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Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología

versión impresa ISSN 1315-2556

Rev. Soc. Ven. Microbiol. v.28 n.1 Caracas jun. 2008

 

Geohelmintiasis intestinal en preescolares y escolares de una población rural: realidad socio-sanitaria. Estado Falcón, Venezuela.

María Virginia Sangronis, Ana Rodríguez, Mariana Pérez, Lairet Oberto-Perdigón, Patricia Navas-Yamarte, Dilia Martínez-Méndez*

Programa de Medicina. Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM) Coro - Venezuela

* Correspondencia: E-mail: dmartinezmendez@hotmail.com

Resumen:

Las geohelmintiasis constituyen un problema de salud pública, por lo que su presencia en preescolares y escolares de la población de Macuquita, estado Falcón, Venezuela, se estudió mediante la técnica de Kato-Katz. Se evaluaron las características clínicas y las condiciones socio-sanitarias. El estado socio-económico de los núcleos familiares se estableció por el método de Graffar, encontrándose que el 100% (p< 0,05) de la población pertenece al estrato social V. La frecuencia de geohelmintiasis en los escolares fue de 64% (n=9) y 43% (n=6) en los preescolares. Las especies de geohelmintos más reportados fueron A. lumbricoides (41.1 %), T. trichiura (23.5%) y S. stercoralis (29.4%). En conclusión, la promoción de medidas que contribuyan a mejorar las condiciones socio-sanitarias son muy importantes para poder controlar la alta incidencia de esta patología. Se sugiere continuar el estudio ampliando el método diagnóstico y abarcando también los animales que cohabitan en el peridomicilio.

Palabras Clave: Geohelmintiasis, Graffar, Ascaris lumbricoides, escolares

Intestinal geohelminthiasis in pre-school and school children in a rural population: social-sanitary reality, Falcon State, Venezuela

Abstrac:

Geohelminthiasis constitutes a public health problem, due to which its presence in pre-school and school children from the Macupita population, Falcon state, Venezuela, was studied through the Kato Katz technique. Clinical characteristics and social-economical conditions were evaluated. The social-economical status of family nuclei was established by the Graffar method, determining that 100% (p<0.05) of the population belongs to social stratus V. Geohelminthiasis frequency in school children was 64% (n=9) and 43% (n=6) in preschool children. The most reported geohelminth species were A. lumbricoides (41.1%), T. trichiura (23.5%), and  S. stercoralis (29.4%). In conclusion, the promotion of measures that contribute to improve the social-sanitary conditions are very important to control this pathology. It is suggested to continue the study increasing diagnostic methods and also including the animals that inhabit peri-household areas.

Key words: Geohelminthiasis, Graffar, Ascaris lumbricoides, school children

Recibido 18 de julio de 2007; aceptado 11 de noviembre de 2007

Introducción

Las geohelmintiasis se presentan frecuentemente en países subdesarrollados, afectando por igual a individuos de todas las edades y sexos, considerándose un problema de salud pública con prevalencia del 40 -70% [1]. Los geohelmintos se adaptan a las condiciones de vida del hospedador prevaleciendo la tendencia al establecimiento de un equilibrio que permite la supervivencia del hospedador lo suficiente para garantizar la propia sobrevida del parásito [2,3]. El mecanismo de transmisión es oral-fecal, al ingerir tierra, agua y alimentos contaminados con heces de personas infectadas. Los trastornos digestivos desencadenan efectos secundarios perjudiciales para el crecimiento óseo, muscular, maduración neurológica y deficiencias inmunitarias [4].

Las medidas de prevención son inespecíficas incluyendo la instalación de letrinas, uso de calzado, higiene personal, suministro de agua potable e información sobre la transmisión del parásito y tratamiento farmacológico. Todas éstas se han implementado en países desarrollados, pero en América Latina ha sido difícil la aplicación constante pues no se han logrado cambios fundamentales en el modo de vida de las poblaciones afectadas [5,6]. Según datos de la OMS, la parasitosis es la quinta enfermedad de mayor influencia en la salud de la población, provocando un saldo anual de 1.335.000 de afectados [3]; para 1996 sólo diez (10) de las muchas parasitosis que azotan al mundo (incluyendo las hemoparasitosis) provocan la muerte de 2.516.000 de personas por año. Sin embargo, las estadísticas de morbi-mortalidad por helmintiasis, tienen subregistros, por lo que se ignora la verdadera demanda de atención médica y se dispone aún de pocos estudios acerca del gasto que producen [2,4].

En América Latina, estudios realizados en Uruguay,  arrojaron como resultado que el 37.7% de los niños estudiados presentaban parasitosis intestinal, predominando la giardiasis 53.7% y la enterobiosis 34.4% [7]. En Cuba, la prevalencia de la parasitosis intestinal fue del 15%, con 9% de giardiasis [5]. En Argentina estudios recientes revelaron que más del 50% de la población infantil de las áreas urbanas, tienen parásitos  mientras que en el caso de niños y adolescentes de áreas rurales la cifra alcanza 87% [6]. En Brasil, los datos obtenidos en comunidades rurales y urbanas marginales, muestran 53,76% de prevalencia (n=895) de infecciones parasitaria mixtas, mostrando presencia de Ancylostomos sp., (17,54%), Trichuris trichiura, (13,63%); Ascaris lumbricoides, (10,69%), Strongyloides stercoralis (6,03%); Enterobius vermicularis (3,69%) Hymenolepis nana (1,79%), etc. [7,8]. Semejante situación ocurre en las áreas marginales de México, donde la prevalencia global de parasitosis observada es de 67%, de los cuales, el 60% de los niños estaban multiparasitados. La prevalencia de Entamoeba histolytica/E. dispar fue de 51.2%, de Giardia lamblia, 18.3% y de A. lumbricoides, 14.5%. [9].

En España, la frecuencia disminuye considerablemente, sin embargo, el índice global de parasitados ha sido del 27,12 %, encontrándose como las especies parásitas prevalentes los protozoos: E. vermicularis (20,44%), G. lamblia (5,05%), Entamoeba coli (2,45%), Endolimax nana (1,61%), E. histolytica (0,31%), Entamoeba hartmanni (0,05%) y Iodamoeba bütschlii (0,05%). [10].

En Venezuela, estudios realizados en varios estados: Trujillo, Miranda, Sucre, Nueva Esparta, Delta Amacuro, Zulia y en los barrios “23 de Enero” y “Los Erasos” de Caracas [1,11] evidencian alta prevalencia de T. trichiura, A. lumbricoides y anquilostomideos. La prevalencia de parasitosis por A. lumbricoides y T. trichiura es igual en todos los grupos rurales (65-70%); en los estados Sucre y Miranda fue significativamente alta (p<0.05) y en el Ambiente urbano marginal (“Los Erasos” y “23 Enero”) fue baja (p<0.05). Devera y col., evidenciaron igualmente alta prevalencia de parasitosis intestinal en niños de una escuela de la ciudad de San Félix, estado Bolívar y en Aripao, comunidad del estado Sucre [12, 13, 15, 16, 17] La presencia de A. lumbricoides, T. trichiura y anquilostomideos, se ve justificada pues en la transmisión de los mismos juegan un papel fundamental las condiciones socioeconómicas y el medio ambiente y su difusión está vinculada con la contaminación fecal de la tierra y el inadecuado saneamiento ambiental [18].

En el estado Falcón, datos aportados por la Coordinación de Vigilancia Epidemiológica, indican que la parasitosis intestinal se mantiene dentro de las 10 primeras causas de morbilidad, con mayor predominio de geohelmintos como agentes etiológicos [2]. Recientes estudios, indican que existe alta prevalencia de parasitosis intestinal en los niños (80%), siendo la infección multiparasitaria la más común (50%), la helmintiasis (37,5%) y protozoosis (12,5%); las especies más halladas en los análisis coproparasitológicos son: T. trichiura, A. lumbricoides, Chilomastix mesnili, E. vermicularis, G. lambia. [19,20]. Todos los estudios realizados en el país evidencian la alta prevalencia de parasitosis intestinal en áreas rurales y urbanas marginales, en donde el nivel socio-económico y las condiciones socio sanitarias son deficientes, comportándose esta patología como un problema de salud pública en donde el diagnóstico y el tratamiento farmacológico son solo parte del problema. [12,14,19].

Por otra parte, las características socio-económicas, según lo establecido en el  indicador de pobreza “Graffar” modificado por el Dr. Hernán Méndez Castellano [21], clasifica a la población en estratos sociales del I – V, considerando la presencia de cuatro (4) variables:

1. Procedencia del ingreso: en donde se reporta si la familia es adinerada o reciben un sueldo quincenal.

2. Profesión del jefe de hogar: encontrándose desde los empresarios hasta la opción de obrero no especializado.

3. Nivel de instrucción de la madre: si tiene educación superior, primaria incompleta o analfabeta.

4. Condiciones de alojamiento: corresponde al tipo de vivienda, si es espaciosa, descripción de las habitaciones, o espacios reducidos con precarias condiciones sanitarias.

Emplea un escala tipo “Likert” del 1 al 5 (1 para muy bueno y 5 para muy malo). El puntaje obtenido en cada variable se suma y se obtiene un total, que puede ir desde 4 (clase alta) hasta 20 (pobreza crítica), de acuerdo a la siguiente escala por estratos:

a. Estrato I: clase alta (4 a 6 puntos).

b. Estrato II: clase media alta (7 a 9 puntos).

c. Estrato III: clase media media (10 a 12 puntos).

d. Estrato IV: pobreza relativa (13 a 16 puntos).

e. Estrato V: pobreza crítica (17 a 20 puntos).

En Macuquita, población rural del municipio Miranda, la prevalencia de parasitosis intestinal ha aumentado progresivamente, desde el año 1997 hasta el año 2001, ubicándose permanentemente en las primeras 4 causas de consulta infantil en el ambulatorio rural tipo I de Macuquita [22], y como la segunda causa de consulta en el 2004. La comunidad de Macuquita no posee acueducto de agua potable por lo que almacenan agua de lluvia. La disposición de excretas se realiza a cielo abierto, sólo algunas casas poseen letrinas de hoyo abierto. Los desechos sólidos son eliminados a través de la quema. La productividad de los habitantes se mantiene a base de las actividades del campo: cosecha de frutas y vegetales y cría de animales traspatio (cerdos, chivos y reses). La población cuenta con un prepreescolar y una escuela básica (hasta 6to grado) a la cual acuden la mayoría de los niños de la comunidad observándose alto índice de repitencia. La vivienda es de paredes de bahareque y techos de paja, alternando con láminas de acerolit, el piso es de tierra apilada, los dormitorios no poseen puertas y la cocina es con leña [23]. Por ello, evaluar la presencia de helmintiasis en los preescolares y escolares de la población de Macuquita, permitirá identificar el agente causal, establecer las condiciones socio-sanitarias de la población que favorecen el desarrollo de helmintiasis y promover medidas de educación socio-sanitaria en la comunidad para evitarlas.

Materiales y Métodos

En el lapso comprendido entre enero y abril del año 2007, se realizó una investigación de tipo descriptivo y transversal en la población de Macuquita, ubicada a 320 m.s.n.m, en la vertiente norte de la sierra del estado Falcón, municipio Miranda, estado Falcón, a 11º 16` N y 69º 31` O. Es una población originada en tiempos de la colonia por esclavos africanos prófugos de las antillas holandesas que desde su establecimiento se ha mezclado poco debido a la idiosincrasia y al difícil acceso por la carretera que se encuentra aún en muy malas condiciones [23]. Se empleó la clasificación por grupo etario de la OMS/FUNDACRE-DESA: Recién nacidos de 0 a 1 mes, lactantes menores de 1 mes + 1 día a 11 meses, lactantes mayores de 1 año a 1 año y 11 meses, preescolares de 2 años a 6 años, escolares de 7 años a 11 años, adolescentes de 12 a 18 años, adultos de 18 años a 65 años y ancianos de 65 años en adelante [24].

Se incluyeron catorce (14) preescolares y escolares, sumando veintiocho (28) niños en total (p<0,005) según el cálculo de la n óptima [25] con 95% de índice de confiabilidad, en base la población total de preescolares y escolares: N = 40, (censo local 2006). Se realizaron actividades informativo-educativas dirigidas a padres, representantes, maestros y niños asistentes, en donde se explicaron las principales causas, signos y síntomas provocados por los parásitos intestinales. Se explicó detalladamente la forma adecuada de la recolección de las heces frescas y las características del tratamiento farmacológico, incluyendo los beneficios y los efectos adversos. Los preescolares y escolares incluidos en el estudio recibieron tratamiento médico y farmacológico específico actualizado según lo recomendado por las investigaciones clínicas que lo sustenten. Se realizaron, en consultas sucesivas, seguimiento de los niños realizando examen de heces control posterior al tratamiento.

Se obtuvo una muestra de heces frescas a la que se le realizó estudio coprológico por el método de Kato Katz cualitativo, técnica de laboratorio previamente estandarizada para el conteo de huevos de helmintos intestinales que permite determinar los niveles y la intensidad de la infestación parasitaria en los individuos muestreados [26]. Los resultados obtenidos se expresan en tablas de prevalencia mediante estadística descriptiva. Se aplicó la prueba de Chi cuadrado (X2) con un nivel de confiabilidad de 95%.[25].

Posterior al diagnóstico, a los niños parasitados se les administró tratamiento farmacológico (2 dosis de Albendazol de 400 mg), suministrado por el servicio de endemias rurales, Coro-Falcón) y se realizó estudio coprológico de control.

Este estudio preserva lo estipulado por el Congreso Mundial de Bioética de 2000, la declaración de Caracas sobre Bioética 2001 y los pactos y tratados suscritos por la República Bolivariana de Venezuela sobre los derechos humanos, según consta en Acta Nº: 101-03-2007-01 de evaluación y aprobación del Comité de Bioética del Área Ciencias de la Salud de la UNEFM.

 Resultados

La distribución por género es 42,8% femenino y 57,1% masculino en los preescolares y 35,7% femenino y 64,2% masculino en los escolares. El porcentaje de escolares y preescolares parasitados fue de 64% (n=9) y 43% (n=6), respectivamente (X2= 0,57; p> 0,05) (Figura 1). Las especies de geohelmintos más reportadas fueron A. lumbricoides (46,6 %), S. stercoralis (33,3%) y T. trichiura (20%) (Figura 2). Además se encontraron huevos de Taenia sp en un solo individuo del estudio.

El 100% de los núcleos familiares evaluados por el método de Graffar pertenece al estrato social V, en donde el jefe de familia es obrero no especializado, la madre no ha completado la educación primaria o es analfabeta, la principal fuente de ingreso de la familia corresponde a actividades del campo: cosecha de vegetales y frutas y crías de animales de traspatio (ganado porcino, caprino y bovino), las viviendas son de espacios reducidos e insuficientes con techos de láminas de zinc, pisos de tierra apilada, paredes de bahareque, sin puertas ni ventanas y cocina de leña. Las condiciones socio-sanitarias son inadecuadas, carecen de acueductos y cloacas.

Posterior al tratamiento se encontró que el 46,1% de los preescolares y 61,5% de los escolares resultaron negativos a las geohelmintiasis estudiadas (X2= 0,15; p> 0,05).

 Discusión

La presencia de geohelmintiasis según la distribución por género, no presentó diferencia entre ambos grupos, preescolares: 42,8% femenino y 57,1% masculino y en escolares: 35,7% femenino y 64,2% masculino. Esta distribución demuestra que el género no representa factor de riesgo para el contagio. La distribución de ambos grupos etario (desviación estandar [DE]: 5,71 +/- 2,43 años), mostró que el 42,8% de los preescolares y el 64,2% de los escolares resultaron parasitados no siendo la diferencia estadísticamente significativa (X2= 0,57; p> 0,05).

El estudio en la comunidad de Macuquita, ubicada, según Tamayo [27], en el piso térmico premontano, con temperaturas cálidas que descienden hasta los 13 ºC en las noches de diciembre y alcanzan hasta los 38ºC en el mes de agosto se realizó durante los meses de enero a abril, con escasas precipitaciones, el consumo de agua no potable y el almacenamiento se hace en envases no adecuados [22,23].

Las especies de geohelmintos más reportadas, al igual que en trabajos previos, [28,29] fueron A. lumbricoides (46,6 %), S. stercoralis (33,3%) y T. trichiura (20%), especies de contaminación oral-fecal y vinculadas a factores de riesgo similares  como deficientes medidas de higiene, carencia de inodoros y letrinas favoreciendo que las heces de una persona parasitada estén expuestas al contacto con animales y personas que deambulan por las zonas circunvecinas en contacto directo con el suelo por la falta de calzado. El consumo de agua no potable, la presencia de hacinamiento en viviendas rurales con pisos de tierra compacta y paredes de bahareque, favoreciendo procesos continuos de infección y reinfección, gracias a la exposición constante [30].

Al comparar ambos grupos etarios con el porcentaje de infección por geohelmintos, no se observaron diferencias estadísticamente significativas. Esto puede sugerir que el sistema inmunitario no ofrece buena respuesta en los individuos estudiados asociando las condiciones de alimentación, la consecuente inmunodepresión y la importancia de la vivienda y su entorno como sitio de transmisión, pues todos los individuos se encuentran expuestos a los factores de riesgo de igual forma. [31].

El hallazgo de 53,5% de geohelmintos y no de protozoarios u otros helmintos, puede deberse a que el método utilizado para el análisis de las heces es el de Kato Katz, establecido para la determinación de geohelmintos. Si se hubiese completado el estudio con otras técnicas diagnósticas [32] es posible que se encontrase la presencia de infección por otros géneros de geohoelmintos, como E. vermicularis y protozoarios, tanto en los preescolares y los escolares, pues las condiciones socio-sanitarias de Macuquita se comparan con lo reportado en comunidades rurales y urbanas marginales estudiadas en Venezuela y el resto de Latinoamérica cuyas cifras de parasitosis intestinal son mayores al 50% [6, 18,19,].

La promoción de medidas de educación socio-sanitaria a la comunidad de padres y representantes para evitar la parasitosis intestinal en preescolares y escolares de la población de Macuquita, se basó en el informe de recomendaciones del comité de expertos de la OMS, sobre la prevención y el control de la esquistosomiasis y las helmintiasis transmitidas por el suelo. Allí se hace mención de que estas infecciones siguen siendo un grave problema de salud pública en gran parte del mundo, especialmente en los países en desarrollo más pobres, en donde la morbilidad, las repercusiones en la salud y el desarrollo, son evidentes. Sugiriendo soluciones eficaces que pueden llevarse a la práctica: vigilancia epidemiológica, educación sanitaria, mejora de la higiene y el saneamiento, y, sobre todo, el tratamiento sistemático de los grupos de alto riesgo, especialmente los niños en edad escolar. Se recomienda utilizar el potencial del sistema escolar para suministrar medicamentos e impartir educación sanitaria, así como en las posibilidades de incluir actividades de control en los programas de salud. Se debe destacar también el bajo costo de los medicamentos antihelmínticos recomendados por lo que no debería ser un obstáculo para que el sistema de salud pueda realizar un suministro generalizado del tratamiento en las zonas endémicas. [33,34].

Posterior al tratamiento el 46,1% de los preescolares y 61,5% de los escolares resultaron negativos a las geohelmintiasis estudiadas (X2= 0,15; p> 0,05), aumento no estadísticamente significativo (X2= 0,15; p> 0,05) de remisión en los escolares sobre los preescolares. Considerando la efectividad probada del tratamiento farmacológico [34] probablemente la falta en el mejoramiento de las condiciones del medio ambiente y el retiro de dos (2) preescolares del estudio pudiese influenciar los datos obtenidos.

En conclusión, las condiciones socio-sanitarias, el escaso tratamiento de las aguas con cloro para potabilizarlas, las actividades de agricultura y cría de animales de traspatio sin protección de calzado, contribuye a la mantener los procesos continuos de infección y reinfección por la exposición constante. No se descarta la presencia de enfermedades de base en los individuos parasitados con Taenia sp, situación que llama poderosamente la atención, pues el medio de transmisión no es igual que las geohelmintiasis. Por ello, se sugiere continuar el estudio ampliando el método diagnóstico y abarcando también los animales que cohabitan en el peridomicilio, incrementando la sensibilidad del estudio al reportar la carga parasitaria por gramo de heces, discriminando por grupo etario. Los programas de diagnóstico y desparasitación son fundamentales en las políticas de desarrollo y disminución de la pobreza con las consecuencias de poner en riesgo la salud de la población infantil y así evitar daños y complicaciones posteriores, deben planificarse de forma consciente, constante y consecuente, ligada sobre todo a solucionar las causas de esta problemática en términos de mejoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones.

Agradecimientos

A la Lic. en Bioanálisis, Lourdes Montilla del Laboratorio de la Dirección de Salud Ambiental y Contraloría Sanitaria Servicios de Endemias Rurales. A la comunidad de Macuquita por la colaboración para realizar el estudio.

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