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Educere
versión impresa ISSN 1316-4910
Educere v.10 n.33 Meridad jun. 2006
La escuela por dentro. La etnografía en la investigación educativa. Autor: Peter Woods. Ediciones Paidós. Barcelona- España 1987. Primera edición. 220 p.
Autor de la reseña: Rebeca Rivas
Escuela de Educación. Universidad de Los Andes Mérida - Venezuela
La etnografía es uno de los diseños dentro de la investigación cualitativa que tiene mucho que brindar a los maestros, en especial por el papel que necesitan poner en práctica cuando se les solicita ser “docentes-investigadores”. Su importancia también se sustenta en el hecho de que en esta época es casi obligatoria la investigación-acción y la investigación cooperativa si queremos superar muchos de los inconvenientes presentes en nuestras aulas. De esta manera, como este texto lo evidencia, la etnografía se trata de un diseño que permite al docente acceder fácilmente al mundo de la investigación debido a que las estrategias y recursos que son puestos en práctica durante la enseñanza, de alguna manera representan la puesta en práctica de ciertas técnicas etnográficas, pudiéndose decir que la enseñanza y la etnografía son formas similares del arte de la enseñanza. Sin embargo, al escudriñar este texto podemos des¬cubrir que los maestros no son los únicos lectores a los que va dedicado este libro. Es indiscutible que su autor busca ir más allá, expandiendo las fronteras del mismo a todos los que desean emprender una investigación cualitativa en cualquier campo, incluyendo estudiantes universitarios en el campo de la so¬ciología y los métodos de investigación. Así podremos apreciar a través de este libro cómo su autor analiza los problemas, por ejemplo el de “iniciarse”, el de “introducirse” o el de “construir registros narrativos”, como problemas comunes de muchos tipos de investigación. De esta manera, este libro intenta poner al alcance del lector el método para llevar a cabo los estudios etnográficos, a la vez que describe los esfuerzos y la constancia que requieren, así como la suti¬leza y el rigor que su naturaleza demanda. Se destacan, así mismo, la disposi¬ción y las actitudes del etnógrafo como aspectos fundamentales que propician el éxito de un estudio etnográfico o cualquier investigación cualitativa.
Para lograr los propósitos expuestos y atrapar a cada uno de los lectores a los que está dirigido, Peter Woods, de una maravillosa manera, logra entrelazar, y a la vez separar didácticamente su texto en ocho mágicos capítulos, que sin duda alguna llevan a cada lector por el sendero de la investigación etnográfica. Para comenzar este sendero, Woods trata de demostrar al lector en su primer capítulo que entre la etnografía y la enseñanza hay ciertos paralelismos que las convierten en co-empresas eminentemente adaptables entre sí; pudiéndo¬se llegar hasta decirse que la enseñanza y la etnografía son formas similares de arte. Seguidamente, el autor nos presenta un segundo capítulo que deja en evidencia la posibilidad de que este texto pueda ser de utilidad no sólo a maes¬tros o educadores, ya que en este capítulo se exponen los diversos aspectos o “problemas” a los que se enfrenta el etnógrafo o cualquier investigador cualitativo al comenzar sus investigaciones. El autor hace especial referencia a la obtención de un marco mental adecuado, la medición del problema y la ordenación de recursos. El autor cierra este capítulo con la negociación del acceso, que él llama el “ingreso”, al que dedica un espacio considerable por creer que se necesitan diversas recomendaciones al querer “introducirse” o “ingresar” en el contexto a estar durante el desarrollo de la investigación.
En los siguientes tres capítulos, tercero, cuarto y quinto, el autor nos recrea en el uso de las técnicas o métodos de recogida de datos, propias de la investigación etnográfica, como son la observación, las entrevistas y los materiales escritos, pero como Woods lo asevera bien, éstos pueden ser aplicados a diversos tipos de investigación. Establece de una manera evidente la relación entre los mismos, haciendo especial hincapié en la importancia o el uso preponderante de una técnica sobre otra; en este caso muestra la relevancia de la observación participante como técnica etnográfica. Sin embargo, no resta importancia de las otras dos técnicas y, por el contrario, llama la atención al uso de varias técnicas durante la investigación, usando para ello el término “triangulación”. Es igualmente significativo que en el uso de las tres técnicas en cues¬tión no podemos pasar por alto los atributos personales del etnógrafo o el investigador en general, como son la confianza, la curiosidad y la naturalidad.
Los capítulos seis y siete están dedicados a las técnicas de análisis de la informa¬ción que, como bien lo dice el autor, igualmente son aplicables a diversos campos de investigación. En estos capítulos, aunque el autor señala haber adelantado cierta información sobre el análisis en capítulos precedentes, lo justifica aseverando que en la etnografía el análisis se da simultáneamente con la recogida de datos. Sin em¬bargo, de una manera selectiva, clara y bastante ilustrativa para aquellos quienes no tenemos mucha experiencia en el análisis de datos cualitativos, Woods presenta en este capítulo los aspectos del análisis que más parecen destacarse en la investigación etnográfica en educación, como son el análisis especulativo, la clasificación y la ca¬tegorización, la formación de conceptos, los modelos, las tipologías, y la construcción teórica. Este último aspecto es al que el autor le dedica un espacio importante en el capítulo siete, partiendo de que aunque el énfasis principal, en la investigación etno¬gráfica, se ha puesto en el descubrimiento antes que en la comprobación de teorías, esto no excluye que el análisis sea guiado por la recogida de datos que oriente dicha recogida. En ambos capítulos se redestaca la insistencia del autor sobre la importan¬cia de las actitudes y cualidades de creatividad del investigador.
Finalmente, el autor nos presenta el capítulo ocho en el que expone los diversos problemas en la redacción o escritura del informe de investigación, presentándolos no sólo como propios de la etnografía, sino en todo tipo de investigación, y aún mas allá, al momento de escribir cualquier texto. El autor guía a los lectores por los diversos estadios por los que puede pasar el investigador al tratar de escribir su informe de investigación, establece algunas analogías, un tanto ilustrativas, pero necesarias e interesantes para ayudar al investigador a expresar por escrito las ideas que genere.
De esta manera, es indudable que el presente libro representa, más que una guía, una luz en el sendero de quienes no sólo pretendan llevar a cabo una investigación etnográfica, sino que deseen desarrollar investigaciones cualitativas de cualquier tipo. Este libro deja en la mente y corazón del lector la semilla germinante de un tipo de investigación, favorable de manera especial a los maestros, a “la escuela por dentro”, pero adaptable a cualquier otro campo que necesite de las bondades de la investigación cualitativa. Además de estos grandes aportes, lo maravilloso de este texto es que atrapa al lector mostrando una ilación y una separación casi imperceptible entre sus capítulos, en los que el autor refleja su voz y su experiencia como educador e investi¬gador, que pareciera transportarnos e invitarnos continuamente a, más que aprender técnicas de manera mecánica, a llegar a convertirnos en investigadores cualitativos reales, alcanzando así uno de los más anhelados propósitos de este autor con este texto: internalizar el “espíritu etnográfico”.