad de los hombres y mujeres” (Fernández, 1994). Estas producciones de sentido de carácter histórico producen mitos tales como el de Mujer=madre, que regula y organiza el obrar de los individuos. Al respecto, Fernández (1994) señala expresamente: “Desde la multiplicidad discursiva- discursos populares, científicos, políticos, ideológicos sobre la mujer- se organiza un real Mujer=Madre que no es la realidad, pero que se constituye como si lo fuera.” El discurso de la revista Para Ti contenido en estos relatos es un claro ejemplo de lo anteriormente citado.

2. ANÁLISIS

Lo que me propongo a continuación es describir los distintos modos de representación de la maternidad en estas historias personales, y reflexionar acerca de los imaginarios sociales que estas representaciones construyen y difunden a través de la revista. Teniendo en cuenta las características del corpus, realizaré, en torno de la maternidad, una distinción productiva a los efectos del análisis entre Ser madre, aludiendo al resultado de un acto biológico de procreación /Hacer de madre, refiriéndose al acto de ser responsable del cuidado y atención de una o más criaturas. Basándome en estas distinciones he elaborado un cuadro que contempla las distintas situaciones que estos relatos presentan en torno de la maternidad.

En el primer eje, Ser madre/Hacer de madre, puede observarse que hay dos grupos de mujeres que son madres: las que están en situación personal y económica y en edad biológica considerada socialmente en los 90, como adecuada para procrear y las que no lo están. En el primero de estos dos grupos, las mujeres protagonizan relatos ejemplares que transitan de la no maternidad a la maternidad. Estos relatos tratan acerca de adopciones felizmente concretadas o de fertilización asistida lograda eficazmente. Se narra el proceso haciendo particular hincapié en los resultados obtenidos. Aunque los nuevos procedimientos médicos para favorecer o hacer posible la procreación aparecen como una opción válida, lo que prevalece es la adopción. Los relatos ejemplares correspondientes a este eje establecen entre sí una relación dialógica: Para Ti publica “Me muero por tener un bebé” (1), el relato de una mujer que narra sus experiencias en torno del tratamiento de fertilización asistida en proceso. Con posterioridad, casi inmediatamente, aparece publicado “Yo también me moría por tener un hijo” (2) en el que una mujer que adoptó le contesta a la anterior contando su historia. De este modo, el último relato aparece como una instrucción encubierta que, desde la perspectiva del discurso de la revista, resuelve el problema de la no procreación.

En el segundo grupo: el de las mujeres que no están ni en situación ni en edad para ser madres, la maternidad se organiza en torno de dos ejes que marcan los dos hitos del ciclo biológico femenino: la adolescencia y la pre menopausia. Se trata de la maternidad no deseada, la de las adolescentes y la maternidad no esperada o buscada, la de las mujeres añosas.

Respecto de la maternidad adolescente, el discurso de la revista se manifiesta en contra de la misma. Para condenarla, se ponen en práctica diversas estrategias: hay valoraciones peyorativas hacia las madres adolescentes: “se sentirán un bicho raro” (3) y también hacia el aborto: “Partimos de dos hechos contundentes: el aborto es ilegal y ninguna mujer pasa gratis por esa situación así, pero la realidad es que existen miles de embarazos no deseados” (3). Se recurre a estadísticas mundiales acerca del aborto que son interpretados como “datos tan terribles como contundentes”. El NE (narrador extradiegético) sanciona el reconocimiento del hecho en mujeres públicamente conocidas: “aunque Zulema Yoma (4) reconozca ahora haber abortado y otras mujeres famosas lo hayan confesado públicamente, la realidad sigue siendo dura y la mujer que hoy debe afrontar ese momento decide qué hacer de espaldas a los debates, y en absoluta soledad” (3).

A través de los relatos ejemplares de madres adolescentes y otros que no lo son pero, como ellas, decidieron tener a su bebé, la propuesta es siempre ser madre y conservar al hijo consigo. En este contexto, la adopción no es la propuesta más valorada. Así lo demuestra la siguiente observación acerca de la historia de un embarazo adolescente: “[…] La familia decidió que lo mejor era entregarlo en adopción y que María Lucía siguiera haciendo una vida normal. La falta de respeto por los sentimientos de cada mujer hacia un embarazo, y las secuelas del futuro tampoco tienen clase social ni género” (3).

¿Cómo entender que en un mismo universo de significaciones la adopción adquiera dos valoraciones exactamente opuestas? Precisamente porque el discurso de la revista diferencia respecto el acto de adoptar del de dar en adopción. Este último aparece como una decisión incorrecta en los casos de maternidad no deseada (por ejemplo, la adolescente o la de mujeres adultas pobres); el de recibir, en cambio es elogiado desde una perspectiva ética (en los relatos de madres simbólicas), porque es una manifestación de solidaridad y preocupación social y considerado como la mejor solución a la infertilidad o cualquier otro tipo de imposibilidad biológica de acceder a la maternidad.

Esto es posible porque no hay una relación directa entre discurso y mito (Fernández, 1994). Este último propicia y organiza determinadas prácticas (por ejemplo, la de adoptar) y encubre y hace invisible otras, el incontrastable hecho de que para que alguien adopte un niño, otro debe cederlo, de tal modo que no ofrezcan contradicción con el discurso de la revista acerca de la maternidad.

Respecto de las posibles soluciones a este problema opinan diputados, médicos, psicólogos, y aunque desde una perspectiva pragmática todos coinciden en la necesidad de prevención y campañas de información, lo que sí aparece más fuertemente es la idea de que el sexo debe estar acompañado con el amor.

“La presidenta del Consejo Nacional de la mujer da pautas para elaborar políticas públicas. También organiza talleres de reconceptualización, donde médicos y agentes reinstituciones de amparo capacitan para informar y contener. La presidenta, Ester Schiavoni, comenta: ’[…]Nadie se atreve a decir que las relaciones sexuales tiene que ver con el amor, y el amor con un proyecto que a veces se plasma en un hijo” (3). Estas afirmaciones podrían provenir de un deslizamiento de sentido entre amor=compromiso probablemente matrimonial.

Desde esta perspectiva, se organiza una cadena de significaciones que vincula la procreación con el amor y promueve la maternidad sólo en el ámbito del vínculo social del matrimonio.

La maternidad adolescente aparece ligada a otras maternidades no deseadas, la de mujeres en situación de indigencia económica. Este anclaje de la maternidad adolescente con otras maternidades no buscadas vincula lo no deseado a la pobreza y el desamparo. Desde esta perspectiva, ésa es la principal causa de la maternidad no deseada. Las madres adolescentes de estas historias son pobres. De este modo, los relatos construyen el mito social:

Pobreza= maternidad adolescente.

Esta ecuación se sustenta en el imaginario de que la única causa de los embarazos no deseados es la promiscuidad y/o la ignorancia producto de la pobreza. Si bien es cierto que éstas son algunas de las razones por las cuales muchas adolescentes y aún niñas procrean en el umbral de la pubertad, este discurso niega otra realidad: la de la desinformación acerca de las maneras de prevenir embarazos no deseados y fundamentalmente preservar la propia vida, que trasciende las barreras de lo económico y atraviesa todas las clases sociales y económicas.

Dentro del mismo grupo, la maternidad añosa aparece representada por un grupo de relatos, en los que mujeres maduras se embarazan y dan a luz al mismo tiempo que sus hijas que son mujeres en edad y situación biológica adecuada para procrear. Los relatos responden al modelo del caso por el carácter excepcional de lo narrado. Los mismos establecen entre sí un vínculo a través de la intertextualidad, es decir, de la cita de una historia en el relato de otra similar. Ésta es una maternidad no buscada pero felizmente aceptada por las madres protagonistas de las historias y sus hijas que también son madres, y fundamentalmente revalorizada por el discurso de la revista que dialoga con una posible evaluación negativa proveniente del ámbito de la psicología: la caracterización de esta situación como un desdibujamiento de roles madre-hija, perjudicial para la relación: “[…]Y la cuestión va más allá de la imagen, se trata de vivir en un mundo que ofrece posibilidades nuevas: si una mujer de 40 puede quedar embarazada, si madre e hija pueden ser colegas, si tanto la de 20 como la de 50 quieren verse lindas, flacas y jóvenes….¿cómo no se van a desdibujar los roles?” (5).

Resulta particularmente significativo el hecho de que este caso es publicado en el número de la revista dedicado al Día del amigo. La maternidad simultánea de madre e hija es resignificada en este contexto como un modo de encuentro entre ambas. Así lo expresa el NE en este caso particular: “Lo cierto es que la historia de estos dos chicos que nacieron casi juntos va a ser una de esas que pasan de generación en generación. Y que, más allá de cualquier análisis, madre e hija vuelven a latir al mismo ritmo cuando dicen que “ésta es una historia de amor” (5).

La maternidad añosa aparece asociada a la idea de un embellecimiento físico. Es así como estos relatos construyen el mito social:

Maternidad añosa = rejuvenecimiento

Ese rejuvenecimiento es en realidad una oportunidad que permite a estas mujeres añosas retornar a un estado ideal: el de la procreación que, en este contexto, es lo que define a la maternidad y por ende otorga sentido a la vida de las mujeres y, a la vez, protagonizar un acontecimiento, en lugar de acompañar y asistir.

La pregunta “[…] ¿Cómo no se van a desdibujar los roles?” (5) planteada por el NE en la historia citada anteriormente merece algunas reflexiones. En primer lugar, diremos que la retórica confirma el hecho y lo valora positivamente. Este discurso construye un imaginario de disolución de roles que no es tal. No es posible modificar y/o alternar posiciones, porque los roles madre-hija no son simétricamente intercambiables. Las hijas pueden convertirse en madres o no, pero las que son madres siempre lo serán. Es así como en este afán de recuperar el perdido objeto de deseo, estas mujeres añosas se alejan permanentemente del mismo, porque ser madre no es sólo procrear y amamantar, sino asistir, cuidar y acompañar a los hijos en cualquier momento de sus vidas . Nuevamente se produce aquí un conflicto. En este caso el mismo surge entre el discurso de la revista que, en este caso, promueve el protagonismo de una maternidad añosa, con el mito social erigido por el patriarcado (6) (Rich, 1986) que vincula a la maternidad con la entrega, el sacrificio, la devoción y dedicación de la mujer a los hijos.

En el otro eje, No ser Madre/Hacer de madre, se presentan relatos ejemplares de lo que podría llamarse una maternidad simbólica, vinculada a una necesidad de ayuda al otro, de asistencia social. El resultado positivo del accionar de estas mujeres se propone como un modelo a imitar. Son relatos que se inscriben a su vez en un modelo que los precede: en este caso es el de la Madre Teresa de Calcuta.

Por el otro lado, en el otro eje, Ser Madre/No hacer de Madre, existen relatos de mujeres separadas de sus hijos. Aquí se presentan dos variantes: lo que denominaríamos la serie Gabriela García Uriburu (7), es decir, el conjunto de historias de mujeres a quienes les fueron sustraídos sus hijos y aún luchan por recuperarlos. Se trata entonces de una maternidad representada por la falta y de un relato en el que el ejemplo no surge del resultado sino del proceso para lograrlo.

Por el otro, aparecen historias de mujeres que han cedido “obligadas” a sus hijos y luego los han recuperado gracias al ¿azar? ¿destino? ¿providencia?

No hay una valoración negativa hacia el hecho del abandono o cesión voluntaria de los hijos. Ante esta situación, el discurso de la revista adopta dos estrategias diferentes:

1) El NE asume la tutoría de la enunciación de la historia cuyos hechos son presentados de la manera más neutra posible:

“[…] ante la falta de recursos para hacerse cargo de ella, decidió enviarla a un hogar en Montreal, Canadá, a fin de que fuera dada en adopción” (8).

2) El NE coloca la carga de la responsabilidad de la decisión en otra persona (una mujer):

“Cuando quedó embarazada, la trabajadora social a la que consultó le aconsejó dar en adopción al bebé que estaba gestando […] decidió llevar a su casa a la recién nacida Hope Ann. […] En ese tiempo continuaron las visitas de las trabajadoras sociales. Que finalmente decidieron por Theresa, al considerar que ya no había opción: ella no podía hacerse cargo de la beba” (9).

Nótese que, desde la perspectiva de la enunciación, puede observarse cómo el enunciatario contrapone consejo-1ª decisión.

Dar en adopción/conservar al hijo y cómo la idea de continuidad (de las visitas) coorientada con la idea de pluralidad (muchas trabajadoras, no una) transfiere la decisión final de la madre a las profesionales y cambia sustancialmente su contenido: de conservar a ceder en adopción.

Esta situación merece varias consideraciones. En primer lugar, estas son historias de mujeres que son madres pero rehúsan hacerse cargo de sus hijos y en ellas hay mujeres que aconsejan a otras mujeres entregar a sus hijos.

¿Cómo interpretar la presencia de estos relatos en el contexto de un corpus de historias que responden al modelo de Mujer madre que promueve Para Ti ?

Para intentar dar respuesta a esta pregunta es necesario tener en cuenta que éste es un discurso hegemónico y que el mismo no puede pensarse como una forma pasiva de dominación de un modo total o exclusivo, sino como un proceso que debe ser renovado, recreado, modificado y defendido de las hegemonías alternativas y de las fuerzas de oposición o contrahegemónicas , en este caso representadas por mujeres madres que han optado por no Hacer de Madre, que cuestionan y amenazan su supremacía (Williams, 1980).

Ante esta situación, Para Ti implementa estrategias. Muchas de estas historias relatan el reencuentro madre-hijo. En otros casos, cuando una mujer no quiere ser madre, siempre aparece otra que repara la falta. Para citar un ejemplo diremos que la no maternidad de una mujer que decide dar en adopción a su hijo posibilita la maternidad de otra que lo recibe, o el deseo de una adolescente de dar en adopción al hijo que ha tenido con un ex novio adolescente hace surgir una mujer madre (abuela del niño) que apoya, acompaña y orienta a su hijo en la tarea de ejercer la maternidad con ese niño (10). La maternidad aparece como un espacio que permanentemente es cubierto por alguien, le corresponda biológicamente o no. La no maternidad es una carencia que debe ser suplida, un desequilibrio que debe ser restaurado.

De este modo, el discurso de la revista, que promueve el mito Mujer=Madre enfrenta una realidad en la que la maternidad y la no maternidad son, para algunas mujeres, el resultado de una elección, porque consideran que la maternidad no es exclusivamente un fenómeno de la naturaleza sino también, y fundamentalmente, un fenómeno cultural.

4. ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES

Una de las características del siglo XX es la irrupción de las mujeres en espacios sociales tales como el laboral, el científico, el cultural y el político tradicionalmente ocupados por hombres. Este fenómeno constituye un proceso en desarrollo que se ha logrado como una conquista y que ha producido y sigue produciendo fuertes resistencias y oposiciones, tanto en los poderes hegemónicos como en las mismas mujeres. En este ámbito de transformaciones aparecen involucradas las variables macroeconómicas, las prácticas sociales, situaciones pertenecientes al ámbito de la intimidad, y -por supuesto- la subjetividad.

En la década del 90, los nuevos modelos de familia de madre e hijos y las urgencias económicas debidas a las políticas macroeconómicas globalizadoras que colocan a la mujer en la categoría de jefa de hogar; la redefinición de la maternidad, ya no como eje central de la vida sino como uno de sus proyectos; el incremento del acceso femenino a una formación universitaria son algunas de las razones por las cuales se ha producido una subversión del modelo femenino tradicional: el de mujer ama de casa y madre, imperante a partir del siglo XIX. Las características de lo femenino y lo masculino han entrado en un proceso de revisión que atraviesa las relaciones entre hombres y mujeres y las subjetividades al interior de cada sexo.

En los escenarios actuales se advierte entonces que la revista Para Ti pone en circulación este tema, de manera diversa, entre otras y con carácter preponderante, a través de las historias que se encuadran genéricamente en el caso y el relato ejemplar, referidas a la maternidad. Esta revista construye en torno de estas historias un modelo de mujer fundado en el imaginario Mujer= Madre designado. Este discurso crea y recrea permanentemente hegemonía en torno del modelo a través de la reiteración de actitudes y posicionamientos de las mujeres protagonistas de estas historias de vida y mediante la mención de una historia en el contexto de otra similar. El efecto polifónico que habitualmente produce la intertextualidad, dado por la presencia de “varios discursos” en un solo espacio (inter)textual en este caso es sólo imaginario, ya que la historia a la que se hace referencia no se opone al discurso dominante sino, por el contrario, se halla orientado en el mismo sentido. Es así como el espacio intertextual construido es de carácter monológico y el intertexto funciona como autoridad o garante en referencia al discurso dominante (Suleiman, 1977).

La presencia en este corpus de casos de mujeres que han cedido a sus hijos aconsejadas o presionadas por otras mujeres pone de manifiesto que es propio de la construcción de subjetividades la existencia de líneas de fuga respecto de la docilidad de los modelos imperantes (Bonder, 1999), porque la subjetividad se construye a partir de una serie de posicionamientos del sujeto que están permanentemente supeditados a una constante armonización y tensión , procesos que la reiteración del modelo se niega a reconocer.

Para finalizar, quizás sea interesante poner en contacto al discurso de la revista acerca de la maternidad con la diversidad a la que hace referencia el título de esta exposición: Madres e hijos en los 90, madres añosas, madres de madres, madres niñas, para que la diversidad de maternidades de las que estos relatos ejemplares y casos dan cuenta, ilumine la amplia gama de situaciones y posicionamientos de las mujeres frente a la maternidad y la no maternidad que el imaginario de homogeneidad opaca.

Notas

1. Para Ti Número 3853 (13-5-96) pp.4-6.

2. Para Ti Número 3855 (27-5-96) pp. 8-9.

3. “No al aborto… ¿y mientras qué? Para Ti Número 4030 (1-9-99) pp.89-92.

4. Zulema Yoma es la ex esposa del Dr. Carlos Saúl Menem , quien fuera presidente de la República Argentina de 1989 a 1999.

5. “Madre & hija ¿pueden ser amigas” Para Ti Número 4019 (16-7-99) pp.16-18.

6. Considero muy esclarecedora la definición de patriarcado que propone Adrienne Rich como “el sistema familiar y social, ideológico y político en el que  los hombres- a través de la fuerza, la presión directa, los rituales, la tradición, la ley y el lenguaje, las costumbres, la etiqueta, la educación y la división del trabajo-deciden cuál es o no es el papel que las mujeres deben interpretar y en el que las mujeres están en toda circunstancia sometidas al varón.”

7. El 10 de diciembre de 1997, los hijos de Gabriela García Uriburu fueron secuestrados por su marido Imad Shaban de su hogar en Guatemala y trasladados ilegalmente a Jordania, donde residen actualmente desde ese momento. Desde entonces, Gabriela intenta recuperar la patria potestad compartida presentando acciones ante organismos internacionales y mandatarios. En los 90, el suyo se ha convertido en un caso emblemático de sustracción de menores y de los efectos negativos que surgen ante las desavenencias en matrimonios multiculturales.

8. “Papá se casó con mamᔠPara Ti. Número 4021 (30-7-99) pp.85-86.

9. “La historia de un increíble encuentro” Para Ti Número 3995 (29-1-99) pp. 22-24.

10. “Papá hay uno” Para Ti Número 4067 (16-6-2000) pp. 84-86.

Referencias Documentales

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4. CALDAS COULTHARD, R. y ROJO, L. 1997. “Las revistas femeninas y la construcción de la feminidad”. Revista Iberoamericana Discurso y Sociedad: volumen 1 Número 1, volumen 3: pp.3-9. Gedisa Editorial, Barcelona.        [ Links ]

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11. WILLIAMS, R. 1980. Marxismo y Literatura. Península, Barcelona.        [ Links ]