Servicios Personalizados
Revista
Articulo
Indicadores
-
Citado por SciELO
-
Accesos
Links relacionados
-
Similares en SciELO
Compartir
Cuadernos del Cendes
versión impresa ISSN 1012-2508versión On-line ISSN 2443-468X
CDC v.25 n.69 Caracas dic. 2008
Diseño de un sistema de monitoreo comunitario de los impactos sociales y ambientales de La Isabelica, estado Carabobo
Luisa Bethencourt, Coord., Marianela Carrillo, Beatriz Fernández, Beate Jungemann, Carenne Ludeña
Entre marzo y diciembre del año 2008 el equipo de investigación del Área Urbano-Regional del Centro de Estudios del Desarrollo (AUR-Cendes) y del Instituto de Investigaciones Científicas (IVIC)1 realizó un proyecto de investigación-acción en la urbanización La Isabelica, en el estado Carabobo, cuyo objetivo fue diseñar e implementar un sistema de monitoreo comunitario (SMC) para que la población organizada de dicha comunidad pueda identificar y evaluar riesgos socioambientales y establecer sistemas de alerta temprana y planes de contingencia.2
El estudio del riesgo y el manejo del mismo se reducen predominantemente al tema de los desastres. Se conciben como una cuestión inherente a las emergencias y a las acciones derivadas de los preparativos y respuestas ante las calamidades, restringiendo de esta manera el papel y la responsabilidad que tienen tanto la población como las instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo, en el problema de la calidad del medio socio-ambiental, ya sea rural o urbano.
En nuestro planteamiento, la gestión comunitaria de riesgo implica lograr un análisis participativo de las causas del riesgo y de sus tendencias; un dimensionamiento y una priorización del riesgo en el contexto de la vida cotidiana y rutinaria de los habitantes de las comunidades. Por ende, la gestión comunitaria del riesgo debe ser incorporada como parte de la calidad de vida de la población.
Este enfoque parte de distintos puntos: a) una visión participativa, donde se construya una alianza de corresponsabilidad entre pobladores e instituciones para el seguimiento y monitoreo de los factores amenazantes; b) una visión estratégica local o comunitaria, donde el conocimiento y la comprensión de las características socio-territoriales intrínsecas de una localidad por parte de los pobladores es el primer paso para trabajar en el logro de la disminución de la vulnerabilidad dentro de un contexto regional y nacional; y c) en un monitoreo de lo cotidiano, de los factores que componen la calidad de vida de determinada comunidad y que no están asociados tan solo a amenazas o posibilidad de ocurrencia de eventos extraordinarios, tales como desastres naturales, sino a condiciones de vulnerabilidad intrínseca, funcional y construida, actual o posible en el futuro.
Definimos la vulnerabilidad como resultante de la confluencia de varias predisposiciones o susceptibilidades: la intrínseca, que está dada por lo propio del sitio; la funcional, que depende de la información y organización de dicha población; y la construida, supeditada a los usos o intervenciones que acentúan o mitigan las amenazas. Con base en el análisis de las susceptibilidades determinamos el nivel y la capacidad de asimilación y respuesta que posee una comunidad ante un determinado evento.
En una primera fase el proyecto partió de una estrategia metodológica de acercamiento y obtención de información relevante a través de las organizaciones existentes (consejos comunales, mesas técnicas de agua, etc. y asociaciones de vecinos), que tuvo que complementarse con las instituciones municipales, de provisión de servicios básicos y otras. En este sentido fue de gran importancia el contacto con la Cátedra Alexis de Tocqueville de la Alcaldía de Valencia, con la Comisión de Seguridad y la Comisión de Ambiente de esta Alcaldía, Petroquímica de Venezuela (Pequiven), el Instituto Municipal de Ambiente, Instituto de Desarrollo Urbano del Centro de Valencia (Induval), Fundación para el Mejoramiento Industrial y Sanitario de Valencia (Funval), Bomberos de Carabobo, entre las principales. Pero sobre todo ha sido de gran importancia y ayuda el contacto realizado con Protección Civil y el Grupo de Rescate Valencia, con quienes trabajamos en referencia a las amenazas que podría presentar la zona sur de Valencia, en donde se encuentra enclavada La Isabelica, y las posibles estrategias de trabajo conjunto.
Realizamos entrevistas de profundidad a representantes de cada una de estas instituciones, además de a integrantes de todos los consejos comunales y mesas técnicas que se han conformado, así como al representante de la asociación de condominios (Acoisa) que agrupa las juntas de condominio de los noventa y tres bloques de la urbanización, entre otros.
Se realizó un arqueo exhaustivo en los archivos centrales de Planoteca del Instituto Nacional de la Vivienda (Inavi), Biblioteca de la Escuela de Arquitectura de la UCV, Instituto Experimental de la Construcción (IDEC), y en el Archivo Audiovisual de Venezuela. Asimismo, se realizó una extensa y valiosísima entrevista con uno de los principales diseñadores de la urbanización La Isabelica, como es el arquitecto Alfredo Cilento. De este proceso obtuvimos como productos copia de los planos originales de la urbanización,3 material fotográfico relevante, y un recuento histórico de cómo fue el proceso de selección del terreno, y de concepción, diseño y desarrollo del proyecto de la urbanización. Esta información ha tenido una gran importancia en el proceso de selección del riesgo a trabajar con las comunidades.
Con base en la interacción de tres polos de conocimiento, la realidad concreta por parte de la comunidad, la experticia de los expertos en riesgo (Protección Civil) y el conocimiento teórico-metodológico del equipo de investigación, se comenzó la segunda fase del proyecto, que se centró en la construcción del sistema de monitoreo comunitario. Los elementos claves de ese proceso fueron los talleres iniciales, que permitieron transmitir a la comunidad los resultados del diagnóstico de la urbanización y su configuración histórica, enriquecido con el conocimiento concreto de los habitantes.
En ese primer ciclo de talleres se puso énfasis en transmitir a los participantes el objetivo final del Sistema de Monitoreo Comunitario de Riesgos Socioambientales: promover, a través de una activa y continua participación de la comunidad organizada en coordinación con las instituciones públicas responsables, el aumento de la calidad de vida de la población, transformando en lo posible las causas que dan origen a las emergencias y escenarios de riesgo.
El producto fundamental de este ciclo de talleres era la elaboración de una primera versión del mapa de riesgo del Sector 64 de la urbanización. En este mapa se seleccionaron tres factores de riesgo (electricidad, agua y accesibilidad), pero al final en esta primera fase se trabajaron solo los dos primeros, por cuestiones de tiempo e importancia.
En un segundo ciclo de talleres, el proyecto se concentró en construir el sistema de información computacional, en estrecha articulación con las instituciones responsables de cada uno de los riesgos, en este caso: Hidrocentro y la Compañía Anónima de Administración y Fomento Eléctrico (Cadafe).
El sistema de monitoreo comunitario de riesgo (SMC) tiene por objetivo establecer un mecanismo de supervisión dinámica de los factores que pueden aumentar la vulnerabilidad de una comunidad ante eventos o catástrofes naturales o aumentar la propensión a sufrir accidentes. El sistema está diseñado para ser administrado por los miembros de la comunidad de manera flexible e incorporando las necesidades que aparezcan en el transcurso de su utilización.
Con ejercicios prácticos, los participantes de los talleres llevan un seguimiento en papel (planilla de seguimiento) de la información sobre los dos factores de riesgo seleccionados (agua y electricidad) a través de un trabajo de campo, localizando cada unidad tipo de cada factor de riesgo en el mapa de riesgo. Luego, esa información se lleva a la computadora.
Se diseñó entonces un sistema conformado por una herramienta computacional, un conjunto de actividades a realizar por los miembros de la comunidad (denominados monitores) y las rutinas en tiempo y espacio de cómo se van a realizar las actividades. La validación de la información que alimenta el sistema de información se hizo en conjunto con las instituciones competentes en relación con los riesgos. Además, esas instituciones explicaron en detalle el funcionamiento de los sistemas de los dos servicios.
En el año 2009 el proyecto se plantea consolidar el Sistema de Monitoreo Comunitario para los dos riesgos seleccionados, incorporar el riesgo de accesibilidad al Sistema y continuar la capacitación de los miembros de la comunidad del Sector 6.
Notas:
1 El equipo está constituido por las profesoras Luisa Bethencourt (coordinadora del Proyecto), Marianela Carrillo, Beatriz Fernández y Beate Jungemann del Área de Desarrollo Urbano-Regional del Centro de Estudios del Desarrollo, Cendes-UCV y Carenne Ludeña del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas IVIC.
2 Este proyecto fue financiado por Shell de Venezuela en el marco de la Ley Orgánica de Ciencia y Tecnología (Locti).
3 La copia de estos planos fue distribuida a los distintos actores que se relacionan y que hacen vida en La Isabelica. Fueron de especial importancia para el ingeniero de Hidrocentro que atiende las emergencias de agua y drenaje en la urbanización los planos de tuberías y drenajes que le facilitamos, ya que nunca había tenido acceso a ellos y eso ha causado múltiples problemas, sobre todo con la serie de ampliaciones y cambios de uso que se han producido en el sitio.
4 El criterio fundamental para escoger el Sector 6 como modelo piloto del proyecto es que tiene un nivel de organización elevado en comparación con el resto de la urbanización, donde es bastante precario. El Sector 6 tiene un consejo comunal y una mesa técnica de agua funcionando.