Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología
versión impresa ISSN 1315-2556
Rev. Soc. Ven. Microbiol. v.23 n.2 Caracas jul. 2003
Genios de la Microbiología
Hans Christian Joachim Gram Por: Axel Rodolfo Santiago
Hans Christian Joachim Gram, 1852-1938.
Es casi imposible pensar que una persona que se dedique a la Microbiología no haya realizado una coloración de Gram. Desde la fase estudiantil, una de las bases del trabajo práctico en Bacteriología era aprender a realizar esta coloración.
¡Cuántos frotis no intentamos colorear, para tratar de identificar bacterias Gram-negativas o Gram-positivas! Tal vez en cientos de ellas no observamos las características tintoriales de estas bacterias, y muchas veces confundíamos un coco Gram-positivo con uno Gram-negativo; sin embargo, la perfecta realización de esta técnica nos permitía realizar un diagnóstico presuntivo y, muchas veces, establecer la implantación de la terapia adecuada. Es y será una herramienta valiosa que en muchos casos puede, incluso, salvar la vida a un paciente.
Es un hecho que muchos de nosotros no conocemos, o no recordamos, el fundamento de esta técnica, y que la realizamos automáticamente a la perfección, manteniendo los tiempos adecuados y, sobre todo, colocando el orden estricto de los colorantes necesarios para la perfecta obtención del resultado esperado.
Si esto es cierto, con menos razón conoceremos al hombre que realizó por primera vez esta coloración. El nombre de Gram quedó entre nosotros solamente para diferenciar bacterias Gram-positivas o negativas.
Una de las figuras más emblemáticas en el área de la Microbiología fue Hans Christian Joachim Gram. Nació en Copenhague el 13 de septiembre de 1853. Fue hijo de Frederik Terkel Julius Gram, abogado y profesor de jurisprudencia; su madre fue Louise Christiane Roulund, se dedicaba con esmero al cuidado de su hijo.
Desde temprana edad, Gram tuvo inclinación por las ciencias naturales. Recibió el titulo de bachiller de la Escuela Metropolitana de Copenhage, en 1871, siendo, para ese entonces, asistente en Botánica y Zoología, cátedra que dictaba el profesor Japetus Steenstrup. Estos estudios, sobre todo los de Botánica, orientaron al joven estudiante hacia el conocimiento básico de la Farmacología, y ambas disciplinas lo familiarizaron en la observación microscópica. De ahí a orientar su mente a los estudios de Medicina, fue un paso.
Se inscribió en la Facultad de Medicina de la Universidad de Copenhage, donde se destacó notablemente en las materias que desde estudiante de bachillerato le entusiasmaban. En 1878 obtuvo el título de médico cirujano e inmediatamente, y por varios años, ejerció como interno y, posteriormente, como médico residente, en el Hospital Municipal de Copenhague. Realizó estudios sobre el número y tamaño de los glóbulos rojos, ensayos que le hicieron merecedor, en 1882, de una medalla de oro de su Universidad. Estos trabajos le permitieron la obtención del doctorado, al elaborar su tesis sobre esta materia.
Gram pasó dos años de su vida profesional viajando por Europa, donde profundizó sus conocimientos sobre Farmacología y Bacteriología. Estudió en Estrasburgo, Marburg y Berlín. Desde 1886 hasta 1889 fue asistente de Farmacología en la Universidad de Copenhage, y a partir de 1891 ascendió al cargo de profesor, el cual desempeñó hasta 1900.
En el año 1889 se casó con Louise Lohse, quien muere once años después. Gram se convierte en 1892 en jefe de Medicina interna en el Hospital Kongelige Frederiks, cargo que mantuvo hasta su retiro en 1923. En 1900, decide retirarse de la Cátedra de Farmacología y comienza con el mismo título en la Cátedra de Patología y Terapia, dedicándose más a gusto al ejercicio de la Medicina.
Los trabajos realizados por Gram sobre el número y tamaño de los glóbulos rojos fueron muy importantes; sin embargo, su paso a la inmortalidad se bebió a los métodos que describió para la coloración de las bacterias. Estos trabajos los realizó en Berlín, mientras trabajaba con Karl Friedländer. Inmediatamente fueron publicados en el Journal Fortschritte der Medezin, en 1884.
La curiosidad es siempre la ayuda perfecta de un científico, y ella le permitió a Gram observar, mientras examinaba un tejido pulmonar de un paciente que había muerto de neumonía, que las bacterias presentes en la muestra tomaban diferentes coloraciones cuando se les colocaban distintos colorantes. ¡Cuántos serían los ensayos realizados por Gram para lograr establecer que debía realizarse la coloración de estos microorganismos en diferentes pasos! Hoy en día es sencillo escribir sobre esta técnica, pero queremos trasladarnos a ese tiempo y averiguar cómo fue logrado por Gram.
En primer lugar, se debía realizar un frotis en una lamina porta-objetos y dejarlo secar al aire, fijar con la ayuda de un mechero y, posteriormente, agregar solución de cristal violeta. Lavar con agua y añadir solución de Lugol, el cual actúa como mordiente. Luego, agregar etanol para decolorar y, a continuación, dejar secar y observar al microscopio. Básicamente esta es la metodología que conocemos hoy en día; sin embargo, observamos que Gram no utilizó un colorante de contraste. En efecto, años más tarde el patólogo alemán Carl Weigert, director de la Fundación Senckenberg de Frankfurt, añadió el paso final de este método, utilizando para ello safranina, la cual permitía la observación, con mayor nitidez, de las bacterias Gram-negativas.
Creemos que Gram no supo valorar lo trascendencia de su método de coloración; era muy modesto, y esto lo observamos cuando escribió "He publicado un método, aunque estoy consciente de que todavía es defectuoso e imperfecto; pero deseo que en manos de otros investigadores pueda resultar de utilidad". Hoy en día la coloración de Gram es de uso mundial. Sabemos, sin temor a equivocarnos, que este método es, sin duda, una de los pilares del diagnóstico temprano de las infecciones bacterianas.
Gram publicó, como profesor de Medicina interna, cuatro volúmenes sobre trabajos clínicos, los cuales fueron de consulta clave en Dinamarca. Con sus estudios sobre Farmacología actualizó muchos de los conceptos sobre la terapéutica de la época. Trabajó como medico interno en su consulta privada por muchos años, retirándose definitivamente de ella y de la Universidad en 1923, a sus 70 años.
Mucho fueron los honores que este modesto hombre de ciencias consiguió durante su vida profesional. Fue miembro de la Comisión Real de Salud en 1893, miembro honorario del Colegio de Médicos Sueco en 1905. Perteneció a la Federación de Médicos Internos de Alemania en 1907 y de la Federación Danesa de Medicina Interna en 1932. Se le otorgó el título de Doctor honoris causa de la Universidad de Cristiana, hoy Universidad de Oslo.
Le fue otorgada la Cruz de Comendador en su primera clase en 1912, y la Medalla de Oro al Mérito en 1924.
Como podemos observar, Gram fue un científico a carta cabal: meticuloso con su trabajo profesional y estricto, pero considerado, en el trato con sus alumnos. Fue muy respetuoso con sus pacientes.
Murió en 1938, a la edad de 85 años, legando al mundo científico lo que conocemos como "la coloración de Gram".