Universidad, Ciencia y Tecnología
versión impresa ISSN 1316-4821versión On-line ISSN 2542-3401
uct v.12 n.48 Puerto Ordaz jul. 2008
EVALUACIÓN DEL NIVEL DE RIESGO A LESIONES MÚSCULO ESQUELÉTICAS EN EL SECTOR AUTOMOTRIZ VENEZOLANO
Rodríguez Márquez, Eliana del Valle Medina Chacón, Emily Rosío, Manero Alfert, Rogelio
La MSc. Eliana del Valle Rodríguez Márquez es Docente Ordinario a Dedicación Exclusiva en la Escuela de Ingeniería Industrial, Facultad de Ingeniería, Universidad de Carabobo, Valencia, Venezuela, Coordinadora de la Línea de Investigación Gestión del Riesgo Ocupacional, telefax 0241-8672843, celular 0424-4068687, correos electrónicos elianarodriguez99@gmail.com y erodriguez@uc.edu.ve.
La Ing. Emily Rosío Medina Chacón es Docente Ordinario a Dedicación Exclusiva en la misma Escuela, Facultad y Universidad, Coordinadora de la Línea de Investigación Biomédica Aplicada a la Ingeniería Industrial, telefax 0241-8672843, celular 0414-5912677, correo electrónico emedina1@uc.edu.ve.,
El Dr. Rogelio Manero Alfert es Docente a Tiempo Completo en la Unidad de Ergología, Área de Estudios de Postgrado de la misma Universidad, telefax 0241-8421215, celular 0412-7603855, correo electrónico maneroalfert@hotmail.com .
Resumen:
La necesidad de evaluar el riesgo a lesiones músculo − esqueléticas en trabajadores del sector automotriz venezolano, es el elemento central de un estudio de corte transversal que atendió variables biomecánicas, fisiológicas y psicosociales. Para ello se evaluó la capacidad física de los trabajadores mediante la prueba escalonada y se analizaron las demandas del trabajo utilizando los métodos REBA y MODSI. Los aspectos relacionados con ambiente físico, carga física y factores psicosociales fueron estudiados a través del método LEST. Los resultados muestran que todos los trabajadores realizan sus actividades dentro de una zona de seguridad fisiológica. El ruido es el factor ambiental de mayor impacto y de los componentes psicosociales evaluados, la iniciativa de los trabajadores presenta alta nocividad. La evaluación biomecánica muestra que la postura no neutral es el elemento más estresante y son las actividades de soldadura por electropunto de la ensambladora de vehículos las tareas de mayor riesgo de lesiones músculo − esqueléticas. Finalmente el estudio es concluido destacando las incompatibilidades ergonómicas encontradas, se recomienda adiestramiento sostenido sobre higiene postural y se aboga por el implante de nuevos procesos tecnológicos que favorezcan la adaptación bio-psicosocial al trabajo. Algunas consideraciones son realizadas para el perfeccionamiento futuro del MODSI.
Palabras Clave: Ergonomía/ Biomecánica/ Lesiones Músculo-esqueléticas/ Capacidad Física/ Factores Psicosociales.
EVALUATION OF THE RISK OF MUSCULAR-SKELETAL DISORDERS IN THE AUTOMOTIVE INDUSTRY IN VENEZUELA
Abstract:
The purpose of this cross-sectional study is to evaluate the risk of muscular-skeletal disorders (MSD) in a group of workers from the automotive industry in Venezuela regarding bio-mechanical, physiological and psychological variables. The study includes evaluation of the physical fitness capacity using the step test and work demands with the REBA and MODSI methods. An analysis of environmental, physical demand and psychosocial factors was conducted applying the LEST method. Results show all workers perform their activities within a safety physiological zone. Noise was the most impacting physical environmental factor, and for the psychosocial components evaluated, initiative was observed highly injurious. Biomechanical evaluation indicates that activities in vehicle Body Shop Assembly are the higher risk for MSD. At the end, the disergonomical incompatibilities observed are highlighted and procedures proposed to adapt working conditions, including postural culture training, recommended implant of new technology process changes that favor biopsychosocial adaptation to work. Some considerations are made for future enhancement of MODSI.
Keywords: Ergonomics/ Biomechanics/ Muscular-Skeletal Disorders/ Physical Fitness/ Psycho-social Factors.
Manuscrito finalizado en Valencia, Venezuela el 2007/12/03, recibido el 2008/01/25, en su forma final (aceptado) el 2008/04/17.
I. INTRODUCCIÓN
Durante la última década en casi todas las ramas del sector de la producción y los servicios se ha hecho un gran esfuerzo por mejorar la calidad de los bienes que se ofrecen al mercado, así como de la productividad de los procesos involucrados en su obtención. Esto ha generado una experiencia práctica que demuestra claramente que el diseño de los puestos de trabajo es clave para lograr tales objetivos. Estudios fisiológicos y ergonómicos indican que la sobrecarga muscular se traduce en fatiga (o lo que es lo mismo en una baja en la capacidad de trabajo) y puede reducir la productividad y la calidad [1, 2].
Un diseño ineficiente de las condiciones en los que se debe realizar el trabajo propicia la disminución de la productividad humana, rotación de personal que ya había sido entrenado y la aparición de lesiones músculo esqueléticas [3], que en la industria manufacturera venezolana se han multiplicado según los reportes de enfermedades ocupacionales publicados por el Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL) de los últimos seis años [4].
Este aumento en la aparición de lesiones músculo esqueléticas se debe principalmente a que el trabajador venezolano promedio realiza tareas que, por lo general requieren de grandes esfuerzos musculares, movimientos altamente repetitivos, posturas incomodas y una inadecuada manipulación de cargas.
Uno de los sectores productivos donde se observa esta situación problemática es el sector automotriz. Concretamente, se desarrollan lesiones en el sistema osteomuscular a causa del empleo repetido de herramientas y equipos vibratorios, tareas que exigen girar la mano continuamente, aplicación de fuerza en una postura incómoda, aplicación de presión excesiva en miembros superiores, trabajo con los brazos extendidos o por encima de la cabeza, trabajos echados hacia delante y levantando o empujando cargas pesadas.
En tal sentido, se hace necesario realizar un estudio integral de puestos de trabajo de este tipo de empresas, que contemple una evaluación objetiva de factores de carácter biomecánico que luego ha de complementarse con la evaluación de las exigencias fisiológicas y el estudio global del ambiente de trabajo. Por último se requiere la evaluación de los factores de riesgo de naturaleza psicosocial, pues se ha demostrado [5, 6 y 7] que la inestabilidad laboral y el desfavorable clima organizacional, influyen de manera importante en el desencadenamiento y cronicidad de lesiones en los sistemas óseo, muscular y articular, lo que inevitablemente repercute de manera directa en los niveles de calidad y productividad de las áreas de trabajo.
Tomando en consideración los aspectos mencionados anteriormente, en este estudio se evalúa el riesgo de lesiones músculo esqueléticas (L.M.E.) en un grupo de trabajadores del sector automotriz venezolano atendiendo a variables biomecánicas, fisiológicas y psicosociales con alta influencia en la aparición y cronicidad de este tipo de problemas.
II. DESARROLLO
1. Materiales y métodos
Para conocer los factores de riesgos asociados con la aparición de L.M.E. en la industria automotriz venezolana, se evaluaron 10 puestos de trabajo provenientes de una empresa ensambladora y 6 puestos provenientes de un proveedor de autopartes del Estado Carabobo. Se trata de una muestra no probabilística basada en los siguientes criterios de inclusión: Sujetos aparentemente sanos con IMC entre 18,5 y 34,9 kg/m2 y con más de seis meses en el puesto de trabajo, realizando tareas repetitivas y con demanda biomecánica fácilmente observables. En primer lugar, se entrevistó a los trabajadores, quienes voluntariamente aceptaron participar en el estudio de acuerdo a la Declaración de Helsinski de 1983 y se les consultó la edad, se les midió peso, talla y posteriormente se les calculó el índice de masa corporal (IMC) para identificar presencia de sobrepeso (IMC ≥ 25 kg/m2). La estimación de la capacidad física se logró gracias a la aplicación de la prueba escalonada [8].
La Guía de Observación y los cuadros de calificación del Método del Laboratorio de Economía y Sociología del Trabajo de Francia (L.E.S.T.) [9] fueron utilizados para evaluar el ambiente físico de trabajo, la carga física y los factores psicosociales de los trabajadores. Este método se seleccionó por el buen desempeño que ha reportado en investigaciones realizadas en Venezuela [3,7,10,11 y 12], pues permite cuantificar el comportamiento de 16 variables esenciales en la evaluación de un puesto de trabajo. Se estudian cinco dimensiones agrupadas como: Entorno Físico: Ambiente térmico, Ruido, Iluminación y Vibraciones; Carga Física: Carga Estática y Carga Dinámica; Carga Mental: Apremio de tiempo, Complejidad- Rapidez, Atención y Minuciosidad; Aspectos Psicosociales: Iniciativa, Estatus Social, Comunicación, Cooperación e Identificación del producto; y por último Tiempo de trabajo: Tiempo de trabajo en relación a horario y turnos. Para ello se cuenta con una Guía de Observación que exige la recolección objetiva de datos tales como niveles de ruido y temperatura efectiva y sus variaciones, nivel de iluminación en luxes, duración de las posturas asumidas en intensidad de los esfuerzos musculares, entre otras. Recogida esta información objetiva directamente de las áreas de trabajo, fue procesada en los cuadros de calificación del L.E.S.T. que proveen un diagnóstico final en términos de niveles de nocividad utilizando una escala entre 0 y 10 en la forma siguiente: 0,1 y 2: Situación Satisfactoria; 3, 4 y 5: Débiles Molestias, algunas mejoras podrían portar mayor comodidad al trabajador; 6 y 7: Nocividad media, existe riesgo de fatiga; 8 y 9: Nocividad importante, fatiga relevante y 10: Alta Nocividad.
La estimación del consumo energético de cada puesto de trabajo a través del método L.E.S.T., también permitió la determinación del porcentaje de capacidad física comprometida en la realización de las tareas [13].
La evaluación biomecánica se realizó utilizando el Método REBA [14] y el Modelo Simple para la evaluación integral del riesgo a lesiones músculo esqueléticas (MODSI) [7], esta última es una herramienta para el estudio de puestos de trabajo diseñada por investigadores de la Universidad de Carabobo que se encuentra en fase de validación. El uso de estas dos metodologías permite evaluar, a través de la comparación de los resultados experimentales, el comportamiento del MODSI en la evaluación del nivel de riesgo a desórdenes al sistema osteomuscular. Para ello se utilizó la técnica de filmación en tiempo real de tres momentos de la jornada laboral. Una primera ocasión durante las primeras horas de la mañana, luego una hora antes del almuerzo para terminar con una hora antes de cumplir su turno de trabajo [7].
La filmación tuvo las siguientes características [15]:
Se mantuvo la imagen del trabajador dentro del campo visual durante toda la filmación y ésta se mantuvo estable para observar la integridad de los movimientos efectuados por el sujeto.
La duración de la filmación estuvo directamente relacionada con la duración de un ciclo de trabajo o más.
Posteriormente, la filmografía fue analizada de la siguiente forma:
Se dividió el tiempo de ciclo en 20 partes iguales y este valor determinó la cantidad de segundos entre una observación y otra.
Cada imagen observada fue analizada a través del método REBA.
Paralelamente se realizó la evaluación del riesgo de aparición de L.M.E. a través del MODSI [7] con el propósito de evidenciar la influencia que tiene sobre este tipo de dolencias, no sólo la demanda biomecánica sino también los elementos vinculados con el ambiente de trabajo, el clima organizacional y las exigencias físicas y psicosociales de las tareas.
Es así como no sólo se evaluó el alejamiento de las estructuras óseas de la neutralidad, sino que también se tomó en cuenta la calidad de la alternancia y la presencia de vibraciones; aspectos que posteriormente se combinaron con el compromiso cardiovascular del trabajador y con la modificación de la escala de Borg [16], para lograr así un puntaje integrado que mostrara realmente el riesgo de aparición de L.M.E.
En este sentido, paralelamente a la ejecución de la filmación, se le solicitó a cada trabajador la percepción del esfuerzo al realizar la tarea a través de la Escala de Borg y se registró la frecuencia cardíaca (FC) con el uso de un sensor electrónico marca Polar de fabricación estadounidense. Con las cifras de FC medidas en reposo, en la actividad y la FC máxima (220-edad) fue calculado el Indicador de Costo Cardíaco Verdadero, que no es más que la relación porcentual entre el costo cardíaco de la ejecución de una tarea entre el máximo desplazamiento cardíaco posible del individuo [8].
Se realizó una revisión de la morbilidad a partir de los registros médicos suministrados por las empresas, con el objeto de encontrar evidencias de molestias músculo esqueléticas que pudieran estar relacionadas con la actividad laboral y se realizó un análisis estadístico para observar diferencias significativas entre los resultados arrojados por los dos instrumentos distintos (REBA y MODSI).
El tiempo disponible para la consecución de los objetivos fue de 16 semanas, durante las cuales se realizó la filmación de las tareas y su correspondiente análisis.
2. Resultados y discusión
En la Tabla I, se muestran las características antropométricas y fisiológicas de los casos en estudio, detectándose condiciones de sobrepeso grado I en 60% de los trabajadores de la ensambladora y sobrepeso grado II en 67% de la muestra tomada de la empresa proveedora de autopartes. En cuanto a la aptitud para realizar trabajo físico, el grupo 1 presenta los mejores niveles del estudio con media de 53 ml/kg/min. En ambas empresas se debe considerar la inclusión de programas de entrenamiento o gimnasia laboral, que incluyan a la mayor cantidad posible de trabajadores en pro del mantenimiento y mejora de la capacidad física y en general para mejorar sus condiciones de salud. Adicionalmente, los niveles de sobrepeso propician la idea de realizar mejoras nutricionales guiadas por especialistas en lo referente a la dieta suministrada.
El consumo energético de la mayoría de los puestos de trabajo presenta exigencias Moderadas con excepción de las estaciones de soldadura por electropunto (ensambladora de vehículos) y esmerilado (proveedor de autopartes) en las que se deben realizar operaciones de soldadura y pulido con herramientas que requieren ser manipuladas por los trabajadores en posturas incómodas y con esfuerzos musculares importantes. En la Tabla II puede observarse que para ambos grupos, el consumo energético de la actividad laboral desarrollada se sitúa dentro del límite máximo admitido por día de 2.000 kcal/jornada [17], que aunque está referido a trabajadores brasileños, se ha utilizado de manera satisfactoria en evaluaciones realizadas con trabajadores latinoamericanos en general [11 y 18].
La estimación del consumo energético también permitió la determinación del porcentaje de capacidad física comprometida en la realización de las tareas. Del análisis efectuado se conoció que el 100% de los trabajadores de la ensambladora tiene un compromiso metabólico menor al 20% de su capacidad física de trabajo, al igual que 5 de los 6 sujetos provenientes de la empresa proveedora de autopartes, sólo un individuo sale de este rango por tener una baja capacidad física y realizar una actividad laboral de exigencias energéticas moderadas.
En cuanto al compromiso cardiovascular, el indicador de costo cardíaco verdadero (ICCV) se ubica en la categoría de pesado para 4 de los 10 trabajadores evaluados en la empresa ensambladora y en la categoría de moderado para el 50% de los casos provenientes del proveedor de autopartes. Es importante mencionar que el ICCV mide la sobrecarga cardiovascular a la que están sometidos los trabajadores, no sólo por la actividad física sino también por los distintos factores del entorno laboral [8].
Tras la evaluación de las condiciones de trabajo, el ruido se presenta como el factor físico de mayor nocividad pues en la mayoría de las áreas de detectaron niveles que sobrepasan los 87 dB. A esta intensidad sonora se han referido daños al aparato auditivo si se prolonga la exposición, razón por la cual es importante que dichas empresas comiencen con la sustitución progresiva de los métodos actuales por aquellos que impliquen un menor nivel de decibeles, para evitar el uso de protección individual tal y como lo establece la legislación laboral vigente [3].
Por otra parte, se constató presencia de vibraciones con niveles de amplitud entre moderada y elevada en 60% de los puestos de trabajo. Esto se debe básicamente al uso de herramientas tales como esmeriladoras, pulidoras y máquinas de soldadura por electropunto. Debe recordarse que este factor de riesgo físico está relacionado ampliamente con la etiología y cronicidad de desórdenes en el sistema osteomuscular, por lo que debe ser objeto de estudio y control.
Los resultados de la evaluación del ambiente térmico muestran condiciones que, según la clasificación L.E.S.T., se ubican en la categoría de molestias débiles para 7 de los 10 casos provenientes de la ensambladora. Estos resultados están relacionados con la presencia de equipos de ventilación forzada en las áreas de trabajo, que contrarrestan el efecto provocado por la combinación de la demanda energética de las tareas y los niveles de temperatura efectiva registrados. Para el proveedor de autopartes, los resultados muestran nocividad media debido a la cercanía de los puestos de trabajo con sistemas de tratamiento térmico, que provocan niveles de temperatura efectiva de 24° C que, en combinación con los parámetros energéticos de la actividad y el tiempo de exposición a la situación de trabajo, favorecen la caracterización de este factor de riesgo como Nocividad media para 83% de los casos y con Nocividad importante para el 17% restante. Este escenario favorece la fatiga fisiológica del individuo mucho antes del término de su jornada y también tiene implicaciones importantes en el desarrollo y cronicidad de L.M.E. [7]
En lo referente a los factores psicosociales del trabajo, véase que ambos grupos presentan niveles de Iniciativa muy reducidos que provocan Nocividad Importante para este factor. El método L.E.S.T., define a la Iniciativa como la autonomía para, hasta cierto punto, elegir el método de trabajo, tomar decisiones importantes, establecer el ritmo y tener control sobre los tiempos de trabajo. En el caso bajo estudio, los trabajadores deben ejecutar sus tareas en estricto apego a métodos prescritos con poca exigencia mental y en los que prácticamente no se toman decisiones en cuanto a los tiempos operacionales. El estatus social y la identificación con el producto también se observan disminuidos, básicamente por el poco tiempo requerido para completar el proceso de aprendizaje y el bajo nivel de formación previa que éstos demandan, aunado a aspectos como la poca participación en la conformación del producto final. Cabe destacar que este cuadro de factores de riesgo de naturaleza psicosocial provoca en el trabajador un sentimiento de estar subestimado o subempleado y de no ser realmente importante para el logro de los objetivos de la organización, por lo que se genera un nivel de intranquilidad que va más allá del cumplimiento del trabajo asignado.
Otro elemento a destacar está referido al esquema de trabajo por turnos en el que opera el proveedor de autopartes, pues esta situación incorpora una tensión adicional al trabajador que se refleja en la dificultad para la superación, recreación y atención a la familia.
En la Tabla IV, se presentan los resultados de la aplicación del método REBA en ambos grupos de trabajadores. Para la ensambladora de vehículos, las actividades con mayor riesgo de L.M.E. son las pertenecientes al área de soldadura por electropunto, debido básicamente al uso de máquinas de gran tamaño y peso que deben ser manipuladas por los operarios que asumen posturas forzadas durante largos períodos de tiempo. Se destacan aquí las incomodidades producidas por las mangueras de refrigeración de dichas máquinas, que incrementan el alejamiento de las estructuras corporales de la neutralidad y que por ende determinan el nivel de riesgo. Por otra parte, las áreas de trabajo o matrices de ensamble, están diseñadas sin consideraciones ergonómicas, en la mayoría de los casos por debajo de los 80 centímetros de altura, lo que obliga al trabajador a realizar flexiones laterales de tronco y tal como señala Punnett et. al. [19] esta clase de postura se constituye como uno de los factores de riesgo más importantes en la aparición de lumbalgias
Un punto importante a mencionar está referido a los Momentos de Esforzamiento [10] a los cuales son sometidos el 30% de los trabajadores de la muestra, al tener que trasladar el vehículo de una estación a otra más de 50 veces al día, recorriendo una distancia promedio de 6 metros. Debe recordarse que Clemer et al. [20] encontraron que más del 75% de los casos de accidentes con lumbalgias fue provocado por empujar, halar, levantar objetos con movimientos de flexión y de fuerza.
La aplicación del método REBA al grupo de trabajadores de la empresa proveedora de autopartes muestra altos niveles de riesgo a padecer de L.M.E. (67% de la muestra de 6 trabajadores) como consecuencia del uso repetido de herramientas vibratorias en posturas muy exigentes y durante largos periodos de tiempo, como es el caso de los operadores de la línea de esmerilado. Las tareas de paletización realizadas en el área de Moldeo también constituyen un factor de riesgo a lesiones de músculos, huesos y articulaciones, debido principalmente a la alta repetitividad de actividades que involucran levantamientos de carga con flexión de tronco y hombros alejada de la neutralidad. Una de las actividades laborales que más aporta a la incidencia de lesiones músculo esqueléticas de espalda es precisamente la paletización [21,22, 23], sobre todo cuando se realiza en forma manual y los objetos paletizados tienen un tamaño y un peso por encima de lo aceptado para su manipulación.
Cabe destacar también la condición de bipedestación prolongada, a la cual está sometida la totalidad de los sujetos evaluados, y recordar que numerosas investigaciones han podido encontrar que la postura de pie combinada con otro grupo de factores de riesgos físicos, incluyendo por supuesto el tiempo de exposición, incrementa el riesgo de prevalencia de las lumbalgias [24,25,26].
Sin embargo, vale la pena mencionar que si bien es cierto que en la mayoría de los casos para ambas empresas se observó alta exigencia de las actividades, también es cierto que en determinadas situaciones, la ausencia de higiene postural provoca que el trabajador adopte posturas de alto compromiso sin que éstas fuesen realmente exigidas por la tarea que realiza. Se destaca así la importancia del fomento de una cultura postural, que permita a las soluciones técnicas brindar el resultado esperado; en este sentido se debe entender que se requiere educación.
La evaluación del riesgo de aparición de L.M.E. también se realizó a través del MODSI, con el propósito de evidenciar la influencia que tienen sobre este tipo de dolencias, no sólo la demanda biomecánica, sino también los elementos vinculados con el ambiente de trabajo, el clima organizacional y las exigencias físicas y psicosociales de las tareas. Es así como, y en cumplimiento a las exigencias de este modelo, no sólo se evaluó el alejamiento de las estructuras óseas de la neutralidad, sino que también se tomó en cuenta la calidad de la alternancia y la presencia de vibraciones, aspectos que posteriormente se combinaron con el compromiso cardiovascular del trabajador y con la modificación de la escala de Borg, para lograr así un puntaje integrado que mostrara realmente el riesgo de aparición de L.M.E.
En este sentido, paralelamente a la ejecución de la filmación, se le solicitó a cada trabajador la percepción del esfuerzo al realizar la tarea y los resultados muestran que el 40% de los trabajadores de la ensambladora perciben el trabajo como Fuerte y el 33% de quienes trabajan en la empresa proveedora de autopartes, lo perciben como Muy fuerte. Esta información se combinó con los datos relacionados de comportamiento biomecánico, fisiológico y factores psicosociales de los trabajadores evaluados por el MODSI y se pudo verificar que tras la incorporación de nuevas variables, el nivel de riesgo de lesiones de músculo, huesos y articulaciones, se ubica en una categoría superior en 38% de los casos, lo que muestra que el instrumento aumenta el nivel de riesgo a L.M.E. para estos casos, en comparación al REBA. En aquellas evaluaciones en las cuales, pese a la incorporación de nuevos elementos, no hubo variaciones en la tipificación del riesgo, se detectó que el instrumento es menos sensible cuando los valores se ubican en los extremos del rango de clasificación. Se recomienda que se realicen ajustes en las escalas de clasificación para mostrar el verdadero aporte de los elementos fisiológicos y psicosociales, de modo que no se excluyan aquellos casos en los que se detectó poca sensibilidad del modelo.
Al evaluar los aportes de cada variable involucrada en el modelo, se observa que el instrumento califica a los elementos biomecánicos como los de mayor aporte en el nivel de riesgo de L.M.E., seguidos por el compromiso cardiovascular, el esfuerzo percibido y los factores psicosociales. El aporte del compromiso fisiológico del trabajador en la ejecución de su actividad laboral, se situó en 20% del total de nivel de riesgo a lesiones músculo esqueléticas para el 75% de los casos estudiados tal y como se observa en la Figura 1.
Debe destacarse, que sólo en los casos en lo que se presentan de manera simultánea una baja iniciativa, un estatus social reducido y una pobre identificación del trabajador con el producto de su trabajo, el instrumento permite que se agregue un punto adicional en la valoración definitiva del nivel de riesgo a LME. Esta situación tiende a ser restrictiva en cuanto a la inclusión de los factores de riesgo de naturaleza psicosocial provocando que éstos apliquen sólo para el 31% del total de la muestra.
En este punto es pertinente recordar que se han realizado estudios que demuestran que la carga física y los factores psicosociales están simultánea e independientemente asociados con las lumbalgias [26, 27, 28, 29,30]. Es así como se describe entonces que los empleos que presentan una elevada prevalencia de lumbalgia, son aquellos que tienen una carga física pesada y frecuentemente están asociados con factores psicosociales, tales como la insatisfacción en el trabajo, pobre relación con los supervisores, bajo apoyo social, altas exigencias y estrés, además de factores organizacionales como variaciones de turnos de trabajo, jornadas de tiempo extra y trabajo aislado.
Una vez realizada la evaluación de 16 puestos de trabajo del sector automotriz se efectuó una revisión de los registros médicos de ambas empresas y se pudo constatar que los síntomas músculo esqueléticos constituyen un alto porcentaje del total de las consultas, siendo las áreas con mayor criticidad las correspondientes a tapicería y soldadura por electropunto, en el caso de la ensambladora y las líneas de fundición y de esmerilado, en la proveedora de autopartes.
Las estructuras más comprometidas, de acuerdo a la estadística manejada por los servicios médicos de ambas empresas, son la columna lumbar y cervical, segmentos corporales en los que la mayoría de los trabajadores refieren molestias y en los que se detectó el mayor nivel de riesgo de LME tras la evaluación realizada.
Las características técnicas de este tipo de plantas no permitirán un incremento productivo significativo, sin que los factores de riesgos para ocasionar la aparición de LME se potencien, pues asumir posturas extenuantes propicia la fatiga fisiológica y genera desbordamientos de umbrales que, combinados con el escaso tiempo para la alternancia de la postura, propician la aparición de lesiones del sistema osteomuscular.
III. CONCLUSIONES
1. Tras la aplicación de los modelos de evaluación se puede concluir que la postura fue el principal factor biomecánico encontrado en ambos grupos debido al diseño de puestos de trabajo sin consideraciones ergonómicas.
2. Con relación a la fisiología, se comporta en forma creciente en la medida que la jornada avanza y la pausa de alimentación a medio turno produce un efecto reparador.
3. Factores como la organización de trabajo y el entorno laboral complican el funcionamiento del trabajador mucho antes de concluir su faena.
4. En cuanto al ambiente físico, el factor que presenta mayor nocividad es el ruido y se evidenciaron situaciones de falta de confort térmico en los dos grupos de trabajo acompañados de exposición a vibraciones.
5. Esta evaluación permitió detectar la necesidad de la incorporación de medidas tecnológicas y administrativas para reducir las deficiencias encontradas.
6. Adicionalmente, existen evidentes signos de nocividad en cuanto a la iniciativa, dando lugar al enriquecimiento de las tareas en aras de disminuir los altos niveles de nocividad encontrados.
7. La aplicación del MODSI trajo a colación aspectos con probada influencia en la aparición y cronicidad de las lesiones músculo esqueléticas como lo son los factores psicosociales, vibraciones, alternancia postural incorrecta y percepción del esfuerzo.
8. Este análisis integral, sin duda alguna permitirá generar alternativas de solución acordes con las verdaderas necesidades de los trabajadores.
9. Es importante mencionar que si se aplica el MODSI en tres situaciones, el valor de referencia debe ser el más alto, para garantizar soluciones tecnológicas y administrativas acordes con las necesidades reales del puesto evaluado y no vulnerar el bienestar físico y mental del trabajador.
10. En aras de fortalecer la evaluación del riesgo de L.M.E. se hace necesario estudiar la incorporación de otros aspectos de naturaleza psicosocial, tales como el clima organizacional, la cooperación y el apoyo social, pues numerosas investigaciones indican que los mismos tienen alta influencia en el pronóstico de este tipo de lesiones.
11. El desarrollo de una versión del MODSI para la evaluación del nivel de riesgo a L.M.E. en trabajo administrativo de oficina debe formar parte fundamental de las investigaciones en nuestro país en pro de la mejora de las condiciones de trabajo en Latinoamérica.
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