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Saber

versión On-line ISSN 2343-6468

Saber vol.27 no.3 Cumaná set. 2015

 

EDITORIAL

 “Laudato Si” La Encíclica ecológica.

El pasado 18 de junio el Papa Francisco de la iglesia Católica Romana, dio a conocer la Encíclica “ Laudato Si” (Alabado sea el Creador), tomado del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís, reconocido como el patrono de la Ecología. Esta Carta Magisterial, representa un llamado de atención no solo a los cristianos católicos, sino a todos sin importar credo religioso o raza, pues es el llamado a recordar que este planeta es el único que habitamos, es el único que tenemos y que nuestra permanencia en él como humanidad, depende de cuánto lo respetemos y cuidemos.

Más que una visión ecológica del grave problema que afrenta la humanidad por el calentamiento global, contaminación de las aguas, agotamiento de las tierras cultivables, es que toda esta problemática recae en una buena parte de la población más pobre del planeta. Urge por lo tanto un cambio de ruta en la vida de los humanos que nos permita ofrecer a las generaciones futuras un lugar habitable, limpio, en paz. Es por ello que esta encíclica propone un diálogo entre todos para afrontar y resolver los problemas que no distinguen, entre países, religiones o razas. Es una gran convocatoria a todo el mundo en pro del cuidado de la Naturaleza, la fragilidad de las interrelaciones que existen entre los factores bióticos y abióticos, que permiten la sustentabilidad de la vida y su evolución.

Otro aspecto es la visión de la ecología social, el impacto que se produce en países pobres por la sobreexplotación de recursos, en aras de un mal entendido concepto de progreso, donde países industrializados se hacen más ricos con un lucro voraz sin medir consecuencias que creen que no pueden alcanzarlos, aquí el concepto del Papa Francisco de la “Casa común”, es un llamado a la solidaridad y el buen uso de los recursos que provee la Madre Tierra. El problema no es la tecnología o la industrialización, o la explotación de los recursos, es el uso irracional, el egoísmo social, la inequidad global; el uso de los contaminantes combustibles fósiles tan vinculados directamente o indirectamente al calentamiento del Planeta lo que realmente nos ha llevado a una situación de deterioro global. Por lo tanto el Santo Padre propone soluciones como son el fomento de estilos de vida más austeros y responsables, empresas responsables en lo ecológico y social, políticas públicas en todos que en todos los niveles tengan como punto central la sustentabilidad ambiental, el ordenamiento territorial y ambiental, el desarrollo de nuevas y viejas energías, donde también dirige palabras de aliento a las organizaciones y asociaciones ambientales que se dedican a la guarda del planeta, así como a los científicos y tecnólogos, que enriquecen con su conocimiento a la solución de los problemas.

Este documento crudamente realista escrito por un Papa tecnólogo químico, donde plantea con rudeza el posible exterminio de la humanidad tiene también un mensaje de esperanza al hablar de la creación como hermana al compartir una existencia y como una madre hermosa que nos acoge entre sus brazos. “…Después de un tiempo de confianza irracional en el progreso y en la capacidad humana, una parte de la sociedad está entrando en una etapa de mayor conciencia. Se advierte una creciente sensibilidad con respecto al ambiente y al cuidado de la naturaleza, y crece una sincera y dolorosa preocupación por lo que está ocurriendo con nuestro planeta…” …”No todo está perdido. Los seres humanos, al tiempo que son capaces de lo peor, son también capaces de elevarse sobre si mismos, escoger de nuevo lo que es bueno, y emprender un nuevo comienzo…” Nunca es tarde para rectificar y empezar de nuevo.

Luz Bettina Villalobos

Revista Saber