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Revista de Ciencias Sociales
versión impresa ISSN 1315-9518
Revista de Ciencias Sociales v.16 n.4 Marcaibo dic. 2010
Globalización: aspectos políticos, económicos y sociales
García, Jambell* Pulgar, Nora**
* Lic. en Administración. Especialista en Relaciones Industriales. E-mail: jambellgarcia@gmail.com
** Abogada. Magíster en Gerencia de Empresas. Doctorante del Programa de Doctorado en Ciencias Sociales, mención gerencia. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Universidad del Zulia. Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela.
Resumen
En el artículo se exploran las dimensiones políticas, económicas y sociales del proceso de globalización. La revisión documental, bibliográfica y hemerográfica, permite identificar los aspectos que involucra este fenómeno mundial. Como resultado se observa que mientras persista el actual esquema de reproducción capitalista a escala global, la globalización tenderá a favorecer más a un pequeño grupo de países altamente desarrollados, en detrimento de la mayoría de la población del planeta, haciendo difícil superar los retos del desarrollo humano. Se concluye la necesidad de un cambio de paradigma y de comportamiento por parte de la sociedad para alcanzar un desarrollo económico y social equitativo.
Palabras clave: Globalización, política, economía, desarrollo humano, cultura.
Globalization: Political, Economic and Social Aspects
Abstract
The article explores the political, economic and social globalization process. The literature review of selected documents, books and newspaper/magazine articles serves to identify issues involved in this global phenomenon. As a result, it appears that as long as the current pattern of global capitalist reproduction persists, globalization will tend to favor a small group of highly developed countries to the detriment of the majority of the worlds population, making it difficult to meet the challenges of human development. Conclusions are that a change in paradigm and conduct are needed on the part of society to achieve equitable economic and social development.
Key words: Globalization, politics, economics, human development, culture.
Recibido: 09-11-25 · Aceptado: 10-04-03
Introducción
Según Pérez y Célis (2004) la era globalización era global o procesos de globalización ha sido uno de los fenómenos que más ha calado en las inquietudes de los investigadores internacionales, nacionales y locales, quienes han abordado el tema desde diversas posturas; algunos a favor, otros en contra y algunos de manera imparcial. Entonces, es un hecho uno de los temas de mayor actualidad es el de la globalización, en todas sus manifestaciones. No obstante, si se tiene en cuenta las múltiples interpretaciones que existen sobre este proceso resulta conveniente seguir investigando para entender las perspectivas de la globalización en el actual contexto socioeconómico mundial.
Por ello, el objetivo central de la ponencia es explorar las dimensiones de la globalización. Se identifican sus dimensiones: política, económica y social. Se finaliza con la reflexión sobre este fenómeno global en la actualidad. Para ello se recurre a la revisión de las principales investigaciones teóricas y prácticas sobre este objeto de estudio.
1. La globalización
No existe en la actualidad área del conocimiento que no esté vinculada, directa o indirectamente, al tema de la globalización. Este fenómeno ha permeado prácticamente todos los campos de la actividad humana: economía, cultura, política, ecología, adquiriendo así un carácter pluridimensional.
Según Romero y Vera (2009) el impresionante avance de las fuerzas productivas a escala mundial durante el siglo XX, especialmente en la segunda mitad, profundizó la división internacional del trabajo, modificando el contenido de conceptos como ventajas comparativas y dando origen a otros como ventajas competitivas, determinadas por factores relacionados con la economía del conocimiento, la cual está determinada por el uso de los saberes en la toma de decisiones en materia de producción, consumo e inversión, así como en la producción y reproducción del propio conocimiento (Vilaseca et al., 2002).
Esta economía del conocimiento se sustenta fundamentalmente en el uso de las ideas, más que en las habilidades físicas; en la aplicación de la tecnología, más que en la transformación de materias primas, o la explotación de mano de obra barata. Es una economía donde el conocimiento es creado, adquirido, transmitido y usado más eficientemente por individuos, empresas, organizaciones y comunidades, con el fin de promover el desarrollo económico y social (The World Bank, 2003: 1). Este proceso ha sido dinamizado por las nuevas tecnologías, en especial las tecnologías de la información y comunicación (TIC).
En este contexto aparece el concepto globalización, el cual empieza a emplearse de manera permanente en los ámbitos académicos y políticos desde de la década de los ochenta del siglo XX. A partir de entonces, la globalización ha venido siendo enfocada desde diferentes posiciones, dependiendo del campo de acción del conocimiento y de los intereses en juego.
No obstante, existen rasgos comunes a todas las interpretaciones, en el sentido de ver en la globalización una etapa avanzada de la división internacional del trabajo, caracterizada por una mayor interacción e interdependencia de los factores y actores que intervienen en el proceso del desarrollo mundial. Estos factores y actores son de índole económica, social, política, ambiental, cultural, geográfica, religiosa, entre otros, e involucran relaciones entre Estados, regiones, pueblos, empresas, partidos (OIT, 2004: X).
El capitalismo mundial había dejado atrás la etapa de la libre competencia y había entrado en su fase monopolista, soporte económico del imperialismo. Esta situación contribuyó a la expansión global de la economía, a través, fundamentalmente, de la internacionalización del capital.
2. Dimensión económica
El proceso de globalización se efectúa a través de los flujos comerciales de capital, información y conocimiento, que circulan alrededor del mundo y que involucran, en mayor o menor medida, a la mayoría de los países.
Sin embargo, este proceso es profundamente asimétrico y favorece a un pequeño grupo de naciones altamente desarrolladas, quienes controlan la economía mundial, mientras la mayoría de países debe conformarse con el papel de actores pasivos y altamente vulnerables a los cambios internacionales, influenciados por las políticas aplicadas por los centros de poder económico, político, cultural y militar.
3. Dimensión política
De otro lado, pese al innegable avance del comercio internacional y de los flujos financieros, la mayor parte de la actividad se realiza al interior de los países, o dentro de mega bloques económicos, como la Unión Europea o el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El avance de la globalización ha sido obstaculizado también por grandes conflictos bélicos (primera y segunda guerras mundiales), así como por las crisis económicas de carácter hemisférico. Igualmente, las políticas proteccionistas y discriminatorias, practicadas por las naciones opulentas, impiden que la mayoría de los países participe activamente en los intercambios comerciales y financieros; es decir, no logran globalizarse, y si lo hacen es solamente a través de las transnacionales residentes en sus economías de enclave.
El soporte material de la globalización es la profundización de la división internacional del trabajo, donde el predominio corresponde a un puñado de países altamente desarrollados. Los avances de los países más atrasados están determinados por la presencia del capital extranjero en sus economías, el cual ha ido perfeccionando un esquema de inserción apendicular, donde las decisiones estratégicas son tomadas desde afuera por las empresas transnacionales y sus países de origen. En estas condiciones, cualquier posibilidad de desarrollo independiente es cada vez más difícil.
4. Dimensión social
La globalización afecta el índice de desarrollo humano. De acuerdo con el PNUD, el índice del desarrollo humano provee una medida compuesta de tres dimensiones del desarrollo humano: vivir una vida larga y saludable (medida por la esperanza de vida); tener educación (medida por la tasa de alfabetización de adultos y de matriculación en la enseñanza primaria, secundaria y terciaria); y gozar de un nivel de vida digno (medido por el ingreso según la paridad del poder adquisitivo).
El índice no es en modo alguno una medida integral del desarrollo humano. Por ejemplo, no incluye indicadores importantes tales como respeto por los derechos humanos, la democracia y la igualdad, aunque sí provee una amplia perspectiva para ver del progreso humano y la compleja relación entre el ingreso y el bienestar (PNUD, 2006: 47). Además la evolución del IDH a lo largo de los años no ha sido igual para todos los países y no necesariamente los más desarrollados económica y tecnológicamente son los que muestran los mejores resultados.
Resumiendo, se puede afirmar que ha habido un importante avance en materia de desarrollo humano. Sin embargo, persiste una situación precaria para el grupo de países de DH e ingreso bajos, que incluye un importante porcentaje de la población mundial, situándola al margen de los beneficios de la globalización.
5. El soporte ideológico de la globalización
El soporte ideológico de la etapa actual de la globalización es el pensamiento neoliberal, que promueve el libre comercio y la hegemonía del mercado, como regulador de las relaciones de producción en el mundo.
En la práctica, los programas de ajuste promovidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, han empeorado la situación social y económica de los países menos desarrollados, convirtiéndolos paulatinamente en enclaves del capital extranjero.
6. Los efectos de la globalización
Sustentada en la fetichización del mercado, la globalización capitalista promueve al máximo el consumismo desaforado, la cultura del úselo y tírelo, con el consecuente deterioro del medio ambiente y el agotamiento de los recursos naturales no renovables.
Este modo de consumo se traslada a través de múltiples canales a las naciones menos desarrolladas, las cuales, sin haber alcanzado el nivel de desarrollo adecuado, se ven abocadas a asimilar patrones culturales ajenos a sus propias realidades, provocando distorsiones de índole estructural e impidiendo el desarrollo del mercado interno.
Un efecto importante es la imposición, por parte de organismos como el FMI y el Banco Mundial, (bajo el comando de las transnacionales), de políticas de ajuste estructural de las economías dependientes, tales como una mayor apertura a la competencia externa, privatización de las empresas estatales y extranjerización de las privadas nacionales, flexibilización jurídica para que haya una mayor afluencia de inversiones extranjeras, flexibilización laboral, para garantizar un marco jurídico de explotación del recurso humano local en condiciones ventajosas.
Otra de las recomendaciones de estos organismos es el recorte del gasto público, que se traduce, en la práctica, en el desmejoramiento de la seguridad social, la prestación de servicios públicos, la educación y la salud, entre otros.
Se argumenta que con los ajustes adecuados, los países en desarrollo podrán insertarse exitosamente en la economía internacional, es decir, globalizarse. Sin embargo, los resultados de más de una década de ajustes han demostrado que la pobreza y las desigualdades sociales y territoriales, en vez de disminuir aumentan (Toussaint, 2002).
Rasgo característico de la fase actual del desarrollo capitalista mundial es la profundización de la tendencia general hacia el parasitismo económico, representado por el predominio del capital financiero especulativo sobre la circulación de mercancías. Esta situación afecta directa o indirectamente a las naciones menos desarrolladas, expuestas a las oscilaciones de los mercados financieros internacionales.
7. Perspectivas de la globalización
En el informe sobre las perspectivas globales de la economía, el Banco Mundial es optimista al señalar que la próxima globalización una profunda integración con la economía mundial a través del comercio, los flujos de información, las finanzas y la migración ofrecerá nuevas y mejores oportunidades para incrementar la productividad y elevar los ingresos.
Los productores que participan en los grandes mercados internacionales podrán producir en gran escala, acceder a tecnologías y conocimientos más apropiados y participar en la creciente integración global de las cadenas productivas. Los consumidores en todas partes tendrán acceso a los últimos productos internacionales (The World Bank, 2007: vii).
Sin embargo, de acuerdo a Romero y Vera (2009) como lo deja entrever el informe, esta posibilidad es solo potencial. Tal vez en otro contexto la globalización podría significar una oportunidad histórica para la mayoría de países atrasados, que son víctimas de un orden internacional adverso a sus intereses. Esto solo será posible en la medida que el proceso de globalización genere condiciones en las que el mercado, controlado por el capital transnacional, trabaje en favor de las naciones menos favorecidas y no al contrario. Hay que advertir sobre el riesgo que esto representa, en ese sentido, los organismos económicos internacionales, influyen en la desregulación económica, especialmente en el ámbito monetario y financiero, pero también en el comercial y productivo.
La volatilidad de la economía y la deficiente distribución de la renta, esta vez a escala mundial, serán como tantas veces los frutos de ellos. Solo con la constitución de organismos económicos mundiales con suficiente poder, con objetivos estratégicos definidos (desarrollo humano, seguridad social, garantía y estabilidad y sobre todo un sistema monetario desarrollista) podrá evitar esta situación.
Desde aquí se defiende por la existencia de un gobierno mundial, que coordine, regule y limite la actividad de los agentes económicos mundiales, que mitiguen los problemas que plantea el sistema capitalista y que favorezca a los más desfavorecidos, también hoy insertados en el proceso de globalización.
8. Conclusiones
No cabe duda de la necesidad urgente de humanizar la globalización. Por eso hay que impulsar el desarrollo humano como alternativa al actual ordenamiento mundial, buscando un mayor equilibrio socioeconómico y político, con sostenibilidad, pensando en la calidad de vida de las generaciones futuras.
Se concluye el carácter excluyente y polarizador del actual proceso de globalización, que tiende a favorecer más a un pequeño grupo de países altamente desarrollados, los cuales concentran el conocimiento de punta y la producción, aparte de controlar el comercio y las finanzas internacionales. Mientras persista este esquema de reproducción a escala global, será difícil alcanzar el equilibrio entre las naciones, lo cual generará mayores conflictos.
A nivel local los más beneficiados por la globalización son los sectores empresariales relacionados con el comercio exterior, especialmente los importadores y aquellos exportadores que, o se han asociado con el capital extranjero, o encuentran todavía ciertos nichos de mercado en los países más desarrollados.
Estos sectores, en general, son los que defienden a capa y espada la apertura incondicional de la economía a la competencia externa, al capital extranjero; abogan por la firma de tratados de libre comercio con Estados Unidos y Europa, y son los principales propagandistas de la ideología neoliberal.
Bibliografía citada
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