Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología
versión impresa ISSN 1315-2556
Rev. Soc. Ven. Microbiol. vol.34 no.1 Caracas jun. 2014
María de Lourdes González Pedroza
María de Lourdes nació en Valencia, el 1 de marzo de 1952. Sus padres: Rafael González León y Mercedes Pedroza de González, con gran esfuerzo, formaron una familia muy unida, donde sus cuatro hijos recibieron una educación basada en el amor y respeto, disfrutando de la oportunidad de construir en paz y armonía su propio futuro. Infundieron en sus hijos la práctica de valores como la honestidad, el respeto, la tolerancia, la disciplina, la humildad, la compasión y ayuda al necesitado, lo que probablemente influyó en que dos de sus hijas estudiaran medicina. Lourdes realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Santa María de Valencia, con las Madres Dominicas de la Sagrada Familia, de quienes recibió el complemento de la educación iniciada en el hogar, reforzando así sus valores espirituales. De esta primera etapa de su vida, al lado de su familia y sus profesores, guarda los más hermosos y agradables recuerdos. Se graduó de Bachiller en Ciencias en el año de 1969 e ingresó por méritos académicos a la Escuela de Medicina de la Universidad de Carabobo en enero de 1970, donde se graduó de médico cirujano el 30 de octubre de 1975. De su matrimonio con Gregorio Riera, médico internista, nacieron sus tres hijos, quienes son su gran orgullo: Gregorio Rafael, médico ginecólogo, Verónica, ingeniero mecánico y Viórica María, de hermosas cualidades vocales y odontólogo.
Después de graduada cumple con el Artículo 8 de la Ley del Ejercicio de la Medicina, como requisito obligatorio para ejercer la profesión, en la medicatura rural de la población de El Baúl en el estado Cojedes, donde junto a su esposo deciden mejorar las condiciones de atención en ese centro, creando consultas con especialistas en cardiología y planificación familiar, entre otras, y además un laboratorio clínico y un servicio odontológico totalmente dotados y con sus respectivos profesionales en las áreas.
Al regresar a Valencia, ingresa por concurso de oposición a la Cátedra de Microbiología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carabobo, bajo la tutela del Dr. Alejandro Divo, maestro inolvidable de quien aprendió disciplina y responsabilidad en el trabajo, como factores fundamentales para lograr el respeto como profesional en cualquier área. En el año 1981, la Universidad de Carabobo le otorga una beca para realizar estudios de postgrado en Microbiología Clínica en el Michael Reese Hospital de la Universidad de Chicago, bajo la tutela de los doctores Robert Keller y Sydney Cohen, trabajando en las primeras investigaciones que se realizaron a nivel mundial en la detección de antígenos capsulares de Haemophilus influenzae tipo b y Streptococcus pneumoniae en orina y otros líquidos orgánicos por métodos de coaglutinación y aglutinación por látex, en pacientes con diferentes patologías infecciosas. Además trabajó en detección de antígenos capsulares en hemocultivos de menos de 24 horas de incubación y en detección de antígenos de Legionella pneumophila en orina en pacientes con neumonía.
Ya en el país continua en esta línea de investigación y trabaja en dos centros públicos de Valencia, para investigar la incidencia de colonización por Streptococcus grupo B en embarazadas y en sus recién nacidos, trabajos que fueron presentados en jornadas y congresos y además publicados en prestigiosas revistas nacionales e internacionales, como la Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología, Journal of Microbiology y Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, respectivamente, además de las memorias de jornadas y congresos nacionales de microbiología.
En 1992 completa su formación en microbiología clínica con una pasantía en el Laboratorio de Microbiología de la Fundación Jiménez Díaz, de la Universidad Autónoma de Madrid.
Su mayor pasión, y a lo que ha dedicado el mayor tiempo de su vida profesional, ha sido la docencia de la microbiología. Fue profesor activo durante casi 30 años en el Departamento de Microbiología de la Facultad de Ciencias de la Salud, ascendiendo con trabajos de investigación en todos los escalafones, hasta alcanzar el de profesor titular en el año 2002; allí dictó la asignatura a estudiantes de las Escuelas de Medicina, Bioanálisis y Enfermería. Realizó curso de formación docente en la Universidad de Carabobo en el año 1984. Escribió en el año 2002, junto a su hermana Norelys González de Morillo, pediatra y también profesora del Departamento de Microbiología, una serie de guías para la enseñanza de la Microbiología para estudiantes de Enfermería, titulado: Lecciones de Microbiología para estudiantes de Enfermería, editado por la Universidad de Carabobo, las cuales dieron las bases para escribir el libro de texto Manual de Microbiología Médica, adaptado al programa de microbiología para estudiantes de medicina y utilizado como consulta en otras carreras del área de la salud; el libro es editado y publicado por la Dirección de Medios y Publicaciones de la Universidad de Carabobo.
Lourdes ha sido activa también en el ejercicio de la vida académica universitaria, siendo jefe del Departamento de Microbiología (1993-1998), por lo que representó al departamento en ese mismo tiempo en los Consejos de Escuela de Medicina, Bioanálisis y Enfermería. Fue elegida representante profesoral en el Consejo de la Facultad de Ciencias de la Salud (1998-2002). Fue miembro de la Comisión Curricular de la facultad, trabajando en el nuevo diseño curricular de la carrera de medicina, tarea que se culminó en su ejercicio como directora de la Escuela de Medicina. También fue miembro de la Comisión de Ingreso de la Facultad de Ciencias de la Salud (1995-2002). En el año 2002 fue nombrada Directora de la Escuela de Medicina y luego asistente del Decano, hasta el año de su jubilación en marzo de 2006.
Como jubilada activa fue nombrada por la ciudadana rectora Gerente Médico del Plan Administrado HCM-UC (2006-2008) y posteriormente Directora de la Unidad de Atención Medica Integral (UAMI) UC (2009-2011). Actualmente forma parte de la Comisión Técnica de Salud del plan administrado del HCM-UC y es miembro de la Junta Directiva de la Fundación Egreamigos, organización sin fines de lucro que se ocupa de la obtención de recursos para la construcción del Complejo Cultural Aula Magna de la Universidad de Carabobo.
Dentro de las actividades gremiales es miembro activo de la Sociedad Venezolana de Microbiología desde el año 1978, siendo Miembro Titular desde el año 1999. Ha ocupado prácticamente todos los cargos dentro de la Junta Directiva de la Sociedad Venezolana de Microbiología Capítulo Carabobo, siendo Presidente del Capítulo desde 1992 hasta 1996. Dentro de la sociedad ha participado en calidad de expositor o en la organización de numerosos eventos de alta calidad científica, destacando la Secretaría Científica del Comité Organizador del V Congreso Venezolano de Microbiología Dr. Alejandro Divo, realizado en Valencia en noviembre de 1991 y la Presidencia del Comité Organizador de las XXVI Jornadas de Microbiología Dr. José Esparza, realizadas en Valencia en noviembre de 1999.
Su trabajo, por más de 35 años, ha sido reconocido con varios premios, entre los que destaca el botón de reconocimiento otorgado por la Universidad de Carabobo (2000), el botón de reconocimiento de la Universidad de Los Andes otorgado por el Capítulo Trujillo de la SVM (2001), y una placa de reconocimiento al trabajo por la Unidad de Atención Médica Integral UC. En el año 2008 el Capítulo Carabobo de la SVM resolvió nombrarla como epónimo del IX Congreso Venezolano de Microbiología celebrado en Valencia ese año. También la Universidad de Carabobo decidió otorgarle el máximo reconocimiento que concede a los docentes por su destacada actividad académica: la Orden Alejo Zuloaga, que le fue impuesta en un acto solemne en la inauguración de dicho congreso por la ciudadana rectora.
Actualmente Lourdes disfruta de su jubilación, alternando algunas reuniones de trabajo con la tranquilidad de su hogar y con los viajes fuera del país donde residen dos de sus hijos y sus cuatro pequeños, de quienes se nutre del amor, la alegría, la ternura y la ilusión que sólo los nietos pueden regalar.
Oswaldo Carmona